sábado, 30 de abril de 2016

Apuntes tras el VII Congreso del Partido Comunista cubano




Tras 4 días de debate y reflexión política el pasado 19 de abril de 2016 culminó el VII Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC), en el Palacio de Convenciones de La Habana, en el marco de una fecha simbólica para la historia reciente: el 55 aniversario de la inolvidable victoria en la batalla de Girón, en la cual las tropas mercenarias financiadas por EE.UU. fueron derrotadas durante su intento de invasión a la isla.

Apuntes geopolíticos. El contexto de la celebración del VII Congreso del PCC, sin embargo, es sustancialmente distinto no solo al del año 1961, sino también al de inicios de la década de los noventa, tras la caída del campo socialista. Incluso también diferente al del anterior congreso de 2011, fundamentalmente por dos razones de orden geopolítico. Por un lado, el proceso de conversaciones y deshielo con Washington y la muy reciente y profundamente simbólica visita del presidente Obama al país. El horizonte de una disolución progresiva del bloqueo yanqui y el aumento de los flujos comerciales y turísticos son variables que se han integrado inevitablemente en las definiciones estratégicas del Partido, el gobierno y el Estado cubanos.
Por otro lado, la crisis de los dos bloques latinoamericanos contra-hegemónicos, tanto el rosa como el rojo, aliados tácticos y/o estratégicos de La Habana, impactan directamente también en la evolución del proceso de cambio económico que está en marcha en Cuba desde el año 2008. La restauración conservadora u oligárquico-imperial en la región y más específicamente la posible caída de los Ejecutivos de Caracas (aliado estratégico y principal socio comercial) y Brasilia (financiador clave de la económicamente estratégica Zona Especial de Desarrollo del Mariel) tendría un impacto notable en la hoja de ruta consensuada en este VII Congreso del PCC.
Un tercer aspecto de orden más interno pero también de gran peso en el actual contexto en el que se ha celebrado el Congreso es la presión social creciente por dar soluciones efectivas a problemas de la vida cotidiana. La urgencia es cada vez mayor en un clima en el que se combinan dos ingredientes preocupantes: apatía y emigración al alza. La paradoja es que la urgente necesidad de cambio se cruza con el citado contexto geopolítico adverso.
Podríamos destacar tres aspectos que le han dado un carácter especial a este VII Congreso: uno de orden simbólico (la complementariedad de los discursos de Fidel y Raúl Castro), otro de carácter más estrictamente político (renovación de liderazgo y futura reforma constitucional) y un tercero de base profundamente económica (actualización del modelo y sus diversas aristas).
Orden simbólico. Los discursos del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro y del actual presidente y también personaje central de la generación histórica, Raúl Castro, fueron los que mayor proyección mediática e internacional tuvieron. A pesar de la diferencia de contenidos de cada uno de ellos se pueden entender como complementarios porque cumplieron su función principal: abordar temáticas relevantes en función del grupo poblacional al que iban dirigidos.
La reflexión de Fidel, en la línea de sus aportes teóricos desde que abandonó la primera línea de fuego, fue de corte más épico y de carácter internacional. Por un lado rememoró la gesta de la Revolución Rusa y paralelamente ensalzó el papel trascendental de las ideas de las y los comunistas cubanos. Por otro lado, por enésima vez lanzó la advertencia del riesgo de desaparición de la especie humana en el actual contexto de capitalismo hipermilitarizado.
Raúl, por su parte, en su papel de conductor principal de la nueva fase histórica de la Revolución Cubana se centró en realizar un análisis riguroso del escenario nacional y fundamentalmente planteó un balance del proceso de cambio y señaló los retos a corto (próximo quinquenio) y medio plazo (hasta 2030), en relación al liderazgo, reforma política y nuevo modelo económico.

Orden político. Aunque el campo económico es en estos momentos el terreno prioritario del tablero cubano y ha sido en consecuencia el apartado principal del Congreso del PCC, los asuntos de orden político han tenido también una presencia destacada en el encuentro partidario, destacando sobre todo la renovación del liderazgo político y en menor medida la futura reforma constitucional.
Raúl Castro dejó meridianamente claro que este era “el último Congreso dirigido por la generación histórica”, es decir, aquella que lideró la Revolución de 1959, de manera que el próximo encuentro de 2021 estará conducido por las generaciones intermedias. Tras más de medio siglo de liderazgo ininterrumpido y sólido de los barbudos de la Sierra Maestra, la inevitabilidad biológica obliga a una renovación inédita en la dirección política, que indudablemente genera incertidumbre no sólo por la desaparición de las grandes figuras sino porque ese recambio se produce en un contexto de profundas transformaciones en el modelo económico.
De cualquier manera, el proceso de renovación no será abrupto ya que en los últimos tiempos se están incorporando a las más altas instancias de dirección cuadros más “jóvenes”, o por lo menos de menor edad que los míticos guerrilleros del 59. En el nuevo Comité Central (CC), integrado por 142 miembros, más de dos tercios han nacido después de la Revolución y el promedio de edad se ha reducido a 54 años. Se han incorporado 55 nuevos miembros y todos son menores de 60 años, cumpliendo así un criterio reciente de fijar una edad máxima para poder incorporarse a esa instancia de dirección. En el caso del Buró Político, compuesto por 17 miembros, se sigue también la misma filosofía ya que de los 5 nuevos integrantes (3 mujeres) que se incorporan ninguno es sexagenario. Se evidencia, por tanto, un esfuerzo por enfrentar paulatinamente una práctica de gestión del poder marcadamente gerontocrática.
Paralelamente, es destacable también la incorporación creciente de mujeres y población negra y mestiza a la elite del poder. Estas han aumentado su representación al 44%, mientras que los segundos suponen casi un 36% del CC. El último aspecto a destacar en la elección de cargos de dirección es que Raúl Castro ha sido elegido por segunda y última vez Secretario General del Partido, para cumplir dos funciones principales: “no permitir jamás el retorno del capitalismo”, según las propias palabras de Raúl, e impulsar la reforma constitucional.
Tras más de 40 años desde que se aprobó la Constitución de 1975, en un contexto de fervor revolucionario y firme alianza con la URSS, las autoridades del país son conscientes de la necesidad de impulsar una reforma de la ley fundamental cubana, para hacerla acorde al nuevo contexto internacional y sobre todo, para ajustarla de manera coherente al proceso de instauración del nuevo modelo económico y social.

Orden económico. Siendo conscientes de que el proceso de cambio tiene aristas fundamentalmente económicas, esta área ocupó un espacio relevante durante todo el Congreso. Por un lado, se evaluó el avance de los famosos “Lineamientos de la Política Económica y Social”, que habían sido aprobados en 2011 y que han constituido la hoja de ruta del cambio económico a lo largo del último quinquenio.
Por otro lado, se aprobaron las líneas que guiarán el futuro debate en torno a otro tema clave en términos ideológicos: la “Conceptualización del Modelo Económico y Social”, es decir, la nueva arquitectura teórica que deberá sostener y hacer coherente ideológicamente la nueva fase histórico-económica. A su vez, se dio el visto a las bases del “Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social”, herramienta trascendental para aplicar las nuevas políticas de aquí hasta el año 2030.
Respecto al proceso de implementación del nuevo modelo económico se pueden extraer tres tipos de reflexiones que estimularon el debate durante este VII Congreso. En primer lugar, una reflexión de carácter temporal, ya que el presidente cubano advirtió que el despliegue en toda su dimensión (“actualización” según la nomenclatura oficial) del nuevo modelo exigirá un periodo largo: más de dos quinquenios. Acotó que el “ritmo dependerá del consenso social” que sean “capaces de forjar al interior de la sociedad” dejando claro que es vital mantener un equilibrio entre las demandas de las generaciones más jóvenes y las más maduras. Esto evidencia una clara consciencia de las experiencias traumáticas de otros procesos de transición en otras latitudes. La “improvisación” y la “precipitación” nos “conducirían al fracaso”, advirtió literalmente Raúl.
Una segunda reflexión es de sustrato ideológico y mayormente alude al debate en torno al socialismo y a los tipos de propiedad. Parece que este último aspecto fue el que mayor “polémica” generó por la incontestable obviedad, como el mismo presidente señaló, de que el carácter de cualquier régimen socioeconómico depende de la propiedad que predomina. Sobre este aspecto, Raúl fue categórico en tres ideas: la pequeña propiedad no es por esencia anti-socialista ni contrarrevolucionaria; “no permitiremos la concentración de propiedad ni de riqueza”; el Estado tendrá el control de los principales medios de producción (aspecto que tendrá que concretarse porque parece que no hay acuerdo respecto a cuales son estratégicos). De cualquier manera, el socialismo “renovado” que el presidente esboza es antagónico con cualquier intento de “restauración del capitalismo” pero indudablemente plantea una convivencia de tipos de propiedad con hegemonía estatal.
La última reflexión es de carácter metodológico y algunos analistas la consideran el aspecto más positivo del VII Congreso. Nos referimos a la apuesta del gobierno y del PCC de no haber dejado en manos de los 1.000 delegados que acudieron al Congreso el cierre del debate en torno al nuevo modelo, sino de abrirlo de nuevo, como ocurrió 6 años atrás, a toda la militancia de base y a la sociedad en su conjunto.

Luismi Uharte. Parte Hartuz Ikerketa Taldea.

Chernobyl: un “accidente” que sigue matando




A la 1.24 (hora local) de hoy en Kiev, donde se encuentra el “Memorial a los héroes de Chernobyl”, se realizó un acto en memoria de los “liquidadores” que actuaron para cortar la pérdida de un reactor nuclear, causando una catástrofe mayor que Hiroshima y Nagasaki juntas.

El 26 de abril de 1986 en el sitio del accidente murieron 31 personas impactadas por un poder nuclear 200 veces superior al de las bombas de Hiroshima y Nagasaki combinadas. Pero alrededor de 135.000 personas tuvieron que ser evacuadas poco después en áreas que permanecieron deshabitadas por años y la radiación se extendió a al menos 13 países de Europa central y oriental. La lluvia radiactiva llegó de hecho hasta Irlanda. La cantidad de muertes desde entonces por trastornos genéticos, malformaciones de órganos internos y cáncer como consecuencia de la radiación es incierta, según algunos cálculos la cifra se eleva a 500.000 muertos.
“Cinco millones de personas que viven hoy en día en áreas contaminadas de Ucrania, Bielorrusia y Rusia se ven afectadas por partículas de estroncio y plutonio que son absolutamente peligrosas si se inhalan o ingieren”, indicó Rashid Alimov, activista antinuclear de la sede Moscú de la organización Greenpeace. El plutonio tiene una vida media de 24.000 años.
El accidente se produjo en las primeras horas del día, durante una prueba para simular un corte de suministro eléctrico. El aumento súbito de potencia en el reactor 4 de la central produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Chernóbil, a 120 kilómetros de Kiev (la capital de Ucrania), liberó a la atmósfera más de 50 millones de curies de radiación.
Inmediatamente después del accidente se construyó un “sarcófago”, para aislar el interior del reactor. Pero por factores naturales esa construcción se fue degradando y corre el riesgo de desplomarse.

