viernes, 31 de enero de 2020

Trump y Netanyahu presentan un ultimátum de “paz” contra el pueblo palestino




El “Acuerdo del siglo” es la hoja de ruta del sionismo en la región.

Con el rimbombante título de “Acuerdo del siglo”, el presidente norteamericano Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, anunciaron el pasado martes, en una conferencia conjunta, un plan para los territorios palestinos que sigue al pie de la letra el guión del sionismo y su política colonialista en la región.
El proyecto coloca el reconocimiento de un Estado Palestino bajo la condición de una rendición total a las demandas del Estado de Israel. El mismo prevé el reconocimiento de los asentamientos ilegales israelíes que abarcan un 30% del territorio palestino de Cisjordania; la anexión de la estratégica zona del Valle del Jordán; el establecimiento de Jerusalén como “capital indivisible” del Estado de Israel –hoy se encuentra mayoritariamente ocupada por el Estado sionista que ha mudado su capital allí con el aval de algunos países, entre ellos los Estados Unidos- y la asignación de una parte de Jerusalén Este a los palestinos; y la desmilitarización de los grupos y organizaciones palestinas. Como anzuelo, el plan incorpora la asistencia con 50 mil millones de dólares para el desarrollo económico y la creación de puestos de trabajo en los próximos diez años, esto luego de que la administración Trump viniera de cortar los fondos destinados a la ayuda humanitaria de los refugiados palestinos.



El mapa ilustra cómo quedaría la zona de convalidarse las anexiones y ocupaciones realizadas por el Estado de Israel.

Tanto desde la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna las zonas bajo control palestino de Cisjordania, como las autoridades de la organización Hamás, cuya influencia es predominante en la administración de la Franja de Gaza, anticiparon su rechazo al ultimátum unilateral del sionismo y el imperialismo, denunciando que de lo que se trata es de convalidar la política anexionista del Estado de Israel, poniéndole un precio a la renuncia a la ciudad de Jerusalén -considerada Ciudad Santa para el pueblo palestino- y que de aceptarse un plan de estas características estaríamos ante la creación formal de un Estado Palestino amputado, conformado por enclaves dispersos y no contiguos, con un futuro inviable y destinado al fracaso.

No buscan la paz

La política del sionismo para construir y consolidar el Estado de Israel ha sido siempre la de primero actuar, para luego presionar por el reconocimiento internacional de sus anexiones.
El Estado de Israel se fundó en 1948 con una incursión bélica que dejó un saldo de más de 800.000 palestinos expulsados de sus tierras y convertidos al estatus de refugiados, además de las miles de personas muertas en la Guerra árabe-israelí. En 1967, la Guerra de los Seis Días dejó otros 200.000 refugiados. Al término de la misma, Israel avanzó sobre la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán, y es a partir de este momento que inauguraran la política de anexiones mediante el establecimiento de asentamientos y colonias en territorio palestino.



Con los acuerdos de paz de Oslo de 1993 nace la Autoridad Nacional Palestina como autogobierno interno palestino, aunque condicionada por la presencia militar israelí, quienes en 2004 se retiraron unilateralmente de la Franja de Gaza, cuando avanzó la influencia de Hamás imponiéndose sobre la fuerza Al-Fatah que siguió al mando de la ANP y del territorio palestino de Cisjordania.
Con el reconocimiento del gobierno norteamericano, en diciembre de 2017, de Jerusalén como capital del Estado de Israel, los palestinos rompieron vínculos con los Estados Unidos. Trump fue aún más lejos cuando en noviembre pasado pasó a reconocer los asentamientos ilegítimos de Israel en Cisjordania, violentando las resoluciones de la ONU en la materia.

Por qué ahora

La presentación de este “acuerdo de paz”, que nada tiene de acuerdo ni de paz, parece responder a las necesidades políticas de sus promotores.
Netanyahu enfrenta elecciones dentro de las próximas cinco semanas, mientras afronta cargos criminales de corrupción, soborno y abuso de confianza, una caída de su imagen en las encuestas y la dificultad para armar gobierno propio. Esta medida le daría el respaldo de los grupos más conservadores y reaccionarios, aunque estos no ven con buenos ojos el reconocimiento de un Estado palestino.
Por su parte, Trump enfrenta el impeachment en el Senado y las elecciones que definirán su futuro o no al frente del gobierno yanqui. Esta iniciativa, que tiene más de declaración de intenciones que de un acuerdo consensuado, se inscribe en la línea de la ofensiva contra Medio Oriente, el asesinato de Soleimani y el afianzamiento de la política norteamericana en la región contra el régimen iraní y las organizaciones antiimperialistas locales. Esta ofensiva puede sumarle el apoyo de la comunidad judía estadounidense y de los electores evangélicos que lo apoyaron en el pasado.

El pueblo palestino dice ¡no!

El “Acuerdo”, que fue presentado como una extorsión, fue rechazado masivamente por el pueblo palestino, en contraste con la actitud que asumieron los gobiernos de los principales países árabes quienes en su mayoría se plegaron a la propuesta (Omán, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Qatar). La Liga Árabe dijo apreciar los esfuerzos. Solo Siria, Turquía e Irán condenan el plan.
En Gaza se impuso una huelga convocada por el Comité de las Facciones Nacionales e Islámicas en Gaza que paralizó todas las operaciones. Se realizaron concurridas concentraciones donde se quemaron imágenes de Trump y Netanyahu y se proclamaron consignas como "Palestina no está en venta". Las manifestaciones se extendieron a la población palestina en el Valle del Jordán, donde hubo represión con gases y bombas aturdidoras, y a los campamentos palestinos en el Líbano, donde unos 600.000 refugiados reclaman regresar a las tierras de las cuales fueron expulsados.
La organización Hamás convoca a una nueva Intifada, mientras cierran filas con la fuerza de Al-Fatah, históricamente divididos, al frente de la ANP y el gobierno de Cisjordania. Desde los grupos palestinos mencionan que Israel ya ocupa el 78% del territorio palestino histórico. La mayoría de las organizaciones palestinas reclama el restablecimiento de las fronteras a los acuerdos previos a la guerra y a las anexiones israelíes de 1967 en adelante, Jerusalén como su capital, plena autonomía como Estado soberano y el regreso de los refugiados a sus tierras originarias.
La verdadera salida a la situación del pueblo palestino solo vendrá con el fin de la partición de los territorios y la conformación de un Estado único, laico y socialista en la región de Palestina, que garantice el retorno de todos los refugiados a sus tierras y los derechos civiles para árabes y judíos. Esto solo podrá ser sobre la base del desmantelamiento del aparato represivo y las estructuras sionistas. La perspectiva para esta salida es la de la Federación Socialista de pueblos libres de Medio Oriente.

Marcelo Mache

jueves, 30 de enero de 2020

Acerca de los planes del gobierno electo




Que el gobierno electo y su parlamento logren sancionar esta ley significaría una derrota desde el punto de vista de las libertades democráticas y las conquistas sociales de la población trabajadora, que eso suceda sin la lucha de una resistencia organizada significaría un costo más alto.

Aunque los argumentos del presidente electo se basan en una lectura legalista del “ejercicio de la autoridad” emanada de un resultado electoral, eso no lo habilita a violentar las libertades democráticas y las conquistas sociales de la población trabajadora. Cierto es que dispondrá del poder del Estado y usará también sus argumentos legalistas para justificar su accionar, desde un punto de vista bastante unilateral y sesgado del ejercicio del poder otorgado por las urnas.
Pero por otro lado, incluso usando solamente el sentido común histórico actual, ante este escenario también cada individuo está en su libertad para ejercer la oposición colectiva necesaria (libertad de asociación y protesta) para defenderse ante este ataque que se anuncia en contra de sus derechos fundamentales. O como en general tienen gravado en su memoria la mayoría de los uruguayos las frases artiguistas como "El pueblo es soberano y él sabrá investigar las operaciones de sus representantes" o "Unidos íntimamente, luchamos contra tiranos que intentan profanar nuestros más sagrados derechos" o "Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana", que muchas veces se repiten como loros pero no se piensa mucho la verdadera dimensión de su significado.
En esto reside el accionar de un pueblo libre y no esclavo, en el entendimiento de que sus más elementales libertades individuales y colectivas no emanan, ni son decretadas por ninguna autoridad superior a ellos mismos (sea el Estado, un gobernante o supuesta divinidad), sino que provienen del propio ejercicio histórico de esa libertad.
Pero yendo un poco más allá de esta consciencia histórica, lo cierto es que la actitud prepotente que se anuncia del presidente electo y de su coalición gobernante se funda en los principios burgueses del Estado uruguayo, hablando en concreto en el principio fundamental que consagra la propiedad privada. Es natural por tanto que un gobierno clasista (de la burguesía) se plantee la organización de todo su accionar basado en esos principios en CONTRA de la clase trabajadora y las mayorías populares. Intentando destruir conquistas sociales históricas (pero parciales) y coartando también libertades democráticas que también son conquistas políticas de la clase trabajadora.
Y para implementar este programa pone sobre la mesa sus argumentos basados en la legitimidad que le otorga la ley a partir del resultado de las urnas, pero que es la apariencia para nublar lo que va a ser su accionar en los hechos mediante el uso de la fuerza policial (fortalecido por leyes aprobadas en los últimos años) que incluso se busca endurecer con el proyecto de ley de urgente consideración y que es el elemento que evidencia las REALES intenciones del gobierno electo.
O sea lo que queda establecido es la pulseada en la correlación de fuerzas que el nuevo gobierno en representación de su clase buscará torcer a favor de ellos mismos mediante el uso de la fuerza pública usando como escudo la “legitimidad” que le otorgan las leyes del Estado uruguayo. O sea mediante la sanción “legal” de las “reglas de juego” que establecerían las condiciones para evitar o por lo menos dificultar la resistencia popular frente al ataque económico – social que se prepara.
Ante esto la clase trabajadora y otros sectores oprimidos que serán blanco del ataque, pueden hacer uso mientras puedan del ejercicio de las libertades conquistadas hasta el momento, para oponer a la fuerza que será ejercida por el nuevo gobierno, la fuerza organizada de los trabajadores y otros sectores oprimidos.
Por lo tanto la cuestión reside entonces en como el pueblo trabajador ejerce la oposición necesaria para impedir este uso abusivo del poder. Aquellos que no comprenden esto y están dispuestos a hacer la plancha esperando el próximo turno (electoral) subestiman las dificultades de recuperar el terreno perdido (o en este caso cedido) y desprecian el esfuerzo histórico y colectivo que significaron.

