sábado, 31 de enero de 2009

La OTAN, el pitbull imperial

Uno de los engañosos lugares comunes de las versiones occidentales de la historia de la post-Segunda Guerra Mundial es que la OTAN se creó como una solución defensiva para bloquear la amenaza de un ataque de la Unión Soviética a Europa occidental. Esto es falso. Es cierto que la propaganda occidental exageró la amenaza soviética, pero muchos estadistas clave estadounidenses y europeos reconocieron que una invasión de la Unión Soviética no era una amenaza real. La Unión Soviética había sido devastada y aunque poseía un enorme ejército, estaba exhausta y necesitaba tiempo para recuperarse. Estados Unidos se encontraba en la cresta de la ola, la guerra había revitalizado su economía, no había sufrido daños a causa de la guerra y en su arsenal disponía de la bomba atómica, que había mostrado a la Unión Soviética matando a un cuarto de millón de civiles japoneses en Hiroshima y Nagasaki. En Washington se había discutido si atacar a la Unión Soviética antes de que ésta se recuperara o tuviera armas atómicas, pero se rechazó en favor de la "contención", la guerra económica y otras formas de desestabilización. Aunque el [Informe 68 del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos] NSC 68 (en sus siglas en inglés, como todas las que aparezcan en el texto), fechado en abril de 1950, menospreciaba la gran amenaza soviética, explícitamente abogaba por un programa de desestabilización para provocar un cambio de régimen en ese país, lo que finalmente se consiguió en 1991.
Así, incluso un partidario de la línea dura, John Foster Dulles, afirmaba ya en 1949 que "no conozco a ningún alto cargo responsable, militar o civil, ... en este gobierno o en cualquier gobierno que crea que la Unión Soviética está planificando ahora la conquista por medio de una agresión militar abierta". Nótese, no obstante, el lenguaje de Dulles, "agresión militar abierta". La "amenaza" se refería más al posible apoyo soviético a partidos y grupos de izquierda en Europa occidental. El senador Arthur Vandenberg, un promotor fundamental de la NATO, afirmó abiertamente que la función de una OTAN militarmente reforzada tendría "fundamentalmente el propósito práctico de asegurar una defensa adecuada contra la subversión interna". Por supuesto, el mucho mayor apoyo a las fuerzas de derecha por parte de Estados Unidos no era una ayuda a la subversión interna ni una amenaza a la democracia; sólo entraba en esa categoría una posible ayuda a la izquierda(recuerden la afirmación de Adlai Stevenson a finales de los sesenta de que la resistencia dentro de Vietnam del sur por parte de fuerzas indígenas hostiles al régimen minoritario impuesto por Estados Unidos era "una agresión interna").
Las elites europeas, excepto las de Alemania occidental, estaban más preocupadas por un renacer de Alemania y una amenaza alemana y, como a los altos cargos estadounidenses, les preocupaba más contener el poder de la izquierda en Europa que cualquier amenaza militar soviética; ¡y Estados Unidos estaba presionando a los europeos para reforzar sus fuerzas armadas y comprar armas a los fabricantes estadounidenses! Aunque había sido inflada e incluso inventada a sabiendas, la amenaza militar soviética seguía siendo muy útil para desacreditar a la izquierda vinculándola a Stalin, al bolchevismo, a una supuesta invasión soviética y a un mítico programa de conquista del mundo.
De hecho, el Pacto de Varsovia era un acuerdo mucho más "defensivo" que la OTAN; su organización siguió a la de la OTAN y claramente fue una respuesta [a ella], y fue una estructura de la parte más débil y con menos miembros de confianza. Y acabó viniéndose abajo, mientras que la OTAN fue fundamental en el proceso a largo plazo de desestabilizar y desmantelar el régimen soviético. Para empezar, el armamento y fortaleza de la OTAN formaban parte de la estrategia de Estados Unidos de forzar a la Unión Soviética a gastar sus recursos en armas en vez de mantener el bienestar, la felicidad y lealtad de su población. También fomentó la represión creando una genuina amenaza de seguridad, que, de nuevo, dañaría la lealtad popular y la reputación del Estado en el exterior. Durante todo este primer periodo los dirigentes soviéticos trataron con ahínco de negociar algún tipo de de acuerdo de paz con occidente, incluyendo el renunciar a Alemania del este, pero Estados Unidos y, por lo tanto, sus aliados-clientes europeos no aceptarían nada de ello.
Como hemos señalado, según el punto de vista los altos cargos estadounidenses (y, por tanto, de los medios de comunicación más influyentes) sólo una intervención soviética en Europa del este tras la Segunda Guerra Mundial era negativa y una amenaza de "subversión interna". Pero en un mundo no-orwelliano se hubiera reconocido que Estados Unidos superaba con mucho a la Unión Soviética en apoyar no sólo la "subversión interna", sino también al verdadero terrorismo en los años posteriores a 1945. La izquierda se había fortalecido durante la Segunda Guerra Mundial luchando realmente contra la Alemania nazi y la Italia fascista. Estados Unidos luchó por todos los medios contra los posteriores intentos de la izquierda de obtener participación y poder político, incluyendo la guerra directa en Grecia y concediendo generosos fondos a partidos y políticos anti-izquierda por toda Europa. En Grecia apoyó a la extrema derecha, incluyendo a muchos ex-colaboradores del fascismo, y consiguió llevar al poder a un inmundo régimen autoritario de derecha. Siguió apoyando a la España fascista y aceptó al fascista Portugal como miembro fundador de la OTAN, con armas de la OTAN que ayudaban a Portugal a proseguir sus guerras coloniales. Y Estados Unidos, el poder dominante en la OTAN, apoyó a políticos de derecha, a ex-nazis y ex-fascistas en todas partes del mundo al tiempo que, por supuesto, afirmaba estar a favor de la democracia y luchar contra el totalitarismo.
Quizá más interesante fue el apoyo de Estados Unidos y la OTAN a grupos paramilitares y al terrorismo. En Italia se alineó con facciones políticas estatales y de derecha, con sociedades secretas (Propaganda Due [P-2]) y con grupos paramilitares que con la cooperación de la policía seguían lo que se llamó una "estrategia de tensión" en la que se llevaron a cabo una serie de acciones terroristas de las que se culpó a la izquierda. La más famosa fue el atentado en la estación de Bolonia en agosto de 1980 que mató a 86 personas. El adiestramiento e integración en operaciones de la OTAN-CIA-policía de ex-fascistas y colaboracionistas fascistas fue extraordinario en Italia, pero común a todas partes de Europa (para la historia italiana véase Herman y Brodhead, "The Italian Context: The Fascist Tradition and the Postwar Rehabilitation of the Right", en Rise and Fall of the Bulgarian Connection [New York: Sheridan Square, 1986]. Para Alemania véase William Blum, sobre "Germany 1950s" en Killing Hope [Common Courage: 1995]).
La OTAN también estaba relacionada con la "Operación Gladio", un programa organizado por la CIA, con la colaboración de gobiernos y agencias de seguridad de la OTAN, que en muchos Estados europeos organizó a cuadros secretos y escondió armas, supuestamente preparadas para la amenaza de invasión soviética, pero en realidad preparadas para la "subversión interna" y disponibles para apoyar a los golpes de Estado de derecha. Fueron utilizadas muchas veces por grupos paramilitares de derecha para llevar a cabo operaciones terroristas (incluyendo el atentado de Bolonia y muchos incidentes terroristas ocurridos en Bélgica y Alemania).
Gladio y los planes de la OTAN también se utilizaron para luchar contra la "amenaza interna" en Grecia en 1967, concretamente, la elección democrática de un gobierno liberal. En respuesta los militares griegos pusieron en práctica un "Plan Prometeo" de la OTAN que sustituía un orden democrático por una dictadura militar torturadora. Ni la OTAN ni el gobierno de Johnson pusieron objeciones. Otras fuerzas Gladio procedentes de Italia y de otras partes fueron a Grecia a adiestrarse durante su interludio fascista, para aprender cómo ocuparse de la "subversión interna".
En resumen, desde sus inicios la OTAN demostró ser ofensiva, no defensiva, orientada, antagonista de la diplomacia y la paz, ligada a operaciones terroristas y a otras formas de intervención política que era antidemocráticas y eran amenazas reales a la democracia (y que de haberse atribuido a los soviéticos hubieran sido denunciadas como una subversión descarada).

La OTAN post-soviética

Con el final de la Unión Soviética y de aquel amenazante Pacto de Varsovia, la base teórica de la OTAN desapareció. Pero aunque esta base era un fraude, para consumo público la OTAN todavía necesitaba redefinir su razón de existir y enseguida adoptó también un papel más amplio y agresivo. Sin necesidad de apoyar a Yugoslavia tras la desaparición soviética, la OTAN pronto colaboró con sus miembros estadounidenses y alemán para emprender una guerra contra ese ex-aliado occidental y desmantelarlo, violando con ello la prohibición de la Carta de Naciones Unidas de una guerra fronteriza (esto es, agresión).
Curiosamente, en medio de los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia en abril de 1999, la OTAN festejó su 50 aniversario en Washington, D.C., donde celebró sus éxitos y con una característica retórica orwelliana afirmó su lealtad al derecho internacional mientras estaba en plena violación flagrante de la Carta de Naciones Unidas. De hecho, el documento fundacional original de la OTAN de 1949 empezaba reafirmando "la fe de sus miembros en la Carta de Naciones Unidas" y en el Artículo 1 se comprometía "a resolver cualquier disputa internacional por medios pacíficos, tal como se establece en la Carta de Naciones Unidas".
La sesión de abril de 1999 produjo un documento, "Concepto Estratégico", que se planteaba un supuesto nuevo programa de la OTAN ahora que había dejado de ser verosímil su papel "defensivo mutuo" en impedir una invasión soviética ("The Alliance's Strategic Concept", Washington, D.C., 23 de abril de 1999 (http://www.nato.int/docu/pr/1999/p99-065e.htm )). La Alianza sigue insistiendo en la "seguridad", a pesar de haberse "comprometido a realizar nuevas actividades esenciales en interés de una más amplia estabilidad". Da la bienvenida a los nuevos miembros y nuevos acuerdos de "asociación", aunque nunca ha quedado claro por qué son necesarios en un mundo post-Guerra Fría con Estados Unidos y sus aliados más cercanos tan poderosos. Admite que "son muy improbables las agresiones convencionales a gran escala contra la Alianza", pero, por supuesto, nunca menciona la posibilidad de "agresiones convencionales a gran escala" POR PARTE DE miembros de la Alianza y alardea acerca de papel de la OTAN en los Balcanes como una ilustración de su "compromiso con una más amplia estabilidad". Pero esta campaña de la Alianza no sólo fue un caso de agresión legal ("ilegal pero legítima" en los orwellianos términos de los apologistas clave), sino que la OTAN desempeñó un papel fundamental de desestabilización en los Balcanes al ayudar a iniciar una guerra étnica y al negarse a seguir con la opción diplomática en Kosovo para poder atacar Yugoslavia en una guerra a base de bombardeos que estaba en marcha mientras este documento se estaba haciendo público (para una discusión acerca del papel de la OTAN, véase Herman y Peterson, "The Dismantling of Yugoslavia", Monthly Review, octubre de 2007: http://monthlyreview.org/1007herman-peterson1.php).
El "Concepto Estratégico" también afirma estar a favor del control armamentístico, pero desde su mismo inicio la OTAN promovió más armamento y ha obligado a todos los nuevos miembros, como Polonia y Bulgaria a aumentar sus armas "inter-operables", es decir, conseguir más armas y comprárselas a Estados Unidos y a otros suministradores occidentales. Desde que en 1999 se elaboró este documento, el principal miembro de la OTAN, ha más que duplicado su presupuesto militar y aumentado enormemente sus ventas de armas al exterior; ha presionado aún más a favor de operaciones militares aéreas; se ha retirado del tratado ABM de 1972 , se ha negado a ratificar el Tratado para la Prohibición Total de Pruebas (Nucleares) y ha rechazado tanto el tratado de Minas de Tierra como el Acuerdo de Naciones Unidas para Frenar el Trafico Internacional de Armas Pequeñas Ilícitas. Con ayuda de la OTAN también ha generado una nueva carrera armamentística, a la que se han unido tanto muchos de los aliados de Estados Unidos como sus rivales y sus objetivos.
El documento de 1999 también señala el apoyo de la OTAN al Tratado de No-Proliferación Nuclear, pero al mismo tiempo insiste en lo importantes que son las armas nucleares para el poder de la OTAN (por consiguiente, rechaza un punto fundamental del TNPN que implica la promesa por parte de las potencias nucleares de trabajar para eliminar las armas nucleares). Lo que esto significa es que a la OTAN le entusiasma la idea de la no-proliferación aplicada úncamente a lo que son sus objetivos, como Irán. Las armas nucleares "hacen una contribución única en hacer que el riesgo de agresión a la Alianza sea incalculable e inaceptable". Pero si Irán tuviera estas armas podría hacer que fuera inaceptable "el riesgo de agresión" a la "Alianza" (con el que han amenazado el miembro de la Alianza, Estados Unidos, y su socio, Israel). Es obvio que no lo harían.
En su apartado relativo a la Seguridad, el "Concepto Estratégico" afirma que lucha por un entorno seguro "basado en el desarrollo de las instituciones y en el compromiso con una resolución pacífica de las disputas en la que ningún país sea capaz de intimidar o coaccionar a ningún otro por medio de la amenaza o el uso de la fuerza". Aquí la hipocresía es increíble. La propia esencia de la política y la práctica de la OTAN es amenazar con el uso de la fuerza y la política de seguridad nacional estadounidense sostiene ahora explícitamente que ha planificado mantener una superioridad militar e impedir que cualquier potencia rival desafíe esta superioridad para ejercer globalmente el dominio, esto es, ha planificado gobernar por medio de la intimidación.
La OTAN afirma ahora que no amenaza a nadie, en incluso en su "Concepto Estratégico" habla de posibles "operaciones" conjuntas con Rusia. De nuevo, el nivel de hipocresía es enorme. Como sabemos, Estados Unidos había prometido a Gorbachov cuando éste accedió a permitir que Alemania oriental se uniera con la occidental que la OTAN no se movería "una pulgada" más allá en el este. Clinton y la OTAN rompieron rápidamente esta promesa absorbiendo en la OTAN tanto a todos los ex-satélites soviéticos de la Europa del este como a los Estados del Báltico. Sólo unos locos y/o propagandistas que se auto-engañan no reconocerían que esto es una amenaza de seguridad contra Rusia, la única potencia en la zona que incluso teóricamente podría amenazar a los miembros de la OTAN. Pero el "Concepto Estratégico" se hace el loco y sólo se reconocen las amenazas a sus miembros.
A pesar de que la "opresión, el conflicto étnico" y la "proliferación de armas de destrucción masiva" son las supuestas preocupaciones principales de la nueva OTAN, sus relaciones con Israel son estrechas y no ha puesto (ni pondrá) impedimento de ningún tipo a la opresión y a la limpieza étnica israelíes ni a su semi-reconocido y considerable arsenal nuclear, y, por supuesto, tampoco a la guerra emprendida por Israel contra Líbano en 2006 ni a sus actuales ataques mortales contra Gaza han impedido unas cálidas relaciones, del mismo modo que el no justificado ataque británico-estadounidense a Iraq no redujo la solidaridad de los miembros de la OTAN. Si Israel es una altamente favorecido cliente de Estados Unidos, entonces por definición es libre de violar todos los altos principios mencionados en el "Concepto Estratégico". En 2008 la OTAN e Israel han firmado un pacto militar, así que quizá pronto la OTAN esté ayudando en las operaciones de "seguridad" de Israel en Gaza (de hecho, durante todo el año pasado la persona que Obama ha elegido como Consejero de Seguridad Nacional National, James Jones, ha estado pidiendo a gritos que las tropas de la OTAN ocuparan Gaza e incluso Cisjordania. James no es una voz solitaria entre la clase dirigente estadounidense).
La nueva OTAN es un pitbull imperial y estadounidense. Actualmente está ayudando a rearmar el mundo, está fomentando el crecimiento militar de los ex-satélites soviéticos de Europa del este y de los Balcanes (ahora satélites de Estados Unidos y de la OTAN), está trabajando estrechamente con Israel mientras este socio de la OTAN limpia étnicamente y desposee a sus untermenschen ["infrahumanos"*], ayudando a su amo a establecer Estados cliente en las fronteras sur de Rusia, apoyando oficialmente la instalación de misiles antibalísticos en Polonia, la República Checa, Israel, de forma amenazadora en cualquier parte y a gran distancia de Estados Unidos, y urgiendo la integración de los planes de Estados Unidos en un más amplio "escudo" de la OTAN. Esto prácticamente obliga a Rusia a tomar medidas más agresivas y a un rearme acelerado (exactamente igual que hizo la OTAN en sus primeros años).
Y, por supuesto, la OTAN apoya la ocupación estadounidense de Iraq. El secretario general de la OTAN Scheffer se jacta regularmente de que todos y cada uno de los 26 Estados de la OTAN están implicados en la Operación Libertad Iraquí, dentro de Iraq o de Kuwait. Todas y cada una de las naciones de los Balcanes, excepto Serbia, ha tenido tropas en Iraq y ahora las tiene en Afganistán. La mitad de la ex-Comunidad Soviética de Estados Independientes también ha suministrado tropas para enviar a Iraq y algunas de ellas también a Afganistán. Estos son campos de adiestramiento para domar a los nuevos "socios" e "inter-operacionalizarlos", y para desarrollar una nueva base mercenaria para las cada vez mayores operaciones "fuera de la zona" de la OTAN, mientras ésta participa más activamente en las guerras estadounidenses en Afganistán y Pakistán.
Como se ha indicado, la OTAN alardea de su papel en la guerra de los Balcanes y tanto esta guerra como las guerras en Iraq, Afganistán y Pakistán han violado la Carta de Naciones Unidas. La falta de ley está incluida en el nuevo "concepto estratégico". Extralimitándose a la inicial (y fraudulenta) "auto-defensa colectiva", los siempre en expansión poderes del OTAN se otorgan la autoridad para llevar a cabo campañas militares "fuera de la zona" o denominadas misiones "no Artículo V" más allá del territorio de la OTAN. Como indicaba el experto jurídico Bruno Simma ya en 1999, "el mensaje que estas voces transmiten a nuestro contexto es claro: si resulta que no se puede obtener el mandato o autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para futuras misiones "no Artículo V" de la OTAN que impliquen fuerza armada, ésta debe seguir siendo capaz de seguir adelante. Que la Alianza es capaz de hacerlo ha quedado demostrado en la crisis de Kosovo" ("NATO, the UN and the Use of Force: Legal Aspects", European Journal of International Law, Vol. 10, No. 1, 1999, reproducido en http://www.ejil.org/journal/Vol10/No1/ab1.html).
La nueva OTAN está encantada de contribuir al proyecto de su amo por todo el globo. Además de ayudar a rodear y amenazar a Rusia, sigue con "acuerdos de asociación" y lleva a cabo maniobras militares conjuntas con los países del denominado Diálogo Mediterráneo (Israel, Egipto, Jordania, Marruecos, Túnez, Mauritania y Argelia). Y la OTAN también ha establecido nuevos asociaciones con Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (Bahrain, Kuwait, Arabia Saudí, Oman, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos), con lo que ha expandido el ámbito militar del OTAN desde la costa átlantica de África hasta el Golfo Pérsico y por todo este último. Al mismo tiempo el marco aquí ha sido una ininterrumpida serie de visitas y de ejercicios navales de la OTAN con la mayoría de estos nuevos socios así como el primer tratado bilateral formal OTAN-Israel (este año pasado).
El pitbull está en buena posición para seguir ayudando a Israel a seguir con sus generalizadas violaciones de la ley, para ayudar a Estados Unidos e Israel a amenazar y quizá atacar a Irán, y para ampliar su propio programa cooperativo de pacificación de pueblos distantes en Afganistán y Pakistán, y, sin lugar a dudas, en cualquier parte; todo ello en el supuesto interés de la paz y de esa "mayor estabilidad" mencionada en el "Concepto Estratégico". La OTAN, como el propio Estados Unidos, proporciona una cobertura de aparente multilateralismo para lo que es un expansionismo imperialista al margen de la ley y casi incontrolado. En realidad, la OTAN, como un ejército agresivo global de Estados Unidos y de otros imperialismos locales afiliados, supone una grave amenaza para la paz y seguridad global. Está a punto de celebrar su 60 aniversario y aunque debería haber sido liquidada en 1991, en vez de ello se ha expandido, ha adoptado un nuevo y amenazante papel esbozado ya en el "Concepto Estratégico" de 1999 y goza de una maligna expansión que produce miedo.

