domingo, 15 de julio de 2012

La autodestrucción del capitalismo


Una fuerza depredadora que ha destruido la sociedad y el medio ambiente comienza a devorarse y destruirse a si misma. Nadie entiende como han caído los grandes imperios sin que otro gran imperio los derrote, hoy vemos como sucede, se pudren, se descomponen, se tragan a si mismos como una serpiente que empieza a comerse su propia cola.
¿Qué si no esto es lo que está pasando en el primer mundo? Cada día el capitalismo se hace más y más incapaz de ofrecer sus “bondades” de otrora, cada vez es más desdibujado el sueño americano, aumentan los recortes en sus economías desmejorando y robando los derechos que antes eran capaces de ofrecer a sus ciudadanos, el imperio ha perdido el sentido y destroza a las clases sociales que estén por debajo de su élite burguesa. La miseria crece a pasos gigantes, la calidad de vida se hunde en un pantano de suplicios.
Aumentan sus capacidades represivas para una era feroz etapa en que, aun sabiendo que agonizan, pretenden chupar la sangre a la humanidad hasta el último de sus días. La guerra se hace su último oxigenante, el poder impuesto por la fuerza va desplazando aquellos discursos de democracia e igualdad con que se maquillaban apenas una década atrás.
El capitalismo se autodestruye envenenado por su propio veneno: el egoísmo y la avaricia, el individualismo cruel que le impone su propia existencia como lo único importante, sus corporaciones viven en pánico ante las estremecidas convulsiones bursátiles, ante las erupciones sociales y el nacimiento de una nueva forma de vida que se va gestando en los países antes pisoteados y dominados que hoy, de forma irrevocable, son una fuerza que si bien no es capaz de enfrentarlos en los campos de la guerra, estruendosamente va creciendo por el mundo como la nueva mujer y el hombre que con la fuerza del sentido de vida, del amor a la tierra que habitamos y a la supervivencia, se fortalece y fortalece la independencia de países que antes eran miserables por su sumisión a sus designios.
El capitalismo se está devorando a si mismo y es el hombre y la mujer común quien paga con hambre y miseria el precio de de su muerte, son las calles que se llenan de gritos, de seres humanos que toman las plazas y ocupan las primeras planas con su indignación y rabia.
Las fuerzas que se le opongan por supuesto que hacen peso en su caída, pero ya el plomo en su ala, nacido de su ceguera, lo ha sentenciado a caer como cayó Roma, en el depravado camino de quienes ya se saben perdidos.
Hoy los españoles sienten las medidas de Rajoy en la boca de sus estómagos, esa fuerza de la rabia no tardará en convertirse en el arma que le quitará la vida al modelo neoliberal y a un reinado arcaico y obsoleto, en darle el poder a quienes lo reclaman y son sus propios dueños.
El capitalismo esta muriendo y pretende matarnos con el. Es la hora más importante de esta historia de la humanidad. Es el momento donde cada ser se hace indispensable para que salvemos el futuro. Asumamos entre todas y todos nuestro destino como especie, como pueblos, como seres de la vida. Incorporarnos a la lucha como quiera que lo entendamos sumará la fuerza necesaria que hará que se acabe la pesadilla mas temprano que tarde.

¡Viviremos y venceremos!!!!!

Raúl Bracho

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