domingo, 9 de octubre de 2016

La derecha intenta crecer pidiendo mano dura




La muerte el sábado pasado de un hombre en Carrasco Norte cuando intentaba defender a su amiga de un robo puso nuevamente en el centro de la opinión pública el tema de la inseguridad y las formas de afrontar este problema.
Entre domingo y lunes cientos de montevideanos cacerolearon en señal de protesta en distintos puntos de la ciudad (principalmente barrios acomodados) haciéndose eco del clima de inseguridad que se ha instalado en la ciudadanía mientras políticos de los partidos tradicionales intentan capitalizar el descontento exigiendo entre otras cuestiones la renuncia del Ministro del Interior Eduardo Bonomi

La solución para la derecha pasa por mayor represión

Primero fue Roberto Canessa, sobreviviente de los Andes y vecino de la víctima, quien al día siguiente de la muerte planteó como “solución” el fichaje de las personas que vivan en el asentamiento próximo a la zona del asesinato. A partir de sus declaraciones se sucedieron luego las convocatorias a marchas y protestas exigiendo mayor seguridad, represión y más presencia policial.
Al ver que el reclamo tenía eco en un sector de la ciudadanía, los partidos de la derecha tradicional no tardaron en subirse al descontento para intentar capitalizarlo.
Luis Lacalle Pou al término del Congreso de la agrupación Todos en Trinidad este fin de semana manifestó que el gobierno mantiene ministros que fracasaron y que las reuniones por el tema seguridad convocadas hace algunos meses no habían dado resultados.
Pero fue sin duda Pedro Bordaberry quien apostó más fuerte para confluir con el reclamo de ese sector de la población que pide mano dura y de esa manera intentar atraer votantes en momentos en que las encuestas marcan el escasísimo apoyo que tiene el Partido Colorado.
Al pedido de interpelación a Bonomi que ya ha sido votado por los senadores se sumaron las declaraciones del mismo Bordaberry proponiendo que haya elecciones anticipadas para las cámaras legislativas si el Ministro del Interior es confirmado en su cargo. El dirigente colorado se apoya en los artículos 147 y 148 de la Constitución que habilitan este mecanismo en ocasiones puntuales en las que además se requieren mayorías especiales.
Aunque décadas de políticas punitivas y de control social han fracasado (se tipificaron nuevos delitos, se aumentaron las penas, se dificultaron las salidas anticipadas, las condiciones de detención son inhumanas, etc.), los partidos tradicionales insisten en alentar la salida represiva como salida al tema de la inseguridad. Nada que venga de estos partidos puede significar una salida progresiva para la clase trabajadora y los sectores populares.

La impotencia del Frente Amplio

Aunque ya lleva tres periodos consecutivos de gobierno el Frente Amplio no puede dar una salida alternativa a la propuesta de la derecha.
El modelo económico que implementa (que con matices continúa la línea de sus antecesores) condena a importantes sectores de la población a la marginalidad mientras franjas significativas de trabajadores perciben ingresos miserables. Como lo reconocen las propias estadísticas oficiales casi la mitad de los niños viven en hogares pobres y la juventud se encuentra con un futuro sin porvenir.
Todos estos factores constituyen la base estructural que origina el fenómeno de la delincuencia y la inseguridad; sucesos como el de la muerte de Fratti son consecuencia directa del modelo capitalista y la única solución viable para esta problemática pasa por un cambio de fondo en la sociedad.
El Frente Amplio se mostró incapaz de encarar esta tarea y su claudicación alimenta las alternativas represivas y de mano dura que alientan desde siempre los tradicionales partidos de la burguesía.

Hernán Yanes

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