* N. de la t.: Untermenschen, "infrahumanos", es un término frecuentemente utilizado por los nazis para referirse a los judíos

Edward S. Herman
Global Research

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Ese día, yo…….1°de enero de 1959

“La Revolución empieza ahora, no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros. Podemos decir con júbilo en los cuatro siglos de fundada nuestra nación por primera vez seremos enteramente libres y la obra de los mambises se cumplirá”.
Fidel Castro Ruz, Santiago de Cuba, 1° de enero de 1959

Este año, el 2009, aquí en Cuba, será todo un año de festejos, de conmemoraciones: en efecto se cumplen los 50 años de la gran Revolución que, liderada por Fidel Castro, continúa hoy siendo un gran ejemplo para las generaciones futuras.
Ahora que el Comandante en Jefe nos observa un poco de lejos, opinando con sus Reflexiones y demostrando una vez más su grandeza, con el objetivo de poder observar desde afuera, que será Cuba sin él, creo que es aún más importante escuchar las voces de los ancianos y sus historias de vida, para hacer permanente este socialismo utópico nacido en el 1959 y hecho tangible y vivo en estos 50 años.
Aquellos hombres y aquellas mujeres que aportaron la belleza y el coraje de un pueblo completo, forjado en sangre y fuego, terrorismo y bloqueo, escasez material y abundancia de fe y justicia conquistada, que serán capaces de renovarse al lado de sus hijos y de sus nietos, porque la Revolución no es una piedra inmóvil y sin defectos, para que Revolución sea para siempre el poder en las manos del pueblo.
Y Cuba esto lo sabe bien, en efecto el 13 de enero de 2009 fui invitada por Teresa Orosa, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana, a un coloquio interesante y muy emocionante, del título “Ese Día Yo”, donde los alumnos tuvieron que contar sus experiencias de vida, sobre cómo supieron el 1°de enero de 1959 de la victoria del Ejército Rebelde.
En la sala 250, situada en el edificio Varona, que es parte del complejo universitario llamado “La Colina” estuvieron presentes muchos alumnos, quizás no tan jóvenes según los datos personales, pero indudablemente muy vitales y muy emocionados, además de estar nerviosos, por el hecho de que un canal televisivo grabaría el coloquio para transmitirlo después, en los días siguientes.
Desde el primer momento del encuentro, cuando en el aire resonó la voz de Fidel, reconduciéndonos a aquel 1°de enero de 1959, en el Central América, cerca de Contramaestre, donde por radio anunció: ¡Revolución sí! Golpe de Estado no!, los corazones de los presentes latieron acelerados.
Entre los participantes se encontraba Luis, que fue, en la época de los hechos, justo al lado de Fidel, a combatir en la Columna 1 “José Martì” y nos contó la enorme efervescencia en los hombres cuando supieron que Batista había escapado, que Cuba era libre, pero bajo la amenaza de un golpe de estado del general Cantillo, que a pesar de que había prometido organizar un movimiento militar para destituir a Batista y apoyar a los rebeldes, sin embargo en el momento de la fuga del dictador, estaba tratando de poner al frente de la nación una junta dirigida por el más viejo de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia.
Pero el pueblo no pudo perder todo lo que había acabado de alcanzar, y un ejército de ciudadanos, vestido de rojo y negro, los colores del Movimiento del 26 de julio, se tiraron a las calles frustrando el golpe.
Mientras tanto Fidel empezó su Caravana de la Libertad hacia la capital, entró a Santiago de Cuba, dónde formuló su primer discurso en una Cuba libre, para continuar hacia La Habana, y se detuvo en muchas ciudades de la isla para encontrarse con su pueblo: Bayamo, Holguín, Victoria de las Tunas, Camagüey, Sancti Spíritus, Santa Clara, Cienfuegos, Matanzas y de ahí hacia la ciudad matancera de Cárdenas, para rendir tributo de recordación y respeto a José Antonio Echeverría, en el cementerio local.
Luis nos contó que el Comandante en Jefe anotaba ideas continuamente en una pequeña libreta mientras viajaban y luego las exponía en las plazas y que el júbilo y la aceptación de la gente fueron impresionante.
Desde aquel momento Luis supo que fueron, desde entonces, absolutamente verdaderas las palabras del general Raúl Castro, que este 1°de enero del 2009 afirmó en el Parque Céspedes de Santiago de Cuba que “un individuo no hace la historia, pero hay hombres imprescindibles que influyen en su curso de manera decisiva y Fidel Castro es uno de ellos, nadie tiene dudas, ni sus enemigos más acérrimos.”
Otra alumna de esta bonita cátedra, Marina, en cambio, vivió la batalla de Santa Clara, en esa época tenía 16 años y se acordó de los “barbudos” cuando llegaron a la ciudad: con aquellas barbas y aquellos pelos largos se parecían al Jesús Cristo del Sagrado Corazón que su abuela tenía en el cuarto. Aquel 1°de enero de 1959, los rebeldes estaban evacuando a los heridos y a la población desde el centro de la ciudad y mientras ella y su abuelo estaban desplazándose hacia el lugar indicado, un grito de alegría los alcanzó: a mediodía la noticia fue oficial, los soldados de Batista se rindieron.
Marina no entendía lo que estaba sucediendo y le preguntó al abuelo qué era todo aquello y el abuelo le contestó: ¡ésto es Revolución!
Dania, en cambio, vio todo el proceso desde otro punto de vista, siendo hija de una familia pequeña burguesa, que no aceptó su militancia con los rebeldes, forzosamente fue mandada a Miami a la casa de algunos parientes justo a finales de diciembre y escuchó de las emisoras locales norteamericanas sobre la victoria del Ejército Rebelde.
También en Miami estallaron las fiestas, cierto, estamos hablando de otra ciudad, no de la de hoy, en aquel tiempo vivían allí muchos revolucionarios, escapado del terror de Batista, que acudieron al aeropuerto para volver a su suelo cubano.
Dania logró volver a La Habana justo el 8 de enero y con terrible emoción se acordó, que la primera imagen que vio en la televisión cubana, al entrar a su casa, fue la del Comandante en Jefe en Ciudad Libertad, mientras estaba pronunciando su discurso con la paloma blanca sobre su hombro.
El testimonio de Pilar, en cambio, fue contado con mucha ansiedad y casi con terror, en efecto en esa época la niña que era, no pudo entender por qué su familia no estaba corriendo por las calles para celebrar la victoria con los otros ciudadanos de La Habana.
Pilar, con los ojos llenos de lágrimas, se acordó de que la madre la consoló diciendole que a su padre no le iba a suceder nada, que era un hombre honesto y los rebeldes sabían que sólo estaba cumpliendo con su trabajo, que le permitía dar de comer a su familia, aunque indudablemente fuera una profesión ingrata y peligrosa, como podía ser trabajar de chofer personal del feroz gángster Eusebio Mujal Barniol.
En efecto, bien pronto pudieron abrazar de nuevo al padre, también él “liberado”, como todo el pueblo cubano, por el Ejército Rebelde, sobre todo por haber adquirido el derecho a un trabajo digno y honesto, sin tener que arriesgar la vida cada día.
Por último, habló un personaje de veras notable, con una mente brillante y una sonrisa encantadora, el compañero Vicente, que rubó la atención de los presentes contando sus proezas al lado del Che, que lo eligió para ser un ejecutivo sindical. Con sus espléndidos 89 años, Vicente nos contó con gran honor que fue designado por el Comandante Guevara a formar una columna obrera, para destituir rápidamente a los jefes sindicales corrompidos y sanguinarios, como precisamente Eusebio Mujal Barniol, cuando triunfara la Revolución.
Vicente es una enciclopedia viviente, combatió junto al gran Lázaro Peña, uno de los grandes líderes sindicales cubanos, y creo fundamental que los jóvenes puedan conocer su experiencia y hacer de ella un tesoro, porque él mismo nos recordó que José Martí decía: “De amar las glorias pasadas, se sacan fuerzas para adquirir las glorias nuevas”.
Sin merecerlo, al menos yo, sin duda, cerramos las intervenciones dos huéspedes extranjeros presentes en el coloquio: Ida Garberi, periodista italiana residente en Cuba y Galo Espinoza, cantautor chileno del grupo Cristal Andino, refugiado político en Suecia e incansable luchador contra la dictadura de Pinochet.
Yo sólo pude manifestar mi alegría sobre el hecho de que Cuba me acogió entre sus brazos y está permitiéndome poner mi pequeño granito de arena revolucionaria, intentando desmentir con mis artículos las patrañas mediáticas que tratan de manchar la heroica isla caribeña.
En cambio Galo pudo contar que es casi “hijo” de esta Revolución, puesto que sus padres, sinceros luchadores comunistas chilenos, tienen que haberlo concebido en la euforia de la victoria del Ejército Rebelde, ya que la fecha de su cumpleaños es el 7 de noviembre de 1959.
¿Qué decir más?
Todavia hoy la emoción me cierra la garganta, sólo puedo unirme a Galo para dar las gracias a la Revolución cubana por haber sabido resistir sola en el mundo, sobre todo después de la caída del socialismo real, por haber demostrado que ella, sí, puede y es hoy faro y guía de este Socialismo Latinoamericano del Siglo XXI, a quien deseamos que se disemine lo más pronto posible, como una ola incesante por todo el resto del mundo.
Feliz 50°aniversario a todo los Revolucionarios del planeta.

