sábado, 1 de diciembre de 2012

La resistencia armada contra el robo de los recursos naturales




Entrevista a Rubén Zamora, comandante del Frente 33 de las FARC-EP

“Es una ofensiva brutal de las empresas multinacionales”. Así, en pocas palabras, resume las causas de la guerra en Colombia Rubén Zamora, comandante del Frente 33 de las FARC-EP, en una entrevista exclusiva a la Agencia de ANNCOL.

El comandante es uno de los jefes guerrilleros destacados, muchas veces mencionado por los grandes medios oficialistas y los diferentes ministerios de defensa. Lo han pintado como un comandante temeroso en el campo de batalla pero lo que veo es una persona totalmente normal, de contextura normal, un poco canoso y nervioso cuando le digo que lo voy a entrevistar. Pero le digo a él, “que solo diga lo que es el día en la cotidianidad en la región de Catatumbo”. Y se ve un poco más calmado. A esa región llegó el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso y tenia la tarea de matar y matar, y así físicamente liquidar toda resistencia popular civil. ¿Al servicio a quién era esa matanza? ¿Al servicio de las grandes transnacionales que quieren robarse los recursos naturales de esa parte de Colombia? Más de 12.000 campesinos e indígenas de la población civil fueron asesinados. Centenares de estos fueron llevados a hornos crematorios, al modelo nazi, para ser cremados y así borrar de toda evidencia y prueba técnica sobre ese genocidio al servicio de un Estado que Juan Manuel Santos representa.
Pero la alianza guerrillera, FARC-ELN, ha logrado combatir y frenar la ofensiva asesina del gran capital en Catatumbo. Zamora resume, en la siguiente entrevista, que “la resistencia ha tenido la suficiente fuerza para oponerse a estos planes y hay unas peleas de connotaciones muy importantes”
De todos modos es un enemigo muy poderoso el que tienen enfrente. “Hay zonas donde cada 3 habitantes hay un soldado”, explica Zamora. Decía Iván Márquez en la inauguración del Proceso de Diálogo en Oslo, que el Estado ha repartido 90.000 militares y policías solo con la tarea de “proteger” a las instalaciones de las transnacionales. En Catatumbo estuvieron más de una década asesinando a 12.000 seres humanos para alcanzar lo que los empresarios necesitaban: “tranquilidad y clima de inversión”. Dick Emanuelsson, subdirector de nuestra página ANNCOL, realizó la entrevista que compartimos con nuestros lectores:
Dick Emanuelsson (DE): Seguimos en La Habana con los integrantes de la Delegación de Paz de las Farc-Ep. Tenemos al compañero Comandante Rubén Zamora, del Frente 33 de la zona norte de Santander. Quisiéramos conversar sobre uno de los temas que mencionó el comandante Iván Márquez en la instalación de la mesa, cuando mencionaba la minería, las petroleras y bueno, los robos de los recursos naturales del territorio colombiano. Sabemos que la zona en la región de Tibú, en la Gabarra donde opera el frente 33 hay muchos recursos naturales. ¿Nos podría hacer una descripción de eso, compañero?
Rubén Zamora (RZ): La zona del Catatumbo es una zona rica en recursos naturales. El petróleo ocupa el primer lugar, en unos 70 años de explotación petrolera. El Catatumbo era una zona de pueblos indígenas de Motilón Barí. Luego que se hace el descubrimiento de la existencia de petróleo, en la zona, entraron las compañías petroleras de los Estados Unidos
DE: ¿Cuáles eran ellas?
RZ: Estamos hablando de la Colombian Petroleum Company, eso fue por los años ’30 durante el gobierno de Olaya Herrera quien hizo la concesión de las tierras de los barí a esta empresa petrolera que hizo la explotación. Les quitaron el territorio y desde entonces se los ha ido arrinconando hacia el extremo norte del departamento, las mejores tierras se las quitaron a las comunidades indígenas. Se les redujo violentamente casi al borde de la extinción. Luego ocurre la fase de agotamiento de la explotación petrolera y las comunidades que colonizaron la zona del Catatumbo, en presencia de las empresas multinacionales, han vivido unas condiciones de pobreza extrema y mucha marginalidad, al borde de que se llevan el petróleo y las comunidades quedaron completamente desamparadas desde el punto de vista económico y social. Ese fenómeno de la explotación petrolera tiene como efecto, también, la colonización. Se convierte la zona del Catatumbo en una zona agrícola, pero de una economía de subsistencia de las comunidades campesinas.
DE: ¿De supervivencia?
RZ: Si, claro. Ahora se hacen nuevos descubrimientos de campos petrolero allí y ese es uno de los factores importantes, el petróleo. Por otro lado se han hecho estudios y se ha descubierto un manto de carbón muy poderoso que viene desde el territorio Venezolano y se va extendiendo, a través de la montaña, hacia el centro del departamento norte de Santander. Ahí, una parte de ese territorio que tiene carbón, yacimientos de carbón, es de explotación a cielo abierto; hay una mina que tiene unos 700 km2 de los cuales 400 serían de explotación a cielo abierto. Estamos hablando de un manto de carbón poderoso que implicaría la explotación y que además implica la destrucción de buena parte del territorio, incluso de buena parte del Río Catatumbo y del río de Boró que queda en la frontera con Venezuela.
DE: ¿Y sería una mina más grande que la del Cerrejón (la más de Latinoamèrica a cielo abierto)?
RZ: Es una mina muy cercana en capacidad de producción a la mina del Cerrejón. Cuando se hace el descubrimiento de la existencia de más petróleo y de esta mina de carbón, ocurre un fenómeno que no es casual, que responde a toda una planificación estratégica. Incursiona un grupo de paramilitares en la zona del Catatumbo y ahí empieza una violencia que aún no para.
“Limpiando” la región asesinando 12.000 personas
DE: ¿En qué año fue eso?
RZ: Fue el 29 de mayo de 1999, entra el Bloque El Catatumbo del paramilitarismo y ocurre la conocida masacre de La Gabarra y acá estamos hablando de la muerte de 90 personas algunas de las cuales fueron ametralladas, otras descuartizadas y otras lanzadas al río Catatumbo. Esto ocurre en una operación conjunta del ejército colombiano con el bloque El Catatumbo, de los paramilitares. Por esta masacre fue condenado el estado colombiano por la Corte Interamericana de Derechos Humanos porque se pudo comprobar, las autoridades comprobaron a través de las denuncias que los hechos eran, evidentemente, muy contundentes al punto de poderse demostrar la responsabilidad del estado. Y estamos hablando solo de una de las masacres que se practicó en la zona del Catatumbo, podemos decir con toda seguridad de la muerte de mas de 12 mil campesinos en 7 municipios de la región. Y unos 120 mil desplazados que fueron desarraigados completamente de la tierra.

