miércoles, 30 de marzo de 2016

Ni seguidismo a la burocracia ni abstencionismo




Ante un nuevo paro general del PIT-CNT resurgen algunas preguntas entre los trabajadores: ¿Quién define los reclamos del paro? ¿Si paramos, le hacemos el juego al gobierno o a los dirigentes del PIT-CNT? ¿Se puede generar algo diferente dentro del PIT-CNT?

Este 6 de Abril se realizará el Paro General Parcial bajo la consigna “¡Para avanzar!”. La consigna central, así como las secundarias, si es parcial o durante toda la jornada, los reclamos, los oradores, si nos movilizamos hacia el Ministerio de Economía, Presidencia o Parlamento, todo esto es definido por la dirección del PIT-CNT sin consultar a las bases de cada rama, federación o sindicato.
Son cada vez más los trabajadores que a partir de experiencias de lucha sacan la conclusión que la dirección del PIT-CNT es una burocracia sindical. Este fenómeno tiene expresión con agrupaciones sindicales opositoras que plantean desarrollar luchas contra el patrón o el gobierno, y avanzan sobre ese terreno que van perdiendo las direcciones burocráticas oficialistas que ya les cuesta depositar todas las expectativas en “un giro a izquierda del Frente Amplio en el gobierno”. Especialmente en los últimos años que ante la crisis internacional y regional el FA viene demostrando cada vez más ser un garante de los negocios de los grandes capitales con pautas salariales cada vez más miserables, mientras el gobierno y dirigentes oficialistas insisten en jerarquizar “el empleo”, para que abandonemos el reclamo de aumento de salarios. Ejemplos de este proceso antiburocrático son los sindicatos de la educación, municipales, bancarios, entre otros, pero estos sectores disidentes por izquierda aún son una minoría dentro del PIT-CNT.
Como trabajador de la educación, integrante de ADES Montevideo, he visto distintas posturas en asambleas y liceos respecto a los paros del PIT-CNT. Los sectores oficialistas plantean apoyar casi en su totalidad la postura de la dirección del PIT-CNT, una postura frontalmente de “seguidismo”. Por otro lado surgen interrogantes compartidos por amplios sectores que no se alinean en un seguidismo atrás de lo que plantea la burocracia, ¿es válido un paro de estas características? si paramos, ¿le hacemos el juego al gobierno o a estos dirigentes oficialistas? Estas son algunas preguntas que escucho cada vez que hay una convocatoria de la “burocracia sindical”. En general en torno a estas interrogantes se pueden escuchar dos posturas que creo merece nos detengamos a pensar todos los que nos identificamos en estos últimos: una parte entiende que debemos hacer paro porque estamos dentro del PIT-CNT, pero especialmente porque seríamos considerados “carneros” por el resto de los trabajadores porque entiende como un principio básico no trabajar ante un paro. La otra parte no quiere participar del paro porque entiende que así se le haría seguidismo a la dirección burocrática, pero no lo plantea (aún) tan abiertamente a las asambleas porque sabe que sería atacado por el oficialismo (que es cada vez menor en militancia pero claramente mayoría dentro de los afiliados) y esto le podría permitir al oficialismo recobrar terreno acusándolos abiertamente de carneros y rupturistas.

Lo que terminará con la burocracia es construir una alternativa

En primer lugar creo que debemos profundizar en pensar por qué existe tal dirección burocrática, que en Uruguay es básicamente de sectores oficialistas pero en otros países son burocracias con líneas más individuales, o sea, “sin partido”, por lo que claramente no es esto último el motivo o peligro de conformación de una burocracia. Hasta el momento no existe nada que “garantice” que una corriente o agrupación de trabajadores no termine siendo una burocracia sindical, ya sea en una filial local, federación o la dirección del PIT-CNT, sin embargo esto no implica necesariamente que por el “peligro burocrático” no nos debamos plantear recuperar los sindicatos para los trabajadores, o sea, que tengan independencia del gobierno, que funcionen bajo democracia obrera con decisiones generales siempre por asamblea y delegados revocables, etcétera. La perspectiva respecto al “cómo derrotarlos” es la que a mi entender está poco clara para los sectores críticos de la burocracia, y creo debería ser el centro del debate ante cada acción que movilice a miles de trabajadores, a miles de hermanos de clase, como lo son las trabajadoras de Fripur, o un obrero de la construcción.
Si dentro de los sectores críticos a la burocracia nos planteamos algún día sacar a dicha dirección de los sindicatos necesitaremos ser cada vez más trabajadores en el mismo sentido, y por lo tanto por qué no aprovechar cada vez que se movilicen miles de trabajadores, como es en cada paro del PIT-CNT. No nos abstengamos de dar la lucha reduciendo la “disputa” a una filial o una federación, aunque esta lucha sea indispensable. Pero para no hacer seguidismo debemos plantearnos qué acción tener delimitada de la dirección burocrática, que no sea distanciándonos del resto de los trabajadores con los que estamos dentro del PITCNT, pero sí de la política de la dirección. Esto no es rupturismo, esto es tener la libertad de organizarnos dentro del PIT-CNT para dar la disputa por la política sindical, y aunque si bien sería expresarse en minoría, podría convertirse en un mediano plazo en una alternativa.
Esto se podría dar si empezamos a hacer acciones comunes, como puede ser hacer el paro pero repartiendo un volante que denuncie lo que no quiere denunciar la dirección, como es por ejemplo que los trabajadores no debemos depositar nuestras expectativas en este gobierno que ya ha mostrado que no está dispuesto a tocarle los bolsillos a los empresarios, que debemos desarrollar un plan de lucha unificado, potenciar las asambleas zonales e inter-sindicales donde se apoye de manera concreta y militante a los trabajadores en conflicto. O realizando una columna en la movilización bajo pancartas con más reclamos, siempre apostando a generar el mayor diálogo posible con el resto de los trabajadores. Estas y muchas más alternativas existen y surgirán de trabajadores de base, si nos planteamos empezar a construir una alternativa, sin seguidismo oportunista ni abstencionismo sectario. Gran error sería asimilar un trabajador de un sindicato a su dirección, o sea subestimar a todos los trabajadores de los sindicatos donde dirige la burocracia sindical como si no pudiéramos encontrar cada vez más a sectores que confluyan en esta perspectiva, y no olvidemos que en nuestro sindicato hace pocos años que dejaron de ser totalmente hegemónicos.
Dentro de los sectores críticos estamos compañeros con diferentes afinidades políticas e ideológicas como es natural y lógico, y este debate no es diluyendo nuestras diferencias ideológicas, que si bien confluimos muchas veces de manera más “espontánea” en asambleas, entiendo debemos profundizar en la reflexión de unidad de acción en aspectos como el deber que tenemos de sacar a las burocracias sindicales, en pos de lograr la independencia política de la clase trabajadora, en la perspectiva del surgimiento de una alternativa política de los trabajadores.

Claudio Álvarez

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