El presidente venezolano, Hugo Chávez, insistió esta semana en el llamado a la defensa del país ante la amenaza de guerra que representa la instalación de siete bases estadounidenses en Colombia.
En una concentración multitudinaria en Caracas, Chávez aseguró la víspera que el gobierno reestructura la Fuerza Armada para garantizar la defensa, lo cual concuerda con su mensaje al pueblo, el domingo último, de defender la soberanía de esta nación.
"Nosotros no vamos a agredir a nadie. Nosotros solo nos estamos preparando para defendernos, más nada", aseguró el gobernante al intervenir en la referida manifestación contra los referidos enclaves bélicos.
El pasado 8 de noviembre indicó que pese a las amenazas de los señores imperialistas y a sus lacayos en este continente, como el gobierno colombiano, Venezuela seguirá transitando la Revolución socialista.
Lo que ha pasado ahora entre Colombia y Estados Unidos es la entrega de un país, el gobierno colombiano ha convertido a esa nación hermana en una colonia yanqui, afirmó entonces.
Chávez subrayó el martes último que Venezuela está empeñada en buscar la paz y la independencia en la región, lo cual consideró choca con la decisión colombiana de abrir sus bases militares a Estados Unidos.
Me acusan de guerrerista por llamar a los soldados y al pueblo a estar listos para defender la patria, cuando en realidad somos víctimas de agresiones, apuntó el jefe de Estado en el Palacio de Miraflores, al firmar nueve convenios con la gobernadora del estado brasileño de Pará, Ana Julia Carepa.
El dignatario denunció ayer que con sus bases en Colombia, el gobierno estadounidense pretende actuar con licencia para matar cuando y donde quiera.
Al hablar ayer en la inauguración de la V Feria Internacional del Libro de Venezuela, consideró importante que los pueblos se manifiesten contra la ofensiva estadounidense con apoyo de las oligarquías nacionales.
El líder venezolano hizo estas declaraciones en el contexto en que Bogotá y Washington firmaron el 30 de octubre pasado el acuerdo que le permite a Estados Unidos la instalación de las bases militares en suelo neogranadino.
De acuerdo con el documento suscrito, se autoriza la presencia en el país vecino de al menos 800 militares estadounidenses y 600 civiles contratistas de la administración de la potencia norteña que tendrán inmunidad y no se subordinarán a las leyes colombianas. (PL)
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