Cremando las víctimas en hornos al estilo nazi

DE: Fue muy publicado que el paramilitarismo tenía instalado en esa zona, hornos para deshacerse de todos los asesinados en las masacres que hicieron.
RZ: En principio fueron las masacres, después algunos oficiales del ejército y funcionarios del gobierno y dirigentes políticos que le recomendaron a los paramilitares que, o hacían más selectivos los crímenes con el propósito de aniquilar la dirigencia social de las comunidades del Catatumbo, o implementaban algún otro mecanismo que no se hiciera tan evidente. Es cuando incorporan el sistema de los hornos crematorios y efectivamente, muchas de las víctimas del paramilitarismo pasaron por eso. La cifra de desaparecidos en la región es muy alta, casi inestimable. Pudiéramos decir que la gente se estaba desapareciendo y en principio no se sabía que estaba pasando con los cuerpos.
DE: Al estilo nazi. . .
RZ: Efectivamente, eran operaciones de exterminio al estilo nazi que como tu sabes, también ellos emplearon sistemas similares a los que empleó el paramilitarismo. DAS, Ejército, policía, Fiscalía, políticos los cómplices Hay que decir que una de las características de este fenómeno es que incorporan las instituciones del estado. Hablando de la policía, del ejército, de la fiscalía general de la nación, del Departamento Administrativo de Seguridad –DAS-, de la gobernación de aquella época, de parlamentarios del departamento norte de Santander. No escapa ni uno solo de los parlamentarios del norte de Santander, de las investigaciones por parapolítica. Los partidos políticos tradicionales, están comprometidos con este fenómeno, de hecho algunos dirigentes políticos tienen intereses en esa región del Catatumbo, especialmente en lo que tiene que ver con las explotaciones de carbón. De manera que es una ofensiva brutal de las empresas multinacionales, del establecimiento, con el propósito de producir un desarraigo de las comunidades y hacerse del manto de carbón y del petróleo fundamentalmente. ¿Por qué se da ese fenómeno? Porque a las comunidades le plantearon la posibilidad de tranzar para quepermitieran la entrada en operaciones, de las compañías, Hubo una resistencia de las comunidades a estos propósitos porque obedecen a unos planes en que las multinacionales se quedan con todas las riquezas, el estado no se beneficia, las comunidades no se benefician y hay una resistencia a la explotación de las minas de carbón y optan por la eliminación física de las comunidades y el desarraigo de las comunidades. Por eso, en la zona, la defensa del territorio se ha convertido en una consigna fundamental porque en ese espacio está la posibilidad de la existencia de las comunidades sostener su pedido social, sostener sus valores culturales. Es allí donde está la relación de las comunidades con la posibilidad de vivir y la gente se ha propuesto vivir en condiciones dignas. Condiciones de esclavitud moderna Hay experiencias en otras regiones del país donde se conoce la presencia de compañías multinacionales y las condiciones en las que participan las comunidades con un trabajo completamente degradado, salarios miserables, condiciones no podríamos decir de explotación sino de super explotación. Las comunidades tienen allí toda una historia, conocen los proyectos económicos de las empresas multinacionales, en consecuencia optaron por hacer resistencia Cuando ocurre la incursión del paramilitarismo, la única fuerza política y militar que le hace resistencia a la ofensiva del paramilitarismo fueron las FARC y el Ejército de Liberación Nacional –ELN-. Las comunidades encuentran en el movimiento guerrillero la posibilidad de sostenerse, de evitar que les corten esas raíces que hay en ese territorio.

