sábado, 30 de noviembre de 2013

Sólo el pueblo hondureño tiene la última palabra




Las tensiones se incrementan por minutos ante la incertidumbre. Radio Globo es acallada sistemáticamente

En el marco de la tiranía cívico-militar hondureña, el más que probable fraude electoral del pasado 24 de noviembre que dio por ganador -con cuentas parciales e irregularidades de todo tipo- al representante de la oligarquía de ese país centroamericano y de los intereses norteamericanos, el 28 de noviembre, antes de las 06.00 hrs. fueron bloqueadas las transmisiones por antena y por Internet de la única radio democrática que quedaba en el golpeado territorio de Morazán, Radio Globo. Al menos, por Internet, lograron volver a transmitir después de aproximadamente una hora.
Mientras el partido genuinamente triunfador, Libertad y Refundación, LIBRE, todavía analiza voto a voto los escrutinios violentados por la dictadura mediante artificios tanto sofisticados, como tradicionalmente vulgares, los jóvenes estudiantes, indígenas y campesinos de la Resistencia ya salen a las calles a denunciar la estafa electoral, vaticinada por diversos analistas.
El silenciamiento forzoso de Radio Globo, único medio de comunicación de alto impacto, simplemente expresa el ínfimo derecho a la libertad de expresión que sobrevive en Honduras momentáneamente debido a que los comicios presidenciales y parlamentarios contaron con la reciente asistencia de más de mil observadores internacionales que ratificaron los delitos electorales cometidos por el partido oficialista, y aún se mantiene la atención de gran parte del mundo sobre el curso de los acontecimientos.
El 28 de noviembre, primero los locutores y comunicadores en la madrugada hondureña de la emisora Globo acusaron la caída de la señal propia de una radio del dial legal para luego, a los pocos minutos, desaparecer de Internet y su comunicación en línea. Sólo retornarían a escucharse alrededor de una hora después.
Agudos, críticos, inteligentes y amantes de su pueblo, los trabajadores y trabajadoras de Radio Globo han denunciado valientemente la represión de la dictadura oligárquica titiriteada por los intereses del Pentágono por la relevancia geoestratégica de Honduras en la Península de Yucatán. De hecho, el territorio hondureño ha sido usado y abusado militarmente por el Estado norteamericano como plataforma y retaguardia durante la Revolución Nicaragüense, y las guerras populares tanto en El Salvador, como en Guatemala. La tradición heroicamente antiimperialista de una región víctima del saqueo y el crimen contra sus pueblos, tensiona aún más la situación de inestabilidad y potencial ingobernabilidad de Honduras de no reconocerse el triunfo electoral de la amplia oposición democrática policlasista.
Por otra parte, intentando ganar tiempo para normalizar y convencer a los hondureños y a la comunidad internacional de la cuestionadas y no informadas aún cifras finales de las elecciones del pasado 24 de noviembre, el Tribunal Supremo Electoral -órgano de la tiranía- emplea argumentos insostenibles, como "la mala vista de los digitadores" para contar los votos.
Durante la jornada electoral, el oficialista Partido Nacional canjeó papeletas de votación por bolsas de comida, ropa y hasta tarjetas de crédito, entre otras aberraciones. Así y todo, con la militarización del país y los asesinados por la dictadura, el pueblo hondureño sufragó masivamente por Libertad y Refundación. En Honduras, la mitad de la población es campesina y el 70 % de la población está bajo la línea de la pobreza según estándares internacionales.
LIBRE, hasta ahora, ha obrado con gran cautela y no ha llamado convincentemente al pueblo democrático a salir a las calles. Se ha limitado a concentrarse en contar los votos y manifestar que oficializará su posición el viernes 29 de noviembre. Por el momento. Quien suscribe este artículo, teme que LIBRE se distraiga en aspectos técnicos y no políticos para enfrentar esta hora crucial. Resultaría un saludo a la bandera de consecuencias altamente inciertas, que LIBRE se contentara con quedar como segunda fuerza electoral, entre los dinosáuricos partidos Nacional y Liberal. Cuando el pueblo dispuesto a luchar por oponerse a un fraude ejecutado bajo luz de mediodía observa las vacilaciones de su conducción política coyuntural puede desorientarse por un momento, pero luego, más temprano que tarde, busca y logra su recomposición a través de nuevas conducciones políticas liberadoras.
La legitimación de un fraude electoral de talla mayor y, por tanto, de una falsa democracia y auténtica tiranía remozada, arriesga la propia unidad interna de LIBRE. No es abstracto ni ideológico que la lucha de clases también se reproduce al interior de instrumentos político electorales de inspiración democratista. El objetivo comprometido es el poder y las transformaciones que demandan los oprimidos. Si ello se relativiza, el riesgo de la unidad necesaria para encarar una dictadura simplemente, peligra.
Por minuto se incrementa la crisis política y multidimensional hondureña. Su pueblo, como históricamente está probado, tiene la última palabra.

Andrés Figueroa Cornejo

Arabia Saudita: Un campo de concentración para los trabajadores inmigrantes




A la luz de los recientes disturbios de trabajadores inmigrantes en Arabia Saudita y el anuncio de las autoridades de la expulsión de miles de ellos a sus países de origen, publicamos este artículo en castellano, escrito originalmente en ingles el pasado mes de abril, y que explica las condiciones de los trabajadores inmigrantes del país.
"La familia real y sus amos imperialistas están aterrorizados de una explosión revolucionaria. Sus acciones desesperadas muestran que incluso la opresión más salvaje es incapaz de mantener a la sociedad bajo su control. Están volviéndose más brutales en sus intentos de de extender su dominio y cada reforma conduce a una opresión más despiadada. Por otra parte, lenta pero seguramente los trabajadores y la juventud sauditas están escapando de este miedo. Los movimientos que se están sucediendo en todo el mundo están inspirándoles. Los trabajadores y la juventud sauditas entrarán seguramente en la arena de la historia para derribar la brutal tiraría de la familia real."
El Reino de Arabia Saudita, uno de los principales aliados de EEUU en Oriente Medio, explota brutalmente a sus trabajadores inmigrantes. El régimen de visados mantiene a los trabajadores en un estado de dependencia permanente con sus contratantes, y los abusos son comunes. En el otro extremo del espectro se encuentran los miembros de la familia real, incluyendo al rey, los cuales poseen una riqueza valorada en miles de millones de dólares que los coloca entre las personas más ricas del mundo. Esta contradicción tiene implicaciones revolucionarias.
El 10 de febrero de 2013 nos enteramos de la difícil situación de setecientos trabajadores paquistaníes, varados en Arabia Saudí durante un año, cuando uno de ellos murió en un accidente de trabajo. Un año antes, la empresa de construcción turca (MAPA) había emitido visados a setecientos trabajadores paquistaníes. Al llegar a Arabia Saudita se dieron cuenta de que tanto los visados como los contratos de empleo firmados eran falsos. Los trabajadores estaban furiosos con la compañía, pero debido a las leyes pro-capitalistas de Arabia Saudita tenían que vivir como prisioneros en los campamentos de la empresa durante un año.
Según la ley saudí, los trabajadores solamente pueden trabajar para la empresa que ha emitido el visado, a no ser que adquieran una nueva visa que les cuesta miles de dólares y los obliga a abandonar el país para volver a entrar con la nueva visa. Después de sufrir el fraude de miles de dólares por los visados de la empresa MAPA, los trabajadores esperaban justicia de las autoridades saudíes desde hacía un año. A pesar de las docenas de instancias presentadas contra la empresa en los Tribunales de Justicia, las autoridades saudíes no tomaron previo aviso. Fue sólo después de la muerte de uno de los trabajadores que quedó expuesta la actividad fraudulenta. Posteriormente, los funcionarios saudíes intervinieron y procesaron a los funcionarios de la empresa involucrados en el fraude y liberaron a los trabajadores de los campos de trabajo. A los trabajadores se les permitió encontrar un trabajo en otro lugar o volver a casa y los visados falsos fueron declarados legales.

Explotación

Esto es sólo la punta del iceberg. El sufrimiento de los trabajadores inmigrantes en el calor abrasador del Desierto Arábigo es mucho peor. Los medios de comunicación imperialistas practican un silencio criminal acerca de la barbarie del régimen reaccionario de Arabia Saudita. Este país es el mayor productor y exportador mundial de petróleo; se estima que posee entre el 17% y el 20% de todas las reservas de crudo conocidas. La industria del crudo aporta el 80% de los ingresos presupuestarios, el 45% del PIB y el 90% de los ingresos por exportación en Arabia Saudita. Los inmigrantes constituyen entre el 60% y el 67% del conjunto de la fuerza laboral y esa cifra se eleva al 90-95% en el sector privado. La mayoría de los trabajadores extranjeros son originarios de Pakistán, Bangladesh y la India (1,5 millones de cada país) así como de Egipto, Sudán y Filipinas (1 millón de cada país). Hay también cientos de miles de trabajadores inmigrantes ilegales procedentes de Yemen y muchos otros países.
Según la ley laboral de 1969, la emisión de visas a trabajadores extranjeros solamente se efectúa a través de un patrocinador que debe ser ciudadano saudí, que proporciona a los inmigrantes una garantía – al ciudadano saudí se le llama Kafeel en árabe. En otras palabras, el gobierno saudí no desempeña ningún papel en la expedición de visados y, por lo tanto, no asume ninguna responsabilidad ante los trabajadores. Como dijera una vez un ministro de Trabajo saudí: "No hay trabajadores extranjeros en nuestro país. Tenemos trabajadores contratados". Debido a esta ley, el gobierno se muestra indiferente a las negligencias respecto a las atrocidades cometidas por los kafeel; el negocio de compra y venta de estas visas es muy lucrativo, con él los agentes de viajes saudíes sacan millones. Hay más de 10 millones de trabajadores extranjeros en Arabia Saudí trabajando con visados emitidos por grandes empresas. Hay también quienes trabajan en pequeñas y medianas empresas y talleres, así como trabajadores con visados independientes. Hay otro sector brutalmente explotado de trabajadores, que está compuesto por sirvientes domésticos. La mayoría de las empleadas domésticas son de Indonesia, Filipinas, Sri Lanka y Bangladesh. Estas mujeres permanecen encarceladas en las casas de sus amos durante años ya que, por ley, para que una mujer pueda salir (en público) tiene que ir acompañada por un pariente masculino. El abuso físico y sexual contra ellas es una conducta común, pero según las leyes de la Sharia, una mujer necesita cuatro mujeres o dos hombres testigos para probar abuso sexual. ¿Cómo pueden encontrar estas mujeres oprimidas dichos testigos? Para las mujeres trabajadoras Arabia Saudita es un horror sin fin.

