domingo, 30 de junio de 2019

El acuerdo Mercosur – Unión Europea, entre el “humo” y la entrega




Los funcionarios del gobierno argentino anunciaron con bombos y platillos, desde Bruselas, la firma de un acta acuerdo entre el bloque del Mercosur y la Unión Europea, celebrándolo como “un hecho histórico”. En realidad, se trata de una cortina de humo para intentar mostrar algún logro en una campaña electoral marcada por la recesión económica, la precaria situación financiera del país y las penurias que padecen cotidianamente los trabajadores.
La calificación de lo firmado como “un avance estratégico en el posicionamiento argentino en la escena internacional” (según el canciller argentino Jorge Faurie) es simplemente una farsa. Lo que firmaron hoy representantes de ambos bloques es un acuerdo político, más parecido a una declaración de intenciones, que patea finiquitar los aspectos comerciales para dentro de al menos seis meses. Muy lejos está aún un tratado de libre comercio, el cual para concretarse deberá navegar en las turbulentas aguas de la guerra comercial que domina el mercado mundial.
Sin embargo, a pesar del manijazo de campaña que es realmente, la firma de un acuerdo plantea problemas no menores. Un sector de la clase capitalista ha salido a cuestionarlo, porque a pesar de no conocer el texto suscripto, sí estaba claro que la UE no cedería en los aspectos más importantes que traban el tratado desde hace 20 años. Considerando esto, más que un acuerdo es una capitulación.

Capitulación

De movida, un tratado de libre comercio entre dos bloques económicos con una desproporción evidente serviría para reforzar la injerencia del bloque imperialista sobre el otro semi colonial. Por este motivo, el anuncio despertó el recelo de un amplio sector de los capitalistas sudamericanos.
El aspecto central es la cuestión arancelaria. Hoy en día, las exportaciones argentinas pagan al entrar a Europa aranceles de 4 o 5%, mientras que el promedio del gravamen que pagan los productos europeos que ingresan a Argentina es del 20%, y en Brasil es del 27%. Es por esto que varios analistas económicos aseguran que con la eliminación de las barreras arancelarias se facilitaría el ingreso de productos de la UE, pero no incentivaría nada las exportaciones sudamericanas.
En este sentido alzaron la voz distintos sectores de la burguesía local. La Corporación Vitivinícola encendió el alerta ante la posibilidad de que esto incentive la importación de vinos franceses, italianos, portugueses y españoles, los cuales contarían con la ventaja de subsidios millonarios de sus estados. Las autopartistas también se quejaron por la eventual reducción de los aranceles (hoy en el orden del 18%) y cuestionan las exigencias de la UE sobre las normas de origen, que consisten en que alcance con un 50% de componentes locales en los vehículos para que sean considerados europeos, por más que utilicen la otra mitad de las autopartes de países como China.
El sector automotriz, en especial carioca, buscaba fijar un límite a las importaciones de automóviles, pero ello no habría sido incorporado por la negativa de Alemania. Paralelamente, tampoco estaría contemplado un aumento en la cuota de carne vacuna que se exporta a Europa, por la oposición del gobierno francés a ceder en perjuicio de los productores galos. Similar límite pesaría sobre los productos agrarios, que significan la mayor parte de los productos que se venden a Europa. Los laboratorios nacionales también ven el tema con preocupación, ya que la igualación de las reglas de propiedad intelectual favorecería a la industria farmacéutica del viejo continente, que tendría mejores condiciones para imponer la protección de sus patentes.

El fracaso de la burguesía nacional

La claudicación de los gobiernos argentino y brasileño, urgidos por mostrar algún progreso en sus países -surcados por profundas crisis políticas y económicas-, es una muestra más de la incapacidad de la burguesía nacional en desarrollar autónomamente a la región y lograr una ubicación más favorable en el mercado mundial. Ese fracaso es agudizado por la guerra comercial y la contracción del mercado a nivel global.
El descontento de un sector de la burguesía nativa intentará ser capitalizado por los Fernández, que con un discurso seudo nacionalista buscan emblocar a los trabajadores detrás de la defensa de la “producción nacional”, es decir de las patronales que pujan por la reforma antilaboral. El planteo en pos de una nueva devaluación, que Alberto trasmitió al FMI en la reunión donde volvió a asegurar que pagará la deuda, apunta a congraciarse justamente con los exportadores que advierten sobre el atraso cambiario que genera contener al dólar a fuerza de tasas usurarias y la fuga de divisas.
El nacionalismo burgués latinoamericano de los Chávez y los Kirchner, de todas maneras, carga en sus espaldas con el fracaso de la tan patrocinada integración regional, habiendo convertido al Mercosur en un compendio de acuerdos aduaneros y cláusulas de flexibilización laboral en distintos sectores de la industria, y en paraguas de los negocios de los sojeros y el capital financiero en la región, sin avanzar en desarrollar ninguno de los proyectos que se había trazado como el Banco del Sur o el Gasoducto del Sur.
El desarrollo independiente de América Latina y una verdadera integración regional solo podrán ser obra de un plan económico elaborado y dirigido por la clase obrera, en dirección a erigir una federación de repúblicas socialistas de Lationamérica.

Iván Hirsch

sábado, 29 de junio de 2019

Horas decisivas para la huelga docente en Chile, mientras crece el apoyo por todo el país




Cacerolazos, marchas en distintos puntos del país, apoyo de trabajadores portuarios y ferroviarios y videos solidarios se están extendiendo por todo Chile en respaldo a la lucha de los profesores, que ya llevan cuatro semanas de huelga contra la reforma curricular y por un pliego de reclamos históricos.
Mientras crece la pelea contra el gobierno, se apura una consulta en el profesorado para valorar la propuesta que hizo la ministra de Educación Marcela Cubillos tras dos largas reuniones, que contiene concesiones a una parte del pliego de la docencia pero deja insatisfechos varios reclamos centrales de la huelga.
El gobierno entregaría la propuesta por escrito este viernes al Colegio de Profesores, que informó que cada punto de la misma será evaluado en asamblea nacional y durante el fin de semana, para ser puesta a consideración el lunes 1° de julio a la docencia.

Apoyos

Una vez más en la historia reciente de Chile la lucha educativa conmueve a todo el país. El cacerolazo nacional del miércoles 26 mostró una gran adhesión de la población al reclamo de los profesores, con expresiones en Iquique, Tocopilla, La Serena, Santiago, Rancagua, Valparaíso, Valdivia y otras ciudades.
Un dato del apoyo y de la bronca que se acumula contra el gobierno de Sebastián Piñera son las marchas que desde diferentes seccionales de la Unión Portuaria se protagonizaron el miércoles 26 en oportunidad del cacerolazo. Las autoconvocatorias de las seccionales portuarias que difundieron a través de Facebook son el canal para proclamar la unidad entre los trabajadores. Se suman con ello a las expresiones de solidaridad por parte de los mineros, quienes desarrollan su propia lucha contra la empresa estatal de extracción de cobre Codelco.
Tal como venimos siguiendo desde estas páginas, la bronca popular crece en medio de cambios de gabinete de Piñera para hacer pasar las denominadas “reformas estructurales”, sin plasmarse aún en un plan nacional de lucha unificado para enfrentarlas.

Horas decisivas

Según la propuesta informada ayer por el Colegio de Profesores, el gobierno se niega al pago diferencial (pago a maestras de educación especial) y solo se compromete a revisarlo en el 2020. A su turno, no dan marcha atrás con la reforma curricular, que implica el recorte de materias como Historia, Educación Física y Arte que pasarían a ser opcionales. Sobre la reclamada “deuda histórica” del Estado con los profesores, que viene desde la dictadura de Pinochet, tampoco ofrecen nada concreto, solo una mesa de negociación. Entre otros puntos del petitorio presentado por el profesorado se habrían logrado compromisos como el de una Ley de titularidad para horas de extensión; la anulación de la doble evaluación y que solo se mantenga una evaluación para quienes estén en carrera docente; una ley sobre sanciones a los agresores de profesores y otros compromisos generales, pero nada firme.
De acuerdo a datos de los profesores, en el paro participan unos 80.000 docentes, cerca del 70% del total que trabaja en la enseñanza pública. Y el apoyo de estudiantes y diferentes sectores de trabajadores se multiplica.
Los ánimos del profesorado, que cada día sale a manifestar frente al ministerio y ha protagonizado multitudinarias marchas por las calles de Santiago, contrastan con las direcciones sindicales nacionales (CUT) que solo le han presentado una carta al gobierno de Piñera, cuando lo que está planteado es una huelga general para derrotarlo.
Todo el apoyo a la lucha docente-estudiantil. Apoyemos la huelga hasta arrancar todos los reclamos.

Amanda Martín
Secretaria adjunta de Ademys

viernes, 28 de junio de 2019

Brasil entra en una etapa convulsiva




Luego del paro nacional del 14 de junio

A las grietas por arriba, ahora se le ha sumado la movilización popular.

El paro general del pasado 14 de junio se caracterizó por su contundencia.La jornada abrazó un sinfín de gremios y se destacó por una cantidad fenomenal de piquetes, movilizaciones y actos, superando anteriores medidas de fuerza, incluida la de abril de 2017, durante el gobierno de Michel Temer, que fue catalogada en su momento como una de las demostraciones de fuerza más importantes de la década. El paro general viene precedido por la gran rebelión educativa contra las reformas y el recorte de fondos para la educación que pretende implementar el gobierno.
La jornada del 14 ha puesto de relieve la enorme disposición de lucha que anida entre los trabajadores y la juventud. El reclamo central de la huelga fue contra la reforma previsional que se está tratando en el parlamento, que despierta un enorme rechazo en la población.
El estado de ánimo y humor popular existente contrasta con la política contemporizadora que reina en las direcciones gremiales. El paro, incluso, podría haber tenido más fuerza si no hubiera sido por la labor de sabotaje y divisionista de las centrales
La UGT suspendió el paro de los choferes de San Pablo y de varias capitales. Força Sindical, que también dirige a importantes contingentes de choferes, no llegó a ese extremo pero le sacó el cuerpo a la medida y no se empeñó en garantizar su cumplimiento. En Salvador, Curitiba, Londrina y Maringá, sin embargo, los colectivos pararon, muchos en contra de sus direcciones sindicales. Por su parte, los trabajadores de subte de San Pablo, enrolados en el sindicalismo combativo de Conlutas, se plegaron a la huelga. La conducción de la CUT (dirigida por el PT), a su turno, pidió a sus afiliados que "se queden en casa" en lugar de salir a las calles.

