lunes, 29 de abril de 2013

El 1° de Mayo y el Frente Único




El 1° de Mayo es, en todo el mundo, un día de unidad del proletariado revolucionario, una fecha que reúne en un inmenso frente único internacional a todos los trabajadores organizados. En esta fecha resuenan, unánimemente obedecidas y acatadas, las palabras de Carlos Marx: "Proletarios de todos los países, uníos". En esta fecha caen espontáneamente todas las barreras que diferencian y separan en varios grupos y varias escuelas a la vanguardia proletaria.
El 1° de Mayo no pertenece a una Internacional, es la fecha de todas las Internacionales: socialistas, comunistas y libertarios de todos los matices se confunden y se mezclan hoy en un sólo ejército que marcha hacia la lucha final.
Esta fecha, en suma, es una afirmación y una constatación de que el frente único proletario es posible y es practicable y de que a su realización no se opone ningún interés, ninguna exigencia del presente.
A muchas meditaciones invita esta fecha internacional. Pero para los trabajadores peruanos la más actual, la más oportuna es la que concierne a la necesidad y a la posibilidad del frente único. Últimamente se han producido algunos intentos seccionistas. Y urge entenderse, urge concretarse para impedir que estos intentos prosperen, evitando que socaven y que minen la naciente vanguardia proletaria del Perú.
Mi actitud, desde mi incorporación en esta vanguardia, ha sido siempre la de un fautor convencido, la de un propagandista fervoroso del frente único. Recuerdo haberlo declarado en una de las conferencias iniciales de mi curso de historia de la crisis mundial. Respondiendo a los primeros gestos de resistencia y de aprensión de algunos antiguos y hieráticos libertarios, más preocupados de la rigidez del dogma que de la eficacia y la fecundidad de la acción, dije entonces desde la tribuna de la Universidad Popular: "Somos todavía pocos para dividirnos. No hagamos cuestión de etiquetas ni de títulos."
Posteriormente he repetido estas o análogas palabras. Y no me cansaré de reiterarlas. El movimiento clasista, entre nosotros, es aún muy incipiente, muy limitado, para que pensemos en fraccionarlo y escindirlo. Antes de que llegue la hora, inevitable acaso, de una división, nos corresponde realizar mucha obra común, mucha labor solidaria. Tenemos que emprender juntos muchas largas jornadas. Nos toca, por ejemplo, suscitar en la mayoría del proletariado peruano, conciencia de clase y sentimiento de clase. Esta faena pertenece por igual a socialistas y sindicalistas, a comunistas y libertarios. Todos tenemos el deber de sembrar gérmenes de renovación y de difundir ideas clasistas. Todos tenemos el deber de alejar al proletariado de las asambleas amarillas y de las falsas "instituciones representativas". Todos tenemos el deber de luchar contra los ataques y las represiones reaccionarias. Todos tenemos el deber de defender la tribuna, la prensa y la organización proletaria. Todos tenemos el deber de sostener las reivindicaciones de la esclavizada y oprimida raza indígena. En el cumplimiento de estos deberes históricos, de estos deberes elementales, se encontrarán y juntarán nuestros caminos, cualquiera que sea nuestra meta última.
El frente único no anula la personalidad, no anula la filiación de ninguno de los que lo componen. No significa la confusión ni la amalgama de todas las doctrinas en una doctrina única. Es una acción contingente, concreta, práctica. El programa del frente único considera exclusivamente la realidad inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía. Preconizar el frente único no es, pues, preconizar el confusionismo ideológico. Dentro del frente único cada cual debe conservar su propia filiación y su propio ideario. Cada cual debe trabajar por su propio credo. Pero todos deben sentirse unidos por la solidaridad de clase, vinculados por la lucha contra el adversario común, ligados por la misma voluntad revolucionaria, y la misma pasión renovadora. Formar un frente único es tener una actitud solidaria ante un problema concreto, ante una necesidad urgente. No es renunciar a la doctrina que cada uno sirve ni a la posición que cada uno ocupa en la vanguardia, la variedad de tendencias y la diversidad de matices ideológicos es inevitable en esa inmensa legión humana que se llama el proletariado. La existencia de tendencias y grupos definidos y precisos no es un mal; es por el contrario la señal de un periodo avanzado del proceso revolucionario. Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan entenderse ante la realidad concreta del día. Que no se esterilicen bizantinamente en exconfesiones y excomuniones reciprocas. Que no alejen a las masas de la revolución con el espectáculo de las querellas dogmáticas de sus predicadores. Que no empleen sus armas ni dilapiden su tiempo en herirse unos a otros, sino en combatir el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes.
Tratemos de sentir cordialmente el lazo histórico que nos une a todos los hombres de la vanguardia, a todos los fautores de la renovación. Los ejemplos que a diario nos vienen de fuera son innumerables y magníficos. El más reciente y emocionante de estos ejemplos es el de Germaine Berthon. Germaine Berthon, anarquista, disparó certeramente su revólver contra un organizador y conductor del terror blanco por vengar el asesinato del socialista Jean Jaurés. Los espíritus nobles, elevados y sinceros de la revolución, perciben y respetan, así, por encima de toda barrera teórica, la solidaridad histórica de sus esfuerzos y de sus obras. Pertenece a los espíritus mezquinos, sin horizontes y sin alas, a las mentalidades dogmáticas que quieren petrificar e inmovilizar la vida en una fórmula rígida, el privilegio de la incomprensión y del egotismo sectarios.
El frente único proletario, por fortuna, es entre nosotros una decisión y un anhelo evidente del proletariado. Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los afirman y de los que creen.

José Carlos Mariátegui

Escrito en 1924

domingo, 28 de abril de 2013

“No se trata de ayudar a Haití, es una ocupación”




De visita en Argentina, el senador haitiano Jean Charles Moise denunció las violaciones a los Derechos Humanos que lleva a cabo la misión de la ONU en Haití que ya lleva 9 años en el país. Además denunció que se está viviendo una ocupación militar encubierta.
Jean Charles Moise es actualmente senador en Haití. Fue dos veces alcalde de la ciudad de Milot en el norte de su país, hasta el golpe de Estado del 29 de febrero de 2004. Junto a otros 400 alcaldes se vio obligado a abandonar su puesto por su identificación con el partido Fanmi Lavallas del depuesto presidente Jean-Bertrand Aristide. Participó en el gobierno de René Preval y actualmente es opositor al gobierno de Michel Martelly.

La historia reciente de Haití

Luego de una sangrienta dictadura que duró más de 30 años bajo el clan de los Duvallier, se realizaron elecciones en Haití en el año 1991. Allí resultó electo Jean-Bertrand Aristide quien, con apoyo estadounidense, fue depuesto de su cargo por un golpe de Estado siete meses después de asumir.
Sin embargo, la sangrienta dictadura de Raoul Cédras no era bien vista en los años ’90 cuando Washington se erigía como el campeón de la democracia mundial. Por estos motivos Aristide fue restituido (ahora con los estadounidenses de su lado) en 1994. En 1995 René Preval (aliado de Aristide) le sucedió en la presidencia y en el año 2000 Jean-Bertrand retornó al gobierno en Puerto Príncipe.
Sin embargo el nuevo triunfo de Aristide se dio en el marco de denuncias de fraude y se empezó a gestar un fuerte movimiento de oposición desestabilizador. A esto se sumó el acercamiento de Aristide a Cuba y Venezuela lo cual le ganó la antipatía de los Estados Unidos.
Finalmente en febrero de 2004 Aristide fue destituido luego de varios meses de desestabilización por parte de la oposición política, grupos armados y la Embajada de Estados Unidos en Haití.
Boniface Alexandre, su sucesor, solicitó a Naciones Unidas la intervención con el envío de una Fuerza Multinacional Provisional integrada principalmente por efectivos de Estados Unidos, Francia y Canadá. A partir de junio de 2004 fue establecida la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH, por sus siglas en francés) compuesta de aproximadamente 7000 efectivos militares, provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Italia, Jordania, Nepal, Pakistán, Paraguay, Perú, Sri Lanka y Uruguay.
La misión tenía un mandato de seis meses para estabilizar el país y convocar a elecciones. En 2013, a casi nueve años de su llegada, la MINUSTAH sigue ocupando Haití.

Una campaña internacional

En ese contexto, el senador Jean Charles Moise se encuentra actualmente “llevando adelante una campaña internacional de sensibilización de lo que está pasando en Haití” tal como declaró en la entrevista que se le realizó en Radio Sur FM 88.3.
Moise explicó que “la ONU nos mandó tropas supuestamente para ayudar y estabilizar Haití. Al comienzo se hablaba de seis meses pero ahora nos damos cuenta que todo cambió” y agregó: “Hoy nos damos cuenta que no se trata de ayudar o estabilizar a Haití si no que es una ocupación”.
El senador comentó que la ocupación trajo más problemas que soluciones. Aumentaron las “violaciones de los Derechos Humanos; tuvimos el ahoracamiento de un haitiano en el campo; el problema del cólera introducido por las tropas de Nepal que forman parte de la MINUSTAH”. Además sostuvo que la presencia de fuerzas extranjeras “nos lastima en nuestra dignidad como pueblo” ya que “Haití fue el primer país negro en liberarse, en hacerse independiente en el continente”.
Por otra parte el parlamentario haitiano explicó los motivos de la continuidad de esta ocupación a partir de los intereses económicos de algunas potencias. “De acuerdo a ciertos estudios que se realizaron hace poco se supo que hay muchísimos recursos naturales: uranio y oro” en el país. “Ahora los norteamericanos quieren esos recursos”.
Entonces “sobre la base de un conflicto político en el comienzo se dijo que eran tropas para estabilizar el país. Como EE.UU., Francia y Canadá en ese entonces no podían ocupar directamente porque iba a generar una revuelta se decidió usar a los argentinos y brasileños para ocupar porque son hermanos de Haití. Pero en el fondo nos son los argentinos o los brasileños los que nos ocupan si no los norteamericanos, canadienses y franceses” remarcó Moise.
En este sentido el senador haitiano puso de relieve el papel que cumple la MINUSTAH en cuanto al control político y social de su país. “Cada vez que tenemos un problema de inseguridad en una zona y llamamos a la MINUSTAH, la MINUSTAH nos contesta ‘no estamos para eso’. Pero cuando el pueblo haitiano bajó a la calle para marchar en contra de la pobreza y de la miseria ahí si la MINUSTAH estuvo para reprimir” explicó.
Desde su banca de Senador, junto a otros parlamentarios, presentaron un proyecto que se aprobó “en la cual pedimos el retiro gradual de la MINUSTAH”. Además la resolución plantea la indemnización de las víctimas del cólera y que la ONU redirecciones los fondos que van a la MINUSTAH para fortalecer las áreas de salud y educación. Jean Charles Moise resume estos planteos en una frase: “Tenemos que reemplazar los vehículos de guerra por tractores para los campesinos”.
“Por todo eso pedimos el retiro de la MINUSTAH. Esa es nuestra batalla” concluyó.

sábado, 27 de abril de 2013

Entrevista a Noam Chomsky por Atilio Borón, , "El itinerario hacia la Gran Estrategia Imperial".


Antonio Gramsci. Los días de la cárcel




Título original: Antonio Gramsci. I giorni del carcere.
Dirección: Lino del Fra.
Guión: Pier Giovanni Anchisi y Lino del Fra.
Reparto: Riccardo Cucciolla, Lea Massari, Mimsy Farmer y Jacques Herlin.
Música: Egisto Macchi.
Año: 1977.
País: Italia.
Idioma: En italiano. Subtítulos disponibles en castellano.
Duración: 127 minutos.
Sinopsis: "Gramsci, los años de cárcel" es un riguroso drama biográfico que realiza un recorrido por el complejo devenir personal e ideológico de este líder y teórico político italiano. El filme se detiene concretamente en los años que Gramsci estuvo recluido en prisión a causa de su praxis política y en la intensa actividad teórica que desarrolló hasta su muerte en abril de 1937.
Nacido en 1891 en Cerdeña, Gramsci se adhirió en 1913 al Partido Socialista y acogió con entusiasmo la Revolución Bolchevique de 1917. Tras colaborar en el movimiento de ocupación de fábricas y en los consejos obreros de Turín, fundó junto con otros el Partido Comunista italiano en 1921 y fue miembro de su comité central.
Tras un breve periodo en la URSS, volvió a Italia en 1924 y en enero de 1926 fue elegido secretario general del PCI. Diez meses después fue detenido por la policía fascista y condenado a veinte años, cuatro meses y cinco días de reclusión. Desahuciado, fue internado en un centro sanitario en 1937, pocos días antes de morir enfermo.
Con el transcurrir de los años su pensamiento político se fue alejando cada vez más de las ideas autoritarias que empezaban a regir la Unión Soviética hacia una forma de pensar que apostaba por la disminución del poder del Estado a favor de la hegemonía expansiva y no represiva del proletariado.

viernes, 26 de abril de 2013

Chavarría cerca de concluir biografía novelada de Raúl Sendic




Daniel Chavarría, Premio Nacional de Literatura, da los toques finales a una biografía novelada del revolucionario uruguayo Raúl Sendic, el legendario fundador del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, un libro que espera sea un éxito editorial.
Al menos la lectura de uno de los capítulos de esa obra en preparación cautivó al grupo de fieles que acudió a la Asociación Cubana de Naciones Unidas para dialogar con el escritor.
Chavarría se confesó atraido por la historia de Sendic, y quiso contarla con la amenidad que proporciona la novela, la misma que le falta a “los libracos que solo leen, si acaso, los viejos militantes”, señaló.
“Me propuse escribir esta novela con la máxima amenidad posible, para que sea leída con voracidad, pero respetando el pensamiento de Sandic”, dijo el autor.
La prosa tiene mucho del lenguaje rioplatense y del bahiano de la frontera entre Uruguay y Brasil, donde comenzó la lucha de Sandic.
Respecto al uso de elementos de ficción, Chavarría los consideró lícitos y plausibles en el género biográfico, porque da credibilidad a los personajes y las situaciones en un determinado contexto.
En tal sentido, reconoce como historia a los grandes hechos imposibles de negar, pero el resto está lleno de falsedades y de subjetividades, con “más literatura que realidad”, dice.
Protagonista de una vida intensa y aventurera, Chavarría aseguró que igual habría sido un buen escritor de gabinete, porque sabe documentarse e investigar con los que saben.
El autor de Allá ellos y Una pica en Flandes piensa que sus libros sobre temas cubanos son creíbles porque ha logrado un equilibrio entre la crítica y el encomio de la realidad.
Considera que su mejor novela es El ojo de Cibeles, por eso a los que comienzan a leerlo ahora les recomienda empezar por otros libros de su vasta obra, que incluye clásicos del policial como Joy.
A punto de cumplir 80 años de edad, Chavarría admite que la vejez es triste, pero disfruta el privilegio de vivir y lo hace con gran intensidad a través de sus personajes.
Coleccionista de dicharachos y profundo conocedor del idioma español, el exitoso escritor asegura que las ideas le surgen en cualquier lugar, pero las musas solo vienen cuando está trabajando.