Algunas dificultades

Como ya dijimos la sanción de varias medidas represivas buscan profundizar el terreno ya avanzado en los últimos gobiernos como la ley de faltas, el decreto anti piquetes y similares. Esto no es un dato menor, porque algunas de ellas son medidas legitimadas por gobiernos identificados como de izquierda y sirvieron para consolidar la postura a favor de la represión y las limitaciones a la protesta social en un sector significativo de la población y que incluso una buena parte de ella es población trabajadora.
Esto significa que la fuerza social quedó parcialmente comprometida a la hora de establecer la resistencia necesaria desde la clase trabajadora y sectores populares para enfrentar los ataques. Es a esto a lo que generalmente nos referimos cuando se habla de “unidad”, sin esa unidad de un porcentaje alto de los trabajadores para enfrentar los ataques de la derecha la capacidad de lucha queda comprometida.
En otros términos, el poder estratégico que posee potencialmente la clase trabajadora en el terreno de la lucha de clases para dislocar el poder de la burguesía (mediante por ejemplo la huelga) se hace posible de implementar en base a la unidad de la clase misma y sus intereses comunes para enfrentar a los ataques de la burguesía.
En esto también es importante hacer una distinción importante entre este concepto y lo que hoy en día está muy en boga y que habitualmente se lo denomina como hegemonía que es la conquista de aliados a la clase para cooperar contra el enemigo en común. Por supuesto esto no es en detrimento de esos potenciales aliados, sino en hacer notar que la acción independiente de la clase trabajadora para presentar sus propias fuerzas para el combate es la condición que puede lograr hacer ver a todos esos sectores aliados la posibilidad REAL de derrotar a ese enemigo en común.

Sobre el escenario inmediato

Que el gobierno electo y su parlamento logren sancionar esta ley significaría una derrota desde el punto de vista de las libertades democráticas y las conquistas sociales de la población trabajadora, que eso suceda sin la lucha de una resistencia organizada significaría un costo más alto, porque significaría que las mayorías populares quedarían a merced de un mayor avance de nuevas medidas derechistas envalentonadas por la pasividad de los trabajadores y el pueblo en general. Esto no es una especulación futurista, es prácticamente un patrón de conducta de cualquier gobierno que lo corrobora el somero repaso de la historia no solo del Uruguay sino de cualquier país, siempre cualquier gobierno va a intentar avanzar el máximo posible en su agenda. Frenar su avance significa oponerle la movilización necesaria que le demuestre que el precio de continuar con su avance es alto y que de proseguir se enfrenta a su propia deslegitimación.
La resistencia se fortalece y se vuelve cada vez más eficiente mediante la experiencia de lucha y movilización de grandes masas, hasta el punto de lograr la capacidad de dislocar el funcionamiento del gobierno y la economía (lo que se conoce como huelga general), pero esto que es posible en teoría en la práctica requiere de grados de consciencia y confianza en sus propias fuerzas de las mayorías trabajadoras solo asequibles en gran parte mediante la experiencia de lucha.
Hay que tener en cuenta que las generaciones más recientes no se han enfrentado hasta ahora a un desafío tal y que tampoco es que se ha promovido la adquisición del conocimiento de las experiencias de lucha de pasadas generaciones.
La gran huelga del 73 en resistencia al golpe de Estado, fue un ejemplo de la capacidad de movilización y resistencia de la clase trabajadora. Pero esto solo fue posible por la experiencia acumulada por décadas de ejercicio de lucha intergeneracional incluso, que hizo posible la espontaneidad (basada en una consciencia forjada en la experiencia referida) de salir a la huelga sin esperar el dictado de los dirigentes (que siguieron al principio los hechos desde atrás de las acciones obreras en los primeros días). Ese accionar histórico de la clase debería ser fuente de orgullo e inspiración para las presentes generaciones de trabajadores, para recomponer el corte por lo menos parcial de esa tradición que significó el triunfo de los golpistas.
Esto no significa que hoy día no se puede hacer nada, sino todo lo contrario, en realidad es la hora de empezar a recuperar todo aquello que nos arrancaron mediante la fuerza y la violencia desde aquella época. El avance de la consciencia no se da mediante ningún esquema pedante, lineal y abstracto de avance evolutivo (o cultural), sino que es en base a las experiencias que se van forjando en la historia.
Avanza o incluso puede retroceder a saltos en base a la fuerza de lucha que desarrolla la propia clase en defensa de sus libertades más fundamentales y sus condiciones de vida, en eso residen también todos los peligros y posibilidades que se nos presentan en este momento.

Sebastián Artigas
Lunes 27 de enero | 09:36

miércoles, 29 de enero de 2020

Trump: otro abusador de mujeres que rechaza el aborto




La semana pasada Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en participar en una marcha contra el derecho al aborto. La marcha, autodenominada “por la vida”, se desarrolla todos los años en Washington desde que el Tribunal Supremo reconoció el derecho al aborto en 1973 en ese país a partir de la sentencia del caso Roe contra Wade.
En 2018 Mike Pence, vicepresidente y cristiano evangélico, había participado de la marcha en nombre del gobierno y había llevado el saludo de Donald Trump a través de video cámara pero esta vez, en plena campaña electoral, el presidente decidió participar personalmente confirmando, por si había dudas, que seguirá profundizando el ataque hacia los derechos de las mujeres en ese país en el próximo periodo si es reelecto.
“Los niños no nacidos nunca han tenido un defensor mayor en la Casa Blanca” fueron sus palabras entre la agresiva muchedumbre que milita cotidianamente hostigando a las mujeres que, por decisión, violación o por urgencias obstétricas deben acudir a un aborto en las pocas clínicas que funcionan para realizar esta práctica bajo la amenaza de ataque de estos activistas.
Donald Trump durante estos cuatro años de gestión ha cumplido con los pedidos de los grupos cristianos católicos y evangélicos que lo bancan espiritual y financieramente, colocó a dos jueces ultraconservadores en el Tribunal Supremo, también nombró a numerosos nuevos magistrados antiaborto en los banquillos federales y llevó adelante medidas para cortar el financiamiento a los organismos que apoyan el derecho al aborto. Además de eso retiró los fondos a las investigaciones médicas que utilicen tejidos fetales, cumpliendo con las demandas de este movimiento reaccionario.
El ataque de Trump se reproduce en numerosos estados, donde se busca avanzar en legislaciones restrictivas.

Mujeres y trabajadores a la calle por sus derechos

El movimiento de mujeres de Estados Unidos tiene un enorme desafío por delante. Las encuestas más difundidas hablan de que un 61% de los estadounidenses están a favor del derecho al aborto en casi todos los casos, pero el intento por parte del Partido Demócrata -tan responsable como los republicanos de políticas nefastas contra los trabajadores de Estados Unidos y del mundo- de cooptar e institucionalizar al movimiento de mujeres estadounidense y la lucha por sus derechos, tiene el objetivo de encorsetar el alcance de la lucha y su unidad con los y las trabajadores, que además de sufrir el elitista sistema de salud yanqui, ve empeorar cotidianamente sus condiciones de vida.
La independencia política del movimiento de lucha y la unidad con los trabajadores es una condición sine qua non para avanzar a paso firme en los derechos de las mujeres.

María Chuli

Trump sigue disparando a matar al pueblo cubano: la prensa calla




Cubainformación TV – Basado en un texto de Juventud Rebelde.- El asedio de la administración de Donald Trump a Cuba no tiene parangón. En dos años, ha aprobado cerca de 240 nuevas sanciones a la Isla.

lunes, 27 de enero de 2020

Un negocio para las multinacionales




La propuesta planteada en el borrador de la Ley de Urgente Consideración anunciada por Lacalle Pou avanza contra las empresas públicas y abre el mercado uruguayo a los negocios de las multinacionales

De acuerdo al borrador de la Ley de Urgente Consideración elaborado por el Partido Nacional se plantea derogar el monopolio de ANCAP para la “gestión de la importación, exportación y refinación de petróleo crudo y derivados”.
De aprobarse esta propuesta se estará abriendo el mercado uruguayo de los hidrocarburos a las multinacionales del sector. ANCAP podría formar una sociedad comercial que funcionaría bajo las disposiciones que establece la ley para las sociedades anónimas con participación de entes autónomos y servicios descentralizados en las áreas industriales y comerciales del Estado.
La idea es una vieja aspiración de la derecha que ya intentó en otras oportunidades terminar con el monopolio del ente estatal o privatizar empresas públicas.
El anuncio sobre ANCAP muestra cual es la filosofía del futuro gobierno, un programa que sin duda intentará implementar en otras áreas.
Aunque aparentemente habría resistencias en la coalición multicolor, y la propuesta será parte de la negociación entre los partidos que la componen, no hay que olvidar que desde los años 90 blancos y colorados (junto a socios menores) intentan terminar con las empresas públicas abriendo la economía del país a una mayor penetración de las multinacionales y generando pérdidas de derechos para los trabajadores.

Como enfrentar el ajuste neoliberal

La difusión de la Ley de Urgente Consideración puso en primer plano el hecho de que el próximo gobierno de la Coalición Multicolor viene a ajustar y que para eso también necesita medidas que le permitan reprimir la protesta social y criminalizar la pobreza.
Desde que se conoció el resultado de las elecciones el PIT-CNT se ha mostrado negociador, abriendo expectativas en un supuesto “buen criterio” del presidente electo, que a decir de Fernando Pereira sería “mucho más Pou que Lacalle”.
El propio Frente Amplio también viene mostrando una actitud de cautela, tomando distancia de algunos anuncios, pero sin dimensionar la magnitud de la ofensiva que pretende implementar la derecha (sin dejar de lado que incluso algunas medidas que se proponen desde la Ley de Urgente Consideración podrían contar con el beneplácito del FA).
En estos días han planteado incluso que la manera de enfrentar este proyecto de ley sería con un referendum olvidando que las vías constitucionales y legales han mostrado sus grandes limitaciones para frenar los planes de la derecha.
De hecho los referendums de 1992 y del 2003 (contra las privatizaciones de las empresas públicas y contra la desmonopolización de ANCAP) no pudieron evitar las tercerizaciones o privatizaciones parciales de empresas públicas o que hoy vuelvan a intentar avanzar contra ANCAP.
Los trabajadores, los estudiantes las organizaciones sociales y populares mostraron toda su fuerza cuando con un gran entusiasmo se pusieron en sus hombros las juntadas de firmas o las campañas de los referendums; pero hay que ser claro; lo que define, lo que puede frenar los planes de la derecha es el pueblo organizado y movilizado en las calles no las negociaciones o acuerdos entre cúpulas partidarias.
Al futuro gobierno no podemos darle ninguna tregua, es imprescindible un plan de lucha discutido democraticamente desde las bases.

Hernán Yanes
Lunes 27 de enero | 08:29

La ley de Urgente Consideración, el programa de la derecha




Finalmente el presidente electo dio a conocer el primer borrador de la Ley de Urgente Consideración que presentará al parlamento al asumir en el mes de marzo. Sin grandes sorpresas el borrador condensa el programa de ajuste, antiobrero y proempresarial y con énfasis en la seguridad y la represión que la derecha quiere llevar adelante.