Protestas de los “liquidadores”

Las conmemoraciones de este 30 aniversario vienen precedidas por las protestas de los llamados “liquidadores”, aquellos cientos de miles de personas que participaron en las labores de extinción de las consecuencias de la catástrofe al precio de sus vidas o de su salud.
El pasado 17 de marzo, la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) adoptó una ley que devolvía a varias categorías de “liquidadores” y veteranos algunos beneficios sociales que habían sido eliminados en 2011, como tratamientos médicos gratuitos o compensaciones. También se contemplaban indemnizaciones para los familiares de algunos “liquidadores” fallecidos, según su grado de relación con el accidente. Sin embargo, la ley fue vetada por el presidente Poroshenko, que la devolvió a la Cámara con una lista de enmiendas para su estudio.
“Los cambios supondrán gastos adicionales para el presupuesto de Ucrania y, según los cálculos del Ministerio de Finanzas, la aplicación de la ley supondría un desembolso anual” inasumible para el presupuesto nacional, explicó el presidente. Varios días después, el 23 de marzo, miles de miembros de organizaciones ucranianas de “liquidadores” se manifestaron en el centro de Kiev para exigir al Gobierno que les devolviera las ayudas. Unas 800.000 personas participaron en estas tareas, entre trabajadores de la planta, bomberos, militares o mineros, que recibieron altísimas dosis de radiación los primeros días tras la catástrofe.
La situación de los “liquidadores” empeoró tras la desintegración de la URSS en 1991. “En los tiempos soviéticos la sanidad era gratuita, teníamos protección social. Después se hizo de pago y no podemos hacer frente a los tratamientos”. “Lo que hicimos salvó al mundo, evitamos que se repitiera una explosión que habría sido más letal que la primera, que habría destruido ciudades como Kiev y Minsk y hecho de Europa un continente inhabitable”. En la actualidad, solo quedan vivos unos 130.000 “liquidadores”, y según otro de ellos, Mijaíl Beznar, “el Gobierno cierra los ojos ante nuestros problemas”.
La emisión de radiación masiva solo pudo ser aplacada hacia el 13 de mayo, después de días del sacrificado trabajo de bomberos y “liquidadores”. En los meses posteriores se construyó una primera y precaria cubierta para el siniestrado reactor, cuya vida útil llega a su fin. Por ello, un consorcio internacional está terminando de construir junto a la central un nuevo sarcófago, una estructura gigante en forma de arco. Se prevé empiece su funcionamiento a finales de 2017, se quiere evitar que haya escapes de radiación del reactor número 4 durante el próximo siglo.
Para el presidente Poroshenko, cuando visitó la “zona de exclusión” y la central nuclear “el desastre contribuyó a que el país se independizara de la antigua URSS”.

LID

viernes, 29 de abril de 2016

Consecuencias de un riesgo global inminente




Un crecimiento demasiado lento por demasiado tiempo. El lobby de los organismos internacionales y el fantasma del 2008. Discursos y realidades. Sobre estabilizaciones de corto y largo plazo.

El crecimiento económico mundial está resultando “demasiado lento por demasiado tiempo”, había advertido la directora del FMI, Christine Lagarde. Días más tarde el organismo anunciaba un nuevamente revisado a la baja crecimiento mundial para el año en curso del 3,2% mientras advertía sobre mayores riesgos para la estabilidad financiera. Por su parte y hace unos días el G-20 (que aglutina a las veinte mayores economías del mundo) reunido en Washington, coincidía en pronosticar un modesto crecimiento global con tendencias a la baja para este año. También la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) emitió un alerta por la desaceleración de las grandes economías avanzadas en particular Estados Unidos, Inglaterra y Japón, junto con la pérdida de impulso de la economía alemana.
Los riesgos -sin duda alguna muy reales- expresados como insistente coincidencia de los organismos internacionales, se asemejan a un gran lobby sobre la Reserva Federal norteamericana para evitar una eventual y altamente riesgosa suba de tasas. Entre tanto, en esa gran pajarera que es la Fed, se moderaba la riña entre “palomas” y “halcones”, al tiempo que la “voz de aura” de la presidencia llamando a la “cautela” parecía marcar un norte bastante claro.

Temores por un nuevo 2008

Como señalamos en otra oportunidad –y en parte, a diferencia de 2008- los factores que se entremezclan y amenazan con un nuevo estallido y/o una nueva recesión resultan múltiples y bastante inasibles. Formulados un tanto caóticamente: la cuestión china, el riesgo de Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea), la caída del precio de las materias primas y en particular las cuestiones petrolera y bancaria, la reversión del flujo de capitales hacia el centro, la aguda crisis de Brasil, los problemas de deuda en los llamados “emergentes” que se agudizan con la inversión de la ruta de los capitales y los primeros síntomas de contracción de las ganancias en Estados Unidos, son algunos de los más destacados. Todos ellos amenazan con magnificarse y traducirse en un eventual nuevo 2008 si efectivamente la Fed retomara su programa de incremento progresivo de tasas de principios de año.
Pero pase lo que pase en la coyuntura económica internacional –si hay algo que pueda llamarse así- en gran parte las cartas ya están echadas si se piensa en el más largo plazo. China no volverá a crecer a las ya afamadas “tasas chinas” y ello quita sustento “real” a las políticas monetarias expansivas (los capitales retornan a “casa”) poniendo de manifiesto su costado “ineficaz”. Y esta contradicción se hace presente en el corto plazo de un modo múltiple: por un lado las políticas de dinero barato devienen una amenaza potencial mayor para la economía norteamericana, por el otro aparecen como una de las mayores preocupaciones si una nueva recaída se produjera y finalmente –lo que más preocupa al “ahora” de los organismos internacionales- que el remedio -su incremento- podría resultar mucho peor –¡“Dios” sabe cuánto!- que la enfermedad.

¡A las tasas…!

Como también señalamos hace un tiempo, los límites de la “sinergia” entre políticas monetarias y sus fuentes “reales” -o sea fuentes para la creación de valor y plusvalor, léase China y “emergentes”- hicieron sonar las alarmas. Hace rato que los alertas sobre el riesgo inminente de una suba de tasas, se acompañan de voces crecientes que reclaman “políticas fiscales” expansivas en las economías centrales.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, acusando recibo de la situación y sumándose a la “cruzada internacional”, mantuvo la tasa de interés en cero, enfrentó con dureza al ministro de finanzas alemán –Schaüble “el terrible”- y prometió para junio una para nada “progre” aunque “anticíclica” –eso sí- compra de deuda corporativa de empresas que no sean bancos, incluyendo a las compañías aseguradoras. Según Thomas Fazi se trata de una medida sin precedentes, un gran regalo a las multinacionales que hará que el Banco Central inyecte dinero directamente en las grandes empresas no financieras. Tampoco se privó Draghi –el “Supermario”, como lo llaman- de pedir reformas y sobre todo “inversión en infraestuctura” a nivel europeo y nacional.
La doble cruzada por mantener políticas monetarias expansivas e implementar políticas fiscales (inversión pública, fundamentalmente) que aúna al FMI, al Banco Mundial, a la OCDE y al Banco Mundial, entre otros, tiene su jerarquía. Y como de costumbre es pragmática. Lo primero es lo primero… “¡A las tasas! (bajas)” es la voz de mando. Lo otro -la inversión pública en los países centrales- es un hipotético y poco convincente sustituto de verdaderas fuentes “reales”, aunque podría tomar cuerpo en algún país o en varios, en un futuro, según la magnitud y derivaciones políticas que adopte la crisis.

“Demasiada capacidad instalada”

Lo dijimos pero vale la pena insistir. Llama la atención que tras tantos años de bajo crecimiento de la inversión y la productividad en el “centro”, recién ahora, los organismos internacionales se muestren tan preocupados por el carácter “insuficiente” o “ineficaz” de las políticas monetarias expansivas para estimular la economía real. Incluso, no es que el amplio degradé que compone el ala de los economistas neokeynesianos como Stiglitz, Krugman y hasta Summers, no lo haya mencionado. Lo hicieron, pero muy tímidamente y mientras apoyaban políticas de tasas bajas como “mal menor”.
Sin embargo ahora sus exponentes más de “izquierda”, como Stiglitz, irrumpen denunciando la ausencia de una relación positiva entre bajas tasas de interés e inversión –una verdad a gritos. Señala que durante los últimos años, tasas -incluso negativas en términos reales- acompañaron caídas en el crecimiento de la inversión integrada mayoritariamente por plantas y equipos. Remarca Stiglitz que según datos de la OCDE en Estados Unidos, la inversión cayó desde el 8,4% del PBI en el 2000 al 6,8% en 2014 y en la UE del 7,5 al 5,7 en igual período. Agrega que manifiestamente es absurda la idea de que las corporaciones estarían dispuestas a realizar un gran número de proyectos si solamente las tasas se redujeran en otros 25 puntos básicos y que a decir verdad las corporaciones están sentadas sobre cientos de miles de millones de dólares porque ya tienen demasiada capacidad instalada –hemos insistido sobre este punto.
Pero para Stiglitz, el verdadero problema reside en que las empresas pequeñas y medianas –las que necesitan crédito de los bancos- no pueden tomar préstamos a la misma tasa de interés de los bonos del tesoro. Remarca que por más negativas que sean las tasas, existe una gran brecha –spread- entre la tasa de interés que fijan los bancos y la tasa de los bonos del tesoro. Por lo que concluye que los bancos no desempeñan ningún papel en el modelo económico que los formuladores de política monetaria vienen implementando. En definitiva, y siempre según Stiglitz, mientras la capacidad de las políticas monetarias para restaurar una economía en declive son limitadas, confiar en el “modelo equivocado” evita que los bancos centrales contribuyan en la medida de sus posibilidades, pudiendo incluso causar un empeoramiento de la situación.
Sin pretender desarrollar aquí una polémica con Stiglitz es preciso remarcar que su fundamentación contiene como mínimo tres puntos extremadamente débiles. El primero es una simple contradicción en los términos: suponiendo que las pequeñas y medianas empresas tuvieran efectivamente acceso al crédito barato ¿dónde invertirían si –como bien señala- las corporaciones que manejan todas las palancas de la economía tienen capacidad instalada excedente? Si existiera “espacio virgen” para la inversión lucrativa, sería utilizado por las grandes corporaciones…El segundo, guarda la enorme ingenuidad –por decir lo menos- de presuponer que el problema de los bancos centrales reside en sus “esquemas teóricos” desactualizados…El tercero, derivado del segundo, consiste en disfrazar de “error teórico” los maravillosos salvatajes -fundamentalmente bancarios- que los estados de los principales países centrales vienen operando post 2008 sin olvidar el regalo a las multinacionales no financieras que el Banco Central Europeo está prometiendo para junio próximo.
No se trata ni de “errores” ni de “excesos”…Son políticas destinadas a salvar al gran capital concentrado que, como está inscripto en la propia lógica del desarrollo del sistema capitalista, es el que tiene la sartén por el mango. Pero el asunto es que las políticas de salvataje son eficaces mientras en alguna parte se esté creando valor y plusvalor. Dicho de otro modo, mientras existan sectores de la economía o alguna economía que ostente niveles de crecimiento real capaz de absorber al menos parte de las masas de capital que no encuentran lugar para su valorización productiva. Ese rol durante los últimos años, lo cumplieron –aún de manera parcial- China, los “emergentes”, las materias primas y en particular el sector “shale” gasífero y petrolero en Estados Unidos.
Son las limitaciones que todos estos sectores unánimemente están presentando, las que ponen nerviosa a una gama muy amplia de actores. Gama que tuvo poco que decir en tanto el esquema funcionaba, incluso con muy bajo crecimiento de la inversión, la productividad y la economía en los países centrales. De todos modos y en el mientras tanto, sospechan que el retiro de las políticas monetarias sería mucho peor que la enfermedad. Por ello el objetivo consiste en demorar lo más posible una eventual recaída dramática logrando algún nivel más o menos sostenible de estabilización económica. Esa la apuesta. Veamos.