Charly Morales Valido

Sindicatos pasan factura a gobierno




La última Mesa Representativa del Pit-Cnt aprobó un paro general parcial para el 23 de mayo en el marco de la discusión por la Rendición de Cuentas y la negociación colectiva en el sector privado.

Una decena de sindicatos públicos y privados reclamó el jueves 18 ante el Ministerio de Economía (MEF) un "cambio en la política económica" porque "demuestra signos de agotamiento".
Esa fue una de las consignas de la movilización del jueves pasado que incluyó un paro en los sindicatos de la enseñanza de Montevideo y una movilización conjunta con la Organización de Jubilados y Pensionistas (Onajpu).
La plataforma sindical incluyó una lista de 10 puntos entre los que se encuentra la instalación de una comisión que estudie la viabilidad de un frigorífico nacional. Se trata de una aspiración de los sindicatos conducidos por comunistas que generó polémica en la discusión del Presupuesto Nacional que se laudó con la creación de una comisión que nunca se instaló.
Por otro lado, se planteó la implementación de un sistema de compras estatales que apoye a la industria nacional. Hace dos semanas el sindicato metalúrgico (Untmra) y la Cámara Metalúrgica (CM) se reunieron con el presidente José Mujica para analizar el plan.
Varios ministerios quedaron en responder por escrito sobre las formas en que se podría aplicar la propuesta, según dijo a El País el coordinador del Pit-Cnt y líder de la Untmra, Marcelo Abdala.
El documento también incluía menciones a otras propuestas que hasta ahora no tuvieron una respuesta del gobierno, como el "plan de desarrollo naval del Estado" y la instalación de una "Banca de Desarrollo". Además, pidieron aumentar los salarios menores a $ 14.000.
Conflictos.La última Mesa Representativa del Pit-Cnt aprobó un paro general parcial para el 23 de mayo en el marco de la discusión por la Rendición de Cuentas y la negociación colectiva en el sector privado.
El jueves 18 una delegación de negociadores del Poder Ejecutivo se reunió con los delegados de los sindicatos de la Administración Central (COFE) para comenzar a analizar la próxima Rendición de Cuentas.
Los sindicatos reclaman que se cambie la forma en que se calculan los incrementos por inflación. Al respecto el gobierno se mostró de acuerdo con la posibilidad de discutir ese punto. Por otro lado, los delegados de COFE consultaron por la posibilidad de incrementos salariales.
La respuesta del Poder Ejecutivo fue que había disposición para evaluar un cambio en la dirección de algunas partidas presupuestales, dijo ayer a El País el secretario general de COFE, José Lorenzo López.
En tanto, el miércoles 17 una delegación de la Coordinadora de Sindicatos de la Educación (CSEU) se reunió con el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich, y técnicos del MEF para analizar un eventual incremento salarial en la Rendición de Cuentas.
Fuentes sindicales que estuvieron en la reunión, dijeron a El País que el presidente Mujica ordenó a través de Ehrlich que se mantuvieran las negociaciones.
Los sindicalistas quedaron con la sensación de que habrá un aumento salarial, dijeron las fuentes.
Sin embargo, los consejeros de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), que son los primeros encargados en fijar las prioridades presupuestales para la enseñanza, no tienen previsto realizar ninguna solicitud hasta que el Poder Ejecutivo se los pida, trasmitió el presidente de ANEP, Wilson Netto, a los sindicatos.
En tanto, el fin de semana pasado la asamblea de delegados del sindicato de Secundaria (Fenapes) resolvió un plan de acción que incluye un paro nacional de 24 horas para el 23 de mayo. Además, durante la primera semana de junio se aplicará en Secundaria otro paro de 24 horas. En este caso tendrá lugar en tres regiones del país a lo largo de tres días.
Además, resolvieron reunir la asamblea de delegados el 9 de junio con el objetivo de resolver un paro por tiempo indeterminado (huelga) con ocupación de los liceos.
El Frente Amplio y Mujica el que más, han denigrado al movimiento sindical cuando se han hecho paros, huelgas y manifestaciones reclamando mejoras, ya que según Mujica "se ponen palos en la rueda". "La rueda" serían el gobierno y la "unidad" del FA. Se ha llegado a copar asambleas sindicales al llamado de Topolansky (MPP) para que no se hiciese un paro que afectaría las elecciones internas del FA. Todo a nombre de la unidad. Unidad para no hacer olas y dejar tranquilo al gobierno. Unidad para no reclamar porque es una molestia para el gobierno. Unidad para que no hayan ni voces ni actos que no estén dentro de los programados parámetros del gobierno. Unidad se ha dicho (Mujica) porque los paros de los recolectores le abrían la puerta a Hitler. Y todos aquellos que no acatáran la unidad oficialista desde arriba eran "cabecitas díscolas" (que serán fichadas como antisistema). Aquí está el ejemplo de estos funcionarios públicos (el gobierno y sus ministros) a los que no se les reclama rendimiento ni horario para pagarles el sueldo. Mujica y el gobierno FA esos sí que le están haciendo el juego a la derecha con su inoperancia, descontrol, falta de diálogo y de realizaciones, y por creerse que las diferencias se resuelven no reuniéndose.

Colectivo Noticias Uruguayas

jueves, 25 de abril de 2013

Fidel, inagotable revolucionario




Libro de reflexiones de Fidel se presenta en Francia

Texto leído por Hernando Calvo Ospina, el 17 de abril 2013 en la Casa de la América Latina de Paris, durante la presentación del libro “Le droit de l’Humanité à l‘existence” (El Derecho de la Humanidad a Existir), el cual contiene 22 “Reflexiones” del dirigente cubano Fidel Castro Ruz. Al final del texto se encuentra la dirección web para acceder al video con la intervención de los todos los oradores del acto (en francés).

«Es uno de los más grandes personajes del Siglo XX. En Francia, no existe ninguno de su talla, ni siquiera Charles de Gaulle. Se quiera o no a Fidel Castro, este hombre es un mito vivo…» Esto me lo expresó el gran actor francés Pierre Richard, durante una entrevista que realicé hace seis años.
Y sí, Fidel, como nos hemos acostumbrado a llamarle quienes admiramos su vida y obra, es un personaje fuera de serie.
En tres ocasiones he podido compartir diálogos con él, y estos quedaron grabados en mi memoria como de los más importantes momentos de mi vida. También he tenido la oportunidad de escucharlo en vivo en varias ocasiones. Yo no tomaba nota de sus análisis, pues sabía que al otro día los leería en los diarios cubanos. Es que yo prefería detallarlo. Ver cómo sus manos gesticulaban junto a la barba, mientras su dedo índice de la mano derecha parecía una batuta. Siempre creí que se quedaría sin voz, pues daba la sensación de estar agripado, pero en cada ocasión habló más de cuatro horas. Por el sentido de sus frases pasaba de dirigente a maestro; de compañero a padre.
Sería necesaria una larga búsqueda en la historia de la humanidad para encontrar a un líder político con tantas capacidades como Fidel ha demostrado. Además de tener una memoria prodigiosa, Fidel puede realizar cálculos matemáticos improvisados y en un abrir y cerrar de ojos. En la televisión, después de un discurso sobre geoestrategia, El sabía dar consejos a la población sobre la mejor manera de preparar un plato de la gastronomía tradicional cubana, con una olla multiusos que el gobierno entregaría a precio extremadamente módico; Se cuenta que durante la guerra de liberación de Angola y contra el estado racista de Sudáfrica, él asesoró a sus generales y casi dirigió las principales batallas desde La habana ; El le ha dado seguimiento al desarrollo de un ciclón, que amenazaba con pasar por Cuba, para luego explicar a los ciudadanos las medidas que se debían tomar para afrontarlo.
Es cierto que no la ha tenido fácil cuando ha realizado comentarios sobre un partido de beisbol, y una parte de la población no ha estado de acuerdo con El pues ello beneficiaba a un equipo. Tampoco produjo risas al proponer que se controlara el consumo de ron para el beneficio de la salud del pueblo: ha sido de las poquísimas propuestas de Fidel que nunca pudieron ser aplicadas.
Hasta donde he conocido, en una sola ocasión se creyó que se había vuelto loco. Fue durante un discurso en la ciudad de Camagüey, el 26 de julio de 1989. Ahí se le ocurrió decir a viva voz : « porque si mañana o cualquier día nos despertáramos con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS, o, incluso, que nos despertáramos con la noticia de que la URSS se desintegró, cosa que esperamos que no ocurra jamás…” Repito, eso lo dijo en julio de 1989, y mucha gente quedó preocupada pensando que el sol le estaba haciendo daño al Comandante. Y ¿qué pasó dos años después? ¡Se desintegró la URSS! El ya había analizado por donde estaba caminando Gorbachov.
Y con la desaparición de la URSS y el llamado bloque socialista europeo llegaron los momentos más difíciles que ha vivido esa revolución, pues Cuba quedó solita en este mundo. Se acabó el petróleo, la electricidad, la comida… Y muchos gatos terminaron en las ollas. Se vivió, durante casi ocho años, la misma situación que sufrió Europa al fin de la Segunda Guerra Mundial. Con una diferencia inmensa: USA entregó comida en préstamo a Europa, mientras que a Cuba le arreció el bloqueo para tratar de doblegar a la revolución por hambre. Y en ese 26 de julio de 1989, Fidel también había dicho que así se acabara la URSS: “¡aun en esas circunstancias Cuba y la Revolución Cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo!» ¡Y resistieron! El FMI y el BM no saben cómo fueron saliendo del abismo sin privatizar una escuela ni hospital. Yo busqué la respuesta en las calles cubanas. Y muchas personas me respondieron lo mismo: “Fidel nos dijo que de esa saldríamos. Y nosotros le creímos”. Y yo me atrevo a precisar: fue la fe en Fidel y en la revolución que él dirigía, pero también fue la solidaridad que existió entre los cubanos, que compartieron la poca sal y el poco arroz.
También la revolución ha sobrevivido porque Fidel y los cubanos no quisieron copiar ningún sistema, ni chino, ni soviético u otro. Construyeron una revolución a la cubana. Fidel no aprueba a los copiones. Siempre ha dicho que es mejor equivocarse por uno mismo. Así, en 50 años, a pesar de los errores, Fidel y los cubanos fueron moldeando otra sociedad más igualitaria. Pero claro, 50 años son muy poco tiempo para quitarse el lastre de 500 años de colonialismo europeo y estadounidense.
Fidel ha sido un estratega como muy pocos en la historia de la humanidad. Un soñador con un corazón inmenso, que ha vivido para su pueblo y la revolución: ha sido un soldado en la primera trinchera. Pero, además, ha hecho mucho por muchos pueblos pobres del mundo. Cuando diversos gobiernos proponían enviar tropas, El enviaba médicos y profesores de gratis. Haití ha sido el último ejemplo. Recuerdo mi incredulidad cuando supe que había decidido crear la Escuela Latinoamericana de Medicina, para becar a miles de jóvenes pobres latinoamericanos y estadounidenses. Y lo hizo a fines de los años noventa, cuando la situación económica seguía siendo difícil. Ahí sigue la ELAM, formando médicos para el continente.
En diciembre 2011 Fidel ingresó al Libro Guinness de los records como « la persona que más se ha intentado asesinar ». Se calcula que desde 1959 hasta el año 2000 se realizaron 638 planes e intentos, en su gran mayoría adelantados por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, CIA. Y no se olvide que la CIA depende directamente del presidente de esa nación. Wayne Smith, ex jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, me dio su versión del por qué su gobierno se obsesionó en asesinar a Fidel. Esta fue su respuesta: "Muchos líderes políticos nuestros han creído que Cuba tiene que ser parte de nuestro territorio; o que allá se debe hacer lo que nosotros queramos. Y si no hubiera sido por Castro seguramente sería así. Castro se convirtió en un entrometido que nos desafió y se burló de nosotros. Y esto le crispa los nervios a una superpotencia,”
Le faltó precisar al diplomático que Fidel y su Revolución le dieron un vuelco total al continente americano. Ya nada volvió a ser igual, ni militar ni políticamente: Washington tuvo que readaptar toda su estrategia de imperio.
Pero ¿cómo pudo Fidel Castro sobrevivir a tanto ensañamiento y tantos recursos? Muchos siguen recordando aquella tarde del 8 de enero de 1959 cuando Fidel llegó triunfante a La Habana, y en medio del discurso una paloma se posó en su hombro. En el silencio que se estableció, muchos se persignaron pues creyeron que Dios bendecía al “elegido”. Pero ningún poder extraterrenal hubiera podido hacer mucho por su seguridad, si no hubiera sido porque su pueblo, de adentro y afuera, además de muchos amigos de esa revolución, lo han cuidado.
El 19 de febrero 2008 yo estaba en La Habana. Hacía un sol resplandeciente en aquella mañana, pero el ambiente era diferente por todas partes. Es que pocas horas antes se había difundido el mensaje de Fidel donde declaraba que renunciaba a sus funciones como presidente del Consejo de Estado y de Comandante en Jefe. El pedía que lo continuaran llamando, simplemente, « compañero Fidel ». Lágrimas habían en los ojos de muchas personas que me crucé. «Es como si un padre renunciara a ser padre», me dijeron. Pero hacia el mediodía ya se escuchaba: «¿Que renunció Fidel? Pero ¡si Fidel es Fidel! El siempre será nuestro Comandante en Jefe, y ¡hasta después de su muerte!»
Como a muchos les gusta escuchar esto, pues sí, lo voy a decir: Fidel cometió errores. Humano es. Construyendo se cometen errores. Además, construyendo con la espada de la mayor potencia del mundo sobre la cabeza. Pero, además, él los ha reconocido. Para conocerlos sólo es necesario leer parte de su extensa obra intelectual. He visto su capacidad para avanzar mientras corregía sus errores.
Por todo eso y muchísimo más le tengo inmenso respeto y admiración a Fidel, como dirigente político, por humano, por soñador y visionario. Porque gracias a él, en Cuba no existe la miseria que existe en América Latina, pero también en Estados Unidos, y muchos lugares de Europa, incluida la bella Paris. Ningún niño en Cuba duerme en la calles, ni soporta hambre, o se queda sin escuela. Y esta es obra de Fidel. Y trabajar para el futuro de la infancia, que es también actuar para sus padres y las generaciones por venir, es la obra humana más noble y grandiosa.
Y aún así, muchos tratan a Fidel de dictador y han deseado su muerte. Pero es que éstos, sentados en buena mesa, no saben, o no les conviene saber, que miles de millones de humanos en el mundo necesitan “Fideles”. Necesitan a un Fidel Castro Ruz que les haga creer que son humanos y que no sólo vinieron a este mundo a sufrir. 


Muchas gracias.