Finalmente el misterio del contenido concreto de la ya famosa Ley de Urgente Consideración que anunciara Lacalle Pou durante su campaña llegó a su fin.
Primero fue el propio futuro presidente el que difundió el borrador a través de su cuenta de Twitter, para posteriormente, en la misma tarde y junto a Beatriz Argimón, presentarlo oficialmente a sus socios de la coalición.
Un primer repaso por su extenso contenido, muestra que no hay grandes sorpresas y que su redacción contempla los lineamientos que el Partido Nacional (y luego la propia Coalición Multicolor) venían anunciando en sus discursos, declaraciones y apariciones públicas.
De hecho el propio Lacalle ha señalado que la base de las propuestas estaban en el documento “Compromiso por el País” firmado junto a los partidos Colorado, Cabildo Abierto, Partido Independiente y partido de la Gente.
El futuro presidente por ahora se intenta mostrar negociador y ha dicho que la divulgación del documento es el puntapié para negociar y acordar una propuesta definitiva, que será la que finalmente se presente al Poder Legislativo.
El hecho de tratarse de una Ley de Urgente Consideración permite acortar los tiempos de discusión en las Cámaras y que eventualmente, si no se rechaza en el plazo legal estipulado, pueda considerarse tácitamente aprobada por el Poder Ejecutivo.

Un programa contra los trabajadores y el pueblo

El documento en su extenso articulado recorre distintas áreas programáticas, con una concepción típicamente derechista y liberal.
Tal como ya lo venían anunciando toma a la seguridad y la represión como uno de los ejes principales con propuestas que apuntan a la criminalización de la pobreza y el control social.
Garantías para la policía, normas que favorecen el gatillo fácil, aumento de penas y condenas, recortes a las garantías individuales y los derechos democráticos son las principales medidas que se plantean.
Con un discurso securitario y represivo que tiene cierto consenso en sectores de la población Lacalle intenta en poco tiempo ganarse la aprobación popular y mostrarse como un presidente de mano firme.
El documento también cercena la protesta social, al limitar el derecho de huelga prohibiendo las ocupaciones y al transformar en ley el decreto frenteamplista que prohibía los piquetes como forma de lucha histórica de los trabajadores.
En otras áreas el documento presenta propuestas de matriz neoliberal al plantear la desmonopolización de ANCAP, levantar las mínimas trabas que existían a los grandes empresarios de las comunicaciones, o terminar con algunos controles financieros para favorecer el pago “en negro” y el trabajo informal así como redundar en una menor fiscalización acerca del dinero y activos económicos.
El área educativa es una de la que tiene más extensas referencias en la Ley de Urgente Consideración, y entre otras cuestiones reduce el papel de la UdelaR, y da mayor peso a representantes de la educación privada. Los consejos desconcentrados de la educación pasarán a ser direcciones generales, desaparece el Instituto Universitario de Educación y con sus cambios con respecto a leyes actuales deja abierta la puerta a una mayor mercantilización y lógica lucrativa
La ley abarca también otros temas, como cuestiones referidas al BPS y las jubilaciones, el futuro del MIDES, propuestas para Vivienda y reformas en el Estado.
Desde La Izquierda Diario Uruguay iremos analizando en estos próximos días los aspectos centrales de los cambios que se proponen en las distintas áreas.
Con este borrador se confirma lo que de alguna manera ya era evidente; la derecha viene a implementar un ajuste y recortar conquistas contra el pueblo trabajador y a favor de los empresarios.
La movilización y la organización popular son las que podrán efectivamente hacer frente a este paquete de ajuste antipopular. Actitudes como las del presidente del PIT-CNT Fernando Pereira, dándole crédito a Lacalle Pou o destacando supuestas virtudes, son el camino contrario a lo que se necesita para frenar el ataque que la Coalición Multicolor quiere llevar adelante.

Hernán Yanes
Viernes 24 de enero | 08:48

Irán, 1953: el primer golpe de Estado orquestado por la CIA




Manifestación en 1952 luego de nacionalizar la AIOC

Con motivo de los enfretamientos actuales entre EEUU e Irán, haremos un recorrido histórico por uno de los eventos decisivos en la relación entre ambos países para sacar algunas conclusiones para derrotar al imperialismo y al régimen reaccionario de los ayatolás.

El fin de la de la Segunda Guerra Mundial, estableció un nuevo orden mundial bajo la hegemonía norteamericana. El orden colonial construido por el Imperio Británico y Francés comenzó a resquebrajarse, cuya debilidad abrió la brecha al surgimiento de movimientos de liberación nacional en América Latina, Asia y África. Estos conflictos además estuvieron enmarcados en una situación global jamás vista de tensiones entre dos super potencias, la Unión Soviética y el imperialismo norteamericano: la Guerra Fría.
El Medio Oriente –como lo llama la cultura occidental- estuvo atravesado por luchas anticoloniales de masas. En Egipto voltearon al rey Faruk en 1952, en Irak y Siria surgió el partido Baat como principal oposición al pacto de Sykes-Picot donde Inglaterra y Francia delinearon las fronteras del antiguo Imperio Otomano en una servilleta. Particularmente en Irán, nace el Frente Nacional por el impulso de las masas para nacionalizar el petróleo, cuyo líder Mossadegh polarizó con el poder del Sha con un discurso nacionalista contra el imperialismo.

El Sha y la Guerra

El régimen del Sha Reza Khan, que asumió por un golpe de Estado con apoyo británico para frenar la influencia bolchevique, comenzó a rebajar algunos beneficios de explotación de la Anglo Persian Oil Company que dominaba la explotación petrolera en el Golfo Pérsico, al tiempo que le abría la puerta a los capitales alemanes. Para 1939 el Tercer Reich estaría superando a Inglaterra como principal socio comercial de Irán. Irán tomaba una dimensión estratégica en la guerra. Los aliados necesitaban de Irán para hacerse del petróleo y el inmenso ferrocarril trans-iraní que unía el Golfo Pérsico con el Mar Caspio para abastecer de armamento a la URSS. Por esta razón, en 1941, 15 divisiones de la Armada Británica y del Ejército Rojo cruzaron las fronteras iraníes, motivados por la admiración del Sha hacia Hitler.
La Conferencia de Teherán de 1943, reunió a Josif Stalin, Winston Churchill y Franklyn Roosevelt –la “precuela” de los pactos de Yalta y Potsdam- para discutir el reparto del mundo luego de la inminente derrota alemana en la guerra. El lugar no fue casualidad ya que había que definir quién dominaría un recurso vital como el petróleo. Allí Roosevelt le pregunta a Churchill sobre la situación del Sha. Él le cuenta que la Abwher –el servicio secreto militar alemán- estaba influenciando demasiado al Sha para romper la neutralidad e incorporarse al Eje junto a Hitler. Los británicos no permitirían que el petróleo caiga en manos de los nazis, y la URSS tendría un problema estratégico con otro enemigo acechando en sus fronteras. El líder británico concluyó aquella conversación con una frase que ilustraría la relación con el país persa mientras se encogía de hombros: "we brought him, we took him” (nosotros lo pusimos, nosotros lo sacamos).

La Posguerra y la guerra fria

Como la corona británica necesitaba un títere que reemplace al Sha, dejaron que asuma su dócil e influenciable hijo, Mohammad Reza Palhavi. El joven Sha sellaría un alianza con los británicos, mientras mantenía un débil equilibrio con URSS (que exigía concesiones petroleras) y los movimientos internos de socialistas, liberales y conservadores. Entre ellos estaban el Tudeh, fundado durante la ocupación en 1941 por los antiguos militantes del Partido Comunista de Persia (el más grande de Medio Oriente) de tendencia estalinista, que había conquistado influencia de masas y dirigía grandes sindicatos; el Frente Nacional con Mohammad Mossadegh a la cabeza fundado en 1949; y el sector conservador que va a sintetizar la famosa alianza entre el Bazar y la Mezquita, o sea entre el sector de la burguesía financiera y los clérigos chiitas. El nuevo régimen implicaba una monarquía parlamentaria, los partidos políticos y la prensa pasaban a ser legales, lo que impulsó a un proceso de enorme politización entre la población.
La guerra había devastado la economía iraní, que vivió la ocupación hasta 1946. La precarización de la vida impulsó grandes huelgas obreras -dirigidas por el Tudeh-. En la provincia de Khuzistan, se encontraban las principales industrias y el estratégico pozo petrolero Abadán, el más grande del mundo hasta el momentos, a manos de la Anglo-Iranian Oil Company (AIOC). Aquella gesta obrera exigía mejores condiciones de vida, pero centralmente que las leyes laborales estén bajo jurisdicción iraní y no británicas. Para liquidar esta huelga que duró largos meses, la corona contrató miles de rompehuelgas y ubicó dos buques destructores apuntando hacia los petroleros que ocupaban el pozo. El conflicto culminó con sometimiento de la AIOC a leyes iraníes. A pesar de los cientos de muertos y heridos, los trabajadores habían dejado instalada la idea de la necesidad de la nacionalización del petróleo como vía para la liberación nacional, desatando un extendido movimiento.
Luego de aquellas huelgas, el Sha prohibió al Tudeh y los sindicatos, pero además extendió la concesión a los británicos por la explotación del petróleo a cambio de regalías mínimas para el país permitiendo que la corona británica vaciara los pozos iraníes. La oposición masiva a esta medida dio lugar a la fundación del partido nacionalista burgués Frente Nacional, cuya figura máxima era Mossadegh. Lo componían sectores profesionales formados en Europa, y distintos partidos, algunos seculares como el Partido de los Trabajadores de Irán, e islamistas como el Mujahideen Islam.
Mossadegh fue ganando muchísimo prestigio dentro de la sociedad iraní por enfrentarse a los ingleses consiguiendo mejores acuerdos de reparto de la renta. El FN conquistaba mayoría de las bancas en el parlamento y un enorme apoyo de masas. Como parte de la política del estalinismo en la posguerra, el Tudeh apoyó las políticas del FN sellando la alianza del movimiento obrero con la burguesía nacional y sectores clericales. El Tudeh fue presionando con movilizaciones al Sha para que nombre a Mossadegh primer ministro en 1951 luego de que presentara al Majlis el proyecto de Ley para nacionalizar el petróleo. A los pocos días, Irán pasó a dominar el 100% de la industria petrolera.
El imperialismo británico no podía permitir que la mayor reserva del mundo sea nacionalizada y posiblemente caiga bajo la órbita de los soviéticos. Para presionar, retiraron a todo su personal de ingeniería y enviaron buques de guerra para hostigar barcos petroleros con bandera iraní, mientras llamaban a un boicot internacional.
EEUU al principio se mantuvo neutral. Truman dejó correr a los movimientos nacionalistas con la perspectiva de que favorezcan el comercio mundial dinamitando las relaciones coloniales de Inglaterra. Sin embargo, la administración de Dwight Eisenhower en enero de 1953 optó por una política internacional agresiva hacia la URSS, planteando la hipótesis de que Irán podría caer bajo la Cortina de Hierro (a pesar de que el Tudeh se autodefinía como “frente democrático patriótico” y había abandonado toda perspectiva socialista). De esta manera comienza la colaboración “hollywoodezca” entre el MI6 (servicio secreto británico) y la CIA para orquestar el golpe de estado en 1953.