Visados abiertos

A un gran número de trabajadores se les han concedido visados abiertos para trabajar en pequeñas empresas. Pero la ley no permite visados abiertos sin un patrocinador saudí (kafeel) o una empresa. Es una invención con la que los saudíes sacan millones del negocio de los visados. Por supuesto, los propios trabajadores extranjeros están contentos con el arreglo porque pueden darse el lujo de encontrar trabajo por su cuenta en lugar de depender de un patrocinador. Los saudíes que participan en esta práctica utilizan la ley solicitando visas sobre la base de la propiedad de una empresa que existe sólo en el papel. Estas visas se venden luego por unos 12.000-20.000 riales, junto con un acuerdo que estipula que, cuando el trabajador encuentre un trabajo, el patrocinador saudí emitirá un permiso para que el trabajador pueda obtener su Aqama (Permiso de residencia) y un Permiso de trabajo con los detalles de su nuevo empleo. El trabajador tiene que pagar, en todo caso, unos 2.000-4.000 riales al patrocinador para que mantenga su parte del trato.
Conforme a la ley, un trabajador no puede cambiar de kafeel o de empresa patrocinadora a no ser que compre una nueva visa. A pesar de esto, el negocio de emisión y transferencia de visas abiertas crece y se expande. Recientemente, el gobierno saudí ha estado aplicando fervientemente esta ley por la que se impide a los trabajadores que trabajen para alguien que no sea su kafeel y se están tomando medidas contra los trabajadores que no cumplen esta ley, incluyendo la deportación. La ley saudí obliga al trabajador extranjero a obtener un Permiso de residencia (Aqama) y un Permiso de trabajo a su llegada a Arabia Saudita - esto es responsabilidad de la empresa patrocinadora o kafeel . Los permisos pueden renovarse anualmente previo pago de una cuota, que ascendía a unos 701 riales pero recientemente ha sido elevada a 2400. Incapaces de cubrir estos costos adicionales, algunas pequeñas y medianas empresas se han negado a renovar los permisos a sus trabajadores y, como resultado, miles de trabajadores se han visto en la ilegalidad por no tener permiso de residencia y han sido deportados. Las grandes empresas están haciendo pagar a los propios trabajadores este incremento, ya sea parcial o totalmente.
El gobierno también ha comenzado a aplicar otra ley que estipula que todas las grandes empresas privadas tienen que asegurar que al menos la mitad de sus trabajadores son ciudadanos saudíes, o bien estarán obligados a pagar 200 riales al mes por cada trabajador extranjero adicional. El gobierno ha dividido las empresas en categorías. Las empresas verdes son aquellas que cumplen con estas condiciones y las empresas rojas son las que no. Las visas de quienes trabajan en empresas rojas no se están renovando. Se estima que existen unas 250.000 empresas y negocios en esa situación, el número de trabajadores que se ven afectados por esta ley es astronómico. Hay un tercer tipo, las empresas amarillas, que están obligadas a no contratar a trabajadores extranjeros por más de seis años con las visas de aquellos que han trabajado durante más de seis años y que tampoco no han sido renovadas.

División de clases

Sobre la base de la enorme riqueza petrolífera del país y la cruel explotación de los trabajadores inmigrantes, a los saudíes nativos se les había convencido de que habían nacido para vivir una vida de lujo. Pero en las últimas tres o cuatro décadas, el aumento de la población y de la familia real, así como el saqueo del Estado han cambiado la situación. La familia real saudí y sus amos imperialistas se han visto sacudidos por la crisis mundial de 2008 y la Revolución Árabe. El régimen saudí está aterrorizado por el derrocamiento de los gobiernos de Egipto y Túnez. Como resultado, el ejército aplastó brutalmente el movimiento de los trabajadores en la provincia oriental de Qatif, cercana a Bahrein y jugó un papel importante, también, al apoyar la división sectaria para sabotear el movimiento en Siria. Aunque Arabia Saudita se vio afectada por la ola de la revolución árabe, no se ha visto un movimiento de masas dentro del país. Pero los gobernantes han visto su futuro en las calles de el Cairo. El plan de reformas que empezó en 2003 y cuyo plazo para ser finalizado estaba previsto para 2013, se está aplicando apresuradamente y creando aún más problemas. De hecho, hay una brecha obscena de riqueza en la sociedad saudí, por un lado, un puñado de individuos muy ricos procedentes de la familia real y, por el otro, una masa de gente que se ve privada de sus necesidades básicas. Oficialmente, el desempleo es del 12% y el desempleo juvenil del 32%. El viceministro de Trabajo, Dr. Abdul Wahid Bin Khalid, en declaraciones al periódico El Observador, en junio de 2011, dijo: "Necesitamos crear 6,5 millones de nuevos empleos. A la gente no le gusta el trabajo que tenemos por el momento".
Dos tercios de la población es menor de 30 años; tres cuartas partes de los desempleados tienen alrededor de 20 años. Compárese esto con la obscena riqueza de la familia real. Se estima que la riqueza petrolera es compartida por 15.000 parásitos de la familia real pero unos 2.000 tienen la mayor parte del botín. Por ejemplo, el príncipe Walid bin Talal ocupó este año el número 26 en la lista de Forbes de las personas más ricas del mundo, con activos valorados en unos 20 mil millones de dólares. En realidad, el príncipe se quejó de que la revista había subestimado su riqueza y dijo que el valor real de sus activos asciende a 29,6 mil millones de dólares colocándose entre las diez personas más ricas del mundo. Esto demuestra el saqueo de la economía saudí por parte de la familia real. Del mismo modo, el actual rey Abdullah posee 17 mil millones de dólares; es el tercer rey más rico del mundo. Un economista saudí, que trabajó en el Ministerio de Finanzas y quiso guardar su anonimato, declaró al The New York Times que no se sabía cuánto dinero recibe la familia real de los ingresos petroleros. Todo lo que se sabe es la cantidad asignada en los Presupuestos. Tampoco se sabe cuánto recibe la Compañía Árabe de Petróleo Americana (ARAMCO). Un cable enviado desde la Embajada norteamericana en Riad, en 1996, publicado por Wikileaks, dejaba en evidencia el comportamiento de la familia real. "la gama de salarios de 270.000 dólares al mes los más altos hasta 800 dólares al mes para el más humilde miembro de la rama más alejada de la familia. La Embajada de Estados Unidos estimó que estos salarios consumían unos 2 mil millones de dólares anuales del presupuesto del gobierno de 40 mil millones ... Cinco o seis príncipes controlan los ingresos procedentes de 1 millón de barriles de producción de crudo al día de una producción total de 8 millones de barriles diarios. Otro método por el cual algunos príncipes saudíes obtienen dinero es a través de préstamos a los bancos que no devuelven... Un pequeño grupo de los grandes príncipes se enriquecen mediante el control de varios millones de dólares en gastos anuales para programas “fuera del presupuesto"... Los príncipes utilizan también su influencia para confiscar tierras a los plebeyos, especialmente si se sabe que serán adjudicadas para un próximo proyecto y pueden ser revendidas rápidamente al gobierno para obtener ganancias".
En 1996, el Príncipe Al-Walid bin Talal poseía activos por valor de 13 mil millones de dólares que han crecido ahora hasta alcanzar los 29,6 mil millones. Para doblar su riqueza el príncipe debe haber doblado la tasa con la que saquea el petróleo y otras riquezas de Arabia Saudita. En diciembre de 2011, los periodistas Feroz, Hassam y Khalid fueron encarcelados durante varios días por haber publicado un video de diez minutos sobre la pobreza en el Reino. Según sus realizadores, el 22% de la población de Arabia Saudita se ve obligada a vivir por debajo del umbral de la pobreza y el 70% no posee una casa. Según un informe publicado en la página web “Ahram”, hay 2 millones de desempleados y el desempleo entre las mujeres es del 30%. La crisis económica global, la creciente disparidad de riqueza, el desempleo y las aspiraciones revolucionarias son preocupantes; la familia real saudí, sus amos imperialistas y una sección de la clase dirigente están haciendo una tímida tentativa de llevar a cabo algunas reformas que solamente sirven para intensificar la crisis.

Reformas

Los recientes cambios en la ley y los aumentos en las cuotas por los Permisos son parte de un plan para reducir el número de trabajadores extranjeros y crear empleos para los saudíes, por temor a que el desempleo conduzca a explosiones revolucionarias semejantes a las ocurridas en Túnez y Egipto. Inmediatamente después de la Revolución Árabe, los gobernantes saudíes anunciaron un paquete de reformas de 76 mil millones de dólares. Esto refleja la mentalidad superficial de la clase dirigente que piensa que las revoluciones están, de forma mecánica, vinculadas con la situación económica. Estas medidas no pueden detener los movimientos revolucionarios, sino simplemente explotar a los trabajadores inmigrantes hasta la última gota de sangre al obligarles a trabajar por salarios muy bajos en condiciones inhumanas. Debido a la negativa de los empresarios y kafeel en pequeñas y medianas empresas a pagar el aumento de los honorarios por los Permisos, la mayoría de los trabajadores se convirtieron automáticamente en ilegales ya que los trabajadores ganan muy poco para costeárselo ellos mismos. Esto significa que se verán privados de sus medios de subsistencia. Las restricciones sobre los llamados visados abiertos dejarán a cientos de miles de trabajadores sin empleo. En las empresas donde se contratan a nativos saudíes, los trabajadores extranjeros tendrán que hacer el trabajo de éstos también, ya que los lugareños no trabajan. O si las empresas no cubren la mitad de su plantilla con trabajadores saudíes, se deducirán 200 riales de los salarios de los trabajadores inmigrantes. Esto sólo hará su vida más miserable. Estas leyes son contradictorias y nunca se pueden aplicar plenamente, ya que todas las empresas privadas explotan la mano de obra barata de los trabajadores extranjeros para mantener sus tasas de ganancia.
Los trabajadores inmigrantes en Arabia Saudita no tienen derechos básicos políticos ni democráticos. Los sindicatos son ilegales y en caso de maltrato a los trabajadores sólo pueden escribir una solicitud ante el Tribunal de Justicia. En muchos casos, si una de las partes en un conflicto es un ciudadano saudí, la nacionalidad extranjera del otro es suficiente para declararlo culpable. El sector privado se basa en este tipo de explotación y los saudíes no serán capaces de reemplazar a los 10 millones de trabajadores extranjeros. Es por esto por lo que el 9 de abril, el rey Abdullah aplazó la represión contra los trabajadores inmigrantes durante tres meses. Estos trabajadores tienen que sufrir en silencio los ataques, ya que cualquier protesta conduce inmediatamente a la deportación. La amenaza de perder el trabajo y ser deportados los mantiene trabajando. Por el contrario, las leyes que la familia real ha decretado para los ciudadanos de Arabia Saudita garantizan al menos la supervivencia económica, incluyendo un salario mínimo y otros beneficios. Pero estos beneficios son incompatibles con las ganancias de las empresas que ya han protestado contra el requisito de contratar al 50% de ciudadanos saudíes.

La inclusión de la población local

en la economía fortalecerá el poder político de la clase obrera, que desempeñará el papel decisivo en el movimiento inminente, pero esta ley podría verse modificada, y aun si no es el caso, no se aplicará estrictamente debido a la oposición de los empresarios. Las medidas contra los trabajadores en posesión de los llamados “visados abiertos”, algunos de los cuales trabajan para su kafeel oficial, continuarán durante algún tiempo y cientos de miles de trabajadores serán enviados a sus casas desempleados. Un gran número de trabajadores pasarán a la ilegalidad, bajo la amenaza permanente de ser detenidos en cualquier momento. Por otro lado, la expulsión de gran cantidad de trabajadores ralentizará la actividad económica y el arranque para aplicar estas leyes se desplomará. El resultado será que el negocio de las visas revivirá pero con costos mucho más altos y con una explotación más brutal de los trabajadores. A medida que se agrava la crisis, la confianza de los gobernantes saudíes en este sistema va disminuyendo y, de este modo, van intensificando sus actividades de saqueo. Tendrán cada vez más miedo a una rebelión desde abajo. Esto les hará introducir reformas y medidas imprudentes e irresponsables, incluso de mayor envergadura. Si bien la combinación de reformas y cruel opresión ha impedido una explosión del movimiento hasta el momento, la ira que se acumula en la sociedad saudí no puede contenerse por mucho tiempo. Después del comienzo de la Revolución Árabe, la protesta de las profesoras, de los trabajadores de las telecomunicaciones y numerosos otros incidentes esporádicos expusieron el descontento creciente en la sociedad. Hay muchas facciones dentro de la familia real luchando por una mayor parte del botín. El régimen de la familia real saudí se basa en la explotación capitalista despiadada y el despotismo reaccionario. Para mantener su régimen usan una represión primitiva y bárbara, que se asemeja a la de la esclavitud y lo cubren todo bajo la santidad de las leyes islámicas.