Hernando Calvo Ospina

EEUU: negocios y guerras en Medio Oriente




Chuck Hagel, secretario de Defensa de Estados Unidos

Dinero fresco para la industria militar, cerrar todavía más el cerco sobre Siria y hostigar a Irán son los objetivos de Estados Unidos, Israel y las monarquías del Golfo Pérsico.
El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, arribó el domingo a Israel, en el marco de una gira que tiene el fin de vender nuevo armamento de guerra a Tel Aviv. Tras su paso por la nación israelí, Hagel se trasladará a Arabia Saudita y Emiratos Árabes. En estos tres países, Estados Unidos venderá misiles, aviones de combate y vehículos de transporte de tropas por un monto total de 10 mil millones de dólares. Pero también seguirá respaldando a estas naciones en sus políticas de injerencia abierta contra Siria y el gobierno del presidente Bashar Al Assad.
Hagel, un republicano que antes de asumir fue el centro de una polémica por su postura “tibia” respecto de Israel, llegó a Tel Aviv con el objetivo, según reseñó el diario español El Mundo, de discutir “el plan nuclear iraní” con sus pares israelíes “y la desintegración de Siria”.
Antes de su arribo, el funcionario declaró que “está claro que Irán supone una amenaza con su programa nuclear”. Hagel agregó que Israel “debe decidir por sí mismo cómo se defiende” de la supuesta amenaza iraní y aclaró que “la última opción debe ser la militar”, situación que no es descartada por la administración del presidente Barack Obama. El gobierno de Teherán manifestó en reiteradas oportunidades que su programa nuclear es con fines pacíficos, ya que la nación persa es signataria del Tratado de No Proliferación y miembro de la Organización Internacional de la Energía Atómica. A esto se suma que todavía no se han presentado pruebas concretas sobre la construcción de armas de destrucción masiva por parte de Irán.
El lunes Hagel se reunió con su homólogo israelí, Moshe Yaalon. En una conferencia conjunta, el funcionario de la Casa Blanca reiteró que Estados Unidos nunca permitirá la superioridad militar de un país o coalición respecto a Israel. Por su parte, Yaalon admitió que aviones israelíes fueron los atacantes de un convoy en el interior de Siria el pasado 30 de enero.
Washington venderá a Tel Aviv aviones de reabastecimiento en vuelo KC-135 que permiten a los cazas de combate permanecer más tiempo en el aire en caso de misiones de larga distancia. También proporcionará radares destinados a cazas de combate y misiles especializados en “estorbar” radares antiáereos. El acuerdo incluye por primera vez el V-22 Osprey, aeronave de transporte militar con capacidad de despegue y aterrizaje verticales. Este paquete militar llegará a Israel en 2015, aunque todavía no está claro si Tel Aviv lo pagará o, como parece, lo incluirá en la asistencia militar anual estadounidense.
La cadena HispanTV señaló que “en momentos cruciales para la economía de Estados Unidos, afectada por la crisis, el Pentágono ha decidido otorgar 220 millones de dólares adicionales al sistema antimisiles del régimen israelí conocido como Iron Dome (Cúpula de Hierro) para el año fiscal 2014”.
Medios de comunicación de Estados Unidos, revelaron la semana pasada un documento de la Agencia de Defensa de Misiles (MDA, por sus siglas en inglés), en el cual se estipula que además de la citada cifra, otros 175.9 millones de dólares podrían ser asignados a este sistema en 2015, a pesar de los recortes presupuestarios. HispanTV agregó que estas medidas tienen que ser aprobadas por el Parlamento estadounidense.
Ante esta situación, desde Irán aseguraron que el país continúa produciendo modernos sistemas de artillería y ensayando tácticas de guerra asimétrica ante las amenazas de un ataque de fuerzas extrarregionales. Así lo declaró el jefe de la unidad de fuerzas terrestres de artillería y cohetería, coronel Sadeq Davarzani. El jefe militar iraní aseguró que las tácticas que desarrollan las Fuerzas Armadas de su país son autóctonas y tienen un carácter defensivo.

Un conservador polémico

El secretario estadounidense de Defensa, de 66 años, fue designado por Obama luego de desempeñarse como senador por el Estado de Nebraska (1996-2008). En el Congreso fue miembro de los comités de Relaciones Exteriores y de Inteligencia. Hagel ingresó al Ejército de su país y combatió en la invasión contra Vietnam, donde fue herido en dos oportunidades, por lo cual fue condecorado. En su biografía autorizada, publicada en 2006, se denominó como un “realista contundente”. Apoyó la invasión a Irak en 2003, pero luego fue crítico. La calificó como “la metedura de pata más peligrosa en la política exterior de este país desde Vietnam”. En el pasado, votó en contra de sancionar a Irán y de incluir a la Guardia Revolucionaria persa en la lista de organizaciones terroristas, aunque según dijo en su audiencia de confirmación era un momento “diferente”.
Con respecto a las políticas nacionales, siempre respaldó el conservadurismo de su Partido. Hagel reconoció las intimidaciones del denominado “lobby judío”, en referencia al grupo de presión Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC). Posteriormente se arrepintió de esas palabras y aseguró que debería haber dicho “lobby proisraelí”.
Hagel fue presidente del Atlantic Council, un think tank especializado en seguridad y defensa. En 1977 se desempeñó como lobbista para la compañía de neumáticos Firestone y en 1980 trabajó en la campaña presidencial de Ronald Reagan. En este gobierno fue nombrado subdirector de la Administración para Asuntos de los Veteranos. En los años 80 cofundó Vanguard Cellular Systems, Inc., compañía de telefonía móvil con la que hizo su actual fortuna.
Entre sus declaraciones más polémicas se encuentra su rechazo abierto a que un diplomático estadounidense sea abiertamente homosexual, por la cual fue duramente criticado y posteriormente se retractó.

miércoles, 24 de abril de 2013

Que se vaya la Suprema Corte de Justicia!




Los familiares, las organizaciones de los DD.HH. y la Jueza Mariana Mota TENÍAN RAZÓN! Qué se vaya la Corte! Qué se reponga a la Jueza Mota en su cargo para el enjuiciamiento a los criminales de lesa humanidad! Qué Mujica le pida disculpas públicas a la Jueza Mota!
Organismo dice que no prescriben
"El Comité desea destacar el carácter continuo del delito de desaparición forzada (...) y recordar los términos en los que ésta (la Convención) regula el régimen de prescripción de este delito, así como destacar su carácter de imprescriptible cuando sea de lesa humanidad", concluyó el organismo de la ONU.

ONU se suma a las críticas a la Justicia por Caducidad

El Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU se sumó a las críticas al fallo de la Suprema Corte de Justicia que declaró prescriptos los delitos cometidos durante la pasada dictadura en Uruguay.
La semana pasada, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA y la Institución de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo -que depende del Parlamento- cuestionaron el fallo de la SCJ e hicieron hincapié en que incumple la sentencia de la CIDH referida a la desaparición de María Claudia García de Gelman, ocurrida en 1976.
La resolución de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) de febrero pasado, que declaró inconstitucional la ley interpretativa de la ley de Caducidad (que había establecido que los delitos contra los derechos humanos cometidos durante la dictadura son imprescriptibles por considerarse casos de lesa humanidad), continúa generando reacciones contrarias de organismos internacionales.
La semana pasada, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA y la Institución de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo -que depende del Parlamento- cuestionaron el fallo de la SCJ e hicieron hincapié en que incumple la sentencia de la CIDH referida a la desaparición de María Claudia García de Gelman, ocurrida en 1976.
Ayer lunes se conoció un dictamen del Comité Contra la Desaparición Forzada de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que cuestiona el criterio de la Corte uruguaya, "en virtud del cual las personas desaparecidas hace más de 30 años son consideradas como fallecidas imputando a los acusados el delito de homicidio especialmente agravado, con las consecuencias" que tal decisión podría acarrear "en materia de prescripción".
"El Estado debería asegurar que las desapariciones forzadas sean investigadas como tales y los responsables sancionados por este delito independientemente del tiempo transcurrido desde el inicio de la conducta delictiva", dice el Comité de la ONU, integrado por 10 expertos independientes de diferentes nacionalidades.
En su comparecencia ante este Comité, la delegación del gobierno uruguayo informó sobre la sentencia de la SCJ. El gobierno explicó que "los dos artículos declarados inconstitucionales establecían que no se computaría plazo alguno procesal, de prescripción o de caducidad (...) para los delitos cometidos durante el gobierno cívico-militar, y que los mismos constituían crímenes de lesa humanidad", los que para la ONU son imprescriptibles.
"El Comité desea destacar el carácter continuo del delito de desaparición forzada (...) y recordar los términos en los que ésta (la Convención) regula el régimen de prescripción de este delito, así como destacar su carácter de imprescriptible cuando sea de lesa humanidad", concluyó el organismo de la ONU.

CRÍTICAS.

La pasada semana, la CIDH notificó sobre la supervisión de la sentencia del caso Gelman contra Uruguay.
En la comunicación se destacó que Uruguay cumplió con varios aspectos de la sentencia, pero crítica la decisión de la SCJ que declaró inconstitucional la ley interpretativa de la Caducidad.
Señaló que es un obstáculo que "podría impedir el acceso a la justicia de las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos" y que "podría representar un instrumento de perpetuación de la impunidad y el olvido".
El organismo de la OEA le recuerda a la SCJ que la sentencia es vinculante para el Estado uruguayo.
"Es incompatible con las obligaciones internacionales del Estado que este deje de cumplir con estas obligaciones, en detrimento del derecho de las víctimas de acceso a la justicia, amparándose en una situación de impunidad que sus propios poderes y órganos hayan propiciado mediante la generación de obstáculos de jure o de facto que impidieran realizar las investigaciones o llevar adelante los procesos durante determinado período", expresa la resolución
También la semana pasada y refiriéndose al fallo de la SCJ, una resolución de la Institución Nacional de Derechos Humanos afirmó que "los Estados deben acatar, en virtud del principio de derecho internacional, las obligaciones asumidas internacionalmente de buena fe, y no pueden invocar razones de derecho interno ni interpretación alguna para dejar de asumir la responsabilidad internacional".
En marzo, una misión de la Comisión Internacional de Juristas había adelantado que Uruguay sería observado por organismos internacionales tras la decisión de la SCJ.
A las críticas internaciones se al fallo de la SCJ, se añaden los cuestionamientos internos, fundamentalmente del Frente Amplio y el Pit-Cnt y las recusaciones de cinco fiscales a los ministros de la Corte.
Nuevo logro democrático! Qué se vaya la Corte!

Colectivo Noticias Uruguayas

domingo, 21 de abril de 2013

Prólogo de la hija del Che a “Pasajes de la Guerra Revolucionaria: Congo”




«Dejaba atrás casi once años de trabajo para la Revolución Cubana al lado de Fidel, un hogar feliz, hasta donde puede llamarse hogar la vivienda de un revolucionario consagrado a su tarea, y un montón de hijos que apenas sabían de mi cariño. Se reiniciaba el ciclo».
-Ernesto Che Guevara

La participación de Che en la guerrilla congolesa resulta expresión de una práctica internacionalista consecuente con sus tesis liberadoras tercermundistas; en sus propias palabras, era «parte de una idea de lucha que estaba totalmente organizada en mi cerebro». Es, pues, nueva afirmación -ya en madurez de esa confluencia entre pensamiento y acción, que se articulan de manera creciente a lo largo de su vida, hasta la gesta boliviana, conformando y dándole esa particular fuerza y sentido a su ejemplo.
Se entrelazan, en estas páginas, la descripción de los hechos vinculados a esta experiencia local con los análisis desde una perspectiva mundial: reflexiones sobre la dominación imperialista y la liberación de los pueblos, las cuales resultan continuidad de un pensamiento que comprende desde sus discursos en Ginebra, Naciones Unidas y Argelia hasta su Mensaje a la Tricontinental, un ideario actuante que tiene como bandera «la causa sagrada de la redención de la humanidad».

ASPECTOS RELEVANTES DE ESTA EDICIÓN

Es la última versión del original íntegro corregido por el Che.
Fue revisada por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
• Incluye el prólogo que escribió Aleida Guevara March para la primera edición (1998) y una nota editorial del Centro de Estudios Che Guevara.
• Contiene mapas de la zona de operaciones de la guerrilla en el Congo, un anexo con el listado de combatientes cubanos y la aclaración de algunos términos, la mayoría de palabras en swahili.
Cuenta con un estimable y valioso dossier de fotos, entre otras:
- Che (Tatu) en el proceso del cambio de fisonomía
- Che caracterizado como Ramón Benítez (identidad asumida para su traslado desde Cuba hasta el Congo)
- Fidel, en la despedida al Che y combatientes cubanos
- Campamentos en el Congo
- Combatientes cubanos y congoleses
- Ejercicios de entrenamiento
- Clases militares
- Vida cotidiana de la guerrilla
- Habitantes de la zona
- Regreso de los combatientes cubanos a Tanzania por el lago Tanganyika• Aparecen notas aclaratorias del Centro de Estudios Che Guevara en relación con determinados hechos, circunstancias, planteamientos o personalidades.
Incluye facsimilares que ayudan a la sustentación de varias notas editoriales.Más información sobre este libro en: http://www.oceansur.com/product/pasajes-de-la-guerra-revolucionaria-congo/