Ida Garberi *

*la autora es responsable de la página en italiano de Prensa Latina

Declaraciones del canciller cubano, Felipe Pérez Roque, ante la próxima presentación de Cuba en el Consejo de Derechos Humanos

"Esperamos que a la decisión de cerrar la cárcel de Guantánamo le siga la decisión de cerrar la base y devolverles a los cubanos ese territorio"

Los hemos convocado para explicarles que, como se conoce, Cuba va a realizar su presentación ante el Grupo de Trabajo del Mecanismo de Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos. Eso va a ser el próximo 5 de febrero de 2009.
Las conclusiones de dicha presentación serán adoptadas en ese Grupo de Trabajo el 9 de febrero, cuatro días después. Y la aprobación oficial de los resultados de ese ejercicio va a tener lugar en la sesión formal del Consejo de Derechos Humanos correspondiente al mes de junio.
Quisiera subrayar que Cuba asume este ejercicio, en el que por primera vez se va a presentar ante el Mecanismo de Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos, con total seriedad y con pleno sentido de la responsabilidad.
Cuba está convencida de que el diálogo respetuoso, basado en los principios de objetividad, imparcialidad y no selectividad, es el único camino para la cooperación internacional en materia de derechos humanos.
Cuba va a asistir a este importante momento con una delegación que estará encabezada por la Ministra de Justicia de nuestro país, la compañera María Esther Reus, presente aquí hoy en nuestra conferencia de prensa. Además de la Ministra de Justicia, formarán parte también de esta delegación el compañero Bruno Rodríguez, Viceministro Primero de Relaciones Exteriores, y un número amplio de altos representantes de otros ministerios del gobierno cubano y de otras entidades incluida la Asamblea Nacional del Poder Popular y la Fiscalía General de la República.
El informe nacional elaborado por Cuba, una copia del cual les vamos a entregar a ustedes al finalizar esta conferencia de prensa, es el resultado de un profundo proceso que involucró a numerosas instituciones del Estado cubano, incluida la Asamblea Nacional, y a centenares de Organizaciones No Gubernamentales cubanas. Fue un proceso que calificamos de intenso, amplio y genuinamente participativo.
El texto de ese informe presentado por Cuba al mecanismo de Examen Periódico Universal va a ser publicado en la prensa nacional en formato de tabloide, para facilitar el acceso de toda la población cubana al contenido del mismo. Ya está disponible en los sitios web CUBAMINREX y CUBADEBATE; y el pasado domingo el periódico Juventud Rebelde dio una amplia cobertura a todo el tema de la presentación de Cuba ante el mecanismo de Examen Periódico Universal.
Más de 200 Organizaciones No Gubernamentales cubanas enviaron sus contribuciones a la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, como parte de este ejercicio; es decir, más de 200 de las más de 2 000 Organizaciones No Gubernamentales, registradas en nuestro país, enviaron contribuciones a la Oficina de la Alta Comisionada.
Por otra parte, el 19 de septiembre del pasado año se organizó un Foro de las Organizaciones No Gubernamentales cubanas y este foro adoptó también una declaración que firmaron 163 Organizaciones No Gubernamentales. Esa declaración fue remitida también a la consideración de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en Ginebra.
En adición a estas más de 200 Organizaciones No Gubernamentales cubanas, otras 150 Organizaciones No Gubernamentales de otros países enviaron también contribuciones a Ginebra como parte del ejercicio de presentación de Cuba.
Este ejercicio coincide con el año 50 de la Revolución y quisiera recordar que fue la Revolución Cubana la que permitió, por primera vez en la historia, que todos los cubanos y cubanas pudieran disfrutar plenamente de todos sus derechos humanos.
Cuba reivindica su derecho a la libre determinación, el pueblo cubano defiende su derecho a darse su propio sistema político, económico y social, lo recordamos hoy, y dejamos claramente establecido que Cuba no renunciará jamás a su independencia, a su soberanía y a su dignidad.
Cuba tiene un serio y amplio historial en materia de cooperación con todos los mecanismos de derechos humanos que se aplican sobre bases universales y no discriminatorias.
Cuba se opuso siempre y se seguirá oponiendo —debo decirlo con toda claridad— a la manipulación, la selectividad y el trato discriminatorio en este tema.
Defendemos la idea de una genuina y respetuosa cooperación internacional en materia de promoción de los derechos humanos, con la misma fuerza que nos oponemos al intento de utilizar de manera politizada, selectiva, discriminatoria, un tema noble como el de los derechos humanos, un tema universal y de interés para todos, con fines espurios de manipulación política y de ataques contra los países que se rebelan a estas políticas.
Por lo tanto deseo recordar que fue la eliminación, en el año 2007, del injusto y selectivo mandato impuesto contra Cuba por Estados Unidos en la antigua Comisión de Derechos Humanos —la eliminación de aquel ejercicio que duró 20 años, contra el cual Cuba batalló hasta que finalmente lo derrotó—, fue ese hecho el que permitió profundizar cualitativamente la cooperación tradicional que Cuba había estado sosteniendo en materia de derechos humanos. Es decir, la eliminación de ese ejercicio, de esa manipulación, la derrota por la batalla frontal y vertical sostenida por Cuba contra ese ejercicio que nunca reconocimos y que, finalmente, se hundió en el descrédito junto a la antigua comisión, abrió el camino a una cooperación cualitativamente superior de Cuba con los mecanismos internacionales no selectivos y no discriminatorios en materia de derechos humanos.
Consideramos que el hecho de haber desaparecido aquel mandato contra Cuba, constituyó un acto imprescindible de justicia hacia nuestro pueblo y fue también un reconocimiento al prestigio, a la labor de Cuba y de la Revolución Cubana, y fue un reconocimiento a nuestra obra innegable en la promoción y en la protección de todos los derechos humanos para todos los cubanos y para todos los seres humanos.
Fue por ello que en diciembre del año 2007, tras haber recibido en Cuba al Relator Especial para el Derecho a la Alimentación del Consejo de Derechos Humanos, anunciamos nuestra disposición a seguir invitando a otros procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos.
Por lo tanto, informamos hoy que Cuba procederá, en el curso de la próxima semana, a extender una invitación al Relator Especial contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, el señor Manfred Novak, para que visite a nuestro país en el curso del presente año.
Además, quisiera recordar que Cuba es hoy Estado parte de 41 de los tratados o convenciones de derechos humanos más importantes, entre ellos, Cuba es Estado parte de la Convención contra el Racismo, de la Convención contra la Tortura, de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la Convención sobre los Derechos de la Mujer, y de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
El pasado año Cuba firmó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que ahora transitan por el procedimiento ordinario de consulta constitucional establecido en nuestro país.
Anunciamos hoy también que Cuba procederá en los próximos días a ratificar la Convención Internacional para la Protección de las Personas contra las Desapariciones Forzadas. Al anunciarlo, quisiera recordar que Cuba es un país donde, en los últimos 50 años, no ha habido, ni hay, un solo desaparecido, como no hay tampoco un solo torturado, ni hay un solo caso de ejecución extrajudicial.
Bueno es recordar en este momento en que nos vamos a presentar ante el mecanismo de Examen Periódico Universal, que esta ha sido la conducta de la Revolución Cubana durante 50 años en que ha tenido que enfrentarse a las agresiones extranjeras, a los actos de terrorismo de Estado, a las invasiones mercenarias, a los intentos de asesinatos contra sus líderes, al sabotaje económico, al bloqueo y a los intentos de aislarnos. En medio de esa situación de hostilidad y persecución que pueblo alguno ha tenido que sufrir, la Revolución Cubana se ha defendido sin que pueda recordársele un solo caso de desaparición forzada, de tortura o de ejecución extrajudicial.
Próximamente ratificaremos la Convención contra las Desapariciones Forzadas con la frente en alto y la conciencia limpia de que no tenemos que reprocharnos un solo caso de esa naturaleza.
Quisiera informar, además, que Cuba está remitiendo en este momento sus informes al Comité de los Derechos del Niño, que es el órgano de tratado creado por la Convención sobre los Derechos del Niño para mantener un seguimiento y un control sobre el cumplimiento de los deberes que los Estados contraen al hacerse Estado parte de esta Convención. Próximamente, Cuba también remitirá su informe al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial. También estamos trabajando en este momento en el informe al Comité contra la Tortura, que debe estar listo para ser entregado al finalizar el primer semestre de este año 2009.
Esto es expresión de la voluntad de Cuba de cumplir seriamente las obligaciones contraídas como parte de la decisión soberana del país de convertirse en Estado parte de estos importantes instrumentos internacionales de Derechos Humanos.
También quisiéramos presentarles hoy la multimedia Cuba y los Derechos Humanos, que ha sido un producto preparado por el Ministerio de Relaciones Exteriores en ocasión de la presentación de nuestro país al mecanismo de Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos. La copia de esta multimedia se la vamos a entregar al finalizar la conferencia de prensa. La multimedia contiene el texto del informe de Cuba al mecanismo de Examen Periódico Universal y contiene mucha más información de apoyo tanto en texto, como en fotografías y videos sobre este tema.

Muchas gracias.

28 de enero

Preguntas de la prensa

Patricia Grogg, de la agencia Inter Press Service y de El Mercurio, de Chile.
Gracias. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, viene ahora pronto, en febrero, y es el primer viaje a Cuba que hace un presidente chileno en más de 30 años. Es un país, además, que tiene preocupaciones específicas y una historia en el tema de los derechos humanos. Por tanto yo quisiera pedirle un comentario suyo acerca de la expectativa o lo que espera Cuba de esa visita, si nos puede contar algo sobre la agenda que va a llevar la presidenta cuando venga acá.
En el tema de los derechos humanos, también, ustedes han dialogado con España y hay ya un mecanismo establecido. Yo quería saber si Cuba estaría dispuesta a establecer un mecanismo similar, de diálogo sobre los derechos humanos con la Unión Europea. Gracias.
Felipe Pérez.- Muchas gracias, Patricia.
Efectivamente, la presidenta Bachelet va a realizar una visita oficial a nuestro país, invitada por el presidente Raúl Castro, a partir del 11 de febrero. Ella va a llegar a Cuba el 10 de febrero próximo.
Cuba aprecia la visita de la presidenta Bachelet como un gesto de amistad y de respeto hacia nuestro país. La recibirá con un sentimiento recíproco de amistad y de respeto que los cubanos profesan al pueblo chileno. Sostendrá conversaciones oficiales con su homólogo cubano y tendrá oportunidad también de compartir con otras autoridades cubanas y de visitar y entrar en contacto con otros lugares y temas de interés en nuestro país.
Esperamos que la visita de la presidenta Bachelet contribuya a dar un nuevo impulso a las relaciones entre nuestros países, que son hoy relaciones estables, relaciones de amistad y respeto entre ambos gobiernos.
Una delegación cubana de alto nivel participó en la toma de posesión de la presidenta Bachelet y desde el primer momento ella fue muy clara en su determinación de trabajar por impulsar las relaciones con nuestro país. En las conversaciones, seguramente se pasará revista a las relaciones bilaterales, al interés común de impulsarlas, a los temas de cooperación entre nuestros países y las maneras de profundizar y ampliar el intercambio y, por supuesto, conversaremos también con la Presidenta de Chile sobre la situación en la región y otros temas internacionales de interés.
Es para Cuba un acto profundamente simbólico y motivo de regocijo recibir, después de más de tres décadas de que el presidente Allende visitara nuestro país, a la Presidenta de Chile.
Sobre la segunda pregunta, Cuba tiene establecido un diálogo político con el gobierno español; como parte de ese diálogo político, hay un segmento de diálogo en materia de derechos humanos que se ha estado desarrollando en este período, con resultados que Cuba considera positivos. Y en el caso de la Unión Europea, tras haberse renunciado definitivamente a las sanciones que la Unión Europea había establecido contra Cuba, y haberse abierto una nueva situación en la que ese obstáculo fue removido en las relaciones entre Cuba y Los 27, se restableció, entonces, el diálogo político entre Cuba y la Unión Europea.
El restablecimiento del diálogo entre Cuba y la Unión Europea fue posible, tras haberse levantado definitivamente las sanciones, y haberse establecido un marco claro y mutuamente aceptado para el desarrollo de ese diálogo político. La primera sesión de ese diálogo se desarrolló en París el pasado año, bajo la presidencia del Ministro francés de Relaciones Exteriores y mía; fue una sesión útil y transcurrió, realmente, en un ambiente positivo, de respeto y se produjo un intercambio que consideramos beneficioso para ambas partes. El diálogo está en pie y, como parte de ese mecanismo de diálogo político que ha sido establecido entre la Unión Europea y Cuba, el pasado 15 de enero propusimos a la Unión Europea sostener un intercambio sobre las experiencias de la Unión Europea y de Cuba, de cara a la presentación de Cuba ante el mecanismo de Examen Periódico Universal, a partir de que ya hay varios países miembros de la Unión Europea que se han presentado ante este mecanismo y otros lo harán, junto a Cuba, en la sesión del próximo 5 de febrero.
Esa propuesta ha sido notificada oficialmente a la presidencia checa y es de conocimiento, sabemos, de los 27 países de la Unión Europea, y en este momento estamos esperando la respuesta de la Unión Europea a esta propuesta de Cuba, que tiene en sus manos desde el pasado 15 de enero.
Shasta Darlington (CNN).- El nuevo presidente estadounidense Barack Obama ha mandado a cerrar el centro de detención en Guantánamo. ¿Cómo Cuba ve esa decisión?
Felipe Pérez.- Gracias.
Creemos que la decisión del presidente Obama de cerrar el centro de detenciones en Guantánamo, donde se sometió a tortura y tratos inhumanos y degradantes a prisioneros, es un paso positivo. Creemos también que es una respuesta al clamor mundial para que un lugar que nunca debió existir y que denigra la Convención de los Derechos Humanos y constituye, en pleno siglo XXI, una afrenta a la conciencia mundial, fuera cerrado.
Por otro lado, creemos que si bien es un primer paso positivo, no es suficiente. Desde el punto de vista de Cuba, a esta decisión debería seguir la decisión de cerrar la base naval que Estados Unidos ha tenido por más de un siglo allí, en la bahía de Guantánamo, y que realmente no necesita para su seguridad y su defensa. Esperamos que ese territorio que se ocupa allí contra nuestra voluntad sea restituido a la soberanía de Cuba. Esperamos, por tanto, que a la decisión de cerrar la cárcel de la bahía de Guantánamo le siga la decisión de cerrar la base y devolverles a los cubanos ese territorio, donde no hemos podido ejercer soberanía y que implica mantener una base militar extranjera contra nuestra voluntad en nuestro propio país. Siempre hemos dicho que Cuba espera recuperar, de manera pacífica, ese territorio.
Serguei Novochilov (Itar Tass).- Bueno, ya usted sabe que mi pregunta va a ser un poco diferente del tema de hoy; pero no puedo perder esa oportunidad.
Considerando la importancia histórica de la visita de hoy de Raúl Castro a Rusia, quisiera escuchar su valoración de las relaciones actuales entre ambos países, la importancia de dicha visita y qué impacto va a tener para el desarrollo futuro de las relaciones mutuas. Gracias.
Felipe Pérez.- Gracias, Serguei.
Efectivamente, el presidente Raúl Castro se encuentra en Moscú para cumplir con una visita oficial a Rusia, invitado por el presidente Medvedev. Consideramos que la visita del presidente Raúl Castro será una oportunidad para profundizar el diálogo entre nuestros gobiernos, para impulsar la cooperación entre nuestros países y para dar un fuerte impulso a las relaciones entre Rusia y Cuba en todos los campos.
Las relaciones entre Rusia y Cuba hoy se caracterizan por un diálogo amplio y respetuoso, por amplias coincidencias en temas principales de la agenda internacional y por una reactivación de las relaciones en el terreno económico y de la cooperación.
Estamos seguros de que todos esos temas estarán presentes en las conversaciones y el programa de actividades que el presidente Raúl Castro cumplirá allí en Rusia.
Creemos que, por otro lado, las relaciones y el intercambio entre nuestros gobiernos han recuperado realmente un ritmo ascendente, y, como parte de todo ese intercambio, esperamos recibir este año en Cuba también al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.
Moderadora.- Por favor, Manuel Somoza, de Milenio; y para una última pregunta María Isabel Sánchez, de la Agencia Francesa de Noticias.
Manuel Somoza.- Buenas tardes, Ministro.
Funcionarios de la cancillería mexicana dicen que Calderón, el presidente de México, vendría en abril. Me gustaría saber si se puede confirmar esa fecha; y además, me gustaría saber si Cuba espera alguna invitación para participar en la Cumbre de las Américas y romper la política que se ha seguido hasta ahora de aislamiento, y en ese caso —en el caso de ser invitada—, si Cuba aceptaría esa invitación.