La Operación TPAJAX

El plan para derrocar a Mossadegh supera la ficción. Se dividía en tres fases superpuestas: una campaña permanente de propaganda ideológica a través de periodistas mercenarios; una red extendida de oficiales militares para liderar el golpe; y la compra de parlamentarios para asegurar un cuerpo legislativo opositor a Mossadegh, además de captar a clérigos islamistas y convencer al Sha de que asuma el poder absoluto.
La popularidad de Mossadegh lo enfrentó al poder del Sha Palhavi que era visto hasta por los sectores clericales como un agente extranjero. Mossadegh, manteniéndose fiel a su clase, supo utilizar este apoyo popular junto al Tudeh que aportaba la fuerza de los sindicatos estratégicos como base de maniobra para socavar el poder del Sha, y aumentar sus cuotas de poder como ministro. Esto lo enfrentó a los islamistas dentro del Frente Nacional que tenían el objetivo de islamizar la nación. Aquella interna política abrió la brecha para que los servicios de inteligencia imperialistas ganaran influencia en un famoso ayatolá, Ghasem Kashani.
Este acercamiento fue decisivo para enfrentar a un sector de la población empobrecida que recibía el impacto del estancamiento económico contra Mossadegh. De esta manera, los sectores religiosos comenzaron a colaborar con el imperialismo y el Sha.
Mossadegh sufre un intento de golpe donde el Sha lo destituye del cargo, pero es alertado por las redes de inteligencia del Tudeh, y logra sobrevivir. El fracaso obliga al Sha a huir de Irán a Roma, lo que brinda un impulso a las masas que aspiran quitarse de encima a la monarquía y a frenar el golpe, por lo que toman varios edificios del gobierno inundando las calles.
Mossadegh intenta sostenerse en el poder buscando apoyo de Eisenhower -que lo acusaba de ser comunista- en La Haya denunciando la conspiración en la corte internacional. Sin embargo, sus opciones son sostenerse con el poder de las masas que avanzaban rápidamente a enfrentar al imperialismo, y una conspiración internacional que intentaba derrocarlo. Temiendo que las masas sobrepasen su propio poder y para dar un gesto de orden a EEUU, decide reprimir ferozmente con el ejército a las masas.
Mossadegh mismo, abrió la puerta a que Kermitt Roosevelt -nieto de Franklyn Roosevelt-, al mando de la Operación TPAJAX, comenzara un bombardeo de decretos falsos del Sha (exiliado) para influir en la opinión pública contra el primer ministro. El 18 de agosto hay una manifestación organizada por la oposición (entre ellos clérigos colaboradores de la CIA) contra Mossadegh y destruyendo locales del Tudeh. Pero el Tudeh ordena a sus militantes quedarse en sus casas sin intervenir.
El 19 de agosto, el general del ejército iraní Zahedi, agente de la CIA, rodeó la casa de Mossadegh con 35 tanques Sherman. Luego de un enfrentamiento de nueve horas, Mossadegh es capturado y condenado de por vida a prisión. El Sha asumió a los pocos días con una represión sin igual hacia el Frente Nacional, pero mayor aún contra los líderes del Tudeh: 5000 personas fueron encarceladas y ejecutadas, otros se exiliaron. El botín para Gran Bretaña y EEUU fue una renegociación de las concesiones a sus compañías petroleras: 40% y 60% respectivamente.
El Sha Reza Palhavi sería el gobernante absoluto del país hasta ser derrocado en 1979 por la Revolución Iraní que instauró la actual República Islámica.
Recién en el año 2000, EEUU reveló informes de inteligencia donde muestran la actividades conjuntas con el MI6 en Irán. En 2009 Barack Obama, casi 60 años después, admitió la participación estadounidense en el golpe como un gesto de conciliación para comenzar a discutir el Acuerdo Nuclear que limite las aspiraciones iraníes.
Es necesario extraer conclusiones de los procesos que se dieron en Medio Oriente para poder abordar los acontecimientos actuales de la lucha de clases que están cuestionando a los distintos regímenes reaccionarios desde la "Primavera Árabe". El régimen de los ayatolás que gobierna en Irán desde 1979, si bien se ubica contra la política de EEUU, de ninguna manera es anti-imperialista. Sólo la auto-organización de las masas que derroten a ese régimen reaccionario puede generar las bases para expulsar al imperialismo del Medio Oriente. En una próxima entrega analizaremos la Revolución de 1979.

Salvador Soler
@SalvadorSoler10
Sábado 25 de enero | 11:55

Fuentes:

Koplel, Ezequiel. La disputa por el control de Medio Oriente, de la caída del Imperio Otomano al surgimiento del Estado Islámico. Eduvim. 2016.
Kapuscinski, Ryszard. "El Sha o la desmesura del poder". Ed. Anagrama.
Gasiorowski, Mark. "El golpe de Estado contra Mossadegh". Le monde dipomatique, octubre, año 2000.

5G: una guerra de rapiña




“Davos teme una guerra fría tecnológica entre EEUU y China”, titula Infobae (23/1), para referirse a la enorme disputa que se desató entre ambos países en torno al 5G. La analogía se viene desplegando en la prensa internacional desde hace por lo menos un año. Incluso, se habla de una nueva “cortina de hierro” que dividirá al globo en dos mitades: de un lado, las regiones que se adapten a las redes chinas; del otro, a las estadounidenses. Sin embargo, el mapa no prefigura ser tan ordenado. Australia, Canadá, Vietnam y Japón se alinearon con los Estados Unidos; Francia, Rusia, Alemania y Brasil apuestan por establecer acuerdos con China. Como sea, antes que a una guerra fría 2.0, asistimos a una nueva guerra de rapiña que sacude al mercado en una competencia a todo o nada por la dominación del mundo (también) digital.

¿Un mundo feliz?

5G es la red móvil de última generación, cien veces más veloz (y hasta podría llegar a ser 250 veces superior) que la actual 4G, con menor latencia (el tiempo que tarda un dispositivo en ejecutar una orden se reduce a un chasquido) y con mayor capacidad de conexión (hasta un millón de dispositivos por kilómetro cuadrado). Por estas redes se podrían desplegar las conexiones de cualquier objeto o artefacto (el tan promocionado Internet de las Cosas), monitorear vehículos o diseñar ciudades inteligentes.
Un puñado de corporaciones controla el mercado en desarrollo de 5G: Ericsson (Suecia), Samsung (Corea del Sur), Nokia Networks (Finlandia), NEC (Japón) y CISCO (EE.UU.). Pero la supremacía es de Huawei (que además ocupa el segundo lugar en la venta de smartphones, tras desplazar a Apple el año pasado) y de ZTE, ambas compañías con sede Shenzhen, el Silicon Valley oriental.
La pretensión estadounidense de desbancar a China explica, en gran medida, la actual guerra económica que, si bien entró en una tregua con la fase 1 del acuerdo recientemente firmado, sigue su curso e invariablemente se profundizará: el sistema que propone Huawei es incompatible con el yanqui. Y más ampliamente: la profundidad de la crisis económica también es incompatible con el equilibrio de una paz imperial.

Hasta prisioneros de guerra

A fines de 2011, durante la presidencia de Obama, los Estados Unidos habían denunciado un supuesto “ciberespionaje chino” y el peligro que suponían las operaciones de las empresas de ese origen a la seguridad nacional. En 2018, los tuits de Trump denunciaron al gigante ZTE por haber vendido tecnología a Irán y Corea del Norte. Ante la amenaza de un bloqueo, el consorcio chino resolvió pagar la multa de 1190 millones e incluso aceptar la condición de retirar a un miembro de su directorio, funcionario del Partido Comunista Chino. Pero la declaración de guerra ocurrió en 2019: Trump ordenó al Departamento de Comercio que incluya a Huawei en la lista de empresas (Entity List) que no podrían hacer negocios en los Estados Unidos. Google cerró filas con Trump y rompió su relación comercial con los chinos quienes, desde entonces, no pudieron seguir vendiendo sus smartphones con el sistema Android. Además, perdió el acceso al mercado de los microprocesadores, que monopolizan las estadounidenses Intel, Qualcomm o Broadcom. Con todo, Huawei prepara sus propios materiales de relevo y el año pasado tuvo un crecimiento del 18% en su facturación.
A esta historia no le faltan ni siquiera prisioneros de guerra: en Canadá sigue detenida con libertad bajo fianza la ejecutiva e hija del fundador de Huawei, Meng Wanzhou, y en China, los canadienses Michael Kovrig (un ex diplomático) y Michael Spavor (un empresario). Mientras se lleva adelante el juicio de extradición a pedido de Estados Unidos, el primer ministro Justin Trudeau acaba de rechazar “llevar a cabo un intercambio de presos” (Europa Press, 21/1).

Estado y Capital

Son dos los argumentos que esgrimen los Estados Unidos para justificar su política de bloqueo contra Huawei. En primer lugar, que compite deslealmente, porque, siendo una empresa privada, cuenta con el apoyo del Estado. En segundo lugar, que amenaza la seguridad del mundo. Estados Unidos insiste en que las redes de comunicación pasarían a estar bajo control del Estado y del ejército chino, en virtud de vías de acceso (puertas traseras) que estos dejan plantadas.
El columnista Zachary Karabell (Wired, 31/11/19) derrumbó ambos argumentos con sencillez abrumadora. Se preguntaba retóricamente: “la relación de Huawei con el gobierno chino ¿es fundamentalmente diferente de los lazos entre el Pentágono y contratistas como Lockheed, Boeing y General Dynamics?” Y agregaba: “todas las grandes compañías tecnológicas han vendido equipos y datos que ayudan a las agencias de inteligencia, ya sean las imágenes de Google Earth utilizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Amazon desarrollando tecnología de reconocimiento facial para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o Palantir que terceriza para el Estado la recolección de datos personales.” Recordaba, también, que “la NSA ha intentado y de hecho ha incrustado (como lo mostraron los documentos filtrados de Edward Snowden) puertas traseras en equipos estadounidenses.”

El caso argentino

En nuestro país, apenas se ha realizado una prueba de 5G, pero las presiones tanto estadounidenses como chinas se conocieron tan pronto despuntó el nuevo año. El 2 de enero, La Nación publicó una entrevista al ex embajador en China, Diego Guelar, que afirmaba en lengua lobista: “Brasil ya ha comunicado que licitará la infraestructura 5G en 2020 y que convocará a China. A mi juicio, nosotros debemos hacer lo mismo.”
A las pocas horas, la Embajada yanqui en nuestro país le respondía con un tuit: "La protección de las #LibertadesCiviles y el respeto a la #Privacidad de cada individuo es nodal para garantizar un buen desarrollo de la tecnología #5G. No todos los proveedores son iguales. Informate".
“¿Quién querés que te espíe: los americanos o los chinos?, se preguntaba el periodista de Wired. En esa guerra estamos hundidos hasta el fondo.