Objetivos no descartables (o el “mal menor”)

La intención de la Reserva Federal norteamericana de abandonar las políticas monetarias expansivas arrastra un doble objetivo. Por un lado y primordialmente busca enfriar un mercado bursátil que ha estado acusando cada vez más el impacto de la reversión del flujo de capitales. Por el otro, persigue recuperar la herramienta de la política monetaria en caso de desencadenarse una crisis aguda.
La idea fundamental para la primera meta es que si la Fed sube la tasa de referencia, ello debería traducirse en el mercado de bonos bajo la forma de incremento del interés que rinden estos instrumentos. Una tal situación debería convertir a este mercado en más atractivo y frenar las sumas de dinero que se dirigen hacia la bolsa sobrevaluando permanentemente las acciones y agudizando las tensiones financieras. Pero lo cierto es que a pesar del retiro del quantitave easing (políticas de expansión cuantitativa), de la propaganda sobre el incremento de tasas y de su primer aumento a principios de año, la afluencia de dinero hacia la bolsa continuó incrementándose.
Una nota reciente de Financial Times se pregunta por qué los rendimientos de los bonos continúan en mínimos históricos y aún más bajos de lo que estaban hace un año, siendo que la Fed llevó a cabo su primer incremento de tasas y la idea de profundizar la suba no salió de su discurso. El artículo resalta que aún cuando se registraron fuertes caídas durante los primeros meses del año, el valor promedio de las acciones representa un poco menos de 2,8 veces su valor de libro -el valor de los activos en el balance menos los pasivos-. Relación que fue más o menos la que ostentaban las acciones en su punto más alto antes del crack de 2007-2009. Según la nota, el problema tiene una doble respuesta. La primera es que el mensaje de la Fed respecto de la suba de tasas se ha vuelto cada vez más ambiguo durante los últimos meses respondiendo al incremento de los riesgos globales. De hecho el mercado de futuros de los bonos de la Fed reconoce hoy una probabilidad de sólo 50% de que aumenten las tasas nada más que una vez en el curso del año. La segunda respuesta sería de origen “económico”: Estados Unidos puede exhibir crecimiento pero la ira del electorado muestra que no se trata de nada demasiado emocionante.
Supongamos que Estados Unidos adopta una política decidida hacia la suba de tasas. Probablemente el interés de los bonos se incremente y amainen las cotizaciones en el mercado de valores. Sin embargo y en paralelo, el petróleo retomaría el rumbo descendente junto con el resto de las commodities, la presión sobre los “emergentes” se incrementaría y en China la salida de capitales presionaría por una devaluación del yuan. Y esto por mencionar sólo algunos de los efectos sobre la economía mundial. Es en este entramado complejo que los organismos internacionales confluyen en su cruzada para exigir que se mantengan las tasas y resulta muy probable que la Fed consume las expectativas. El objetivo: una estabilización temporaria en la que el precio del petróleo prosiga una recuperación leve –allende la falta de acuerdos en la OPEP- y los precios del resto de las materias primas se estabilicen –sin descartar incluso algún incremento suave. Si efectivamente Estados Unidos mantiene las tasas sin cambios durante todo el año, la reversión del flujo de capitales podría detenerse e incluso mostrar un retorno –moderado y senil, de más está decirlo- hacia el mundo “emergente”. En este contexto sería altamente probable que China tras sus pasos hacia la internacionalización del yuan –y manteniendo un crecimiento estable de alrededor del 6,9%- evite nuevas devaluaciones de su moneda.
De cumplirse este escenario no puede descartarse algún nivel de estabilización de corto plazo. Pero el problema central es que no hay estabilización posible de largo plazo sin nuevas fuentes “reales” para la acumulación de capital. Y es este asunto de carácter estratégico el que, sean cuales fueran los escenarios coyunturales, mantiene latente la probabilidad de una nueva recesión mundial.

Paula Bach

jueves, 28 de abril de 2016

Seguridad: Acuerdos entre el gobierno y la oposición




El pasado viernes 22 Tabaré Vázquez recibió en la Torre Ejecutiva a los representantes de los partidos de la oposición para intercambiar sobre sus propuestas en el tema seguridad ciudadana.

Acompañado de las principales autoridades del Ministerio del Interior, el ministro Eduardo Bonomi, el subsecretario Jorge Vázquez y el director general de Secretaria, Charles Carrera así como de su secretario y su prosecretario el presidente recibió a una nutrida delegación de todos los partidos con representación parlamentaria: Frente Amplio, Partido Colorado, Partido Independiente, Partido Nacional, y Unidad Popular (que fue el único grupo que planteó criticas por izquierda al plan del gobierno). Así como también del Partido de la Concertación.
La reunión fue la segunda en pocos días ya que el 12 de este mes Tabaré había entregado a la oposición una carpeta con distintas propuestas sobre el mismo tema.
Estos encuentros al más alto nivel dan la pauta de la importancia que le da el gobierno a la cuestión de la seguridad así como su visión de que las soluciones pasan por tomar medidas de mayor control social.

Una política de Estado

Tal como anunció hace pocos días en el segundo foro de Dialogo Social la estrategia de Tabaré Vázquez pasa por “…lograr acuerdos para desarrollar una política de Estado fuerte, que trascienda a los partidos políticos en ejercicio de gobierno y que le de protección a la sociedad”
Con estas últimas reuniones el gobierno apuesta todas sus baterías a lograr acuerdos con la oposición sobre estos temas pero tomando la agenda de la derecha. Vázquez se hace eco de la campaña que alienta la oposición de derecha que intenta instalar la sensación de que los ladrones “entran por una puerta y salen por la otra” como causa principal de la inseguridad pública y a su vez propone un conjunto de medidas que van en el sentido de una mayor represión.
En el marco de un creciente desempleo, con casi 10 uruguayos cada 100 viviendo bajo la línea de pobreza y una creciente desigualdad en los ingresos (datos del INE, abril 2016) así como un sistema carcelario con altos índices de hacinamiento y claramente violador de los Derechos Humanos, el gobierno frenteamplista avanza en medidas que apuntan a una mayor criminalización de la pobreza.
Junto a las recientes declaraciones de Bonomi criticando a la Justicia por la supuesta falta de dureza hacia los ladrones que participaron en un robo en la Ciudad Vieja o el promocionado aumento de policías patrullando las calles el gobierno de Vázquez anuncia un “cambio de rumbo” en materia de seguridad.
Entre las medidas anunciadas, recibidas con beneplácito por la oposición está la restricción a salidas anticipadas de los presos reincidentes y el compromiso de estudiar distintas propuestas de blancos y colorados como la de aumentar las penas en homicidios.

La violencia es estructural

El gobierno, así como la oposición de derecha, enfoca el problema de la violencia poniendo el eje en las consecuencias y no en las causas por lo cual todas las medidas van en el sentido de un endurecimiento represivo y el “escarmiento” de los que delinquen.
La raíz de la delincuencia y de la “inseguridad ciudadana” hay que buscarla en la escandalosa desigualdad que genera el capitalismo y las inhumanas condiciones de vida a la que son empujados numerosos sectores de la sociedad. Que con tres gobiernos frenteamplistas continuados, y en el contexto de una situación económica excepcional, solo se haya logrado retrotraer las condiciones de vida a las previas de la crisis del 2002 (o sea a las condiciones impuestas por la ola neoliberal de los 90) es una muestra clara del fracaso del FA, o mejor dicho una muestra de para quienes gobiernan estos “responsables administradores del capitalismo”.
Solo políticas estructurales que afecten sustancialmente la distribución de ingresos pueden dar soluciones profundas y duraderas para terminar con la delincuencia.
Hoy en día las posibilidades para un joven pobre pasan casi exclusivamente por conseguir empleos chatarra o con súper explotación, como trabajar en un supermercado más de 40 horas por menos de 15000 pesos. Si realmente se quieren atacar las problemáticas relacionadas con la inseguridad y el delito se debe garantizar el acceso a toda la población a condiciones de vida digna, es decir empleo y vivienda de calidad, derecho a la educación así como también posibilidades de acceso a la recreación y a los bienes culturales.

Hernán Yanes

Panama Papers y los secretos de la ganancia




El affaire Panama Papers del que ya mucho se dijo, constituye sólo el emergente de un asunto de bastante mayor envergadura. Una trama que al estilo de las famosas muñecas rusas mamushkas, contiene un episodio adentro del otro. Si se observa desde el suceso más pequeño podría decirse que la mamushka Panamá papers está adentro de la mamushka más grande llamada “paraísos fiscales” que a su vez está dentro de la muñeca mayor que es la cuestión impositiva y cuya gravitación en la economía mundial adoptó especial relevancia desde los años del fin del boom de la segunda posguerra hasta nuestros días. Hacia fines de los años ‘60 y principios de los ‘70, la tributación –cuya historia de fraude acompaña al capitalismo desde los orígenes- empieza a cambiar su fisonomía adquiriendo particular relevancia. La cuestión impositiva –como se verá- resultó uno de los instrumentos del giro neoliberal destinado a incrementar una tasa de ganancia del capital, en descenso por aquel entonces.

¿Qué son los paraísos fiscales?

Se dice que la denominación “paraíso fiscal” proviene de una confusión lingüística. En realidad el término en inglés es “tax haven” que significa literalmente “puerto fiscal” que fue confundido con “tax heaven” que efectivamente significa “paraíso fiscal”. De todas maneras, el término –tal como se generalizó- les sienta bastante bien. Aunque no todos los puertos fiscales son lugares físicamente paradisíacos, gran parte de ellos sí lo son, convirtiéndose en suertes de “dos por uno”. Lugares verdaderamente celestiales para el pequeño puñado de dueños del capital que vive pensando distintas estratagemas para retener y acrecentar la más amplia porción del tiempo de trabajo sustraído al común de los mortales que habita este planeta. El Fondo Monetario Internacional –pretendiendo no emitir juicio de valor- denomina a los paraísos fiscales, Centros Financieros Offshore (CDO) lo que literalmente se puede traducir como centros financieros en el exterior. Pero ¿qué son?
A fin de acercar una definición, nos basamos en algunos aspectos desarrollados en Paraísos fiscales en la globalización financiera y Los paraísos fiscales a discusión. De acuerdo con estos textos existen al menos 18 definiciones distintas de paraíso fiscal y según cuál de ellas se tome por válida, la cantidad de este tipo de entes se incrementa o disminuye. Según Task Justice Network –que utiliza la definición más amplia- existen 73 paraísos fiscales en el mundo. Entre ellos los conocidos Luxemburgo, Andorra, Bahamas, Mónaco o Panamá. Esencialmente se trata de territorios que gozan de un “autogobierno” que les permite determinar su propia regulación en materia fiscal y económica. Esto significa que no tienen que tener necesariamente condición de países por lo que pueden existir territorios al interior de los Estados que posean características de paraíso fiscal. Sólo por acercar algunos ejemplos, Estados Unidos ocupaba en 2015 el tercer puesto por detrás de Suiza y Hong Kong en el ranking de secretismo financiero de Task Justice Network. Delaware, definido por la organización contra la corrupción, Transparencia Internacional, como “refugio para delitos transnacionales”, encabeza la lista de “paraísos fiscales” norteamericanos, seguido de bastante lejos por Nevada, Wyoming y Dakota del Sur. El Reino Unido –otro “país normal” si los hay-, posee cuatro de los principales paraísos fiscales del ranking elaborado por Tax Justice network: Islas Caimán, Jersey, Islas Vírgenes Británicas y Bermuda.
Se trata de enclaves, es decir, territorios con un sistema regulatorio dual, diferente para residentes y extranjeros. A las entidades que se establecen en paraísos fiscales no se les aplica prácticamente ninguna regulación. Los territorios considerados paraísos fiscales reducen la presión impositiva para extranjeros hasta incluso hacerla desaparecer y gozan de una muy laxa normativa financiera. Estos territorios buscan de este modo atraer capitales y suelen producirse desproporciones aberrantes entre cantidad de habitantes, nivel de actividad financiera y actividad económica. Por ejemplo, según El País, Delaware contaba en 2015 con una población de 935.600 habitantes y 1.181.000 sociedades. Dentro de los “inquilinos fiscales” de Delaware se encuentran American Airlines, Apple, Amazon, Coca-Cola, Facebook, General Electric, Google, JP Morgan, Twitter, Visa y Walmart.

