sábado, 28 de junio de 2008

Último discurso del Compañero Allende


Santiago de Chile
11 de septiembre de 1973

7:55 A.M. Radio Corporación
Habla el Presidente de la República desde el Palacio de La Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el Gobierno, del Gobierno legítimamente constituido, del Gobierno que está amparado por la ley y la voluntad del ciudadano.
En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal.
En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al Gobierno que represento por voluntad del pueblo. Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la Patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero Presidente de la República.

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8:15 A.M.

Trabajadores de Chile:
Les habla el Presidente de la República. Las noticias que tenemos hasta estos instantes nos revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la Provincia de Valparaíso. He ordenado que las tropas del Ejército se dirijan a Valparaíso para sofocar este intento golpista. Deben esperar la instrucciones que emanan de la Presidencia. Tengan la seguridad de que el Presidente permanecerá en el Palacio de La Moneda defendiendo el Gobierno de los Trabajadores. Tengan la certeza que haré respetar la voluntad del pueblo que me entregara el mando de la nación hasta el 4 de Noviembre de 1976. Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la Patria.

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8:45 A.M.

Compañeros que me escuchan:
La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de Estado en que participan la mayoría de las Fuerzas Armadas. En esta hora aciaga quiero recordarles algunas de mis palabras dichas el año 1971, se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el Gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo. Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada. Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito. El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse. Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida.

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9:03 A.M. Radio Magallanes

En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por mandato conciente de un Presidente que tiene la dignidad del cargo entregado por su pueblo en elecciones libres y democráticas. En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la Patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada. Este es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.
Pagaré con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta Patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra... rota la doctrina de las Fuerzas Armadas.
El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.

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9:10 A.M.

Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

viernes, 27 de junio de 2008

Salvador Allende, un ejemplo que perdura


Reflexiones del compañero Fidel

Nació hace cien años en Valparaíso, al sur de Chile, el 26 de junio de 1908. Su padre, de clase media, abogado y notario, militaba en el Partido Radical chileno. Cuando yo nací, Allende tenía 18 años. Realiza sus estudios medios en un liceo de la ciudad natal.
En sus años de estudiante preuniversitario, un viejo anarquista italiano, Juan Demarchi, lo pone en contacto con los libros de Marx.
Se gradúa como alumno excelente. Le gusta el deporte y lo practica. Ingresa voluntario al servicio militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar. Solicita traslado al Regimiento Lanceros de Tacna, un enclave chileno en el norte seco y semidesértico, posteriormente devuelto a Perú. Egresa como oficial de reserva del Ejército. Lo hace ya como hombre de ideas socialistas y marxistas. No se trataba de un joven blando y sin carácter. Era como si adivinara que un día combatiría hasta la muerte defendiendo las convicciones que ya comenzaban a gestarse en su mente.
Decide estudiar la noble carrera de Medicina en la Universidad de Chile. Organiza un grupo de compañeros que se reúnen periódicamente para leer y discutir sobre el marxismo. Funda el Grupo Avance en 1929. Es elegido vicepresidente de la Federación de Estudiantes de Chile en 1930 y participa activamente en la lucha contra la dictadura de Carlos Ibáñez.
Se había desatado ya la gran depresión económica en Estados Unidos con la crisis de la Bolsa de Valores que estalló en 1929. Cuba se adentraba en la lucha contra la tiranía machadista. Mella había sido asesinado. Los obreros y los estudiantes cubanos se enfrentaban a la represión. Los comunistas, con Martínez Villena al frente, desataban la huelga general. "Hace falta una carga para matar bribones, para acabar la obra de las revoluciones..." —había proclamado en vibrante poema. Guiteras, de profunda raíz antiimperialista, intenta derrocar la tiranía con las armas. Cae Machado, que no puede resistir el empuje de la nación, y surge una revolución que Estados Unidos en pocos meses, con guantes de seda y mano de hierro, aplasta, y su dominio absoluto perdura hasta 1959.
Durante ese período Salvador Allende, en un país donde la dominación imperialista se ejercía brutalmente sobre sus trabajadores, su cultura y sus riquezas naturales, lleva a cabo una lucha consecuente que nunca lo apartó de su intachable conducta revolucionaria.
En 1933 se gradúa de médico. Participa en la fundación del Partido Socialista de Chile. Es ya dirigente en 1935 de la Asociación Médica Chilena. Sufre prisión durante casi medio año. Impulsa el esfuerzo para crear el Frente Popular, y lo eligen subsecretario general del Partido Socialista en 1936.
En septiembre de 1939 asume la Cartera de Salubridad en el gobierno del Frente Popular. Publica un libro suyo sobre medicina social. Organiza la primera Exposición de la Vivienda. Participa en el año 1941 en la reunión anual de la Asociación Médica Americana en Estados Unidos. Asciende en 1942 a Secretario General del Partido Socialista de Chile. Vota en el Senado, en el año 1947, contra la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, conocida como "Ley Maldita" por su carácter represivo. Asciende en 1949 a Presidente del Colegio Médico.
En 1952 el Frente del Pueblo lo postula para Presidente. Tenía entonces 44 años. Pierde. Presenta en el Senado un proyecto de ley para la nacionalización del cobre. Viaja a Francia, Italia, Unión Soviética y la República Popular China en 1954.
Cuatro años después, en 1958, es proclamado candidato a la Presidencia de la República por el Frente de Acción Popular, constituido por la Unión Socialista Popular, el Partido Socialista de Chile y el Partido Comunista. Pierde la elección frente al conservador Jorge Alessandri.
Asiste en 1959 a la toma de posesión como Presidente de Venezuela de Rómulo Betancourt, considerado hasta entonces una figura revolucionaria de izquierda.
Viaja ese mismo año a La Habana y se entrevista con el Che y conmigo. Respalda en 1960 a los mineros del carbón, que paralizan su trabajo durante más de tres meses.
Denuncia junto al Che en 1961 el carácter demagógico de la Alianza para el Progreso en la reunión de la OEA que tuvo lugar en Punta del Este, Uruguay.
Designado de nuevo candidato a la Presidencia, es derrotado en 1964 por Eduardo Frei Montalva, democratacristiano que contó con todos los recursos de las clases dominantes y que, según datos revelados en documentos desclasificados del Senado de Estados Unidos, recibió dinero de la CIA para apoyar su campaña. En su gobierno, el imperialismo trató de diseñar lo que se dio en llamar la "Revolución en Libertad", como respuesta ideológica a la Revolución Cubana. Lo que engendró fueron los fundamentos de la tiranía fascista. En esa elección, Allende obtiene, sin embargo, más de un millón de votos.
Encabeza en 1966 la delegación que asiste a la Conferencia Tricontinental de La Habana. Visita la Unión Soviética en el Aniversario 50 de la Revolución de Octubre. El año siguiente, 1968, visita la República Democrática de Corea, la República Democrática de Viet Nam, donde tiene la satisfacción de conocer y conversar con el extraordinario dirigente de ese país, Ho Chi Minh. Incluye en ese mismo recorrido a Camboya y Laos, en plena efervescencia revolucionaria.
Tras la muerte del Che, acompaña personalmente hasta Tahití a tres cubanos de la guerrilla en Bolivia, que sobrevivieron a la caída del Guerrillero Heroico y se encontraban ya en territorio chileno.
La Unidad Popular, coalición política integrada por comunistas, socialistas, radicales, MAPU, PADENA y Acción Popular Independiente, lo proclama su candidato el 22 de enero de 1970, y triunfa el 4 de septiembre en los comicios de ese año.
Es un ejemplo verdaderamente clásico de la lucha por vías pacíficas para establecer el socialismo.
El gobierno de Estados Unidos, presidido por Richard Nixon, después del triunfo electoral entra de inmediato en acción. El Comandante en Jefe del Ejército chileno, general René Schneider, es víctima de un atentado el 22 de octubre y fallece tres días después porque no se plegaba a la demanda imperialista de un golpe de Estado. Fracasa el intento de impedir la llegada de la Unidad Popular al gobierno.
Allende asume legalmente con toda dignidad el cargo de Presidente de Chile el 3 de noviembre de 1970. Comienza desde el gobierno su heroica batalla por los cambios, enfrentando al fascismo. Tenía ya 62 años de edad. Me cupo el honor de haber compartido con él 14 años de lucha antiimperialista desde el triunfo de la Revolución Cubana.
En las elecciones municipales de marzo del año 1971, la Unidad Popular obtiene mayoría absoluta de los votos con el 50,86 por ciento. El 11 de julio el presidente Allende promulga la Ley de Nacionalización del Cobre, una idea que había propuesto al Senado 19 años antes. Fue aprobada en el Congreso por unanimidad. Nadie se atrevía a objetarla.
En 1972 denuncia en la Asamblea General de las Naciones Unidas la agresión internacional de que es víctima su país. Es ovacionado de pie durante largos minutos. Visita ese mismo año la Unión Soviética, México, Colombia y Cuba.
En 1973, al realizarse las elecciones parlamentarias de marzo, la Unidad Popular obtiene un 45 por ciento de los votos y aumenta su representación parlamentaria.
No pueden prosperar las medidas promovidas por los yanquis en las dos Cámaras para destituir al Presidente.
El imperialismo y la derecha agudizan una lucha sin cuartel contra el gobierno de la Unidad Popular y desatan el terrorismo en el país.
Le escribí seis cartas confidenciales a mano, con letra pequeñita y una pluma de punta fina entre los años 1971 y 1973, en las que le abordaba temas de interés con la mayor discreción.
El 21 de mayo de 1971 le decía:
"...Estamos maravillados de tu extraordinario esfuerzo y tus energías sin límites para sostener y consolidar el triunfo.
"Desde aquí se puede apreciar que el poder popular gana terreno a pesar de su difícil y compleja misión.
"Las elecciones del 4 de Abril constituyeron una espléndida y alentadora victoria.
"Han sido fundamentales tu valor y decisión, tu energía mental y física para llevar adelante el proceso revolucionario.
"Seguramente les esperan a ustedes grandes y variadas dificultades a enfrentar en condiciones que no son precisamente ideales, pero una política justa, apoyada en las masas y aplicada con decisión no puede ser vencida..."
El 11 de septiembre de 1971, le escribí:
"El portador viaja para tratar contigo los detalles de la visita.
"Inicialmente, considerando un posible vuelo directo en avión de Cubana, analizamos la conveniencia de aterrizar en Arica e iniciar el recorrido por el norte. Surgen luego dos cosas nuevas: interés expresado a ti por Velazco Alvarado de un posible contacto en mi viaje hacia esa; posibilidad de contar con un avión soviético IL-62 de mayor radio. Esto último permite, si se quiere, arribar en vuelo directo a Santiago.