Salvar la reforma

Este freno a los alcances de la huelga tiene que ver con la negociación en marcha en el parlamento brasileño, entre el gobierno y la oposición, para hacer pasar la reforma previsional. La idea es recortar algunos aspectos del proyecto original, de modo de lograr un consenso ya que su aprobación requiere de una mayoría especial de un 60%.
La comisión de Diputados presentó una nueva propuesta de la reforma previsional, que lima aspectos importantes del planteo original: la nueva propuesta eliminó la posibilidad de crear un régimen de capitalización y excluyó la adhesión de Estados y municipios. Incluso, aunque prosperaran estos retoques, la nueva propuesta constituye un ataque colosal contra las masas (aumento de la edad mínima, congelamiento de la jubilación hasta 2024, mínimo de 20 años de contribución para los hombres).
La propuesta de la comisión de Diputados cuenta con el apoyo de partidos y gobernadores de la oposición, incluidos los del PT, por más que el ex partido gobernante diga repudiar la reforma. Dicha versión incluye las modificaciones propuestas por los gobernadores del nordeste, del PT y del PCdoB. Se estima que con los cambios, el ahorro del Estado en materia de jubilaciones sería de 850 mil millones de reales en los próximos 10 años, en lugar de los 1,2 billones contemplados en el proyecto original, una confiscación de todos modos siderales, que está destinada al pago de la deuda y a los acreedores internacionales.
Las centrales sindicales no tienen como propósito el retiro de la reforma sino que están subordinadas a esta salida consensuada entre oficialistas y opositores, que apunta a salvar el proyecto. Las direcciones gremiales, no solo las oficialistas Força Sindical y UGT, sino también la CUT y la CTB (dirigidas por el PT y el PCdoB) plantean que la nueva reforma previsional informada por la comisión especial de Diputados es una "victoria fruto de la presión sindical".
No es ocioso señalar que esta política de maridaje y compromisos, le da un aliento al gobierno de Jair Bolsonaro, que viene a los tumbos, sacudido por crisis en numerosos frentes. Con una economía al borde de la recesión (el PBI se acerca a cero crecimiento y el desempleo asciende a 13 millones de personas), cortocircuitos de todo tipo al interior del gabinete, denuncias por corrupción y las revelaciones, días atrás, de las manipulaciones del otrora juez y actual ministro de Justicia Sergio Moro en la causa Lava Jato, Bolsonaro se juega en la aprobación de la reforma previsional la estabilidad –y hasta la continuidad- de su gobierno.
La reforma jubilatoria constitye, por lo tanto, una pulseada estratégica. Paulo Guedes, el superministro de Economía, ha amenazado con renunciar en caso de que naufrague su sanción. Resta por ver si las podas que se están haciendo al proyecto son digeribles para él. A las modificaciones ya nombradas se agrega el hecho de que los militares fueron excluidos del paquete.
Hay quienes señalan que las revelaciones contra Moro están vinculadas a la disputa entre EEUU y China en lo que se refiere a su presencia económica y también política en la región y, en especial, en la nación carioca. No hay que olvidar que Moro es un hombre de confianza del Departamento de Estado y la justicia norteamericana y ha actuado como ariete para reforzar la hegemonía norteamericana en Brasil. Cediendo a estas presiones, Bolsonaro ha procurado estrechar sus relaciones con Estados Unidos y en especial con la administración Trump, lo cual ha avivado las tensiones con un franja de la clase capitalista brasileña, cuyos negocios giran en torno al gigante asiático -que es el principal destinatario de las exportaciones brasileñas y uno de los principales inversores en la nación vecina. El viaje del vicepresidente Hamilton Mourao a China refleja la tentativa por poner paños fríos a este giro y, al mismo tiempo, revela la escalada en las tensiones entre el gobierno de Bolsonaro y las fuerzas armadas, a punto tal que empezaron a abrirse paso los trascendidos sobre la posibilidad de un relevo del actual mandatario. Por lo pronto, la pretensión de Bolsonaro de consagrar su papel de árbitro, armar un régimen de poder personal y reforzar el poder de su camarilla de corte fascistoide está haciendo aguas. Los apetitos del clan Bolsonaro chocan con los militares, celosos de su autonomía, y también con los intereses cruzados de la clase capitalista, que teme que el derrotero que está siguiendo el ex capitán de navío termine por comprometer la gobernabilidad del país.

Perspectivas

A las grietas por arriba, ahora se le ha sumado la movilización popular. Una combinación que abre una nueva transición política de carácter convulsivo.
Las direcciones sindicales vienen maniobrando para impedir que la situación se salga de su cauce. En primer lugar, fueron dilatando el paro nacional para dar suficiente tiempo al gobierno para las negociaciones en el Congreso en torno a la reforma, y parir la salida consensuada que se está enhebrando. Ahora, las centrales no han anunciado ninguna continuidad de la medida de fuerza. Han bajado la cortina, sumándose a este operativo, a contramano del sentimiento y reservas de lucha que existe en los trabajadores y la juventud.
La superación de esta contradicción plantea una amplia intervención de masas, capaz de superar este escollo, la cual solo puede abrirse paso a través de una amplia deliberación popular. La batalla por un Congreso de trabajadores, con delegados electos en los lugares de trabajo, está colocada a la orden del día. Ese congreso debe estar dirigido a profundizar las medidas de lucha hasta lograr la derrota de la reforma, asestando un golpe fundamental al gobierno de Bolsonaro y, al mismo tiempo, a discutir una salida obrera a la crisis nacional.
Las tendencias combativas de Brasil deben ponerse a la cabeza de este planteo.

Pablo Heller

jueves, 27 de junio de 2019

Fernando Martínez Heredia, el vigía




“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos.
Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.”
Estos versos Bertolt Brecht, definen al vigía que centra esta conspiración espiritual que lleva por santo y seña La Pupila Asombrada.
Con ese ser imprescindible, Fernando Martínez Heredia te decimos bienvenida, bienvenido, y también viceversa.

Contundente paro general en Uruguay




El paro de 24 horas fue llamado en apoyo a los trabajadores de Montevideo Gas que luchan contra los despidos en Petrobras. Alto acatamiento que muestra la bronca y el malestar de los trabajadores.

Calles prácticamente desiertas, escaso movimiento, escuelas, liceos y centros de salud públicos y privados cerrados, así como la falta prácticamente total de transporte público, fue parte del panorama este martes 25 de junio en que se cumplió el paro decretado por la central de trabajadores. El paro también se hizo sentir en las empresas públicas, en las fábricas e incluso en el comercio.
La medida fue dispuesta por unanimidad por la Mesa Representativa del PIT-CNT, en apoyo a los trabajadores de Montevideo Gas que luchan contra los despidos de Petrobras, también incluyó otras reivindicaciones, entre ellas el problema del desempleo, la defensa de la negociación colectiva ante la inclusión de Uruguay en la “lista negra” de la OIT, el rechazo a las tercerizaciones y en solidaridad con otros conflictos como los de Ancap y el Correo.
La propuesta del paro en apoyo a los trabajadores de Montevideo Gas fue presentada a mediados de mayo por Adeom y tenía también un perfil antigubernamental ante las políticas privatizadoras y precarizadoras del gobierno.
El sector mayoritario del PIT-CNT esperó todo lo posible para evitar que el paro se concretara, pero ante la falta de soluciones en el conflicto del Gas no tuvo más remedio que convocarlo, aunque intentando preservar al gobierno y solo confrontar con los empresarios. De hecho la falta de movilización, transformando la medida de lucha en algo pasivo, da cuenta del intento de la burocracia del PIT-CNT de evitar que se exprese la bronca de manera contundente y que el malestar de los trabajadores salpique al gobierno.

¿Paro para descomprimir o comienzo de un plan de lucha?

El paro, tal como fue llevado a cabo este martes, expresa más el intento de la dirección mayoritaria del PIT-CNT de descomprimir la bronca y el malestar y no cuestionar al gobierno, que una medida de lucha para imponer las reivindicaciones de la clase trabajadora.
El alto acatamiento muestra sin embargo la predisposición a la lucha que existe entre los trabajadores, ante el ataque a las condiciones de vida que se vienen sucediendo en el país. El gobierno no es neutral ni ajeno a este problema como pretende hacernos creer la burocracia sindical, sino que explícita o implícitamente tiene una política de ajuste que pretende que la crisis se descargue en los trabajadores preservando las ganancias capitalistas.
Para frenar los despidos, combatir el desempleo y terminar con la precarización laboral, las tercerizaciones y las privatizaciones la clase trabajadora debe irrumpir en la escena nacional planteando un plan de lucha serio y consecuente que exprese la agenda de los trabajadores.
El sector mayoritario del PIT-CNT solo apuesta a un triunfo del FA en las elecciones próximas y toma medidas como el paro de hoy de manera aislada y sin ninguna perspectiva, más preocupado por descomprimir el malestar en la base obrera que por poner en marcha un plan de lucha a la altura del ataque y el ajuste que se viene implementando.

La Izquierda Diario Uruguay
Miércoles 26 de junio | 11:01

Cuba es el país más seguro de América Latina para ser niño, niña y adolescente




Primer día de clases.

De acuerdo con el nuevo informe global de Save the Children, en la actualidad las niñas, niños y adolescentes tienen más probabilidades de crecer sanos, recibir educación y estar protegidos.
Los resultados del reporte Construyendo una vida mejor con la niñez” —publicado por Save the Children en el año de su centenario- muestran que por lo menos 280 millones de niños y niñas tienen más probabilidades de crecer sanos, recibir educación y estar protegidos que en cualquier otro momento en las últimas dos décadas.
Este informe anual evalúa a 176 países usando indicadores internacionales sobre mortalidad infantil, acceso a la educación, nutrición, protección frente a prácticas perjudiciales, como el trabajo infantil, el matrimonio infantil, los homicidios y el desplazamiento forzado.
En el ranking global, el país de América Latina y el Caribe con mejor desempeño es Cuba, seguido por Chile y Barbados.
El país con peor desempeño en la región por tercer año consecutivo es Guatemala. Es el único país de la región que está entre los 30 últimos dentro del ranking. El siguiente país con el rendimiento más bajo es Honduras, que es el 40º último. Venezuela, Haití y El Salvador completan la parte inferior de la región.



Nancy Ramírez, directora de Incidencia Política de Save the Children, afirmó que en los últimos 20 años se han logrado progresos importantes a favor de la niñez y adolescencia, sin embargo, tenemos a la violencia como principal vulneración a sus derechos.
Este flagelo sigue siendo una de las principales causas de muerte de niñas y niños en América Latina y el Caribe, donde cada día fallecen 70 pequeños consecuencia del maltrato, alerta.
“Hace cien años, tras una de las guerras más destructivas de la historia de la humanidad, Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children, redactó la Declaración de los Derechos del Niño. Hoy en día, se han logrado grandes avances, pero todavía hay millones de niños y niñas a los que se les sigue privando de su niñez”.
“Desde el año 2000, las tasas de homicidios, de niños y niñas aumentaron un 8 por ciento en la región”, afirmó Ramírez.

Cubadebate

miércoles, 26 de junio de 2019

Asfixiar a Cuba y convertir víctima en victimario




La Casa Blanca apuesta a la asfixia económica de Cuba. La aplicación total de la Ley Helms–Burton persigue ahuyentar toda inversión extranjera en el país.

Honduras: una rebelión demanda el fin de la “narcodictadura”




La avanzada que anteayer acometió la Policía Militar de Orden Público (PMOP) contra estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras pinta de cuerpo entero al régimen descompuesto del presidente Juan Orlando Hernández (JOH), cuya renuncia se ha vuelto una de las demandas clave de la rebelión que recorre al país centroamericano.

La PMOP, que había sido creada por el presidente con el supuesto fin de combatir al crimen organizado que asola Honduras, se lanzó contra la protesta de 2 mil estudiantes, siguiéndolos al interior del establecimiento universitario donde se habían refugiado con gases lacrimógenos y dejando al menos ocho heridos de bala, uno de ellos de gravedad.
El corte de calle frente a la UNAH se integra en una serie de protestas y levantamientos que viene desde fines de abril, cuando JOH, bajo órdenes del FMI, presentó al Congreso Nacional reformas de la salud y educación que avanzan en su privatización y suponen recortes y despidos masivos, enjuagando para ello a la burocracia que domina las centrales sindicales. Las enormes protestas de respuesta por parte de docentes y médicos, que incluyeron cortes de ruta, quema de edificios y choques con las fuerzas represivas, obligaron a JOH a suspender el trámite parlamentario, pero a mediados de mayo los 10 mil médicos y 60 mil docentes nucleados en la Plataforma de Defensa de la Salud y la Educación volvieron a las calles, imponiendo la derogación definitiva de las reformas.
El nuevo recule de JOH, sin embargo, no detuvo sino que acentuó el alza popular: la semana pasada se vivieron tres días de insurrección en varios puntos del país, tanto en ciudades como en el sector rural, con cientos de cortes de rutas y puentes, el paro de transportistas, una “huelga de brazos caídos” por parte de un sector de la policía que se negaba a reprimir (finalmente levantada el viernes ante concesiones del gobierno). El gobierno respondió con el despliegue de la PMOP, cuya represión dejó el saldo de tres muertos y varios heridos.

Proyanqui, ajustador, corrupto y represor

Hernández junta todos los elementos para reunir el repudio del pueblo. Parte del régimen parido por el golpe de Estado que volteó al gobierno de Manuel Zelaya en 2009, JOH gobierna desde el 2014 como un empleado del FMI, aplicando sucesivos “paquetazos” de ajuste que han agravado la destrucción de la infraestructura pública y la cruda miseria de la población trabajadora: bajo su gestión, Honduras pasó de 64% de pobres a 67%.
En 2017, tras una serie de maniobras para fortalecer su dominio de los poderes legislativo y judicial, JOH logró aspirar a la reelección, pero ante los resultados adversos de los comicios montó un fenomenal fraude –que luego, ante las masivas protestas, consolidó con una represión con decenas de muertos.
A ello se suman los sistemáticos escándalos de corrupción de JOH y sus funcionarios, incluida la revelación –admitida por el presidente- de que su campaña de 2013 se había financiado con fondos ligados al gigantesco desfalco del Instituto Hondureño del Seguro Social.
La otra cara de esta avanzada antipopular ha sido el reforzamiento represivo, con un aumento sideral de los presupuestos de Seguridad y Defensa, un nuevo Código Penal que amplía las penas contra la protesta social, y el asesinato y persecución de numerosos dirigentes populares (como el emblemático caso de la originaria Berta Cáceres). Las fuerzas represivas, a su turno, se encuentran fuertemente entrelazadas con los narcos y el crimen organizado, que domina regiones enteras de Honduras y lo ha convertido en uno de los países con mayor delincuencia y homicidios del mundo.