Sobre usos y usuarios

Bancos, empresas transnacionales, grupos de empresas e individuos propietarios de voluminosos patrimonios son quienes usufructúan, mediante variados mecanismos, los paraísos fiscales. Siguiendo la descripción de los textos mencionados, estos territorios se utilizan corrientemente para tres tipos de práctica: la elusión, la evasión impositiva y el lavado de dinero. La elusión es una práctica considerada legal mediante la cual las empresas diversifican los territorios donde pagan impuestos buscando minimizar la carga con respecto a lo que pagarían en un único territorio. Por el contrario la evasión es una práctica ilegal que consiste en no registrar ganancias que formalmente deberían ser gravadas con algún tipo de impuesto. El lavado de dinero es una operación destinada a lograr que los fondos y activos provenientes de actividades ilícitas aparezcan como resultado de actividades lícitas.
En la actualidad una de las principales actividades de los bancos consiste en la constitución de fondos de inversión colectiva. Dentro de esos fondos los llamados hedge funds –o fondos de cobertura- son instrumentos de inversión financiera con escasa regulación, elevados apalancamiento, exposición al riesgo y rentabilidad. Estos fondos de los cuales el Long Term Capital Management (LTCM) y el mecanismo mediante el cual el financista Soros apostó contra la libra esterlina en 1992 –y la hundió- , son ejemplos resonantes, se constituyen en su mayoría en paraísos fiscales. Su territorio de establecimiento suele ser distinto del de gestión. Para dar una idea, según datos de 2010, el 60% del total de hedge funds se encontraba establecido en paraísos fiscales –el 27% en Delaware- mientras que el 80% operaba en territorio norteamericano y el 20% restante lo hacía mayormente en territorio londinense. Los bancos gestores de estas operaciones pueden crear sucursales y filiales en los “paraísos” en un instante y casi sin requerimientos, a fin de evitar regulaciones estatales. Pero las quiebras o pérdidas recaen sobre la casa matriz y por lo tanto repercuten sobre el país de origen. Esto es lo que sucedió con las hipotecas subprime en 2008, lo que muestra que los “paraísos” jugaron un rol muy importante en el desarrollo de la crisis. Posteriormente gran parte de las pérdidas bancarias fueron asumidas por los Estados con lo cual la banca…siempre gana.
Por su parte las empresas transnacionales fragmentan sus actividades para maximizar el beneficio. Suelen así tener sus fábricas en un país, sus oficinas en otro, su servicio de tele asistencia en otro y su sede en un paraíso fiscal (como es bien conocido en Argentina el caso del grupo Techint cuya sede está radicada en Luxemburgo). Esta diversificación les permite combinar la mano de obra más barata con los impuestos y costos medioambientales más bajos o los requisitos legales menores. En los “paraísos” también se pueden constituir empresas enteras o Holdings -entidades creadas para ser propietarias de un grupo de empresas- en instantes y casi sin exigencias, manteniendo el secreto bancario que permite la no revelación del verdadero propietario así como la exención de dividendos e intereses cobrados. Además también se puede obtener financiación mucho más barata, se realizan auto préstamos, compras y ventas entre distintas sociedades de una misma firma, entre otras múltiples transacciones que desvirtúan completamente los balances. La empresa Enron, por ejemplo, conocida por sus escándalos contables, utilizó una red de casi 900 sociedades en paraísos fiscales. Las empresas suelen también manipular los precios exportando figuradamente, por ejemplo, a muy bajo precio –y por tanto con baja ganancia y baja tributación- desde una filial a su sede en un “paraíso”. Exportando luego realmente al precio efectivo desde el “paraíso” al lugar de destino pagando muy baja tributación precisamente porque la operación se realiza desde el “paraíso”. También las empresas transnacionales suelen echar mano al mecanismo de las “banderas de conveniencia” que implica registrar distintos barcos en diferentes paraísos fiscales cada uno como una empresa en sí misma, con el objeto de reducir riesgos.
Por último los patrimonios de las personas con activos líquidos superiores al millón de dólares suelen colocarse en manos de los bancos que cuentan con secciones especializadas para gestionar -o sea revalorizar- grandes fortunas y utilizan los paraísos fiscales como forma preferente. A través de fideicomisos (personas que detentan la propiedad de algo sólo virtualmente) esquivan regulaciones fiscales de sus propios países e incluso las leyes sobre herencia y sucesiones. La banca privada asesora a esas grandes fortunas creando unos complejos entramados de empresas y entidades que ocultan la propiedad, evitando así las posibles inspecciones fiscales (resulta casi una ironía la pretensión del presidente argentino Mauricio Macri de evadir responsabilidades arguyendo que sólo integraba el directorio de una empresa en Bahamas…). A la vez el dinero sucio proveniente de la corrupción o de cualquier otro tipo de delito en los “paraísos” se fragmenta y se va introduciendo en muchas cuentas corrientes bancarias. En una segunda fase el dinero se dispersa en los mercados financieros para que en una tercera fase de reciclado, se utilice después en la compra de viviendas, creación de empresas o inversiones productivas.
Vale la pena retener sólo un dato resultante de todas estas encantadoras operatorias. Como señala Vigueras en Los paraísos fiscales, para el año 2005, Tax Justice Network calculaba en alrededor de 11.5 billones de dólares el valor de los activos depositados en estos enclaves. El equivalente a un tercio del PBI mundial en aquel año.

Más acá del paraíso (o una gran contratendencia)

Aunque el origen histórico de los “paraísos” resulte bastante lejano en el tiempo –hay quienes ubican sus primeros antecedentes en Mónaco en 1868 y luego en Estados Unidos a fines del siglo XIX-, son muchos los autores que consideran que tal como los conocemos hoy, se remontan en realidad a los años ‘60 y ‘70. Vigueras, por ejemplo, los vincula al mercado de eurodólares primero y petrodólares después, en el contexto del salto de la globalización financiera. Eurodólares y petrodólares se combinaron hacia principios de los años ‘70 forjando una gran masa de capital líquido en los bancos europeos. Esa masa de capital colisionó con las dificultades para la acumulación derivadas de las condiciones del fin del boom de posguerra.
En este marco, la proliferación de los paraísos fiscales se fue desarrollando como un capítulo de las políticas destinadas a mejorar las condiciones generales de la valorización del capital en un contexto de progresivo descenso de la tasa de ganancia. El desarrollo de los “paraísos” acompañó las políticas de liberalización de los mercados financieros, favorecidas además por el derrumbe del sistema de Bretton Woods. Unos años más tarde estas políticas se complementaron con cambios en las prácticas bancarias vigentes en Estados Unidos, reducciones impositivas, entre otras, implementadas por Reagan a partir de los años ’80, muy pronto seguido por otros países centrales como el Reino Unido y Francia.
Este conjunto de políticas tenía un doble propósito. Por un lado facilitaba la circulación internacional del capital para dar rienda suelta a la especulación financiera. Pero por el otro, buscaba mejorar las condiciones para la apropiación del valor creado, en un contexto de caída de la tasa de ganancia. Dos factores que como señalamos en diversas oportunidades, no resultan independientes.
Los petrodólares y eurodólares cuya circulación los “paraísos” facilitaron, fueron a engrosar las deudas externas de los países dependientes y hasta hoy actúan como formas indirectas de extracción de plusvalor a través del reembolso sistemático de las impagables deudas que originaron. A la vez los paraísos contribuyeron y contribuyen a reducir en niveles sorprendentes las cargas fiscales ya extremadamente reducidas más acá de los “paraísos”. Basta tener en cuenta, por ejemplo, que en Estados Unidos y en Reino Unido, según datos de Piketty, las tasas impositivas máximas sobre los ingresos más altos declinaron desde el 70% en la década del ‘70 hasta aproximadamente el 30% una década después.
De modo que no se trata sólo de los paraísos fiscales sino de una maraña de políticas de reducciones impositivas destinadas a incrementar la apropiación de ganancias. De hecho las reducciones impositivas operan “devolviendo” a los poseedores del capital masas de ganancia sustraídas en décadas anteriores y redistribuidas a través del Estado. Cuestión que evidentemente permitió incrementar una tasa de ganancia reducida. En este sentido y en nuestra impresión estas medidas, conjuntamente con el incremento de la explotación del trabajo y la conquista de nuevas áreas para la expansión del capital, actuaron durante las últimas décadas, como tres significativas tendencias contrarrestantes a la caída de la tasa de ganancia. Por eso, parece interesante repensar el affaire Panama Papers a la luz de una situación en la cual una vez más grandes masas de capital enfrentan serios obstáculos para su acumulación ampliada.

Paula Bach

martes, 26 de abril de 2016

Versiones contradictorias sobre empresa que custodiaba el GIAF




Según lo confirmado por el Ministerio del Interior y trascendido por el semanario Búsqueda, la empresa de seguridad Grupo Gamma que presta cobertura a la Facultad de Humanidades, fue fundada por los represores, torturadores y responsables de la desaparición de muchos militantes de izquierda en la dictadura, José “nino” Gavazzo y Jorge “pajarito” Silveira, en el año 1995.
Como contábamos aquí, el robo al GIAF de la Facultad de Humanidades llamó la atención no solo por el material robado relacionado a la búsqueda de restos de desaparecidos y la amenaza a los investigadores, sino también por las fuertes sospechas generadas al comprobarse que no existían signos de haberse forzado la entrada al laboratorio.

Contradicciones

La responsabilidad y probable complicidad de la empresa, en el robo y la amenaza contra los investigadores, toma fuerza con este dato. Sin embargo la versión difundida por el Semanario Búsqueda en base fuentes del Ministerio del Interior, no tiene ningún respaldo documental hasta ahora. Tampoco la empresa ha demostrado nada, salvo su desmentido, que entre otras cosas dice: “Esta información es absolutamente falsa, afirmándose enfáticamente que no existió ni existe ningún tipo de vínculo con las personas mencionadas; desconociéndose la intencionalidad manifiesta que hace que se afirme periodísticamente una mentira, incluyéndose en la misma al propio Ministerio del Interior.” y culmina sosteniendo: “Grupo Gamma se reserva las acciones judiciales y/o extrajudiciales que considere oportunas ante la desinformación trascendida…” Pero ni una ni otra parte presentó pruebas para demostrar que existe, existió o no el vínculo con tales represores.