Una perspectiva revolucionaria

Arabia Saudita no es sólo un horrible campo de concentración para los trabajadores del oriente, centro y sur de Asia, sino también un bastión de la reacción y el oscurantismo. Los gobernantes de Arabia Saudita apoyan toda clase de fuerzas contrarrevolucionarias, incluyendo el sectarismo, el terrorismo y el fundamentalismo religioso y ayudan financieramente a instancias del imperialismo norteamericano. Su atraso se refleja en la introducción de reformas grotescas como la ejecución por disparos en lugar de decapitación. La familia real estaría fuera del poder en cuestión de días sin tales métodos de opresión, pero también es cierto que esto no puede durar por mucho tiempo. La familia real y sus amos imperialistas temen una explosión revolucionaria. Sus acciones desesperadas muestran que, incluso, la opresión más despiadada no es capaz de mantener a la sociedad bajo su control. Están siendo más brutales en sus intentos por prolongar su régimen y cada reforma se vuelve más implacable y opresora. Por otro lado, poco a poco, los trabajadores saudíes y los jóvenes vencen el miedo. Los movimientos de todo el mundo les están inspirando. Los jóvenes y trabajadores saudíes entrarán, sin lugar a dudas, en la arena de la historia para derrocar a la tiranía salvaje de la familia real. Aunque los trabajadores inmigrantes no están en condiciones de iniciar un movimiento en Arabia Saudita en este momento, cuando el fermento en la sociedad saudí estalle en un movimiento revolucionario, lucharán hombro con hombro con los trabajadores de Arabia Saudita por la emancipación definitiva de la explotación, la opresión y la barbarie.

Yasir Irshad

viernes, 29 de noviembre de 2013

Los cinco hombres de acero




Compartir el IX Coloquio de Holguín en solidaridad con los 5 y contra el terrorismo con René González Sechwerert, el Héroe Nacional Cubano recientemente liberado y que hoy convoca multitudes en su patria; y asistir a la exposición de 15 acuarelas pintadas por Antonio Guerrero con anécdotas que aportan sus hermanos de prisión y en las que se describen las ignominiosas condiciones de carcelería que sufren incluso hoy; me lleva a la conclusión que se trata de personas de una consistencia especial.
Ellos -los 5, como los conoce el mundo- reflejan una mezcla metálica pocas veces vista: son hombres de acero, que tienen un corazón de oro puro. Porque son de acero han podido soportar 15 años en las condiciones más oprobiosas, en las ergástulas del Imperio.
Capturados a la mala por el FBI en septiembre de 1998, sometidos a tratos excepcionalmente crueles desde un inicio, sepultados en “El pozo” -una pequeña celda de “alta seguridad”- durante 17 meses sin contacto alguno con sus familiares directos ni su defensa jurídica; y procesados luego en un juicio inicuo que concluyó con sentencias extremadamente crueles; fue la primera etapa en la que ellos - aislados del mundo que desconocía su caso- debieron enfrentar con un coraje excepcional.
El juicio celebrado casi a los dos años de su captura, fue la ocasión para desenmascarar el accionar de un tinglado especialmente montado para la causa. A la vergüenza que mostraron en él los acusados, se sumó la infinita desvergüenza de sus acusadores, que recurrieron a todas las arbitrariedades para justificarse.
Se recuerda que en esa etapa, el gobierno de los Estados Unidos propuso a los acusados que se rindieran y testificaran contra su país a cambio de la libertad. Como los héroes de otras épocas, los 5 rechazaron la oferta y defendieron la causa de su vida y los intereses de su patria con firmeza ejemplar.
Aludiendo a lo ocurrido en el marco de este juicio, Fidel Castro diría con sobrado fundamento que el Proceso de La Florida “marcó una derrota moral sin precedentes, del Imperio”.
En el caso, que bien podría compararse a otros conocidos por la historia, como el que involucrara a Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti en los años 20 del siglo pasado y el que comprometiera a Julius y Ethel Rosenberg a comienzo de los 50; los acusados mostraron un coraje y una dignidad a toda prueba. No solo defendieron su inocencia, sino que enarbolaron también el pensamiento de su pueblo como emblema de combate.
Casi al terminar el evento, los acusados dieron a conocer un documento de gran valor: un Mensaje dirigido al pueblo de los Estados Unido en el que describieron la verdadera naturaleza de sus acciones. En el documento aseguraron “No nos arrepentimos de lo que hicimos para defender a nuestro país”.
Es necesario que el mundo sepa que a lo largo de este proceso, como lo acota Antonio Guerrero, los acusados vivían virtualmente encadenados: “Cada vez que te sacaban de la celda de El Hueco por el motivo que fuera, te ponían esposas en muñecas y tobillos. Cada vez que nos trasladaban a la Sala de la Corte o a ver a nuestros abogados en aquel segundo hueco donde se pudieran las evidencias, en todo el trayecto íbamos encadenados y esposados” Pero en verdad, los 5 no defendieron solamente a su país. Protegieron incluso la vida de ciudadanos de los Estados Unidos, también amenazados por las Mafias Terroristas que operan en Miami bajo la protección de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos y que ejecutan acciones que comprometen incluso a ciudadanos norteamericanos y a hombres y mujeres de otros continentes y países.
Y los 5 brindaron información de primer nivel que permitió preservar a personas de distintas nacionalidades protegiendo la seguridad y la vida de mucha gente inocente que pudo haber perecido por el accionar salvaje de terroristas que operan contra Cuba bajo el imperio de la más absoluta impunidad.
En su momento, y aludiendo a todo el Caso, René González diría ante un grupo de juristas cubanos, que hoy el caso "ya no es aquel que hace 15 años parecía que iba a ser sin costos".En la circunstancia, aludió al hecho que en el periodo del juicio, “ el mundo se encontraba en plena fiesta del neoliberalismo, América Latina no mostraba gobiernos de izquierda y Estados Unidos estaba en la cúspide de la euforia tras la desaparición de la Unión Soviética". En las condiciones de hoy, la realidad ha cambiado. Estados Unidos sufre los efectos catastrófico de una crisis que le roe incluso sus entrañas. Obama sabe -lo ha confesado hace apenas unas semanas- que fracasó completamente la política imperial impuesta contra Cuba hace más de cincuenta. Y se verá forado a cambiarla en un plazo corto. Lo que aún nos se atreve a admitir es que ese cambio deberá enfrentar dos retos esenciales: poner fin al bloqueo que sufre la Patria de Martí y de Fidel, y disponer la libertad de Fernando, Ramón, Antonio y Gerardo, los 5 héroes del Imperio que aún retiene.
Millones de hombres y mujeres, en todos los confines del planeta, se movilizan con esta bandera. Urge que ella se vea fortalecida y reforzada porque el tiempo pasa devorando vidas inocentes. Hombres de acero que actúan guiado por un corazón de oro, no pueden permanecer más tiempo en la prisiòn. Es deber de todos arrancarlos de las fauces de la fiera.

Gustavo Espinoza M.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Petras: Las concesiones de Irán han alcanzado el tope


Entrevista con el investigador James Petras :: "Netanyahu utiliza al Congreso norteamericano como cinturón de transmisión de lo que quiere Israel"

Mario Hernandez (MH): Quería conversar sobre algunos hechos electorales producidos recientemente en las elecciones municipales en EE. UU., pero antes te pediría que me comentes tu impresión del acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
JP: Es un paso positivo porque por lo menos en este momento EE. UU. deja de amenazar militarmente a Irán y este país muestra una flexibilidad sobre su programa nuclear haciendo muchas concesiones y aparentemente entraría en una fase más avanzada el repudio al estado de Israel que es el principal enemigo de la paz en Medio Oriente. En mi opinión hay un gran obstáculo en el Congreso norteamericano donde los sionistas han comprado literalmente 2/3 de los congresistas, con financiamiento a las campañas electorales y están presentando una nueva serie de sanciones que pueden destruir la posibilidad de un acuerdo definitivo.
Ahora el Sr. Obama tendrá que ponerse los pantalones largos y enfrentar esta presión sionista en el Congreso e informarles que no deben proponer nuevas sanciones.
MH: ¿Esta actitud del Congreso norteamericano tiene relación con la postura del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien advirtió que su gobierno no tolerará que Irán enriquezca uranio al 5% para usos civiles?
JP: Netanyahu utiliza al Congreso norteamericano como cinturón de transmisión de lo que quiere Israel. No tiene ninguna independencia. La única presión que tenemos es la de la ciudadanía que en su gran mayoría, el 65%, está a favor del nuevo acuerdo y esa es una palanca para golpear a los congresistas y amenazarlos con una campaña pública repudiando su subordinación a Israel.
Las concesiones de Irán han alcanzado el tope. Han disminuido el enriquecimiento de uranio de 20% a 5%, están desmantelando algunos instrumentos de enriquecimiento del uranio y han aceptado congelar otros programas. Es el tope y si Obama actúa contra este acuerdo podría entrar en una situación muy peligrosa.
MH: Recién comentabas la actitud de la ciudadanía norteamericana a favor de este acuerdo y me llamaron la atención una serie de hechos en el plano electoral municipal, por ejemplo, que una inmigrante india de 41 años será la primera concejala socialista de Seattle en la historia moderna. También el caso de la ciudad de Nueva York donde Bill de Blasio, que apoyó el movimiento Occupy Wall Street y fue arrestado por manifestarse contra el cierre de un hospital, fue elegido alcalde. ¿Esta situación se puede interpretar como una reactivación de los movimientos sociales en EE. UU.?
JP: No creo. Las campañas electorales son muy diferentes. En Seattle tenemos el caso de una verdadera socialista que se presenta a una elección en la ciudad más progresista de EE. UU. Es la ciudad más izquierdista de nuestro país. No se puede comparar una elección en Seattle de una auténtica socialista, con Bill de Blasio en la ciudad de Nueva York.
Indudablemente es una alternativa a Bloomberg y los supermillonarios, pero igualmente está negociando con Wall Street, hablando de un aumento de impuestos, pero no del salario mínimo que sigue siendo una miseria. En cambio, en Seattle, Kshama Sawant, la mujer que ganó las elecciones, propone levantar el salario mínimo a U$S 15 la hora, mientras Bill de Blasio no menciona el tema.
Hay que ver qué va a hacer, porque es un demócrata, en el mejor de los casos un liberal, algo progresista en su discurso, pero todavía no ha hecho nada positivo para afirmar que abrirá un nuevo camino para los sectores oprimidos y explotados en Nueva York, para los millones de inmigrantes que todavía no tienen sus papeles ni documentos y son amenazados diariamente por el gobierno federal de Obama, del mismo partido político que representa Bill de Blasio.