El águila y su encrucijada

Uno de los episodios más resonantes de la rebelión en curso fue la quema de la puerta principal de la embajada de Estados Unidos. No es para menos: el gobierno de JOH ha contado con el fuerte respaldo del imperialismo norteamericano (y de su aliado Israel), incluido el envío días atrás de 300 marines al país, para fortalecer el asedio a las protestas. Esta injerencia es justificada en nombre de la “lucha contra el narcotráfico”, que por el contrario no ha hecho más que crecer y penetrar todos los estamentos del Estado: el propio hermano del presidente, Tony Hernández, está acusado de controlar laboratorios de cocaína en su país y en Colombia. Los manifestantes califican al gobierno de JOH como una “narcodictadura”.
El imperialismo sufre, sin embargo, las consecuencias de su apoyo a la demolición del país (y el subcontinente). Los desesperados hondureños representan una gran parte de la ola migratoria que le quita el sueño a Donald Trump, expresada con contundencia en las caravanas por México. El magnate fascistoide volvió a anunciar en estos días que cortará los fondos hacia Guatemala, Honduras y El Salvador hasta comprobar que las autoridades tomen “medidas concretas” para reducir la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
Por su parte, la Unión Europea avaló el fraude de 2017, enviando una “Misión Electoral (…) que se limitó a hacer pequeñas recomendaciones de carácter técnico, dando un balón de oxígeno” al gobierno.

Fuera Hernández

Manuel Zelaya, que dirige el Partido Libertad y Refundación (Libre), ha declarado que “la única opción que tenemos es la rebelión” y que “las bases de Libertad y Refundación (Libre) estaban obligadas a luchar con la Plataforma sin condiciones” (KaosEnLaRed, 20/6). Es fundamental advertir, sin embargo, que del golpe hasta acá este sector nacionalista ha tenido una política de capitulaciones, siendo un factor de gobernabilidad de la derecha en momentos en que grandes movilizaciones (contra el golpe en 2009 y los fraudes de 2013 y 2017) cuestionaban su continuidad. En las elecciones de 2017, se subordinó a la candidatura presidencial del pro-libre mercado Salvador Nasralla, poniendo a la vice, Xiomara Castro, compañera de Zelaya. El matrimonio Zelaya ha expresado públicamente sus simpatías por el kirchnerismo.
La clase obrera hondureña tiene planteado profundizar la movilización y consolidar en ese camino un reagrupamiento independiente.
FueraJOH. Abajo el ajuste del FMI. Fuera los marines yanquis. Por una salida obrera y socialista que ponga fin a las penurias del valeroso pueblo hondureño.

Tomás Eps

martes, 25 de junio de 2019

Irán: el recule de Trump y los tambores de guerra




No a la intervención imperialista

Trump anunció este lunes nuevas sanciones económicas contra Irán, tras un abortado ataque militar contra la nación persa que fue el colofón de una serie de incidentes en la zona, entre ellos los atentados contra buques mercantes cerca del Golfo Pérsico, los ciberataques contra objetivos militares y de inteligencia iraní y el envío de nuevas tropas yanquis a la región. Las cosas se venían calentando: Trump incorporó este año a la Guardia Revolucionaria iraní en la lista de grupos terroristas y reforzó las sanciones económicas (prohibición de compra del petróleo iraní, sanciones a la industria petroquímica), en tanto que Irán anunció que en pocos días superará los límites de enriquecimiento de uranio (y en unas semanas más, de agua pesada) establecidos en los acuerdos de Viena. En el medio, fracasó una mediación japonesa.
El imperialismo yanqui es responsable de esta escalada debido a sus provocaciones constantes en la región, donde tiene apostados decenas de miles de soldados (15 mil en Kuwait, 10 mil en Qatar, 9 mil en Irak, 7 mil en Bahrein y 5 mil en los Emiratos, según un informe de Resumen Medio Oriente del 30/1/18). Sobre el ataque a los buques, se apresuró en señalar a Irán sin ningún tipo de evidencia.
El recule de Trump en la agresión militar, cuyo pretexto era el derribo de un dron espía que invadió el territorio iraní, es expresivo de las vacilaciones, divisiones e inclusive las improvisaciones que caracterizan al gobierno yanqui en su política exterior. El propio magnate norteamericano ya había expresado públicamente sus dudas con la política de dos de sus halcones, el asesor de seguridad John Bolton y el canciller Mike Pompeo, proclives a un ataque militar.
Trump ha tratado de resolver esta tensión aumentando las sanciones y planteando, al mismo tiempo, que “todas las opciones están sobre la mesa”, al estilo de lo que suele decir sobre Venezuela.

Que sí, que no…

Las vacilaciones en el gobierno norteamericano traducen las dificultades que el imperialismo yanqui ha encontrado en el último período. En Afganistán se encuentra empantanado y en el conflicto sirio ha perdido influencia. En el caso de Venezuela, ha resultado un blef el patrocinio del golpista Juan Guaidó, quien protagonizó dos sublevaciones frustradas y tiene dos alfiles enredados en un escándalo de corrupción por la malversación de la ayuda extranjera para financiar a la disidencia militar. También en el terreno de la guerra comercial se topa el gobierno con todo tipo de obstáculos y disensiones internas.
Trump se retiró de los acuerdos firmados por Obama en 2015, suscriptos también por europeos, rusos y chinos, que habían establecido un límite en la carrera nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones económicas.
Detrás de la reinstauración de dichas sanciones, que implicaron un golpe a las inversiones europeas, y de la bravata belicista, Trump busca arrancar mayores concesiones de Irán respecto a su proyecto misilístico y que detenga el apoyo a Hezbollah, la milicia chiíta que juega un rol clave en Siria. Las monarquías del Golfo e Israel acompañan a los yanquis en este propósito. En Jerusalén se acaba de producir un cónclave Bolton-Netanyahu, que según algunos medios tenía como propósito discutir la erradicación de la ‘influencia iraní’ en la frontera sirio-israelí. Israel viene efectuando ataques, con decenas de muertos como saldo. Simultáneamente, Pompeo visitó Arabia Saudita y los Emiratos para aislar a la nación persa.
Trump está buscando un logro en política exterior que lo reposicione en el frente interno de cara a las próximas elecciones presidenciales.
Un conflicto militar entre Estados Unidos e Irán equivaldría a un incendio del Medio Oriente, puesto que uniría en un mismo tablero esa confrontación con la guerra siria y probablemente la de Yemen. Y tendría un hondo impacto en el precio del petróleo. Detrás del conflicto aparecen los intereses cruzados de los yanquis, las monarquías del Golfo, el sionismo, los turcos, los rusos, los chinos y el propio régimen teocrático.

Europa y Rusia

El gobierno iraní reclama el levantamiento de las sanciones económicas como condición para sentarse a negociar. Como parte de los intentos por forzar esa negociación, hizo los anuncios de enriquecimiento de uranio. Tras la ruptura de los acuerdos de Viena, el primer ministro Hassan Rohani, que llegó al poder a través de una coalición de “moderados” y “reformistas”, se vio obligado a endurecer sus planteos. Contradictoriamente, las sanciones amplían el margen de acción de la Guardia Revolucionaria Islámica y de los sectores más conservadores al interior del Estado.
Si bien las potencias europeas han rechazado las acusaciones de Trump sobre una mano iraní detrás de los ataques a los buques mercantes, y defienden el regreso a las negociaciones, también se colocan en el fondo en una línea de extorsión sobre Irán. Un editorial del diario madrileño El País (18/6) afirma que la “violación definitiva” del tratado, por referencia al traspase de los límites de enriquecimiento de uranio, “no les dejará más remedio” a los europeos que “volver a un estado anterior de sus relaciones con Teherán”. Incluso Rusia ha expresado su oposición al retome del plan nuclear.

Irán, puertas adentro

Las sanciones económicas, por lo pronto, van haciendo un trabajo de ahogo sobre el régimen de los ayatollahs y la población persa. La economía retrocedió el año pasado y se espera una contracción del 6% del PBI para 2019. Miles de fábricas han cerrado. El desempleo asciende al 27% en la juventud (según cifras extraoficiales es aún más alto). A esto se añade el brutal ajuste del régimen contra las masas (derrumbe salarial, privatizaciones, fin de los subsidios a los combustibles y alimentos, tercerización y precarización laboral). Pese al cuadro represivo, se han producido movimientos reivindicativos este año de maestros y azucareros, entre otros sectores. En enero del año pasado se produjo una revuelta. Las mujeres liberan su propia lucha contra la opresión teocrática.
Provisoriamente, Trump ha elegido acentuar las sanciones. Pero el ataque militar está en la paleta de opciones de su gobierno. Es necesario rechazar enérgicamente las sanciones y cualquier intervención imperialista en Irán. El imperialismo es el principal factor de desestabilización de la región. Dicho en otras palabras, es sinónimo de barbarie.

Gustavo Montenegro

lunes, 24 de junio de 2019

Casi 71 millones de desplazados en todo el mundo por hambre, guerra y persecución




Según la ACNUR es la mayor cifrá de la historia moderna. Casi 37 mil personas por día abandonaron sus hogares, huyendo de la guerra o la violencia.

La guerra, el hambre, la represión o la violación de derechos humanos, son algunas de las principales causas que forzaron a millones de personas a migrar de sus hogares. El año pasado el desplazamiento de 2,3 millones de personas en todo el planeta llevó la suma a un total de 70,8 millones; el mayor número de la historia moderna.
La cifra fue dada a conocer por el informe anual de la ACNUR (el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) difundido este miércoles, en vísperas del Día Mundial de los Refugiados, que se conmemora este jueves 20 de junio.
El reporte anual "Global Trends" publicado por la ACNUR incluye el número de refugiados y los solicitantes de asilo, además de los desplazados internos en todo el mundo algunos casos tras décadas viviendo lejos de su hogar.
Según la agencia de las Naciones Unidas, casi 70,8 millones de personas se vieron obligados a dejar sus casas hasta finales del año pasado, elevando la cifra que en 2017 alcanzaba unas 68,5 millones, y casi un 65% más que hace una década. Tres de cada cinco (más de 41 millones de personas) estaban desplazados dentro de su propia nación.
Además de crecer en tamaño, también ha aumentado en duración. Alrededor de cuatro quintas partes de las "situaciones de desplazamiento" han durado más de cinco años. En Siria, por ejemplo, su población siguen siendo la mayor entre personas desplazadas, con alrededor de 13 millones.
Los menores de 18 años componen la mita de la población de refugiados, en 2018, aumentando la cifra que en 2009 era de un 41 por ciento de 2009. Por los menos 138.600 menores se encuentran solos o fueron separadas de sus familias y sus hogares. Y 27.600 de estos niños pidieron asilo por su cuenta, sumándose a un total de 111.000 niños refugiados sin compañía, registrados el año pasado.
Una situación que se repite en varios países, alentada por la política antimigrantes de los gobiernos de las principales potencias. Una muestra clara ha sido la situación de los menores detenidos en los Estados Unidos. Las imágenes de menores separados de sus padres y detenidos en los centros de la patrulla fronteriza, en condiciones brutales, recorrieron el mundo mostrando la peor cara del imperialismo norteamericano.
La crisis tomó dimensiones planetarias y la respuesta de las principales potencias es redoblar la ofensiva contra los migrantes. Desde la política antiinmigratoria de Trump, la cara más brutal de las medidas antimigrantes de administraciones anteriores como la de Barack Obama, hasta el endurecimiento de medidas contra inmigrantes en Europa.
Son millones los que deben escapar de sus hogares, dejando atrás toda una vida, empujados por la miseria económica creada por la injerencia de las multinacionales y el capital financiero y las crisis y guerras donde las principales potencias internacionales intervienen directa e indirectamente.
La contracara a la brutal política de los gobiernos la muestran las movilizaciones en defensa de los inmigrantes y refugiados en Estados Unidos y varios países de Europa. En esos lugares, trabajadores, movimientos de mujeres y jóvenes se han movilizado contra los planes de austeridad y se solidarizan con los inmigrantes. Una de las últimas muestras de esa solidaridad se dio en Suiza, donde decenas de miles de mujeres se movilizaron en un día de huelga y entre sus demandas incluían la defensa de los derechos de las mujeres migrantes.
El desafío es doble enfrentar las políticas xenófobas de sus gobiernos y los planes de ajuste que buscan aplicar en favor de las grandes empresas en sus países y en el resto del mundo, la única salida para terminar con la inhumana situación a la que empuja el capitalismo.