Responsabilidades

Pero además existen responsabilidades en otros niveles, para empezar a nivel institucional en cuando se le otorgo la responsabilidad de salvaguardar información tan preciada a una empresa que ha terminado cuestionada por supuestos vínculos con individuos directamente relacionados e interesados en el extravío de la información a custodiar ¿Por qué no se investigó desde el principio esta cuestión? ¿Acaso se ignoraba el vínculo que siempre han tenido estas empresas con ex funcionarios de los aparatos represivos del estado? Ni la Universidad ni la Presidencia, que son las dos partes del convenio que sostiene la investigación del GIAF, han dado una respuesta determinante y suficiente acerca de esto y de cómo van a corregir esta situación.

Independientes

Este nuevo escándalo no hace más que reafirmar la necesidad de conformar una comisión investigadora independiente, compuesta por los tres órdenes de la Universidad, los familiares y organizaciones de DDHH y los científicos, que se encargue de ir a fondo con los sucedido y determine las acciones a tomar para evitar que vuelva a suceder. Nada podemos confiar en el Ministerio del Interior y la empresa, que parece quieren ser juez y parte en todo esto, sino por el contrario exigirles a ellos y a todas las autoridades involucradas que hagan públicas y pongan a disposición de todos, toda la información que poseen para esclarecer este episodio.

Sebastián Artigas

lunes, 25 de abril de 2016

Continúa la lucha contra la impunidad




Este miércoles se conoció el procesamiento con prisión del militar retirado Asencio Lucero por parte de la jueza Julia Staricco por reiterados delitos de privación de libertad en el marco de las denuncias presentadas en el año 2012 por un conjunto de ex presas políticas de la dictadura.
Sin embargo todavía el condenado no ha sido enviado a la cárcel, ya que se encuentra internado en el Hospital Militar por un supuesto comienzo de Alzheimer. La defensa solicitará la prisión domiciliaria.

Presas políticas denuncian torturas y abusos

La causa por la que se procesó a Lucero fue presentada hace algunos años por 28 ex presas políticas, en representación de cientos de mujeres que pasaron por situaciones similares, quienes denunciaron los vejámenes sufridos mientras estuvieron detenidas en la época de la dictadura, situación que incluyó malos tratos, torturas, violaciones y otras formas de violencia sexual hacia las mujeres.
Además Lucero había reconocido públicamente en el año 2014 que mientras fue el encargado de Inteligencia (S2) del Regimiento de Caballería Nº 9 había realizado prácticas de tortura a detenidos, conducta que además seguía reivindicando.
Las ex presas han destacado sin embargo, que en su presentación judicial denunciaron a más de 100 personas, muchos de ellos militares, pero también civiles como médicos y psicólogos y que hasta el presente, 4 años después de la denuncia y casi 40 años después de los hechos solo hay un procesado con prisión.

Continúa vigente la política de impunidad para los crímenes de la dictadura

El régimen político del país, incluyendo blancos colorados y frenteamplistas ha llevado adelante una política de impunidad hacia los militares responsables de violaciones a los Derechos Humanos ya acordada a la salida de la dictadura en el pacto del Club Naval.
Si blancos y colorados lo han hecho explícitamente desde que votaron la ley de caducidad, también los principales dirigentes frenteamplistas han aportado lo suyo a esta vergonzosa política. A la negativa del FA a anular la ley de caducidad a pesar de contar con mayorías para ello se suman las declaraciones de sus principales líderes intentando “dejar atrás el pasado” con el día de “nunca más uruguayos contra uruguayos” de Tabaré Vázquez llamando a la reconciliación con genocidas torturadores o con un presidente José Mujica que declaraba que no quería tener viejitos presos.
Esta política de Estado también se expresa en las condiciones de privilegio en que cumplen su condena los poquísimos militares presos en la cárcel de Domingo Arenas y en las gestiones para que los condenados sean beneficiados con prisión domiciliaria; así como en el respaldo de los presidentes Vázquez y Mujica al Ministro de Defensa Fernández Huidobro quien es un confeso defensor de las fuerzas armadas y trata de “enfermitos y enfermitas” a quienes señalan su rol represivo.
Cabe agregar también que el procesamiento de Asencio no fue por las torturas realizadas (y que según la propia Jueza del caso están comprobadas) ya que en ese momento no existía como delito. Este evidente despropósito también muestra la cultura de impunidad que atraviesa todas las instituciones del Estado.
Envalentonados por el consenso político existente de no avanzar en el castigo a los violadores de DDHH los militares continúan con sus declaraciones de reivindicación del terrorismo de estado.
El presidente del Centro Militar Carlos Silva negó, a pesar de la confesión directa del involucrado, que Lucero haya torturado y reivindicó al terrorismo de Estado como una lucha contra “los que querían convertir a Uruguay en una república socialista al estilo de Cuba”

Hay que continuar la lucha contra la impunidad

Solo la movilización popular, sin ninguna confianza en los partidos políticos que mantienen la impunidad, logrará la condena de los militares y civiles responsables de las violaciones de los derechos humanos.
Contra todos aquellos que intentan plantear la política de los 2 demonios (como si hubiera sido una guerra entre militares y tupamaros) hay que dejar claro que la dictadura fue la forma en que el régimen político burgués pudo frenar el ascenso obrero y popular de los 60 y 70.
Es necesario continuar luchando por el juicio y castigo a todos los represores y contra la reconciliación y olvido que nos quieren imponer desde distintos sectores políticos.

Hernán Yanes

Para la foto




El Presidente Tabaré Vázquez estuvo ayer en Dolores y prometió “reconstruir” la ciudad, que quedó devastada. Además, decretó duelo nacional en conmemoración a las víctimas del tornado. Pero deslindó responsabilidades en la previsión del tornado. Se prevé la llegada de materiales de construcción para tratar de levantar nuevamente las viviendas que están totalmente dañadas. Fuentes oficiales dijeron que un tercio de Dolores estaría afectada.
Se esperan tormentas, vientos y lluvias fuertes, por lo que se mantiene el alerta. No está totalmente descartado que otro evento similar pueda volver a ocurrir.
Dolores (Soriano) permanece sin los servicios básicos (luz, agua), aunque se informó que se irán re-estableciendo lentamente.
Pero el presidente no sabe repartir culpas, ya que frente al reclamo de un grupo de vecinos por la falta de previsión, Vázquez dijo “no es responsabilidad de nadie y es responsabilidad de todos" lo que pasó, e hizo referencia al cambio climático a nivel mundial, restando así importancia a que las autoridades deben prever la posibilidad de que estos eventos climatológicos se desarrollen. Decir que es responsabilidad de todos y de nadie es la mejor forma de lavarse las manos, lisa y llanamente.
Sin embargo, ya hay un debate abierto entre distintos expertos en climatología sobre las posibilidades de previsión de este tipo de catástrofes naturales.
Mario Bidegain, Director de Climatología del Instituto Uruguayo de Meteorología, reconoció que no contamos con la aparatología idónea para detectar posibles eventos climatológicos, aunque se defendió diciendo que inclusive si hubiéramos contado con una tecnología de avanzada para prevenir tornados, como la que existe en Estados Unidos, igualmente el aviso se hubiera dado unos 10 o 15 minutos antes de ocurrido el hecho.
Consultado por El Observador, el climatólogo Mario Caffera declaró que estos eventos pueden conocerse con varias horas de antelación, pero que es incierto saber a ciencia cierta por dónde estaría pasando. Mientras, otros expertos opinan que los tornados son difíciles de detectar con anticipación.
Por otro lado se conoció en las redes sociales que un joven meteorólogo aficionado predijo 75 minutos antes la posibilidad que hubiera un tornado.
Asimismo, los tornados son habituales, pero llama la atención que el del viernes llegara a la ciudad, siendo que en general estos eventos se dan en lugares más despoblados.

Las responsabilidades y los mismos interrogantes de siempre

Lo ocurrido es, sin duda, una fatalidad de la naturaleza, pero el saldo de muertos, heridos y el daño material y cultural que el tornado ha dejado nos plantea el primer interrogante, ¿se puede prevenir? Todos estamos al tanto de los cambios climáticos, y justamente por eso tenemos que tratar de prever con la mayor antelación cuándo ocurrirán fenómenos. Entonces la naturaleza reacciona según sus leyes, pero los estados y gobiernos no pueden desconocer lo que a ellos les corresponde.
Si, como se dice, no es la primera vez que hay tornados en el país, y en los últimos años han habido varios, entonces, ¿se ha estudiado el fenómeno? ¿Se ha hecho el esfuerzo para que el país posea la tecnología necesaria y los recursos humanos para tomar medidas de emergencia lo antes posible?
Está para todos claro que no se destinan los recursos necesarios para tomar estos temas seriamente. Y cuando pasan estas cosas, parecen que todos nos lamentamos, sin embargo, no todos somos igualmente responsables, como dice el Presidente.
Plantear lo ocurrido como “furia de la naturaleza” y otras frases por el estilo no hacen más que confundir a la población acerca de lo que es inevitable (que ocurra el tornado) y lo que es evitable (alertar a la población, invertir en investigación y desarrollo científico, adquirir tecnología de avanzada, etc.). Dolores y todo el pueblo uruguayo lo vale.
En momentos en donde el Poder Ejecutivo viene discutiendo reforzar el aparato represivo frente a los reclamos de más seguridad que provienen de los partidos tradicionales, y el país se apresta a gastar muchos miles de dólares en sofisticados sistemas de espionaje y pertrechar a las fuerzas represivas, parece que no hay dinero para destinarlo al Instituto de Meteorología (hacen falta más personal especializado e insumos tecnológicos). Lo mismo dijeron el año pasado con la educación, y la imposibilidad de otorgar el 6 %, siendo que había sido una promesa de campaña. Quedan claras cuáles son las prioridades del Poder Ejecutivo y de sus ministros.

Despliegue de las fuerzas de represivas

En este plano no podemos, sin embargo, decir que el gobierno no dedica sus esfuerzos en ver cómo garantizar “la ley y el orden” en todo el territorio nacional. Una de las primeras resoluciones que tomó el Ejecutivo fue enviar a la Guardia Metropolitana y a las Fuerzas Armadas, desplegando un fuerte operativo en la ciudad de Dolores, para contener una pocos casos de vandalismo totalmente aislados.

Lo perdieron todo

Escenas dramáticas se veían en Dolores ayer, cuando sus pobladores manifestaban su dolor y rabia en las calles de la ciudad. Hay quienes lo perdieron todo, hay quienes su casa quedó reducida a escombros, o cuyos pequeños negocios están destrozados.
Por eso indigna que frente a los vecinos que reclaman por mayor previsión de las catástrofes se les conteste con algo tan vago como que todos somos responsables por el cambio climático. Como si las grandes potencias como Estados Unidos – principal país contaminador del medio ambiente, que sistemáticamente viene rechazando todos los acuerdos para preservar el medio ambiente – tengan la misma responsabilidad que los pobladores de Dolores o cualquier otra ciudad del interior del país, a donde llegan las consecuencias de las políticas rapaces.