En Honduras el pueblo no aguanta más

MH: ¿Qué novedades tenés de las elecciones en Honduras?
JP: Parece que tenemos lo mismo de siempre, intimidación, terrorismo e intervención de la derecha y, finalmente, un conteo fraudulento de votos. Creo que la boca de urna indica que la candidata del progresismo ganó, pero a partir del conteo por un Consejo Electoral muy corrupto, le birló el triunfo a la izquierda que desarrolló una gran movilización acompañando la campaña electoral.
¿Cómo va a gobernar el candidato de la derecha? Habla de militarizar la sociedad civil con el argumento de combatir la violencia, pero la experiencia que tenemos es que el primer objetivo de la represión son los jornaleros, los pequeños campesinos, los desplazados y otros sectores populares que cada día enfrentan una más dura represión. Pienso que la situación se pondrá muy tensa y con confrontaciones porque el pueblo no aguanta más.
Primero fue el golpe contra el progresista Manuel Zelaya, después baños de asesinatos y ahora el fraude electoral. Hay un límite de lo que el pueblo hondureño va a aguantar y cuando llegue el momento podríamos ver un levantamiento generalizado. Tengo miedo de un baño de sangre para justificar el nuevo gobierno fraudulento.
MH: ¿Algún otro tema al que quieras referirte?
JP: El tema que más importa ahora en EE. UU. es el problema económico. Hemos visto cómo está creciendo la Bolsa pero el salario promedio está bajando y los grandes sectores populares tienen una tremenda preocupación por el Plan Nacional de Salud que no tenemos y las políticas de salud ahora son muy precarias.
Todos los sectores empresariales utilizan el pretexto del Plan de Obama para quitar los planes de salud a millones de trabajadores. Quedamos sin nuevo plan y perdiendo los viejos. Una situación muy dramática. Calculá que el costo por una noche de una cama en el hospital es de U$S 850 promedio. La principal causa de bancarrota familiar en EE. UU. es por los gastos de salud y ese problema es muy grave más allá de los salarios y la falta de representación sindical. El 92% del sector privado no tiene ningún representante sindical para negociar convenciones colectivas y el 80% en las nuevas empresas automotrices tampoco están sindicalizados. Hemos dado un gran salto atrás con relación a la capacidad que tienen los trabajadores de negociar.

La Haine

Malas costumbres


El fin de semana pasado se llevó adelante el Congreso Extraordinario del Frente Amplio, fuerza política en su segundo período de gobierno nacional, y que en el 2014 tendrá que poner a disposición de la "voluntad ciudadana" electiva, la continuidad de un tercer período de gobierno de la llamada izquierda uruguaya, o ceder el mismo a alguno de los partidos de la derecha, que de no alcanzarse las mayorías necesarias para un triunfo en la primera vuelta de octubre, pueden aspirar mediante algún nivel de votación unidad en la segunda vuelta de hacer triunfar a su candidato más en punta, posibilidad que aún hoy parece poco posible, pues el FA sigue encabezando en las encuestas los porcentajes ganadores de la voluntad ciudadana, aunque sin la posibilidad de ganar todo en la primera vuelta. Un detalle no menor de la primera vuelta es que el FA en la misma puede perder la mayoría parlamentaria que ha sustentado en los dos períodos de gobierno.
Pero más allá de las disquisiciones que pueden hacerse, formularse, intuirse, en cuanto a las opciones de la voluntad ciudadana, la misma se seguirá formando, definiendo, perfilando a través del diario acontecer, de los hechos, cambios, construcciones que de aquí a octubre del 2014 se sigan procesando, y por supuesto de lo que se siga valorando acerca de la gestión realizada durante estos dos períodos de gobierno del FA.
Con respecto a lo mismo existe una mirada "en positivo de los uruguayos" independiente de a lo que adhieren políticamente, de logros del FA en su gestión de gobierno en lo que hace a aspectos de la economía, del empleo, de la salud, de la calidad de vida de los ciudadanos, de la vivienda, de la eficiencia en la gestión en varias partes de la administración pública donde antes la burocracia era una maquinaria "de impedir" acceder a cualquier derecho ciudadano, jubilaciones, pensiones mejoradas, el ministerio de desarrollo social como "dignificante" de gente que antes era invisible en sus necesidades frente a los gobiernos de turno, salvo cada cinco años con choripan y vino para pedirle su voto. Si el FA lograse en este menos de un año que le resta hasta las elecciones unir lo anterior con algún ramillete de "nuevas acciones que condujesen a la profundación de cambios necesarios para una nueva realidad que ya asoma en el horizonte", creemos que estaríamos en el corto plazo de recomponer filas para enfrentar nuevos paradigmas.

El antes y durante del Congreso

Desde la realidad o ámbito en la que hoy día nos toca actuar y analizar para incidir, no podemos nunca dejar de tener en cuenta lo contextual nacional, continental, regional e internacional. Desde lo nacional todos los economistas han coincidido en que "un viento de cola" lanzó hacia adelante nuestra economía nacional en un proceso que fué bien gestionado por los gobernantes frenteamplistas y en muchos aspectos respaldado por políticos y empresarios tradicionalmente opositores a la izquierda uruguaya. Cuando nos apropiamos del concepto Revolución como algo propio a la izquierda nos olvidamos que los procesos revolucionarios como necesidad de cambios para que una sociedad se desarrolle, pueden abarcar a un gran "espectro social y económico" de la misma. En el contexto internacional y coyuntural que hoy vive el sistema capitalista, el modelo de producción capitalista, sus variadas - extensas e intensas crisis cíclicas y continuadas, el sistema capitalista también necesita "cambios y revoluciones conservadoras - gatopardistas", seguir manteniendo sus altas tasas de ganancia vendiendo o especulando con aquello que les permita atravesar sus crisis relanzando su sistema, tenemos que salvar el "sistema financiero" vinculado globalmente a todo y a todos - cuando en realidad salvaremos a los dueños del sistema y concentraremos más capital en sus manos- la ecuación de siempre sorteando la crisis se resuelve con menos y más ricos y con más y más pobres. Seguir yendo a por los recursos de los que aún los tienen, convertirlos en producciones de enormes dimensiones, producciones explotadas por las grandes transnacionales de la química, la industria de maquinarias, de semillas, de producción agrícola, de alimentos, para seguir adueñandose de todo lo que existe y se comercializa en el mercado internacional el cual dominan y por medio de lo mismo determinan los precios y comercialización en cualquier rincón del mundo. Los ciudadanos medios y trabajadores, de Europa y Estados Unidos, han perdido para mucho tiempo sus Estados de Bienestar Social y su Estilo de Vida Americana, los capitalistas dueños de esos continentes y paises, no.
Quienes sigan apostando al mantenimiento del sistema capitalista de produccion, distribucion y consumo, siguen apostando al creciente presente y futuro del empobrecimiento generalizado de sus pueblos. No es dentro de este sistema, al que algunos empecinados le siguen viendo y descubriendo "bondades que no tiene" (por lo contrario tiene leyes inexorables que nunca se cumplen en beneficio de los sectores populares) sino que por lo contrario "iniciando un ineludible proceso de cambios" que nos vaya construyendo nuevas formas de producción (matrices) de planificación de la comercialización al mercado externo e interno en un necesario equilibrio donde no impere la mera cuestión mercantil y donde el consumo de la población sea sobre una producción dirigida a la calidad alimenticia de la misma y por ende su salud corporal y mental.
Es imposible abarcar todo en un artículo, pero básicamente estos temas y muchos más, estuvieron en la discusión de las fuerzas frenteamplistas por separado y luego juntas en su congreso. El espectro de "centro", que como opinión personal creo que impera en el FA, sin dejar de ver la incidencia de empresarios y dirigentes de concepciones de derecha o si se prefiere atenuar el término derecha, concepciones de "capitalismo desarrollista - con rostro humano - liberal", es el que hace mucho tiempo sostiene o actúa en función del "rebajamiento" del programa del FA para quitarle su tinte de transformaciones de ánimo socialista.
La primera razón histórica esgrimida para ello fue que para ganar parte del electorado de la derecha había que hacerlo, y dirigido a la masa popular atrasada el que la misma no era capaz de comprenderlo. En esta tesis, se hace tabla rasa de la actividad de la militancia frenteamplista, de los comités de base y de tantas formas organizativas que se viene dando el FA para tener una fuerte presencia con su mensaje y militantes en todos los puntos del país, a nivel nacional. Sosteníamos que la cuestión no era rebajar el programa, sino que la gente subiese hasta el programa y los entendiese, se le explicase, como la solución de la histórica problemática nacional, el corte de la dependencia del mercado internacional, mayor dignidad y soberanía nacional.
Pese a que en Comisión del Congreso que trató los rumbos de la economía uruguaya se intentó de parte de militantes del MPP, PCU, grupo de Sendic, PVP y algunos más, tratar de imprimirle nuevos rumbos a la misma sobre todo en base a políticas impositivas para generar una mejor redistribución de un ingreso que se ha multiplicado por cinco, esto generó el enojo del grupo de quienes hoy dirigen la economía y el retiro de los delegados de la comisión del Frente Líber Seregni.
Lo mismo trajo como resultado "una negociación entre grupos políticos" por fuera de la Comisión que terminaron "acordando" hasta donde se permitía la intencionalidad de los cambios. Los mismos que se han quejado de que dentro del FA actúa un "aparato" que impone cosas, son los que hoy si las cosas no son como ellos quieren, las imponen por fuera de los organismos, vaya con los neo-democratas de la izquierda.

Sin novedades en el Frente

Frente al descontento, desconformismo, que se ha ido evidenciando en muchos frenteamplistas, tanto frente a la interna de sus partidos o movimientos componentes, como hacia adentro de las estructuras del propio FA, esto se manifestó en primer lugar y hace tiempo con la conformación de un agrupamiento de izquierda por fuera del FA llamado Asamblea Popular, dentro del FA la aparición de un grupo denominado Frentistas por la Defensa del Programa (FDP).
A nivel de las últimas elecciones de la Intendencia Municipal de Montevideo, muchos frenteamplistas manifestaron su descontento votando en blanco (12% aprox.).
Hacia las elecciones nacionales de octubre de 2014 algún run run de que esto pueda darse, ya ronda como opinión de unos cuantos, y esto se dirige o proyecta fundamentalmente sobre la figura de Tabaré Vázquez, quién durante su administración y desde actitudes y conductas personales se ha desmeritado mucho como figura emblemática de la izquierda uruguaya (veto de la Ley de Salud Reproductiva y Sexual que habilitaba el aborto voluntario y luego que la misma se habilitó en el segundo período aunó esfuerzos con la derecha para anularla mediante plebiscito que firmó y votó, buena relación con la administración Busch y pedido de ayuda para solucionar diferendo con Argentina, contando con mayoría parlamentaria al igual que Mújica ninguna voluntad manifiesta por anular la Ley de Impunidad, renuncia al Partido Socialista, buenas relaciones con la Masonería y el Opus Dei, tema Pluna y los Peirano "embarazosos" muy vinculados a su secretario personal Gonzalo Fernández) "como la historia es como es y no como pudo haber sido" cuesta recordar estos hechos para un ciudadano que se ha sentido bien representado por este liderazgo desde una identidad de izquierda.
Previo al Congreso, militantes frenteamplistas y dirigentes impulsaron la candidatura de Constanza Moreira, actual senadora del espacio 609. Se trató de que el Congreso habilitase el pasaje a las elecciones internas de ambos candidatos, pero esto que podía ser así sin más, fué requerido ser llevado a votación por 57 % de los delegados y 43 % por el no, luego la votación arrojó mayores márgenes para Tabaré Vázquez.
Discursos de ambos candidatos, Constanza..."cumpliré con el programa...punto por punto, coma por coma..." e hizo una referencia a su conducta con la Ley de Salud Reproductiva y Sexual...a buen entendedor...
Tabaré Vázquez enfatizó por lo propio en la necesidad consecuente "de la unidad de los frenteamplistas...y que no alcanzaba para ello con tener el carné en el bolsillo o una bandera de Otorgués sobre la espalda...para defenderla...", cuestiones que para quienes defendieron la identidad de la izquierda uruguaya frenteamplista son absolutamente innecesarias, porque los 100.000 votos que con militancia nos dieron presencia en las internas de la dictadura en 1982, no tenían bandera ni carné, pero sabíamos quienes éramos y que defendíamos...
Los uruguayos hemos aprendido que la historia se construye con procesos, que los procesos requieren a determinada altura de diferenciaciones y de nuevas construcciones, en eso además no estamos solos, está el mundo que nos rodea, oportunistas y gente que defiende el sistema capitalista los hay por todos lados, pero también hubo alguien que dijo del arquitecto de la primera revolución socialista que demostró que al capitalismo "se le puede"...."un hombre ha pasado sobre la tierra y ha dejado marcada una senda tibia sobre la misma para siempre, su nombre era Lenin".