Diego Sacchi
@sac_diego
Miércoles 19 de junio | 11:37

Las apariencias engañan: los datos duros de la economía argentina

Mientras la propaganda oficial, seguida de voces oficialistas en los medios de comunicación, aún mayoría abrumadora, anuncian la mejora de la macroeconomía de la Argentina, los datos de la realidad son contundentes en los nefastos efectos sociales de la recesión.
La calma del dólar, la baja de la tasa de interés y la reducción del riesgo país remite a un discurso oficialista de estabilización con perspectivas de mejora de la actividad económica, fuertemente desmentida por los datos oficiales del INDEC. En efecto, el desempleo abierto volvió a los dos dígitos, con una tasa del 10,1% para el primer trimestre del 2019 y el PIB cayó en el mismo periodo un -5,8%.
Cruda es la realidad contra el dato propagandístico de contención de algunas variables. Lo concreto es que la baja de las importaciones se motiva en la cotización del peso contra las principales monedas en que se establecen los intercambios comerciales. Es sabido que la industria local es dependiente del ingreso de insumos externos y la recesión en el sector manufacturero resulta agobiante. Ante el cierre de empresas industriales, o ante la recesión productiva, la demanda de importaciones como bienes intermedios para la producción industrial se retrae. De hecho, en el primer trimestre del año las importaciones se redujeron un -24,6%. No se trata de que pretendemos estimular el ingreso de esos bienes, sino que la debacle es consecuencia de la política monetaria y cambiaria, sin un proceso de aliento y estímulo a un proceso industrial no subordinado, lo que requeriría de otro rumbo de la economía y la política en general.
Un aspecto clave del desarrollo capitalista pasa por las inversiones, el punto de partida de la producción y reproducción de la ganancia y del capital. Es harto conocida la expectativa gubernamental por el desembarco de inversiones externas para reactivas la economía local, sin embargo, para el primer trimestre del 2019, el INDEC señala que la inversión cayó -24,5% y se explica principalmente por la baja en el sector de maquinarias y equipos, con un registro de -31,5%. La construcción, sector que rápidamente activa la economía muestra una caída de la inversión de -9,9%. Sin inversiones, públicas o privadas, no hay posibilidad de recuperar la actividad económica y la política oficial confirma un escenario de recesión productiva, todo en aras de estabilizar la economía.
El resultado se concentra en la caída del consumo privado en -10,5, principalmente relativo a la baja del poder adquisitivo de los ingresos populares, afectados por la persistencia de la elevada inflación.
Recesión e inflación definen el cuadro de situación económico de la Argentina, aun cuando la propaganda oficial orienta la evaluación de contexto en la contención relativa de ciertas variables: precio del dólar, evolución de las tasas de interés y del riesgo país. Es cierto que este combo impacta en cierta “cultura económica” de la sociedad argentina, con predicamento en el sentido común que instalan los sectores dominantes vía medios de comunicación social.

¿Qué impacto tendrá la contradicción señalada en las elecciones de agosto (PASO) y octubre (primera vuelta)?

En rigor, la discusión remite a la prevalencia de un enfoque u otro en las opciones electorales de renovación presidencial, proceso en curso con la definición de listas de candidatos a partir de hoy.
Igual, hay que señalar que la respuesta política al interrogante puede no resolver la ecuación relativa a la reversión del impacto económico sobre la mayoría empobrecida de la sociedad.
Lo que pretendemos señalar es que, si la opción electoral confirma la continuidad del proyecto en el gobierno, el correlato será la aceleración del ajuste y la reestructuración comprometida en el acuerdo con el FMI.
Es cierto que como se vio a fines del 2017, como la política no son solo votos, la resistencia popular puede frenar cualquier intento de modificar regresivamente las relaciones laborales o el régimen previsional. El triunfo electoral de Macri en octubre de 2017, elecciones de medio turno, envalentonó y estimuló el proyecto de reforma laboral, postergado ante la inmensa movilización sindical y popular. Las elecciones sugieren una parte del consenso social, pero no todo el apoyo político para cambios estructurales regresivos.
Otra posibilidad es el triunfo de la oposición, con reales posibilidades en el acuerdo logrado por la fórmula de los Fernández y un amplio espectro de una veintena de partidos políticos.
No resulta menor impedir la continuidad del proyecto actual en el gobierno, restando las definiciones concretas sobre el futuro e inmediato rumbo económico. La expectativa estará en la respuesta a la situación recesiva e inflacionaria, con efecto social regresivo de estos años. Es una cuestión agravada con serios problemas que arrastra la economía local en el marco de la irresuelta crisis mundial del 2008.
En efecto, la situación mundial resulta muy distinta del momento de la recuperación operada desde el 2002 ante la recesión arrastrada desde 1998. Ni los precios internacionales de exportación ayudan en la coyuntura, ni el clima de época de la economía mundial favorece. Remito a la guerra comercial provocada por EEUU contra China y muchos otros conflictos de base económica que promueve la presidencia Trump desde 2016, que asociado al BREXIT implican un nuevo tiempo en el despliegue de las respuestas globales a la difícil situación del capitalismo mundial, con crecimientos ralentizados según todas las fuentes de análisis de sistema mundial. Situación exacerbada con los cambios políticos en Brasil y la ofensiva de las derechas en la región.
Interesa frenar la ola conservadora, de ajuste y reestructuración regresiva que supone el gobierno Macri, que intenta constituir una nueva representación política en la Argentina para habilitar una adecuación estructural del país a los tiempos y necesidades del capital más concentrado del sistema mundial, por eso las reformas empujadas y varias veces anunciadas en materia laboral, previsional e impositiva. Pero insistiremos que no alcanzará con frenar la reelección de Macri, el PRO y Cambiemos, ahora ampliado con la inclusión de Miguel Angel Pichetto en la formula presidencial, sino que el descontento y la protesta social deberá confrontar con cualquier escenario futuro en la Argentina y contrarrestar el fuerte condicionante de los acuerdos con el FMI.
Existe la incógnita sobre la respuesta social ante las elecciones, más aún ante el creciente descontento por la situación social y aún con protesta o desconformidad, interesa habilitar una discusión sustancial relativa al qué hacer, en Argentina, la región y el mundo para superar los límites en que se debate el orden capitalista contemporáneo. Son muy pocos las opciones que emergen en el debate actual para intentar un rumbo económico y político más allá y en contra del capitalismo. Un aliciente en ese sentido se expresó entre el 19 y 21 de junio en los debates por los 20 años de la red ATTAC en Argentina, cuyas deliberaciones apuntaron no solo a mirar el pasado, sino a considerar el horizonte temporal de las próximas décadas, que amenazan la continuidad de la vida a manos del modelo productivo y de desarrollo depredador del régimen del capital. Es una discusión que necesita extenderse más allá del activo militante y desplegarse en el conjunto de la sociedad con pretensión de constituirse en debate cultural por el cambio social.

Julio C. Gambina

domingo, 23 de junio de 2019

Los anuncios de la Reserva Federal: ¿hacia una guerra de monedas?




La Fed cierra filas con Trump

En medio de una nueva escalada en la guerra comercial, la Reserva Federal de Estados Unidos ha dado una señal muy fuerte para avanzar en una rebaja de sus tasas de interés.
Los tres años de la administración Trump estuvieron signados por un enfrentamiento directo contra la política monetaria de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés), el Banco Central de los Estados Unidos, la cual consistió en una suba progresiva de los tipos de interés. La rivalidad se entiende a la hora de contrastar esta política con la llevada adelante por el gobierno, la cual se basa en rebajas impositivas, empleo barato y, sobre todo, guerra comercial. La contradicción es evidente: mientras Trump busca una expansión en su economía, la Reserva Federal desarrolla una política contractiva.
Esto viene ocurriendo pese al cambio de timón realizado en la Fed en el 2017, cuando el presidente impulsó a Jerome Powell como recambio de Janet Yellen. Sin embargo, el actual chairman del banco, continuó con el rumbo de su predecesora, lo cual generó una relación muy turbulenta con el presidente Trump, con múltiples amenazas y acusaciones, hasta el punto de analizar la destitución en febrero pasado del mandatario de la Reserva Federal, según reveló Bloomberg esta semana.
Sin embargo, las expectativas han cambiado: sobre la base de las declaraciones y minutas de reuniones directivas de la Fed, los especuladores de Wall Street descuentan un proceso de recorte en las tasas de interés en el futuro cercano y los especialistas esperan dos bajas durante este año. La nueva situación está siendo festejada con una suba generalizada en la bolsa estadounidense.
¿A qué se debe este giro en su política monetaria? En principio, los números de Estados Unidos comienzan a mostrar cierta debilidad que amenaza con convertirse en tendencia: crecimiento en los datos de desempleo, desaceleración en los niveles de actividad, una tasa de inflación por debajo de la meta del 2%, información que se ve consolidada en las conclusiones de los informes de diversos organismos internacionales, entre ellos el FMI, los cuales advierten sobre la posibilidad de una recesión en el futuro cercano.
Sin embargo, no es casualidad que estos anuncios se den en medio de una nueva escalada en la ofensiva de Trump hacia sus rivales comerciales. La amenaza de imponer aranceles a México bajo condición de frenar la inmigración ilegal hacia el país del norte, la escalada bélica sobre Irán, y el ataque directo a China mediante imposiciones tarifarias a sus exportaciones y el veto contra la tecnológica Huawei bajo el pretexto de proteger la “seguridad nacional” (un clásico), es el marco en el cual Powell ha decidido respaldar al presidente estadounidense en su cruzada.
De efectivizarse, la relajación en política monetaria de la Reserva Federal servirá para contrarrestar la política de China de mantener el valor del Renminbi bajo mediante devaluaciones, lo que Trump denuncia como “manipulación de su moneda” por parte del país asiático. Los reclamos del presidente no sólo apuntan al comportamiento chino, sino que van directamente dirigidos hacia el frente interno, planteando la necesidad de poder responder depreciaciones monetarias extranjeras con devaluaciones propias para competir por la colocación de sus productos en el mercado internacional. En criollo: Donald Trump busca sumar una guerra de monedas a la guerra comercial.
Sin embargo, no se trata sólo de una respuesta hacia China. La Unión Europea viene desarrollando una política de tasas de interés neutras o incluso negativas desde hace varios años, pero los dichos del presidente del Banco Central Europeo, que indicaron la posibilidad de hundir aún más la tasa de interés europea llevaron a una devaluación importante del euro frente al dólar, lo cual desató la ira de Trump en Twitter. Su mensaje fue clarificador: “Mario Draghi acaba de anunciar nuevos estímulos, lo que inmediatamente dejó caer al euro frente al dólar, lo que hace más fácil para ellos competir contra los EE.UU. Han estado saliéndose con la suya con esto durante años, junto con China y otros”.
El caso europeo demuestra la incapacidad que la política monetaria expansiva puede llegar a tener en economías excesivamente endeudadas: las tasas de interés negativas del BCE datan desde el 2016 y fueron ejecutadas para apuntalar el crecimiento de sus países miembro, sin embargo, lo único que podemos observar son países quebrados como Grecia e Italia, gigantes financieros como el Deutsche Bank al borde de la quiebra y fuertes tendencias hacia la disgregación de la Unión Europea como respuesta.
La economía estadounidense no es ajena a este escenario, con un nivel de deuda que asciende a más del 100% del PBI norteamericano, existen serias dudas sobre la capacidad de reactivación que pueda llegar a tener una relajación monetaria, las cuales se ven reflejadas por ejemplo, en el alza en el precio del oro, el refugio por excelencia de los capitalistas frente a escenarios de incertidumbre. Recordemos que la crisis mundial del 2008 fue desencadenada luego de la explosión de la burbuja financiera fogoneada por tasas de interés muy bajas en Estados Unidos.
Finalmente, la Fed ha cedido a los reclamos de Donald Trump en un movimiento que promete generar grandes turbulencias en el futuro cercano. Asistimos a la evolución de la guerra comercial hacia la guerra monetaria en escala planetaria.