PRÓLOGO

Siempre me han dicho que hay que comenzar un día, pero no me advirtieron que podía ser tan difícil. Este libro fue escrito por un hombre que admiro mucho y respeto desde que tengo conciencia; desgraciadamente ha muerto y por tanto no podrá darme su opinión sobre lo que yo escriba; y lo peor para nosotros es que no pueda explicarles a ustedes lo que quiso decir en ese momento, y si hoy, más de treinta años después de aquellos hechos, agregaría alguna nota aclaratoria, tampoco lo sabemos. Por eso digo que esta tarea es sumamente difícil. Publicar Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo, documento inédito, conservado en su archivo personal, que contiene además la corrección de estilo, la incorporación de observaciones y la eliminación de algunas notas, es un gran compromiso con la historia, pues se sabe que anteriormente se han divulgado otras versiones, las que se corresponden con las primeras transcripciones redactadas por el Che. Si bien autoriza a los editores a realizar los cambios que consideren necesarios, nosotros hemos respetado íntegramente el texto que escribió, pues lo hace después de terminada su misión en el Congo y sometiendo sus notas de la contienda a un análisis crítico y profundo, lo que hace posible «extraer experiencias que sirvan para otros movimientos revolucionarios».
En la «Advertencia preliminar» comienza diciendo: «Esta es la historia de un fracaso». Aunque no estoy de acuerdo, entiendo su estado de ánimo, y es cierto que puede considerarse una derrota, pero personalmente pienso que fue una epopeya. Los que han vivido algún tiempo en ese continente comprenderán sin duda lo que digo; la degradación a que fue sometida desde hace siglos por los llamados colonizadores europeos todavía deja sentir sus efectos dentro de la población africana, la imposición de una cultura diferente, de otras religiones, la paralización del desarrollo normal de una civilización y la explotación de las riquezas naturales, incluyendo la utilización de la fortaleza física de estos hombres como esclavos, arrancados de su hábitat, maltratados, sometidos a humillaciones; deja huellas profundas en estos seres humanos. Si analizamos que todo esto es provocado por otros hombres que todavía hoy se sienten en el derecho de hacerlo y que nosotros de una u otra forma lo permitimos, podemos comenzar a entender cómo reaccionan ante algunos hechos.
De todas formas, muchos se preguntarán por qué el Che Guevara participó en este proceso revolucionario, qué lo motivó para tratar de ayudar a este movimiento. Él mismo nos da la respuesta cuando afirma:
«Porque, en cuanto al imperialismo yanqui, no vale solamente el estar decidido a la defensa; es necesario atacarlo en sus bases de sustentación, en los territorios coloniales y neocoloniales que sirven de basamento a su dominio del mundo».
Desde siempre el Che expresa su deseo de continuar la lucha en otras
tierras del mundo; como médico de profesión y guerrillero de acción, sabía de las limitaciones que la vida impone al hombre y de los sacrificios que demanda de este una actividad tan difícil como la guerra de guerrillas, por lo que es entendible la ansiedad que sentía por hacer realidad sus sueños en las mejores condiciones físicas posibles. Sabemos de su arraigado sentido de la responsabilidad y de su madurez política y el compromiso contraído con muchos compañeros que confiaban en él para continuar la lucha.
Realiza un viaje previo por el continente africano, donde tiene la oportunidad de conocer a algunos de los dirigentes de los movimientos revolucionarios activos en esos momentos, y conoce sus dificultades y preocupaciones. En todo momento mantiene contacto con Fidel Castro, quien en una carta inédita, fechada en diciembre de 1964, le comunica sobre las gestiones que mientras tanto se van realizando desde Cuba:
Che:
Sergio [del Valle] acaba de reunirse conmigo y me informó pormenorizadamente cómo marcha todo. Al parecer no hay dificultad alguna para llevar a cabo el programa. Verbalmente Diocles [Torralba] te dará la información pormenorizada. (…)
La decisión final sobre la fórmula la adoptaremos a tu regreso. Para poder escoger entre las alternativas posibles es necesario conocer las opiniones de nuestro amigo [Ahmed Ben Bella]. Trata de mantenernos informados por vía segura.
De ninguna forma puede olvidarse que en esta batalla, junto al Che, participó un grupo de cubanos con la convicción de que: «Nuestro país, solitario bastión socialista a las puertas del imperialismo yanqui, manda sus soldados a pelear y morir en tierra extranjera, en un continente lejano, y asume la plena y pública responsabilidad de sus actos; en este desafío, en esta clara toma de posición frente al gran problema de nuestra época, que es la lucha sin cuartel contra el imperialismo yanqui, está la significación heroica de nuestra participación en la lucha del Congo».
El Che, junto al grupo de hombres que dirige, pretende fortalecer lo más posible el movimiento de liberación del Congo, lograr un frente único, decantar a los mejores y a los que estén dispuestos a continuar la lucha por la liberación definitiva de África. Trae consigo la experiencia obtenida en Cuba y la pone al servicio de la nueva revolución.
La cruda realidad del Congo, su atraso, la falta de desarrollo político ideológico de la gente y contra lo cual había que luchar con firmeza y decisión, golpea al Che. No faltaron momentos de desalientos y de incomprensiones, pero ante esas adversidades se eleva como una visión profética la enorme confianza y el amor que él sentía por los hombres que deciden crear para sus pueblos posibilidades de desarrollo y mayor dignidad.
En África la historia se ha encargado de hacer realidad esas premoniciones durante más de treinta años, cuando a una conciencia revolucionaria se le ha incorporado una cultura de guerra ascendente, hasta lograr triunfos supremos como los de Cuito Cuanavale, Etiopía, Namibia, entre otros, contribuyendo la soberanía e independencia del continente.
Ya cuando el Che se encontraba en plena actividad combativa en tierra congolesa, la Revolución cubana, que había preservado el mayor tiempo posible la absoluta discreción sobre la actividad internacionalista que él realizaba -soportando con firmeza durante muchos meses un diluvio de calumnias-, decide, al constituirse el Primer Comité Central del Partido, hacer pública su carta de despedida, pues ya era imposible dejar de explicar al pueblo cubano y al mundo la ausencia de quien fuera uno de los más sólidos y legendarios héroes de la Revolución.
En sus notas, el Che llega a la conclusión de que el conocimiento de esta misiva provoca un distanciamiento con los combatientes cubanos: «Había ciertas cosas comunes que ya no teníamos, ciertos anhelos comunes a los cuales tácita o explícitamente había renunciado y que son los más sagrados para cada hombre individualmente: su familia, su tierra, su medio». Si es esta la sensación que tiene en esos momentos, podrán imaginar cuán difícil fue para el compañero Fidel lograr que regresara a Cuba. En varias ocasiones le escribe y trata de convencerlo, lo logra con argumentos sólidos. En junio de 1966, en carta inédita, le escribe:
Querido Ramón:
Los acontecimientos han ido delante de mis proyectos de carta. Me había leído íntegro el proyecto de libro sobre tu experiencia en el C. [Congo] y también, de nuevo, el manual sobre guerrillas, al objeto de poder hacer un análisis lo mejor posible sobre estos temas, sobre todo, teniendo en cuenta el interés práctico con relación a los planes en la tierra de Carlitos [Carlos Gardel]. Aunque de inmediato no tiene objeto que te hable de esos temas, me limito por el momento a decirte que encontré sumamente interesante el trabajo sobre el C. y creo que vale realmente la pena el esfuerzo que hiciste para dejar constancia escrita de todo. (…)
Sobre tu situación
Acabo de leer tu carta a Bracero [Osmany Cienfuegos] y de hablar extensamente con la Doctora [Aleida March]. En los días en que aquí parecía inminente una agresión yo sugerí a varios compañeros la idea de proponerte que vinieras; idea que realmente resultó estar en la mente de todos. El Gallego [Manuel Piñeiro] se encargó de sondear tu opinión. Por la carta a Bracero veo que tú estabas pensando exactamente igual. Pero en estos precisos instantes ya no podemos hacer planes en ese supuesto, porque, como te explicaba, nuestra impresión ahora es que de momento no va a ocurrir nada.
Sin embargo, me parece que, dada la delicada e inquietante situación en que te encuentras ahí, debes, de todas formas, considerar la conveniencia de darte un salto hasta aquí.
Tengo muy en cuenta que tú eres particularmente renuente a considerar cualquier alternativa que incluso poner por ahora un pie en Cuba, como no sea en el muy excepcional caso mencionado arriba. Eso, sin embargo, analizado fría y objetivamente, obstaculiza tus propósitos; algo peor, los pone en riesgo. A mí me cuesta trabajo resignarme a la idea de que eso sea correcto e incluso de que pueda justificarse desde un punto de vista revolucionario. Tu estancia en el llamado punto intermedio aumenta los riesgos; dificulta extraordinariamente las tareas prácticas a realizar; lejos de acelerar, retrasa la realización de los planes y te somete, además, a una espera innecesariamente angustiosa, incierta, impaciente.
Y todo eso, ¿por qué y para qué? No media ninguna cuestión de principios, de honor o de moral revolucionaria que te impida hacer un uso eficaz y cabal de las facilidades con que realmente puedes contar para cumplir tus objetivos. Hacer uso de las ventajas que objetivamente significan poder entrar y salir de aquí, coordinar, planear, seleccionar y entrenar cuadros y hacer desde aquí todo lo que con tanto trabajo solo deficientemente puedes realizar desde ahí u otro punto similar, no significa ningún fraude, ninguna mentira, ningún engaño al pueblo cubano o al mundo. Ni hoy, ni mañana, ni nunca nadie podría considerarlo una falta, y menos que nadie tú ante tu propia conciencia. Lo que sí sería una falta grave, imperdonable, es hacer las cosas mal pudiéndolas hacer bien. Tener un fracaso cuando existen todas las posibilidades del éxito.
No insinúo ni remotamente un abandono o posposición de los planes ni me dejo llevar de consideraciones pesimistas ante las dificultades surgidas. Muy al contrario, porque creo que las dificultades pueden ser superadas y que contamos más que nunca con la experiencia, la convicción y los medios para llevar a cabo los planes con éxito, es por lo que sostengo que debemos hacer el uso más racional y óptimo de los conocimientos; los recursos y las facilidades que se cuenta. ¿Es que realmente desde que se engendró la ya vieja idea tuya de proseguir la acción en el otro escenario, has podido alguna vez disponer de tiempo para dedicarte por entero a la cuestión para concebir, organizar y ejecutar los planes hasta donde ello sea posible? (…)
Es una enorme ventaja en este caso que tú puedes utilizar esto, disponer de casas, fincas aisladas, montañas, cayos solitarios y todo cuanto sea absolutamente necesario para organizar y dirigir personalmente los planes, dedicando a ello ciento por ciento tu tiempo, auxiliándote de cuantas personas sean necesarias, sin que tu ubicación la conozcan más que un reducidísimo número de personas. Tú sabes absolutamente bien que puedes contar con estas facilidades, que no existe la más remota posibilidad de que por razones de estado o de política vayas a encontrar dificultades o interferencias. Lo más difícil de todo, que fue la desconexión oficial, ha sido logrado, y no sin tener que pagar un determinado precio de calumnias, intrigas, etcétera. ¿Es justo que no saquemos todo el provecho posible de ello? ¿Pudo contar ningún revolucionario con tan ideales condiciones para cumplir su misión histórica en una hora en que esa misión cobra singular relevancia para la humanidad, cuando se entabla la más decisiva y crucial lucha por el triunfo de los pueblos? (…)
(…) ¿Por qué no hacer las cosas bien hechas si tenemos todas las posibilidades para ello? ¿Por qué no nos tomamos el mínimo de tiempo necesario aunque se trabaje con la mayor rapidez? ¿Es que acaso Marx, Engels, Lenin, Bolívar, Martí no tuvieron que someterse a esperas que en ocasiones duraron décadas?
Y en aquellas épocas no existían ni el avión ni el radio ni los demás medios que hoy acortan las distancias y aumentan el rendimiento de cada hora de la vida de un hombre. Nosotros en Méjico, tuvimos que invertir 18 meses antes de regresar aquí. Yo no te planteo una espera de décadas ni de años siquiera, solo de meses, puesto que yo creo que en cuestión de meses, trabajando en la forma que te sugiero, puedes ponerte en marcha en condiciones extraordinariamente más favorables de las que estamos tratando de lograr ahora.
Sé que cumples los treinta y ocho el día 14. ¿Piensas acaso que a esa edad un hombre empieza a ser viejo?
Espero no te produzcan fastidio y preocupación estas líneas. Sé que si las analizas serenamente me darás la razón con la honestidad que te caracteriza. Pero aunque tomes otra decisión absolutamente distinta, no me sentiré por eso defraudado. Te las escribo con entrañable afecto y la más profunda y sincera admiración a tu lúcida y noble inteligencia, tu intachable conducta y tu inquebrantable carácter de revolucionario íntegro, y el hecho de que puedas ver las cosas de otra forma no variará un ápice esos sentimientos ni entibiará lo más mínimo nuestra cooperación.
Ese mismo año el Che regresa a Cuba.
Al cumplirse el primer aniversario del triunfo de la Revolución del Congo, participé en las celebraciones, tuve la posibilidad de conversar con algunos de los compañeros que combatieron junto a él y aproveché la oportunidad para comentarles la publicación de este libro; me preocupaban sus opiniones, pues el Che es crítico, directo, y pretendía que este documento permitiera analizar los errores cometidos para no volver a incurrir en ellos; hace señalamientos específicos a varios dirigentes entre los que destaca el líder congoleño Laurent Kabila, quien hoy es el dirigente máximo de su pueblo.
El contacto con estos hombres me permitió comprobar que recuerdan con respeto y cariño al Che Guevara; la mayoría de ellos eran muy jóvenes en esa época, pero según sus propias palabras no pueden olvidar la imagen de sencillez y modestia que les transmitió el Che al brindarles respeto y ponerse bajo su mando, por lo que están conscientes que las recomendaciones hechas por él siempre serán útiles para la gran tarea que tienen por delante, la de unificar el país y lograr que por primera vez en muchos años sea el pueblo congolés el que disfrute de sus propias riquezas.
Los hombres no mueren cuando son capaces de guiar con su vida y su ejemplo a muchos otros, y estos logran continuar la obra.