"Va un esquema de recorrido y actividades para que tú añadas, suprimas e introduzcas las modificaciones que estimes pertinente.
"He procurado pensar exclusivamente en lo que pueda ser de interés político sin preocuparme mucho el ritmo o la intensidad del trabajo, pero todo en absoluto queda sometido a tus criterios y consideraciones.
"Hemos disfrutado mucho los éxitos extraordinarios de tu viaje a Ecuador, Colombia y Perú. ¿Cuándo tendremos en Cuba la oportunidad de emular con ecuatorianos, colombianos y peruanos en el enorme cariño y el calor con que te recibieron?"
En aquel viaje, cuyo esquema transmití al presidente Allende, salvé milagrosamente la vida. Recorrí decenas de kilómetros ante una multitud enorme, situada a lo largo del camino. La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos organizó tres acciones para asegurar mi asesinato durante ese viaje. En una entrevista de prensa anunciada con anterioridad, había una cámara suministrada por una emisora televisiva de Venezuela equipada con armas automáticas, manejada por mercenarios cubanos que con documentos de ese país habían ingresado a Chile. El valor les falló a los que solo tenían que apretar el gatillo durante el largo tiempo que duró la entrevista y las cámaras me enfocaron. No querían correr el riesgo de morir. Me habían perseguido, además, por todo Chile, donde no me volvieron a tener tan cerca y vulnerable. Sólo pude conocer los detalles de la cobarde acción años más tarde. Los servicios especiales de Estados Unidos habían llegado más lejos de lo que podíamos imaginarnos.
El 4 de febrero de 1972 escribí a Salvador:
"La delegación militar fue recibida con el mayor esmero por todos aquí. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias dedicaron prácticamente todo su tiempo durante esos días a atenderla. Los encuentros fueron amistosos y humanos. El programa intenso y variado. Mi impresión es que el viaje ha sido positivo y útil, que existe la posibilidad y es conveniente seguir desarrollando estos intercambios.
"Con Ariel hablé sobre la idea de tu viaje. Comprendo perfectamente que el trabajo intenso y el tono de la contienda política las últimas semanas no te hayan permitido considerarlo para la fecha aproximada que mencionamos en esa. Es indudable que no habíamos tomado en cuenta estas eventualidades. Por mi parte, aquel día, vísperas de mi regreso, cuando cenábamos ya de madrugada en tu casa, ante la falta de tiempo y la premura de las horas, me tranquilizaba pensar que relativamente pronto nos volveríamos a encontrar en Cuba donde íbamos a disponer la posibilidad de conversar extensamente. Tengo, no obstante, la esperanza de que puedas tomar en consideración la visita antes de mayo. Menciono este mes, porque a más tardar, desde mediados del mismo, tengo que realizar el viaje, ya impostergable, a Argelia, Guinea, Bulgaria, otros países y la URSS. Esta amplia visita me llevará considerable tiempo.
"Te agradezco mucho las impresiones que me comunicas sobre la situación. Aquí, cada día más familiarizados, interesados y afectados emotivamente todos con el proceso chileno, seguimos con gran atención las noticias que llegan de allá. Ahora podemos comprender mejor el calor y la pasión que debió suscitar la revolución cubana en los primeros tiempos. Podría decirse que estamos viviendo nuestra propia experiencia a la inversa.
"En tu carta puedo apreciar la magnífica disposición de ánimo, serenidad y valor con que estás dispuesto a enfrentar las dificultades. Y eso es fundamental en cualquier proceso revolucionario, especialmente cuando se desarrolla en las condiciones sumamente complejas y difíciles de Chile. Yo regresé con una extraordinaria impresión de la calidad moral, cultural y humana del Pueblo Chileno y de su notable vocación patriótica y revolucionaria. A ti te ha correspondido el singular privilegio de ser su conductor en este momento decisivo de la historia de Chile y de América, como culminación de toda una vida de lucha, como dijiste en el estadio, consagrada a la causa de la revolución y el socialismo. Ningún obstáculo puede ser invencible. Alguien dijo que en una revolución se marcha adelante con ‘audacia, audacia y más audacia’. Yo estoy convencido de la profunda verdad que encierra este axioma."
Le escribí de nuevo al presidente Allende el 6 de septiembre de 1972:
"Con Beatriz te mandé mensaje sobre distintos tópicos. Después que ella partió y con motivo de las noticias que estuvieron llegando la pasada semana, decidimos enviar al compañero Osmany para ratificarte nuestra disposición de colaborar en cualquier sentido, y a la vez tú puedas comunicarnos a través de él tu apreciación de la situación y tus ideas con relación al viaje proyectado a esta y otros países. El pretexto del viaje de Osmany será inspeccionar la Embajada cubana, aunque no se le dará publicidad alguna. Queremos que su estancia en esa sea muy breve y discreta.
"Los puntos planteados por ti a través de Beatriz ya se están cumplimentando...
"Aunque comprendemos las actuales dificultades del proceso chileno, tenemos la confianza de que ustedes hallarán el modo de vencerlas.
"Puedes contar enteramente con nuestra cooperación. Recibe un saludo fraternal y revolucionario de todos nosotros."
El 30 de junio de 1973 enviamos una invitación oficial al presidente Salvador Allende y a los partidos de la Unidad Popular a la conmemoración del 20 Aniversario del ataque al Cuartel Moncada.
En carta aparte, le digo:
"Salvador:
"Lo anterior es la invitación oficial, formal, para la conmemoración del 20 Aniversario. Lo formidable sería que tú pudieras dar un salto a Cuba para esa fecha. Puedes imaginarte lo que significaría eso de alegría, satisfacción y honor para los cubanos. Sé que eso sin embargo depende más que nada de tus trabajos y de la situación en esa. Lo dejamos por tanto a tu consideración.
"Todavía estamos bajo el impacto de la gran victoria revolucionaria del día 29 y tu brillante papel personal en los acontecimientos. Es natural que muchas dificultades y obstáculos subsistirán pero estoy seguro de que esta primera prueba exitosa les dará gran aliento y consolidará la confianza del pueblo. Internacionalmente se ha dado gran relieve a los sucesos y se aprecia como un gran triunfo.
"Actuando como lo hiciste el 29, la revolución chilena saldrá victoriosa de cualquier prueba por dura que sea.
Te reitero que los cubanos estamos a tu lado y que puedes contar con tus fieles amigos de siempre."
El 29 de julio de 1973 le envío la última carta:
"Querido Salvador:
"Con el pretexto de discutir contigo cuestiones referentes a la reunión de países no alineados, Carlos y Piñeiro realizan un viaje a esa. El objetivo real es informarse contigo sobre la situación y ofrecerte como siempre nuestra disposición a cooperar frente a las dificultades y peligros que obstaculizan y amenazan el proceso. La estancia de ellos será muy breve por cuanto tienen aquí muchas obligaciones pendientes y, no sin sacrificio de sus trabajos, decidimos que hicieran el viaje.
"Veo que están ahora en la delicada cuestión del diálogo con la D.C. en medio de acontecimientos graves como el brutal asesinato de tu edecán naval y la nueva huelga de los dueños de camiones. Imagino por ello la gran tensión existente y tus deseos de ganar tiempo, mejorar la correlación de fuerzas para caso de que estalle la lucha y, de ser posible, hallar un cauce que permita seguir adelante el proceso revolucionario sin contienda civil, a la vez que salvar tu responsabilidad histórica por lo que pueda ocurrir. Estos son propósitos loables. Pero en caso de que la otra parte, cuyas intenciones reales no estamos en condiciones de valorar desde aquí, se empeñase en una política pérfida e irresponsable exigiendo un precio imposible de pagar por la Unidad Popular y la Revolución, lo cual es, incluso, bastante probable, no olvides por un segundo la formidable fuerza de la clase obrera chilena y el respaldo enérgico que te ha brindado en todos los momentos difíciles; ella puede, a tu llamado ante la Revolución en peligro, paralizar a los golpistas, mantener la adhesión de los vacilantes, imponer sus condiciones y decidir de una vez, si es preciso, el destino de Chile. El enemigo debe saber que está apercibida y lista para entrar en acción. Su fuerza y su combatividad pueden inclinar la balanza en la capital a tu favor aun cuando otras circunstancias sean desfavorables.
"Tu decisión de defender el proceso con firmeza y con honor hasta el precio de tu propia vida, que todos te saben capaz de cumplir, arrastrarán a tu lado a todas las fuerzas capaces de combatir y a todos los hombres y mujeres dignos de Chile. Tu valor, tu serenidad y tu audacia en esta hora histórica de tu patria y, sobre todo, tu jefatura firme, resuelta y heroicamente ejercida, constituyen la clave de la situación.
"Hazles saber a Carlos y a Manuel en qué podemos cooperar tus leales amigos cubanos.
"Te reitero el cariño y la ilimitada confianza de nuestro pueblo."
Esto lo escribí mes y medio antes del golpe. Los emisarios eran Carlos Rafael Rodríguez y Manuel Piñeiro.
Pinochet había conversado con Carlos Rafael. Le había simulado una lealtad y firmeza similares a las del general Carlos Prats, Comandante en Jefe del Ejército durante parte del gobierno de la Unidad Popular, un militar digno al que la oligarquía y el imperialismo pusieron en total crisis, que lo obligó a renunciar al mando, y fue más tarde asesinado en Argentina por los esbirros de la DINA, después del golpe fascista de 1973.
Yo desconfiaba de Pinochet desde que leí los libros de geopolítica que me obsequió durante mi visita a Chile y observé su estilo, sus declaraciones y los métodos que como Jefe del Ejército aplicaba cuando las provocaciones de la derecha obligaban al presidente Allende a decretar el estado de sitio en Santiago de Chile. Recordaba lo que advirtió Marx en el 18 Brumario.
Muchos jefes militares del ejército en las regiones y sus estados mayores querían conversar conmigo dondequiera que llegaba, y mostraron notable interés por los temas de nuestra guerra de liberación y las experiencias de la Crisis de Octubre de 1962. Las reuniones duraban horas en las madrugadas, que era el único tiempo libre para mí. Yo accedía por ayudar a Allende, inculcándoles la idea de que el socialismo no era enemigo de los institutos armados. Pinochet, como jefe militar, no fue una excepción. Allende consideraba útiles estos encuentros.
El 11 de septiembre de 1973 muere heroicamente defendiendo el Palacio de La Moneda. Combatió como un león hasta el último aliento.
Los revolucionarios que resistieron allí la embestida fascista contaron cosas fabulosas sobre los momentos finales. Las versiones no siempre coincidían, porque luchaban desde diferentes puntos de Palacio. Además, algunos de sus más cercanos colaboradores murieron, o fueron asesinados después del duro y desigual combate.
La diferencia de los testimonios consistía en que unos afirmaban que los últimos disparos los hizo contra sí mismo para no caer prisionero, y otros que su muerte sobrevino por fuego enemigo. El Palacio ardía atacado por tanques y aviones para consumar un golpe que consideraban trámite fácil y sin resistencia. No hay contradicción alguna entre ambas formas de cumplir el deber. En nuestras guerras de independencia hubo más de un ejemplo de combatientes ilustres que, cuando ya no había defensa posible, se privaron de la vida antes de caer prisioneros.
Hay mucho que decir todavía sobre lo que estuvimos dispuestos a hacer por Allende, algunos lo han escrito. No es el objetivo de estas líneas.
Hoy se cumple un siglo de su nacimiento. Su ejemplo perdurará.