Gonzalo Finlez

La temible cruzada del gobierno estadounidense contra Julian Assange y Chelsea Manning




“El Congreso no podrá hacer ninguna ley (…) que limite la libertad de expresión, ni la libertad de prensa”. Así lo indica la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Sin embargo, por primera vez, un editor está siendo procesado en virtud de la Ley de Espionaje, que data de la Primera Guerra Mundial. Julian Assange, cofundador del sitio web de denuncia WikiLeaks, podría enfrentar una condena de hasta 170 años de prisión en caso de ser extraditado a Estados Unidos desde el Reino Unido. El caso podría asestar un gran golpe a la libertad de prensa en Estados Unidos.
Estados Unidos acusó formalmente a Assange por primera vez en abril de este año, por el delito de intentar ayudar a un informante del Ejército estadounidense a ingresar a un sistema informático militar, delito por el cual Assange podría enfrentar hasta cinco años de prisión. Más adelante, el 23 de mayo, el Departamento de Justicia emitió una acusación adicional, en la que se sumaron 17 cargos más, por violar la Ley de Espionaje. Los nuevos cargos, según escribió el comité editorial del periódico The New York Times el día en que se anunciaron, “podrían tener un efecto escalofriante sobre el periodismo estadounidense tal como se ha ejercido durante generaciones. Está dirigido directamente al corazón de la Primera Enmienda”.
El periódico The New York Times fue una de las varias organizaciones de prensa en asociarse con la plataforma web de denuncia en la publicación de material que se brindaba de forma anónima. Desde su lanzamiento en 2007, WikiLeaks demostró ser una fuente confiable de evidencia documental crítica en torno a actividades ilícitas empresariales y gubernamentales.
En 2007, WikiLeaks publicó un manual secreto de la cárcel de la Bahía de Guantánamo, escrito en 2003, que contenía instrucciones para que los guardias les negaran a los prisioneros el acceso al Corán y a las visitas de la Cruz Roja para “explotar la desorientación y la desorganización que siente un detenido recién llegado”; esto constituye una violación de la legislación internacional acerca de los derechos humanos. No mucho después, el Centro de Contrainteligencia del Ejército estadounidense elaboró un documento secreto –posteriormente filtrado y publicado por WikiLeaks– donde se calificaba a la web de denuncia como “una potencial amenaza a la protección de las fuerzas, las operaciones de contrainsurgencia, la seguridad operacional y de seguridad de la información del Ejército de Estados Unidos”.
En abril de 2010, WikiLeaks saltó a la primera plana de la prensa internacional cuando hizo público un video en el que se muestra un ataque y masacre indiscriminada de civiles en Bagdad. El video fue grabado el 12 de julio de 2007 por un helicóptero militar estadounidense de combate Apache e incluye el audio de las transmisiones de radio militares.
Dos empleados de la agencia de noticias Reuters –el periodista iraquí Namir Noor-Eldeen y su chofer, Saeed Chmagh– murieron en el ataque, junto con al menos otras ocho personas. Dos niños resultaron gravemente heridos. Las transmisiones de radio muestran no solo la absoluta insensibilidad de los soldados, que se ríen e insultan mientras matan, sino también el estricto procedimiento que siguen, donde se aseguran de que todos sus ataques estén claramente autorizados por su cadena de mando.
Reuters había solicitado en reiteradas ocasiones información al Pentágono sobre la muerte de sus dos empleados, pero no había recibido nada. Fueron necesarios un denunciante valiente y WikiLeaks para revelar el horror del ataque del helicóptero, una clara prueba en video de un posible crimen de guerra.
El denunciante fue finalmente identificado como el soldado Bradley Manning. Manning fue encarcelado en régimen de aislamiento, en condiciones que Naciones Unidas describió como equiparables a la tortura. Luego fue juzgado y condenado. Inmediatamente después de recibir una condena de 35 años de prisión, Manning anunció una transición de género y cambió su nombre a Chelsea. El presidente Barack Obama finalmente conmutó su sentencia y Manning fue liberada en mayo de 2017.
No obstante, su calvario no había terminado. En febrero de 2019 la convocaron a comparecer ante un gran jurado para declarar sobre WikiLeaks y Julian Assange. Ella afirmó que ya había dado testimonio completo ante el tribunal militar que cursó su juicio en 2013, por lo que se negó a declarar de nuevo. Por ello, la encarcelaron durante dos meses. A continuación, la convocaron para testificar ante un segundo gran jurado. Por negarse a declarar una vez más, permanece encarcelada desde el 16 de mayo.
En cuanto a Julian Assange, desde el año 2012 estuvo viviendo en la Embajada de Ecuador en Londres, donde le habían dado asilo político. Assange huyó a la embajada porque temía ser extraditado a Estados Unidos. El pasado 11 de abril, las autoridades británicas ingresaron a la embajada y lo arrestaron por la fuerza. Ahora está cumpliendo una sentencia de 50 semanas de prisión por violar los términos de su libertad condicional en otro caso aparte.
Nils Melzer, relator especial de Naciones Unidas sobre la tortura, afirmó tras visitar a Assange en la prisión británica donde se encuentra recluido: “El señor Assange muestra todos los síntomas de una persona que ha estado expuesta a la tortura psicológica durante un período prolongado de tiempo”. Julian Assange no pudo comparecer en su audiencia judicial más reciente debido a problemas de salud.
Ben Wizner, director del Proyecto de Discurso, Privacidad y Tecnología de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, afirmó acerca de la nueva acusación: “Por primera vez en la historia de nuestro país, el gobierno ha presentado cargos penales contra un editor por la publicación de información veraz. Esta es una escalada extraordinaria de los ataques del gobierno de Trump contra el periodismo, y un ataque directo contra la Primera Enmienda”.

Amy Goodman y Denis Moynihan
Democracy Now!
© 2019 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira Frega. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

sábado, 22 de junio de 2019

Las contradicciones del “China delenda est” (“China debe ser destruida”)




El agravamiento del conflicto EEUU-China en las vísperas del G-20.

Guerra tecnológica

Inmediatamente después de la “angustiosa deportación” de Huawei y las tecnológicas chinas por parte de los yanquis, el presidente chino Xi Jinping respondió con una insinuación por demás elocuente, al visitar personalmente la fábrica de tierras raras en Ganzhou, en el centro de China. Esta insinuación, entendida como amenaza de corte a las exportaciones, habría dejado helado al gobierno norteamericano, según la opinión generalizada de los comentaristas internacionales. Las tierras raras son un conjunto de 17 elementos químicos indispensables para la fabricación de artículos de última tecnología, desde teléfonos y autos eléctricos hasta el armamento militar más moderno. China produce más del 95% de las tierras raras del mundo, y Estados Unidos depende de China para el 80% de sus importaciones (Ámbito, 29/5). El fuerte impacto ambiental que genera el desarrollo de esta industria, y la escasez de yacimientos descubiertos, hacen de este recurso el As en la manga china para poner de rodillas a Trump.
Paralelamente a esta amenaza fue avanzando la demanda judicial de Huawei contra el gobierno de Trump, por la inconstitucionalidad de las restricciones contra la empresa, demanda que el gobierno chino tomó por bandera, tanto en el plano de la discusiones diplomáticas, como en la política interna, la cual desató un fuerte sentimiento nacionalista por parte de los chinos. Tanto que el derrumbe de las ventas de Iphone en China sumó un nuevo dolor de cabeza a la administración Trump.
Pero la deportación de Huawei no prosperó. El “Cowboy” tuvo que aplazarla por tres meses, cediendo a la presión de su propia industria tecnológica que veía derrumbar estrepitosamente sus cotizaciones en bolsa. Por otra parte se puso de manifiesto el alto grado de entrelazamiento entre los componentes chinos y norteamericanos: simplemente no es posible sustituir de un día para otro la tecnología china, hace falta un tiempo para hacerlo gradualmente. En tercer lugar, las empresas tecnológicas norteamericanas Dell y Microsoft, y la surcoreana Samsung hicieron fuerte lobby para que Trump levante las restricciones a Huawei por temor a que China la incluya en su propia lista negra, lo cual sería simplemente catastrófico. Posteriormente a la suspensión de las restricciones por 3 meses, el gobierno chino, sin ninguna clase de ambages, citó a las autoridades de dichas compañías y les hizo una seria advertencia: sufrirán castigos si acatan las prohibiciones de Trump (Clarín, 9/6). No es solamente una advertencia: recientemente China prohibió el uso del sistema operativo Windows en el ámbito militar bajo el argumento típicamente yanqui de la “defensa de la seguridad nacional” (“por donde las dan las toman”, viejo adagio boxístico) y lo mismo hizo Rusia, en una acción concertada inocultable (Xataca, 3/6). Por su parte Google también exigió al gobierno de EEUU levantar la prohibición a Huawei, aunque por razones más claras: ante la imposibilidad de las empresas chinas de utilizar Android, no les queda otra alternativa que el desarrollo de un sistema operativo propio el cual será un duro rival para el sistema desarrollado por google, y marcará el final de la posición cuasi monopólica de Android en el mercado de teléfonos móviles (RT, 8/6). Ahora ya se estaría discutiendo al interior del gobierno Trump la suspensión de las restricciones contra Huawei por el lapso de dos años (así lo reveló The Washington Post el 9 de junio). Un retroceso en chancletas.

El 5G y la disputa por el futuro gran mercado

Como vimos en otro artículo, uno de los temores principales de los norteamericanos es que el avanzado desarrollo del 5G por parte de los chinos (con Huawei a la cabeza) implique la pérdida de liderazgo en el mercado tecnológico del futuro, en primer lugar el llamado internet de las cosas. Es por esto que bajo el sambenito de la “seguridad nacional” Trump ha enviado directivas a distintos gobiernos para que acompañen en el freno a los chinos. Gran Bretaña fue uno de los primeros en acompañar la cruzada, adhiriendo a la amenaza de aplicar sanciones aquellas a empresas que comercien con Huawei. También se han sumado Japón, Nueva Zelanda y Australia, entre otros países.
Por su lado los chinos han avanzado en el acuerdo estratégico que mantienen con Rusia, una alianza comercial, política y de colaboración militar, uno de cuyos pilares fundamentales es el desarrollo de la llamada nueva ruta de la seda: un ambicioso proyecto a largo plazo que busca rediseñar el mapa del comercio asiático-europeo bajo el liderazgo de la infraestructura china, en colaboración con Rusia, y otros países. Con la sola excepción de Gran Bretaña, ningún país en Europa se quiere perder las ventajas del 5G chino, por lo cual el “veto” a Huawei no prosperó. Se calcula que los norteamericanos tienen 2 años de atraso; para cuando alcancen la calidad del 5G chino, el mercado mundial ya estará totalmente dominado por los orientales.

México y Alemania

De los países europeos el que interesa particularmente es Alemania, que lidera la tecnología conocida como “internet de las cosas”. Alemania no solo no le da la espalda a los chinos sino que estableció con estos una alianza estratégica. Y ambos países, Alemania y China, han estado negociando con el gobierno mexicano de López Obrador, a fin de convertir a México en la puerta principal de ingreso al mercado latinoamericano, y por qué no, en dirección a los Estados Unidos. EEUU tiene, en la frontera sur con México, y en la frontera norte con Canadá, a dos “Huawei friendly”. La amenaza de imponer aranceles progresivos a México tiene en cuenta esta perspectiva.
El respaldo alemán al “Plan de desarrollo integral” impulsado para la región por el presidente mexicano López Obrador suscitó un profundo malestar en el gobierno conducido por Donald Trump. “América Latina ha estado fuera de nuestro foco por mucho tiempo”, sostuvo el 28 de mayo el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas a la vez que presentaba la denominada Iniciativa Latinoamérica y el Caribe, donde proyecta una inversión fuerte en áreas claves como la energía, la industria automotriz y el internet de las cosas. El 2 de mayo el mismo Heiko Maas de visita en Ciudad de México había señalado, entre otras cosas, que Alemania se opondrá a cualquier intervención militar en Venezuela. Y por si faltaba algo para provocar el malestar de Trump, el 30 de mayo en la mismísima Universidad de Harvard Ángela Merkel llamó a “derrumbar los muros de la ignorancia”, frase que fue considerada un desafío a la Casa Blanca. Todo este cuadro explica que en el encuentro bilateral del 5 de junio entre Trump y Ángela Merkel, no haya habido apretón de manos e incluso los mandatarios se negasen a sacarse una foto juntos. El encuentro duró tan solo 10 tristes minutos. Para completar, la alemana BMW inauguró esta semana una nueva planta automotriz en México con una inversión de mil millones de dólares.
Algunos medios subrayaron la “mirada perdida” de la mandataria alemana Ángela Merkel durante el frío encuentro que mantuvo con su par norteamericano el pasado 5 de junio.