Carlos Amir González

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El pensamiento del Che en la Cuba actual




Les agradezco mucho a los organizadores de Dialogar, dialogar esta oportunidad de conversar acerca de un tema tan importante, a tan pocos días del II Congreso de la Asociación Hermanos Saíz. Esa reunión de jóvenes, precedida de amplios debates y acciones a lo largo del país, constituyó un evento ejemplar, porque trató los reales problemas del sector y de las prácticas culturales y sus implicaciones en la Cuba actual, con profundidad, claridad, proposiciones y espíritu revolucionario; sin autocensura y con valentía política. Fue un verdadero congreso, y una promesa necesaria.
El regreso del Che en Cuba comenzó en 1987, durante la campaña de rectificación, cuando Fidel lo contrapuso a la gran deformación que había sufrido el proceso revolucionario. Su pensamiento había desaparecido de la enseñanza y de los medios de comunicación desde inicios de los setenta, pero al fin comenzó a rescatarse y a ser conocido por nuevos cubanos durante aquellos años. Estaba claro que el Che hacía mucha falta. Sin embargo, después de la coyuntura compleja de la detención de la rectificación, de la gran crisis económica y de la calidad de la vida en Cuba, y de la pérdida de prestigio del socialismo a escala mundial, que sobrevinieron en la primera mitad de los años noventa, cuando el Che volvió físicamente, en 1997, la situación ya era otra.
Fidel y los revolucionarios consecuentes lo esgrimieron como un refuerzo para el enfrentamiento a una tercera pregunta general sobre el país, que ya comenzaba a percibirse. La primera, perentoria, había sido la de la sobrevivencia, que ocupó prácticamente todo el terreno en la angustiosa primera mitad de la década; la segunda pregunta era si la reproducción material de la existencia del país que se había ido logrando sería viable o no. El repertorio de variables favorables que poseía Cuba permitió que las políticas y las tácticas adoptadas aseguraran esa viabilidad a inicios de este siglo. La tercera interrogante no tenía carácter urgente, pero sí implicaciones trascendentales: cuál sería la naturaleza del régimen que emergería a partir del proceso de solución de las dos primeras. El Che reforzaba la posición de los queríamos que la respuesta fuera un socialismo más profundo, capaz de asumir su propia crítica y renovarse.
Pero ya estaban en marcha transformaciones sociales y de las conciencias dentro de la transición socialista cubana, paulatinas durante un largo período, que continúan hasta hoy. La ofensiva de Fidel al inicio del siglo XXI pretendió frenar desigualdades y reforzar al socialismo. Una insuficiencia grave, sin embargo, era el abandono, prácticamente, de la apelación a una divulgación que relacionara las medidas y las características socialistas de la mayor parte de la vida social con la necesidad del socialismo y con sus ideales, y de las prácticas y las discusiones de un pensamiento estructurado que operara como fundamentación del socialismo. En 2008 se publicaron los Apuntes críticos a la Economía Política del Che casi en secreto. Se ha ido nucleando un sector de estudiosos, incluidos jóvenes, y se ha avanzado en la publicación de su obra, pero sin que las ideas del Che se volvieran polémicas y participaran en los debates, que en realidad no eran alentados.
En estos últimos años se ha producido un positivo aumento de la politización, y también de la expresión de criterios diferentes dentro del cauce del socialismo, pero la socialización de un pensamiento que trate las cuestiones esenciales sigue sin ponerse a la orden del día. Mientras, se han emprendido transformaciones que pueden ser decisivas respecto a la existencia misma del socialismo cubano, al mismo tiempo que continúan tendencias que vienen del curso de las últimas dos décadas. Se han tomado y se toman medidas económicas muy importantes sin que haya discusión desde una u otra posición en economía política, porque no se invoca ninguna. Un pragmatismo descarnado es la regla, salpicado por algunas palabras que reiteran que lo que se hace es para el socialismo o en nombre de él. Existe un divorcio total entre las reflexiones críticas y las preocupaciones que expresan revolucionarios socialistas –entre los cuales hay cierto número de dirigentes– y numerosas informaciones y trabajos de opinión que aparecen en medios que pertenecen al Estado, ciegos ante lo que les parece negativo o inconveniente, y aferrados a tópicos que ya no son y a otros que nunca fueron.
¿Por qué los compañeros que convocan esta mesa escogen entonces al pensamiento del Che en la Cuba actual como tema? Porque tienen conciencia política del momento histórico en que vivimos y lo que se juega en él, y del papel que puede tener el Che si lo hacemos participar en la tremenda y ya abierta lucha cultural entre el capitalismo y el socialismo que caracteriza a la situación.
Del ejemplo que utilicé podría inferirse que la posición y la propuesta del Che que se han calificado como económicas serían su contribución lógica y mayor. Pero no creo que esa idea sea acertada, por dos razones. Ante todo, porque la concepción socialista del Che está opuesta a la separación abstracta de la dimensión económica de la sociedad que está en transición socialista, una operación que permitiría tratar a la “economía” en general como un campo separado y autónomo de la política, la ideología y la cultura, e incluso “ponerla a trabajar” para el socialismo. Esa separación es un recurso de comprensión y de argumentación de lo esencial del capitalismo, su funcionamiento y sus normas y valores. Che afirma que la economía debe ser gobernada por el poder popular revolucionario durante todo el proceso de transición socialista.
La segunda razón es consecuencia de la primera: las ideas y las propuestas del Che acerca de la dimensión económica son corolarios de su concepción teórica y política de la actividad revolucionaria creadora de socialismo. Trataré de sintetizar varios rasgos principales suyos:
a) la Economía, la Economía política y las políticas económicas sin apellidos son siempre formas de la economía del capitalismo, corresponden al complejo de teorías e ideologías de ese sistema;
b) la transición socialista es un poder político e ideológico revolucionario de orientación socialista-comunista, que tiende a unificar las dimensiones diferentes de la sociedad en cuanto a objetivos y voluntades, aunque todas ellas siguen teniendo sus características y sus especifidades, y se trabaja concretamente con cada una de ellas;
c) por consiguiente, el poder revolucionario es un puesto de mando sobre la economía, y es el conductor, de diferentes maneras, del conjunto de la sociedad;
d) precisamente por serlo, y para que ese poder no degenere en el poder de un grupo que termine cerrándole el paso al socialismo, está obligado a avanzar hacia su conversión en un verdadero poder popular, en el que los trabajadores y las mayorías conozcan las cuestiones fundamentales y participen de manera creciente en su control y su fiscalización, y en la elaboración misma de las decisiones y las políticas;
e) para todo el período de transición que va desde el triunfo revolucionario hasta el fin de las dominaciones y la creación de una sociedad nueva, muy diferente y muy superior a la capitalista, tienen que regir los despliegues y los productos de los factores subjetivos de la sociedad, y no las determinaciones llamadas objetivas. Guiarse por el predominio de los llamados “factores objetivos” conduce a la detención del proceso y su retroceso, en dos sentidos: el que procede de la reproducción “normal” de las condiciones de la vida social, que siempre consiste en la reproducción del orden de dominación vigente; y el que dimana del poder de un grupo que convierte su poder, sus intereses y su voluntad de dominio en cosas “objetivas” que no pueden cambiarse.
Ante el desafío crucial que se está configurando en Cuba entre el socialismo y el capitalismo, el Che puede ofrecernos su específica posición dentro de la revolución socialista, expresada y desarrollada en el conjunto de su pensamiento y en la batalla intelectual que libró para ganar a ella a los cubanos y que predominara frente a otra concepción diferente del socialismo que existe, y frente a las profundas insuficiencias de nuestra sociedad para consumar ese cambio. La centralidad de la política, sus férreas relaciones con la ética y el papel impulsor de esta cuando los factores subjetivos predominan, la conversión de la sociedad en una gigantesca escuela, son aspectos esenciales en la concepción del Che, que me limito a mencionar aquí.
Ernesto Che Guevara es el máximo pensador teórico de la posición dirigida por Fidel durante la primera etapa de la Revolución en el poder –la que va de 1959 a inicios de los años setenta–, y sigue siendo a mi juicio el máximo representante de la corriente socialista que puede hacer viable que Cuba siga siendo socialista.
Che tiene un lugar en la historia del pensamiento revolucionario cubano. No intentaré exponer mis criterios acerca de ese pensamiento, pero quiero al menos llamar la atención sobre la necesidad de no verlo como un bloque igual a sí mismo, sino en su realidad de producciones diversas, y en algunos casos enfrentadas entre si e influidas por condicionamientos que se iban modificando en el decursar histórico del país. Desde ese punto de partida, entiendo que el Che pertenece a la corriente radical, que ha tenido puntos en común y ha marcado una trayectoria que es preciso heredar.
Esos radicales se fueron por encima de las respuestas políticas que parecían posibles frente a los conflictos de su tiempo y su circunstancia, y las propuestas que hicieron también se fueron por encima de la reproducción esperable de la vida social.
Carlos Manuel de Céspedes forzó la aparición de la guerra como recurso revolucionario, fijó como condición para su cese la independencia y la soberanía completas del país, y abrió paso al abolicionismo revolucionario de la esclavitud como la solución necesaria de la mayor contradicción social de su siglo en Cuba. Echó así las bases políticas de una nación que tenía muy inciertas bases sociales, entre una rica y poderosa clase dominante que no aspiraba a ella y la explotación masiva de la esclavitud, las opresiones brutales y las divisiones de castas en que vivían las mayorías.
José Martí preconizó y desató una política revolucionaria muy superior a la que había conocido el país y la enfrentó sin vacilación a las variantes evolucionistas, que parecían más razonables para Cuba a fines del siglo XIX. Su guerra revolucionaria sería el único vehículo eficaz para eliminar el colonialismo español, pero al mismo tiempo la vía de una educación de masas que formara ciudadanos, capacitados mediante la actuación y unificados ideológicamente, para fundar y desarrollar una república democrática con justicia social, apta para aunar verdaderamente a los elementos tan disímiles del país. Esos cubanos de la república nueva martiana se habrían vuelto capaces también de enfrentar con posibilidades de éxito el expansionismo imperialista de Estados Unidos. La propuesta de Martí revolucionaba tanto a la política como a la reproducción esperable de la vida social, al ponerles como objetivos convertir en realidades lo que no había parecido ni siquiera posible.
Julio Antonio Mella partió de la lucha reformadora estudiantil en la primera república burguesa neocolonial, y comprendió pronto que la revolución socialista sería la condición para obtener la satisfacción de las demandas y las identidades de los grupos sociales. Se hizo entonces comunista, en el marco de la universalización política e ideológica que impulsaba la Internacional fundada en la Rusia Soviética. Pero logró entender que en los países colonizados o neocolonizados el anticapitalismo tendría que ser antimperialista. Y que la práctica revolucionaria comunista estaba obligada a ganarse la conducción en el curso de la revolución, y a ser ante todo cubana. Obró en consecuencia en su corta vida, y se convirtió en el iniciador del socialismo cubano. Es difícil encontrar tanto adelanto respecto a sus condicionamientos, y al mismo tiempo planteos políticos tan atinentes para cambiar mediante la praxis los límites de lo posible.