Fidel Castro Ruz

Junio 26 de 2008

6 y 34 p.m.

Allende: mixtura de valor, dignidad, justicia y candor


Julio Martínez Molina • La Habana

"Crear una nueva sociedad en que los hombres puedan satisfacer sus necesidades materiales y espirituales, sin que ello signifique la explotación de otros hombres. (...) Que asegure a cada familia derechos, seguridades, libertades y esperanzas. (...) Una sociedad capaz de progreso continuado en lo material, en lo técnico y en lo científico. Y también capaz de asegurar a sus intelectuales y artistas las condiciones para expresar en sus obras un verdadero renacer cultural".
Salvador Allende.

En un artículo de Alfonso Sastre, titulado Salvador Allende o la revolución más imposible —que todo admirador de la figura del líder chileno debiera tener la oportunidad de leer—, este intelectual español recuerda cómo formó parte, a inicio de los ‘70, de una tribu expedicionaria llamada Operación Verdad, compuesta por escritores, críticos, poetas y artistas europeos, invitada por el gobierno de la Unidad Popular para comprobar, in situ, la realidad social de la nación suramericana, sumamente distorsionada por el imperialismo.
Sastre y todos los visitantes quedaron cautivados con Chile y la personalidad carismática de su anfitrión, pero también, al menos en su caso, con el exceso de confianza de Salvador en la institución castrense, de donde provendría a la larga, en contubernio directo con Washington, el golpe artero que lo conduciría a su inmolación el 11 de septiembre de 1973 y a la entronización de la dictadura militar más sangrienta que recuerda la historia del subcontinente.
Sastre define el idealismo de la Unidad Popular en términos de "ingenuidad política". Cuenta en su texto cómo fue a un concierto de Víctor Jara, repleto de militares de rostro adusto en medio de la risueña gente que cantaba. Al preguntarle a un dirigente del partido de Allende, este le respondió que era para que se familiarizaran entre unos y otros.
El agudo pensador reflexionó entonces, y escribió luego: "¡Dios mío, cuánta ingenuidad!, pensé yo para mis adentros. ¡Pero ello formaba parte de la estrategia de una nueva vía —la "vía chilena"— al socialismo!, que era por fin una vía pacífica! Ello hacía que yo acallara temerosamente mi funesto presagio. Porque, ¡si fuera así, cuánta belleza! —pensaba—. ¡Si tuvieran razón mis amigos chilenos!".
Pero, continúa a seguidas Sastre: "La respuesta de la realidad fue demasiado cruel. La última imagen de Salvador Allende, con un casco de acero en la cabeza y un fusil en la mano — ¿aquel que le había regalado Fidel Castro, y que más que un regalo yo lo entendí como una advertencia y un consejo?— echó definitivamente por tierra toda ilusión de un proceso revolucionario desarmado y pacífico. Para que un proceso así fuera posible, la democracia tendría que ser verdad, y no un sistema armado hasta los dientes y que no tolera que el mundo pueda cambiar de base, como proclamaba aquel gran himno que es La Internacional".
El gobierno que en mil días había revolucionado de una manera pacífica el país, que transformaba de manera paulatina los pilares sobre los que debía fundamentarse un nuevo régimen de producción y una nueva entidad sociopolítica, que era querido por el pueblo trabajador a despecho de la burguesía alta más interesada en otros aires de menos cambio y más capital, se fue a pique por el sedicioso golpe de Estado encabezado por el traidor Augusto Pinochet.
Pese a que su frontalidad en los enfoques alguien pudiera juzgarla como ríspida, al parecer no se equivocó Sastre al valorar el status quo chileno, como tampoco al enjuiciar los modos de obrar y pensar de su revolucionaria, pero aun falta de madurar, clase dirigente. Un ejemplo clásico de lo anterior: Allende, en los comienzos del golpe del 11 de septiembre, estaba preocupado por la suerte de su amigo Pinochet, que —creía aun— iba a ser muerto en la revuelta por los conjurados, como ha sido evidenciado en testimonios y documentales, y nos recuerda Sastre en el referido texto. No podía imaginarse todavía para ese momento que su "amigo" era el Judas de turno en este pasaje de la historia, el que echó tanques, aviones y bestias asesinas de uniforme sobre La Moneda.
Más tarde, luego de comprender ya con claridad la situación real, su claridad visionaria —esa que acompaña a los grandes hasta en los últimos momentos—, también le permitió en tan difíciles instantes adelantarse a su tiempo, otear en el horizonte político futuro de Latinoamérica y asegurar: "Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor".
Las circunstancias históricas del momento apuntan a darle la razón al legendario Presidente inmolado en el palacio presidencial de La Moneda, con la aureola de cambios y esperanzas que colorea a América con el verde de la esperanza de una realidad de verdadera democracia popular, la cual cada día tiende a expandirse.

Allende, una figura política de larga trayectoria

Nacido en Valparaíso, el 26 de junio de 1908, quien desde bien temprano mostró inquietudes políticas y comenzó a manifestar esos proverbiales amor patrio, interés por la equidad y la justicia social, dignidad y solidaridad que lo distinguieron a lo largo de su vida y su carrera política.
El historiador y periodista Mario Amorós, autor del valioso libro Compañero Presidente. Salvador Allende, una vida por la democracia y el socialismo, plantea que su participación en la fundación —en 1933— del Partido Socialista, del cual pronto sería uno de sus principales dirigentes, fue el primer hito que enrumbó su trayectoria.
Recuerda Amorós que en 1937, con solo 29 años, fue elegido diputado y después dirigió en Valparaíso la campaña del radical Pedro Aguirre Cerda, vencedor como candidato del Frente Popular en las históricas elecciones presidenciales de 1938, que quebraron una hegemonía oligárquica cuyas raíces se hundían en la colonia. Como diputado y desde octubre de 1939 hasta 1941 como ministro de Salubridad de Aguirre Cerda, defendió varios proyectos para mejorar las precarias condiciones de vida de las grandes mayorías.
En 1945 —refiere el historiador— logró un escaño en el Senado por las provincias australes, hasta entonces un feudo conservador, y confirmó su prestigio en la política nacional. En 1948 criticó la persecución del Partido Comunista impulsada por el gobierno de González Videla y defendió que los principios socialistas estaban impregnados de un profundo humanismo y entrelazados, de manera inseparable, con los derechos humanos y las libertades ciudadanas.
Y añade que, en 1951, cuando la mayor parte del socialismo decidió respaldar la candidatura presidencial del ex dictador Ibáñez, con un proyecto populista que podía evocar al peronismo, impulsó su candidatura para las elecciones presidenciales de 1952 con el apoyo de un sector minoritario de los socialistas y del Partido Comunista desde la clandestinidad, en una coalición que se denominó Frente del Pueblo. Aunque apenas obtuvo 51 mil 975 votos, a partir de entonces se convirtió en el adalid de la unidad de la izquierda, que se concretó con la creación del Frente de Acción Popular en 1956 y la reunificación del socialismo en 1957. En las elecciones de 1958, en la que venció el derechista Jorge Alessandri, se quedó a apenas 33 mil votos de La Moneda: había nacido el "allendismo", un movimiento popular que se formó en torno a sus propuestas de transformación del país y que rebasaba las fronteras de los Partidos Socialista y Comunista.
En 1964 —finaliza el historiador— con una gigantesca campaña del terror financiada por la CIA y el apoyo de la derecha, el democratacristiano Eduardo Frei le derrotó, pero en 1970 la Unidad Popular alcanzó la anhelada victoria y logró derrotar las maniobras de Washington y de la derecha para impedir su elección como Presidente por el Congreso Nacional tras su apretado triunfo del 4 de septiembre.
Allende fue expresión de una perspectiva y un pensamiento político de avanzada; y uno de los primeros impulsores regionales del concepto de solidaridad, pues de manera continuada la preconizó en relación con las causas de Cuba y de Vietnam.
Su talante humanista y su concepción revolucionaria en cuanto ente transformador de la realidad social y política del continente, lo convirtieron en una figura no solo respetada, sino muy querida por su pueblo y las personas progresistas del planeta, pese a ser tan enlodada su memoria por las visiones reaccionarias que en el mundo son.

Amigo de Cuba, de Fidel y el Che

Admirador de la Revolución, simpatizante del postulado revolucionario de Fidel Castro, mantuvo estrechos lazos con Cuba.
En uno de sus últimos discursos, en 1972, lo refrenda para la historia:
"(…) Soy amigo de Cuba, soy amigo, hace diez años, de Fidel Castro; fui amigo del comandante Ernesto Che Guevara. Me regaló el segundo ejemplar de su libro Guerra de guerrillas; el primero se lo dio a Fidel. Yo estaba en Cuba cuando salió, y en la dedicatoria que me puso dice lo siguiente: ‘A Salvador Allende, que por otros medios trata de obtener lo mismo’. Si el comandante Guevara firmaba una dedicatoria de esta manera, es porque era un hombre de espíritu amplio que comprendía que cada pueblo tiene su propia realidad, que no hay recetas para hacer revoluciones. Y por lo demás, los teóricos del marxismo —y yo declaro que soy aprendiz tan solo; pero no niego que soy marxista— también trazan con claridad los caminos que pueden recorrerse frente a lo que es cada sociedad, cada país."
Explicando las características de su acercamiento al marxismo, había dicho antes: "No soy un gran teórico marxista, pero creo en los fundamentos esenciales, en los pilares de esa doctrina, en el materialismo histórico, en la lucha de clases… pienso que el marxismo no es una receta para hacer revoluciones; el marxismo es un método para interpretar la historia. Creo que los marxistas tienen que aplicar sus conceptos a la interpretación de sus doctrinas, a la realidad y conforme a la realidad de su país".

Los últimos instantes del Presidente

Danilo Bartulín, amigo y médico personal de Allende, su confidente político y miembro de la dirección del Grupo de Amigos Personales (GAP), quien viviera los últimos instantes de Allende, reconstruyó recientemente en una entrevista el asalto golpista.
Describió así la valentía y los actos del Presidente antes del epílogo definitivo: "Allende, con el casco puesto, estaba tranquilo, muy sereno, pero decepcionado. Los edecanes militares de La Moneda le dijeron: ‘Mire, todas las Fuerzas Armadas están en el golpe, así que renuncie’. Él les responde: ‘Ustedes pónganse a disposición de sus mandos, que yo me quedaré aquí como Presidente’. Poco antes transmitiría por Radio Magallanes el discurso de la despedida; el pliego de cargos contra la deslealtad castrense, las ambiciones de la oligarquía nacional y su sometimiento a Washington: ‘¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo’ (...)".
Palabra cumplida. Con su muerte y la disolución del gobierno de la Unidad Popular, se quebraba uno de los sueños más hermosos de la América Latina del siglo XX. Supuso, a no dudarlo, un lamentable retroceso histórico; pero es sabido que la historia no marcha en línea recta y tiene sus vueltas momentáneas atrás que luego se superan.
El giro a la izquierda de un segmento considerable del mapa regional, la vocación integracionista y solidaria que acompaña a sus líderes, el deseo de justicia social que se expresa en tan bellos y trascendentes como cotidianos actos de humanidad, constituyen la mejor respuesta, la consecuencia exacta para con el legado de un hombre que ayudó a pensar. Un símbolo de la libertad cuya memoria no pudo hollar jamás la ensangrentada bota de aquellas bestias vestidas de verde.

*Publicado por CubaAhora

Para matar al hombre que era un pueblo


Centenario del natalicio de Salvador Allende

Luis Hernández Serrano • La Habana

Cuando nació en Chile el niño al que nombraron Salvador, su abuelo paterno, Ramón Allende Padín, ya tenía historia de hombre luchador y recto en su conducta de todos los días, y su padre, Salvador Allende Castro, abogado, andaba en cuestiones de leyes, velando porque se cumplieran como la Constitución trazaba.
Cuentan que su nana, Zoila Rosa Ovalle, "mamá Rosa", como el muchacho la llamaba, no solo supo diagnosticarle hombría y coraje tempranos, sino que vivió hasta que llegó a verle presidente.
El pequeño Salvador inició sus estudios en la Sección Preparatoria del Liceo de Tacna y tras ocho años en esa localidad, sus padres se mudaron con él para Iquique, en 1918. Después se trasladaron para Valdivia, continuó estudios en el Liceo de esa ciudad y en 1921 regresó al Valparaíso que tanto quería, donde siguió estudiando en el Liceo Eduardo de la Barra.
El orien remoto de Salvador Allende es vasco. Sus antepasados llegaron a Chile en el siglo XVII.
Llevaba en la sangre su sentido del deber patriótico y una buena dosis de la ética de los honrados, los buenos y los que prefieren el bien colectivo, a los egoísmos individuales.
De muchacho se desenvolvió en un hogar holgado económicamente, pero nunca tuvo a menos profesar amistad a los más humildes de los barrios chilenos de entonces, al punto de que se cuentan entre sus grandes amigos a Juan Demarchi, viejo zapatero que influyó mucho en sus principios éticos y en su acercamiento leal a las personas de pueblo pobre.
El adolescente Salvador concluyó los estudios secundarios en 1924 y durante algunos años vivió con su tía paterna Anita, para después llevar una vida residencial inestable, de pensión en pensión, para poder sobrevivir.
En 1929 el joven Allende dio sus primeros pasos políticos serios, en el grupo denominado Avance, época en que sufrió mucho al ver morir a su padre, afectado irreversiblemente de diabetes. Y en 1933 fue uno de los fundadores del Partido Socialista de Chile, tras haber acumulado cierta experiencia como dirigente estudiantil.
Dentro del Partido fue jefe de núcleo en el propio año 1933, responsable de sección en 1934 y secretario del comité regional de Valparaíso en los años 1937-39. Por ese camino llegó a ser Diputado parlamentario y como tal participó decisivamente en la aprobación de leyes de beneficio popular.