Aleida Guevara March

NOTA EDITORIAL DEL CENTRO DE ESTUDIOS CHE GUEVARA

En una carta a su madre -escrita desde México, en octubre de 1956-, el joven Ernesto Guevara declaraba cómo había decidido «cumplir primero las funciones principales, arremeter contra el orden de cosas, con la adarga al brazo, todo fantasía, y después, si los molinos no me rompieron el coco, escribir.»
Estas líneas, anuncian la consumación definitiva de un cambio en relación con el tiempo anterior, y dan cuenta de un camino de vida en el cual se integran armónicamente la acción y la reflexión, la comprensión y la transformación del mundo.
Che, el revolucionario, no es solo actor, sino también testimoniante de los hechos. El valor de ese testimonio, radica tanto en la importancia de los acontecimientos vividos, como en la lectura analítica de los mismos, que se presenta con el propósito de ofrecer una sistematización con sentido teórico de la práctica, en tanto ejemplo y antecedente -que no receta estricta ni modelo dogmático a seguir- para las nuevas experiencias de liberación.
El primer texto que enlaza de manera directa con aquella declaración, es su conocido Pasajes de la guerra revolucionaria, compendio de una serie de artículos escritos a partir de su vivencia de los dos años de lucha guerrillera en Cuba, publicados originalmente en la revista Verde Olivo.
Una diferencia entre los pasajes de la vivencia guerrillera cubana, y estos otros, escritos a partir de la experiencia congolesa, radica en la posición desde la cual se escribe: en aquellos, desde la victoria; aquí, sin haberla alcanzado.
Sin embargo, precisamente tal distinción, revela una coherencia: aquel compromiso inexcusable con la verdad estricta, considerado por Che característica primera y fundamental de quien escribe la historia, en el prólogo de las crónicas de la guerra cubana. Y además, manifiesta esa condición que debe acompañar al revolucionario, de hacer un análisis con sentido educativo no solo de los triunfos, sino de todas sus acciones.
Hay también, en estas páginas, un análisis más agudo en comparación con sus pasajes cubanos, en correspondencia con la madurez de pensamiento que ha alcanzado el cronista. La narración aquí resulta más crítica -y autocrítica, como siempre fue característico en Che- de los hechos, sin que ello suponga, en ningún momento, pesimismo alguno en relación con el desenlace concluyente de los acontecimientos a favor de la libertad y la justicia.
Esta segunda edición íntegra de los Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo, llega casi una década después que se publicara el texto por primera vez, en 1998 -muchos años después de haber sido escritos, como el propio Che previera. En esta oportunidad, se ha realizado una detenida revisión -a partir de la última versión del original corregido por Che- de los nombres tanto de los combatientes como de los lugares geográficos de la región que sirviera de escenario a lo narrado aquí.
En ambos casos, se han cotejado todas las fuentes disponibles -incluido, cuando ello ha sido posible, un diccionario de swahili. Lo que se presenta, tal como se explica en las notas respectivas, es el resultado final de tal labor, en la cual resultó de inestimable valor el apoyo de dos de los participantes en la gesta: el médico y comandante Oscar Fernández Mell, así como el compañero Marcos A. Herrera Garrido. Deseamos dejar constancia, por ello, de nuestra gratitud por el tiempo que dedicaran a tal propósito.
Se han agregado además, como parte de ese mismo objetivo de lograr una mejor comprensión del texto, un conjunto de notas aclaratorias en relación con determinados hechos, circunstancias, planteamientos o personalidades mencionadas. A diferencia de las realizadas por el propio Che en el original -las cuales aparecen al pie de cada página e indicadas por asteriscos-, estas notas editoriales, han sido numeradas y ubicadas al final del texto.
Asimismo, se incluyen un mapa de la región -imprescindible para lograr una mejor ubicación y conocimiento del lector-, así como facsimilares que coadyuvan en la sustentación de varias notas editoriales. Como anexo, se presentan un listado general de los nombres verdaderos y en swahili de los combatientes cubanos que participaron en esta misión.
La participación de Che en la guerrilla congolesa, resulta -como él mismo lo definiera- el reinicio del ciclo revolucionario y expresión de una práctica internacionalista consecuente con sus tesis liberadoras tercermundistas; en sus propias palabras, era «parte de una idea de lucha que estaba totalmente organizada en mi cerebro.» Es, pues, nueva afirmación -ya en madurez- de esa confluencia entre pensamiento y acción, que se articulan de manera creciente a lo largo de su vida, hasta la gesta boliviana, conformando y dándole esa particular fuerza y sentido a su ejemplo.
Se entrelazan, en estas páginas, la descripción de los hechos vinculados a esta experiencia local, con los análisis desde una perspectiva mundial. Reflexiones sobre la dominación imperialista y la liberación de los pueblos, las cuales resultan continuidad de un pensamiento que comprende desde sus discursos en Ginebra, Naciones Unidas y Argelia, hasta su Mensaje a la Tricontinental; un ideario actuante que tiene como bandera «la causa sagrada de la redención de la humanidad.»

ÍNDICE

Nota editorial
Mapa del recorrido de Che
Prólogo a la primera edición
Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo
Aclaración de algunos términos
Advertencia preliminar
Primer acto
Segundo acto
Primeras impresiones
Primer mes
Muere una esperanza
Una derrota
La estrella fugaz
Vientos del Oeste y brisas del Este
Rompiendo amarras
Sembrando al voleo
Intentando “el seguimiento”
El enfermo se agrava
Tomando el pulso
El principio del fin
Lucha contra el tiempo
Fugas varias
Desastre
La vorágine
Puñaladas traperas
El frente oriental entra en coma
El desplome
Epílogo
Anexo
Listado general de combatientes cubanos en el Congo
Notas

Este libro forma parte del Proyecto Editorial Che Guevara, a través del cual, las editoriales Ocean Press y Ocean Sur y el Centro de Estudios Che Guevara, divulgan la obra del Che.

La guerra de guerrillas




"...siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas...”

La guerra de guerrillas es, con abrumadora diferencia, el método de lucha más fructífero de la historia del movimiento comunista. Los bolcheviques sólo pudieron mantener a flote su partido atracando bancos para financiarse. La Revolución China y la Cubana se basaron en la guerra de guerrillas en el campo. Lo mismo cabe decir de los movimientos revolucionarios en Yugoslavia, Argelia, Nicaragua o Vietnam. Hoy día, las FARC en Colombia y los Naxalitas en la India suponen los dos focos revolucionarios marxistas más importantes del mundo.
La guerra de guerrillas es un método que sirve a los de abajo para ganar guerras contra los de arriba. Un método que desespera al imperialismo y demuestra que es posible vencer a un enemigo más poderoso y mejor armado que nosotros. Y no ya como poder local al estilo de Robin Hood, sino como un cuerpo de células permanentes conectadas a otras unidades hasta formar un ejército guerrillero, ligado incluso a movimientos políticos no armados y capaz por tanto de desarrollar una estrategia de lucha por el poder a escala nacional.
Se basa en la movilidad permanente, en el conocimiento detallado de los terrenos más inaccesibles y en la simpatía de la población local. Mao explica que el objetivo primero de la guerrilla no es conquistar ciudades o territorios, sino ir aniquilando y minando la moral de la fuerza enemiga, hasta llegar a una última etapa en la que sí se pasaría a la confrontación directa. Igualmente, el ejército rebelde de Fidel y el Che no ganó La Habana de entrada, sino que dominó Sierra Maestra y se fue desarrollando para, con los años, atacar Santa Clara, hasta que el aparato gubernamental de Batista se derrumbó.
En cada batalla, se concentra una cantidad de fuerzas absolutamente superiores a las de enemigo. Sólo se lucha si se tiene la total seguridad de vencer. Se ataca por sorpresa. De este modo, aunque la guerrilla sea numéricamente inferior en su conjunto, puede ser numéricamente superior en cada batalla concreta.
Che Guevara habla de "morder, huir, esperar, acechar, volver a morder y huir y así sucesivamente, sin dar descanso al enemigo". Para el Che, la victoria de la Revolución Cubana demostraba que no siempre hay que esperar a que se den todas las revoluciones objetivas, sino que el foco insurrecional puede crearlas.
El foco es una fuerza móvil estratégica, compuesta por un pequeño grupo de guerrilleros que, escondidos en la clandestinidad de la selva, inician la lucha armada contra los destacamentos del ejército regular, arrastrando con sus éxitos a las masas campesinas. El foco, de enorme movilidad, puede alejarse en minutos del lugar de la acción, sorprendiendo constantemente al adversario.
Dadas las circunstancias de los países en los que operó, el Che desarrolló su actividad en el campo, ya que simplemente interrumpiendo una o dos carreteras o vías férreas puede bloquearse con facilidad el acceso del ejército o la propia marcha de la administración estatal en zonas rurales de difícil acceso.
En Cuba, con un escaso número de habitantes por kilómetro cuadrado, se recurrió a la "propaganda por el hecho", debidamente publicitada a las masas desde Radio Rebelde. Durante años, los guerrilleros permanecieron aislados en la sierra, agitando con la radio y las acciones guerrilleras, familiarizándose al detalle con la geografía del lugar. En cambio, en China y Vietnam, con una extrema densidad de población, se hizo una "propaganda armada" previa, recorriendo el país para crear células con anterioridad al combate, como base del futuro ejército de liberación.
La "Larga Marcha" del Ejército Rojo de una punta de China a la otra, así como una migración semejante efectuada por los maquis de Tito en Yugoslavia, demostraron a la población local que los guerrilleros rojos están hechos de otra pasta. Pagan escrupulosamente todo lo que toman de las granjas, pese a estar armados y poder tomarlo por la fuerza. Jamás violan a mujeres de los poblados, a diferencia del ejército regular que lo hace sistemáticamente. Entregan tierras y organizan escuelas allá donde van. No viven jamás mejor, ni de manera distinta, que los habitantes de la zona.
La contrainsurgencia del imperialismo, sobre todo norteamericano, se ha visto siempre impotente frente a las acciones descentralizadas de las guerrillas. Por eso ha recurrido a sembrar el terror destruyendo amplias superficies selváticas y poblados campesinos, usando armas bárbaras como el napalm. Pero esa actitud no ha hecho más que reafirmar a la población local en su determinación de apoyar a las guerrillas y odiar a los yanquis.
Por más y más tropas que concentran, se ven incapaces de localizar y matar a guerrilleros que viven escondidos en la clandestinidad. En el momento de la victoria del FLN en Argelia, había medio millón de franceses vestidos de uniforme, para una población total de nueve millones de árabes. Un soldado para cada dieciocho habitantes.
Los franceses se aferraron siete años a Argelia y nueve años a Indochina, pero al final tuvieron que marcharse de ambos lugares; porque, cuando un pueblo se niega a ser gobernado por el imperialismo y se identifica con una guerrilla que llega a ser genuinamente nacional, logrando expulsar a la administración oficial de amplias zonas rurales, el imperialismo no tiene posibilidades de derrotarlo. Por eso los EE UU vieron desesperados cómo miles de millones en tecnología armamentística punta eran derrotados por unos millares de campesinos mal armados.
Lenin defendía una combinación tácticamente dosificada de todos los métodos de lucha, desde la lucha armada hasta la huelga general revolucionaria, pasando por la vía electoral. Pero no fueron huelgas ni elecciones los métodos que hicieron la Revolución China, ni la cubana, ni la sandinista; ni los que expulsaron de Irlanda a los británicos y de Argelia a los franceses, ni los que podrán expulsar a EE UU de Irak y a Israel de Palestina; ni los que derrotaron a los norteamericanos en Vietnam y a los nazis en Yugoslavia; ni los que tienen alguna posibilidad de conquistar la justicia social en la India o Colombia.
Por eso, y más en esta época de pacifismo irracional, es hora de hacer justicia con la guerra de guerrillas... y aprender las lecciones que nos ofrece la historia, si realmente queremos destruir el poder capitalista.

Manuel Navarrete

sábado, 20 de abril de 2013

Homenaje a Hugo Chávez




Hugo Chávez ya no está con nosotros. Siempre un luchador, Chávez pasó sus últimos meses en una lucha a vida o muerte contra un enemigo cruel e implacable: cáncer. Peleó valientemente hasta el último momento, pero al final sus fuerzas fallaron. El martes, 5 de marzo, a las 16:25 la causa de la libertad, el socialismo y la humanidad perdió a un gran hombre y el autor de estas líneas perdió a un gran amigo.
Aunque el Gobierno ya había informado de un deterioro de la salud de Chávez, con una nueva y grave infección respiratoria, la noticia de su muerte fue una conmoción. Yo conocía al Presidente como un hombre sano, enérgico y exuberante; tan lleno de vida y del deseo de vivir y luchar, que su muerte parece aún más increíble. A la muy temprana edad de 58 años, el líder de la Revolución Bolivariana nos ha sido arrebatado.
El dolor de los trabajadores y los pobres se puso de manifiesto cuando cientos de miles salieron a las calles y plazas llorando. Según algunos cálculos, dos millones de personas marcharon en Caracas en el día de su funeral.

La voz de los desposeídos

No importa lo que se piense de Chávez, rompió el dique y abrió las compuertas. Se atrevió a enfrentarse al poder de la oligarquía y desafiar al poderoso imperialismo norteamericano. Incluso sus enemigos declarados y los críticos no pueden negar que mostró un coraje colosal. Y al dar un ejemplo de coraje, evocó tremendas fuerzas que han estado latentes en las profundidades de la sociedad venezolana durante generaciones.
Hugo Chávez habló en nombre de los pobres, los desposeídos, la "famélica legión", y le dio voz a los millones que no tienen voz. Ellos nunca lo olvidaron. Ganó otro respaldo arrollador cuando fue triunfalmente reelegido como presidente en octubre pasado.
La Revolución ha llevado a cabo reformas serias en el interés de los trabajadores y de los pobres en los ámbitos clave de la educación y la salud. Más recientemente ha puesto en marcha un ambicioso plan para construir casas. Se han construido y entregado 250.000 viviendas a familias necesitadas en los últimos dos años, mientras que en España, por ejemplo, en el mismo período, se han producido 250.000 embargos hipotecarios.
En un momento en que todos los gobiernos han anunciado recortes en el gasto en salud pública y educación, Venezuela ha establecido un sistema de medicina pública gratuita y masiva expansión del acceso a la educación a todos los niveles, incluida la educación universitaria gratuita. En Europa, pero sobre todo en los países capitalistas más débiles del sur de Europa, el desempleo está alcanzando proporciones epidémicas y en España y Grecia, más del 60% de los jóvenes están desempleados. La revolución bolivariana ha reducido significativamente la pobreza y el desempleo. Sin embargo, ¡los medios de comunicación capitalistas hablan de "caos económico" en Venezuela! Esto es poner la verdad patas arriba.
Sin embargo, el logro más importante de la revolución tiene un carácter intangible, se podría decir, moral. Le ha dado a las masas un sentido de su propia dignidad como seres humanos, le ha impartido un agudo sentido de la justicia, se les ha dado un nuevo sentido de su propio poder, lo cual les ha dado una nueva confianza. Les ha dado esperanza para el futuro. Desde el punto de vista de la clase dominante y el imperialismo, esto representa un peligro mortal.
La Revolución Bolivariana de Hugo Chávez era una amenaza directa al imperialismo de EE.UU. debido al ejemplo que da a las masas oprimidas en el resto de América Latina. Desde que se anunció la Doctrina Monroe, los gobernantes de los EE.UU. han considerado a América Latina como su propio patio privado. Una ola revolucionaria barría todo el continente latinoamericano, y Hugo Chávez actuó como un poderoso catalizador para el movimiento revolucionario en todo el continente. Esto le convirtió en enemigo público número uno de Washington.
En un principio, la oligarquía venezolana no sabía qué pensar de Chávez. Creyeron que sería como cualquier otro político venezolano. Es decir, que estaba a la venta. Tan pronto como se dieron cuenta de que no podían comprar a Chávez, pusieron en marcha planes para derrocarlo. El 11 de abril de 2002, organizaron un golpe de Estado. Detrás de él había fuerzas poderosas: los terratenientes, los banqueros, los capitalistas, los medios de comunicación, la Iglesia, los generales, los jefes de policía, corruptos dirigentes sindicales y la CIA.
Chávez fue arrestado y secuestrado. Los conspiradores se instalaron en el palacio de Miraflores. Pero en las 48 horas fueron derrocados por un levantamiento espontáneo de las masas. Unidades del ejército leales a Chávez se pasaron al lado de las masas, y el golpe colapsó ignominiosamente el 13 de abril. Por primera vez en la historia de Venezuela, las masas derrocaron a un golpe de Estado. En realidad, el poder estaba en sus manos, pero trágicamente no lo sabían. Se perdió una gran oportunidad.

¿Era Chávez un dictador?