Felipe Pérez.- El presidente Calderón está invitado a realizar una visita oficial a Cuba, que él aceptó y personalmente informó al presidente Raúl Castro, durante la reunión que sostuvieron en Brasil, que cumpliría en este año 2009. Ambas cancillerías trabajamos para fijar la fecha exacta de esa visita, que ha de producirse en este año, y no tenemos confirmación oficial todavía del momento exacto en que vaya a producirse.
Esperamos al presidente Calderón en nuestro país. Estamos seguros de que su visita contribuirá a desarrollar las relaciones respetuosas que existen entre nuestros gobiernos, y nos mantenemos en contacto con nuestros colegas de la cancillería mexicana sobre el tema.
Cuba no está invitada a participar en la Cumbre de las Américas. Como se sabe, el gobierno de Estados Unidos decidió, desde el surgimiento de este evento, excluir unilateralmente a Cuba. Esa es una decisión que se mantiene. No hemos sido invitados a la próxima Cumbre de las Américas, organizada por Estados Unidos, que debe desarrollarse en abril, ni tenemos ninguna información de que eso vaya a cambiar o de que Cuba vaya a ser invitada.
Cuba, como se sabe, se ha reinsertado plenamente en los mecanismos y las organizaciones latinoamericanas y caribeñas que funcionan en la región, y, en particular, a fines del pasado año, ingresó como miembro pleno al Grupo de Río, participó en la Primera Cumbre de América Latina y el Caribe, celebrada en Brasil, y trabaja en la preparación de la continuidad de este evento.
Moderadora.- María Isabel Sánchez, de AFP. Y para una última pregunta, Andrea Rodríguez, de AP.
María I. Sánchez.- Buenas tardes.
Quisiera saber si ahora, con Barack Obama en la Casa Blanca y tras lo manifestado por el presidente Raúl Castro en Brasil, aún está en pie la propuesta de establecer una especie de canje de los Cinco por disidentes u opositores detenidos en Cuba, y si existe la mínima posibilidad de alguna negociación política para esto.
Felipe Pérez.- Todas y cada una de las palabras dichas por Raúl antes están en pie.
Moderadora.- Andrea Rodríguez, de AP.
Andrea Rodríguez.- Buenas tardes.
Son sólo dos precisiones. ¿Cuándo piensa Cuba ratificar el tratado que está pensando en relación a la desaparición forzada de personas?, por un lado. Y, ¿para cuándo se extendería la invitación al Relator Especial contra la tortura? Y en este sentido, señor, ¿estos dos anuncios suyos serían un intento de Cuba de demostrar su buena voluntad en el tema de derechos humanos, cuando ha sido criticado, porque este informe no ha contemplado la observación o la consulta a grupos disidentes? Gracias.
Felipe Pérez.- Bueno, son varios temas, vamos a ver. Requieren precisiones puntuales y adecuadas.
Cuba invitará la próxima semana al Relator Especial contra la tortura para que realice una visita a Cuba durante este año; después habrá que coordinar con su oficina el momento exacto, ya que él tiene una agenda de trabajo determinada. Ese es un tema.
Segundo, Cuba procederá en los próximos días a ratificar la Convención contra las desapariciones forzadas, en los próximos días. Ha concluido el proceso en nuestro país, resta depositar el instrumento que acredita que Cuba es Estado parte de esta convención a partir de ese momento.
Tercero, estos dos anuncios que hacemos hoy son consistentes y obedecen a nuestro compromiso permanente de cooperación con los mecanismos universales, no discriminatorios, no selectivos, no politizados en materia de derechos humanos. De hecho, nuestro país, como dije, es Estado parte en 41 otras convenciones o tratados internacionales. Así que esta contra la tortura es coherente y es una más, lógicamente, de especial importancia por el tema del cual se trata.
Estos anuncios son coherentes con ese interés y con el hecho de que Cuba derrotó la manipulación, el ejercicio que cada año se aplicaba contra Cuba y que era el que impedía que nuestro país fuera más allá en materia de cooperación internacional, a partir de que nuestra prioridad, lógicamente, era enfrentarnos y derrotar aquel ejercicio espurio y politizado, que tenía como principal impulsor, nada más y nada menos, que al gobierno de Estados Unidos.
Eliminado aquel obstáculo y coherentes con nuestro permanente espíritu de cooperación, porque para eso hicimos una Revolución y la hemos defendido 50 años en Cuba, recibiremos al Relator contra la tortura, como parte de esa voluntad que nos llevó también a invitar y recibir al Relator para el derecho a la alimentación, y que antes, incluso, bajo aquel ejercicio contra Cuba en Ginebra, cuando todavía estaba en pie, como señal de voluntad, había llevado a Cuba antes a recibir a la Relatora sobre la discriminación de la mujer, al Relator sobre el uso de los mercenarios. Es decir que esta es una conducta de Cuba que tiene una historia, cuyos antecedentes están muy bien expresados en el informe que les entregaremos a ustedes hoy.
Para nada la decisión de Cuba y los anuncios que hacemos hoy tienen que ver con cualquier campaña o presión sobre Cuba. Los actos de Cuba son actos soberanos y creemos que hemos dado pruebas suficientes de que no hay fuerza humana ni natural en el mundo capaz de presionar a los cubanos a hacer algo que no deseen.
En este momento, en que nuestro país obtuvo una rotunda victoria, han transcurrido ya varios años de que aquel ejercicio murió, como desapareció también la comisión y surgió un nuevo órgano, que fue el Consejo de Derechos Humanos, del que Cuba fue miembro fundador con más de dos tercios de los votos de la Asamblea General de Naciones Unidas, a través del voto secreto, elecciones a las que, por cierto, el gobierno de Estados Unidos no se atrevió a presentarse, y, por tanto, no es miembro de ese consejo; consejo en el que Cuba ha desempeñado un papel de liderazgo como Presidente del Movimiento de Países No Alineados.
Bajo la convocatoria de Cuba y de los No Alineados, el Consejo dio una sesión especial para evaluar cómo la situación con los precios de los alimentos y la crisis alimentaria mundial afectaba el derecho de los pueblos a la alimentación, que ha sido un tema del que Cuba ha sido abanderada en la Asamblea General y ha obtenido el apoyo abrumador de casi todos los estados miembros de la Asamblea General, con excepción del gobierno de Estados Unidos.
Bajo el liderazgo de Cuba, se reunió de emergencia, en sesión extraordinaria, el Consejo de Derechos Humanos para evaluar la agresión israelí contra Gaza y los crímenes cometidos contra la población palestina. Tema sobre el que el Consejo de Derechos Humanos adoptó una resolución que dará seguimiento a toda esta situación.
Es en ese contexto, en el que están más claras que nunca las razones que asistían a Cuba en su batalla, que anunciamos estas decisiones coherentes con una tradición muy anterior a este momento.
Por otro lado, sobre el tema de las críticas —que usted menciona— al hecho de que Cuba no haya consultado o no haya dado participación suficiente en este informe a las Organizaciones No Gubernamentales, debo decir que creemos que Cuba sí ha hecho un proceso serio, amplio, participativo, que ha permitido a las Organizaciones No Gubernamentales cubanas —genuinamente no gubernamentales— participar.
Como expliqué aquí, hemos hecho un amplio proceso de consultas en la elaboración del informe que ha propiciado tener contribuciones, puntos de vista de los más amplios sectores, no sólo del gobierno, sino de la sociedad. He recordado que más de 200 Organizaciones No Gubernamentales cubanas enviaron contribuciones.
Como se sabe, para el ejercicio de Cuba, será presentado el informe nacional, que el Estado cubano presenta; hay un informe sobre las contribuciones de las Organizaciones No Gubernamentales cubanas y de otros países. En ese informe están los puntos de vista también de las ONG cubanas que participaron; está siendo circulado como un documento oficial de la Oficina de la Alta Comisionada. Y habrá un tercer informe, que presenta también la Oficina de la Alta Comisionada —la secretaría—, sobre el tema de Cuba y lo que se ha dicho sobre Cuba en los diferentes mecanismos de seguimiento a los derechos humanos que existen y funcionan como parte de los trabajos del Consejo. De manera que hubo un proceso amplio.
¡Ah!, bueno, si usted se refiere a las aseveraciones hechas por algún que otro mercenario que recibe dinero del gobierno de Estados Unidos y está en la nómina de la Sección de Intereses Norteamericana en La Habana; si usted se refiere a algunos personajes que trabajan para el gobierno de Estados Unidos, actúan como sus soplones, contribuyen a que el gobierno de Estados Unidos pueda obtener información relevante para aplicar el bloqueo contra Cuba, para desatar campañas contra nuestro país, y que actúan como vulgares empleados y mercenarios del gobierno de Estados Unidos, una potencia extranjera que agrede a su patria e intenta dominarla, ¡no!, ese tipo de personaje no ha sido consultado, entre otras cosas, porque no creemos que ellos son personajes no gubernamentales, creemos que son gubernamentales, lo único que del gobierno de Estados Unidos, que es el que les paga y les da órdenes.
Fuera de ese pequeño grupo, que no tiene aportes que hacer, ni credibilidad, ni autoridad, ha habido un amplio proceso del cual estamos satisfechos. Perfectible, por supuesto, y que seguramente las experiencias nos permitirán mejorar para cuando dentro de cuatro años, otra vez, tengamos que presentarnos al mecanismo de Examen Periódico Universal. Pero Cuba puede concurrir a este ejercicio de presentación ante el Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos, con la frente en alto, la verdad en la mano y la conciencia limpia de haber trabajado y luchado a favor de los derechos humanos, para todas las cubanas y cubanos, y para muchos otros millones de seres humanos en el planeta, por los cuales hemos luchado, hemos caído, y trabajamos hoy para su bienestar y el disfrute real de sus derechos.

jueves, 29 de enero de 2009

Cuba es un país que resiste y vence


Cuba lleva 50 años de bloqueo, más bien nominada “guerra económica” impuesta por los Estados Unidos de Norteamérica.
El año 2008 se caracterizó por la creciente elevación de los precios de los productos de importación, principalmente alimentos y combustibles. Tres huracanes, que costó al país 10 mil millones de dólares en perdidas de viviendas y cosechas. Medio millón de viviendas entre dañadas y destruidas, repercusión de la crisis económica mundial, guerra económica por parte de EEUU que ha costado al país más de 93 mil millones de dólares. A pesar de estos factores negativos, el crecimiento económico fue de 4,3%.
No hay hambre en el país, no hay desempleo, no hay personas abadanadas a su suerte, ha mejorado el transporte urbano, se terminaron 42 mil viviendas se recuperaron el 22% de la viviendas dañadas por afectaciones del clima, Se terminaron 31 policlínicos, 272 instalaciones ampliadas y reparadas, se instalaron 41 equipos médicos de alta tecnología; 72,7% de la población entre 18 y 24 años estudiando en la Educación Superior.
Las perspectivas para un crecimiento económico en el 2009 se basarán en dos premisas: el ahorro y el aumento en las producciones.
Salud Pública
Mortalidad infantil: 4,7 por cada mil nacidos vivos.
Expectativas de vida: 80 años en la mujer cubana y 78 años en el hombre cubano.
Enfermedades erradicadas: poliomielitis, paludismo, tétanos neonatal, difteria, tos ferina, rubéola, sarampión, meningo encefalitis y parotiditis.
El 16,6% de la población es mayor de 60 años, 1 488 son centenarios. Más de 800 mil ancianos acuden a 14 mil círculos de abuelos y asisten a los ejercicios y otras actividades para mejorar su calidad de vida.
El acceso a los servicios de salud es universal, para todas las personas sin importar sexo, raza, creencias religiosas o políticas.
El sistema de atención al paciente está estructurado desde la atención básica en la comunidad, hasta la atención en los hospitales o en los institutos especializados.
El capital humano del Sistema Nacional de Salud es de 455 mil 767 trabajadores, casi el 70% son mujeres. Hay un médico por 158 habitantes, una enfermera por 119 habitantes y un estomatólogo por 1,080 habitantes.
De los 72 mil 416 médicos 50 mil son especialistas de primer grado. Y mas de 3 mil son de segundo grado.
Se estudia la carrera de medicina en 21 facultades, 21 filiales médicas, 169 sedes municipales, 2 mil 292 sedes universitarias, una Escuela Latino Americana y 16 facultades del nuevo programa de formación de médicos.
Actualmente estudian la carrera de Medicina 31 mil 814 alumnos de 123 naciones. Desde 1961 se ofrecen becas gratuitas a países del Tercer Mundo y se han graduado 50 mil 171 jóvenes y de ellos 8,572 en Medicina.
Tecnología y desarrollo
2 mil cubanos cada año se intervienen quirúrgicamente y a 1,300 se le coloca marcapaso. En los últimos 6 años más de 4,000 cubanos se han beneficiado con el transplante de un órgano sano, entre ellos 1,200 riñones y de 2,000 córneas.
Industria de vacuna y medicamentos, reactivos, equipos médicos, productos biológicos, entre los que se destacan interferones alfa y gamma, factor de crecimiento epidérmico, antirretrovirales, inmuno supresores (para personas con VIH), citostáticos, productos naturales antioxidantes.
Servicios de salud a otros países
Desde el año 1962 hasta la fecha, 185 mil médicos, enfermeras y técnicos de salud han cumplido misiones en 103. Tenemos facultades de medicina en Guinea Bissau, Gambia, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Yemen.
Operación Milagro que se inició el 10 de julio de 2004 hasta la fecha 2008, se han realizado un millón 389 mil 234 operaciones a pacientes de 32 países, en Cuba y en 39 centros oftalmológicos donados por Cuba a 15 naciones.
Desde la introducción en el continente africano del Programa Integral de Salud (PIS), en 22 países se han realizado: 44,624,072 consultas, 6,637,769 visitas de terreno, 646,360 partos y 1,826,651 intervenciones quirúrgicas. Se han aplicado 5,887,357 vacunas y se han salvado 1,097,61 vidas humanas.
Conclusión
Mucho más podría haber hecho Cuba sin el bloqueo o guerra económica impuesta por los gobiernos que en los Estados Unidos se han sucedido en el poder, desde Dwight Eisenhower hasta George W. Bush.