II

Salvador Allende, a las 8 de la mañana del martes 11 de septiembre de 1973, telefonea a su esposa Hortensia Bussi Soto para decirle que la situación es muy grave y que la Marina se ha sublevado. "Resistiré en el Palacio. No intentes venir." Es la última vez que hablan.
Lo llaman desde Buenos Aires y responde: "Sí, se han alzado… no… no todo el mundo ha sido desleal. Muchos amigos están conmigo".
El más importante líder de masas del siglo XX en Chile, se niega a ser uno de los presidentes derrocados por golpes militares en América Latina que huyen en avión o en barco hacia Europa o a EE.UU. Por eso afirma: "Ese no es mi caso: a mí me sacarán muerto del Palacio".
"Estar aquí, en La Moneda, tiene un sentido político muy claro. Es tremendo que después de todo esto el Presidente de Chile termine huyendo como una rata, muerto en una calle o vejado como un cobarde", declara por radio al pueblo.
Con casco de guerra y el fusil AK-47 que Fidel Castro le regalara, ha dejado de ser "el compañero Presidente", para convertirse en el aguerrido "Comandante Allende".
La Junta Militar golpista le conmina a rendirse y a renunciar a su cargo y le ofrece un avión para que, con su familia, abandone el país. "Como generales traidores que son, no conocen a un hombre de honor", les dice indignado.
Allende pasa en su temprana juventud el servicio militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar, y egresa como oficial de Reserva de la Unidad de Caballería del Ejército.
Su bisabuelo ha sido combatiente por la independencia junto al patriota Manuel Rodríguez (1786-1818), colaborador del general San Martín en la Argentina y jefe del célebre Escuadrón Húsares de Santiago de Chile. Su abuelo Ramón Allende Padín organiza los servicios médicos del ejército chileno durante la Guerra del Pacífico.

III

De Salvador Allende Castro y Laura Gossens, nace el 26 de junio de 1908, en Valparaíso. Estudia la primaria en Arica y en Iquique, y la enseñanza media en su ciudad natal.
En 1926 ingresa en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, donde sobresale como líder. Después es elegido diputado por Valparaíso a los 22 años y en varios períodos senador, hasta ser presidente del Parlamento.
En 1932 se suma a las luchas políticas callejeras y está en prisión cuando muere su padre. Le dan una hora para concurrir al velorio y allí declara: "Desde este momento consagraré mi vida a la lucha social".
Es uno de los fundadores más destacados del Partido Socialista de Chile y de simple militante llega a ser su secretario general.
En 1951 presenta el programa de nacionalización del cobre y es candidato a la primera magistratura en las elecciones generales de 1952, 1958 y 1964 por los partidos de izquierda. No obstante, las tres derrotas sucesivas, persevera y triunfa el 4 de septiembre de 1970.

IV

A las 9:15 a.m. disparan las primeras cargas contra el Palacio, y más de 200 infantes avanzan por las calles Morandé y Teatinos hacia La Moneda, tirando contra el despacho del Presidente.
A los que no tienen armas, aunque quieren quedarse, Salvador los libera y les pide que se vayan y se salven para seguir la lucha. Solo quedan con él los médicos, los integrantes de su guardia personal y algunos amigos.
Allende ordena tirarles y dispara él mismo contra los atacantes, que retroceden con numerosas bajas. Los golpistas introducen los tanques, apoyados por la infantería.
A las 12 del día comienza un intenso bombardeo aéreo. El enemigo ataca con aviones, artillería, tanques e infantería. El golpe es total. La Moneda cae a terrones. Es un laberinto de pasillos y sótanos que se han tornado un infierno irrespirable de polvo y pólvora.
Allende combate encarnizadamente y no se desalienta un solo instante. Un hombre de moral y de coraje a toda prueba está escribiendo como ha prometido, su nueva historia de valor y de ética. El Palacio comienza a arder por el ala izquierda, y las llamas se propagan hacia la Sala de los Edecanes y el Salón Rojo. Entonces Salvador realiza una de sus mayores proezas: se arrastra bajo la metralla hasta su gabinete, toma una bazuca, dispara a un tanque de la calle Morandé y lo pone fuera de combate con un impacto directo.
Va a la planta baja con varios combatientes y repele personalmente el intento de los fascistas de entrar al Palacio por la puerta privada.
Pasadas la 1:30 p.m., los golpistas toman la planta baja y a las dos ocupan un ángulo de la planta alta.
Allende está junto a otros compañeros en una esquina del Salón Rojo y, al avanzar hacia el enemigo, recibe un balazo en el estómago, pero sigue disparando y un segundo impacto lo derriba.
Los miembros de su guardia personal contraatacan y rechazan de nuevo a los fascistas. "¡El Tata está herido!", grita con gran dolor uno de ellos. Y en un gesto de insólita dignidad toman el cuerpo inerte de Allende, le colocan su banda de presidente, lo envuelven en una bandera chilena y combaten 120 minutos más contra los traidores. Solo a las 4 p.m. se apaga heroicamente la última resistencia contra el brutal asedio del enemigo fascista, que ha durado siete horas.

V

El golpe trae a Chile casi un siglo de retroceso para las conquistas políticas, sociales y culturales. Ya en 1964 la CIA apoya a los Partidos Demócrata Cristiano y Radical y frustra la victoria de Allende. El 15 de septiembre de 1970 Richard Nixon pide al director de la CIA, Richard Helms, iniciar operaciones secretas en Chile para la sedición. Se cortan los créditos y se paraliza la inversión extranjera. El Presidente yanqui asegura: "La economía debe chillar".
Según la investigación de un Comité Especial del Senado de EE.UU., la CIA actúa encubiertamente en las elecciones presidenciales de 1964 y 1970 y logra en 1973 el derrocamiento y la muerte del Presidente chileno. Solo de 1964 a 1970 gasta en eso unos dos millones de dólares y en definitiva da mucho más dinero a los transportistas en huelga, a otros huelguistas durante 1971-1973 y a grupos del sector privado que los apoyan.

VI

Tras apagarse la última resistencia de los compañeros leales a Allende, varios soldados y bomberos retiran de La Moneda el cadáver del Presidente, dentro de un nylon negro, al atardecer del 11 de septiembre.
A las 11 de la mañana Tencha, la esposa del presidente mártir, con el chofer, Carlos Tello, se refugia en la casa del economista Felipe Herrera, amigo de la familia de Allende.
Al otro día, el comandante Roberto Sánchez, edecán aéreo, le sugiere que vaya al Hospital Militar, pero no la dejan entrar. Un general se le acerca y le dice que acuda al Grupo 7 de la Fuerza Aérea, pues el cadáver de su esposo va a ser enterrado.
Le niegan escolta, pero llega, sube al avión y están allí el citado comandante, la diputada y hermana del Presidente (Laura Allende) y dos sobrinos. Los registran buscando armas y lo único que Tencha ve es el féretro cubierto con una manta.
En la base aérea de Quintero, el cadáver del Presidente es colocado en un furgón rodeado de marinos. Pide verlo. Alcanza incluso a levantar la manta, pero solo aprecia un vidrio y un cuerpo cubierto con una sábana.
Hasta 17 años después no se puede comprobar si los restos son los de Salvador Allende. Al anochecer del 14 de agosto de 1990 se exhuman y el doctor Arturo Jirón, ex médico personal del Presidente, los reconoce.
El traslado de la osamenta desde la tumba de la familia Grove-Allende en el cementerio Santa Inés, en Viña del Mar (Lote No.180-182, Cuartel 2), hacia un mausoleo en el cementerio general de Santiago de Chile, es tarea del abogado Jorge Donoso Pacheco.
Toda la exhumación es en secreto. La autoriza el director del servicio de solidaridad de Viña del Mar-Quillota, doctor Agustín Ascorra Oses, por su Resolución 1626. Ese día Donoso lo comunica al alcalde de Viña, Juan Luis Trejo y al director del cementerio.
Están presentes el ministro secretario general del gobierno Enrique Correas Ríos; el doctor Arturo Jirón; Donoso, Javier Luis Egaña y camarógrafos de una empresa privada contratada por la periodista Ximena Casarejos.
Lo inédito del suceso se rompe por la audacia del diario Fortín, el 17 de agosto. El alcalde de Viña del Mar lo dice al senador Jorge Lavandero y al director de este diario, Wladimir (Wladimir) Aguilera.
El 4 de septiembre de 1990, sin honores militares, se efectúa el entierro definitivo del Presidente heroico. En la Catedral, el jefe de la ceremonia, Javier Luis Egaña, tiene que hacer prodigios de improvisación para hablar en plena dictadura pinochetista del Presidente constitucional traicionado.

*Publicado en CubaAhora

jueves, 26 de junio de 2008

Allende sigue llamando a la unidad


Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de un entrañable amigo de Cuba, Salvador Allende, Presidente de Chile, a quien se le recordará firme y combatiente frente al fascismo. Allende, fundador del Partido Socialista en su país, dedicó su fructífera vida a la lucha por el bienestar del pueblo, primero como médico, luego como senador y finalmente, como Presidente del Gobierno Revolucionario de la Unidad Popular. Su ejemplar actitud lo elevó a la silla presidencial, de la que solo muerto pudieron sacarlo los traidores. Su figura y el proceso revolucionario abierto por la Unidad Popular en Chile despertaron profundas simpatías e interés en todo el mundo y se convirtieron en semillas que hoy germinan en una América Latina cada vez más libre e independiente. Salvador Allende vive en el amor por los sueños, por la esperanza y sigue llamando, inclaudicable, a la unidad.

miércoles, 25 de junio de 2008

Salvador Allende, un siglo de perdurable existencia


Confiaba Salvador Allende Gossens en la tradición democrática de su pueblo cuando su verbo culto y sereno sonaba a redención socialista y dibujaba el futuro queansiaba, sin distinción alguna, para los latinoamericanos de variados acentos, para los humanostodos. Así sigue soñando este hombre de cumpleaños: un siglo de perdurable existencia, más allá de balas y traiciones.
Nació Allende en la ciudad puerto de Valparaíso el 26 de junio de 1908, lamisma donde viera antes la luz Luis Emilio Recabarren,creador del movimiento obrero y fundador del Partido Comunista de Chile.
Tras una exitosa campaña de Unidad Popular,el socialista Allende ganó la presidenciay gobernó entre 1970 y 1973, caracterizándose por impulsar leyes que intentaban consolidaravancesdejusticia social mediante elrescate de los importantes recursos naturales y económicos de su país, incluida la nacionalización de la explotación minera.
Tal práctica política y administrativa dentro de la estructurade un sistema clásicocapitalista, regido por leyes de ganancia e intereses hegemónicos extranjeros, llevó al gobierno de Unidad Popular a continuos choques antagónicoscon los clásicos dominantes de las principales fuentes de riquezas y medios de difusión masiva de Chile.
Confiando siempre en la institucionalidad del Estado, apoyado por la voluntad política deobreros y campesinos explotados, pero sin percatarse a tiempo que se fraguaba la gran traición, encomendada a los más inescrupulosos elementos militares puestos a las órdenes de la Agencia de Inteligencia de EE.UU., físicamente desarmado, Allende intentó asaltar el cielo.
Fue traicionado y derrocado por el ejército dirigido por fascistas, entre los que destacaría la siniestra figura de Augusto Pinochet, erigido después en el gran dictador del pueblo chileno y , junto a otros de su misma calaña, protagonista de la larga noche de masacres y torturas a los revolucionarios.
El11 de septiembre de 1973, luego de su postrer alegato al pueblo y al mundo,Allendemurió en el Palacio de La Moneda, sede del gobierno, mientras era atacado salvajemente por aviones, cañones y fusiles.
La Fundación Salvador Allende de Chile presentó recientemente un cronograma para recordar el nacimiento de este patriota, bajo el lema Cien años, mil sueños…
El 20 de enero de 1959 Salvador Allende se empapó de entusiasmo en La Habana con el triunfo de la Revolución cubana, el primero de ese mes, y entabló relaciones de amistad con sus líderes. Entre estos había un hombrede su misma profesión de médico, cuya personalidad,mucho y poco a la vez, sele parecía: el Comandante Ernesto Che Guevara.
Años más tarde, Allende recordaría que de su primer encuentro con el Guerrillero Heroico guardaba como un tesoro el libro Guerra de guerrillas, que aquel le obsequiara con una dedicatoria de trascendente contenido: “A Salvador Allende, que por otros medios trata de obtener lo mismo. Afectuosamente, Che".
Al conocer la noticia del asesinato de Che en Bolivia, Allende comentaría: “…me causó un pesar profundo. Comparto el dolor de miles y miles de mis compatriotas”.
Posteriormente, siendo Presidente del Senado chileno, se entrevistó con los sobrevivientes cubanos de la Guerrilla boliviana, a quienes otorgóamparo y facilitó su desplazamiento para salir del Cono Sur. Escribiría entonces:“…Cuando llegaron aquellos guerrilleros que acompañaban al Che yo estuve con ellos en Iquique… (después en otras localidades) Pombo y otros firmaron aquel libro Guerra de guerrillas, que yo llevaba, y ellos escribieron lo siguiente: “En el libro que le obsequió el Che queremos que queden estas palabras como homenaje de los que fuimos sus compañeros de la guerrilla boliviana”.
Allende, como Che y otros de semejante estirpe invencible, siguen viviendo en la conciencia de los pueblos que se inspiran en sus ideales y ejemplos para seguir combatiendo por la libertad total .
Roberto Pérez Betancourt