El desacople

Lo que se ha dado en llamar “guerra comercial EEUU-China” es más que una simple guerra comercial. En primer lugar, porque tenemos de un lado a la principal potencia imperialista del planeta, y del otro a la principal factoría del globo. En segundo lugar, y esto es todavía más importante, porque el proceso de disputa actual deviene de un larguísimo proceso de “relaciones carnales”, en la cual EEUU impulsaba el desarrollo capitalista en China, colocando sus capitales excedentes, y China expandía los límites del mercado mundial a la vez que amortiguaba el impacto y el alcance de las sucesivas crisis mundiales.
No estamos ante una simple disputa, sino ante una suerte de ‘divorcio’ (y de los violentos, cabe acotar). Es decir que la dinámica de la crisis en curso conduce antes que nada al rompimiento de contratos y acuerdos comerciales en cadena, a la vez que procura establecer otros nuevos. Abre, o si se quiere, profundiza un período de convulsiones sociales.

¡Un desenlace ya previsto por el Partido Obrero!

Entre los innumerables artículos desarrollados por el PO sobre la crisis mundial, quiero traer de muestra un párrafo de un texto de 2008 elaborado por nuestro compañero Pablo Rieznik, que brinda fundamentos sólidos para comprender la crisis actual. Escribe Rieznik: "George Soros, en un breve artículo de marzo pasado (2008), después de pintar con trazos catastróficos la crisis económica internacional, planteaba que los índices de bancarrota económica que son propios del centro del mundo capitalista no se observaban todavía en China. Y concluía: si tal divergencia se mantiene resurgirá el proteccionismo, asistiremos a turbulencias muy serias en el mercado internacional o -textualmente- "cosas aún peores". El multimillonario especulador en los mercados bursátiles insinuaba entonces la posibilidad de una guerra planetaria como consecuencia de la eventual dislocación del comercio y de los flujos del capital internacional. Hay que admitir que no está nada mal el planteo y que da una pista para el abordaje de la crisis presente con una dialéctica que está ausente en gran parte de los análisis de la cuestión, incluidos los de quienes se declaran marxistas y hasta trotskistas. Porque señala la perspectiva de la catástrofe, no del hecho de que China sea arrasada por la debacle económica de las principales potencias, sino de la eventualidad de que al revés pudiera evitarla. La economía mundial es una totalidad orgánica y una severa descompensación puede liquidar al paciente. No se trata de aislar sus componentes para clasificarlos a unos independientemente de los otros, sino de apreciar el carácter de los desequilibrios que le dan a la crisis un carácter de conjunto" (EDM Nº36, 2008)
El abultado déficit comercial de Estados Unidos es el fogonero principal (pero no único) de la política proteccionista de Trump, la cual lleva a choques crecientes con una parte de la burguesía a la que dice proteger, que reclama a viva voz el fin de la guerra comercial con China. Muy por el contrario, fogoneado por el Pentágono y un sector duro del establishment norteamericano, el presidente yanki se parece cada día más a aquel senador romano que cerraba todos sus discursos, cualquiera sea el tema tratado, con la frase “Carthago delenda est” (“Cartago debe ser destruida”), planteando como idea fija que el desarrollo de Roma tenía como precondición la destrucción de la ciudad vecina. Haciendo una analogía, en el caso que nos ocupa la que debería sucumbir sería China, al menos bajo la forma actual.

Patear el tablero

Hemos visto cómo se han sucedido una serie de movimientos tácticos de parte de ambos contendientes como si estuviéramos presenciando una partida de ajedrez, y el tablero fuera la economía mundial. Todos los días se efectúan hábiles y precisos movimientos.
Al escenario de choque en América Latina con plataforma en México, debemos agregar la ampliación de la llamada ruta de la seda en nuestra región, en la cual China apuesta a invertir fuertemente en infraestructura, energía y telecomunicaciones en los países de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guyana, Panamá, República Dominicana y Venezuela, además del mencionado México (Infobae, 16/6/18). Se trata de un desafío declarado en las propias barbas del Tío Sam.
Hemos mencionado la irrupción en escena del tándem China-Rusia, el cual no es nuevo, pero que se ha consolidado en los últimos meses. El viernes 7 de este mes Putin y Xi Jinping se reunieron en San Petersburgo y firmaron una treintena de acuerdos, que fueron desde comercio y energía hasta "el fortalecimiento de la estabilidad estratégica, que incluye temas internacionales de interés mutuo, así como temas de estabilidad estratégica global" (BBC, 9/6) En dicho encuentro acordaron también una política para terminar con la utilización del Dólar como moneda rectora en el intercambio mundial, mediante el uso de las divisas nacionales como norma. El propósito inocultable es romper una de las palancas de la hegemonía norteamericana.
Por el lado de las telecomunicaciones, Huawei ha apresurado la salida de su sistema operativo, el cual es un 60% más veloz que el Android de Google, además de ser compatible con todas las aplicaciones de éste, por lo que los usuarios no lamentarán limitaciones. La empresa china ha anunciado que ya dispone de un millón de equipos de última generación con dicho sistema, listos para salir al mercado. Al abandono de Windows por parte de las estructuras militares de China y Rusia, debemos mencionar también a Corea del Sur, que directamente lo elimina de todos los organismos estatales (El Economista, 21/5) El hecho, que puede parecer secundario, tiene un detalle que le otorga una importancia mayor: en Corea del Sur está radicado Samsung, el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo. Corea del Sur, en un futuro, podría desear pasarse al sistema desarrollado por China, con lo cual todas las empresas “estrellas” yankis de software quedarían seriamente en problemas.
Un reciente informe del Pentágono presentado al Congreso de los Estados Unidos (Annual Report to Congress: “Military and Security Developments Involving the People’s Republic of China 2019”, 2/5) reconoce en su página 112 que son las empresas chinas, y no las norteamericanas, las que están desarrollando la tecnología del futuro, lo cual constituye una potencial amenaza a la seguridad norteamericana. Es el reconocimiento de que han perdido la batalla tecnológica, fundamentalmente en lo que atañe al 5G, y con a partir de esto, al internet de las cosas y las telecomunicaciones del futuro.
Esto explica el recule norteamericano en relación al veto a Huawei. La pretendida deportación de la empresa china dejó a las empresas yankis colgadas de un pincel, cual peón dama tras un gambito de dama aceptado, si se me permite la analogía ajedrecística. De un lado el juego chino, mucho más sólido, y del otro los yankis sin desarrollo de piezas, que se disponen a patear el tablero. No obstante la perspectiva belicista que se abre, algunas empresas de peso de EEUU están estudiando mover su producción de China a la India, como uno de los posibles contraataques de los norteamericanos.

Una política de agresión militar a China

En la sociedad capitalista no existe el Fair Play. La “calma milenaria” que la prensa internacional le atribuía a los chinos (en supuesto contraste a la venalidad de Trump) se borró de un plumazo ni bien EEUU manifestó que velará por la independencia de Taiwán. “Exhortamos a la parte estadounidense a que detenga las ventas de armas a Taiwán y corte sus relaciones militares, y trate prudente y apropiadamente las cuestiones relacionadas con Taiwán para evitar graves daños a las relaciones entre China y Estados Unidos, así como a la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwán”, expresó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, en un seco pero tajante comunicado (Xinhua, 7/6). El gobierno chino considera a Taiwán como una “provincia rebelde” pero parte integrante de una misma nación China. En este contexto se dieron las manifestaciones recientes en Hong Kong contra el proyecto de ley que permitiría la extradición de ciudadanos para que sean juzgados en China, las cuales contaron con una masividad inusitada, con cerca de un millón de personas en las calles (El País, 14/6). Algunos comentaristas señalan un estímulo especial de las movilizaciones proveniente de EEUU, interesado en desestabilizar al régimen chino, hipótesis la cual no ha sido demostrada. Lo que sí está completamente claro es el enorme despliegue naval que EEUU está instalando en el Mar de China, en donde se ha reforzado a la Séptima Flota a fin de un control más férreo de la región y el comercio marítimo, en áreas que se considera en disputa. Fue en esta zona caliente donde el 7 de junio dos buques de guerra, uno norteamericano y el otro ruso, estuvieron a escasos 50 metros de colisionar, hecho que ha sido caracterizado como de enorme peligrosidad militar, que de ocurrir posiblemente hubiese desencadenado en un conflicto bélico. Estamos ante una amenaza o provocación, todavía no esclarecida. No se trata de un hecho aislado ya que cuenta con varios antecedentes en la región.

G-20

La cumbre del G-20, a desarrollarse dentro de dos semanas, será más que nunca un modelo de impotencia escenificada. Los últimos hechos marcan que la estrategia norteamericana (aunque con una fuerte oposición interna) pasa por asestarle un golpe demoledor a China de modo tal que lo deje fuera de combate. Al contrario, dejando de lado los protocolos de rigor, es probable que la cumbre se convierta en caja de resonancia del nivel de conflictividad reinante.
Detrás de la prepotencia del gobierno norteamericano se esconde un imperialismo senil en el momento más frágil de su historia desde la posguerra. Los trabajadores del mundo ya se encuentran en alerta y movilización en defensa de sus conquistas históricas, como lo demuestra el millón de hongkoneses en las calles, la huelga y lucha de masas en Sudán, la huelga general y movilizaciones de masas en Brasil; esta última se suma y corona la serie de movilizaciones y huelgas que sacuden América Latina desde hace varios años. Se abre paso una tendencia a la acción independiente de las masas en todos los continentes.