Dr. R. Puente Ferro

65 años después, recordando Leningrado



Sólo en esta ciudad hubo más pérdidas humanas que las que sufrió Estados Unidos y Gran Bretaña(600.000 muertos angloamericanos) en toda la guerra.

El 27 de Enero de 1944 se cumplen 65 años del fin del mayor asedio que hubo en la II Guerra Mundial, ese no fue otro que el de Leningrado. Sólo en esta ciudad hubo más pérdidas humanas que las que sufrió Estados Unidos y Gran Bretaña(600.000 muertos angloamericanos) en toda la guerra. Reconocida como la ciudad heroica tras el sitio de casi 900 días, sigue sin reconocerse el esfuerzo y el peso que tuvo la Unión Soviética para que fuera fructífera la victoria “aliada” contra el eje.
3 años antes, mediante la operación Barbarroja, la Alemania nazi inició la invasión a la URSS con el apoyo de sus aliados(rumanos, croatas, finlandeses,etc) formando en conjunto 225 divisiones en 3 ejércitos. El objetivo era no solo eliminar el comunismo, sino usurpar las fuentes energéticas y los recursos agroalimentarios que proporcionaba el estado soviético. Finlandia, un país anticomunista y germanófilo, será la puerta de entrada del ejército invasor, año y medio antes la URSS le había declarado la guerra como medida preventiva ante lo que iba a suceder.
El 14 de julio los panzers de Reinhardt abrían las puertas de la ciudad, ante el inminente avance alemán y el de sus aliados, Leningrado empezó a evacuar a los niños y ancianos, el 18 de agosto la Luftwaffe bombardeaba un tren repleto de niños, en lo que se llamó la masacre de Lychkovo. El 8 de septiembre la ciudad ya estaba bloqueada.
Hitler se pronunció ante el asedio: “Debe rechazarse toda oferta de rendición de Leningrado, puesto que no podemos resolver el problema de alojar y alimentar a la gente. En esta lucha por la supervivencia, no nos interesa en modo alguno que sobreviva ni siquiera una parte de la población de la ciudad”[1].
Bombardeada los almacenes de provisiones, los alemanes capturaron Tikhvin el 8 de noviembre, por lo que se cerraba la última ruta ferroviaria que abastecía a la ciudad, solo el congelado lago Ladoga servirá como vía de abastecimiento, un camino peligroso, ya que sería continuamente atacado.
El hambre empezó a notarse, en los primeros momentos, las temperaturas estaban descendiendo por debajo de los cuarenta grados ya en enero de 1942, la falta de electricidad debido al bloqueo aceleró dramáticamente la tasa de mortalidad. Muchos de los refugiados de los países bálticos se quedaron sin cartillas de racionamiento, las cuales a finales de 1941 apenas proporcionaban 125 gramos de pan.
La ciudadanos fueron jerarquizados en pro de sus capacidades, los obreros industriales tuvieron que ser los mejores alimentados, en noviembre llegaban a consumir cada obrero solo 500 calorías, para hacernos una idea, un hombre adulto precisaría ingerir unas 2500 para mantener su peso corporal.
La ciudad como era lógico cayó en “el primitivismo”, se dieron casos de corrupción, de mercado negro, de canibalismo, incluso la NKVD en informes secretos reconoció estos hechos así como el de grupos de caníbales organizados[2]. El horror se convirtió en algo cotidiano en Leningrado, al menos 20 mil personas morían al día en la ciudad en los primeros meses de asedio.
La gente empezó a ingeniársela para llevarse algo a la boca, fue cotidiano ingerir papel, serrín, sucedáneo de pegamento,… ante la falta de alimentos, el pan se adulteró con virutas de madera, los casos de disentería y desnutrición se dispararon.
La defensa del mariscal soviético Voroshilov fue un desastre en todos los sentidos, a pesar de todo, una ciudad cultural como Leningrado, tuvo sus bibliotecas abiertas, sus teatros seguían funcionando e incluso se organizaban recitales filarmónicos para mantener viva la moral de sus habitantes.
En el genocidio, estuvo envuelto la División Azul de Muñoz Grandes, que facilitó combatientes en el frente. El desgaste alemán se empezó hacer latente a medida que el frío y la resistencia soviética se hacía más contundente. El comandante Góvorov se hizo cargo de la ciudad e inició la contraofensiva. La victoria soviética en Stalingrado y sobre todo la de Kursk, nivelaron la balanza hacia la URSS, y propiciaron el acuerdo de Teherán a finales de 1943, donde los angloamericanos de una vez por todas iban a crear un segundo frente en la zona occidental, el cual venia reclamándose dos años ¿sin estas victorias que hubiera sido de Europa?, por supuesto Normandía no hubiera existido, zona por cierto defendida por los alemanes escasamente por tropas de 2 categoría.
La ofensiva final se gestó el 14 de enero ante un ejército alemán sin provisiones, sin armas, sin moral alguna, la liberación total se completó el día 27 de enero, 872 días de asedio produjo alrededor de un millón de muertos de civiles.
Leningrado simbolizó el horror que le toco sufrir a la población soviética, la cual tuvo que hacer frente ante el 85 y el 90% del ejército alemán, derrotando a mas de 200 divisiones de la Wehrmacht, aportando más de 20 millones de muertos en una sangría humana sin precedentes.
65 años después, llevados por el odio a lo ruso, países como Ucrania rinden homenaje a las Waffen SS[3] donde lucharon miles de ucranianos. A pesar de estas continuas deformaciones históricas, en el memorial al sitio de Leningrado del cementerio de Piskaryov, hoy San Petesburgo, sigue rezando un lema: “Nadie se ha olvidado, ¡nada se ha olvidado!”

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[1] Jones, Michael. “El sitio de Leningrado 1941-1944”. Editorial Crítica 2008. Barcelona.

[2] Idem

[3] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=54533

Juan Antonio González Canales | Para Kaos en la Red |

Colombia: diplomacia para la guerra.


Rubén Zamora, integrante del Bloque del Magdalena de las Farc, en articulo enviado a la redacción de ANNCOl, opina sobre la entrega de la política exterior a extranjeros. "La consultoría es sin duda la anexión a la política exterior de Washington".

ANNCOL

A continuación articulo:

Que algún ex presidente se manifieste contra la decisión del gobierno de Álvaro Uribe de nombrar una comisión de política exterior compuesta por consultores nacionales y extranjeros es razonable desde su punto de vista, se desconocen en sus fueros, pero el asunto es mas grave, los consultores en seis meses definen una hoja de ruta que debe seguir la cancillería.
Los consultores no serán para que cuestionen la política exterior del gobierno o para que de consejas que serán consideradas o no, ni para ubicar en mejor posición a Colombia en al ámbito internacional. Cualquier iluso puede creer que ahora sí Colombia va a innovar la política exterior y otra visión reflejará al mundo de las bondades y oportunidades del país, que incrementa el turismo y algunos saquen cuentas de cuanto acumularían en sus negocios.
Hay una nueva realidad en la política mundial. En este hemisferio los pueblos han cambiado la configuración geopolítica y un proyecto realmente innovador de un importante grupo de países de nuestra América edifican otro rumbo, no es precisamente el señalado por la política de Norteamérica.
Al anterior contexto, se agrega la importancia estratégica en el plano mundial de la región amazónica y la más importante reserva petrolera del planeta en el eje del Orinoco (Venezuela). Quedar ello fuera del control de Washington le suena inaceptable al igual que perder el control de un mercado de más de 600 millones de personas. Fracasó el ALCA, el TLC ha levantado pueblos, el FMI está al borde del derrumbe, el Banco Mundial ha perdido su cobertura en créditos y ganancias y para colmo la crisis económica de las grandes corporaciones es irreversible.
La consultoría es sin duda la anexión a la política exterior de Washington. Una administración como la de Uribe que ha apoyado las invasiones de EEUU y la masacre del pueblo palestino por Israel, está ganada para las conspiraciones imperiales y para convertir a Colombia en el Israel de este hemisferio y retomar violentamente los espacios perdidos. No podía faltar como asesor de la política exterior de Álvaro Uribe el carnicero Tony Blair, ex primer ministro británico.
La ilegitimidad e ilegalidad del señor del Ubérrimo está siendo aprovechada para imponernos criterios contra la soberanía y la posibilidad de avanzar hacia un verdadero proceso de democracia, justicia social, de paz y de reconciliación de la familia colombiana.
Es tal la dependencia que el Plan Colombia lo dirigen altos mandos militares de Estados Unidos, los organismos de inteligencia los dirigen la CIA, la DEA, el FBI- de los Estados Unidos- y el MOSAD, de Israel; aviones espías gringos sobrevuelan nuestro espacio aéreo, satélites y radares vigilan Colombia expertos dirigen la llamada guerra asimétrica; ahora la política exterior la endosan al Departamento de Estado, a poderosos fabricantes de armas, Banqueros y corporaciones petroleras especialmente estadounidenses como las de las familias Bush y Rockefeller. Como dice el adagio: “en río revuelto ganancia de pescadores”
La medallita de la libertad implica más compromiso con el incremento de las masacres, el uso de motosierras, las desapariciones, el despojo, el desplazamiento y la expansión del fenómeno a nuestros pueblos hermanos.
Parar la locura de Uribe es una urgente responsabilidad de los colombianos y un compromiso con la paz nacional y hemisférica. De no atender esta contingencia política, Colombia se verá involucrada no solo en la continuidad de un genocidio interno, tendremos nuestra propia Palestina y la excusa será igualmente la lucha contra el terrorismo.

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domingo, 25 de enero de 2009

Lenin y la bancarrota de la II Internacional.


El año 2007 nos legó las celebraciones por el aniversario 90 de la Revolución Bolchevique. Talleres, seminarios, actos, artículos y la ampliamente divulgada actividad realizada en la simbólica Universidad de La Habana; fueron interesantes espacios de recordación y relanzamiento del suceso que apenas iniciado el siglo XX le imprimió un sello a la centuria.
Muchos pretextos tuvimos también en el 2008 para, desde el pasado, continuar debatiendo sobre las perspectivas de nuestro país y el mundo. Sin embargo, acontecimientos de gran importancia como los 90 años del fin de la Primera Guerra Mundial o el aniversario 110 del Tratado de París, que puso fin a la guerra de Cuba; pasaron casi inadvertidos entre los jóvenes cubanos, sin duda, el grupo que ha de erigirse en centro de la actividad ideológica y cultural para quienes continuamos apostando por el desarrollo y la consolidación de una cultura política de izquierda en Cuba.
Por ello, aspiramos a seguir aprovechando los medios que tenemos a mano para llenar los vacíos que en los últimos años se han ensanchado, sea por la crisis de los 90 y sus secuelas en nuestro país, los problemas educacionales, las insuficiencias de los medios, la ausencia de resortes para motivar e incorporar a los más jóvenes a discusiones en los terrenos de la historiografía y la historia, ampliando el grupo de personas que nos están aportando interesantes ideas que a veces no se divulgan suficientemente.
De todas formas, volvamos a nuestro objetivo: los pretextos con que se nos abre el 2009. Por el medio siglo del triunfo de la Revolución Cubana ya se han realizado varias actividades, desde un Seminario Internacional organizado por Ocean hasta una buena variedad de trabajos que han ofrecido enfoques sobre el particular.
Enero nos trae otras conmemoraciones.
Apenas iniciado el 2009 se cumplirán 85 años de la muerte de Lenin. La trascendencia de este hecho pudiera argumentarse en tres líneas básicas: el valor práctico de la obra leninista que desembocó en la formación de un estado socialista y multinacional, los aportes teóricos para el proceso de construcción del socialismo —quizá menos atendidos y rigurosamente estudiados— y el desencadenamiento de un proceso degenerativo del proyecto empoderado en octubre de 1917, que algunos identifican a partir de su muerte.
Para los cubanos este tema adquiere especial significación, por las conexiones ideológicas y prácticas establecidas con la URSS después de 1959 y por los acercamientos a Lenin que marcaron a muchos revolucionarios desde la década del 20 en nuestro país.
Al calor de esta fecha y animado por algunos debates que se han dado en los medios durante los últimos meses, en los que ha sido llevado y traído el significado de “ser revolucionario” en la contemporaneidad y sobre todo en la Cuba actual; me dispongo a abordar un acontecimiento al que Lenin consagró varios textos y que en buena medida catalizó el inicio de la Primera Guerra Mundial[1]. Me refiero específicamente a lo que ha sido conocido como la Bancarrota de la Segunda Internacional.

II.