Canto de amistad y nostalgia

Por Nuria Barbosa León, periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba

Una cantata por el centenario del natalicio de Salvador Allende hizo que la unidad latinoamericana saliera del misticismo y se volviera realidad, el sábado 21 de junio, en el céntrico reparto del Vedado de la capital cubana.
Los estudiantes chilenos, acompañados por los movimientos universitarios y juveniles de latinoamericanos que estudian en Cuba, se dieron cita en el Centro Memorial Salvador Allende, residencia de grandes proporciones que fuera Embajada de Chile en La Habana antes de que ocurriera el golpe de estado de 1973.
Muchachos con largas melenas, andar peregrino y vestir desenfadado entonaron canciones protestas para una realidad latinoamericana que tiene ansias de justicia y libertad.
Letras melódicas de Víctor Jara, Mercedes Sosa, León Cieco, Atahualpa, Violeta Parra, junto a los de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Santiago Feliú fueron cantadas en un ambiente juvenil con aspiraciones de protagonizar el cambio en cada uno de sus países.
Allí estaba representado Bolivia, Perú, Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Colombia, Venezuela y hasta Brasil. Usaron el lenguaje común de la unidad y abogaron por desterrar al imperio desde el sur del Río Bravo hasta la Patagonia.
Manifiestos, proclamas, convocatorias, programas para la lucha fueron leídos por los estudiantes, quienes toman las riendas sociales y son consciente del fin del capitalismo para un mundo mejor.
Se bailaron ritmos latinos e indígenas con grupos musicales surgidos en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Presente estuvo el rock con su timbre rajado en la garganta pero clamando por el cambio para el continente.
El silencio llegó y el gran coro enardeció cuando se cantó el estribillo:

“Yo pisaré las calles nuevamente

de lo que fue Santiago ensangrentada

y en una hermosa plaza liberada

me detendré a llorar por los ausentes”

La nostalgia nos invadió a todos

domingo, 22 de junio de 2008

RESOLUCION SOBRE LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA

“Es la hora de atemperar nuestras discrepancias y ponerlo todo al servicio de la lucha. Que agitan grandes controversias al mundo que lucha por la libertad, lo sabemos todos y no lo podemos esconder. Que han adquirido un carácter y una agudeza tales que luce sumamente difícil, si no imposible, el dialogo y la conciliación, también lo sabemos. Buscar métodos para iniciar un dialogo que los contendientes rehuyen es una tarea inútil. Pero el enemigo esta allí, golpea todos los días y amenaza con nuevos golpes y esos golpes nos unirán, hoy, mañana o pasado. Quienes antes lo capten y se preparen a esta unión necesaria, tendrán el reconocimiento de los pueblos.
Dadas las virulencias e intransigencias con que se defiende cada causa nosotros, los desposeídos, no podemos tomar partido por una u otra forma de manifestar las discrepancias, aun cuando coincidamos a veces con algunos planteamientos de una u otra parte, o en mayor medida con los de una parte que con los de la otra. En el momento de la lucha, la forma en que se hacen visibles las actuales diferencias constituyen una debilidad; pero en el estado en que se encuentran, querer arreglarlas mediante palabras es una ilusión. La historia las ira borrando o dándoles su verdadera explicación.” Ernesto Che Guevara (carta a la Tricontinental).

La complejidad y gravedad de la hora, la estrategia del imperialismo y sus amanuenses ” para la región – las oligarquías nativas y los gobiernos “sumisos, timoratos, entreguistas”- y para cada uno de nuestros pueblos, plantea a los revolucionarios y a los antiimperialistas la gran tarea histórica de unir lo unible para enfrentar los designios criminales del capital financiero internacional y sus aliados.
La crisis energética, la crisis financiera y económica, la crisis alimentaría etc., todas ellas expresiones de la crisis estructural y coyuntural del sistema, ponen de manifiesto lo que no es mas que la profunda crisis del sistema incapaz de resolver los mas elementales problemas de nuestros pueblos y de la humanidad. Pero la ferocidad del mismo se manifiesta en la exacerbación de su naturaleza intrínseca: la superexplotación, la rapiña, el despojo, la inevitable tendencia guerrerista, el mas brutal y planificado exterminio de la inmensa mayoría de la humanidad en beneficio exclusivo de la opulencia y el despilfarro de una minoría dispuesta a todo, con tal de defender sus privilegios.
En nuestro país, el gobierno “progresista frenteamplista” surgido de la acumulación histórica de luchas de la clase obrera y el pueblo, traicionando las aspiraciones de nuestro pueblo, asumiendo la política de las clases dominantes de sujeción al imperialismo, ha profundizado la entrega y el sometimiento. Dan cuenta de ello, “el país productivo” de la forestación, los transgenicos, la extranjerizacion de la tierra, las privatizaciones y el achicamiento del Estado, una política fiscal de permanente “expropiación” del salario y las míseras jubilaciones, mas un largo etcétera, cuya consecuencia mas visible es la creciente depreciación de las condiciones de vida de las grandes mayorías, la expulsión de la fuerza de trabajo, fundamentalmente de una parte de la juventud, -a través de la emigración sostenida - la otra empujada a delinquir o pudrirse en el circuito de las drogas, la creciente prostitucion infantil y su explotación laboral, etc etc,etc.
He ahí actuando y visible nuestro enemigo fundamental y nuestro enemigo principal y su propuesta no es otra que continuar profundizando ese camino. Nuestro objetivo no es otro que la liberación nacional y el socialismo. UNICA herramienta imprescindible para alcanzar tal objetivo, es y será siempre la unidad de las fuerzas antiimperialistas y revolucionarias. Unidad que no se decreta, unidad programática y metodologica, unidad para la lucha. Unidad que incluye el internacionalismo proletario como elemento cardinal, puesto que la lucha no será aislada país por país, si no que al contrario por su esencia, pero también por sus características, hoy mas que nunca es y será continental.
Es un imperativo histórico y condición “sine qua non” para la lucha, la victoria, y el avance posterior en la construcción del socialismo. No encontrar hoy los caminos para lograrla, dilatar, eludir, obstaculizar su construcción, por los argumentos que fueren, redundara en mayores sacrificios y dolores a nuestro pueblo. Y el riesgo de frustrar una vez mas las esperanzas ya defraudas. Aunque finalmente, la ansiada y necesaria unidad, estamos convencidos, se producirá.
No se trata de palabras, ni de declaraciones bonitas, exactas, ajustadas., si no de hechos, concretos, de la disposición y la generosidad revolucionaria para construir la UNIDAD de la izquierda. De unir la teoría con la práctica.
Hoy estamos frente a una instancia electoral, importante aunque no decisiva. Lo verdaderamente importante, lo necesario, es abrir el cauce de la unidad para afrontar todo el proceso y la tarea histórica que tenemos por delante. Pensamos y sostenemos, consecuentemente, entonces, que la izquierda debería enfrentar unida, la próxima instancia electoral.
La unidad es pues, nuestro afán, y nuestro compromiso guía en la acción.
Por lo tanto, esta Mesa Redonda RESUELVE:
Llamar y convocar a compañeros y organizaciones de izquierda y antiimperialistas a instrumentar las medidas necesarias, para alcanzar la unidad de los revolucionarios.
Viva la unidad de los revolucionarios!!!.
Viva la victoria de nuestros pueblos!!!.
“UNION CAROS COMPATRIOTAS Y ESTAD SEGUROS DE LA VICTORIA”
Montevideo, 19 DE Junio 2008. Mesa redonda, Club Artigas

sábado, 21 de junio de 2008

Estados Unidos, Europa y los Derechos Humanos


La desprestigiada forma de suspender las sanciones a Cuba que acaba de adoptar la Unión Europea el 19 de junio ha sido abordada por 16 despachos internacionales de prensa. No implica en lo absoluto consecuencia económica alguna para nuestro país. Por el contrario, las leyes extraterritoriales de Estados Unidos y, por lo tanto, su bloqueo económico y financiero continúan plenamente vigentes.
A mi edad y en mi estado de salud, uno no sabe qué tiempo va a vivir, pero desde ahora deseo consignar mi desprecio por la enorme hipocresía que encierra tal decisión. Esto se hace aún más evidente cuando coincide con la brutal medida europea de expulsar a los inmigrantes no autorizados procedentes de los países latinoamericanos, en algunos de los cuales la población en su mayoría es de origen europeo. Los emigrantes son además fruto de la explotación colonial, semicolonial y capitalista.
A Cuba, en nombre de los derechos humanos, le exigen la impunidad de los que pretenden entregar, atados de pies y manos, la patria y el pueblo al imperialismo.
Hasta las propias autoridades de México tienen que reconocer que la mafia de Miami, al servicio del gobierno de Estados Unidos, le arrebató por la fuerza ―o compró― a un importante contingente de agentes migratorios de ese país a decenas de inmigrantes ilegales arrestados en Quintana Roo, entre ellos niños inocentes transportados a la fuerza por riesgosos mares y hasta madres forzadas a emigrar. Los traficantes de personas como los de drogas, que disponen a su antojo del mayor y más codiciado mercado del mundo, han puesto en riesgo la autoridad y la moral que necesita cualquier gobierno para dirigir el Estado, derramando sangre latinoamericana por todas partes, sin contar los que mueren por emigrar a través del humillante muro fronterizo sobre lo que fue territorio de México.
La crisis de los alimentos y de la energía, los cambios climáticos y la inflación acosan a las naciones. La impotencia política reina, la ignorancia y las ilusiones tienden a generalizarse. Ninguno de los gobiernos, y menos aún los de la República Checa y Suecia, que eran renuentes a la decisión de la Unión Europea, podrían responder de forma coherente a las interrogantes que están sobre el tapete.
Mientras tanto, en Cuba los mercenarios y vendepatrias al servicio del imperio se halan los pelos y rasgan sus vestiduras en defensa de los derechos de traición e impunidad.
Tengo muchas cosas que decir, mas por hoy basta. No deseo molestar, pero vivo y pienso.
Divulgaré esta Reflexión solo por la vía de Internet hoy viernes 20 de junio de 2008.

Fidel Castro
20 de junio de 2008

1 y 55 p.m.

viernes, 20 de junio de 2008

Las FARC EP convoca a soldados y policias a sumarse a sus filas


En un nuevo Comunicado con fecha de junio publicado en www.frentean.col.nu, las FARC EP explica las causas que las originaron y los propósitos que las mantienen en la lucha insurgente. Exhortan a policias y soldados a desertar de las filas del ejército oficial y les convocan a sumarse a sus fuerzas guerrilleras en vista de que ellos, afirman, no son sus "verdaderos" enemigos.
Publicamos a continuación el comunicado completo.