Hay afectados en todo el país

Según datos del Ministerio de Salud Pública, el saldo hasta ahora serían 4 fallecidos en Dolores (tres hombres y una mujer) y unos 250 heridos, aunque las cifras podrían modificarse ya que hay 3 niños que se encuentran internados en el CTI y están graves, y otros 3 que fueron intervenidos quirúrgicamente.
Estos datos vienen a sumarse a otras 3 muertes debido a las consecuencias de las inclemencias climáticas en otros departamentos del interior: Canelones, Rocha y Cerro Largo. En resumen, serían 7 en total los fallecidos a causa de los temporales, y más de 2000 desplazados en todo el territorio nacional.

La solidaridad siempre empieza desde abajo

Fue realmente impresionante la solidaridad que recibieron los pobladores de Dolores. En menos de 24 hs de ocurrido el hecho, se armaron colectas y se recibieron donaciones en sindicatos y gremios estudiantiles. Lo primero que llegó fueron alimentos secos, ropa y frazadas.
Organizaciones como el PIT-CNT y la FEUU organizaron colectas y donaciones para Dolores. Los trabajadores del SUNCA se encuentran dando una mano en la reconstrucción de las viviendas dañadas, en un gesto de solidaridad obrera.
Entre los trabajadores sabemos qué se siente cuando de repente no tenés más casa, o porque se inunda, o porque se incendia, o porque se la lleva un tornado… Fueron innumerables las manifestaciones de “la solidaridad de los de abajo” que se sintieron hermanados con los pobladores de Dolores.

Karina Rojas
Montevideo
Sebastián Artigas

domingo, 24 de abril de 2016

El golpe en Brasil y las repercusiones en Uruguay




El proceso iniciado en Brasil mueve los cimientos de toda Latinoamérica. El curso del golpe institucional que intenta la derecha en Brasil determinará las tendencias de la región.

El golpe en curso

Basándonos en las notas publicadas por “Esquerda Diario”, diario hermano de Brasil, intentaremos explicar brevemente algunas aristas del proceso en curso.
El domingo pasado la oposición de derecha logró la mayoría de dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados para la apertura del proceso de impeachment contra Dilma Rousseff, con 367 votos a favor del juicio político, 137 votos en contra y siete abstenciones (dos legisladores no fueron a votar), dando así un primer paso en el golpe institucional.
Si faltaba algún dato para confirmar el carácter de maniobra golpista del impeachment bastó con escuchar las “razones” de los diputados opositores. Los parlamentarios olvidaron el argumento central que estaba en discusión para iniciar el juicio político, la dudosa acusación por las “bicicletas fiscales”, artilugio utilizado para mejorar artificialmente las cuentas federales. En su lugar votaron haciendo alusión a “mi esposa Paula”, “por mi hija que nacerá y por mi sobrina Helena”, “por los militares (del golpe de estado) del 64”, “por los evangélicos” y hasta por “vendedores de seguros en Brasil”. La prensa internacional hizo referencia a estas posturas en la que se mencionó a Dios en reiteradas oportunidades. El diario El País del Estado Español llego a decir: “Dios entierra a la presidenta de Brasil”.
Atrás quedaron los intentos del gobierno y la cúpula del PT, con Lula a la cabeza, por evitar el éxito de la oposición golpista. Fracasaron tanto las presentaciones judiciales para frenar el impeachment ante el Superior Tribunal Federal, cómo negociaciones frenéticas de los últimos días tratando de ganar los votos individuales de algunos de los diputados por fuera de la votación de la dirección de sus bancadas. Las movilizaciones convocadas por el PT y los sindicatos que por miles se extendieron en varias ciudades del país nunca fueron la principal arma para enfrentar a la derecha, hasta hace poco en el caso del PMDB, aliados del gobierno.
Aprobado del pedido de impeachment en la Cámara de Diputados cabe al Senado, por mayoría simple, refrendar o no la decisión. En caso de que siga en curso, Dilma debería dejar el cargo al vicepresidente Michel Temer (PMDB) por 180 días, mientras dura el juicio. El mismo consiste en la presentación en el senado de la acusación y la defensa, bajo dirección del presidente del Supremo Tribunal Federal. Para condenar a la presidenta son necesarios los votos de 54 de los 81 senadores, equivalente a 2/3 del Senado.

La bancada del FA no repudia el golpe institucional

El proceso iniciado en Brasil mueve los cimientos de toda Latinoamérica, por ser el principal país en la economía regional y por tener al frente a un gobierno que estuvo en primera fila junto con otros países en el bloque de los gobiernos “progresistas”, que asumieron luego de la crisis de los gobiernos neoliberales de los 90’. Por todo ello lo que suceda con el golpe institucional que intenta la derecha en Brasil determinará las tendencias de la región, que actualmente es de deterioro y caída de popularidad de estos gobiernos que descargan ajustes contra el pueblo trabajador y son cada vez más notorios los casos de corrupción de estas fuerzas en el poder. El ascenso de Macri fue uno de los principales eslabones que marca esta tendencia, pese a estar más debilitado (a poco tiempo de asumir) no solo por el ajuste sino por figurar entre las personalidades de los “Panama Papers”, y ya muestra la pauta de las derechas que recobran terreno en la región y preparan un ajuste aún más fuerte que el que están realizando los gobiernos anteriores.
La fuerza de gobierno en Uruguay, especialmente Mujica, se han mostrado siempre en apoyo al gobierno del PT en el vecino país, aunque Vázquez expresó simpatía por Macri a horas de su asunción, lo que no le cayó nada bien a la base frenteamplista.
En estos días distintos sectores del FA se han ido pronunciando en repudio al intento golpista en Brasil, sin embargo no parece haber acuerdo total en denunciar el golpe. Ya ha trascendido que los sectores de Astori y Michellini, Asamblea Uruguay y Nuevo Espacio respectivamente, no estarían de acuerdo en denunciar la situación ya que no consideran que sea un golpe, porque argumentan que se estarían respetando los mecanismos legales existentes. Algo que expresa una posición política más profunda de diferencias en el FA, como otras veces y que no se reduce a una mera cuestión legal.
Está claro que quien se frota las manos en Uruguay son los partidos de la derecha tradicional, que pese a estar desprestigiados aún de sus últimos gobiernos, son las fuerzas electorales que le sigue en intención de voto después del Frente Amplio.

La crisis del PT y la crisis del FA

En Brasil la crisis del PT en el gobierno llega después de 13 años de gobernar con aliados como el PMDB, un fiel representante de la oligarquía de los estados y el alto funcionariado político totalmente corrompido. Un gobierno que en más de una década no ha cambiado lo sustancial de la estructura social brasileña. En contrapartida, el propio PT se ha encargado de enfrentarse con su propia base social mediante ataques a las condiciones de vida de los trabajadores y el recrudecimiento de la represión al pueblo pobre. El gobierno de PT con su tibio reformismo le ha abierto las puertas a la derecha nuevamente para su retorno. Con respecto a la izquierda uruguaya, si Brasil por su peso estructural en la región es importante para el destino del resto de las economías, la crisis del PT y su triste final al frente del "gigante", muestra los límites de los proyectos posneoliberales a los que apostaron las coaliciones de izquierda reformista como el Frente Amplio en nuestro país.
Las direcciones de la CUT brasileña y el PIT-CNT en su denuncia al golpe están dejando de lado la lucha contra el ajuste en curso. Pero la única forma de derrotar por izquierda estas maniobras del empresariado y la derecha, será mediante la acción independiente de la clase trabajadora enfrentando al impeachment y el ajuste del gobierno en las calles. Esta salida por izquierda debe tener como perspectiva la imposición de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que discuta los grandes problemas nacionales y termine con el actual régimen de "democracia de las coimas".

Claudio Álvarez
Damián Recoba

sábado, 23 de abril de 2016

Falta y Resto - Encuentro en el Estudio




Encuentro en el Estudio con Falta y Resto
Canal Encuentro
Ministerio de Educación de la Nación
República Argentina

Discurso de Fidel Castro en la clausura del VII Congreso del PCC


¿Quién es Michel Temer, el probable futuro presidente ilegítimo de Brasil?




El primer beneficiado por la destitución de Dilma Rousseff es el vicepresidente Michel Temer. Un zorro de la política, que fue escalando posiciones en las sombras, en los negociados entre bastidores.

Como sabemos, en caso que el impeachment se efectivice, con la salida de Dilma de la presidencia asumirá el vicepresidente Michel Temer. Por eso es necesario saber quién es esta persona que puede transformarse en el presidente de la República sin haber recibido un voto popular para ese cargo y contra la voluntad de miles de personas que lo quieren afuera del gobierno.
Temer es un notorio político en las sombras del régimen. Fue escalando posiciones en el régimen sin nunca haber tenido sus “quince minutos de fama”. Es presidente del partido más corrupto del régimen político hace muchos años, mostrando una capacidad impar de acomodar intereses diversos en base a negociados, cargos, intercambio de favores. Esta es su mayor habilidad. De ahí el “elogio” de zorro.
En una crisis de gobierno que tiene en sus raíces la crítica por la compra de parlamentarios y la adopción de los más espurios y corruptos métodos capitalistas de gobernar al país, el régimen recurrirá a su más completa “imagen y semejanza” para llevar al extremo esta democracia del soborno. Contra la corrupción y contra la compra de parlamentarios asumirá –en caso de que termine por triunfar el impeachment- el más pleno ejemplar de político en las sombras de esta democracia de los sobornos: Michel Temer.