La Asociación Internacional de los Trabajadores se fundó en 1864. Apenas tres lustros después, desaparece marcada por la lucha ideológico-doctrinal. Devorada por querellas internas observó el fracaso del trascendental acontecimiento-ensayo que fuera la Comuna de París y poco pudo hacer por ella.
Aun cuando su deficiente organización y las divisiones existentes influyeron negativamente en el proceso de incorporación de las masas, prestó el importante servicio de difundir algunos principios comunes para la lucha del proletariado, estimuló en este la formación de una mayor conciencia de clase y evidenció —también con su propio fracaso— la necesidad de una acción unitaria en el enfrentamiento al capitalismo.
Casi simultáneamente, en esa segunda mitad del siglo XIX se gestaban las fuerzas políticas que se erigen después en el sustento de la Segunda Internacional. La conformación de los Partidos socialistas nacionales, comenzando por los pioneros alemanes en 1869, deriva en una mayor organización y consolidación a finales de la década del 80.
Los partidos socialistas irrumpen en la vida política caracterizados por el predominio de tres tendencias: la libertaria (anarquista), reformista y marxista; al mismo tiempo que florecían múltiples grupos políticos en las esferas nacionales. Por ello, el Congreso de París de 1889 en que se funda la Segunda Internacional, debe apreciarse como un esfuerzo por superar las tendencias y divisiones existentes en el seno de las organizaciones.
El funcionamiento de la Segunda Internacional debe entenderse desde la propia dinámica de los Partidos socialistas nacionales que la conforman. Hablamos de organizaciones que han logrado una mayor influencia política, a partir incluso de la incorporación paulatina a los gobiernos. Poco a poco van adquiriendo una impronta más parlamentaria, que según algunos investigadores tiende a una atenuación de su impronta revolucionaria y a privilegiar la vía reformista.
Marcada en sus inicios por los debates en torno a la acción política del movimiento obrero y la relación de los partidos socialistas y las agrupaciones sindicales; va tomando cuerpo la lucha frente al "reformismo" y el "revisionismo" durante los Congresos de París (1900) y Amsterdam (1904). Sin embargo, muchos consideran que las propuestas realizadas en el seno de la Internacional fueron conciliadoras y se hace referencia a las hechas por el alemán Kautsky y el belga Vandervelde en París.
La Segunda Internacional irrumpe en el tránsito al siglo XX, un contexto en que prosigue y se acelera la expansión del capitalismo acompañada por el final de los repartos coloniales —o su reorganización[2]— y una lucha más dura por la posesión de materias primas y mercados. Un gran acontecimiento se producirá a inicios de siglo: la Revolución Rusa de 1905.
Algunos apuntan que la Segunda Internacional asistió impotente al acontecimiento. Lo cierto es que este hecho "parteaguas" en la historia del movimiento revolucionario y sus lecturas posteriores demostraron los distanciamientos entre las propias fuerzas que la integraban. Ya en Rusia se había producido unos años antes, la escisión en el seno de la socialdemocracia (1903) y los bolcheviques tomaban partido por un mayor radicalismo. Por su parte, Alemania[3] se debatía entre las posiciones de Bebel y Shceidemann y la revolucionaria actitud de Rosa Luxemburgo.
De este camino se apartaba el socialismo de Europa occidental, atraído por el nacionalismo burgués y el reformismo liberal.
Resulta evidente que las bases de la Bancarrota de la Segunda Internacional se gestaban desde varios años antes del inicio de la primera conflagración mundial en 1914. Los debates del Congreso de Stuttgart (1907) se volcaron en el tema del militarismo y la guerra. En el cónclave quedaba “definida” la actitud que debían adoptar los socialistas ante la guerra imperialista que se avecinaba, al plantearse que la clase obrera tenía el deber de impedir la guerra por todos los medios y, en caso de que inevitablemente estallara, intervenir para hacerla cesar. Sabemos que ocurriría más tarde.
Los encuentros de Copenhague (1910), Basilea (1912) y París (1914) se centraron también en el tema de la guerra y reiteraron — evidentemente en el papel— la posición del proletariado. Flotan otra vez la idea de la realización de una Huelga General como medio de presión para evitar la contienda militar y la falta de decisión en este sentido, que conlleva inicialmente —después se convierte en clara complicidad— una especie de inmovilismo de las organizaciones socialistas que sirve como carta abierta a los gobiernos imperialistas. En agosto de 1914 estallaba la Primera Guerra Mundial.
Ante el conflicto bélico correspondía al socialismo y las organizaciones sindicales presentar una oposición eficaz que contribuyera a la paz inmediata. Este había sido su compromiso en el marco de las discusiones internas de los partidos y las sesiones de la Internacional. Al contrario, como se plantea en la Conferencia de Zimmerwald un año después, en lo que constituye probablemente el “acta de defunción o bancarrota” de la Segunda Internacional; la elite de la mayoría de los Partidos socialistas de los países contendientes se desentienden de estas obligaciones, abandonan la lucha de clases, sus representantes votan la aprobación de los créditos de guerra, en fin, se ponen al servicio de los gobiernos imperialistas.

III.

Lenin escribió entre mayo y junio de 1915 su trabajo “La bancarrota de la Segunda Internacional”. Se había iniciado ya la Guerra Mundial; la Triple Alianza y la Entente se empeñaban en extender sus posesiones y acudían a la conflagración bélica. El líder del proletariado ruso denunciaba la traición de la mayoría de los partidos socialdemócratas a las declaraciones de los congresos internacionales de Stuttgart y Basilea, al situarse “al lado de su Estado Mayor central, de su gobierno y de su burguesía, contra el proletariado” escudados en la defensa de la nación.
Sustenta su acusación en la doblez demostrada por las mencionadas organizaciones políticas, que en los cónclaves de la Internacional habían expuesto y aprobado los puntos de vista respecto a la guerra, entre ellos que la contienda no podría justificarse por intereses populares.
Pero el análisis de Lenin también toca las individualidades, lo que él denomina "prestigios" de la Segunda Internacional, destacados representantes del pensamiento socialista que incumplen con su “deber más indiscutible y más esencial”: aclarar a las masas, ayudarles a pasar a las acciones revolucionarias, agitar al pueblo y no adormecerlo.
En esta actitud personal (la de Plejánov, Axelrod, Kautsky, entre otros) y en la cómplice acción de los Partidos ve su traición, su paso al lado de la burguesía y su muerte política, teniendo en cuenta sus objetivos iniciales, pues ciertamente el movimiento socialdemócrata se reorganizó posteriormente en la esfera internacional[4].
Uno por uno se deconstruyen en el texto los argumentos que intentan justificar la posición asumida por la socialdemocracia. Desde la teoría del “iniciador” que intenta encubrir la política imperialista seguida por todos los grupos de potencias en conflicto, simplificando el problema al identificar una nación responsable y presentar la irrupción de las otras como un acto de defensa; hasta los que proclaman lo beneficioso de la guerra para la conformación de una “situación revolucionaria” que pudiera tributar al triunfo del socialismo.
Como apreciamos anteriormente, la vida de la Segunda Internacional estuvo animada por complejas contradicciones. También Lenin lo percibe y establece el vínculo entre el socialchovinismo y el oportunismo en el seno de la organización, demostrando que la llamada bancarrota no constituye un golpe de mano, sino la expresión de un proceso de degradación que situó a los partidos socialdemócratas y fundamentalmente sus líderes del lado del capital.
Por eso señala que “el socialchovinismo es el oportunismo maduro”[5] y que “la vieja división de los socialistas en corriente oportunista y corriente revolucionaria, división propia de época de la II Internacional (1889-1914), corresponde en resumidas cuentas a la nueva división en chovinistas e internacionalistas”[6].
“La bancarrota de la Segunda Internacional” es un trabajo que reivindica el marxismo, su carácter revolucionario y la auténtica defensa de los oprimidos. En el mismo se aprecia una importante carga de réplica, porque aparece en una coyuntura marcada por la ofensiva del socialchovinismo y la manipulación que hacen sus representantes de las ideas de Marx; de teoría, porque precisamente son prestigiosos ideólogos del socialismo los que exponen —a través de enrevesados y cargados textos— ambiguos planteamientos; de rigor científico, porque penetra con profundidad y a través de un método claramente asumido cada proceso o fenómeno; de pedagogía, porque a un tiempo debe mostrar al proletariado de los países en guerra la esencia de esta y de proclama, pues resulta necesaria la acción inmediata de los pueblos a favor de la paz.

IV.

Veamos algunas ideas de actualidad:
El 21 de enero de este año se cumplió el aniversario 85 de la muerte de Lenin. Es importante recordar y continuar reivindicando a uno de los principales pensadores, a una de las grandes personalidades de la época contemporánea. No se trata solamente de mostrar su vigencia y esforzarnos por traerlo a este siglo XXI, constituye un buen punto de partida seguir describiendo su época y divulgando su obra.
En agosto se cumplen 95 años del inicio de la Primera Guerra Mundial. Los adelantos científicos han modernizado las armas, los adelantos culturales no han cuajado en una vocación de paz. Toda acción militar sigue acompañada de un esfuerzo por encubrir ante el pueblo —cuando es necesario— los intereses reales. Siguen sirviendo de aliados los ocasionales compañeros de viaje, que saltan al lado de los poderosos y logran ofrecer un viso de legitimidad a los más diversos actos criminales.
La diferencia entre la palabra y la acción sigue siendo palpable. Se expresa desde lo institucional: ahí están los ataques israelíes a Palestina y las “condenas” de la comunidad internacional; hasta lo personal, veamos los que proclaman su condición revolucionaria, hacen discursos o escritos profundamente declaratorios y luego cejan, pactan, traicionan y engañan apoyados en su pasado militante y combativo, o en su capacidad de circunloquio.
La gente no cambia por arte de magia. Miremos la secuencia de sus actos, las señales que en tiempos de crisis obligatoriamente derivan en posicionamientos mucho más sinceros. Las crisis son la época de las definiciones.
El rigor académico sigue siendo importante. Muchas veces puede erigirse en el camino a la raíz de los problemas. ¿Cómo articular ese rigor con la sensibilidad para identificar la coyuntura, con la capacidad de comunicar que puede llegar a más personas, con la valentía para llamar las cosas por su nombre? ¿Cuánto de propositivo hay en lo que hacemos, al margen de las réplicas; qué ofrecemos nosotros?
A muchos pueden parecer estas notas finales demasiado generalizadoras. No pretenden más. Lenin nos sigue provocando —incluso a los menos avezados— a lanzarnos, explorar y fundar.

[1] En agosto de 1914, hace 95 años, se iniciaba la Primera Guerra Mundial.
[2] Recordemos por ejemplo, que en 1898 se inicia la llamada Guerra hispano-cubana-norteamericana que deriva en una reorganización colonial que comprende las Américas y el Pacífico.
[3] Recordemos que anteriormente la socialdemocracia alemana había aupado textos críticos del marxismo como Socialismo teórico y socialdemocracia práctica, de Bernstein en 1899.
[4] Apenas unos años después se constituye formalmente la Internacional Socialista, coexistiendo con la Tercera Internacional (Comunista) fundada en Moscú en 1919.
[5] Ilich Lenin, Vladimir: La Bancarrota de la II Internacional. En Contra el revisionismo, Editorial Progreso, Moscú, 1972. p. 261.
[6] Ilich Lenin, Vladimir: La Bancarrota de la II Internacional. En Contra el revisionismo, Editorial Progreso, Moscú, 1972. p. 262.

jueves, 22 de enero de 2009

CONTRA LA AGRESIÓN SIONISTA A PALESTINA.

La humanidad conmovida e indignada por las imágenes de la humillación, del horror, el sufrimiento y la muerte del pueblo palestino, debe exigir inmediatamente el cese de la agresión israelí a Gaza. 
Esta guerra históricamente expansionista y coherente con los intereses del imperialismo yanqui y los designios auto-impuestos por la concepción sionista internacional, avasalla a sangre y fuego al pueblo palestino, con desprecio total por el derecho internacional, los derechos humanos, la dignidad y la vida, sobre todo de los indefensos: los niños, las mujeres, los ancianos. 
Los pueblos del mundo deben movilizarse para detener esta agresión criminal, destructora de vidas e instalaciones, émula del nazismo y de las hordas asesinas yanquis, que han despreciado la vida de los pueblos, como en Vietnam, como en Iraq, como en tantos lugares del mundo. 
Las fuerzas democráticas, los pueblos del mundo deben pasar de la contemplación indignada a la movilización en apoyo consecuente al pueblo Palestino, en reclamo del cese inmediato de la invasión genocida israelí, el retiro de tropas de territorio de la franja de Gaza y el cese de toda hostilidad hacia el pueblo palestino. 
La convivencia pacífica entre los pueblos y la no injerencia del imperialismo capitalista, cuya política contempla únicamente sus intereses egoístas con desprecio por la vida de los más humildes, nos plantea más que nunca la necesidad de construir una sociedad basada en la solidaridad y el respeto mutuo, ajena a intereses que sólo buscan el privilegio de pocos, los pocos que dominan al mundo, cuyo estandarte porta el lema: guerra genocida hacia los pueblos. 
Por el socialismo.
Por la paz para el pueblo palestino.
Por la autodeterminación de los pueblos.
Fuera ejercito yanqui-sionista de Gaza y de los territorios ocupados! 

Refundación Comunista
Uruguay
16 de enero de 2008

domingo, 18 de enero de 2009

Luxemburgo, una Rosa roja para el siglo XXI


"Su energía impetuosa y siempre en vilo aguijoneaba

a los que estaban cansados y abatidos, su audacia intrépida

y su entrega hacían sonrojar a los timoratos y a los miedosos..."

Clara Zetkin

"El socialismo no es, precisamente, un problema de

cuchillo y tenedor, sino un movimiento de

cultura, una grande y poderosa concepción del mundo...