El odio que la clase dominante mostró hacia Chávez era el odio de los ricos a los pobres, de los explotadores a los explotados. Detrás de este odio había miedo –el miedo a la pérdida de su riqueza, poder y privilegios–. Reflejaba la división fundamental de la sociedad en clases. Y nunca fue eliminado. En todo caso, fue creciendo en intensidad hasta su muerte y después de ella.
No recuerdo una campaña de tal ferocidad en los medios de comunicación como la que se desató contra Hugo Chávez durante toda su vida. Nunca ha habido tal flujo de odio, malicia, bilis y veneno. Nunca la llamada prensa libre ha recurrido a tantas distorsiones, falsificaciones y mentiras descaradas. Y la avalancha de basura sigue derramándose.
Los argumentos malintencionados de los enemigos de la Revolución en el sentido de que Chávez es un dictador fueron siempre irónicos. Independientemente de lo que cada uno quiera pensar de Hugo Chávez, éste ciertamente no era un dictador. Ha ganado más elecciones y otros procesos electorales que cualquier otro líder político en el mundo.
De hecho, la revolución bolivariana ha sido extraordinariamente indulgente con sus opositores que, no se olvide, organizaron un golpe de Estado ilegal contra un gobierno democráticamente electo en 2002. Parece que se quejan mucho de supuestos malos tratos, pero no veo ninguna base para estas quejas.
Durante años, a los medios de comunicación favorables a la oposición se les permitió calumniar al Presidente de la manera más escandalosa, pidiendo su derrocamiento y hasta su asesinato. ¿Alguien puede creer que esto estaría permitido en los Estados Unidos? RCTV, Globovisión, Venevisión… todos los canales privados de televisión desempeñaron un papel muy activo en la organización del golpe de Estado de 2002. Si algún canal de televisión británico hubiera hecho una décima parte de las cosas que hicieron, se le hubiera retirado la licencia antes de que pudiera decir "David Cameron" y sus propietarios se encontrarían en juicio en virtud de las leyes antiterroristas. En Venezuela tardaron más de cuatro años en tomar ninguna medida contra alguno de ellos, cuando se le negó la renovación de su licencia de retransmisión abierta a RCTV, aunque se le permitió seguir emitiendo por cable.
A pesar de ello, la oposición se ha quejado que las elecciones presidenciales del 14 de abril se convocaron demasiado pronto. Pero si el gobierno no hubiera convocado a elecciones, como era su deber hacerlo de acuerdo a la Constitución, se quejarían de dictadura. Nadie ha impedido que la oposición se presentase a las elecciones. El problema es que las han perdido. ¡Pero eso es la democracia! La oposición, si quiere ser verdaderamente democrática, debe comenzar por respetar la voluntad de la mayoría de la gente y no usar sus palancas económicas y el control de los medios de comunicación para sabotear la voluntad democrática del pueblo.

El papel del individuo en la historia

El marxismo no niega el papel del individuo en la historia. Se limita a afirmar que los individuos, por mucha capacidad que tengan, no son agentes libres. Su papel está siempre limitado y condicionado por circunstancias ajenas a su control. Pero cuando surge una concatenación de circunstancias, se requiere hombres y mujeres de un cierto tipo que sepan aprovecharse de esas circunstancias para movilizar a millones de personas a la acción.
Sin dos hombres, Lenin y Trotsky, la revolución rusa de 1917 no habría tenido éxito. Sin embargo, estos mismos dos hombres durante la mayor parte de sus vidas se encontraban en una pequeña minoría, aislados de las masas y sin poder influir en los acontecimientos de una manera decisiva. Sin el Caracazo en febrero de 1989, no es imposible que Hugo Chávez pudiera haber seguido siendo un oficial del ejército ejerciendo una carrera militar normal y desconocido ante el público.
Pero hay otro aspecto de la cuestión. Sin sus acciones, también es posible que aquellos trágicos sucesos hubieran pasado a la historia como una mera nota a pie de página. La sociedad y la política venezolanas habrían vuelto a la rutina monótona determinada por la tradición y la inercia de la costumbre. El papel personal de Chávez fue decisivo. Él actuó como un catalizador, el cual, cuando todas las condiciones están presentes, produce un cambio dramático.
Hacia el final de su vida, Federico Engels escribió:
"Los hombres hacen ellos mismos su historia, pero hasta ahora no con una voluntad colectiva y con arreglo a un plan colectivo, ni siquiera dentro de una sociedad dada y circunscrita. Sus aspiraciones se entrecruzan; por eso en todas estas sociedades impera la necesidad, cuyo complemento y forma de manifestarse es la casualidad. La necesidad que aquí se impone a través de la casualidad es también, en última instancia, la económica. Y aquí es donde debemos hablar de los llamados grandes hombres. El hecho de que surja uno de éstos, precisamente éste y en un momento y un país determinados, es, naturalmente, una pura casualidad. Pero si lo suprimimos, se planteará la necesidad de remplazarlo, y aparecerá un sustituto, bueno o malo, pero a la larga aparecerá". (Engels, Carta a Borgius, 25 de enero de 1894, Marx y Engels, Correspondencia.)
Las palabras importantes aquí son: "bueno o malo". La calidad de los líderes individuales es extremadamente importante. Si tengo un buen dentista y cae enfermo, no tengo ninguna duda de que se puede encontrar un sustituto "bueno o malo". Pero no es indiferente para mí si el sustituto es un dentista competente o no. Las cosas son aún más graves en el caso de la guerra.
Si Napoleón no hubiera estado presente en la batalla de Austerlitz, los franceses hubieran encontrado un sustituto, por supuesto. Pero si ese sustituto hubiera sido capaz de ganar la batalla es otra cosa. Es lo mismo con las revoluciones. Si Lenin y Trotsky no hubieran estado presentes en noviembre de 1917, sabemos quienes les hubieran sustituido: Stalin, Zinoviev y Kamenev. También sabemos que bajo su liderazgo la revolución rusa nunca hubiera tenido éxito. "Bueno o malo" supone toda la diferencia.
La personalidad de un individuo puede tener un efecto sobre los procesos de la historia. Para mí, lo interesante es la relación dialéctica entre sujeto y objeto, o, como Hegel lo hubiera expresado, entre lo Particular y lo Universal. Sería muy instructivo escribir un libro sobre la relación exacta entre Hugo Chávez y la revolución venezolana. Que existe tal relación, no está abierto a la duda. Si es positivo o negativo, dependerá del punto de vista de clase que cada uno defiende.
Desde el punto de vista de las masas, de los pobres y de los oprimidos, Hugo Chávez, fue el hombre que los puso de pie y que los inspiró, debido a su indudable coraje personal, a realizar actos de heroísmo sin igual.

Chávez y las masas

Hace unos años, cuando yo estaba en una gira de conferencias en Italia, un periodista de izquierda de Il Manifesto me preguntó en un tono perplejo: "Pero Alan, ¿qué tiene que ver la situación en Venezuela con el modelo clásico de la revolución proletaria? En respuesta, cité las palabras de Lenin: "El que quiera ver una revolución 'pura' nunca va a vivir para verla. Esa persona habla de revolución y no sabe qué es una revolución".
Una revolución es, en esencia, una situación donde las masas comienzan a participar activamente en la política y tomar su destino en sus propias manos. León Trotsky >–que, después de todo, sabía algunas cosas sobre las revoluciones>– responde de la siguiente manera:
"El rasgo característico más indiscutible de las revoluciones es la intervención directa de las masas en los acontecimientos históricos. En tiempos normales, el Estado, sea monárquico o democrático, está por encima de la nación; la historia corre a cargo de los especialistas de este oficio: los monarcas, los ministros, los burócratas, los parlamentarios, los periodistas. Pero en los momentos decisivos, cuando el orden establecido se hace insoportable para las masas, éstas rompen las barreras que las separan de la palestra política, derriban a sus representantes tradicionales y, con su intervención, crean un punto de partida para el nuevo régimen. Dejemos a los moralistas juzgar si esto está bien o mal. A nosotros nos basta con tomar los hechos tal como nos los brinda su desarrollo objetivo. La historia de las revoluciones es para nosotros, por encima de todo, la historia de la irrupción violenta de las masas en el gobierno de sus propios destinos". (L. Trotsky, Historia de la Revolución Rusa, Prefacio.)
Este es ciertamente el caso de Venezuela. El despertar de las masas y su participación activa en la política es la característica más decisiva de la revolución venezolana y el secreto de su éxito.
La relación entre Hugo Chávez y las masas fue muy compleja y dialéctica. Tuve la ocasión de verlo muchas veces con mis propios ojos, cuando asistí a reuniones masivas donde se dirigía al pueblo. Despertó entusiasmo y devoción colosales. Vimos las mismas emociones en las calles de Caracas en los días antes y después de su funeral.
Cuando Chávez hablaba a los obreros y campesinos, el efecto siempre fue eléctrico. En tales ocasiones, uno podía sentir una especie de reacción química entre Chávez y las masas. No había duda de la intensa lealtad que las masas pobres y oprimidas sentían hacia este hombre. Hugo Chávez por primera vez dio a los pobres y oprimidos una voz y esperanza. Ese es el secreto de la extraordinaria devoción y lealtad que siempre le han mostrado. Él les despertó a la vida y se ven a sí mismos en él.
Los enemigos derechistas de Chávez no podían entender la razón de esto. No podían entenderlo porque son orgánicamente incapaces de comprender la dinámica de la propia revolución. La clase dominante y sus intelectuales prostituidos no pueden aceptar que las masas tengan una mente y personalidad propias, que sean una fuerza tremendamente creativa que no sólo son capaces de cambiar la sociedad, sino también de gobernarla. Nunca pueden admitir tal cosa porque hacerlo sería admitir su propia bancarrota y confesar que no son agentes sociales necesarios e indispensables dotados de un derecho divino para gobernar, sino una clase parasitaria y superflua y un obstáculo reaccionario para el progreso.
Pero no sólo la burguesía fue incapaz de comprender lo que estaba pasando en Venezuela. Muchos en la izquierda son igualmente incapaces de comprender este fenómeno. Incapaces de situarse en el punto de vista de las masas, adoptaron una actitud arrogante, como si las masas cuyo nombre siempre estaban invocando fueran niños ignorantes que necesitan ser educados por ellos. Desafortunadamente para estos "izquierdistas", las masas no mostraron el menor interés en estos aspirantes a educadores ni en sus lecciones.
¿Cómo podemos explicar la química peculiar que existía entre Hugo Chávez y las masas? Es cierto que poseía dones únicos como comunicador: una poderosa personalidad, un intelecto penetrante y una comprensión profunda de la psicología y las aspiraciones de las masas. Sin embargo, el verdadero secreto se encuentra, no en el ámbito de la psicología, sino en las relaciones entre las clases.
Las masas se vieron reflejadas en Chávez. Se identificaron con él como el hombre que primero los despertó a la vida política y que ha dado voz a sus aspiraciones. Ellos personifican la Revolución en él. Para ellos, Hugo Chávez y la Revolución era una y la misma cosa. Escribí sobre mis impresiones cuando vi esto por primera vez este en abril de 2004:
"Mientras [Chávez] hablaba, tuve la oportunidad de ver la reacción de las masas en la gran pantalla detrás del presidente. Viejos y jóvenes, hombres y mujeres, la abrumadora mayoría de estos pertenecientes a la clase obrera, escucharon atentamente, absorbiendo cada palabra. Aplaudieron, aclamaron, rieron e, incluso, lloraron. Este era el rostro de un pueblo que despierta, un pueblo que ha tomado conciencia de sí mismo como un participante activo en el proceso histórico: la cara de una revolución".
El proceso tiene un carácter recíproco. Chávez sacaba su fuerza del apoyo de las masas, con las que se identificaba plenamente. En su manera de hablar >–espontánea y totalmente carente de la rígida formalidad del político profesional>– conectaba con ellas. Si a veces había una falta de claridad, incluso esto reflejaba la etapa en la que se encontraba el movimiento de las masas. La identidad era completa.

Mis relaciones con Chávez

Conocía a Hugo Chávez hace casi una década, y tenía excelentes relaciones con él desde nuestro primer encuentro en abril de 2004. Me causó una impresión muy profunda, y él siempre se refería cálidamente a mí como su amigo. Leyó mis libros y fue lo suficientemente amable para alabarlos y recomendarlos públicamente en varias ocasiones.
Nuestra relación era, por tanto, de carácter político e ideológico. Sin embargo, los intentos de la oposición para describirme como asesor e incluso su "gurú" político eran totalmente falsos. Eran un intento mal disimulado de inventar algún tipo de influencia externa maligna en el Presidente. De hecho, no era fácil influir al presidente Chávez, que era un hombre muy inteligente e independiente, con una voluntad muy fuerte.
Hugo Chávez poseía una energía ilimitada. Siempre parecía estar rebosante de energía y hablando sin parar sobre todo tipo de cosas. Esto no le volvió un hombre fácil de trabajar con él, como su secretario personal me dijo: "Yo haría cualquier cosa por él, pero nunca hay un momento de paz. A veces no puedo ni siquiera ir al baño. Empiezo a caminar en esa dirección y alguien grita: '¡el Presidente te requiere!' No era un hombre que se cansara fácilmente. Tenía inmensas reservas de energía, empezando a trabajar todos los días antes de las 8 de la mañana y terminando a las tres de la mañana. Le pregunté si entonces se iba a la cama. Me respondió: 'No. Luego leo'.
Conocí a Chávez en abril de 2004 cuando asistí al Segundo Encuentro Internacional de Solidaridad con la Revolución Venezolana, que se celebró en el segundo aniversario de la derrota del intento de contrarrevolución de abril de 2002. No he conocido muchas personas en mi vida que me hayan causado una impresión tan profunda y duradera.
Me presenté como el autor de Razón y revolución. Agarrando con firmeza mi mano, me miró con curiosidad: "¿Qué libro has dicho?"
"Razón y revolución".
Una amplia sonrisa iluminó su rostro. "¡Ese es un libro fantástico! Te felicito".
Luego, mirando a su alrededor, anunció: "¡Todos ustedes deben leer este libro!"
Iba a salir, para que otros pudieran conocer al Presidente, cuando me detuvo. Ahora parecía estar ajeno a lo que le rodeaba y habló con evidente entusiasmo: "¿Sabes? yo tengo ese libro en mi mesilla de noche y estoy leyéndolo todas las noches. He llegado al capítulo sobre "El proceso molecular de la revolución". Ya sabes, donde escribes acerca de la energía de Gibbs". Parece que esta sección ha tenido un impacto considerable sobre él, porque lo cita continuamente en sus discursos. El Sr. Gibbs probablemente nunca ha sido tan famoso antes.
Más tarde fui invitado a reunirme con el Presidente en el palacio de Miraflores. Me dijeron que iba a tener un cuarto de hora o veinte minutos como máximo. De hecho, hablamos durante una hora y media. Cuando entré en su despacho, estaba sentado en su escritorio, con un enorme retrato de Simón Bolívar detrás de él. En la mesa noté que tenía una copia de Razón y Revolución y una carta que le había enviado. La carta había sido fuertemente subrayada en azul.
Chávez me saludó muy afectuosamente. Aquí no hubo protocolo, sino sólo receptividad y franqueza. Empezó preguntándome por Gales y mis antecedentes familiares. Le expliqué que yo era de una familia de clase trabajadora, y me contestó que él era de una familia de campesinos. "Bien, Alan, ¿qué tienes que decir?", me preguntó. En realidad, yo estaba más interesado en lo que él tuviera que decir, que era muy interesante.
Primero le presenté dos libros: mi historia del Partido Bolchevique (Bolchevismo, el camino a la revolución) y Rusia – de la revolución a la contrarrevolución de Ted Grant. Parecía estar muy satisfecho. "Me encantan los libros", me dijo. Si son buenos libros, me gustan aún más. Pero incluso si son malos libros, siguen gustándome".