1- Los guerrilleros de las FARC-Ejercito del Pueblo, nos hemos alzado en armas porque la clase política oligárquica y latifundista ha sido incapaz de resolver la condición de miseria y desigualdad que vive el país y porque no han construido un proyecto de nación que unifique el sentimiento patriótico, anhelos de soberanía y dignidad que nos legara el Libertador Simón Bolívar.
2- Liberales y conservadores en el poder se han empeñado en la aplicación de doctrinas económicas y militares foráneas impuestas por poderosas empresas nacionales y multinacionales, que solo buscan su propio beneficio y el de potencias extranjeras en contravía de los intereses de desarrollo social y económico del país.
3- Nosotros, guerrilleros bolivarianos, acudimos a la táctica de la guerra de guerrillas móvil, donde nuestro principal aliado son las masas populares, las montañas y nuestras profundas convicciones ideológicas. Desconocemos la autoridad del Estado, cobramos un impuesto a los ricos con patrimonio superior al millón de dólares y tenemos claro nuestro objetivo estratégico: la toma del poder con el pueblo para resolver los hondos problemas que afectan por igual a todos los colombianos, incluidas las propias familias de soldados y policías.
4- A Ustedes, miembros del Ejército y la Policía Nacional les ha correspondido la ingrata y antipatriótica tarea de asesinar, reprimir y torturar a todo aquel que se levante, proteste y organice contra el orden establecido, mientras los privilegiados y sus propagandistas disfrutan de las riquezas, la inmunidad y la seguridad.
5- Apoyados en la teoría de la Seguridad Nacional o del "enemigo interno" el Estado los obliga a matar a sus propios hermanos: dirigentes populares, sindicales, campesinos y de la izquierda, para lo cual organizan grupos de sicarios y paramilitares. Alternan el uniforme de campaña del soldado con el uniforme negro del paramilitar para confundir y desmoralizar al pueblo, haciendo que todos sus crímenes queden cobijados en la más absoluta impunidad.
6- En nuestros Estatutos y Reglamentos Internos esta contemplado el pleno respeto a la integridad física y moral de todo militar que caiga prisionero en combate. Hasta la fecha hemos entregado en forma unilateral mas de 500 soldados y policías que han sido tomados prisioneros en diversos combates y en el Bloque Oriental tenemos más de 40 prisioneros entre oficiales, suboficiales y representantes de la clase política corrupta y del Estado, quienes esperan la decisión y voluntad política del actual gobierno para ser canjeados por combatientes nuestros que están injustamente detenidos en las cárceles del régimen.
7- Soldados y policías patriotas: abandonen su odio y apunten sus armas contra el verdadero enemigo, los enemigos de la Nueva Colombia. Ya es hora que pidan la baja y se retiren del Ejercito que solo defiende los intereses del imperialismo y a los ricos dueños del poder. Es hora que se unan a la otra Colombia, la que se alza con dignidad, la que quieren ignorar los medios de comunicación, la que quieren borrar del mapa los usurpadores de la riqueza con sus planes de terror, la que detesta a los politiqueros y se ríe de los generales, la Colombia que tiene hambre y sed de justicia y que nos alienta a persistir en esta lucha. Los esperamos de este lado con sus fusiles, con su mente y corazón.
El verdadero soldado colombiano es aquel que lucha y defiende a su pueblo, capturando o ajusticiando a quienes han desangrado al pueblo colombiano; generales, políticos corruptos y congresistas al servicio de la clase explotadora, paramilitares y todos aquellos guerreristas que desde los pulpitos y los medios de comunicación atizan la guerra.

Guerrilleros del Bloque Oriental de las FARC-EP
Montañas de Colombia, Junio de 2008

Sobre una orden de Uribe emitida por Chávez y otros desatinos

Dax Toscano /Ecuador

El presidente Hugo Chávez Frías ha demostrado a lo largo de su permanencia en el gobierno mantener una postura consecuente con los intereses de los sectores populares en Venezuela; de igual manera su discurso y sus acciones contra el imperialismo yanqui han sido frontales. Chávez ha expresado de palabra y con hechos concretos su solidaridad internacionalista con los pueblos latinoamericanos, aunque muchas acciones lamentablemente se hayan canalizado a través de los gobiernos de la región y no a través del trabajo directo con organizaciones revolucionarias y progresistas latinoamericanas.
Pese a lo expuesto, el presidente Chávez, principalmente a partir de la derrota sufrida en el referéndum realizado el pasado 2 de diciembre de 2007 para decidir sobre un cambio constitucional propuesto principalmente por él, cuyo objetivo fundamental era el de dar mayor poder al pueblo y posibilitar la aceleración de los cambios revolucionarios en la Patria de Bolívar, ha asumido en varias ocasiones actitudes, materializadas a través de su palabra, que contradicen su constante prédica por la construcción del socialismo, la lucha antiimperialista y la defensa de los intereses del pueblo pobre venezolano. Por lo expuesto es necesario hacer algunas precisiones:
1. Es evidente que el presidente Chávez se encuentra secuestrado por el aparato burocrático que le rodea. Hay un cambio rotundo en la conducta del líder de la revolución bolivariana. Su praxis lo demuestra. Ya no existe un contacto directo con el pueblo. Las apariciones públicas se hacen en las grandes concentraciones, bastante desgastadas, en coliseos o avenidas donde el pueblo escucha pasivamente los discursos de Chávez. El contacto directo con la gente, con la clase trabajadora no se da. Los grupos cercanos al presidente son los burócratas oportunistas disfrazados de bolivarianos y, ahora, también de socialistas. Son los reformistas, representantes del llamado socialismo del siglo XXI, cuerpo de ideas elaboradas por el señor Heinz Dieterich, personaje clave en el estancamiento de la revolución venezolana y latinoamericana que a toda costa ha pretendido evitar que la clase obrera asuma el control real del proceso revolucionario.
2.Esa desvinculación de las bases que conforman el movimiento revolucionario bolivariano es una de las causas para que Chávez no encuentre llevar por el rumbo adecuado la revolución y la tan mentada construcción del socialismo. Hay que resaltar en este contexto como un elemento importante el proyecto de construcción de un partido de masas. Sin embargo, ese partido debe tener un cuerpo de principios teóricos coherentes que permitan llevar adelante, en la práctica y a través de una lucha permanente, la toma del poder para construir la sociedad socialista. Si ese partido está conformado y estructurado de la misma manera que lo está el Estado o el gobierno, si no se desburocratiza en primer lugar, no llegará a constituirse en la vanguardia de la revolución. Si la organización revolucionaria no plantea la destrucción del viejo orden capitalista, si habla de la conciliación de clases y, por tanto, no lucha para afectar los intereses de la oligarquía y del imperialismo, no avanzará en absoluto en su consolidación como partido revolucionario.
3.El aislamiento del pueblo ha hecho que Chávez no comprenda la dimensión de las exigencias populares, de las bases revolucionarias, llegando incluso a acusar a esos sectores de ser los responsables de la derrota en el referéndum de diciembre de 2007. Tal vez por su malestar no se dio cuenta de que los verdaderos culpables, más allá de que el imperialismo yanqui, la CIA, la oposición fascista y falsimedia hayan llevado adelante una poderosa campaña de terrorismo económico y mediático en contra de su gobierno, fueron sus ministros, sus asesores y personajes serviles que trabajan en el gobierno. También hay que decir con claridad que Chávez está envanecido, lo cual le ha llevado a mantener una ceguera frente a lo evidente. El pueblo exige profundizar la revolución y Chávez respondió con que es necesario bajar la marcha del proceso de cambios. Ha sido Chávez el que no ha comprendido las exigencias del pueblo y el que no se ha colocado a la altura de las circunstancias.
4.Ceguera, vanidad, irreflexión, mal asesoramiento pueden ser los elementos que hicieron que Chávez lanzara declaraciones absurdas contra los que, a decir de él, son extremistas por querer acabar con la gran propiedad privada. Chávez, en vez de avanzar políticamente, retrocedió a su antigua postura de defensa de la tercera vía que es lo que representa realmente el famoso socialismo del siglo XXI. Pretender llevar adelante la conciliación de clases ha sido uno de los más graves errores del líder bolivariano, lo cual le ha dado más fuerza a la derecha. Chávez debería estar claro que donde existe la gran propiedad privada, principalmente sobre la banca, sobre la tierra y las industrias básicas y de servicios, hay explotación social. Mientras Chávez hacia esas declaraciones, la oligarquía venezolana, en obediencia a los planes del imperialismo yanqui, continuaba, y lo sigue haciendo, con la especulación de productos y el desabastecimiento de los alimentos en los mercados. Esos son los empresarios y capitalistas honestos de los que habla Chávez. Tan equivocada fue su postura que en un escenario donde estaban reunidos los sectores comprometidos con la revolución, el pueblo indignado ante el primer revés electoral del chavismo empezó a lanzar acusaciones e insultos contra la burocracia de camiseta y boina roja, ante lo cual Chávez enojado empezó a reprenderles, en vez de escuchar la voz del pueblo.
5.El colmo del absurdo se dio cuando el presidente Hugo Chávez, ingenuamente, concedía la amnistía un grupo de golpistas que fueron los responsables directos de las muertes, asesinatos de varias personas en abril de 2002. ¿Lo hizo como un signo de buena voluntad? O ¿cómo signo de debilidad? Sea cual sea la razón, Chávez, una vez más, beneficiaba con esa medida a los sectores de la oposición fascista y dejaba de lado a las familias de las víctimas de Puente Llaguno, de la avenida Baralt, lo cual, incluso, significó un agravio a la memoria de Danilo Anderson. Chávez debe recordar que el que no aprende de la historia está condenado a repetirla. La lucha es por el poder, no solo por el gobierno; y en esa lucha la oligarquía y el imperialismo utilizará todos los medios a su alcance para mantener el orden establecido. Chávez en su ingenuidad puede creer que su moderación hará que ellos se moderen; pero ellos, en cambio, lo tomarán como signo de debilidad y empezarán a golpear con más fuerza.
6.A nivel internacional también Chávez se ha mostrado incoherente. Primero lanza ataques contundentes contra el narcoparamilitar de Uribe, para luego terminar dándose la mano y riendo con el genocida del pueblo colombiano en la Cumbre de Río celebrada en República Dominicana. El presidente Chávez debe ser consistente tanto con lo que dice como con lo que hace. No debe actuar de acuerdo a cómo quiere falsimedia que lo haga es decir un moderado, un personaje políticamente correcto.
7.El show no ha culminado. Luego de otros rounds entre Chávez y sus diplomáticos contra el fascista colombiano, en los que los insultos y acusaciones iban y venían, principalmente tras el circo montado por las computadoras supuestamente de propiedad del comandante Raúl Reyes y el informe de Interpol, el presidente venezolano, consciente o inconscientemente, una vez más dio muestras de querer congraciarse con su homólogo colombiano, ésta vez dando disposiciones a las FARC-EP con un discurso que ni el propio Uribe lo hubiese hecho tan bien: “liberen a los prisioneros a cambio de nada”, “dejen la lucha armada, eso ya pasó a la historia”, “ustedes son la excusa para los ataques de EEUU en la región”. Parece que Chávez no ha leído la carta de Simón Trinidad, prisionero político del imperio, en la que cita a Nelson Mandela que dice que “la forma de lucha no la determinan los oprimidos, sino los opresores”. El presidente Chávez debe darse cuenta que no son las FARC-EP las que quieren seguir levantadas en armas porque están obsesionadas con ese tipo de lucha. Es el estado colombiano el que a través de la práctica de la violencia institucionalizada, obliga a los revolucionarios a defenderse y combatir legítimamente con las armas al poder opresor.
8. Clausewitz dijo que la guerra no es otra cosa que la continuación de la política por otros medios. Las FARC-EP son una organización político-militar, no sólo militar. Parece que Chávez no quiere hacer memoria que cuando las guerrillas aceptaron negociar la paz e incluso participar en los procesos electorales de la democracia burguesa colombiana, fueron asesinados 5000 miembros de la Unión Patriótica. ¿Qué pasaría ahora si los guerrilleros llegaran a desmovilizarse? Acaso no es una lección lo que sucedió con el M-19. No es una enseñanza lo que aconteció con los guerrilleros en Guatemala y El Salvador. Los paramilitares estarían gustosos de dar muerte a sus enemigos desarmados. Chávez pide que las FARC-EP acaben con la lucha armada sin darse cuenta que los que tienen el poder podrán seguir haciendo uso de la violencia sin que los otros tengan capacidad de respuesta. Es un absurdo pedir que se acabe con una estructura organizativa popular creada en base a sudor, sacrificio, dolor y muerte. De igual manera es una ingenuidad pensar que las FARC-EP deben desmovilizarse para luego alcanzar espacios políticos dentro del orden burgués. Eso lo hicieron los guerrilleros del M-19 como Carlos Pizarro o Navarro Wolf. Las FARC tienen un proyecto más amplio cuyo objetivo es cambiar la estructura de un Estado fascistoide, corrupto, proyanqui que ha sumido a la mayoría de la población en la pobreza.
9.Chávez ha abogado también por los prisioneros en poder de las FARC-EP, fundamentalmente por Ingrid Betancourt. El comandante Pastor Alape ha hecho una reflexión sobre esto: La salud de Ingrid y del resto de prisioneros en manos de las FARC-EP, también debería llevar al mundo a pensar en la salud de los millones de colombianos y colombianas que viven en la pobreza. Por otro lado, el presidente Chávez también debería plantear con el mismo énfasis que se liberen a los prisioneros en manos del Estado colombiano y que están siendo torturados en las cárceles.
10.El apresuramiento de Chávez en sus declaraciones lo ha llevado a plantear que las FARC-EP son el pretexto de los EEUU para crear conflicto en la región. Como conocedor de la historia, Chávez debe saber que Estados Unidos desde el siglo XIX ha venido creando conflictos entre los pueblos de América. Los EEUU históricamente han pretendido enemistar a nuestros países. Para ello se han valido de gobiernos títeres y de ingenuos que, temerosos frente a su poderío militar, quieren conciliar con esos gobiernos títeres. Las FARC-EP, al contrario de lo que señala Chávez, son garantía para que el imperialismo no haya lanzado ataques más contundentes contra la región.
11.El presidente Chávez está en su derecho de expresar sus posiciones respecto a diversos temas. Pero no puede pretender convertirse en el guía espiritual de la lucha de otros pueblos. Debe mantener respeto y consecuencia con las organizaciones revolucionarias que han demostrado ser firmes en la lucha contra el imperialismo y las oligarquías criollas en América Latina. Sólo los pueblos son los que deciden. Ellos son los verdaderos actores y sujetos del cambio. No los mecenas de ningún tipo. ¿Qué diría Chávez si las FARC-EP u otra organización revolucionaria le pidiera que le posibilite la salida al aire a RCTV? o ¿qué haría si le exigieran que se aísle de Cuba porque esa es la excusa del imperialismo para fastidiar a la región?
12.Chávez debe definir con quien mantiene estrechas relaciones: si con los gobiernos o con los pueblos y sus organizaciones revolucionarias.
En esta lucha el camino que queda está entre hacer una verdadera revolución socialista o una caricatura de revolución. Y por último, Chávez debe aprender que cuando las palabras están demás, lo mejor es guardar silencio.

