sábado, 29 de octubre de 2016

El Sunca y el reclamo de #NiUnaMenos




El pasado martes 25 se conoció la muerte de Ana Petroff de 29 años en Fray Bentos, asesinada de un disparo por su ex pareja, un obrero de la construcción, quien luego se suicidó. El Sindicato de Base del Sunca de esa localidad decidió parar “en solidaridad” con el femicida. Las autoridades del Sunca a nivel nacional mintieron para encubrir el paro reaccionario de su filial. Las responsabilidades sindicales, estatales y la lucha por #NiUnaMenos.

Con mucho dolor vemos cómo en Uruguay ya son 19 los feminicidios en lo que va del 2016. Son mujeres de todas las edades y ocupaciones, algunas de ellas con hijos como Ana, que tenía tres, y que hoy quedaron huérfanos.
Nuevamente aquí, la responsabilidad estatal para que estas mujeres no sean re-victimizadas cuando denuncian la situación, que no hayan podido ser atendidas a tiempo por dispositivos idóneos para abordar situaciones de violencia de género (tanto equipos de contención y asistencia como hogares de estadía, etc.). Y más en general, la situación de desigualdad salarial en las mujeres trabajadoras, con ingresos que no llegan ni a la mitad de la canasta básica.
En el caso de Fray Bentos, las responsabilidades se amplían, ya que el Sunca al que pertenecía el asesino, realizó una medida de paro en solidaridad con él, alegando que “la estaba pasando mal”, que estaba hace meses en el seguro de paro y con varios problemas de salud. Pero nada, nada, puede justificar los “crímenes de odio” como el feminicidio.
El lamentable “paro solidario” del Sunca de Río Negro tiene como primer responsable a su director departamental, Sandro García, quien primero justificó la medida y luego tuvo que disculparse y renunciar inmediatamente.
Pero mayor responsabilidad la tuvo el Sunca a nivel nacional que, para encubrir el hecho, mintió y dijo que el paro fue en solidaridad con el tío de la mujer asesinada, también obrero de la misma empresa constructora.
El gremio del Sunca junto al resto de las organizaciones sindicales, salvo casos excepcionales, no suelen combatir el machismo al interior de las filas de la clase trabajadora. Por ejemplo, frente a las reiteradas situaciones de acoso callejero cuando las mujeres pasamos por las obras de construcción, donde tenemos que soportar todo tipo de groserías (por no decir bestialidades), la dirección sindical, que posa de “comunista”, se calla la boca, y naturaliza el acoso.

¿Por qué el Sunca no llama a un paro contra la violencia machista?

Justamente, porque estos dirigentes pertenecientes en su mayoría al Partido Comunista del Uruguay (PCU) posan de combativos en los actos y manifestaciones, pero cuando hay que cuestionar el machismo en sus propias filas, miran todos para otro lado. En primer lugar porque ellos también son machistas, y correa de transmisión de todos estos prejuicios que fomentan que la mujer es propiedad del hombre y objeto de su satisfacción personal.
Las instituciones del Estado capitalista - sus leyes, sus escuelas, su concepción de familia - son las transmisoras de la cultura machista imperante en amplios sectores de la clase trabajadora. Se transmite la misoginia, la homofobia, la xenofobia y el racismo. Por eso es importante luchar contra esta ideología, para que los trabajadores varones tomen inclusive los reclamos de los sectores más oprimidos.

¿Qué PIT-CNT necesitamos?

Por más que el PIT-CNT tenga su Secretaría de Género, Equidad y Diversidad Sexual, no es más que una formalidad ya que en los hechos sigue permitiendo que las mujeres ganen menos que los hombres por igual tarea, sigue acordando con las patronales y el gobierno la precariedad laboral, sigue garantizando la división en las filas obreras, y sigue manteniendo los salarios sumergidos a miles de mujeres trabajadoras que continúan en la pobreza.
Pero qué bueno sería que el Sunca, que tiene a la mayoría de sus afiliados varones, y todo el PIT-CNT convocaran a un paro por y para las mujeres, lo cual sería un paro totalmente progresivo. Tomando el ejemplo argentino del pasado 19 de Octubre, ¡qué mensaje distinto darían a sus afiliados si adhirieran activamente a la lucha contra la violencia machista y participaran de las alertas por #NiUnaMenos!
El problema del machismo es, como sabemos un problema social y cultural reforzado por el capitalismo para oprimir más y mantener a las clases explotadas divididas. Por tanto, excede a cualquier sindicato o federación. Pero, una dirección del movimiento obrero consecuente debería tratar de combatir el machismo y la homofobia en sus afiliados, y tomar la causa de los sectores más oprimidos, porque hay que unir lo que la burguesía divide, porque hay que romper con la ideología actual de la clase trabajadora, que no es otra lamentablemente que la ideología de la clase dominante.
Por eso es tan importante exigir al Sunca y al PIT-CNT que marchen por #NiUnaMenos, y por eso es tan importante construir nuevas direcciones para la clase trabajadora y recuperar los sindicatos para la lucha de los trabajadores y las trabajadoras, superando a estas direcciones oficialistas y machistas.

Karina Rojas
Montevideo

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