Santiago Gándara

domingo, 26 de enero de 2020

Pablo de la Torriente Brau




Vive en ‘el gran triunfo de la revolución’

El último mes del año es un ciclo de importantes casualidades en la existencia de Pablo, quien naciera el 12 de diciembre de 1901 en San Juan, Puerto Rico, y resultara muerto en combate con apenas 35 años cumplidos el 19 de diciembre, de 1936.

La figura del intelectual y combatiente internacionalista cubano Pablo de la Torriente Brau, se yergue todavía con un vigor y un brillo que deslumbran, a 83 años de su caída en Majadahonda, cerca de Madrid, en la batalla por la república española amenazada por el fascismo y luego vencida.
El último mes del año es un ciclo de importantes casualidades en la existencia de Pablo, quien naciera el 12 de diciembre de 1901 en San Juan, Puerto Rico, y resultara muerto en combate con apenas 35 años cumplidos el 19 de diciembre, de 1936.
Cuando era todavía un niño, su familia se trasladó a vivir definitivamente a Santiago de Cuba. Adquirió la nacionalidad cubana y fue el único varón de una progenie formada por cuatro hermanas. Amó a Cuba intensamente, aunque no olvidó la causa de su país natal.
En la ciudad oriental cursó los primeros estudios hasta que pasó a residir en La Habana para hacer una carrera universitaria que nunca concluyó, pues se dedicó con ímpetu y pasión a las luchas políticas contra el machadato y a un periodismo militante que ejerció de manera brillante, como un eje de su vida.
Hacia 1920 trabajaba para el periódico El Nuevo Mundo, al tiempo que, además era redactor de la revista El Veterano, en la cual prestaba servicios añadidos de cobrador, repartidor y agente de publicaciones.
Escribía en la Revista Alma Máter y la Revista de La Habana en el año 1930, con gran asiduidad. Sin embargo, más relevante fue su quehacer reporteril en el periódico Ahora, para el cual cubrió sucesos de gran impacto como el proceso de depuración de la Universidad en 1934, además de dar a conocer un tenebroso asesinato, por lo cual posteriormente debió salir de Cuba.
Integró el Directorio Estudiantil Universitario fundado en 1930 . Hecho prisionero, permaneció varios días en la cárcel, y una vez liberado bajo presiones y amenazas, pasó a la lucha clandestina.
Nuevos encarcelamientos lo esperaban al año siguiente y fue obligado a pasar alrededor de 12 meses en el llamado Presidio Modelo de Isla de Pinos. Acerca de esa experiencia publicó el reportaje titulado 105 días preso, y Presidio Modelo o La Isla de los 500 asesinatos.
Pablo de la Torriente Brau se involucró con ahínco en las denuncias y gestiones a favor de la libertad de Julio Antonio Mella, cuando este realizaba la huelga de hambre que conmocionó al país.
Con el poeta martiano, anti imperialista y comunista Rubén Martínez Villena mantuvo una estrecha relación de amistad y colaboración, que hacía más fuerte la total identificación política e ideológica de ambos luchadores.
A pesar de la extrema juventud con que empezó a abrirse paso dentro del periodismo, Pablo fue considerado ya en su tiempo un brillante cronista, que hacía reportajes memorables y agudas entrevistas.
Hoy se le valora como padre del periodismo testimonial en Cuba, con una obra cuyo estilo y enjundia no envejecen, a pesar del tiempo transcurrido.
Sus innovaciones en los enfoques, el lenguaje afilado, galopante y con gran dominio del idioma, sus valientes denuncias sociales y políticas, siguen impactando hoy tanto al alumno de periodismo bisoño como al lector ávido de estremecedores relatos, críticas o reportajes.
Realento 18, un reportaje publicado en 1934 en “Ahora”, es una perenne lección en varios órdenes y un relato fascinante como acabado de escribir.
Durante un obligado exilio en Estados Unidos, en julio de 1936 decidió dejarlo todo e irse como combatiente a formar parte de las milicias populares e internacionalistas que defendían a la república española, codo con codo con gran parte del pueblo de esa nación.
Allí fue otra vez periodista, comisario político y combatiente. Durante la campaña redactaba sus vivencias sobre las batallas y sus protagonistas, sus compañeros de trinchera. Fue corresponsal de varias publicaciones de América latina y EE.UU.
Sus escritos de la guerra civil póstumamente fueron recogidos en el libro Peleando con los milicianos. Pablo también creo una literatura no testimonial, como cuentos y novelas, que ha sido divulgada.
Aquel joven increíble se fue a combatir como quien marcha hacia la felicidad, pues dijo al decidirlo: “He tenido una idea maravillosa. Me voy a España, a la revolución española. ¿Cómo no se me había ocurrido antes?
“Estaré cuando ni Hitler ni Mussolini puedan sostenerse más y se lancen a la guerra, y entonces vendrá la batalla definitiva entre oprimidos y represores. Y asistiré, sea como sea, el gran triunfo de la revolución”. Y de veras tuvo razón, ha estado presente en todas las causas justas que hizo suyas, aunque no fuera la victoria por aquella gesta.
Después de tantísimos años sus restos no han podido ser encontrados y repatriados, pues fueron a parar a una fosa común. Siguen los esfuerzos de las autoridades cubanas y sus familiares para traerlo, como él quería.
“Me quedaré en España, compañero/ me dijiste con gesto enamorado/ y al final sin tu edificio tronante de guerrero/ en la hierba de España te has quedado”, recordó hace mucho Miguel Hernández en un poema, hoy canción.
También Pablo vive en Cuba.

Martha Gómez Ferrals

Martínez Villena: El poeta que organizaba huelgas




Excelente versificador que aportó piezas antológicas a la lírica nacional, fue también un genial estratega en la conducción del movimiento obrero y comunista

Había sido el alma de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC) en los preparativos de su IV Congreso Obrero, llamado también “de Unidad Sindical”. Pero el agravamiento de su enfermedad obligó a su ingreso en el sanatorio La Esperanza. Cuando la magna reunión proletaria comenzó sus sesiones, el 12 de enero de 1934, en el estadio Arena Cristal, ubicado en Infanta y Pedroso, en la capital cubana, su estado de salud era tan delicado que le impidió asistir a las jornadas de trabajo del evento.
El 15 de enero, aún internado en el sanatorio, Rubén Martínez Villena incumplió las prescripciones del médico e incluso, jugó al ajedrez con un interno. Un ataque de disnea durante la tarde puso en alarma a los facultativos. Se recuperó tras una inyección e incluso, aceptó una fruta que le ofrecieron. “Vale la pena comerse un melocotón antes de morirse”, dijo.
Le repitieron los ataques en la noche y en la madrugada. No se recuperó. A las 4:30 a.m. del 16 de enero dejó de existir.

El poeta rebelde

Había nacido en Alquízar, en la hoy provincia de Artemisa, el 20 de diciembre de 1899. Se graduó de bachiller en 1916 y de 1917 a 1922, estudió Derecho en la Universidad Nacional de La Habana, en donde se recibió de abogado. Su primer artículo en prosa, “Luis Padró”, en homenaje a quien fuera su maestro, apareció en la revista Evolución en julio de 1917. A partir de 1920, las revistas habaneras comenzaron a publicar sus poemas.
Esta fue la época en que, al decir de su amigo y biógrafo Raúl Roa García, “cristaliza en arrebatados sonetos su fogoso patriotismo”. Ejemplo de ello son los poemas “Rescate de Sanguily”, “Jimaguayú”, “Máximo Gómez”. Su reacción contra el modernismo transnochado que imperaba en la lírica nacional lo llevó a buscar, citemos nuevamente a Roa García, “su propio medio expresivo y su personal rumbo lírico”. Una pieza característica de aquellos días (1921) es “Canción al sainete póstumo”.
Su primer cuento publicado, En automóvil, fue recogido por la revista Chic en diciembre de 1922. El año 1923 marca dos importantes hitos en su existencia. En el plano poético, logró piezas antológicas como “La pupila insomne” y “El gigante”, entre otras.
Por otra parte, con la Protesta de los 13 (18 de marzo de 1923) comenzaba a participar activamente en la vida política nacional cuando lideró a un grupo de jóvenes que protestaron públicamente contra la corrupción gubernamental.
El hecho tuvo como sede la antigua Academia de Ciencias. Rubén y otros intelectuales interrumpieron un homenaje a una escritora uruguaya para acusar en medio del acto a un ministro del Gobierno que allí estaba, de complicidad con las malversaciones que se cometían. Tras abandonar el salón donde se celebraba el homenaje, los 13 intelectuales marcharon hacia la redacción de un periódico para entregar allí un manifiesto explicativo de su conducta. Publicado en el diario, los 13 fueron detenidos posteriormente. Martínez Villena supo por primera vez los rigores de la prisión. Este hecho tendría una resonancia en la obra poética de Rubén, su “Mensaje lírico civil”. El poema es, volvemos a citar a Roa García, “una franca incitación a la lucha armada”: Hace falta una carga para matar bribones/ para acabar la obra de las Revoluciones.
A partir del núcleo de intelectuales participantes en la Protesta de los 13, se organizó de forma espontánea el llamado Grupo Minorista, el cual Rubén lideraba con su carisma excepcional. Coincidieron allí escritores, pintores, escultores, músicos, profesionales, en una masa de pensamiento heterogéneo, pero con una creciente inquietud en favor de las corrientes más actuales de la política y de la creación artística, como formulara en una ocasión Juan Marinello. Integrante del grupo, era la primera vez que los intelectuales cubanos expresaban de manera colectiva su solidaridad con los pueblos latinoamericanos, denunciaban a las tiranías que se entronizaban en varios países de la región, rechazaban públicamente las injerencias yanquis y proclamaban la necesidad de un gobierno del pueblo.

El dirigente comunista

El pensamiento de Martínez Villena se fue radicalizando al entrar en contacto con Julio Antonio Mella y otros marxistas cubanos. Con este último, colaboró estrechamente en la Universidad Popular José Martí y en la fundación de la Liga Antimperialista de Cuba.
Rubén ingresó al primer Partido Comunista de Cuba en 1927. Como asesor legal (abogado) de la CNOC, se convirtió en su líder natural aunque nunca asumió su secretaría general. En el Partido, igualmente, se convirtió en el máximo dirigente, aunque nunca ostentó cargo alguno. El tirano Machado había dicho que una huelga no le duraría más de 15 minutos y el 20 de marzo de 1930, Rubén le paralizó el país por más de 24 horas.
Martínez Villena devino líder natural de la CNOC y del Partido Comunista. (Foto: Autor no identificado)
Años más tarde, en agosto de 1933, la impronta de Martínez Villena fue decisiva para que una huelga económica, que surgida en un paradero de ómnibus de la capital, deviniera política y nacional. El país se hizo ingobernable y el tirano Machado tuvo que huir del país.
Enfermo de muerte, Rubén participó activamente en todo el contenido y los proyectos para el IV Congreso Nacional Obrero de Unidad Sindical. Según el líder proletario Isidro Figueroa, intervino “incluso en (la elaboración de) una nueva estructura que se le quería dar al movimiento sindical y hasta (en) la reglamentación de la CNOC”.
Cuando unos compañeros fueron al sanatorio a darle la noticia de la nutridísima participación de delegados y de la exitosa inauguración del Congreso, dicen que exclamó: “Si es así, ya me puedo morir, porque me siento feliz”.