Cristian Cañete

Tierras raras, carta de China contra Trump

Tras lanzar una estruendosa guerra económica contra varios países del mundo y fundamentalmente contra China para tratar de mantener su ya debilitada hegemonía mundial, a la Administración estadounidense de Donald Trump ahora le preocupa que la política de sanciones se le convierta en un bumerán.
Ya le empiezan a salir obstáculos hasta en su propio país pues recientemente la Cámara de Comercio norteamericana expresó a la cadena CNBC que “la utilización de aranceles, con el aumento de amenazas a nuestra economía, va a perjudicar al país y también crea incertidumbre con nuestros socios”.
Hace pocos días, más de 600 importantes compañías estadounidense, entre estas Walmart, Costco, Target, Levy Strauss, Get y FootLocker, en una carta enviada a Trump, lo instaron a eliminar los gravámenes actuales y cesar la guerra comercial con el gigante asiático.
En la misiva se expresa que las tarifas adicionales (con las que amenazó el mandatario) tendrán un impacto negativo para todos los ciudadanos estadounidenses. Se calcula que otra subida de aranceles supondrá la pérdida de más de 2.000.000 de puestos de trabajo y recortaría el Producto Interno Bruto (PIB) del país en un 1 %, además de costar cerca de 2.000 dólares a cada familia estadounidense.
Trump como siempre ha hecho desde su llegada al poder, refutó ambas declaraciones y hasta amenazó con abandonar su membresía en la Cámara de Comercio si continuaban criticando su política comercial.
Pero lo cierto es que la incertidumbre también ha comenzado a hacer mella dentro de la Casa Blanca y del Pentágono, pues no han logrado debilitar la economía de Pekín como esperaban y ahora temen que entre las posibles medidas futuras que tome el gigante asiático esté la de disminuir sus exportaciones de tierras raras a Washington.
Ante esa realidad, Estados Unidos se ha lanzado en una desenfrenada búsqueda de esos elementos en otros países, sobre todo en África, Europa y Asia central.
Pekín controla aproximadamente entre el 85 y el 95 % de la producción y el suministro de todas las tierras raras, mientras Washington depende del 80 % de esos suministros procedentes de la nación asiática. India, Rusia, Estados Unidos, Burundi, Malawi, Canadá y Australia también las producen, pero en menores cantidades.
El Pentágono está negociando con empresas mineras del continente africano para encontrar nuevas fuentes cruciales para industrias como la militar y la tecnológica.
Según datos oficiales, China se posiciona como líder en producción de esos elementos, hasta con 120.000 toneladas al año, que representan el 70 % de la demanda mundial y el 80 % de la estadounidense, por lo que una interrupción de sus suministros tendría graves efectos negativos en la economía norteamericana.
El enfrentamiento entre estos dos países se ha agravado en las últimas semanas después de que Washington decidiera incluir en su lista negra comercial a la compañía Huawei, el gigante chino de las telecomunicaciones.
Los componentes de tierras raras se emplean en sistemas armamentísticos, imanes potentes, teléfonos con pantalla táctil, cristales especializados, dispositivos de aeronaves.
Otros de sus usos son en coches eléctricos, híbridos, turbinas, desarrollo de ordenadores, televisores, filtradores de radiación, baterías, láser con múltiples aplicaciones, reactores nucleares, entre otras.
Se caracterizan por ser muy buenos conductores de electricidad y por sus propiedades magnéticas, pudiendo individualizar su magnetismo mediante la variación de sus aleaciones con el fin de crear imanes con comportamientos específicos según su uso final.
Las tierras raras constituyen un grupo compuesto por 17 elementos, (metales y minerales) cuyo nombre se debe a que su extracción resulta bastante dispersa y no concentrada como en la mayoría de los otros.
En muchas ocasiones se extraen de otros procesos productivos y, algunos son bien escasos, lo que los hace muy cotizados por su utilización en las nuevas tecnologías. Quince de los 17 elementos que componen las tierras raras provienen del grupo de los lantánidos (nombre genérico de los 15 cuyas propiedades son muy semejantes). A los lantánidos, se suman el escandio y el itrio, que poseen ciertas similitudes con ese grupo.
Forman parte de las tierras raras: cerio, lantano, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europico, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio, lutecio, escandio e itrio.
La alta producción de estos elementos en China, hace que sean especialmente sensibles al contexto geopolítico, que puede provocar restricciones de suministro de una materia esencial para las economías estadounidenses y europeas.
Expertos aseguran que si China corta los suministros a Estados unidos este país sufriría fuertes atrasos tecnológicos y militares y tardaría por lo menos tres años en buscar nuevos abastecedores.
Como se observa, China tiene una carta poderosa en sus manos que puede hacer recapacitar al obstinado magnate de la Casa Blanca.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

viernes, 21 de junio de 2019

A dónde va Estados Unidos




La Reserva Federal, dirigida por Jay Powell, ha anunciado una reversión de la política de los últimos cuatro años, en virtud de la cual la tasa de interés venía siendo elevada progresivamente. A partir de julio, muy probablemente empiece a recortarse la tasa de referencia. Es una confesión de los temores a una recesión que cada vez suenan más fuerte. Eso ya se nota en la brusca desaceleración de la economía a nivel global. Las principales economías ya han corregido sus pronósticos a la baja. La propia China podría caer por debajo del 6%, aunque algunos señalan que su caída es mucho más pronunciada, pero el Estado maquilla las estadísticas oficiales. Ni qué hablar de los países emergentes, atravesados por caídas de producción, devaluaciones y corridas cambiarias. Esto está acompañado por una acentuación de las tendencias deflacionarias, un síntoma inconfundible del parate de la actividad económica. De este panorama global no escapa Estados Unidos, donde la recuperación de la que tanto se jacta Trump está en jaque.
El cambio de rumbo de la FED ha despertado el entusiasmo en los mercados financieros, que ven la oportunidad de armar una nueva bicicleta. Los operadores financieros están apostando a que la FED recortará las tasas y mantendrá el costo de los préstamos muy bajos con el fin de poder armar un nuevo ciclo especulativo. Los efectos se sienten en Argentina, donde se constata una resurrección del carry trade -o sea, el ingreso de inversores internacionales que pretenden aprovechar las altas tasas de interés y rendimientos locales. La calma cambiaria que estamos viviendo en el país tiene que ver con este movimiento de capitales golondrina y de ningún modo con logros de la política oficial, en momentos en que todos los registros económicos son cada vez más sombríos: nueva caída del PBI, aumento del desempleo y un crecimiento explosivo de la hipoteca de la deuda interna y externa.

Guerra comercial

Pero, más allá de ello, ¿un descenso de las tasas de interés, como el que anunció Powell, alcanza para evitar una recesión? Trump viene reclamando sin pelos en la lengua ese curso a la Reserva Federal. La desesperación del magnate tiene que ver con el hecho de que las medidas de incentivo de la economía estadounidense, que promovió desde el arranque de su mandato, se están agotando, empezando por la rebaja de los impuestos.
Quizás el fracaso mayor de Trump es en la guerra comercial, que se está convirtiendo en un verdadero búmeran. En lugar de reactivar la economía, los aranceles y las represalias comerciales han terminado provocando el efecto inverso: el cierre de mercados, el aumentos de los precios de los productos importados y de los costos industriales, al incrementarse los insumos provenientes de China. La guerra comercial no se circunscribe a China sino que se extiende a históricos aliados como Canadá y México. Aunque lo ha suspendido a último momento, Washington anunció un incremento de tarifas para las importaciones del país azteca, incluyendo las importaciones de automóviles y piezas de automóviles que las empresas estadounidenses fabrican en las maquilas de la frontera de México con Estados Unidos. La industria del automóvil mundial ya está en una crisis importante, como consecuencia del fin del diesel y la desaceleración de la demanda en China, Europa y Japón. Ahora, las compañías de automóviles estadounidenses se enfrentan a nuevos problemas con los planes de Washington. Ya un año atrás, General Motors encendió las alarmas con su decisión de cerrar cuatro plantas en territorio estadounidense y despedir 14.000 trabajadores.
La apuesta de Trump de impulsar el regreso de las corporaciones a suelo norteamericano ha caído en saco roto. Las diferencias salariales son demasiado grandes para inducir a las empresas yanquis a semejante cambio. Frente a las crecientes trabas al intercambio comercial, las empresas norteamericanas han orientado sus exportaciones a terceros países e inclusive al propio mercado interno chino.
Otra variante a la que se viene apelando es a la relocalización de las plantas a Vietnam y otros países del sudeste asiático, con salarios menores a los que se abonan en China. Por su parte, ramas importantes como la elaboración de productos con aluminio, que dependen de la materia prima importada, han visto elevados sus costos industriales. Esto es una tendencia generalizada, pues los bienes afectados por las tarifas tienen como destino en una proporción importante la industria intermedia. Esta situación viene trayendo una retracción en las inversiones. El gran perjudicado es el consumidor final -o sea, la población norteamericana. El cierre de mercados ha terminado afectando a sectores como el agrario, uno los principales sostenes de Trump en su campaña presidencial. Las represalias chinas, contra las exportaciones norteamericanas, han terminado provocando una caída de los precios de la soja.
Esto es lo que explica la oposición creciente que viene generando Trump en franjas de la clase capitalista, incluida su propia base de apoyo. Recientemente, 170 corporaciones norteamericanas del calzado han sacado un manifiesto denunciando los perjuicios que está provocando la guerra comercial a la economía norteamericana, exigiendo un freno y una reversión de esta política. Quienes encabezan este reclamo son las empresas líderes de ropa deportiva, Nike y Adidas, que plantean que la guerra comercial está teniendo un efecto devastador sobre el sector, ya que una abrumadora parte de la indumentaria es producida en China y tiene como destinatario el mercado estadounidense.
Un dato que no puede soslayarse es la curva invertida de rendimiento del mercado de bonos, que se está generalizando y se ha extendido también a Estados Unidos. Los bonos a corto plazo, normalmente rinden menos que los de largo plazo. Cuando esto se invierte es un síntoma de una recesión que se avecina. Frente a este panorama, los inversores quieren mantener activos ‘seguros', como los bonos del gobierno, hasta el punto de que la tasa de interés a largo plazo de estos bonos cae por debajo de la tasa establecida de préstamos a corto plazo. E incluso esos rendimientos se vuelven negativos. Se ha batido un récord en la materia: 12.500 billones de dólares en bonos de todo el mundo, concentrados en Europa y Japón, tienen rendimientos negativos.

Crisis de régimen

Las contradicciones de la política de Trump y del desinfle de la economía norteamericana se trasladan al campo político. Trump viene perdiendo su ascendiente. Los niveles de aprobación a su gestión vienen cayendo, lo cual es mucho decir, porque ya era el más bajo entre todos los presidentes de la historia norteamericana. La tentativa bonapartista viene haciendo agua en forma proporcional a la pérdida de apoyo de su gestión en la clase capitalista. En el propio partido republicano, vienen creciendo los sectores que le sueltan la mano. En este marco, está comprometida su reelección. Los sondeos coinciden que Donald Trump perdería en las elecciones presidenciales de 2020 frente a candidatos demócratas, como Joe Biden y Bernie Sanders. Síntomas de este proceso ya se insinuaron en las elecciones de medio término, en las que Trump perdió la mayoría de la Cámara de Diputados. El magnate está intentando obtener algún éxito en materia de política exterior que compense los escollos que tiene en el frente interno. Pero si nos guiamos por la impasse en Venezuela, Medio Oriente, Corea y Afganistán, los resultados no son alentadores.
El fracaso de Trump es un síntoma de una crisis política de conjunto. El proyecto de Trump de armar un régimen de poder personal ha constituido un intento por superar el creciente impasse del régimen político, sus instituciones y sus partidos, que ha ido desarrollándose de la mano de la decadencia histórica del capitalismo norteamericano, que está en el centro de la crisis mundial que estalló en 2008. El triunfo de Trump es inseparable del poco entusiasmo, más bien el rechazo, que generó la candidatura de su rival demócrata de 2016, Hillary Clinton.
El escenario político norteamericano pone más al rojo vivo la batalla por hacer emerger una fuerza política de los trabajadores, independiente de la burguesía. Es necesario para esto independizar a los movimientos y tendencias de lucha que se multiplican en el país de la tutela política del partido demócrata.

Pablo Heller

El rol de Estados Unidos en el Plan Cóndor




El imperialismo norteamericano jugó un papel clave en el armado de esta coordinadora represiva que operó sobre Sudamérica durante la década de los 70 y comienzos de los 80.

Repentinamente el barrio de Lambaré ubicado en los suburbios de Asunción –la capital paraguaya– fue tapa de todos los diarios del mundo. En la calurosa mañana del 22 de diciembre de 1992 se presentaron en el Departamento de Producción de la Policía el joven juez José Agustín Fernández, dos secretarios de su juzgado y Martín Almada ex prisionero político de la dictadura de Alfredo Stroessner, la más larga de historia de Sudamérica. Almada tenía data que su legajo como detenido clandestino se encontraba en aquella dependencia junto a otros documentos secretos. Iban con orden de allanamiento pero igual los policías a cargo impidieron su ingreso hasta que la presión popular de vecinos, la prensa y familiares de otros ex detenidos y desaparecidos, que empezaron a acercarse al lugar, hizo que cedieran.
La sorpresa no podía ser mayor. Encontraron más de 700.000 piezas documentales –escritos, fotografías, casettes; algunos enterrados bajo tierra–¬ que demostraron la existencia de una coordinadora represiva que secuestraba, torturaba, asesinaba y desaparecía opositores en todo el Cono Sur, durante la década del 70 y comienzos de los 80, actuando con total impunidad y garantía de los estados que la formaban.
Estos documentos, que pasaron a la historia como los “Archivos de terror”, también permitieron determinar el rol clave que jugó Estados Unidos (de ahora en más EE. UU.) en el armado político de las dictaduras sudamericanas y particularmente en el diseño de este plan siniestro conocido internacionalmente como Plan Cóndor.