Antonio Guiteras consiguió echar a andar en Cuba la revolución del siglo XX, de la que Mella había sido el pionero, dentro de la lucha contra la dictadura de Machado y la gran rebelión del pueblo en 1933. Creó organizaciones políticas de lucha armada para tomar el poder e implantar el socialismo mediante la dictadura revolucionaria. Intentó que la educación social y política de masas avanzara a saltos mediante la praxis, impulsando una experiencia a escala nacional de una gestión de gobierno revolucionario antimperialista radical, con muchas medidas de justicia social en beneficio de las mayorías explotadas y oprimidas. Pretendió abrir el espacio y las formas para que se formara una conciencia social socialista de liberación nacional, y no tuvo temor de ejercer poder político para que esa conciencia se volviera realidad. El legado de Guiteras es indispensable para entender cómo fue posible pensar el socialismo cubano en la insurrección y el proceso revolucionario que triunfó en 1959.
Si exceptuamos el caso de Martí, las prácticas revolucionarias fueron lo dominante en la historia de las posiciones y propuestas de los radicales entre 1868 y 1959. Pero en su conjunto, ellos elaboraron un cuerpo de pensamiento que constituye una acumulación cultural de un valor inapreciable, que es necesario que rescatemos y asumamos conscientemente. Una de las características de todo orden posrevolucionario es la de devaluar, pasar al olvido o manipular las experiencias y las ideas radicales, con el fin de borrar su singularidad y su influencia.
El triunfo en 1959 de una guerra revolucionaria que constituyó al mismo tiempo una escuela política radical, dirigida por una organización férreamente unida, decidida y con vocación de poder, y a su cabeza Fidel, el líder político más descollante del siglo XX cubano, le permitió al país escoger la opción máxima posible: hacer una revolución socialista de liberación nacional que transformara a fondo las relaciones sociales y humanas y las instituciones. Pronto la nueva época exigió un formidable aumento de las capacidades intelectuales de la mayoría de las personas, y de la calidad del contenido y el papel del pensamiento social. La praxis era el motor, pero ella debía ser organizada y consciente. El aumento de capacidades y la formación política eran imprescindibles, porque, por primera vez en nuestra historia, los objetivos a alcanzar requerían una rigurosa intencionalidad, una conducción política y social cada vez más compleja, una distribución creciente del poder, un planeamiento eficaz, una crítica radical de la modernidad capitalista y del modelo socialista predominante y, al mismo tiempo, pensar la revolución que se hacía y elaborar intelectualmente las características de la nueva sociedad que se pretendía.
Entonces al joven héroe Ernesto Guevara, uno de los más destacados seguidores de Fidel y totalmente identificado con él en cuanto a las ideas, le tocó desempeñar el papel principal en la producción de un pensamiento social de la Revolución cubana y en las relaciones de este con las ideas socialistas del mundo de su tiempo.
El Che había tenido que aprender en muy poco tiempo cómo era Cuba y cómo participar eficazmente en su proceso revolucionario. A la vez, debió utilizar los instrumentos de pensamiento marxista que ya poseía sin someterse a la doctrina. Esa es una entre tantas lecciones que nos ha dejado. Cuando el periodista uruguayo Carlos María Gutiérrez le preguntó, en febrero de 1958, si él era marxista, el Che le respondió que había tenido que olvidar en la guerra todo lo que había aprendido antes. Ganó esa batalla consigo mismo y de inmediato puso su peso personal en ayudarnos a todos a pelear y ganar una batalla de ideas en el seno del proceso revolucionario, a favor de todas las liberaciones y por la creación de nuevas personas y una sociedad socialista.
Les sugiero que estudien aquella contienda de ideas. El Che que puede conocerse de ese modo es más humano y más grande, y a su escala también lo es la Revolución cubana de los años sesenta, esa maravilla enigmática para las nuevas generaciones que han sido privadas de su conocimiento, como si por un tiempo las cubanas y los cubanos en masa hubieran padecido una sublime locura.
Quiero compartir con ustedes una parte de lo que expresé en febrero, en la presentación de los libros del Che Apuntes críticos a la Economía Política y Retos de la transición socialista en Cuba (1961-1965), en la Feria del Libro.
El Che denuncia de manera categórica la apelación a tomar “como arma para luchar contra el capitalismo, las armas del capitalismo”. Las motivaciones de “la sociedad donde la filosofía es la lucha del hombre contra el hombre, de los grupos contra los grupos y la anarquía de la producción” no podrán ser despertadas y utilizadas eficazmente para servir a una sociedad basada en el poder socialista. Esta exige control riguroso y conciente, “la colaboración entre todos los participantes como miembros de una gran empresa (el conjunto de la economía), en vez de ser lobitos entre sí dentro de la construcción del socialismo”.
Opina que en vez de ir al fondo de los problemas, la práctica y el pensamiento de estos socialistas se dejan llevar a la seguridad aparente de acudir a lo ya probado. Las reformas pueden relucir como “descubrimientos” que remediarían la falta de motivaciones suficientes en los actores económicos y lograrían la subordinación de la producción para el consumo a las demandas de sus consumidores, relacionar la rentabilidad con la venta del producto, etcétera. Esos experimentos y ensayos de política económica son, sin embargo, remedos de lo que el capitalismo hace eficazmente, porque lo universaliza y porque corresponde a las relaciones fundamentales de su sistema. Existe una lógica que caracteriza a cada sociedad: si la olvidamos, pagaremos un precio muy caro.
Por otra parte, Che invita a no olvidar nunca la situación concreta de la cual ha partido Cuba en su transición socialista. No somos ilusos, advierte, estamos tratando de edificar efectivamente el socialismo “saliendo de una etapa semicolonial… de todos los vicios, de todas las taras que nos dejó el capitalismo, con la misma gente, con todos nosotros con mentalidad capitalista, hace unos años pensando siempre cuánto íbamos a ganar”. La debilidad que padece Cuba no debe atribuirse a la utilización de un sistema financiero determinado: “son debilidades de una economía que ha cambiado su composición, su característica”.
El Che insiste, incansable, en desbaratar la imputación que se hace a sus ideas de mantener un desprecio “idealista” por el interés material, un simplismo que busca devaluarlas y rehuir la discusión. Nadie en sus cabales desconoce la fuerza y el arraigo del interés material, instalado a lo largo de la historia de las sociedades de dominación y multiplicado y refuncionalizado por el capitalismo. La elección está entre utilizarlo llana y acríticamente –aunque se lamente que sea nocivo–, o utilizarlo como un mal necesario, sin depender de él. Ser creativo desde la situación concreta e inevitable, y organizar un proceso de erradicación paulatina de los comportamientos económicos egoístas e individualistas. Ir forjando otro mundo de actuaciones y valores, que pueda reunir diferentes estímulos, implantar la norma que en nombre del deber social reconoce o reprocha, al mismo tiempo que retribuye o no a partir del grado de cumplimiento, o el estímulo a la capacitación dado por su conversión en requisito para pasar a un nivel superior. Instrumentos como los citados, dice el Che, persiguen la toma de conciencia de tipo mecánico en el individuo; hay que perseguir, a la vez, la toma de conciencia de tipo dinámico, una de cuyas formas fundamentales es el trabajo voluntario.
La creación de otra realidad desde la existente, sin lo cual no hay revolución socialista, tiene que incluir el espíritu crítico, fomentar la independencia de los criterios y la capacidad de pensar y valorar con cabeza propia, y aprender a distinguir los caminos, sus implicaciones y sus resultados. Es impresionante la vitalidad y la hondura alcanzados por aquel análisis teórico que permitía, en medio de la tormenta de la Revolución, señalar los graves peligros de copiar mecánicamente y no ver las deficiencias del socialismo existente, y salirle al paso a la resignación a lo que existe, la rutina y el seguidismo. El Che aprendió –al mismo tiempo– a reflexionar sobre la circunstancia en curso, la actuación inmediata, los métodos y los fines mediatos, y a teorizar acerca de los asuntos fundamentales.
Al salir del Congo y verse obligado a esperar, Che se entrega a una tarea que constituye el inicio de una nueva fase de su obra. Siente la necesidad de llegar a conclusiones sobre el socialismo realmente existente, asunto crucial para todos en el mundo, y también de ofrecer una alternativa desde las ideas de los revolucionarios marxistas de los países que han sufrido o sufren el colonialismo y el neocolonialismo, que ahora quieren pelear por la liberación total de las naciones y de las personas, y por el avance de la revolución mundial. “Es un grito dado desde el subdesarrollo”, escribe en “La necesidad de este libro”, breve introducción a los Apuntes que contiene planteamientos trascendentales. Se refiere en ella a la obra monumental que dio origen al marxismo, las nuevas situaciones de la época imperialista, los aportes extraordinarios de Lenin y la detención ulterior del desarrollo de la teoría marxista. Enseguida expone las razones por las cuales hace la crítica de la Economía Política:
Creemos importante la tarea porque la investigación marxista en el campo de la economía está marchando por peligrosos derroteros. Al dogmatismo intransigente de la época de Stalin ha sucedido un pragmatismo inconsistente. Y, lo que es trágico, esto no se refiere sólo a un campo determinado de la ciencia; sucede en todos los aspectos de la vida de los pueblos socialistas, creando perturbaciones ya enormemente dañinas, pero cuyos resultados finales son incalculables (…) Nuestra tesis es que los cambios producidos a raíz de la NEP han calado tan hondo en la vida de la URSS que han marcado con su signo toda esta etapa. Y sus resultados son desalentadores: la superestructura capitalista fue influenciando cada vez en forma más marcada las relaciones de producción, y los conflictos provocados por la hibridación que significó la NEP se están resolviendo hoy a favor de la superestructura. Se está regresando al capitalismo.
Che espera serenamente el repudio a su posición y la acusación de anticomunismo y oportunismo, el rechazo de los que se sentirán heridos en su cariño y su lealtad, y también el sobresalto sincero de otros “ante este cúmulo de razones nuevas y diferentes”. Pero confía en que muchos podrán sentirse atraídos por este “intento de retomar la buena senda”. A ellos se dirige el libro, “y también a la multitud de estudiantes cubanos que tienen que pasar por el doloroso proceso de aprender ‘verdades eternas’ en las publicaciones que vienen, sobre todo, de la URSS, y observar como nuestra actitud y los repetidos planteamientos de nuestros dirigentes se dan de patadas con lo que leen en los textos.”
Un largo camino había recorrido Ernesto Guevara en una década. La revolución había sido su maestra. En la guerra y desde el poder revolucionario se desarrolló su estatura como combatiente, dirigente y pensador, y ahora él –como reclamara Lenin sesenta años antes– debía, en justo pago, enseñarle algo a la revolución. Y lo logró. La aventura socialista de un pequeño país aislado producía un pensamiento capaz de continuar el trabajo excepcional mediante el cual Carlos Marx había encontrado ideas capaces de subvertir el control de las ideas de la sociedad por la clase dominante.
Hasta aquí el fragmento de febrero, largo pero, según me parece, procedente. Para terminar en la cuerda de la pregunta implícita en el título del tema que nos convoca, ofrezco una síntesis de lo que estimo que puede darnos hoy el Che:
- un referente ético y político socialista sin igual, fortalecido por su consecuencia y su ejemplo imperecederos, y por su caída heroica;
- confianza en lo que sí es posible hacer y lograr para volverse superior a las circunstancias;
- un extraordinario instrumento teórico –conceptos, ideas, hipótesis, principios– y el método dialéctico marxista, que el Che ejerció sobre las realidades, los conflictos y los proyectos de Cuba y de América Latina y el llamado Tercer Mundo;
- una crítica marxista de las sociedades y las teorías del capitalismo y el socialismo;
- un cuerpo de pensamiento idóneo para realizar los análisis concretos que tanto necesitamos;
- una de las líneas principales con que contamos para el trabajo urgente de formación política, ideológica y cultural.