Pedro Antonio García
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Fuentes consultadas

Las biografías Rubén Martínez Villena, de Ana Núñez Machín, y El fuego en la semilla del surco, de Raúl Roa.

sábado, 25 de enero de 2020

Colombia: las masas vuelven a ganar las calles




En medio de una escalada de asesinatos y una crisis de escuchas ilegales.

Las principales ciudades de Colombia volvieron a atestarse de gente en una nueva jornada de lucha y concentraciones que retoma el hilo de la movilización popular desatada a finales de noviembre.
La convocatoria provino del Comité Nacional de Paro (CNP), integrado por distintas centrales sindicales, estudiantiles, campesinas y sectores indígenas, desde donde se prevía que la jornada culmine con un cacerolazo nacional, en horas de la tarde. Los organizadores han acentuado entre los reclamos la denuncia a la escala criminal del Estado que ya lleva asesinados unos 23 líderes sociales en los primeros 20 días del año; denuncian los falsos positivos –asesinatos perpetrados por las fuerzas de seguridad y el Ejército-; el espionaje del Ejército y los abusos de la fuerza pública; y exigen el desmantelamiento del Esmad, cuerpo policial especial responsable de la represión sangrienta y el asesinato del bachiller Dilan Cruz, de 18 años.
A esto debe sumarse el programa de reivindicaciones con los que se puso en pie el movimiento: oposición a la reforma laboral; no a la reforma del sistema público de administración de pensiones; contra la elevación del 35% de las tarifas de energía eléctrica; acabar con la corrupción; la implementación de los acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno colombiano y las Farc; el cumplimiento de promesas hechas a organizaciones indígenas, sindicales y estudiantiles en previas jornadas de protesta; y la oposición a la creación de un 'holding' financiero estatal que afectará a 17.000 trabajadores y a 16 empresas estatales.

Espionaje y represión

El gobierno de Iván Duque asiste a una crisis institucional de proporciones escandalosas. En los últimos días ha salido a la luz una investigación que da cuenta del empleo de los recursos del Ejército y la inteligencia para realizar espionaje interno, contra opositores, magistrados, periodistas y activistas sociales. El caso resultó tan bochornoso que el comandante del ejército, Nicacio Martínez, tuvo que dimitir en diciembre pasado alegando “motivos personales”.
El antecedente más cercano es el de la disolución en 2011 del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), que bajo el gobierno de Álvaro Uribe se vio envuelto en una trama de espionajes a opositores y funcionarios del Estado.
Según la revista Semana, responsables de la investigación que sacó a la luz estos hechos, informaron que las “chuzadas” –como denominan popularmente en Colombia a las escuchas ilegales- eran realizadas desde los propios destacamentos del Ejército, ordenadas por los mandos superiores y puestas a disposición de reconocidos miembros del partido de gobierno, Centro Democrático.
La cúpula castrense cuenta con antecedentes de estas prácticas cuando con motivo de las negociaciones de paz con las Farc, cinco años atrás, interceptaban las comunicaciones de los negociadores, en lo que se dio a conocer como la Operación Andrómeda y de la cual no resultó ningún responsable.
Una de las excusas para defender la militarización de Colombia era la presencia guerrillera. Pero a pesar de los acuerdos de paz y el abandono de la lucha armada por parte de las Farc, no se ha detenido la injerencia del aparato militar y represivo en la vida del pueblo colombiano. Hoy en día el presupuesto destinado a Defensa representa el segundo ítem en el orden de privilegio del presupuesto nacional. El gobierno refuerza una orientación represiva al mismo tiempo que no logra satisfacer ninguna de las demandas del pueblo movilizado.

Aumenta la crisis, crece la represión

Los Estados Unidos acaban de informar la realización de ejercicios militares conjuntos con las Fuerzas Armadas de Colombia, que se desarrollarán durante los próximos días en territorio colombiano con la excusa es repeler supuestos ataques terroristas. Aquí se inscribe la reunión del golpista Juan Guaidó con el Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo, en Colombia, donde abordaron el supuesto vínculo del gobierno de Maduro con las fuerzas de Hezbollah como pretexto para reforzar un despliegue militar en la zona que también tiene en la mira las rebeliones continentales. Esta medida sirve al fortalecimiento de la colaboración militar del imperialismo con un gobierno de Duque franqueado por la crisis política.
El gobierno de Duque ha sido un alfil de todas las provocaciones de Trump contra Venezuela. Los ejercicios militares, además, son un intento de intimidar las rebeliones populares en el continente.
Duque y el partido de su padrino Uribe, vienen de un duro golpe asestado en las últimas elecciones municipales, tras las cuales se sucedieron distintos procesos de movilización popular al calor de las rebeliones latinoamericanas.
El gobierno de Duque ha profundizado la línea de las ejecuciones extrajudiciales. Ya van 160 asesinatos de excombatientes de las Farc desde los acuerdos de paz y son 83 los indígenas muertos solo en 2019.
Para el 30 y 31 de enero está prevista la realización de un Encuentro Nacional convocado por el CNP que podría reunir reunir más de 1.400 delegados para discutir "la estrategia política y el plan de acción del paro nacional para los siguientes meses". El movimiento de lucha tiene el desafío de superar a las conducciones burocráticas que todo el tiempo intentan bajarle la persiana a la lucha (como cuando llamaron a volver a la “normalidad” tras el paro del 21 de noviembre).
Como aporte al triunfo de las rebeliones populares en Latinoamérica, impulsemos una conferencia latinoamericana de la izquierda y el movimiento obrero combativo.

Marcelo Mache

viernes, 24 de enero de 2020

El Pepe, ¿una vida suprema?




El documental "El Pepe, una vida suprema", de Emir Kusturica sobre la vida de José “Pepe” Mujica que se puede ver desde fines del año pasado por Netflix, permite una reflexión, más allá de la figura del exguerrillero, sobre el destino político del MLN y del propio Mujica.

Un retrato del "Pepe"

El documental, basado en una serie de entrevistas a Mujica y decenas de horas de grabación producto del seguimiento de Kusturica y su equipo al expresidente durante más de 3 años, tiene la virtud de pintar de manera bastante certera y completa la figura del ex guerrillero.
Se ha dicho aquí en Uruguay que no agrega nada nuevo a lo que ya se conoce, y eso no deja de ser cierto, pero seguramente es un merito del propio Kusturica haber captado, desde la ajenidad y exterioridad que puede tener el director serbio, los aspectos principales de la figura del protagonista.
Sin la creatividad y originalidad que podemos observar en sus principales filmes (¿Te acuerdas de Dolly Bell?, Papá salió en viaje de negocios, Underground, Tiempo de gitanos) Kusturica recorre la historia del lider del MLN, su vida en común con su pareja (la también tupamara Lucia Topolansky), sus años de cárcel como rehén de la dictadura uruguaya, su vida austera en su casa de Rincón del Cerro, así como diálogos y frases que revelan los aspectos principales del semblante de Mujica.
A lo largo de los 73 minutos del documental también aparecen figuras relevantes del movimiento tupamaro, entre ellos, además de la ya nombrada Topolansky, sus compañeros de cárcel Eleuterio Fernández Huidobro y Mauricio Rosencoff. Huidobro, cuyo testimonio es central en el film, fue ministro de Defensa del gobierno de Mujica y figura primordial en la defensa de la impunidad para los torturadores y militares genocidas.
Podría resultar paradójico que luego de 13 años de cárcel en condiciones totalmente inhumanas sean las propias figuras tupamaras fervientes protectores de los responsables de los crímenes de la dictadura; pero en el fondo Mujica es así: una suerte de razón de Estado lo ha llevado defender (implícita o explícitamente) a aquellos que torturaron, encarcelaron y asesinaron, incluso a sus propios ex compañeros de militancia.
Como bien ha señalado Jorge Zabalza (otro ex rehén tupamaro pero que no compartió el giro político de la dirección del MLN), también Mujica trivializa la acción guerrillera conocida como la “toma de Pando” (cuando tomaron por algunos minutos la comisaría, el cuartel de bomberos y algunos bancos, en el segundo aniversario de la muerte del “Che” Guevara), al relatar en la película que luego del operativo “se fueron a tomar cerveza” y omitiendo que algunos de sus compañeros integrantes del MLN murieron en ese hecho.
Mujica, Huidobro y compañía además evitan deliberadamente referirse al ascenso obrero de los 60 y 70, en Uruguay y toda la región, para centrarse en el accionar “heroico” de la guerrilla tupamara.
Sin dejar de reconocer que en toda esa época arriesgaron su vida por sus ideales, no podemos omitir que el MLN no fue parte de las masivas movilizaciones y luchas del pueblo uruguayo que en las calles se enfrentaba al pachecato y la represión.
Con una especie de mesianismo autoproclamatorio (que el propio Huidobro retoma en el documental cuando se jacta de haber casi “inventado” la guerrilla urbana) los tupamaros eligieron el camino paralelo de las acciones armadas, sin buscar empalmar con los centenares de miles de trabajadores y estudiantes que luchaban en las calles por terminar con el capitalismo. Esta misma visión en definitiva, fue la que les llevó a tener un papel prácticamente nulo durante la Huelga General del 73, cuando masivamente el pueblo enfrentó el golpe de estado.
Al retorno de la democracia el MLN deja atrás su etapa de lucha armada para comenzar un progresivo proceso de integración al régimen político (negociado con los militares con la participación del Frente Amplio en lo que se conoce como pacto del Club Naval). Con el correr de los años se profundiza su participación en las instituciones y mecanismos de la democracia burguesa hasta finalmente lograr que su líder, José Mujica alcance la presidencia de la república.