Fermento en las fuerzas armadas

Abriendo el libro sobre el Bolchevismo leyó la dedicatoria que había escrito, que dice: "Para el presidente Hugo Chávez con mis mejores deseos. El camino a la revolución pasa por las ideas, el programa y las tradiciones del marxismo. ¡Adelante hacia la victoria!" Me dijo: "Esa es una dedicatoria maravillosa. Gracias, Alan". Empezó a pasar las páginas y se detuvo.
"Veo que escribes sobre Plejánov".
"Así es".
"Leí un libro de Plejánov hace mucho tiempo, y me causó una gran impresión. Se llamaba El papel del individuo en la historia. ¿Lo conoces?"
"Por supuesto".
"El papel del individuo en la historia", reflexionó. "Bueno, yo sé que ninguno de nosotros es realmente indispensable", dijo.
"Eso no es del todo correcto", le contesté. "Hay momentos en la historia en que un individuo puede suponer una diferencia fundamental".
"Sí, estaba contento de ver que en Razón y Revolución dices que el marxismo no se puede reducir a factores económicos".
"Eso es correcto. Eso es una caricatura vulgar del marxismo".
"¿Sabes cuando leí el libro de Plejánov El papel del individuo en la historia?" me preguntó.
"No tengo idea".
"Lo leí cuando era un oficial en servicio en una unidad de lucha contra la guerrilla en las montañas. Nos dieron material a leer para que pudiéramos comprender la subversión. Leí que los subversivos trabajan entre el pueblo, defienden sus intereses y ganan sus corazones y mentes. ¡Me pareció una idea bastante buena!"
"Entonces empecé a leer el libro de Plejánov y me causó una profunda impresión. Recuerdo que era una hermosa noche estrellada en las montañas y yo estaba en mi tienda de campaña leyendo con la luz de una linterna. Las cosas que leí me hicieron pensar y empecé a cuestionarme lo que estaba haciendo en el ejército. Me volví muy infeliz.
"Para nosotros no había problemas, marchando en las montañas con fusiles en la mano. Las guerrillas tampoco tenían problemas >–estaban haciendo lo mismo que nosotros>–. Pero quienes sufrían eran los campesinos. Estaban indefensos y tenían una vida dura. Recuerdo un día que fuimos a un pueblo y vi a algunos soldados torturando a dos campesinos. Les eché el alto inmediatamente, y les dije que no consentiría nada de eso mientras yo estuviese al mando.
"Bueno, eso realmente me metió en problemas. Intentaron incluso llevarme a juicio por insubordinación militar. [Puso especial énfasis en las dos últimas palabras]. Después de eso decidí que el ejército no había lugar para mí. Yo quería renunciar, pero me lo impidió un viejo comunista que me dijo: 'Tú eres más útil a la Revolución en el ejército que diez sindicalistas'. Así que me quedé. Ahora pienso que fue una decisión correcta.
"¿Sabías que establecí un ejército en las montañas? Era un ejército de cinco hombres. Pero teníamos un nombre muy largo. Nos llamábamos el Ejército de Liberación Nacional Popular Simón Bolívar". Se rió con ganas.
"¿Cuándo fue eso?", le pregunté.
"En 1974. Ya ves, me dije a mí mismo: esta es la tierra de Simón Bolívar. Tiene que haber algo de su espíritu todavía vivo, algo en nuestros genes, supongo. Así que nos propusimos revivirlo".
Chávez continuó, como si pensara en voz alta:
"Hace dos años, en el momento del golpe, cuando fui arrestado y me llevaron preso, pensé que iba a ser fusilado. Me pregunté a mí mismo: ¿he desperdiciado los últimos 25 años de mi vida? ¿Fue todo en vano? Pero no fue en vano, como el levantamiento del regimiento de paracaidistas mostró".

Chávez recuerda el golpe

Chávez me habló con cierto detalle sobre el golpe. Relató cómo le mantuvieron en completo aislamiento. Los rebeldes querían presionarle para firmar un documento renunciando a su cargo. Entonces le habrían dejado ir al exilio en Cuba o en algún otro lugar. No había de ser eliminado físicamente, sino moralmente, para ser desacreditado a los ojos de sus seguidores. Pero se negó a firmar.
Los conspiradores utilizaron todo tipo de trucos para conseguir que renunciara. Incluso utilizaron la Iglesia (de la que Chávez habló muy cáusticamente).
"Sí, incluso enviaron al cardenal para persuadirme. Me dijo un montón de mentiras: que no tenía apoyo, que todo el mundo me había abandonado, que el ejército estaba firmemente detrás del golpe. Yo no tenía información, y estaba completamente aislado del mundo exterior. Pero todavía me negué a firmar.
"Mis captores se estaban poniendo muy nerviosos. Estaban recibiendo un montón de llamadas telefónicas de Washington exigiendo saber dónde estaba la carta firmada de renuncia. Cuando vieron que la carta no llegaba, se desesperaron. El cardenal me presionó para firmar con el fin de evitar la guerra civil y derramamiento de sangre. Pero a continuación me di cuenta de un cambio repentino en su tono. Se volvió cortés y conciliador. Me dije a mí mismo: si él está hablando así, debe haber pasado algo.
"En ese momento sonó el teléfono. Uno de mis captores dijo: 'Es el ministro de defensa. Quiere hablar con usted'. Le dije que no hablaría con ningún golpista. Luego dijo: 'Pero es su ministro de defensa'. Le arranqué el teléfono de la mano y entonces oí una voz que sonaba como el sol. No sé si se puede decir eso, pero de todos modos, eso es justo como me sonaba a mí".
De esta conversación pude formar una impresión de Chávez como hombre. Lo primero que llama la atención es que era transparentemente honesto. Su sinceridad era absolutamente clara, como lo era su dedicación a la causa de la revolución y su odio a la injusticia y la opresión. Por supuesto, estas cualidades en sí mismas no son suficientes para garantizar la victoria de la revolución, pero sin duda explican su tremenda popularidad entre las masas.
Después de la derrota del golpe habría sido posible llevar a cabo una revolución socialista de manera rápida y sin dolor. Por desgracia, la oportunidad se perdió y esto permitió a los reaccionarios reagruparse y organizar un nuevo intento golpista en la llamada huelga (en realidad un cierre patronal) que produjo un grave daño a la economía. El nuevo intento fue derrotado por los trabajadores, que tomaron el control de las fábricas y las instalaciones petroleras y echaron a los reaccionarios. Una vez más, existía la posibilidad de una transformación radical sin una guerra civil. Y una vez más se perdió la oportunidad.

La lucha por el socialismo

En nuestra primera reunión me preguntó qué pensaba del movimiento en Venezuela. Yo le respondí que era muy impresionante, que las masas eran claramente la principal fuerza motriz y que todos los ingredientes estaban presentes para llevar la revolución hasta el final, pero que le faltaba algo. Me preguntó qué era eso. Le respondí que la debilidad del movimiento era la ausencia de una ideología claramente definida y la ausencia de cuadros. Él estaba de acuerdo.
"Sabes, yo no me considero un marxista porque no he leído suficiente libros marxistas", dijo.
De esta conversación saqué la impresión de que Hugo Chávez estaba buscando ideas, y que estaba genuinamente interesado en las ideas del marxismo y deseoso de aprender. Yo escribí en ese momento: "Esto se relaciona con la etapa a la que la revolución venezolana ha llegado. Más pronto de lo que muchos esperan, se enfrentará a una dura elección: o liquidar el poder económico de la oligarquía, o dirigirse pronto hacia una derrota". Los acontecimientos posteriores demostraron que mis primeras impresiones estaban bien fundadas.
Hugo Chávez jugó un papel muy importante en la reapertura del debate sobre el socialismo en un momento en que muchos lo habían descartado. El presidente recomendaba con frecuencia la lectura de las obras de Marx, Lenin y Trotsky. Esto fue enormemente positivo.
El desarrollo de las ideas políticas de Hugo Chávez representa una evolución en la que participaron muchos factores. Se desarrolló y creció en estatura junto con la Revolución. La Revolución en sí es una poderosa escuela en la que millones de hombres y mujeres aprenden a través de su experiencia. Lenin, que era uno de los más grandes teóricos marxistas, dijo una vez que para las masas una onza de práctica vale una tonelada de teoría.
Esta curva de aprendizaje de la Revolución no es una línea recta. Hay momentos en que la revolución presiona hacia delante, barriendo todo a su paso. Pero también hay momentos de cansancio, desilusión, incluso de desesperación. Puede haber todo tipo de contratiempos, confusión, retrocesos y errores. Pero después de cada revés, las masas aprenden de sus errores, sacar las conclusiones y pasar a un plano superior. El propósito de una dirección y un partido revolucionarios es ayudar a mantener el número de errores al mínimo.
Sería posible señalar toda una serie de contradicciones, dudas e inconsistencias en la evolución política de Chávez en los últimos catorce años. Pero la línea general fue siempre hacia la izquierda. La razón de estas contradicciones hay que buscarla en las presiones que fuerzas de clase opuestas ejercieron sobre el Movimiento Bolivariano.
La presión de la burguesía y el imperialismo fue reflejada por el ala derecha del movimiento bolivariano y la burocracia contrarrevolucionaria. Por otra parte, la presión de los obreros y campesinos encontró su expresión en las bases del PSUV. Estas presiones a veces empujaron al Movimiento a la derecha, pero esto fue contrarrestado por la presión de las bases.
En enero de 2005, el presidente Chávez dio un discurso en el Estadio Gigantinho en la sesión de clausura del Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil. En este discurso, dijo: "Cada día estoy más convencido, sin ninguna duda en mi mente y como han dicho muchos intelectuales, de que es necesario superar el capitalismo. Pero el capitalismo no se puede superar desde dentro del propio capitalismo, sino a través del socialismo, el verdadero socialismo, con igualdad y justicia. Pero también estoy convencido de que es posible hacerlo bajo la democracia, pero no el tipo de democracia impuesta desde Washington [...] Es imposible dentro del marco del sistema capitalista, resolver los graves problemas de pobreza de la mayoría de la población mundial. Debemos superar el capitalismo. Pero no podemos recurrir al capitalismo de estado, que sería la misma perversión de la Unión Soviética".
Yo estuve presente en una reunión en Caracas, cuando por primera vez Chávez hizo su dramática declaración de que él era un socialista. Si no recuerdo mal fue en diciembre de 2004. Hizo estas declaraciones en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, el cual estaba lleno de trabajadores y jóvenes vestidos de camisetas rojas. Después de haber hablado durante bastante tiempo, de repente tiró los papeles a un lado y dijo:
"Ahora quiero decir algo de mí mismo. En los últimos años he estado pensando mucho. He tenido un montón de experiencia. He leído mucho. He tenido muchas discusiones y he llegado a la siguiente conclusión: ¡YO SOY SOCIALISTA!"
En ese momento, la sala estalló en aplausos y vítores. Estas eran las palabras que la gente quería oír. Pero me di cuenta de algo bastante extraño. Yo estaba sentado en la parte delantera de la sala con el hermano del presidente, Adán Chávez, rodeado de ministros del gobierno. Me di cuenta de que no todos los ministros estaban aplaudiendo.
Chávez dijo: "Fuí aprendiendo en la realidad… sobre todo después del golpe del abril del año 2002, después de la arremetida imperialista con esa salvaje acción del sabotaje económico, terrorismo, me di cuenta que el único camino para nosotros ser libres, para que Venezuela sea libre, independiente, el único estado en el cual el pueblo pueda gozar del beneficio de la igualdad y la justicia social, es el socialismo".
A la pregunta de qué papel jugaron mis escritos en esta evolución, no puedo contestar con certeza. Pero hubo un incidente que puede arrojar algo de luz sobre esta cuestión. Durante el Festival Mundial de la Juventud en 2005, fui invitado a participar en una mesa redonda en Caracas, donde el Presidente habló y dio un discurso muy radical, citando a Marx, a Trotsky y a Rosa Luxemburgo. Al final me di la mano y le felicité por su discurso. Él siguió agarrando mi mano y dijo, mirándome fijamente a los ojos: "No, es sólo algunas reflexiones sobre las ideas que he aprendido de ti".
Más tarde, en Aló Presidente (domingo, 27 de julio de 2008) se refirió a mi libro Reformismo o Revolución, Marxismo y Socialismo del Siglo XXI de la siguiente manera: "Miren, Alan Woods, Reformismo o Revolución; reformismo, ¿hasta cuándo? Lo estoy leyendo a fondo, estoy tomando nota de este libro". En otra ocasión, dijo: "La Revolución tiene aliados en todo el mundo. Uno de estos aliados es la Corriente Marxista Internacional. Marx ha vuelto, y con él, sus ideas, que son un elemento irremplazable de las ideas de la revolución".