Quito, 11 de junio de 2008

jueves, 19 de junio de 2008

La hormiga y el elefante.


Uno cree que no hay tema que valga la pena comentar sin cansar a los pacientes lectores después de la Mesa Redonda del 12 de junio, que divulgó la nueva edición de un libro publicado en Bolivia hace 15 años, esta vez con un prólogo mío. Se leyó en ese programa una introducción elaborada posteriormente por el presidente Evo Morales y un mensaje de la prestigiosa escritora argentina Stella Calloni, que se incluirán en una próxima edición. Seleccioné cuidadosamente los datos que utilicé en ese prólogo.
Desde los primeros años de la Revolución Cubana se desarrolló un fuerte espíritu internacionalista, que tuvo sus raíces en el numeroso contingente de cubanos que participó en la lucha antifascista del pueblo español e hizo suyas las mejores tradiciones del movimiento obrero mundial.
No solemos divulgar nuestra cooperación con otros pueblos, aunque tampoco habría forma de impedir que la prensa hable a veces de la misma. Está motivada en sentimientos profundos que en nada se relacionan con la publicidad.
Algunos se preguntarán cómo es posible que un país pequeño con pocos recursos pueda llevar a cabo una tarea de esa magnitud en campos tan decisivos como la educación y la salud, sin los cuales no es concebible la sociedad actual.
El ser humano creó los bienes y servicios indispensables desde que vive en sociedad, y esta se desarrolló desde las formas más elementales hasta las más avanzadas a lo largo de muchos miles de años.
La explotación del hombre por el hombre fue inseparable compañera de ese desarrollo, como todos sabemos o debemos saber.
Las diferencias en el modo de percibir esa realidad dependieron siempre del lugar que cada cual ocupara en la sociedad. Se veía como algo natural y la inmensa mayoría no tomó nunca conciencia de esto.
En pleno auge del capitalismo en Inglaterra, que iba a la vanguardia con Estados Unidos y otros países de Europa, en el mundo dominado ya por el colonialismo y el expansionismo, un gran pensador y estudioso de la historia y la economía, Carlos Marx, partiendo de las ideas de los más prestigiosos filósofos y economistas alemanes e ingleses de la época —entre ellos Hegel, Adam Smith y David Ricardo, con los cuales discrepó—, elaboró, escribió y publicó sus ideas sobre las relaciones de producción e intercambio en el capitalismo en el año 1859 bajo el título Contribución a la crítica de la Economía Política. En 1867, continuó divulgando su pensamiento con el primer tomo de su obra cumbre, que lo hizo famoso: El Capital. La mayor parte de su extenso libro, a partir de notas y apuntes suyos, fue editado por Engels, que compartía sus ideas y como un profeta divulgó su obra después de la muerte de Marx, en 1883.
Lo publicado por el propio Marx constituye el análisis más serio que se escribió nunca sobre la sociedad de clases y la explotación del hombre por el hombre. Nació así el marxismo, que ha sido el fundamento de los partidos y movimientos revolucionarios que proclamaban el socialismo como objetivo, entre los que se contaban casi todos los partidos socialdemócratas que al estallar la Primera Guerra Mundial traicionaron la consigna enarbolada por Marx y Engels en el Manifiesto comunista, publicado por primera vez en 1848: "¡Proletarios de todos los países, uníos!".
Una de las verdades que el gran pensador expresaba textualmente de forma sencilla es: "En la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. No es la conciencia del hombre lo que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo de las fuerzas productivas materiales de la sociedad, entran en contradicción con las relaciones de producción existentes¼ De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas y se abre así una época de revolución social¼ Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen las fuerzas productivas que caben dentro de ella y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales de su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua."
Yo no podría explicar con otras palabras esos conceptos claros y precisos emitidos por Marx de modo tal que, con una elemental explicación de sus profesores, hasta un joven cubano de los que ingresaron el pasado sábado 14 de junio en la Juventud Comunista pueda comprender su esencia.
Sobre el desarrollo concreto de la lucha de clases, Marx escribió La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850 y El 18 Brumario de Luis Bonaparte, dos excelentes análisis históricos que deleitan a cualquier lector. Era un verdadero genio.
Lenin, continuador profundo del pensamiento dialéctico y las investigaciones de Marx, escribió dos obras fundamentales: El Estado y la revolución y El imperialismo, fase superior del capitalismo. Las ideas de Marx, puestas en práctica real por él con la Revolución de Octubre, fueron igualmente desarrolladas por Mao Tse Tung y otros líderes revolucionarios en el Tercer Mundo. Sin ellas la Revolución Cubana tampoco habría estallado en el traspatio de Estados Unidos.
Si el pensamiento marxista se hubiese circunscrito simplemente a la idea de que "ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella", el teórico del capitalismo Francis Fukuyama habría tenido razón al proclamar que la desaparición de la URSS era el fin de la historia y de las ideologías y debía cesar toda resistencia al sistema capitalista de producción.
En la época en que el creador del socialismo científico expuso sus ideas, las fuerzas productivas estaban por desarrollarse plenamente, la tecnología no había aportado todavía las mortíferas armas de destrucción masiva capaces de provocar el exterminio de la especie; no existía el dominio aeroespacial, el derroche sin límites de hidrocarburos y combustibles fósiles no renovables; el cambio climático no se conocía en una naturaleza que parecía infinita al ser humano, ni se había presentado la crisis mundial de alimentos para compartir entre incontables motores de combustión y una población seis veces superior a los mil millones que habitaban el planeta el año en que nació Carlos Marx.
La experiencia de Cuba socialista tiene lugar cuando el dominio imperial se ha extendido por toda la Tierra.
Al hablar de la conciencia no me refiero a una voluntad capaz de cambiar la realidad sino, por el contrario, al conocimiento de la realidad objetiva que determina la conducta a seguir.
Decenas de millones de personas habían muerto en la guerra provocada a mediados del siglo XX por el fascismo, que nació de la entraña antimarxista del capitalismo desarrollado previsto por Lenin.
En Cuba, como en otros países del Tercer Mundo, la lucha por la liberación nacional bajo la dirección de las capas medias y la pequeña burguesía, y la que ya venían librando por el socialismo los sectores más avanzados de la clase obrera y los campesinos, se sumaron y potenciaron mutuamente. Afloraron igualmente las contradicciones ideológicas y de clase. Los factores objetivos y subjetivos variaban considerablemente en cada proceso.
De la última contienda mundial habían surgido las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, en los que muchos vieron una nueva conciencia en el planeta. Era un engaño.
El fascismo, cuyo instrumento el propio Hitler llamó Partido Nacionalsocialista, renació más poderoso y amenazante que nunca.
El imperio envía y mantiene portaviones en todos los mares del mundo para intervenir militarmente. ¿Qué decide a fin de competir con Cuba en el área de nuestro hemisferio? Enviar un enorme barco convertido en hospital flotante que trabaja diez días en cada país. Un número de personas pueden ser ayudadas pero está muy lejos de resolver los problemas de un país; no compensa tampoco el robo de cerebros ni puede formar los especialistas que necesita para prestar verdaderos servicios médicos cualquier día de la semana y del año. Todos los portaviones juntos, que ahora son instrumentos de intervención militar en los diversos océanos de la Tierra, convertidos en hospitales no podrían prestar esos servicios a los millones de personas que los médicos cubanos atienden en lugares apartados del mundo, donde paren mujeres, nacen niños y hay enfermos que necesitan atención urgente.
Nuestro país ha demostrado que puede resistir a todas las presiones y ayudar a otros pueblos.
Meditaba sobre la magnitud de nuestra cooperación no sólo en Bolivia, sino en Haití, el Caribe, varios países de Centroamérica y América del Sur, África, y hasta la lejana Oceanía, a 20 000 kilómetros de distancia. Recordaba igualmente las misiones de la Brigada Henry Reeve, en casos de graves emergencias, viajando en nuestros propios aviones, transportando personal y otros recursos.
El millón de operados gratuitamente de la vista cada año en América Latina y el Caribe de que hemos hablado, no está lejos de alcanzarse. ¿Puede acaso emular Estados Unidos con Cuba?
Utilizaremos la computación no para fabricar armas de destrucción masiva y exterminar vidas sino para transmitir conocimientos a otros pueblos. Desde el punto de vista económico, el desarrollo de las inteligencias y las conciencias de nuestros compatriotas, gracias a la Revolución, nos permiten no sólo cooperar con los pueblos que más lo necesitan sin costo alguno, sino también exportar servicios especializados, incluidos los de salud, a países con más recursos que nuestra patria. En ese terreno Estados Unidos no podría competir jamás con Cuba.
Nuestro pequeño país resistirá.

En pocas palabras: ¡La hormiga pudo más que el elefante!

Fidel Castro Ruz

Junio 18 de 2008

lunes, 16 de junio de 2008

El Che desconocido


Néstor Kohan

Guevara desde el siglo XXI

Ernesto Che Guevara es un revolucionario del siglo XXI. Su concepción de la resistencia anticapitalista a escala global, su oposición a la prepotencia del imperialismo norteamericano, sus esperanzas en la nueva subjetividad o el cuestionamiento radical de toda “razón de Estado” y toda burocratización del socialismo, ¿no son temas, inquietudes y problemas de nuestro tiempo? Incluso su preocupación por la calidad de la producción y sus análisis sobre la necesidad de generar entusiasmo en los trabajadores como palanca fundamental del desarrollo se adelantaron varios años a las propuestas del ingeniero Tai Chi Ohno que con el toyotismo revolucionaron la producción industrial postfordista. El cuadrito “empleado del mes” y otros premios simbólicos del Mc Donald no son más que las caricaturas capitalistas de los incentivos morales propiciados por Guevara en el socialismo.
¿Cómo llegó el Che a conclusiones tan lúcidas y actuales? ¿Cómo pudo vaticinar en 1965 el regreso de la Unión Soviética al capitalismo? ¿Qué concepción social y qué metodología empleaba Guevara en sus análisis?
Estudiar y repensar esos presupuestos del Che resulta imprescindible para cualquier pensamiento social contemporáneo que pretenda estar a la altura de nuestra época. Para ello se torna impostergable explorar las múltiples dimensiones de su personalidad. Principalmente aquellas desconocidas que no muestran ni el cine de Hollywood ni las biografías mercantiles que inundan el mercado.
Tuvieron que pasar varias décadas desde su asesinato para que comenzaran a aflorar, tímidamente, otras facetas de su vida. El Che como estudioso del capitalismo, analista de la transición al socialismo, teórico de los problemas de la revolución mundial y polemista al interior del marxismo. Recién hoy se comienza a explorar y discutir una nueva dimensión de su personalidad multidimensional. Guevara como estudioso sistemático del marxismo, lector de los clásicos del pensamiento social y apasionado explorador de la literatura filosófica revolucionaria. En suma, el Che no sólo como combatiente armado por el socialismo, que sin duda lo fue, o como “guerrillero heroico” (como se lo homenajea cotidianamente en su querida Cuba), sino también como pensador marxista, la más desconocida.
Hace poco que se le reconoce el primer nivel que logró alcanzar en cuestiones teóricas. A ello contribuyeron investigaciones que reconstruyen sus intervenciones en el “el gran debate” de 1963-64 sobre la teoría del valor, el mercado y la planificación en la transición socialista (donde también polemizaron el economista belga Ernest Mandel y el académico de la Sorbona Charles Bettelheim). Esos estudios destacan sus lecturas marxistas sistemáticas. También han sido importantes los testimonios de sus compañeros —como Orlando Borrego— que relatan los seminarios sobre El Capital que el Che estudió junto con Fidel Castro y el profesor hispano-soviético Anastasio Mansilla. Finalmente, el marxismo sutil y refinado del Che ha podido reconstruirse a partir de escritos suyos desconocidos, poco difundidos o directamente inéditos.