Fernando Martínez Heredia
Intervención en el espacio Dialogar, dialogar, de la Asociación Hermanos Saíz, en el Pabellón Cuba, el 23 de octubre de 2013.

martes, 26 de noviembre de 2013

Honduras: “La embajada” dice quién ganó




En las últimas horas de ayer, el Tribunal Superior Electoral de Honduras consagraba como ganador al candidato del continuismo golpista, Juan Orlando Hernández. Desde el inicio, el proceso electoral estuvo lastrado por vicios irremediables que arrojaron un pesado manto de sospecha sobre su desenlace. La desembozada intervención de “la embajada” en los asuntos internos de Honduras tendría que haber sido una razón suficiente como para suspender las elecciones, rediseñar las instituciones políticas –entre ellas el propio TSE, controlado por quienes avalaron el golpe del 2009– y hacer una nueva convocatoria electoral para cuando se reuniesen condiciones mínimas requeridas para una elección, no sólo durante la campaña (ya de por sí un problema en Honduras, con su record de periodistas y militantes opositores asesinados) sino durante el recuento final de votos. Semanas antes de las elecciones, personeros gubernamentales habían declarado que el TSE ¡cotejaría sus cifras con las que aportase la embajada de Estados Unidos antes de dar a conocer los resultados definitivos! En resumen: el ganador sería proclamado por “la embajada” y el gobierno del continuismo golpista de Porfirio Lobo admitiría haber convertido a Honduras en un protectorado estadounidense.
Esta ignominiosa confesión dice mucho de la historia de ese sufrido país, ocupado por Washington y convertido en la década de los ochenta en una gigantesca retaguardia para servir de apoyo logístico a las agresiones perpetradas a la revolución sandinista por los “contras” nicaragüenses. Arquitecto de este proyecto contrarrevolucionario fue John Negroponte, una de las figuras más siniestras de las Américas y designado por Ronald Reagan embajador en Honduras, función en la cual contó con la colaboración de otro reconocido terrorista internacional, Otto Reich. Bajo su gestión, el ejército hondureño fue reorganizado de cabo a rabo, dotándolo de armamentos sofisticados, equipos y tecnología militar de última generación, y convirtiendo a la base militar Soto Cano, en Palmerola, en una de las más estratégicas de cuantas Estados Unidos posee en Centroamérica y el Caribe. Cuando el presidente Mel Zelaya trató de democratizar al sistema político y concretó su ingreso al ALBA, fue violentamente destituido mediante un “golpe institucional”, a los cuales se ha hecho tan adicto el régimen de Obama.
Uno de los analistas presentes en Honduras, Katu Arkonada, confirma la existencia de múltiples “irregularidades”, por no decir estafas a la voluntad popular. Hay por lo menos un 20 por ciento de las actas de las mesas receptoras de sufragios, en regiones en donde el partido Libre cuenta con gran respaldo popular, que fueron arbitrariamente sometidas a auditoría y no computadas; en comunidades apartadas se observó el “voto encadenado” y la compra de credenciales electorales; hay miles de mesas en donde los partidos minoritarios obtuvieron cero votos, es decir, que ni sus candidatos habrían votado por sí mismos. Sólo resta conjeturar cuántos votos de Xiomara Castro fueron sustraídos de las urnas. Libre ganó en las calles, pero no organizó una red de fiscales para garantizar la pureza del comicio. Confió en su amplia mayoría, certificada por todas las encuestas, y en la inverosímil “imparcialidad” del TSE y el gobierno ante una elección que el imperialismo y la oligarquía hondureña no podían perder, porque Washington jamás habría aceptado un resultado contrario a sus intereses en la zona.
El primer paso de la estrategia norteamericana para impedir un revés político fue la campaña de difamaciones en contra de Xiomara y su partido. El segundo, la organización fraudulenta de los comicios y el recuento de los votos. Tercero, si los dos anteriores no frustraban la victoria de Libre: impugnación del proceso electoral y manipulación del Congreso para impedir su asunción y, en caso de que pudiera hacerlo, provocar su destitución “legal” al igual que le ocurriera a su esposo. Hasta ahora, la derecha se las arregló apelando al fraude, dando a conocer cifras que no se corresponden con la realidad y que los medios hegemónicos dan por buenas. Libre tendrá que recuperar en las calles lo que le arrebataron en las urnas.
¿Cómo habría reaccionado la supuesta prensa libre e independiente del continente si los vicios, fraudes y crímenes perpetrados en Honduras hubieran tenido lugar en Bolivia, Ecuador o Venezuela? La gritería de los lenguaraces del imperialismo y sus aliados habría sido atronadora. En cambio, ahora en esos medios impera un silencio cómplice porque en Honduras todo vale. ¿Por qué? Porque así como Israel es la pieza clave para garantizar el equilibrio geopolítico de Medio Oriente, Honduras lo es para Centroamérica, al ser éste el país donde se concentra el grueso del poder de fuego estadounidense en la región. Y así como Washington no permanecería ni un minuto de brazos cruzados ante un eventual triunfo de una izquierda antiimperialista en Israel, se involucró descaradamente en el proceso político interno de Honduras para garantizar un resultado acorde con sus intereses estratégicos en la región. ¡Menos mal que hace unos días, en la OEA, John Kerry dio por superada la Doctrina Monroe!

Atilio A. Boron

Mujica, el divisionista




Mujica criticó a activistas feministas “DE LAS MUJERES POBRES, CON HIJOS, NADIE SE OCUPA”

El Presidente, haciendo uso de la tremenda cobertura medíatica de la que goza, no pasa semana sin que ataque a algún sector del pueblo. Denigra, insulta, intenta humillar y se burla de organizaciones, activistas, grupos de interés, gente que reclama, etc. Eso sí bien seleccionado: siempre contra sectores del movimiento popular. Su táctica es que en lugar de abordar una respuesta a lo que se plantea DESVIAR LA ATENCION SIN DAR UNA RESPUESTA Y EN CAMBIO CONCENTRAR EL PROBLEMA EN QUIENES RECLAMAN. Escupió a los maestros cuando reclamaban sueldos decentes al menos un mínimo para vivir y pedían por las condiciones deplorables de los edificios, concentró la atención en que casi que eran unos privilegiados que "trabajaban cuatro horas por día", de la misma manera afirmó que maestros y profesores "tomaban a los alumnos como rehenes" (usando la terminología y los métodos de Bush), o lo mismo sostuvo contra los bancarios en conflicto o contra los recolectores municipales, con lo mismo denigró a los enfermeros en los centros de salud agregándose a su larga lista de improperios y basura verbal contra las organizaciones de los trabajadores. Las organizaciones populares reclaman ante algo que está mal. Mujica está al frente del Gobierno pero en lugar de responder sobre los reclamos y la realidad que los motiva, los ataca con basureo aprendido y ejercido en bares, boliches y ferias. El objetivo es desviar la atención y además procurar ENFRENTAR SECTORES DEL PUEBLO CONTRA SECTORES DEL PUEBLO de manera tal de socavar la unidad popular y debilitar a ésta, considerada como enemigo prioritario, debido a la resistencia a los efectos de la política neoliberal acordada y apoyada por el imperialismo. Jamás nunca ha procurado que los sectores populares que reclaman enfrentaran al enemigo de clase, para que chocaran contra el imperio, las patronales y la burguesía en general. Los insultos y agravios de Mujica van destinados al sector del pueblo que reclama presentándolo como "privilegiado" ante los sectores aún mas desfavorecidos, buscando de ésta manera, el impedir una unidad del conjunto del pueblo. Se dirige a los sectores mas pobres y les dice que los que reclaman son privilegiados que no hacen nada por los más pobres, subjetivamente colocándo a los sectores que reclaman como los responsables de la situación de los con menos recursos y hasta que se quieren llevar todos los dineros estatales y dejarlos a ellos sin nada, como llegó a plantearlo frente a los reclamos de los funcionarios del estado. Es la misma prédica de la ultraderecha y los fascistas en la Europa en crisis contra los inmigrantes, o en los EE.UU. contra los "sin papeles", llevando a la confrontación de unos trabajadores contra otros acusando a unos de sacarle a los otros sea trabajo o recursos sociales. Mujica invierte la relación: los con trabajo le "sacan" los recursos a los sin él. Con ello pretende eludir la responsabilidad del estado frente a ambos sectores y en concreto les niega y recorta a todos porque ha aceptado las condiciones del FMI y los Mercados que demagógicamente "critica" en foros internacionales. Esta prédica supuestamente "populista" de "preocuparse" por los más pobres se hace a costas de negarle a quienes reclaman y encima crear un clima social forjando enemigos en las mismas filas del pueblo. Es una prédica muy pero muy peligrosa para la democracia tal cual lo demuestran los citados ejemplos en la Unión Europea y en los mismos EE.UU. en donde el auge del fascismo encuentran sostén en este tipo de demagogia. Según Mujica el reclamar la igualdad de las mujeres es negarle ayuda a las mujeres pobres. Condena a quienes reclaman la igualdad porque no ejercen labores de caridad con los más afectados por la miseria, ya que "en lugar de reclamar igualdad deberían hacerle un guiso a las mujeres más pobres". Está prédica demagógica -lo repetimos- es la misma que emplea la ultraderecha fascista. En Grecia el partido nazi que asesina a la gente de izquierda al tiempo que reparte comida entre los mas necesitados, eso sí, si son griegos y no inmigrantes o gente de color. Los ejemplos sobran y están diariamente en los titulares de la prensa mundial. Lo que asombra es que los legisladores de su partido, el Frente Amplio, empezando por las senadoras del MPP , su "barra chica", no estén haciendo guisos en los barrios populares y cuidando chiquilines de manera de "dar un mano". Asombra también que el PIT-CNT no condene ésta prédica nefasta y altamente peligrosa. Así como llama la atención el que la senadora Constanza Moreira no reaccione y condene este intento de Mujica por ocultar que es el gobierno que preside Mujica el responsable de NO SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE LOS MÁS NECESITADOS.

Colectivo del Blog Noticias Uruguayas

La Revolución de Octubre en cuatro palabras




La historia de la revolución rusa no es está maldita, ni es arqueología. Está viva, y necesitamos hacer nuestras lecturas y nuestros balances. Este es uno muy sintético que trata algunos puntos claves

1. La recusación. La premisa central de toda aproximación del pensamiento único” (la historia se acaba con el capitalismo democrático) a la historia soviética es que todo fue ¡un desastre desde el primer día” (Antonio Muñoz Molina)...De lo que se desprende, consecuentemente, que toda tentativa de ruptura con este último, lleva al desastre, al totalitarismo inherente a todas las utopías.
No hay pues, a donde ir (Cioran)
Desde los más diversos medios establecidos (diarios, ensayos, documentales, etc.), en que, de no haber sido por los bolcheviques, el régimen zarista (mal liderado por un zar ingenuo y bienintencionado, Cf., Nicolás y Älejandro, una notable película de Franklin Schaffner)) habría acabado siendo una monarquía parlamentaria. En un documental sobre el Ejército Rojo emitido en el programa Segle XX del Canal 33, se afirma que el general Denikin quería que “los rusos decidieran libremente su destino”)
El bolchevismo fue totalitario desde el primer día, desde el primer momento trató de exterminar a sus adversarios, Lenin quería vengarse de la muerte de su hermano (el arrepentido Evgueni Evtuchenko); por lo tanto, Stalin no hizo más que continuar la obra de su maestro, en cuanto Trotsky, podía ser más brillante, pero no era mejor. Ya puesto en esta lógica, se le pueden sumar los nombres que se quieran: Rosa Luxemburgo, Durruti, Che, Pol Pot, Mao, mezclando personajes tan extremos como los que se puedan dar bajo otros mantos, por ejemplo, del cristianismo…
Este ha sido el canon establecido por la historiografía dominante después del desplome de la URSS en 1991, y de todo lo demás. En algunos casos, estas conclusiones se adornan con el aval de la apertura de los archivos soviéticos, como si esto dividiera la historiografía sobre Octubre en un ante y un después.