Un gestor y administrador del capitalismo

El propio comienzo del film resulta algo paradójico; luego de la escena del mate entre Mujica y Kusturica, la voz en off del líder tupamaro presenta al Uruguay como el paradigma de la socialdemocracia. Sin embargo el concepto choca con las propias imágenes que se ven en ese preciso momento; mientras Mujica habla de la “excepcionalidad” uruguaya, trabajadores y estudiantes luchan masivamente en las calles o enfrentan a las fuerzas represivas.
El”relato” de una supuesta sociedad hiperintegrada y sin grandes desigualdades no es inocente; el Mujica de hoy, el presidente y miembro de la clase política, intenta justificar el abandono del horizonte revolucionario y de cambio profundo, por el ideal de la sociedad batllista y amortiguadora de conflictos, pero plenamente inserta en el sistema capitalista. Como él mismo ha dicho su objetivo no va más allá de humanizar el capitalismo y sus (escasas) menciones al socialismo terminan siendo frases huecas y sin contenido.
Esta fue la política del MLN (y la de todo el Frente Amplio); ser un buen gestor del capitalismo, aceptar plenamente el orden mundial (buena letra con el imperialismo y sus instituciones) y búsqueda de inversiones a cualquier costo (incluso sin ninguna consideración por la cuestión ambiental); en definitiva un político “responsable” que acepta sin chistar el status quo.

Más allá de todo, un político del stablisment

La cautivación que genera la figura del expresidente en todo el mundo, origen seguramente del interés de Kusturica por realizar la película, no puede ocultar la distancia entre sus ideales de “juventud” y su presente como político totalmente integrado.
Su vida austera, sus declaraciones y modos que se apartan en parte de las convenciones, no impiden que Pepe se haya transformado en parte del elenco de los gobernantes de estos tiempos.
Es cierto que durante su gestión promovió varios puntos de la agenda de derechos (marihuana, aborto legal, matrimonio igualitario), accediendo a reclamos por los que se venía luchando desde hace mucho tiempo; pero luego, más allá de algunas poses, no hay una posición rupturista ni trasgresora real y el propio stablisment le ha dado un lugar. Su gobierno no cambió nada de la absolutamente injusta estructura económica del país, sino que por el contrario profundizó la penetración de la multinacionales y la concentración de la tierra y se supo rodear de empresarios “amigos” conocidos por sus posturas explotadoras y antiobreras (Lopez Mena, Fernández, ex dueño de Fripur, entre otros).
Cuentan que cuando se estrenó el documental en el Festival de Venecia (setiembre de 2018) Kusturica declaró que de haber sido joven y uruguayo en la misma época que lo fueron ellos (por Mujica y Topolansky), sin duda hubiera sido tupamaro.
Tomando libremente este comentario de Kusturica nosotros también podríamos preguntarnos acerca de que dirían esos jóvenes latinoamericanos de los 60 y los 70 que dieron su vida por la revolución si alguien les contara en ese momento lo que finalmente terminó sucediendo (50 años después) en un gobierno encabezado por un “tupamaro”.
Que tanto podrían sentirse identificados aquellos luchadores con el pensamiento político actual de un Mujica que en el propio documental señala que su objetivo es administrar el capitalismo y gestionarlo.
En este sentido la trayectoria política del expresidente es prácticamente la negación de los ideales que movieron a toda una generación y este aspecto constituye la conclusión principal a la que podemos llegar luego de observar su actividad política en las últimas décadas; posturas que en definitiva son las que aparecen reflejadas en el filme del propio Kusturica.

Hernán Yanes
Jueves 23 de enero | 09:24

Australia, las dimensiones de una hecatombe




En el mejor de los casos, esta perspectiva es bastante sombría. Pero puede ser peor. Porque para tener alguna posibilidad de mantener el calentamiento en 1,5°C, las emisiones globales netas deben llegar a cero para 2050, con cerca de la mitad de esa reducción en los próximos 10 años. Esto no se logrará instalando paneles solares o haciendo del lunes sin carne parte de nuestras vidas. Exige la transformación de todos los aspectos de nuestras economías y sociedades en el espacio de unos pocos años. En un mundo donde las emisiones siguen aumentando año tras año, donde el populismo de derechas está en marcha y el orden internacional parece cada vez más inestable, las probabilidades de que esto suceda parecen ir desvaneciéndose. La brutal verdad, en otras palabras, es que las cosas empeorarán hagamos lo que hagamos. Y aún mucho peor, es probable que sea muy rápidamente. (James Bradley 2020)

Tal vez no hayamos tomado nota de las dimensiones de la hecatombe ecológica (y política) australiana. Unos datos (provisionales) tal vez puedan ayudarnos a comprender mejor la situación, a acercarnos a ella con todas las alarmas encendidas:

1. Australia:

a. Uno de los siete países que Naciones Unidas sitúa en la categoría de megadiversidad; albergan el 70% de la biodiversidad del planeta. Allí viven entre 600.000 y 700.000 especies, muchas de las cuales son endémicas (no existen en ningún otro lugar del mundo; entre ellas, 84% de las especies de plantas, 83 % de las de mamíferos, 45% de las de aves).
b. Uno de los mayores emisores de CO 2 /habitante/año (más de 15 toneladas, por encima de EE.UU,, únicamente las monarquías del Golfo le superan).
c. Es el país que “ha ido más lejos en la privatización y la financiarización del agua (el precio se fija todos los días en los mercados). Cientos de agricultores han tenido que cesar su actividad: sin dinero, sin agua para regar los cultivos… mientras que la agroindustria acapara las tierras y el agua para regar los monocultivos de almendra y especular con los precios. En diez años, el comercio del agua se ha convertido en un nuevo eldorado, con un volumen de negocio de 2.000 millones de euros al año. Hay hogares que consagran hasta el 25% de su renta a la compra de agua”.

2. Una “fotografía” de la situación en Australia:

Sector energético: el 80 % de la electricidad se genera con carbón (por mucho que el recurso solar sea abundante).
Desigualdades sociales: entre 2003 y 2015, la riqueza media del 20% de los hogares más ricos ha aumentado un 53%; la del 20% de los hogares más pobres ha descendido un 9%.
Medioambiental: los recursos naturales están al servicio del sector privado (especialmente el agua, considerada un recurso minero; cotiza en bolsa).
Aristas democráticas : el poder australiano aplica una política particularmente inmunda de rechazo de la inmigración y es un adalid de la represión de los sindicatos, de los y las periodistas y de los movimientos ecosociales que se oponen a la destrucción del medioambiente.
Lucha anticientífica: el gobierno ha ofrecido 4 millones de dólares australianos al negacionista climático Bjørn Lomborg; le ha ofrecido todavía más para que se instale en la Universidad de Perth, un proyecto al que ha tenido que renunciar ante la protesta del mundo científico…
Extractivismo: La influencia del capital extractivista en la vida política australiana quedó patente en la última campaña electoral: “el magnate del carbón Clive Palmer (conocido negacionista climático, famoso por su proyecto de ampliación de una terminal carbonera que dañaría gravemente la gran barrera de coral) invirtió enormes sumas (53.600 millones de dólares australianos, más que conservadores y laboristas juntos) en la creación de un seudopartido político, con el único fin de quitarle votos al partido laborista y asegurar así la victoria de Scott Morrison, fiel devoto de sus proyectos”.

3. Avisos científicos: En octubre de 2019, unos 200 científicos expresaron su preocupación por la rapidez con que desaparecen especies nativas de Australia en una carta abierta al primer ministro Scott Morrison; alertaron que otros 17 animales (sumados a los 34 ya extinguidos) podrían extinguirse en los próximos 20 años.

4. Diciembre de 2019: se batió dos veces el récord de temperatura más alta: 40,9 y 41,9 grados centígrados (el propio efecto de los incendios elevó las temperaturas por encima de esos valores en muchos lugares)

5. CO2: se han liberado a la atmósfera hasta a fecha más de 400.000.000.000 kilogramos de CO 2 ( (el equivalente a todo el carbono emitido por la actividad industrial del Reino Unido en un año). “Los incendios generan grandes cantidades de CO 2 , negro de carbón y aerosoles. Emitidos a la atmósfera a gran altitud, estos distintos elementos no tienen el mismo efecto sobre el clima: el CO 2 y el negro de carbón contribuyen el calentamiento, mientras que los aerosoles producen enfriamiento, pues reflejan la radiación solar (eso mismo se produce a causa de las erupciones volcánicas). Lo que ocurre es que los aerosoles vuelven a caer al cabo de unos meses, mientras que el CO 2 se acumulará en el aire durante más de un siglo. A la larga, por tanto, se impondrá el efecto de calentamiento.

6. (Anti)política de reducción de emisiones : en el marco del Acuerdo de París, Australia fijó una meta de reducción de emisiones de entre 26 y 28 % (respecto de las de 2005) para ser alcanzada en 2030. Lo peor es que Australia ni siquiera está en camino de cumplirlas: [Alejandro Nadal] “de acuerdo con el índice de desempeño sobre cambio climático ( www.climate-change-performance-index.org ) que agrupa a las 57 economías responsables del 90 % de las emisiones de GEI, Australia ocupó el último lugar en 2019 . Y esta situación va a empeorar. Desde el primero de agosto de 2019 los incendios en Nueva Gales del Sur y Queensland han emitido 306 millones de toneladas de dióxido de carbono; ese monto representa más de la mitad de las emisiones anuales de Australia”.

7. Otros desastres:

a. En el verano de 2019 “los incendios arrasaron la selva tropical en el norte de Queensland y devastaron los bosques en Tasmania , mientras en el Barwon-Darling millones de peces y otras especies ribereñas murieron como resultado de la sequía y la mala gestión de los sistemas fluviales desde hace mucho tiempo, desastres que fueron seguidos por inundaciones catastróficas en el norte de Queensland , en las que murieron cuatro personas y se ahogaron hasta medio millón de reses”.
b. “Una ola de calor (noviembre de 2018) mató a 23.000 murciélagos voladores de anteojos, casi una tercera parte de la población total de Australia, y este devastador verano está matando a miles más”. 3. Unas 34 especies y subespecies de mamíferos nativos se extinguieron en Australia en los últimos 200 años, la mayor tasa de pérdida del mundo.

8. Sobre el primer ministro de Australia, Scott Morrison :

a. Para Morrison, los incendios no tienen nada que ver con un pretendido cambio climático: sus posturas negacionistas adoptan un tono extremo en su Partido Liberal (conservador). El gobierno en Canberra ha aprobado los planes para abrir la mina de carbón más grande del mundo. Australia sigue siendo el segundo exportador de carbón más importante del planeta, con 370 millones toneladas en 2018 (principalmente a India y China).
b. La gestión de los megaicendios es un fiel reflejo de su política: la lista de fallos del gobierno en esta crisis es tan larga que no es posible enumerarlos todos en este artículo.
c. Morrison descansaba en Hawai mientras que su país estaba en llamas.
d. Los servicios antiincendio están formados únicamente por voluntarios insuficientemente equipados. ”La dejadez del poder es directamente responsable de la muerte de por lo menos 23 personas, de que más de 2.000 familias hayan perdido su casa, de que más de 250.000 habitantes hayan tenido que desplazarse, de que 5 millones hayan inhalado humos tóxicos y de que miles de personas aterrorizadas tuvieran que refugiarse en las playas porque estaban rodeadas por muros de llamas de más de 70 metros de altura”.