El Alcalde de Paz encarcelado y asesinado, Tirso Vélez

DE: ¿Me permites interrumpirte aquí un poco? Yo me acuerdo allá en los años ‘91, ‘92, ‘93, el alcalde que fue elegido en Tibú en 1992 en las elecciones regionales y municipales fue Tirso Vélez y era de la Unión Patriótica. Me acuerdo que había escrito un poema sobre una paloma, sobre la paz, el sueño de la paz. Pero la verdad fue que lo encarcelaron al compañero elegido por el pueblo y fue tildado de guerrillero por haber escrito ese poema de paz. Fue una persecución totalmente increíble por parte de las fuerzas militares. El compañero también tuvo que desplazarse cuando fue liberado, yo no me acuerdo si estuvo uno o 2 años en la cárcel, y hace unos años fue asesinado en Cúcuta. Ese macabro ambiente donde la población no tenía otro sustento y defensa para resistir que el movimiento insurgente.
RZ: Desde luego, el caso forma parte de un proceso que nosotros llamamos la penalización y criminalización de la protesta social.
DE: Y asesinaron también muchos dirigentes de la USO del sindicato petrolero.
RZ: Eliminaron a toda la dirigencia sindical, eliminaron a toda la dirigencia política de oposición. Ahí en Cúcuta mataron hasta a defensores de los derechos humanos, mataron a Tirso Vélez, a Villamizar Russiani que era defensor del pueblo, mataron a Carlos Bernal que era miembro de la Unión Patriótica y también dirigente del Partido Comunista. Te estoy hablando de personas muy representativas, entonces, esa eliminación física, ser de oposición.