Trayectoria de un sombrío político de bastidores

Con 75 años de edad, el vicepresidente tiene una vasta carrera política. Su padrino fue el exgobernador de San Pablo Ademar de Barros, un influyente político de derecha con retórica populista, el “vassourinha” (escobita) que quería barrer la corrupción, que fue interventor del Estado de San Pablo en el “Estado Novo” (Estado Nuevo, régimen autoritario que tuvo lugar entre 1937 y 1945) de Getulio Vargas y gobernador durante la dictadura. Ademar también fue uno de los articuladores del golpe militar de 1964 y responsable de la frase “roba pero hace”. Otro principal ahijado político de Ademar, no por casualidad, es el declaradamente corrupto Paulo Maluf, que se hizo famoso entre otras cosas con esa misma frase, “robada” a su propio padrino. Temer trabajaba con el secretario de Educación de Ademar y rápidamente ascendió a la procuraduría del Estado de San Pablo, en plena dictadura, cuando estaba vigente el Acto Institucional Nº 5 (AI-5) que otorgaba poderes especiales al presidente y suspendía garantías constitucionales.
Luego de que su familia saliera del Líbano en 1925, su padre Miguel compró una chacra en Tietê, San Pablo, ciudad de 40.000 habitantes ubicada entre Sorocaba y Piracicaba, e instaló una plantación de arroz y café. En la Facultad, a pesar de la influencia de la Revolución Cubana, el exsegundo tesorero del centro de estudiantes Michel Temer siguió la tradición liberal.
El vicepresidente ocupó el cargo de funcionario de alto escalafón en el Estado de San Pablo, cuando el gobernador era el propio Ademar Perreira Barros entre 1963-1966, durante la implantación del golpe civil militar. Después de eso, Michel Temer fue nombrado para el cargo de secretario de Seguridad Pública por Andre Franco Montoro en 1984, durante la transición pactada entre la dictadura y la actual democracia del soborno, estando el cargo hasta 1986. En 1986, fue elegido diputado suplente por el PMDB, asumiendo el puesto en 1987 y permaneciendo en él hasta el término del mandato en 1991.
Luego fue reelegido diputado federal, dejando el cargo a fines de 1992 para reasumir la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de San Pablo, seis días después de la masacre perpetrada por la Policía Militar en la cárcel de Carandiru, en el gobierno de Fleury Filho. En la época, el gobierno paulista informó que 111 personas murieron en el ataque comandado por el coronel de la Policía Militar Ubiratan Guimarães, pero en realidad la cantidad de víctimas fue mucho mayor. El “hábil negociador” Temer fue el hombre llamado a contener el cuestionamiento a la asesina policía luego del escándalo del Carandiru.
Michel Temer apoyó al presidente Fernando Henrique Cardoso. Incluso con el escándalo de compra de votos de aquella época, el actual vicepresidente de la República apoyó la reelección de FHC y con eso fue recompensado con el cargo de presidente de la Cámara de Diputados en 1997 y después en 2001. En 1999, cuando los diputados del PT entraron con un pedido de impeachment contra FHC, Michel Temer fue uno de los que hicieron la defensa del entonces presidente.
Más allá de haber sido nombrado en la operación Lava-Jato, que investiga los escándalos de corrupción en Petrobras, el actual vicepresidente de la República fue nombrado en dos escándalos de corrupción. El primero fue en 2009, cuando su nombre apareció 21 veces en la operación Castelo de Areia (castillo de arena) y después en la operación Caixa de Pandora (caja de Pandora). El primer caso de corrupción en el que estuvo involucrado fue una operación que investigó el lavado de dinero que involucraba el grupo Camargo Corrêa y el segundo fue una investigación sobre el mensalão (pago de coimas mensuales) del partido DEM.
Más allá de estos dos escándalos de corrupción, Michel Temer fue blanco de investigación por el Supremo Tribunal Federal sobre corrupción y pago de coimas en el puerto de Santos en 2011. Según el diario A Folha de S. Paulo, el STF en la época investigó una red de corrupción activa y pasiva alrededor de contratos administrativos por la Codesp. En ese entonces, Michel Temer fue investigado por haber recibido 614.000 reales para facilitar el contrato de explotación de la empresa Libra do Porto.

De los bastidores a agente de un agresivo plan de ataques

Como hemos denunciado, el vicepresidente Temer prepara el proyecto llamado "Puente hacia el futuro" que tiene como propuesta la desindexación del salario y beneficios que hará que los trabajadores pierdan ingresos ante la inflación, cambio en las leyes laborales como el Acuerdo Colectivo Especial (ACE), en el que lo negociado prevalece sobre lo legislado, la liberación del comercio exterior, recorte en los gastos primarios y la reforma laboral que facilitaría despidos y degradaría los derechos laborales por la tercerización.
La salida que Michel Temer puede ofrecer a la actual crisis económica capitalista es de ajustes contra los trabajadores y demás sectores populares de la sociedad, pero también acuerdos espurios con diversos representantes de los sectores de la burguesía que no están contentos con el actual gobierno para ofrecer cargos de importancia y mejor ubicación para que todos salgan lucrando con los ataques que vendrán.
Temer, al revés del cambio que algunos embriagados por los medios y por la oposición desean con el impeachment, es en realidad el anticuario de un expert en las entrañas de un régimen movido no solo por ataques a los trabajadores sino tambipen por regateos y sobornos operados por habilidosos políticos de bastidores entre los que él se destaca.

Guilherme de Almeida Soares

En el cumpleaños de Lenin: Utopía y práctica política en “El Estado y la Revolución”