De cómo el Águila influenció al Cóndor

En uno de los documentos encontrados titulado Primera reunión de trabajo de Inteligencia Nacional, el jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia Chilena (la famosa DINA) Manuel Contreras invitó a su par paraguayo a participar de una reunión de trabajo conjunto para “proteger la seguridad nacional de sus países ante el avance de la subversión” fechado el 29 de octubre de 1975. Un mes después se realizó en Santiago la primera instancia formal que se conoce, al menos hasta ahora, del Plan Cóndor aunque la mayoría de los investigadores coinciden que el sello del Cóndor estuvo impreso en numerosas detenciones y asesinatos en 1973 y 1974. Es decir, el documento no se contrapone con que haya operado antes.
Al citado encuentro, además del anfitrión, se hicieron presentes representantes de Paraguay, Argentina, Uruguay, Bolivia y Brasil (este último como país observador). Todos los participantes eran especialistas en inteligencia, tema central que cruzó el encuentro.
El documento del acta de cierre [1] recomendaba la formación de una oficina que centralice la información que tenía cada fuerza sobre las personas “conectadas directa o directamente con el Marxismo”. También la utilización de un sistema de mensajes encriptados y la libre circulación de agentes entre los países participantes, por supuesto con inmunidad diplomática. A su vez recomendaba “la utilización de medios de enlaces ajenos a los países del sistema”. Esto significaba que agencias de inteligencia extranjeras no sólo conocían las intenciones del Plan Cóndor sino que además intervenían colaborando con los enlaces sudamericanos. Según el propio Manuel Contreras tenían en 1975 contacto con treinta y siete agencias de inteligencia del mundo; aunque sin dudas la influencia principal va a ser la de EE. UU., el verdadero mentor de esta comunidad represiva.
Dice el periodista John Dinges, corresponsal del New York Times en América Latina en los 70:
Según mi investigación, Contreras viajó a EE. UU. para consultar con altos oficiales de la CIA por lo menos en cinco oportunidades. Uno de los viajes coincide con la organización de Cóndor. En agosto de 1975, Contreras se reunió con el subdirector de la Agencia Central de Inteligencia, Vernon Walters [2].
El gobierno norteamericano y la CIA no solo influenciaron ideológica, técnica y financieramente sobre los militares chilenos, sino también sobre todas las fuerzas armadas y policiales de los países integrantes del Plan Cóndor. La mayoría de los oficiales que comandaron las dictaduras militares en Sudamérica (y Latinoamérica en general) y que dirigieron el aparato represivo del Plan Cóndor, habían estudiado en escuelas militares estadounidenses desde las más prestigiosas ubicadas dentro de su territorio hasta la Escuela de las Américas en Panamá donde iban por tres meses la mayoría de los cuadros medios de los ejércitos. Todos se formaron bajo los preceptos de la Doctrina de Seguridad Nacional impulsada por el gobierno norteamericano para enfrentar la “amenaza comunista internacional” que, a diferencia de los ejércitos convencionales, era un enemigo que operaba dentro del territorio nacional afectando su seguridad interna.
En ese momento EE. UU. estaba atravesando una importante crisis de hegemonía producto de la combinación del fin de la bonanza económica de posguerra, el fortalecimiento relativo de otros imperialismos como Alemania y Japón y el avance de los procesos revolucionarios en el continente americano, sobre todo después del triunfo de la Revolución cubana y su posterior declaración como socialista en 1961. Todo esto había alterado el mapa político y sobre todo el de la lucha de clases [3]. A fines de los 60, el ascenso revolucionario de la clase trabajadora se sentía fuerte en Sudamérica: el Cordobazo obrero primero y el despliegue de las coordinadoras interfabriles en Argentina después, el desarrollo de los cordones industriales chilenos durante el gobierno de Allende a comienzos de los 70, el proceso revolucionario boliviano, la resistencia obrera en Uruguay a la dictadura, entre otros, mientras que las organizaciones guerrilleras se extendían también por el continente. EE. UU. no podía intervenir en forma militar directa sobre estos países porque ya cargaba sobre sus espaldas con la Guerra de Vietnam que había generado un fuerte repudio dentro y fuera de su territorio.
Su intervención política en los países latinoamericanos en la segunda mitad del siglo XX fue a través del apoyo y el financiamiento de todos los golpes militares [4]. Dentro de este marco general puede entenderse su rol en el armado del Plan Cóndor, creando una estructura represiva que traspasaba los límites territoriales nacionales y operaba en secuestros y detenciones coordinados por fuerzas de inteligencia conjunta. Argentina fue uno de los países donde más operaciones realizó el Cóndor. Incluso es el único país donde la coordinadora represiva empezó a intervenir mientras todavía funcionaba un gobierno constitucional. Hay documentos desclasificados de la CIA que certifican sobre una reunión de seguridad con cinco de los seis miembros del sistema Cóndor en Buenos Aires en febrero de 1974, es decir, durante la presidencia de Perón [5]. También en septiembre de ese año miembros de la DINA, la SIDE, la Triple A y el agente chileno de la CIA Michel Townley planearon el asesinato del ex jefe militar de Chile durante el gobierno de Salvador Allende, el General Carlos Prats quién murió junto a su esposa luego de que una bomba explotara en su automóvil en el barrio porteño de Belgrano. Claro que con la llegada de la dictadura los operativos conjuntos crecieron exponencialmente. El CCD Automotores Orletti se transformó en la base de operaciones del Plan Cóndor en territorio local. Por allí se calcula que pasaron más de 300 prisioneros chilenos, paraguayos y brasileros pero mayoritariamente uruguayos; que en su mayoría permanecen desaparecidos. Otra de las sedes argentinas directamente ligadas al Cóndor fue el Batallón 601 de Inteligencia, otra de las instituciones que tuvieron numerosos alumnos en escuelas de la CIA y las escuelas de inteligencia.

Asistencia técnica asegurada

EE. UU. no solo organizó los encuentros tras bambalinas sino que la CIA fue la encargada de suministrar
…equipos de tortura eléctrica a brasileños y argentino y ofreció asesoramiento sobre el grado de shock que el cuerpo humano puede resistir. Los agentes de seguridad latinoamericanos también recibieron entrenamiento de la CIA para la fabricación de bombas en la sede de la oficina de Seguridad Publica del Departamento de Estado de Texas [6].
El uso de la tortura como método para obtener información en forma casi quirúrgica fue aprendido de los represores franceses que utilizaron esas técnicas en las guerras de liberación nacional de Indochina y Argelia dejando decenas de miles de muertos.
La central norteamericana brindó además la tecnología más avanzada de la época en materia de inteligencia. De esta forma usaron el sistema de comunicación protegido Télex, al menos desde 1976. Era un sistema de comunicación textual por líneas similares a las telefónicas desarrollado en los años ’30. Esta red sudamericana se llamaba Condortel. Cada país tenía un nombre clave y podía acceder a autorizaciones, contraseñas e identificaciones: Chile era 1, Argentina 2, Uruguay 3, Paraguay 4, Bolivia 5 y Brasil 6. Según se supo, a través de declaraciones de militares y documentos desclasificados, la estación central se encontraba en las bases militares que EE. UU. tenía en Panamá, y tanto la CIA como el FBI tenían pleno acceso cuando lo necesitaran [7] para acceder a autorizaciones, contraseñas e identificaciones.
También los aliados del norte les entregaron computadoras de última generación que reemplazaron a las viejas tarjetas mecanizadas y teléfonos con inversores de voz.

El asesinato en el barrio de las embajadas en Washington

El Plan Cóndor no solo intervino en territorio sudamericano sino que se conocieron operativos en Europa, particularmente en Roma y París, entre 1975 y 1976 que están muy bien desarrollados en el libro de Stella Calloni: El plan Cóndor. Pacto criminal. También se produjeron atentados en Washington, el centro político del imperio. Allí fue asesinado el político socialista y ex funcionario del gobierno de Allende, Orlando Letelier, quien tenía muy buenas relaciones con algunos legisladores demócratas que estaban comenzando a investigar el rol de EE. UU. en el golpe chileno. Michael Townley conectó una bomba en su auto y los encargados de volarla fueron los “contra” del Movimiento Nacional Cubano. Junto a Letelier murió la secretaria y el marido de ella que resultó gravemente herido.
En ese momento, el jefe de la CIA era George Bush (padre) y el secretario de Estado era Henry Kissinger, ambos expuestos en los documentos desclasificados como colaboradores acérrimos de las dictaduras y de sus redes de inteligencia. El caso causó revuelo internacional. El agente del FBI, Robert Scherrer, enlace de inteligencia norteamericano informaba desde Buenos Aires sobre todo lo que ocurría en el Cono Sur a lo largo de los ’70. El 28 de septiembre de 1976, una semana después del atentado, envía un cable a sus superiores donde informa acerca de las tres fases del Plan Cóndor: La fase 1 era el intercambio de información entre los servicios intervinientes usando el espionaje diario, infiltraciones a organizaciones y escuchas telefónicas. En la fase 2 se pasaba de la recolección de información a la acción encubierta, es decir, se perseguía, torturaba, interrogaba, detenía y se trasladaba a las víctimas cruzando las fronteras con total libertad dentro del área de intervención del Cóndor o sea en el Cono Sur (se las llamaba fronteras calientes). Y la fase 3 –la más secreta de todas– implicaban operaciones que podían “sensibilizar a la opinión pública internacional” y se realizaban fuera del territorio del Cóndor como podemos ver en los casos europeos y en Washington.
En 1979 el cable secreto se “filtró” y el Washington Post publicó una investigación sobre la siniestra coordinadora que actuaba en Sudamérica. Esto, sumado a la creciente presión internacional y el agotamiento de los gobiernos dictatoriales, determinó un giro en la política exterior de EE. UU. Comenzó a apoyar las transiciones democráticas burguesas durante la década de los ’80 para que sean estas las pudieran terminar imponiendo hasta el final los planes neoliberales usados para disciplinar a la clase trabajadora latinoamericana.
Ahora, mientras el entonces presidente demócrata Jimmy Carter se jactaba de defender los DD. HH. en el sur del continente, en Centroamérica se desataba una represión feroz en la que también la CIA jugó un rol central entrenando a los agentes contrarrevolucionarios y financiando a oficiales argentinos para que exporten sus famosas técnicas de tortura.

***

Los autores e investigadores varían en número pero lo cierto es que si consideramos al Plan Cóndor como parte intrínseca del aparato represivo para estatal desplegado en todo el Cono Sur, y la posterior extensión de sus métodos a Centroamérica, tomamos el número de víctimas brindado por Stella Calloni que incluye tanto asesinados, detenidos y torturados y que alcanza a cerca de 400.000 personas. El número no sorprende porque expresa la brutalidad imperialista desplegada sobre el continente para terminar con el ascenso revolucionario en su área de influencia.
Lo interesante de la causa judicial que actualmente se está llevando adelante en Roma es que no se investiga desde las parcialidades nacionales sino al Plan Cóndor desde su naturaleza interregional. Están siendo juzgados 24 miembros de las juntas militares de Uruguay, Bolivia, Chile y Perú acusados de la desaparición de italianos, uruguayos (entre otros) en el marco del plan y el fiscal acaba de pedir perpetua para todos. Los juicios por delitos de lesa humanidad en Argentina, las comisiones de la Verdad formadas en distintos países, los testimonios de las víctimas y los documentos desclasificados fueron claves para reconstruir la historia del Plan Cóndor aunque faltan muchísimas piezas por armar dado que los documentos claves siguen bajo siete llaves en los archivos de inteligencia que cuidadosamente EE. UU. decidió no desclasificar.

Claudia Ferri

[1] Ver AA. VV., Operación Cóndor, 40 años después, “Anexos documentales”, Bs. As., Ed. CIPDH, 2015.
[2] John Dinges, “Los Estados Unidos de América y la Operación Cóndor: exposición y complicidad” en AA. VV., ob. cit., p. 227.
[3] Ver Emilio Albamonte y Matías Maiello, Estrategia socialista y arte militar, 2017, Bs. As., Ed. IPS, 2017, p. 507.
[4] Desde el primero en Guatemala donde derrocaron a Jacobo Árbenz, orquestado por la CIA en 1954.
[5] Mc Sherry Patrice “Estados Unidos, Contrainsurgencia y la Operación Cóndor”, en AA. VV., ob. cit.
[6] Stella Calloni, Operación Cóndor. Pacto criminal, La Habana, Ed. Ciencias Sociales de La Habana, 2006, p. 11.
[7] Así lo informa un cable del embajador norteamericano en Paraguay Robert White en 1978.