Cadáveres frente al portón de la iglesia

DE: Política legal. . .
RZ: SI, correcto, así se le puede decir, oposición política legal y se convirtió en un delito y por lo tanto, en objetivo militar.
Otros fueron judicializados como dirigentes políticos, entre ésos, concejales de la UP también vivieron esa experiencia. Y hasta representantes de la iglesia, recuerdo a monseñor Luis Madrid Merlano a quien hostigaron y en una oportunidad le bombardearon la emisora de la iglesia. Algunas veces le llevaban los cuerpos de algunos campesinos asesinados por el ejército y te estoy hablando de la época en que Tirso era alcalde en Tibú. Le dejaban en la puerta de la catedral los cuerpos de los campesinos. Le dejaron los cuerpos de compañeros que murieron en combate, que eran crímenes de estado. Mucha gente pasó por esa experiencia y eso ha hecho bastante difícil la lucha social en la zona del Catatumbo. Reconstruir las organizaciones campesinas
DE: Además de esa resistencia campesina hay también una reserva campesina, una reserva autónoma.
RZ: Si, después que ocurre la desmovilización del paramilitarismo la gente empieza a reencontrarse y a vencer el temor de la época más cruda de la violencia paramilitar. Empiezan a reconstruir las organizaciones campesinas y han tomado una iniciativa que es la conformación de la zona de reserva campesina del Catatumbo. Eso aún no se ha hecho efectivo porque hay un plan para la zona que es el plan de consolidación. Tu sabes que en Colombia las zonas más ricas en recursos naturales las han considerado como zonas de consolidación, están dentro de esos planes de presencia militar del estado pero también de unas campañas dirigidas a bregar, cooptar a la dirigencia agraria.
En el Catatumbo no ha sido posible que el estado cumpla su cometido, gracias a esas fuerzas, a esa resistencia. Las comunidades saben que todo lo que venga del estado implica una amenaza para los intereses de las comunidades. Y en razón a esto se resisten a acatar cualquier convenio u oferta que venga de las instituciones. La gente quiere desarrollar sus propias iniciativas, la gente quiere hacer el desarrollo a partir de sus propios diagnósticos, de sus propias formulaciones. La gente no quiere que el desarrollo sea como se concibe en estos momentos que precisamente es la incorporación de grandes capitales que significan el despojo de las tierras. Allí también, en la zona del Catatumbo está en marcha un plan que es el plan de monocultivo de la palma Las cifras de Iván Márquez en Oslo
DE: Mejor dicho, en la región del Catatumbo están todos los componentes que mencionó Iván Márquez en Oslo, de los 114 millones de hectáreas está repartido entre 38 millones para petroleras y quedan solamente unos 4 ó 5 millones de tierras para cultivos que sirvan para alimentar a la población colombiana y que por supuesto no es suficiente. Por eso lo tienen que ver allá en esa zona riquísima del Catatumbo.
RZ: Si, allí es que te decía del plan de la Palma (Africana), por ejemplo, que es lo que denunciábamos en Oslo y lo hacía el camarada Iván Márquez en nombre del Secretariado. Para eso es el desarraigo, el despojo; 30 mil hectáreas o un poco más de tierras fueron despojadas en el Catatumbo y toda esa tierra despojada se encuentra, en este momento, dentro del plan de la producción de palma para agrocombustibles. Es un monopolio, una sociedad que comprende a varios inversionistas.
DE: ¿Locales o internacionales?
RZ: Hay inversionistas nacionales como el ex ministro de agricultura en el gobierno de Andrés Pastrana, Carlos Murgas, el líder de esta iniciativa. De ahí que todos los males de los grandes inversionistas se aproximan al Catatumbo pero hasta ahora podemos decir que la resistencia ha tenido la suficiente fuerza para oponerse a estos planes y hay unas peleas de connotaciones muy importantes

Bombardeos y combates

DE: Hemos escuchado y leído mucho en la prensa colombiana, RCN, Caracol, El tiempo que hay muchos bombardeos a la concentración de la tropa guerrillera, ahí.
RZ: En la zona del Catatumbo hay muchas brigadas móviles, hay una brigada regular del ejército. A veces se intensifican operaciones muy fuertes pero no menos de 12 mil soldados tienen presencia en 7 municipios, estoy haciendo referencia a que eso implica una concentración muy fuerte. Hay zonas donde cada 3 habitantes hay un soldado, eso te puede dar una dimensión de la cantidad de fuerza militar y todo precisamente dirigido a limitar la acción del campesinado. Esos bombardeos y ametrallamientos sobre la zona del Catatumbo que van a sembrar temor y preocupación entre la gente, al punto que se tengan que desplazar. Pero también son operaciones que van dirigidas con una resistencia que es necesario y vale destacar la fuerza, la dignidad, la convicción con qu e esos hijos del Catatumbo han luchado para defender los intereses de sus comunidades dentro del proyecto liberador de la guerrilla fariana.
Es en el marco de la Campaña Bolivariana por la Nueva Colombia, pero el combatiente guerrillero sabe que está luchando por un nuevo país y está defendiendo el territorio de sus indígenas, de sus comunidades campesinas, de esas comunidades olvidadas desde siempre y a la que siempre le han violado sus derechos. Por eso, la resistencia guerrillera, a pesar de la fuerza militar y su tecnología ha combatido y a vencido esas asimetrías que nos impone el conflicto en la Región del Catatumbo.

Dick Emanuelsson / Ingrid Storgen
Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL)

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