Carta de Rosa Luxemburgo a Franz Mehring"

(febrero de 1916)

Apenas 80 años de un asesinato. Eso indica la fría marca del calendario. Recordada desde un continente como el nuestro, que ha sufrido durante el siglo XX —para no mencionar los anteriores— represiones, matanzas y genocidios salvajes a manos de las clases dominantes, su muerte podría computarse simplemente como una más de las tantas víctimas del capitalismo. Un número, solo eso, en la aridez de la estadística. No es el caso.
Las revoluciones del futuro, que las habrá no por mandato predeterminado de LA Historia (con mayúsculas) sino por la voluntad colectiva y el accionar político de los pueblos latinoamericanos, recuperará la memoria de cada uno de esos mártires masacrados y desaparecidos por el capitalismo. El combate socialista por el futuro se desarrollará entre nosotros no solo pensando en un porvenir “luminoso” sino fundamentalmente —como señalaba Walter Benjamin para el caso europeo— a partir del recuerdo imborrable de todos nuestros compañeros oprimidos, explotados y asesinados de la historia pretérita.
Entre todos ellos y ellas el ejemplo de Rosa Luxemburgo ocupará uno de los primeros lugares. Su memoria sigue aún hoy descolocando y desafiando la triste mansedumbre que actualmente pregonan los mediocres con poder.
Partiendo de esta realidad, cabe preguntarse, ¿por qué se torna imperioso recordar hoy, precisamente hoy, a Rosa cuando muchos otros nombres también ligados al socialismo internacional apenas son aptos para rellenar los libros de historia? Este modesto artículo tiene por objetivo el intento de comenzar a responder esa acuciante pregunta.
En primera instancia constatamos que el simple recuerdo de su figura, siempre sospechada de “hereje” por los que hasta ayer nomás monopolizaban el estandarte de la “ortodoxia” marxista, resulta de una incomodidad insoportable para una tradición de pensamiento que ella estigmatizó sin piedad en Reforma o revolución y en La crisis de la socialdemocracia: el reformismo.
El aniversario de su muerte constituye la gran mancha negra de la socialdemocracia, supuestamente “abanderada de los derechos individuales” frente a las corrientes por ellos —los profetas rosados de la democracia burguesa— despectivamente denominadas “jacobinas, blanquistas, partisanas, leninistas” del socialismo.
Se sabe. Los responsables de su asesinato (como el de Liebknecht) fueron Gustav Noske, Scheidemann y Friedrich Ebert. El nombre de este último bautizó incluso a una conocida fundación de la socialdemocracia alemana que durante los años ’80 coqueteó con posiciones “progresistas” cooptando mediante grandes sumas de dinero a numerosos intelectuales latinoamericanos presurosos de olvidar su pasado revolucionario.
El trauma histórico de este asesinato quedó siempre latente. Ni siquiera Willy Brandt cuando fue alcalde de Berlín en la última posguerra fue capaz de ponerle una placa recordatoria al puente desde el cual fue arrojado al agua el cuerpo sin vida de Rosa (una placa que sí puso la aún más derechista y reaccionaria democracia cristiana alemana, solo para ironizar sobre sus rivales electorales). El solo hecho de mencionar su nombre seguramente haría temblar los labios de todos aquellos partidarios de la reunificación alemana que han vuelto a poner en el primer plano de la política contemporánea al neonazismo, al antisemitismo y a la política de gran potencia —eurodólar mediante— del Reicht alemán.
En este cansado fin de siglo, cuando muchos disidentes y herejes vuelven a la nave madre y al hogar común de la socialdemocracia (el ex PC Italiano a la cabeza) propagandizando una supuesta “tercera vía”, convendría entonces reencontrarse con la herencia insepulta de Rosa y sus demoledoras críticas al reformismo.
Pero volver a respirar el aire fresco de sus escritos también nos permite reactualizar la inmensa estatura ética que tiñó en ella al socialismo en momentos en que socialistas “renovados” del cono sur —como por ejemplo el canciller chileno— marchan presurosos a Londres a socorrer al dictador Pinochet en nombre del “realismo”, de la razón de estado, de la “gobernabilidad” y del pragmatismo socialista. Exactamente los mismos ejes y las mismas banderas contra las cuales dirigió sus ácidos dardos Rosa en las mejores de sus polémicas.
Su palpitante actualidad nos invita además a replantearnos toda una gama de cuestiones teóricas que aún hoy están a la orden del día en la agenda política de los revolucionarios. Y que seguramente lo estarán en el siglo que viene.
Sucede que, además de refutar y combatir despiadadamente al reformismo, Rosa también fue una dura impugnadora del socialismo autoritario. En un folleto que ella escribió durante 1918 en prisión sobre la naciente revolución rusa, hundió el escalpelo en los peligros que entrañaba ante sus ojos cualquier tipo de tentación de separar el ejercicio del poder soviético de la democracia obrera y socialista.
Ante la crisis y el derrumbe de la burocracia soviética (que dilapidó el inmenso océano de energías revolucionarias generosamente brindado por el pueblo soviético desde 1917 hasta la victoria sobre el nazismo, pasando por el triunfo de la guerra civil) aquellas premonitorias advertencias de Rosa merecen ser seriamente repensadas. Más que todo si tomamos en cuenta que además Polonia y Alemania —donde actuó políticamente Rosa—, fueron dos países cuyos modelos de socialismo autoritario y burocrático análogos al soviético entraron en crisis terminal y se derrumbaron como un castillo de naipes hace apenas una década.
Aquel célebre folleto crítico sobre la revolución rusa fue publicado póstumamente con intenciones polémicas por Paul Levi —un miembro de la Liga Spartacus y del KPD alemán, luego disidente y reafiliado al SPD. Cabe agregar que Rosa cambió de opinión sobre su propio folleto al participar ella misma de la revolución alemana. Sin embargo, aquel escrito fue utilizado para intentar oponer a Rosa frente a la revolución rusa y sobre todo frente a Lenin (de la misma manera que luego se repitió ese operativo enfrentando a Gramsci contra Lenin o más cerca nuestro al Che Guevara contra la Revolución Cubana). Se quiso de ese modo construir un luxemburguismo descolorido y “potable” para la dominación burguesa.
Al resumir sus posiciones críticas hacia la dirección bolchevique, cuya perspectiva revolucionaria general compartía íntimamente, Rosa se centró en tres ejes problemáticos. Les cuestionó la catalogación del carácter de la revolución, su concepción del problema de las “guerras nacionales” y la relación entre democracia y terror.
No solo Lenin (en su famosa crítica del folleto de Junius, seudónimo de Rosa) y Trotsky le señalaron sus errores. También Lukacs en Historia y conciencia de clase tomó partido en el debate. Entre esos señalamientos figuran en primer término su subestimación de la forma política consejista (que asumió en Rusia el carácter de soviet) como una alternativa radical frente a la democracia burguesa. En ese sentido creemos que Lukacs había dado en el clavo cuando —sin dejar de reivindicarla como un faro metodológico para el marxismo— le señaló a Rosa su inconsecuencia al no diferenciar las transformaciones específicamente políticas de las revoluciones burguesas (Inglaterra-1688 y Francia-1789) de la revolución socialista (Rusia-1917). En aquellas primeras dos se trataba, según Lukacs, de depurar el Parlamento, mientras que en 1917 se había intentado en cambio suplantarlo por los soviets.
Y en ese punto se puede ubicar la radical diferencia entre un tipo y otro de revolución, pues en la transición al socialismo no se trata ya de acelerar o retardar el desarrollo autónomo e independiente de la economía por parte del estado sino, por el contrario, de dirigirla conscientemente (una opinión donde el Che coincidirá evidentemente con Lukacs en sus debates sobre el cálculo económico y el sistema presupuestario de financiamiento).
Al mismo tiempo Rosa, siempre según la opinión de Lukacs, habría subestimado en aquel folleto el papel cumplido en la revolución rusa por las fuerzas no proletarias y por lo tanto en su esquema habría terminado desdibujado el lugar y la función estrictamente hegemónica del partido proletario sobre el resto de las fracciones sociales que habían participado del octubre insurrecto.
Si bien es cierto que aquel escrito adolece de este tipo de equivocaciones, también resulta insoslayable que Rosa acertó al señalar algunos agujeros vacíos cuya supervivencia a lo largo del siglo XX generó no pocos dolores de cabeza a los partidarios del socialismo.
Entre estos últimos creemos que Rosa sí tuvo razón cuando sostuvo que sin una amplia democracia socialista —base de la vida política creciente de las masas trabajadoras— solo resta la consolidación de una burocracia. Según sus propias palabras, si este fenómeno no se puede evitar, entonces “la vida se extingue, se torna aparente y lo único activo que queda es la burocracia”. La historia, en el caso del socialismo europeo, le dio lamentablemente la razón.
La necesaria vinculación entre socialismo y democracia política y los riesgos de eternizar y tomar como norma universal lo que era en realidad producto histórico de una situación particular, es decir, el peligro de hacer de necesidad virtud en el período de transición al socialismo, constituye el eje de su pensamiento que probablemente más haya resistido el paso del tiempo.
Pero esta crítica de Rosa, dura y sin contemplaciones a pesar de su ferviente adhesión al bolchevismo, no implica soslayar la necesaria crítica que hoy debemos hacer a las formas “democráticas” (en realidad republicanas parlamentarias, no democráticas) con que el capitalismo ejerce su dominación y su hegemonía en las sociedades modernas occidentales. Una crítica desarrollada a fondo por el intelectual que fue más lejos —incluso más allá de la misma Rosa— al pensar las condiciones de una revolución anticapitalista en Occidente, Antonio Gramsci.
Esta crítica a la forma republicana de dominación burguesa —como la denominó Marx en su célebre 18 Brumario de Luis Bonaparte— resulta impostergable para nosotros los latinoamericanos, pues en nuestros países el imperialismo norteamericano después de financiar y sostener a las dictaduras militares más sangrientas de la historia, apostó a implementar su reformulación neoliberal del capitalismo con regímenes políticos donde funciona el Parlamento y los tribunales “independientes”.
De modo que uno de nuestros principales desafíos contemporáneos y futuros consiste en tratar de recuperar y sintetizar al mismo tiempo el reclamo de Rosa sobre la necesaria vinculación de socialismo, participación popular y democracia revolucionaria en los países donde los trabajadores ya han tomado el poder y la crítica impiadosa de Gramsci hacia los regímenes políticos donde aún domina el capital internacional y sus expresiones nacionales. Ambos pensamientos apuntan a una misma problemática política.
Si la pregunta básica de la filosofía política clásica de la modernidad se interroga por las condiciones de la obediencia al soberano, el conjunto de preguntas que delinean la problemática del marxismo apuntan exactamente a su contrario. Es decir que desde este último ángulo lo central reside en las condiciones que legitiman no la obediencia sino la insurgencia y la rebelión, no la soberanía que corona al poder institucionalizado, sino la que justifica el ejercicio pleno del poder popular. Antes, durante y después de la toma del poder.
Allí, en ese terreno nuevo que permanecía ausente en los filósofos clásicos del iusnaturalismo contractualista, en Hegel y en el pensamiento liberal, la teoría política marxista tal como la elaboraron Rosa, Lenin y Gramsci ubica el eje de su reflexión. En ese sentido, el socialismo no constituye el heredero moderno, mejorado y perfeccionado del liberalismo moderno sino su negación antagónica.
Si hubiera entonces que situar la filiación que une la tradición política iniciada por Marx y que Rosa desarrolló en su espíritu —contradiciendo muchas veces su letra— a partir de la utilización de su misma metodología, podríamos arriesgar que el socialismo contemporáneo pertenece a la familia libertaria más radical y es —o debería ser— el heredero privilegiado de la democracia directa roussoniana.
Desde esta óptica —bien distinta a la de quienes legitimaron los “socialismos reales” europeos amparándose en el perfeccionamiento de la tradición ilustrada dieciochesca— se torna comprensible los presupuestos desde los cuales Rosa dibujó las líneas centrales de su crítica al socialismo burocrático.
En cuanto al problema de la controvertida relación entre “espontaneidad” y vanguardia —otro de los núcleos centrales de su pensamiento político—, podemos también apreciar su apabullante actualidad.
Esta otra serie de interrogantes hoy reaparece con otro lenguaje y otro ropaje. No es ya el problema de la huelga de masas —que Rosa analizó a partir de la primera revolución rusa de 1905— sino más bien el de los movimientos sociales (la subjetividad popular) y su vinculación con la política. Aquí sus escritos, releídos desde nuestras inquietudes contemporáneas, tienen mucho para decirnos.
También aquí Lenin y Lukacs cuestionaron a Rosa. Le criticaron el haber subestimado no solo el lugar de los consejos o soviets como forma política de nuevo tipo sino también el papel de la conciencia socialista en la necesidad de organizarse en partido (y de entablar una polémica abierta con el oportunismo).
Sin embargo, no deberíamos olvidar que en este rubro ella cuestionó incluso antes que Lenin el papel de “guía” que Kautsky monopolizaba entre las filas de la II Internacional. Lo cierto es que tanto Rosa como Lenin terminaron de romper amarras no solo política sino también epistemológicamente con el marxismo kautskiano-plejanoviano en los primeros años de la Guerra Mundial. En ambos casos la problemática del sujeto —el proletariado como clase, el partido como organización— fue el detonante de esa inmensa ruptura epistemológica.
Revisitar entonces los escritos de Rosa centrados en ese horizonte seguramente nos permitiría recuperar a Lenin de otra forma, despojados ya de todo el lastre dogmático que impidió utilizar todo el arsenal político de quien Gramsci no dudó en catalogar como “el más grande teórico de la filosofía de la praxis”.
Creemos que esto es así porque a partir de un contrapunto entre las posiciones de Rosa y Lenin se podría entender que cuando este último hablaba de “llevar la conciencia desde afuera” al movimiento obrero —tesis de factura kautskiana cuyas consecuencias epistemológicas extrajo hasta el paroxismo Louis Althusser— no estaba defendiendo un externalidad total frente al movimiento social “espontáneo” sino una externalidad circunscripta en relación con el terreno económico. El “afuera” desde el cual Lenin defendía la necesidad de un partido político socialista remitía a un nivel que no se dejaba subsumir dentro de la práctica economicista, pero no implicaba —como lo leyó el stalinismo en política y el althusserianismo en epistemología— situarse en un “afuera” opuesto al movimiento social.
Esta última deformación del pensamiento de Lenin derivó en una concepción burocrática del partido encerrado en sí mismo que facilitó enormemente todas las injustas acusaciones de “sustitucionismo” con que hoy la socialdemocracia denosta a los revolucionarios en todo el mundo. El partido debe ser parte inmanente del movimiento social —como lo demostraron Gramsci en el movimiento consejista turinés o nuestro Mariátegui frente a las masas indígenas peruanas—, nunca un “maestro” que desde afuera lleva una teoría pulcra y redonda que no se “abolla” en el ir y venir del movimiento de masas. Entre el sentido común, la ideología “espontánea” del movimiento popular, y la reflexión científica, es decir, la ideología del intelectual colectivo, no debe haber ruptura absoluta. Cuando esta última se produce se pierde la capacidad hegemónica del partido y crece la capacidad hegemónica del enemigo que cuenta en su haber con las tradiciones de sumisión, con las instituciones del poder y hoy en día con el monopolio de los medios de comunicación mundial.