2. El canon neoliberal. Entre los años sesenta y setenta, la historiografía sobre la URSS conoció un auge extraordinario. Se fue estableciendo un nuevo enfoque en oposición:
--a la de los “cold warriors” del tipo Robert Conquest (la historia de la URSS era una historia del mal que permitía al autor justificar su apoyo entusiasta a la agresión USA al Vietnam, entre otras cosas);
--b) a la historia oficial establecida por el estalinismo en fases sucesivas, siendo la última la derivada del XX Congreso del PCUS, que apenas había sido cuestionada por los partidos comunistas más evolucionados…
Con sus diversas matizaciones establecidas por sus diferencias en relación al carácter socialista de su punto de mira, esta historiografía más allá de la guerra fría”, fue presidida por la figura imponente de E. H. Carr, inicialmente un historiador conservador que acabó adoptando algunas de las premisas propuestas por Isaac Deutscher, no en vano la viuda de este, Tamara Deutscher, sería su más firme colaboradora. Su breviario, La revolución rusa. De Lenin a Stalin, es un resumen apretado de dicho punto de mira. Al lado de estos, cabe distinguir una extensa pléyade de investigadores y ensayistas: Moshe Lewin, Stephen Cohen, Pierre Broué, Georges Haupt, y otros muchos, entre los que se incluye nuestro Fernández Buey por muchos de sus trabajos. De una manera u otr, todos ellos han reconocido los aportes de la oposición de izquierdas antiestalinista, la que salvaguardó el honor del socialismo..
Desde los años ochenta, la “nomenklatura” neoliberal (en la que no han faltado numerosos “arrepentidos” como François Furet o Antonio Elorza) que se impondría hasta en la última emisora de radio, ha tratado de borrar todas estas aportaciones para imponer como tesis única, la URSS como “imperio del mal”.

3. La opción neozarista. La Rusia zarista era un gigante con los pies de barro, un Imperio con unas estructuras sociales tan anacrónicas como injustas, el atraso y la miseria extrema fue denunciada a lo largo de todo el siglo XIX, durante el cual conoció una revolución industrial animada sobre todo por el capital extranjero (británico sobre todo). En ningún momento apareció una burguesía democrática digna de tal nombre, entre otras cosas porque, desde 1848, la burguesía internacional temía más a la clase obrera que a las viejas castas. En 1905 se demostró que solamente la alianza entre obreros y campesinos podían llevar a cabo las tareas democráticas básicas: reforma agraria, libertad de las nacionalidades oprimidas, la separación entre la Iglesia y el Estado, etcétera. Como país dependiente, Rusia fue utilizada como “carne de cañón” de la Entente durante la “Gran Guerra”. Después de la revolución de febrero (marzo en el calendario europeo), el gobierno provisional se mostró incapaz tanto de firmar la paz unilateralmente (estaba atado a Gran Bretaña y Francia), como de aprobar las medidas democráticas que le exigían los soviet de obreros, campesinos y soldados. La única opción de orden –burgués y terrateniente- en Rusia era la de una dictadura militar de tipo fascista. El ejército blanco recompuesto con la ayuda inapreciable de las potencias occidentales, no tenía como objetivo ninguna democracia. Su principal característica era el antisemitismo, sin embargo, esos trazos desaparecen en muchas de las evocaciones documentales de la época.
De haber triunfado la contrarrevolución, el movimiento obrero y la democracia habrían sufrido un trato no mejor que el que le dispensó el franquismo al español. En cuanto a la representatividad de la mayoría bolchevique, de no haber existido en grado superlativo, difícilmente habría superado todos los embates, sobre todo considerando que en un principio, su única defensa fueron las milicias obreras.
La historia, la literatura, los líderes soviéticos, nunca ocultaron la existencia de un terror rojo justificado como legítima defensa. Siempre fue, por lo tanto, la apertura de los archivos refrendaron o ampliaron lo que ya se sabía. Los bolcheviques habían asido testigos de la “Gran Guerra” (a la que se opusieron radicalmente), y no se detuvieron en miramientos en defensa de una revolución cuya victoria entendían como primordial para el socialismo internacional. Sibn lo que quedaba de la revolución, la Rusia soviética casi desarmada por Stalin (que eliminó a la élite más preparada del Ejército Rojo, que despreció todas las informaciones sobre una eminente ocupación nazi), nunca habría derrotado a Hitler, dando un nuevo curso a la guerra mundial.

4. Una revolución legitima. La toma del Palacio de Invierno no fue un golpe de Estado, sus consecuencias humanitarias fueron irrisorias en comparación con los golpes de Estado pensados contra una mayoría social a la que pretende aterrorizar. El gobierno provisional apenas si representaba una minoría dentro de los soviets. El gobierno soviético inicial cumplió todas sus promesas, firmó la paz con Alemania, dio la tierra a los campesinos, puso a las empresas en sistema de autogestión y, lo que era mucho más difícil, demostró su carácter internacionalista reconociendo el derecho de autodeterminación de los pueblos oprimidos, para ellos, el régimen zarista era un cárcel de pueblos. Esta primera época quedó reflejada en la Constitución soviética de 1918 que proclamaba la Declaración de los Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado. En este tiempo, Lenin se paseaba entre la multitud sin escolta.
En aquellos “buenos tiempos” al decir de Trotsky, se vivieron numerosos momentos que dejaron constancia de la ingenuidad y la buena fe de la revolución, por ejemplo, los guardia rojos detuvieron a Wrangel y lo dejaron libre, porque dio su palabra de que no se levantaría contra los soviets, Alejandra Kollontaï “combatió” la huelga de los funcionarios de su ministerios, llorando a lágrima viva, Lunarchaski dimió cuando le llegó la noticia de que los Guardias Rojos habían destruido algunas piezas artísticas, lo cual no era cierto. Los bolcheviques intentaron gobernar con otras fuerzas políticas, pero estos interpretaron el tratado de Brest-Listovk como una traición, y promovieron atentados armados contra los líderes bolcheviques, en algunos casos, en colaboración con los servicios secretaros británicos que fueron especialmente activos. No fue hasta finales de los años veinte, que las potencias imperialistas desistieron en sus afanes restauracionistas.
Hasta finales de los años veinte, los políticos e intelectuales opuestos al gobierno pudieron exiliarse, por la misma época tiene lugar la NEP y una fase de activismo cultural y artístico excepcional. Hasta 1927, el PCUS apoya incondicionalmente todas las tentativas del Komintern. En 1921, Lenin propuso que la sede de ésta estuviera fuera de Rusia.

5. Una revolución traicionada. Sin embargo, no es cierto que gangrena burocrática comenzase después de la muerte de Lenin. Esta enfermedad, de entrada, se entiende por el atraso secular del país, por el dominio cultural que los funcionarios del antiguo régimen siguen manteniendo sobre la población. Una población que podía estar con la revolución, pero que seguía con un pie en su estadio anterior marcado por el analfabetismo, el antisemitismo, el machismo, el alcoholismo, etc. La guerra civil deja a la vida económica y social, al borde del abismo. Los soviets no pueden funcionar cuando ha desaparecido la mayor parte de la industria. Las medidas tomadas entonces por los bolcheviques contra otras minorías revolucionarias, así como los recortes en derechos democráticos reconocidos de siempre en el partido, fueron fatales…
En este contexto, el Estado se convirtió en el epicentro de la vida, y el partido se confunde con el Estado. Gran parte de la vanguardia había muerto en la guerra, otra parte está con los bolcheviques porque son los que han ganado. El viejo partido de gente que se la juega por una revolución que exigió grandes sacrificios, deja paso al nuevo partido de la “promoción Lenin”. Parte del aparato (la Checa), ha crecido utilizando métodos bárbaros, de hecho, son ellos los que imponen una solución drástica a la revuelta de Kronstadt. Son “cuadros” que se creen con derecho a una recompensa, sobre todo aquellos que, como Stalin, confunde la revolución con sus ambiciones personales. No es por casualidad que “el último combate de Lenin” (que este quiere llevar a cabo con Trotsky), parta de la idea de que la URSS era un “Estado obrero burocráticamente degenerado”.
Aquí cabría una discusión muy importante sobre la vida social y cultural posrevolucionaria, el partido que, se fue quedando aislado en el curso del avance revolucionario, acabó asumiendo un papel excesivo a todos los niveles, incluyendo la vida cotidiana.
En realidad, sus escritos de esta época son los primeros textos de lo que luego será la Oposición de Izquierdas. Sin embargo, su muerte deja a Stalin sin rival, y permite que Stalin (más Zinóviev, Kámenev y Bujarin), se vista con el traje del “marxismo leninismo”. Convertido en un icono, Lenin es citado y manipulado como el referente “verdadero” y “legitimador” del “marxismo-leninismo”, algo que no existió mientras vivió, que no pudo haber existido desde el momento en que su pensamiento estaba siempre abierto a la crítica y a la reconsideración- Lo dicho: sus últimos escritos son una crítica, una reconsideración de muchas de las cosas que se habían hecho, amén de los apuntes para un análisis muy lúcido de una nueva realidad….

6. La revolución se postuló como la antesala de una revolución internacional, como (la ruptura) del primer eslabón de la cadena imperialista, una hipótesis que fracasó en su primera fase (1918-1923, sobre todo en Alemania), pero que dejó abierta una vía que pudo repetirse en otras ocasiones. Sin el potencial apoyo de la clase obrera mundial, no habría sobrevivido, el imperio británico tuvo que ceder en sus afanes contrarrevolucionarios “porque no quería ver un soviet en Londres”. El socialismo en un solo país se fundamentó en la idea de que el socialismo ya estaba en marcha, tal como había quedado después de la guerra. Cambió el internacionalismo por el nacionalismo, de manera que el Komintern tuvo que abandonar su estrategia para convertirse en la expresión de la política exterior rusa, se “rusificó”.
Aunque deformada y traicionada, la revolución rusa siguió siendo un referente pala los trabajadores como antes lo había sido la toma de la Bastilla para la izquierda democrática. Desde los años treinta, este imaginario se confundió con otro, con el de un país miserable y atrasado que se ponían en la primera línea de las naciones con un crecimiento económico fulgurante, como modelo de un desarrollo económico alternativa (planificado en función de la mayoría social) que el imperialismo les negaba, de ahí que para muchos, las críticas a la naturaleza ambivalente de la URSS y al estalinismo, les pareciera parte de la propaganda anticomunista. Este modelo fue el animó al general Giap, como él mismo cuenta en sus memorias, incluso lo fue para el laborismo británico de principios de los años cuarenta. Este “socialismo” ha llegado convertirse en un modelo fracaso, incluso en lo contrario que en un modelo, pero en otros tiempos, tuvo un carácter movilizador.
Por otro lado, sin el miedo a la URSS y al “comunismo”, el imperialismo no habría permitido el avance de muchas revoluciones anticoloniales (de cuba sin ir más lejos), ni el capitalismo habría transigido tanto tiempo con las conquistas sociales inscrita en lo que se ha llamado un tanto abusivamente, “Estado del Bienestar”.
Esta historia no es agua pasada, ni mucho menos. No lo es tampoco, 1789, el pasado no se archiva, sigue vivo.
Todavía es importante defender sus razones y su legitimidad, y no olvidar los avances que trajo consigo, ahora más evidente cuando el capitalismo se ha quedado sin oposición. No obstante, una de las tareas más importantes de la izquierda militante actual ha sido desplazar las cuestiones hacia las denuncias concretas del neoliberalismo, abogando por nuevos alternativas en base a la máxima participación democrática posible.

Pepe Gutiérrez-Álvarez