El cáncer de la burocracia

Una revolución exitosa siempre tiene muchos "amigos". Esos elementos de clase media que se sienten atraídos por el poder como moscas a un tarro de miel, que están dispuestos a cantar las alabanzas de la Revolución, siempre y cuando se mantenga en el poder, que no hacen nada útil para salvarla de sus enemigos, que lloran algunas lágrimas de cocodrilo cuando es derrocada, y al siguiente día pasan al siguiente punto del orden del día de la vida: tales "amigos" se consiguen en pares por un centavo. Un verdadero amigo no es alguien que siempre te dice que tienes razón. Un verdadero amigo es alguien que no tiene miedo de mirarte a los ojos y decirte que te equivocas.
Los mejores amigos de la Revolución Venezolana >–de hecho, sus únicos amigos verdaderos son la clase trabajadora del mundo y sus representantes más conscientes>– son los marxistas revolucionarios. Son las personas que van a mover cielo y tierra para defender la revolución venezolana contra sus enemigos. Al mismo tiempo, los verdaderos amigos de la Revolución >–amigos honestos y leales>– siempre decir lo que piensan sin miedo. Cuando consideramos que se está tomando el camino correcto, vamos a alabarlo. Cuando pensamos que se están cometiendo errores, de forma amistosa pero firme, vamos a criticarlo. ¿Qué otro tipo de conducta se debe esperar de los revolucionarios e internacionalistas reales?
La revolución se enfrenta a muchos peligros, no sólo externamente, sino internamente. Hace unos años, el presidente Chávez me dijo: "Hay demasiados gobernadores y alcaldes que, después de ser elegidos, se rodean de hombres ricos y mujeres hermosas y se olvidan del pueblo". Se refirió en más de una ocasión a la burocracia contrarrevolucionaria. Esta existe y constituye una especie de Quinta Columna dentro de la Revolución.
Las masas estaban aprendiendo rápidamente en la escuela de la revolución y sacando sus conclusiones. La principal conclusión fue que el proceso revolucionario debe ser empujado hacia adelante, debe enfrentarse a sus enemigos y barrer todos los obstáculos a un lado. Este deseo ardiente de las masas, sin embargo, constantemente chocaba con la resistencia de los elementos conservadores y reformistas que están urgiendo constantemente precaución y que, en la práctica, quieren poner freno a la revolución. El destino de la revolución depende de la solución de esta contradicción.
El instinto de Chávez fue siempre el de ir con los obreros y campesinos. Sin embargo, se enfrentó a una burocracia hostil, que continuamente frustraba sus planes, derogaba sus estatutos y saboteaba la Revolución. Si ha de ser criticado, es por haber sido demasiado tolerante con estos elementos durante demasiado tiempo. Creo que lo hizo porque temía que las divisiones en el movimiento podrían socavar la Revolución. Eso fue un error. Lo que socava la revolución es la corrupción y el arribismo. La burocracia es un cáncer que corroe las entrañas de la Revolución y la destruye desde dentro.
Por desgracia, dentro del PSUV y del movimiento bolivariano hay gente en cargos públicos, gobernadores, alcaldes, etc. que juran por Chávez en cada frase, que usan camisetas rojas, pero en realidad son oportunistas, arribistas y burgueses corruptos, que no tienen nada que ver con la revolución. Estos elementos han estado bloqueando la iniciativa revolucionaria de las masas e incluso socavando los decretos del presidente Chávez.
Los obreros y campesinos rasos deberían coger una gran escoba y barrer toda esta basura fuera del Movimiento y tomar el control. Hasta que no se haga esto, no se puede hablar de verdadero socialismo en Venezuela.

El internacionalismo de Chávez

Chávez siempre habló en los términos más inequívocos sobre su compromiso con el socialismo, no sólo en Venezuela y América Latina, sino a una escala mundial. Por ejemplo, cuando en 2009 lanzó la idea de formar una Quinta Internacional, que más tarde fue saboteada por la burocracia y los estalinistas, dijo: "Retomemos el canto de la gran Rosa Luxemburgo, socialismo o barbarie, salvemos el mundo, hagamos el socialismo, salvemos el mundo, derrotemos el imperialismo, salvemos el mundo, derrotemos al capitalismo".
Denunció los crímenes del imperialismo de EE.UU. en los términos más fuertes. En el discurso ante las Naciones Unidas que todo el mundo recuerda, se refirió al entonces presidente de EE.UU., George W Bush, como "el diablo".
"El diablo está en casa. Ayer vino el diablo aquí, en este lugar. Huele a azufre todavía… Ayer señoras, señores, desde esta misma tribuna el Señor Presidente de los Estados Unidos, a quien yo llamo "El Diablo", vino aquí hablando como dueño del mundo".
Como marxista yo no creo en el Diablo, pero lo que es cierto es que las acciones de ese tan cristiano presidente George W. Bush y su igualmente piadoso compinche Tony Blair volvieron a Irak y Afganistán en un infierno para millones de personas. Ya era hora de que alguien hablara con valentía para denunciar sus crímenes y hacerlo, no en el lenguaje hipócrita de la diplomacia, sino en un adecuado lenguaje enfático. Los hipócritas fingieron estar sorprendidos, pero el resto del mundo aplaudió.
Acerca de George W. Bush, Chávez se expresó con el más profundo desprecio. Él me dijo:
"Personalmente, Bush es un cobarde. Atacó a Fidel Castro en una reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuando Fidel no estaba presente. Si él hubiera estado allí, no se hubiera atrevido a hacerlo. Dicen que tiene miedo de cruzarse conmigo y me lo creo. Trata de evitarme. Pero una vez coincidimos en una cumbre de la OEA y él estaba sentado muy cerca de mí".
Chávez se rió para sus adentros. "Yo tenía una de esas sillas giratorias y estaba sentado de espaldas a él. Entonces, después de un rato, le di la vuelta a la silla, y repentinamente estaba cara a cara con él. >'¡Hola, señor Presidente!>' Le dije. Su rostro cambió de color: de rojo a morado, de morado a azul. Se puede ver que el hombre tiene multitud de complejos. Eso lo vuelve peligroso debido al poder que tiene en sus manos".
Había, por supuesto, algunos elementos de la política de la República Bolivariana con los que los marxistas no estarían de acuerdo. Sus puntos débiles más grandes estaban en el campo de la política exterior. En un intento de superar el aislamiento diplomático que estaba siendo organizado por el imperialismo de EE.UU., el gobierno buscó aliados en algunos lugares muy inusuales. Trataron de formar un bloque, sobre todo de los países productores de petróleo, contra el imperialismo estadounidense.
En principio, eso no era incorrecto. Con el fin de romper su aislamiento, la joven República Soviética construyó relaciones con países como la Turquía de Kemal Ataturk. Pero esta política fue complementa con las actividades de la Internacional Comunista. Sin embargo, el cultivo de relaciones con líderes como los de Irán, fue un grave error, que dañó la reputación de la Revolución Bolivariana en Irán y el Medio Oriente.
Pero Chávez fue un verdadero internacionalista. Cuando denunció los crímenes del imperialismo de EE.UU., siempre hizo una cuidadosa distinción entre la clase dominante y la gente común de los Estados Unidos, con la cual no albergaba sentimientos de hostilidad, sino todo lo contrario. En el momento de su famoso discurso en la ONU, tomó la medida sin precedentes de visitar el Bronx del Sur, un barrio de pobres y de clase trabajadora de Nueva York. La gente sigue recordando esa visita. ¿Qué otro líder mundial haría una cosa así?
Cuando hablaba de socialismo, siempre hablaba de la necesidad de socialismo mundial. Esta idea la compartía con la tendencia que yo represento. En muchas ocasiones, Hugo Chávez expresó su firme apoyo a la campaña Manos Fuera de Venezuela.

Tareas sin terminar

Chávez murió antes de completar la gran tarea que se había propuesto a sí mismo: la realización de la revolución socialista en Venezuela. Corresponde ahora a los obreros y campesinos –la auténtica fuerza motor de la Revolución Bolivariana – llevar esta tarea a cabo hasta el final. Si no se hace, será una traición a su memoria.
El presidente Nicolás Maduro prometió mantener el legado revolucionario, antiimperialista y socialista de Chávez. El Movimiento Bolivariano debe defender el legado revolucionario de Chávez y llevar a cabo la revolución hasta el final. De lo contrario, se enfrentará al fracaso. Pero dentro del movimiento bolivariano hay diferentes corrientes y tendencias.
El ala izquierda, reflejando las aspiraciones revolucionarias de las masas, desea seguir adelante con la Revolución, vencer la resistencia de la oligarquía y armar al pueblo. La derecha (los reformistas y socialdemócratas), en la práctica, quiere poner fin a la revolución, o al menos volverla más lenta y llegar a un acuerdo con la oligarquía y el imperialismo.
En realidad, esta última opción no existe. No hay compromiso posible con los enemigos de la Revolución, de la misma manera que no es posible mezclar el aceite con el agua. Toda la lógica de la situación se está moviendo en la dirección de un enfrentamiento abierto entre las clases. El destino de la revolución depende de cómo se resuelva este conflicto.
Las conquistas de la Revolución sólo se pueden garantizar si se toma un paso audaz adelante, para volverlo verdaderamente irreversible. Estoy seguro de que esto era lo que el Presidente Chávez pretendía hacer, pero su muerte prematura le impidió llevar a cabo este plan. Acepto que hay muchos problemas, pero estoy seguro de que la razón principal es que una verdadera economía planificada no es posible mientras que los puntos clave de la economía permanezcan en manos privadas. Se puede tener una economía capitalista de mercado o una economía socialista planificada, pero no se puede tener ambas cosas. No se puede planificar lo que no controlas, y no se puede controlar lo que no posees.
Con el fin de avanzar hacia el socialismo, primero hay que romper el poder económico de la oligarquía que lo utiliza para sabotear el proceso revolucionario. Esto significa ponerse duro con el sabotaje económico, el acaparamiento, la fuga de capitales y la especulación. La única manera de resolver los problemas económicos es mediante la nacionalización de la tierra, los bancos y las principales industrias bajo control obrero.
Tan pronto como la noticia de la enfermedad del Presidente se hizo pública, se alzaron voces a favor de una "transición", que para ellos significaba el abandono de los objetivos socialistas de la Revolución y el compromiso con la burguesía y la oposición. Chávez respondió a esto diciendo que "la única transición que se plantea y se debe acelerar es la transición del capitalismo al socialismo". Eso es cien por ciento correcto. La revolución debe avanzar para sustituir al viejo Estado burgués por las nuevas instituciones democráticas basadas en los consejos obreros revolucionarios socialistas, consejos comunales, etc.
Hay muchos retos, tanto externos como internos. La revolución se enfrenta a una campaña constante de sabotaje por parte de la oligarquía y fel imperialismo, que se niega a reconocer la voluntad de la mayoría expresada democráticamente en numerosas ocasiones. Para hacer frente a estos desafíos será necesario adoptar medidas serias.
Las mismas fuerzas que organizaron el golpe de Estado de 2002, el sabotaje patronal de 2002-03, las guarimbas en 2004, que introdujeron a los paramilitares colombianos… son las mismas fuerzas que en los últimos dos meses han organizado una campaña de rumores, insinuaciones y especulación y acaparamiento despreciables. Nada ha cambiado.

¡Llevemos a cabo el legado de Chávez!

El 12 de agosto de 2009, el diario Público reprodujo una entrevista con Chávez, donde leemos lo siguiente:
Pregunta: "¿Es imprescindible Hugo Chávez para consolidar la revolución bolivariana?"
Respuesta: "Bertolt Brecht dijo aquello de que los que luchan toda la vida son los imprescindibles. Desde ese punto de vista yo soy un luchador de toda la vida. Y sería uno de los imprescindibles. Pero no lo soy. Ahora, más allá de lo individual, cuando se habla de imprescindible podríamos buscar una palabra más aplicable a la política. Prefiero hablar de las condiciones necesarias y de las condiciones suficientes. Carlos Marx hablaba de condiciones objetivas y subjetivas. Yo lo he dicho. Yo no tengo nada de especial a lo que tú no tengas. Lo que soy es producto de unas circunstancias históricas. Un conjunto de condiciones objetivas y subjetivas que fueron creándose en Venezuela.
"Atribuir a Hugo Chávez, aquel niño que nació hace 55 años en una choza, a un campesino que se hizo soldado, todo el viento del mal, como dijo un día Bolívar, es imposible. Eso sería darme una importancia que no merezco. He sido arrastrado por las circunstancias y juego mi papel, mi rol. La existencia de Chávez es necesaria pero no suficiente. Para que haya una revolución hace falta un pueblo consciente y unido, un proyecto y una conciencia. En Venezuela se han presentado estas condiciones".
El Presidente, sin duda, era demasiado modesto aquí cuando describía su propio papel. Que él era el producto de su tiempo y de las condiciones particulares que existían en su país, nadie puede dudarlo. Pero hubo muchos otros que eran producto de las mismas condiciones, incluyendo a los que se describen a sí mismos como revolucionarios y comunistas, y, sin embargo, no fueron capaces de jugar el papel que él jugó.
No había nadie como Chávez cuando estaba vivo, y no hay una sola persona que lo pueda reemplazar ahora que está muerto. Ni que decir tiene que apoyamos la elección de Nicolás Maduro a la presidencia. Pero debemos cuestionar seriamente la idea de que un hombre solo pueda llevar la revolución a la victoria. Esta era una debilidad de la que el presidente Chávez era muy consciente, y lo hablamos en más de una ocasión.
Yo admiraba y respetaba al Presidente, al me vi como un hombre muy honesto y valiente y un líder excepcional. Sin embargo, una revolución no puede depender de un solo hombre. Chávez lo sabía muy bien. El 3 de julio de 2008 me invitó a acompañarlo en su coche durante una campaña electoral en la isla de Margarita. Señaló a la multitud de gente entusiasta con camisetas rojas vitoreando desde el borde de la carretera. Se volvió hacia mí y dijo: "Esta es la gente que debe tomar el control de esta revolución".
En el día de su muerte, estas palabras estuvieron resonando de nuevo en mi mente. Ahora que Hugo Chávez ya no está con nosotros, el futuro de la revolución bolivariana y su avance hacia el socialismo dependerá de los trabajadores, los pobres, los campesinos y la juventud revolucionaria que han sido la fuerza motriz de la revolución y que la han defendido en todos los momentos claves. Todo depende de esto.
Después de la muerte de Chávez, la revolución venezolana se encuentra en una encrucijada. Las masas han derrotado a la reacción en muchas ocasiones. Han demostrado en repetidas ocasiones su voluntad de cambiar la sociedad. Pero las fuerzas de la reacción no han sido derrotadas. La oligarquía continúa controlando las palancas clave de la economía y está constantemente intrigando contra la Revolución. Washington está participando en intrigas contrarrevolucionarias.
Hugo Chávez ya no está con nosotros. Pero la historia de la Revolución venezolana no ha terminado. Hay varios posibles finales y no todos ellos agradables de contemplar. Las masas todavía están aprendiendo, el Movimiento Bolivariano todavía está desarrollándose. La tremenda polarización entre las clases terminará en un enfrentamiento en el que todos los partidos, tendencias, programas e individuos serán puestos a prueba.
Repito lo que escribí poco después de mi primer encuentro con el presidente Chávez:
"¿Qué se necesita? Ideas claras, una comprensión científica y un programa, política y perspectivas consecuentemente revolucionarias.
"La única garantía para el futuro de la Revolución Bolivariana consiste en el movimiento desde abajo: el movimiento de masas que, encabezado por la clase obrera, debe tomar el poder en sus propias manos.
"Creo que un creciente número de gente en el Movimiento Bolivariano está buscando las ideas del marxismo. Estoy seguro de que esto se aplica a muchos de sus dirigentes. ¿Y Hugo Chávez? Me dijo que él no era marxista porque no había leído suficientes libros marxistas. Pero él los está leyendo ahora. Y en una revolución la gente aprende más en 24 horas que en 20 años de existencia normal. Al final, el marxismo atraerá hacia sí mismo a todos los mejores elementos de la sociedad venezolana y los fusionará en una fuerza de combate invencible. Es en ese camino donde se encuentra la posibilidad de la victoria".
Estas líneas fueron escritas hace nueve años. No veo ninguna razón para cambiar una sola palabra hoy.

Alan Woods
Londres, 11 de abril 2013