De modo que las posiciones de Rosa y de Lenin —polémicas entre sí— en última instancia serían integrables en función de una difícil pero no imposible dialéctica de la organización política como consecuencia y a la vez impulsora del movimiento social. La hegemonía se construye desde adentro. La conciencia de clase es fruto de una experiencia de vida, de valores sentidos y de una tradición de lucha construida que ningún manual puede llevar desde afuera, pues se chocará indefectiblemente —como de hecho ha sucedido en la historia— con un muro de silencio e incomprensión.
Otro de los núcleos donde Rosa Luxemburgo polemizó fue en el campo de la “cuestión nacional”, uno de sus flancos más débiles. Todo el problema alrededor del cual gira la reflexión de Rosa, como también la de Lenin, Otto Bauer, Stalin o Trotsky, etc., es aquella que se pregunta qué deben hacer los partidarios del socialismo, los críticos del capitalismo, frente a una situación de opresión de naciones que son mantenidas por la fuerza en el status de colonias o semicolonias por la mano de uno o más imperialismos.
Desde el marxismo latinoamericano debemos presurosamente aclarar que dicho problema es bien distinto al que en nuestra América afrontó Mariátegui cuando intentó descifrar el problema de la nación. En este último caso no se trataba de una nación ya constituida histórica, social y culturalmente, aunque oprimida por otra con mayor poder, sino el de una nación aun inacabada —tal como era entonces Perú—, sin integración racial y con un desarrollo desigual y combinado de su cultura (la blanca y mestiza —heredera de la conquista y la colonización europea— y la cultura indígena autóctona).
Cuando Rosa, Lenin y los demás marxistas de su época discutían, tenían como presupuesto compartido la reflexión sobre unidades nacionales —opresoras u oprimidas— ya constituidas. Y en ese rubro Rosa, de origen judío y de nacionalidad polaca, se opuso a la independencia de Polonia (proponiendo que los proletarios polacos enfrentaran a la burguesía polaca uniéndose junto con los revolucionarios rusos en una gran federación).
Esa posición errónea en parte se explica por los residuos epistemológicos que Rosa seguramente había heredado de Engels y su teoría —de factura hegeliana— sobre los llamados por él “pueblos sin historia”, pequeñas “nacioncillas” que no tenían derecho a existir. Pero tampoco habría que subestimar la posición política de Rosa dentro de Polonia, como militante del Partido Socialdemócrata Polaco (SDKP) y enemiga a muerte del socialpatriotismo —encarnado en el Partido Socialista Polaco (PPS)— que terminó en 1914 entregando los partidos socialistas europeos en brazos del militarismo imperialista burgués.
Lenin, a su turno enemigo de la política de gran potencia del zarismo ruso, levantó como consignas la unidad y la independencia de Polonia —en concordancia con la posición de Marx y la primera Internacional al respecto— y el derecho a la autodeterminación de las naciones.
La historia del siglo XX, con sus opresiones que todavía hoy no concluyen —sino allí están los recientes bombardeos norteamericanos sobre Iraq para recordárnoslo— a pesar de la pomposamente llamada “globalización”, le dio en este punto preciso, creemos, la razón a Lenin. Pues a pesar de que hoy existe una tendencia objetiva a la regionalización y a construir bloques económicos y políticos que superan las barreras estrechas del estado-nación (un impulso acorde con el movimiento transnacional del capital) sin embargo, no han desaparecido los conflictos nacionales.
Dentro de estos últimos ha cobrado cada vez mayor fuerza la dimensión cultural como un componente central de la nación —una veta en la que Rosa fue realmente precursora junto con el austromarxismo—. Y si esto no fuera así, ¿cómo explicarnos la apabullante exportación planetaria de valores nacionales norteamericanos, vía el Mc Donald, la Coca Cola, y toda la industria cultural de la imagen —cine y video—, garantía imprescindible de su hegemonía mundial?
Cuando la globalización del capital subsume formal y realmente al mundo, decaen las soberanías de los estados-naciones más débiles, las de los países del Tercer Mundo. En ese nuevo contexto la problemática del imperialismo —y su necesario correlato: la opresión nacional— se ha modificado pero no ha desaparecido. No es cierto que el mundo viva en una interdependencia absoluta, donde todos los polos de las relaciones de poder son intercambiables. Sigue habiendo, lamentablemente, opresores y oprimidos. Si bien es cierto que la hegemonía mundial del capital asume una tendencia hacia la desterritorialización, ello no implica que hayan desaparecido las naciones.
Tanto en el terreno político (con el resurgimiento ultrarreaccionario del neonazismo alemán, el Frente Nacional en Francia, los separatistas italianos y otros movimientos por el estilo), como en el filosófico (el discurso de “la diferencia” en un mundo donde el valor mercantil tiñe en su homologación dineraria todos los colores culturales del color único del capital) el problema de la nación —y su potencial opresión— sigue vigente. En ese contexto mundializado, las naciones oprimidas tienen cada vez menos poder. Ya no solo son oprimidas económica o comercialmente. Hasta ven amenazadas sus valores y tradiciones culturales. De modo que, tomando en cuenta las variaciones históricas, hoy no nos podemos dar el lujo de soslayar la implicación contemporánea que este debate de principios de siglo tiene para los partidarios socialistas del florecimiento mundial de las culturas y las naciones.
Otro de los ejes donde Rosa incursionó con notable éxito —de un modo mucho más equilibrado y justo que en el problema nacional— fue en la relación entre socialismo y religión.
Sabido es que en la “ortodoxia” plejanovista-kaustkiana de la II Internacional —de la cual fue una clara continuación filosófica el DIAMAT de la época stalinista— el marxismo era concebido como una ciencia “positiva” análoga a las naturales, cuyo modelo paradigmático era la biología. Ciencia que Plejanov veía como arquetipo al bautizar a la filosofía de Marx como “monismo” siguiendo a Haeckel y que Kautsky intentaba imitar, sintetizando a Darwin con Marx, en un más que dudoso matrimonio de materialismo histórico y evolucionismo.
Desde esos parámetros ideológicos no resulta casual que se intentara trazar una línea ininterrumpida de continuidad entre los pensadores burgueses ilustrados del siglo XVIII y los fundadores de la filosofía de la praxis. En ese particular contexto filosófico-político, la religión era concebida —en una lectura apresurada del joven Marx (1843) —simplemente como el “opio del pueblo”.
Aún educada inicialmente en esa supuesta “ortodoxia” filosófica —desde la cual batallará contra el reformismo de Bernstein y con la cual romperá amarras alrededor de 1915— Rosa Luxemburgo se opuso a una lectura tan simplificada del materialismo histórico en torno al problema de la religión.
Ante el estallido en 1905 de la primera revolución rusa, Rosa como parte de los socialistas polacos de la parte de Polonia que en ese tiempo era rusa, escribió un corto folleto sobre El socialismo y las iglesias. En él cuestiona crispadamente el carácter reaccionario de la iglesia oficial que intentaba separar a los obreros polacos del socialismo marxista, manteniéndolos en la mansedumbre y la explotación. Hasta allí su escrito no se diferenciaba en absoluto de cualquier otro de la época de la II Internacional.
Pero al mismo tiempo —y aquí reside lo más notable de su empeño— intenta releer la historia del cristianismo desde una óptica marcadamente historicista que descentra completamente la óptica de la ilustración “materialista” dieciochesca. Así afirma que “los cristianos de los primeros siglos eran comunistas fervientes”. En esa línea de pensamiento reproducía largos fragmentos que resumían el mensaje emancipador de diversos apóstoles como San Basilio, San Juan Crisóstomo y Gregorio Magno.
De ese modo Rosa retomaba el sugerente impulso del último Engels, quien en el prólogo de 1895 a Las luchas de clases en Francia no había tenido miedo de homologar el afán cristiano de igualación humana con el ideal comunista del proletariado revolucionario. Una lectura cuya tremenda actualidad no puede dejar de asombrarnos cuando grandes sectores populares religiosos rompen amarras con el carácter jerárquico y autoritario de las iglesias institucionales para asumir una práctica de vida íntimamente consustanciada con el comunismo de aquellos primeros cristianos.
Llegado este punto del análisis deberíamos preguntarnos, ¿qué presupuestos filosóficos permitieron a Rosa incursionar con tanta fortuna en temáticas tan diversas? La respuesta resulta aquí inequívoca. La lectura filosófica de Rosa remite hoy al problema del método.
Ninguna categoría ha sido más repudiada, castigada y desechada en las últimas décadas que la de “totalidad”. Las vertientes más reaccionarias del posmodernismo —que no solo cuestionan a la modernidad, lo cual no deja de ser una tarea impostergable, sino que también rechazan todo proyecto de transformación y emancipación social— y del pragmatismo han asimilado toda visión totalizadora con la metafísica. A esta última a su vez la igualaron con el pensamiento “fuerte” y de allí (sin mediaciones) han sostenido que en ese tipo de racionalidad se encuentra implícita la apología de la violencia irracional y el autoritarismo.
De este modo han intentado desechar, junto con los grandes relatos de la historia todo proyecto de emancipación y junto con la categoría de “superación” (aufhebung) cualquier visión totalizadora del mundo.
Ahora bien, esa categoría tan vilipendiada —la de totalidad— es central en el pensamiento de Rosa y de su crítica de la economía capitalista. Ella consideraba que el modo de producción capitalista nunca se puede comprender si fragmenta cualquiera de sus momentos internos (la producción, la distribución, el cambio o el consumo). El capitalismo los engloba a todos en una totalidad articulada según un orden lógico que a su vez tiene una dinámica esencialmente histórica. De allí que cuando intente explicar en las escuelas del partido el nada fácil problema de “¿Qué es la economía?” dedique buena parte de su exposición a desarrollar no solo las definiciones de la economía contemporánea sino particularmente la historia de la disciplina.
Esa decisión no era caprichosa ni arbitraria. Estaba motivada por la misma perspectiva metodológica que llevó a Marx a conjugar lo que él denominaba el “modo de exposición” y el “modo de investigación”, dos órdenes del discurso científico crítico que remitían al método lógico y al método histórico. Para el marxismo revolucionario que intenta descifrar críticamente las raíces fetichistas de la economía burguesa no hay simple enumeración de hechos —tal como aparecen a la conciencia inmediata en el mercado, según nos muestran las revistas y periódicos actuales de economía— sin lógica. Pero a su vez no hay lógica sin historia, pues una lógica sin historia —por ejemplo la canonización materialista del DIAMAT válida para todo tiempo y espacio— deriva indefectiblemente en la metafísica.
Pues bien, la categoría que permite articular en el marxismo a la lógica y a la historia es la de totalidad, nexo central de la perspectiva metodológica que Rosa encontró en Marx, como bien señaló Lukacs en Historia y conciencia de clase. No importa si sus correcciones a los esquemas de reproducción del capital que figuran en el tomo II de El Capital son correctas o no. Lo importante es el método empleado en ese análisis. Pudo quizás equivocarse en sus conclusiones pero no se equivocó en el método. Eso es para nosotros lo importante.
La categoría de totalidad no gira en el vacío ni flota en el aire. La sociedad humana concebida como totalidad es el resultado de una praxis histórica. En esta última, en la categoría de praxis reposa la segunda y no menos importante categoría de su marxismo revolucionario. No hay posibilidad de ciencia, al menos en el marxismo, sin praxis. Las totalidades sociales no se suceden en la historia de manera automática. Son los seres humanos y su praxis colectiva (su “actividad crítico práctica” como la llamaba Marx en sus Tesis sobre Feuerbach) las que logran derribar sistemas y crear otros nuevos.
Toda la reflexión de Rosa gira metodológicamente en torno a este horizonte categorial. Retomar hoy ese ángulo nos parece de vital importancia, sobre todo si tomamos en cuenta que en las dos últimas décadas se ha intentado fracturar toda perspectiva de lucha global contra el capitalismo en aras de los “micropoderes”, los “microenfrentamientos capilares”, etc., etc. Sin cuestionar la totalidad del sistema capitalista, toda crítica al sistema se vuelve impotente.
Es cierto que ya no podemos seguir hundiéndonos en sistemas metafísicos que únicamente toman en cuentan el carácter de clase (por más que se disfracen con el ropaje “materialista dialéctico”) sin cuestionar al mismo tiempo la dominación sexista, generacional, el autoritarismo pedagógico, la destrucción de la ecología, el racismo, etc., etc. Los reclamos de los nuevos movimientos sociales tienen una racionalidad que no se puede negar. Pero si no logramos articular sus reclamos puntuales y fragmentarios en una totalidad que los integre —sin disolverlos— hay capitalismo para rato. El abandono de la categoría de “totalidad” expresa entonces —como señaló hace poco Jameson— la impotencia de los nuevos movimientos sociales al no poder construir una alianza entre todos sus reclamos puntuales. Superar esa impotencia (legitimada filosóficamente por las filosofías de la “diferencia” y la ya cansadora polémica contra la herencia de Hegel) implica reactualizar la herencia metodológica que Rosa Luxemburgo supo desarrollar en su crítica de la economía política y en su crítica radical de la “civilización” capitalista.
Esta última resume seguramente lo más explosivo de su herencia y lo más sugerente de su mensaje para el socialismo que viene, el del siglo XXI.
Cuando Rosa termina de cortar sus vínculos con la tradición determinista “ortodoxa” de la II Internacional —aquella misma que la llevó, según el Gramsci de los Cuadernos de la cárcel, a concebir la crisis del capitalismo y la huelga general como “la artillería pesada de la guerra de maniobra”— formula una consigna que hoy tiene absoluta actualidad: “Socialismo o barbarie”.
Inserta en su folleto de Junius (1915), esa consigna resulta superadora del determinismo fatalista y economicista asentado en el desarrollo imparablemente ascendente de las fuerzas productivas. Según esta última concepción, durante décadas considerada la versión “ortodoxa” del marxismo, la sociedad humana marcharía de manera necesaria, ineluctable e indefectible hacia el socialismo. La subjetividad histórica y la lucha de clases a lo sumo lo que podrían hacer es acelerar o retrasar ese ascenso de progreso lineal.
Pero Rosa rompe con ese dogma dieciochesco y plantea que la historia humana tiene un final abierto, no predeterminado por el progreso de las fuerzas productivas (ese viejo grito moderno del más antiguo “¡Dios lo quiere!”, tal como irónicamente afirmaba Gramsci). Por lo tanto, el futuro solo puede ser resuelto por el resultado de la lucha de clases. Podemos ir hacia una sociedad desalienada y una convivencia más humana, el socialismo, o podemos ir hacia la barbarie.
Y cuando hoy hablamos de “barbarie” —concepto tomado por Rosa no del Manifiesto comunista en el cual era erróneamente utilizado para caracterizar a los pueblos de la periferia colonial, sino del último Engels— estamos pensando en la barbarie moderna, es decir, la civilización globalizada del capitalismo. Nunca hubo más barbarie que durante el capitalismo moderno del siglo XX. Como ejemplos contundentes pueden recordarse el nazismo alemán con sus fábricas industriales de muerte en serie; o el apartheid sudafricano —régimen político insertado de lleno en la modernidad blanca, europea y occidental— o, más cerca nuestro, los regímenes argentinos y chilenos de la década del 70 quienes realizaron un genocidio burocrática y racionalmente planificado aplicando torturas científicas.
A 80 años de su muerte y a escasos márgenes del siglo XXI, la roja herencia de Rosa sigue siendo un incentivo para no bajar los brazos y no permitir que continúe la barbarie.

Néstor Kohan
La Jiribilla