9. Muertes, destrucción

a. Número de víctimas mortales (hasta la fecha) : 28
b. Animales muertos: el fuego ha causado la muerte de más de 1.000 millones de animales, sin contar insectos (estimación de la Universidad de Sídney).
c. Extinciones: unas 13 especies de aves y de otros animales podrían extinguirse debido a los infames incendios (Fundación para la Conservación de Australia (ACF) y el Fondo Mundial para la Naturaleza-Australia (WWF-Australia)). Entre las especies más vulnerables: “koalas, mielero regente, skink de las Montañas Azules, walabí cola cepillo de las rocas y la rana corroboree del sur, en áreas de Nueva Gales del Sur. También la cacatúa lustrosa y el ratón marsupial de la Isla Canguro (o dunnart), en el sur de Australia; además del petauro gigante y potoroo de patas largas, en el condado de Gippsland Este, en Victoria, y el quokkas y el perico terrestre occidental, en el oeste de Australia”.
d. Hectáreas calcinadas: (efecto del calentamiento global): aunque el fuego forma parte del ciclo climático natural australiano, nunca había alcanzado estas proporciones: ha calcinado más de 10,3 millones de hectáreas (una superficie mayor que Portugal; más de dos veces la superficie de Aragón).
e. Sector ganadero: ha perdido 100.000 cabezas de ganado y las explotaciones han quedado devastadas.
f. Fauna silvestre: mucho más difícil: “La intensidad de los fuegos y la rapidez de propagación, con frentes que llegaron a alcanzar 100 kilómetros, impedía que los animales pudieran huir. Pero los incendios no solo matan a causa de las llamas y el humo. También destruyen el hábitat de manera que los que sobreviven quedan en una situación de extrema vulnerabilidad. Muchos de ellos acaban muriendo de hambre o como consecuencia de la ruptura del equilibrio entre depredadores. Las medidas para facilitar agua y comida a los que han sobrevivido tendrán un impacto muy limitado.”
g. Bosques: se han quemado bosques que tardan entre 100 y 200 años en crecer (afectará gravemente a las condiciones de vida de muchas especies, algunas de las cuales ya estaban en peligro de extinción).

10. Reflexiones de futuro:

a. Es necesario considerar lo ocurrido como una advertencia de lo que el cambio climático puede provocar en las zonas de alto riesgo como el Mediterráneo con un ecosistema muy parecido.
b. Si las emisiones de CO 2 continúan aumentando, los incendios forestales se multiplicarán. ¿En qué proporción? Científicos californianos consideran que la relación entre el aumento de temperaturas y los incendios no es lineal, sino exponencial. Según el GIECC, con semejante grado de calentamiento (3 ºC), la frecuencia de los incendios aumentará en más del 60 % de la superficie del planeta.
c. Científicas brasileñas y estadounidenses han llegado a la conclusión de que, si no se cambia de política, la Amazonia podrá conocer, de aquí a treinta años, la misma suerte que Australia.
d. “Incluso con 2ºC más, nuestro mundo se verá irrevocablemente alterado. Según el informe especial del IPCC, Calentamiento Global de 1.5ºC , publicado en octubre de 2018, 2ºC de calentamiento conducirá a aumentos significativos tanto en la incidencia como en la gravedad de las olas de calor y de los fenómenos meteorológicos extremos, lo que afectará drásticamente a la producción de alimentos, especialmente en el sureste asiático, América del Sur y Central y África Subsahariana, lo que motivará una “evacuación rápida” de personas de los países tropicales.”
e. Las enfermedades tropicales se extenderán a zonas anteriormente templadas.
f. Los niveles del mar subirán hasta un metro para 2100, y continuarán subiendo varios siglos después.
g. Los impactos en el mundo natural serán igualmente devastadores: las tasas de extinción se dispararán, la acidificación de los océanos y el calentamiento de las aguas devastarán la vida marina y los arrecifes de coral desaparecerán casi por completo en una o dos décadas”.
h. Los optimistas dirán que “en Australia predominan los suelos arenosos, calcáreos y arcillosos, de color más bien claro, y que estos suelos reflejan más rayos solares cuando en ellos crecen matorrales que cuando están cubiertos de bosque. En efecto, un bosque de frondosas forma una masa oscura que solo refleja del 15 al 20 % de la radicación, unas dos veces menos que un suelo claro. Sin embargo, es dudoso que este efecto de enfriamiento de un albedo incrementado vaya a compensar el efecto de calentamiento del CO 2 emitido a la atmósfera a raíz de la destrucción de millones de hectáreas de bosque”.

Rosa Guevara Landa

Fuentes:

Editorial de El País: https://elpais.com/elpais/2020/01/17/opinion/1579287447_013513.html
Alejandro Nadal: https://www.jornada.com.mx/2020/01/08/opinion/021a1eco
James Bradley https://www.theguardian.com/australia-news/2020/jan/11/terror-hope-anger-kindness-the-complexity-of-life-as-we-face-the-new-normal
Neena Bhandari: http://www.ipsnoticias.net/2020/01/incendios-condenan-muerte-la-flora-fauna-nativa-australia/?utm_source=Spanish+-+Mejor+de+la+Semana&utm_campaign=8a5b2ffa0b-EMAIL_CAMPAIGN_2020_01_17_07_47&utm_medium=email&utm_term=0_b685ec7ed3-8a5b2ffa0b-5657257
Pip Hinman: https://vientosur.info/spip.php?article15523
Daniel Tanuro: http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article51797

jueves, 23 de enero de 2020

Con mayoría del MAS, el Parlamento aprobó la renuncia de Evo Morales en Bolivia




La Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, que tiene mayoría del MAS, aprobó este martes la renuncia de Evo Morales. Lo hizo unos días después de haber habilitado la prorroga del plazo de la presidencia a la golpista Jeanine Áñez.

En medio de los preparativos para la conmemoración del aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia, este 22 de enero, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) votó este martes aceptar las castas de renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera. Lo hizo 2 meses y 11 días después de la presentación de las cartas de renuncia y de la consumación del golpe de Estado en el país.
La sesión, en medio de discusiones dentro de las propias filas del MAS, pero también de parte de otras bancadas como la derechista Unidad Demócrata (UD), que abandonó la sala, terminó aprobando la renuncia del ex binomio presidencial pese a protestas de diputados del MAS que afirmaron que se contó mal y que impugnarán la resolución.
Como ya viene siendo evidente, el rol desplegado por la mayoría des 2/3 que el MAS tiene en el Parlamento, luego de consumado el golpe de Estado no ha hecho otra cosa que seguir dotando de un barniz democrático y legalizar a este nuevo régimen golpista impuesta por los cívicos, la Policía y los militares el 10 de noviembre. Todo el espectro de derecha lo aprovecha muy bien. Recientemente fue “gracias” a las declaraciones de Evo Morales sobre la creación de milicias lo que volvió a avivar con fuerza la “psicosis de las clases medias” -alimentada desde los comicios del 20 de octubre por toda la prensa hegemónica- frente a los “vándalos masistas” que amenazan la “seguridad de las y los ciudadanos” y llevó por lo tanto a la justificación por parte del nuevo régimen de que a título de su "transición democrática" impongan nuevamente un fuerte despliegue militar y policial con 70.000 uniformados en el país.
Este martes, la aceptación de las cartas de renuncia, le sirvió a personeros de la oposición como el candidato de Comunidad Ciudadana y ex presidente de Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa, para señalar que el reconocimiento del MAS al Gobierno golpista viene de hace rato:
En el momento en que la ALP aceptó el primer proyecto de ley de la Presidenta Áñez, la reconoció como Jefa de Estado legítima de Bolivia. Que no nos diga ahora Morales que seguía siendo Presidente hasta el 21 de enero de 2020. Huyó y dejó de serlo el 10 de noviembre de 2019
La aceptación de la renuncia de Morales y García aprobada por la ALP, cuyo control tiene el MAS, partido de Morales, desmiente ante el mundo la absurda tesis de que en Bolivia hubo un golpe de Estado. El expresidente, ademas, había dejado vacante el cargo al huir del país.
En este escenario, y ante la celebración del aniversario de Estado Plurinacional con una Bolivia hipermilitarizada por más de 70.000 militares y policías, el MAS -con contradicciones- buscó evitar las concentraciones y movilizaciones que justifiquen cualquier tipo de represión. Por ejemplo, según el sitio Urgente.bo, Joaquin Arancibia, coordinador del MAS en La Paz, dijo que “este 22 de enero no se realizarán marchas por el Día del Estado Plurinacional y no se instalarán pantallas ni en Senkata, ni en la San Francisco para escuchar el mensaje del exmandatario desde Argentina”.
Es que la militarización, a diferencia de las anunciadas milicias del MAS, ha venido actuando de parte de la extrema derecha con los grupos semisfascistas (milicias) como las ya conocidas juventudes de la Resistencia Cochala y de la Unión Cruceñista, cuya extensión con otros nombres hoy es nacional y de conjunto son conocidos como “la resistencia”. Estos grupos operan de manera abierta con la protección y avales de los aparatos represores del Estado. Son legitimados a título de resguardar la seguridad interna frente a las “hordas masistas” para lo que golpean a mujeres de pollera y ejercen violencia contra cualquiera que parezca ser del MAS.
Si bien el MAS venía acentuando sus rasgos autoritarios y reaccionarios, y ya son harto conocidas sus medidas pro empresariales y al beneficio de la agroindustria, el nuevo régimen viene avanzando aceleradamente en imponer con más fuerza un programa abiertamente neoliberal utilizando a escala industrial las mismas herramientas de instrumentalización de la justicia y de persecución política que también fueron parte del gobierno del MAS.
Para este miércoles los grupos de la derecha ya anunciaron que marcharan hacia plaza Murillo en apoyo a Áñez, bajo la excusa de "garantizar que no haya provocaciones”. Por otra parte, Evo Morales desde Argentina realizará un acto político en horas de la tarde y se esperaría su discurso después de las 18:00 horas.
Si bien se espera que haya algunas movilizaciones puntuales, como en Cochabamba, de sectores afines al MAS, no se esperan grandes manifestaciones, tanto por el clima de militarización que hoy vive Bolivia como por las tensiones dentro del partido, donde algunos sectores calificaron como una imposición de Evo Morales la elección del binomio presidencial rumbo a las elecciones de mayo.
La carrera electoral está en marcha. Se pinta una derecha que por el momento va fragmentada pero que sabe que el objetivo común es impedir que el MAS vuelva a controlar el Estado y en la misma sintonía, vemos al MAS también fragmentado pero que sabe que debe primar la “unidad” para evitar que se consume su aislamiento del poder y que continúen persiguiendo a sus ex funcionarios y militantes. Sin embargo, lo cierto es que en este escenario es sobre el pueblo trabajador y los sectores más empobrecidos que cae todo el peso de esta profunda crisis política y social en un país profundamente polarizado y racializado.

Juana Runa