lunes, 12 de septiembre de 2016

Fernández Huidobro: 45 años coqueteando con las FF.AA




Hace unas semanas se celebró en el Ministerio de Defensa el sepelio del exministro de defensa y fundador del MLN- Tupamaros Eleuterio Fernández Huidobro. La bandera uruguaya y la del MLN cubrieron su ataúd. Un puñado de fieles seguidores -civiles y militares- lo despidieron. Ese “viejito” con aires de patriarca, barba blanca y bastón, fue un personaje político que estuvo durante más de cincuenta años en la primera plana de la política nacional.
¿Cómo llegó un exguerrillero rehén de la dictadura a ser tan apreciado por sus enemigos de otrora? La respuesta hay que empezar a buscarla varias décadas atrás.
En 1971 sale a la luz pública el documento N° 5 del MLN redactado por Huidobro -como la enorme mayoría de textos tupamaros-. Era considerado dentro de la guerrilla el principal cuadro político y militar. En esos tiempos estaba preso en el penal de Punta Carretas desde octubre de 1969 -toma de Pando-. El extenso documento discurre por varios temas: situación internacional y nacional, tesis política, análisis de sectores fundamentales.
El documento es de un eclecticismo ideológico extremo: reivindica el “nacionalismo revolucionario”, cita a Mao, plantea la toma del poder y la revolución socialista, el acuerdo con políticos profesionales blancos y colorados, con sectores de la iglesia y… con supuestos “militares peruanistas” al interior de las FF.AA (por el régimen militar nacionalista de Velazco Alvarado en Perú). Es decir que el coqueteo Huidobro (MLN)- FF.AA precede a la dictadura. No lo inicia en un momento de derrota, para ese entonces -1971- había, según el documento, condiciones favorables para el MLN y éste estaba fuerte (un año después fue derrotado y desmantelado totalmente por las fuerzas represivas).
Cómo caracterizaba Huidobro (el MLN) a las FF.AA en 1971? Merece citarse: “Las FF.AA de algunos países han demostrado que frente al atraso de las masas y a la inexistencia de un fuerte proletariado, pueden asumir el rol de vanguardia y de partido (…) Por ello, las FF.AA, no pueden descalificarse masivamente y no puede renunciarse a la política en su seno”. Atribuirle la vanguardia de una revolución socialista -sustituyendo al proletariado- a las fuerzas represivas aliadas, financiadas y entrenadas por la CIA y el Pentágono es -como mínimo- un disparate político. No puede extrañar que meses después en 1972 -ya prácticamente derrotado el MLN- Huidobro y otros dirigentes tupamaros negociaran en el Batallón Florida con los supuestos “militares peruanistas” -entre ellos ¡el Goyo Álvarez!-.
Las negociaciones tenían como eje los llamados “ilícitos económicos” cometidos por empresarios y políticos. Meses después los famosos comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Conjuntas -anticipo del Golpe de Estado de junio de 1973- recogen buena parte de los planteos negociados el año anterior con parte de la cúpula del MLN. Jorge Zabalza en una entrevista reciente de Gerardo Tagliaferro para Montevideo Portal expresó: “ (En febrero de 1973) hubo un planteo de Fernández Huidobro, en el penal de Libertad, de apoyo a los comunicados 4 y 7”.
Luego de la dictadura -años ’90- se dan las “conversaciones” de Huidobro, Mujica y Marenales con represores de las FF.AA de la logia de los “Tenientes de Artigas” -entre ellos Radaelli y Casella, presos en Chile por el asesinato del químico chileno pinochetista Eugenio Berríos-. Ya en esos años el MLN se proponía constituir la “columna parlamento”, inicio del ascenso electoral que llevó a Mujica a la presidencia y a Huidobro al Ministerio de Defensa.
La integración al aparato político y represivo del Estado capitalista se dio en su máxima expresión. La bandera del MLN cubrió el cajón de Huidobro en la sede central de las FF.AA, pero los miles de tupamaros honestos que se jugaron por la revolución socialista y no fueron cooptados por el Estado ni el capital, no derramaron ni una lágrima.

Andrés Mancioni

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