Los conjuntos orgánicos de ideas y los movimientos políticos organizados que pretenden la realización de cambios sociales de envergadura están obligados a articular sus visiones más generales de objetivos supremos y trascendentes con las estrategias y tácticas que rijan sus actuaciones concretas en las más diversas situaciones y fases que involucren a sus prácticas. Las razones son obvias.
Por una parte, sus ideas no constituyen ejercicios intelectuales desentendidos de las incidencias, los intereses y las pasiones de las vidas humanas y de las sociedades, y sus movimientos no son órganos sociales de existencia circunstancial o esporádica, formados para ejercer presión, negociar o amotinarse respecto a cuestiones concretas o coyunturas, sin aspirar a derrocar al orden vigente y sustituirlo por otro nuevo. Por otra parte, deben romper la tendencia de sus propios miembros y simpatizantes a no avanzar mucho más allá de la reproducción habitual de la vida social, y deben prefigurar en medida apreciable un mundo y una vida nuevos que puedan ser atractivos y lleguen a ser sentidos y pensados, en grados altos.
Por consiguiente, los bolcheviques debieron también cumplir con esos requisitos. Su origen estuvo en la pertenencia a las corrientes europeas opuestas al capitalismo y asumieron la identidad de los trabajadores del sistema capitalista como base social de su organización política. Aquellas corrientes tenían una larga historia de manejo de ideas acerca de la sociedad, vinculada íntimamente con el conjunto del pensamiento social europeo que llamamos moderno. Esas corrientes le daban gran importancia al papel de los fundamentos intelectuales como una guía necesaria cuando se quieren poner en práctica los ideales con efectividad. En realidad, estaban demasiado influidos por los principios de la comunidad intelectual europea en cuanto al análisis, las concepciones y los temas de debate acerca de las sociedades, y por las revoluciones contra el antiguo régimen en cuanto a sus prácticas. Veían la relación entre teoría y práctica de manera simple, reducida a pensar acertadamente y obrar en consecuencia. Sus actos intelectuales estaban regidos o animados por las ideas de perfectibilidad y de racionalidad respecto al orden existente, más que por las de conflicto antagónico y subversión completa del sistema, que deben ser inherentes a una actitud comunista.
El marxismo era la concepción que obraba como base y como aparente unificadora de numerosas organizaciones opuestas al capitalismo europeo creadas a partir de los años setenta del siglo XIX. En ellas, todos se referían al fundador, Carlos Marx, como guía superior del pensamiento y de la actuación. Pero al constituir y desarrollar su práctica política, habían subordinado sus ideas a un canon ideológico principal del conocimiento dentro del sistema de dominación europeo, el cientificismo, y le atribuyeron al marxismo un carácter científico. Creían que eso le otorgaba infalibilidad a sus axiomas y acierto a sus estrategias, y aunque eso no era cierto, fortalecía la confianza de los seguidores en sus organizaciones. Es natural que asumieran también otra base principal ideal del sistema capitalista, el evolucionismo.
El contenido de la teoría, las tesis fundamentales y la propuesta de Marx tenían un ámbito universal, y el presupuesto universal era central en su comprensión de las relaciones e instituciones esenciales del capitalismo, su expansión a escala planetaria, la contradicción antagónica que se desarrollaría, las características principales de la conciencia y la organización de clase proletarias y la revolución proletaria mundial que ellas debían desencadenar. Si se quiere conocer bien el marxismo de Marx y su trascendencia, es imprescindible manejar esto, que aquí tengo que limitarme a mencionar.
Pero las prácticas políticas marxistas fueron cada vez más particulares, y se sujetaron al nacionalismo y los Estados nacionales, lo que conllevó un alejamiento de los ideales originarios del socialismo europeo. Organizados en partidos legales y en federaciones sindicales, la mayoría abandonó los principios revolucionarios, se subordinó al dominio de la burguesía y sus Estados, practicó el reformismo y fue cómplice del colonialismo europeo. El marxismo fue despojado de su esencia y expuesto en formas políticamente correctas. Unos entendían la teoría marxista como fundamento ideal del reformismo y la convertían en un corolario perfeccionista de la cultura y la sociedad capitalistas; otros simplemente la usaban como unificador ideológico de sus actuaciones inmediatas políticas y sociales. Suprimido el enfrentamiento, el constitucionalismo socialista estaba en desventaja respecto al nuevo constitucionalismo liberal.
La base de las ideas y los movimientos socialistas había estado en las resistencias y las rebeldías de gente del pueblo, explotadas o excluidas, que aprendieron en la terrible escuela de la modernidad que la esperanza no estaba en el pasado, sino en el futuro. A lo largo del siglo XIX aspiraron a acabar con la propiedad privada, la opresión estatal, la religión como opio para el pueblo, el desvalimiento y la ignorancia, y a construir un socialismo de autoadministración comunal, soberanía local, feminismo, acción democrática popular, federaciones y sufragismo. Los socialdemócratas renegaron de la utopía, y dejaron en pie solamente frases y rituales vacíos. Hasta 1917, sentirse socialista en Europa se limitaba a practicar el activismo sindical y algunas actividades políticas, movilizarse por “demandas inmediatas” y mejoras en la calidad de la vida –por ejemplo, el urbanismo de la época aportó el barrio obrero–, y buscar satisfacciones desde la pertenencia a un ideal organizado. O admirar al socialismo como ideal de los trabajadores y los pobres, acicate para adquirir educación y algún ascenso social, y creencia que aseguraba que el progreso llevaría a un mundo futuro sin capitalismo.
El joven Ulianov se unió a la corriente marxista rusa seguidora de la formulación universalizante de Marx, que postulaba que el país estaba desarrollando el capitalismo y la contradicción fundamental pronto sería la de la clase obrera contra la burguesía, pese al predominio evidente del campesinado en el país. Sin dudas, Ulianov tuvo que valerse del paradigma marxiano frente al legado revolucionario tremendo de su hermano Alejandro, que caló en él tan profundamente, y frente al mundo que vivía, el de la cultura rusa. Después de doce años de activismo, militancia, prisión y destierro, al salir de Siberia en 1900 era un gran conocedor de la teoría de Marx y tenía alguna relevancia, como autor de un libro de título expresivo: El desarrollo del capitalismo en Rusia. Pero fue su práctica política la que lo impulsó a criticar tanto al populismo como a las variantes legal y economista dentro del marxismo ruso. Y a inventar una forma nueva de paso de la propaganda a la agitación revolucionaria: Iskra, un periódico organizador de células clandestinas y orientador ideológico proletario.
El aporte decisivo de Lenin respecto a la teoría de Marx en esa etapa no fue desarrollarla, sino interpretarla en un sentido revolucionario. Es cierto que la fase capitalista es inevitable, pensaba, pero hay que introducir en la clase proletaria que crece la conciencia y la organización que los comience a capacitar, desde el inicio, para llegar a derrocar al capitalismo, no a convertirse en su ayudante de izquierda. Rusia tiene un régimen autocrático y un retraso enorme en su sistema capitalista; de acuerdo, pero el movimiento revolucionario debe llegar a ser dirigido por la organización proletaria, aunque la revolución que triunfe tenga que realizar todavía las tareas del desarrollo capitalista. Para resolver tales paradojas no se puede depender de las llamadas leyes objetivas, hay que crear órganos que las enfrenten y las subviertan. Ese es el sentido último del partido bolchevique: convertir lo imposible en posible y hacerlo realidad, forzar la realidad y obligarla a parir hechos, conductas y visiones revolucionarias de verdadera liberación humana y social.
Desde su origen, el partido revolucionario de Lenin encarnó la unión entre la utopía del socialismo liberador y las tareas más inmediatas, entre la determinación personal del militante que enfrenta eterno trabajo, riesgos y sacrificios a partir de los grandes ideales, y la organización y la disciplina que sirven como vehículos para que esa determinación del individuo y esos ideales del colectivo sean eficaces. Una revolucionaria de la talla de Rosa Luxemburgo hizo aportes al advertirle a Lenin los riesgos implícitos en aquel modo de ser y operar, pero aquella organización que él creó no tiene nada que ver con el partido en que degeneró, instrumento político y de mando de una nueva dominación de grupos erigida en nombre del socialismo, con un sistema ideológico basado en imposiciones y obediencia. Un joven clandestino georgiano de escasa instrucción escribió en diciembre de 1901, feliz en su fervor por el nuevo partido que le permitirá pelear con organización y conciencia: “Solo un gran objetivo puede engendrar una gran energía”.
Lenin reiteraba la necesidad de una vinculación íntima entre la política y la teoría. Pero no fue en esas declaraciones donde estuvo su acierto, sino en haberse convertido en un maestro permanente de la práctica política, que velaba por las personas, los detalles, la estrategia y la táctica y lo esencial de cada coyuntura, y que analizaba siempre las situaciones concretas, sin perder jamás de vista al movimiento en su conjunto y sus objetivos mediatos y trascendentes, y sin ceder jamás en las cuestiones de principios y en los ideales revolucionarios.
No he encontrado mejor elogio de aquella falange revolucionaria que un tributo de profesional que le hace un enemigo, este fragmento de un informe interno de la policía zarista: “Los elementos, las organizaciones y los hombres que rodean a Lenin son los más enérgicos, los más audaces y los más capacitados para la lucha sin desmayo, la resistencia y la organización permanentes”.
Quince años median entre ¿Qué hacer? y 1917, y no pueden entenderse la obra ni la vida de Lenin en ese lapso si se las estudia separadas. Permítanme recordar un intento modesto, pero lúcido: el seminario “El pensamiento de Lenin y las revoluciones”, que celebramos en el Departamento de Filosofía de la calle K hace casi medio siglo. Todas las semanas durante dos años discutimos los materiales que estudiábamos y nuestros criterios, los escritos y los actos de Lenin, pero también escritos y actos de los demás implicados en la historia de Rusia del primer cuarto del siglo XX; las ideas y las pasiones, los conflictos, los intereses, los ideales, los grupos, al mismo tiempo que los acontecimientos, los procesos y las etapas discernibles.
El bolchevismo no tuvo parte en la caída del zarismo, pero su líder marchó raudo a Rusia, a tratar de enseñarle algo a la Revolución. Ayer comentamos el modo tan radicalmente revolucionario como Lenin unió la práctica política y la teoría en sus Tesis de Abril, un verdadero escándalo para los cuadros bolcheviques que no lograban quitarse la camisa sucia de la socialdemocracia. Y a lo largo del taller hemos venido presentando y debatiendo al Lenin de aquel año diecisiete. Vimos al líder entregado como nunca antes a las urgencias de la práctica política revolucionaria. Entonces, me pregunto: ¿por qué escribe, oculto en Finlandia, El Estado y la Revolución?, ¿qué pretendió con aquel ensayo inconcluso?, ¿qué lugar quería que tuviera respecto a la quemante práctica política del momento? ¿Por qué, en esta precisa circunstancia, rescatar en detalle la teoría del Estado de Marx, ponerla en el centro de la polémica y defender su carácter revolucionario comunista? ¿Es que Lenin desconfiaba de un exceso inmediatista? ¿Para qué abordar el programa máximo cuando dentro de su propia dirección le están reprochando que su política es aventurerista? ¿Les sube la parada? ¿O es mucho más que eso?
Dejo esas preguntas como un insumo más para debates, porque mi tiempo pronto se acabará. Y me conformo con un breve comentario acerca de una de las aproximaciones que se pueden hacer a esta obra.
El prefacio brevísimo de El Estado y la revolución comienza afirmando que “la guerra imperialista ha acelerado y agudizado… el proceso de transformación del capitalismo monopolista en capitalismo monopolista de Estado”. Pero en la situación creada, añade, “se gesta, a todas luces, la revolución proletaria internacional”. La actualidad, en sentido histórico, ligará ambos términos y, por consiguiente, es vital plantearse qué hará la revolución proletaria con el Estado, para que su poder sea realmente proletario anticapitalista –Lenin reitera que la cuestión del poder es la central en la política–, y para que el proceso liberador avance realmente hacia el logro de sus fines últimos.
Igual que Bolívar, Martí o Fidel, Lenin pudo parecerles un iluso a sus contemporáneos, y puede parecerle ilógico o chocante al que hoy se queda en la superficie al leerlo, cuando, encontrándose en condiciones sumamente desventajosas, planteaba los rasgos y los problemas del gran escenario futuro, y aseguraba así que ese tiempo vendría. En realidad, este libro es un ejemplo señero de la unión entre la utopía y las tareas más inmediatas, entre la política y la teoría, y del valor y la procedencia prácticos y teóricos que ella posee. Me recuerda al Carlos Marx de 1875, de la Crítica del Programa de Gotha, apenas al inicio del largo camino de la socialdemocracia, advirtiéndoles a los marxistas que de ahora en adelante su enemigo principal será la república democrática capitalista, y dejándoles un esbozo singular del proceso que podría llevar a la humanidad hacia el comunismo.
Tendremos que vérnosla con el Estado, les dice Lenin a sus compañeros y a los que vendrán, cuando el poder parece algo muy lejano: el Estado de la nueva era, la era del imperialismo y las revoluciones socialistas. Con el Estado nos veremos y sin el poder sobre él no sobreviviremos; pero tendremos que aprender a usarlo como instrumento de liberación o naufragaremos en él; desde el inicio ya el Estado no podrá ser lo que fue, o al final formará parte de la liquidación de la revolución.
Casi cincuenta años después, Ernesto Che Guevara, oculto en Praga, volverá a estudiar y anotará El Estado y la Revolución. Está entregado a la misión que ha asumido respecto a la necesidad urgente de hacer la crítica y emprender el desarrollo de la teoría revolucionaria, al mismo tiempo que, con el arma en la mano, intenta impulsar la revolución en el mundo para ayudar a forzar la situación a favor del campo popular y de la causa cubana. Che había publicado su síntesis de la utopía y la práctica política, su manifiesto comunista, El socialismo y el hombre en Cuba, veinte días antes de partir. Al fin se han puesto al alcance de todos estos apuntes suyos, hace cuatro años. Invito a tener en cuenta el tema que estoy abordando al leerles el comentario final que hizo el Che a aquella lectura suya:
Este libro es como una Biblia de bolsillo para los revolucionarios. La última y más importante obra teórica de Lenin donde aparece el revolucionario integral y ortodoxo. Algunas de las recetas marxistas no las pudo cumplir en su país y debió hacer concesiones que todavía hoy pesan sobre la URSS. Pero los tiempos no estaban para experimentar a largo plazo: había que dar de comer a un pueblo y organizar la defensa contra posibles ataques. Frente a la realidad de hoy, El Estado y la Revolución es la fuente teórico-práctica más clara y fecunda de la literatura marxista.
Lenin y el bolchevismo triunfante, realmente subversivos y creadores, inauguraron la recuperación del legado político y teórico de Marx, la etapa del apogeo del comunismo dentro del movimiento y las ideas anticapitalistas y de liberación humana y social, y la primera ola de revoluciones socialistas del siglo XX. Considerados en su conjunto, los movimientos revolucionarios socialistas y de liberación nacional del siglo pasado ampliaron a escala mundial y desplegaron a fondo los modos singulares de asumir y utilizar la teoría revolucionaria marxiana y, en muchos casos, el conjunto resultante de ella y del complejo de ideas y experiencias del marxismo bolchevique. Pero para realmente ser, pensar y actuar como revolucionarios, sus puntos de partida y sus elementos fundamentales tuvieron que ser los de la propia cultura, sus modos de sentir y entender y la actuación autónoma de cada uno. Desde perspectivas que ya no eran la de Marx ni la de los marxistas europeos del medio siglo que siguió a su muerte, los revolucionarios combinaron la práctica política y la teoría.
La desastrosa fase final del siglo XX incluyó un retroceso general de las luchas de clases y de liberación nacional anticapitalistas, y una conservatización de la política y de aspectos de la vida cotidiana, entre otras pérdidas importantes. Pero no pudo borrar todo lo avanzado por la humanidad. En lo que va de este siglo, en América Latina se ha seguido manteniendo la Cuba socialista, como realidad concretada, factor influyente y ejemplo, y en buena parte del continente se ha desarrollado la autonomización de países respecto al control de Estados Unidos, procesos políticos con grandes avances en cuanto a promoción de los intereses de las mayorías y su participación política –en algunos casos francamente revolucionarios–, y un amplio movimiento de coordinaciones estatales que busca avanzar hacia integraciones económicas y políticas. Ha aumentado el papel de los Estados en la región. Pero hoy está en marcha una gran contraofensiva de Estados Unidos y sectores burgueses de América Latina, que pretende derrotar y desmontar esos procesos y restablecer el dominio completo del imperialismo y el capitalismo.
En un plano más general y más funesto, el imperialismo apela a los inmensos recursos y las múltiples maneras de actuar de su sistema –desde las finanzas hasta los bombardeos– para imponerse a escala planetaria. El arma privilegiada entre tantas es el dominio cultural, dirigido a obtener el consenso de las mayorías, sometidas a sistemas de idiotización en sus consumos, informaciones, necesidades y deseos. Se aspira a desaparecer el futuro y el pasado, reducir a todos a un mezquino y eterno presente, anular los potenciales de resistencia y de rebeldía y controlar férreamente la vida cotidiana y la vida ciudadana. Un corolario de ese sistema es la exclusión de la utopía. Los medios no deben aludir a ella, y ningún político serio la menciona. Se supone que la práctica política debe limitarse a una ingeniería de la gobernabilidad, el facilitamiento de un curso económico determinado mediante las políticas económicas que correspondan, el funcionamiento de estructuras administrativas y más o menos estado de derecho, el aparato tradicional de poderes del Estado –muy disminuido en la práctica– y sistemas electorales llenos de eventos periódicos, publicidad, corrupción, promesas, recambios, pactos, pugnas y otros detalles.
La pérdida del horizonte utópico sería letal para el campo popular y tendría consecuencias funestas, tanto para el pensamiento como para la práctica política. Renunciar a la política de los hechos, lúcida, creadora, valiente y atractiva, para cumplir con los requisitos del orden burgués y parecerles respetable a los que nunca han respetado a los pueblos ni a las personas dóciles, es suicida. En nuestro continente, el enfrentamiento práctico y decidido hasta derrotar a los enemigos es lo fundamental, y ningún tipo de actuación debe ser excluido para lograrlo. Pero también será indispensable un salto hacia adelante en el terreno de las ideas. La acumulación cultural de experiencias, conciencia, valores y pensamiento estructurado que tiene el campo revolucionario es enorme, pero hoy es muy poco conocida, y muchos ni siquiera saben que existe. Habrá que recuperar y divulgar, compartir y discutir, y será imprescindible crear, como tuvieron que hacerlo los de las generaciones anteriores.
Lenin nos invita a volver a escribir El Estado y la Revolución. Sería un homenaje digno del centenario de Octubre, un tributo grande y útil. Aquí está Lenin, con su vieja gorra, que en la victoria o en la peor situación no cesa de pensar y pelear, continúa señalando el camino e iluminando el futuro.

Fernando Martínez Heredia

[1] Intervención en el Taller “Lenin: de las Tesis de Abril a El Estado y la Revolución”, Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, 21 de abril de 2016.