miércoles, 20 de julio de 2016

Oposición a la instalación de una nueva papelera en Uruguay




Ante el anuncio realizado días atrás de que el gobierno uruguayo se encuentra negociando con UPM la instalación de una nueva planta de celulosa en territorio uruguayo las críticas se hacen sentir a ambos lados de la frontera.

Gobierno a la búsqueda desesperada de inversión extranjera

La empresa finlandesa UPM anunció su interés en construir su segunda planta de celulosa en el centro del país (la tercera que tendría el Uruguay considerando también la de Montes del Plata) con una inversión total cercana a los 5000 millones de dólares. El gobierno espera que la planta se comience a construir a mediados del 2018 para ponerse en funcionamiento en los primeros años de la próxima década.
Con esta inversión, anunciada con bombos y platillos por el presidente Tabaré Vázquez, el gobierno espera amortiguar el impacto de la crisis económica que ha llegado al Uruguay y pone en rojo los indicadores económicos del país.
La planta proyectada, más grande que la que ya se encuentra funcionando en Fray Bentos, se ubicará sobre el Río Negro y requerirá una adecuada conexión con Montevideo, puerto por donde saldrá la producción. UPM invertirá alrededor de 4000 millones de dólares y el gobierno se compromete a invertir alrededor de 1000 millones en construcciones y reparaciones de rutas y vías de ferrocarril así como mejoras en el puerto. Para tal fin el vicepresidente Raúl Sendic anunció que realizará una gira por Emiratos Árabes Unidos para conseguir fondos que permitan concretar la inversión en infraestructura.
Con esta mega-obra Tabaré Vázquez intenta dinamizar la economía y paliar la creciente desocupación prometiendo miles de nuevos puestos en especial en la construcción y en las actividades derivadas del funcionamiento de la papelera.
El gobierno frenteamplista, sale a la búsqueda desesperada de capitales extranjeros y para ello no duda en ofrecerles cada vez mejores negocios. Al igual que lo que ya sucede con la planta instalada en Fray Bentos UPM condiciona el nuevo emprendimiento a que Uruguay habilite su funcionamiento bajo el régimen de zona franca lo que garantiza que no pagará la mayoría de los impuestos correspondientes y le asegurará un negocio redondo.

Críticas a ambos lados del río

Ante el anuncio las críticas de las organizaciones ambientalistas no se hicieron esperar. Del lado uruguayo se advierte que las plantaciones de eucaliptos, materia prima de las papeleras, ocasiona graves daños al medio ambiente. Su monocultivo seca los cursos de agua y afecta negativamente el suelo, que se vuelve árido facilitando luego la ocurrencia de inundaciones como las que ya se han dado en estos últimos tiempos en el país. A su vez la proliferación de eucaliptos empobrece la biodiversidad, disminuyendo el monte nativo y la fauna que habita el territorio. El fracking, los transgénicos y la megaminería tienen consecuencias negativas en el medio ambiente y en la calidad de vida.
En Argentina las organizaciones ambientalistas ya mostraron su oposición a la nueva planta proyectada denunciando que uno de los desagües del Río Negro se ubica a 35 km. de donde vierte sus desechos la planta de UPM en Fray Bentos, generando un efecto acumulativo que aumenta el riesgo de contaminación. Denuncian también el “secretismo” de ambos países sobre los daños y la contaminación de las papeleras; mostrando como los gobiernos de ambos países se cubren mutuamente porque están más preocupados de hacer buena letra con las multinacionales que de cuidar el medio ambiente.
Recordemos que la instalación de UPM (Ex BOTNIA) en la década pasada ocasionó un importante conflicto diplomático entre ambos países y un movimiento ambientalista extendido en Gualeguaychú. En lo que respecta al movimiento ambientalista en Uruguay, vale recordar que en los últimos años han sido importantes las masivas manifestaciones en Montevideo "En defensa de la tierra y el agua" y en contra de la instalación del emprendimiento megaminero Aratirí, actividades convocadas por la Asamblea Nacional Permanente.

Hernán Yanes

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