Los escritos inéditos

Entre estos últimos merecen destacarse una serie de cartas donde Guevara expone su concepción de la filosofía y de la historia del marxismo (por ejemplo la carta a Armando Hart Dávalos, fechada en Dar-Es-Salaam, Tanzania, el 4/12/1965). También su crítica al Manual de economía política oficial en la URSS, en el cual el Che analiza, con El Capital de Marx en la mano, los graves errores teóricos del marxismo soviético vaticinando el regreso de la URSS al capitalismo [ver CARTOGRAFÍA].
No debe olvidarse tampoco la biografía sobre Marx y Engels que escribe el Che, inspirándose en Franz Mehring [ver CARTOGRAFÍA]. Y, finalmente, sus Cuadernos de notas de Bolivia [ver CARTOGRAFÍA], la frutilla de la torta que corona una larga y meditada reflexión sobre los clásicos del marxismo y sus precursores, como el filósofo G.W.F. Hegel, ya presente en su carta a Hart Dávalos.

Los Cuadernos de notas de Bolivia

Sus escritos de Bolivia están formados por tres cuadernos de notas, uno verde, uno rojo y otro rosado. Al capturarlo, fueron apropiados por el ejército boliviano. A diferencia del Diario del Che en Bolivia (exclusivamente político-militar), este otro material permaneció en la penumbra de un gabinete militar durante años como “trofeo” y “botín de guerra”.
De esos cuadernos, uno está dedicado a la poesía. Fue publicado recientemente con el título El cuaderno verde del Che con prólogo de Paco Ignacio Taibo II [Buenos Aires, Seix Barral, 2007]. Sin embargo, en los originales que aun retiene el ejército boliviano, el cuaderno verde contiene algo distinto: un plan de estudio sobre el materialismo histórico. En el original, las poesías están en un cuaderno rosado. ¿Quizás existan varios cuadernos verdes del Che en Bolivia o hubo acaso una equivocación editorial? Eso sólo lo sabe el ejército boliviano.
En el cuaderno rojo se encuentran los extensos extractos de autores leídos por Guevara y sus reflexiones sobre ellos. Las citas están escritas en tinta de bolígrafo azul, los balances del Che sobre los autores, como no podía ser de otro modo, en color rojo.
La única vez que se publicaron estas notas teóricas de Bolivia fue en Italia [ver CARTOGRAFÍA], traducidos y con una muy mala edición (que citaba los libros leídos por el Che en ediciones europeas, en lugar de hacerlo en el original en castellano). Como parte de un ambicioso plan editorial, próximamente el Centro Che Guevara de La Habana (dirigido por su esposa Aleida Guevara y por la investigadora María del Carmen Ariet) junto con la editorial Ocean Press publicarán este material teórico en su idioma original y lo volverán accesible para el público latinoamericano.

El marxismo latinoamericano del Che

Los Cuadernos filosóficos (tanto el rojo como el verde) de Bolivia expresan el punto de llegada y la continuidad con notas, planes y papeles anteriores, redactados en Tanzania, Praga y Cuba, antes de partir a Bolivia. Este núcleo de continuidad está sintetizado en un plan general sobre la historia dividido en cinco partes. Plan que es, al mismo tiempo, el índice de un futuro libro de crítica de la economía política (así lo piensa inicialmente el Che) y un programa de investigación historiográfico sobre el marxismo, el capitalismo, el socialismo y la transición de uno a otro sistema mundial.
Ese plan de investigación —centrado en la concepción materialista de la historia de Marx y su teoría de los modos de producción, interpretada por el Che de manera totalmente distinta a la de Stalin— constituye el hilo rojo que entreteje las reflexiones filosóficas de Tanzania, los materiales críticos de la economía política de Praga y las lecturas y reflexiones teóricas de Bolivia.
Los autores leídos, extractados y comentados por el Che en estos Cuadernos son: el sociólogo estadounidense C.Wright Mills, el filósofo húngaro György Lukács; Friedrich Engels; su amigo Fidel Castro; el dirigente bolchevique ruso León Trotsky; los profesores soviéticos de filosofía Mark Moisevich Rosental, G.M. Straks y Mikhaíl Aleksandrovich Dynnik, finalmente el ensayista boliviano (integrante del PC Boliviano) Jorge Alejandro Ovando Sanz.
Si sobre Wright Mills el Che opina que su antología Los marxistas constituye “una clara muestra de la intelectualidad liberal de izquierda norteamericana” en el caso de la obra El joven Hegel de Lukács, Guevara sostiene que “Es un libro de mucha profundidad que analiza exhaustivamente la filosofía hegeliana de su juventud y trata de explicarla. Contribuye a iniciar en la difícil filosofía hegeliana, explicando incluso su vocabulario junto con su metodología. Presenta análisis muy sugerentes, entre los que está la afirmación de que la dialéctica hegeliana no es solo la inversa de la materialista, sino que tiene sus propias leyes y su mecánica, hundiéndose en mistificaciones que la convierten en un pantano intransitable”.
En cuanto a la Historia de la revolución rusa de Trotsky, Guevara opina que “Es un libro apasionante pero del cual no se puede hacer una crítica pues está de por medio la calidad de actor [subrayado del Che] que tiene el historiador. De todas maneras, arroja luz sobre toda una serie de hechos de la gran revolución que estaban enmascarados por el mito. Al mismo tiempo, hace afirmaciones aisladas cuya validez es total al día de hoy. En resumen, si hacemos abstracción de la personalidad del autor y nos remitimos al libro, éste debe considerarse una fuente de primer orden para el estudio de la revolución rusa”.
Finalmente, en relación con el libro de Ovando Sanz del PC boliviano, el Che lo cuestiona como un “Libro monocorde, con una tesis interesante sobre el tratamiento de Bolivia como Estado multinacional y el [ilegible], aquí expresa que la Reforma Agraria boliviana es un mito, cosa que habría que investigar más a fondo y estadísticamente. Se pudo haber hecho un folleto de 50 pgs. pero el autor nos obsequia con 450, desilvanadas, repetidas y con profusión de estas”.

Su laboratorio mental

Estos Cuadernos filosóficos de Bolivia constituyen un indicio importante para continuar explorando el laboratorio mental del Che Guevara. En la tradición marxista existen muchos antecedentes de manuscritos inéditos que hicieron historia. Por ejemplo los Manuscritos económico-filosóficos [1844] y las Tesis sobre Feuerbach [1845] de Marx; los Cuadernos filosóficos [1914-16] de Lenin, los Cuadernos de notas filosóficas [1933-1935] de Trotsky, las Tesis sobre el concepto de historia [1940] de Benjamin o los Escritos económicos inéditos [1960] de Mao. Los Cuadernos filosóficos del Che en Bolivia juegan un papel análogo y se inscriben en esa prolongada tradición de pensamiento político donde la reflexión escrita ha sido tan fundamental.
En su conjunto estos Cuadernos filosóficos, aun inacabados debido a su asesinato, expresan la madurez del Che, su reelaboración de la concepción materialista de la historia leída e interpretada desde América latina y un mapa de sus búsquedas teóricas. Al leer estas páginas queda completamente desdibujada la ficción que lo caracteriza como un revolucionario improvisado, un marxista aficionado y un fanático militarista sin ideología. Por el contrario, Guevara conocía en profundidad a los principales exponentes de la tradición marxista (desde Marx y Engels a Lenin, desde Trotsky a Lukács, desde Fidel Castro a Rosa Luxemburg).
Lo más llamativo y lo que más polémica generará será seguramente su balance sobre León Trotsky, además de sus lecturas de Hegel a través del principal marxista hegeliano del siglo XX, el húngaro György Lukács.
Desde lo más profundo de la selva de Bolivia, en medio de las feroces persecuciones del Ejército, la CIA y los rangers norteamericanos, con una mano en su fusil y con la otra en sus libros de filosofía, el Che nos sigue interpelando.
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CARTOGRAFÍA SOBRE CHE GUEVARA
Sitios de internet donde encontrar sus escritos: http://amauta.lahaine.org http://www.marxists.org
La mejor biografía: - Paco Ignacio Taibo II: Ernesto Guevara, también conocido como el Che. Ed.Planeta. La mejor de todas y la más completa, aunque no profundice en el marxismo teórico de Guevara (directamente ausente en el resto de las biografías).
La mejor edición de su obra: - El Che en la Revolución Cubana. Siete tomos. Ediciones del Ministerio del Azúcar, Cuba. Realizada por su ayudante Orlando Borrego en vida del Che. Esta edición contó con algunos cientos de ejemplares. Sólo circuló entre militantes cubanos. Contiene materiales todavía inéditos en otras ediciones “completas”. - Proyecto editorial Centro Che Guevara de La Habana – Ocean Press. Este plan ha comenzado a publicar su obra inédita, además de la ya conocida.
Últimas ediciones de escritos inéditos: - Ernesto Che Guevara: Apuntes críticos a la economía política. La Habana, Ocean Press, 2006. Extenso libro (431 pág.) que reproduce las notas críticas de Guevara al Manual de economía política oficial en la Unión Soviética. En este libro Guevara vaticina (¡en 1965!) el regreso de la URSS al capitalismo. - Ernesto Che Guevara: Una síntesis biográfica de Marx y Engels. Bogotá, Ocean Sur, 2007. Biografía de Marx y Engels, redactada por el Che Guevara. - Ernesto Che Guevara: Prima di morire. Appunti e note di lettura [Antes de morir. Apuntes y notas de lectura]. Milano, Feltrinelli, 1998. Este libro, todavía inédito en castellano, aunque próximamente coeditado por el Centro Che Guevara y Ocean Press, contiene el diario filosófico que Guevara iba redactando en Bolivia en paralelo al diario militar. Este diario filosófico (hasta hoy apropiado por el ejército boliviano) contiene escritos y notas de lectura del Che sobre György Lukács, Ch. Wright Mills, Fidel Castro; León Trotsky, Friedrich Engels, M.M.Rosental y G.M. Straks; Jorge Ovando Sanz; M.A.Dynnik y poemas de Rubén Darío.
Estudios sobre el Che Guevara: - Michael Löwy: El pensamiento del Che Guevara. Editorial Siglo XXI (ed.varias) - Néstor Kohan: Ernesto Che Guevara: El sujeto y el poder. Bs.As., Nuestra América, 2005. Prólogo de M.Löwy. - Orlando Borrego: Che Guevara, el camino del fuego. Bs.As., Hombre Nuevo, 2002. - Fernando Martínez Heredia: Che y el socialismo. Bs.As., Dialéctica, 1993. - Carlos Tablada Pérez: El pensamiento económico del Che. Nuestra América (ed. varias). Prólogos de F.Martínez Heredia, Aurelio Alonso, Néstor Kohan y Celia Hart.

Cátedra Che Guevara - Colectivo Amauta: http://amauta.lahaine.org