sábado, 7 de marzo de 2009
IMAGEN DE ANTONIO AGOSTINHO NETO, PRESIDENTE DEL MPLA Y DE LA REPUBLICA POPULAR DE ANGOLA EN EL 87 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO.
Cuando escribo estas notas han transcurrido 41 años del primer día en que conocí al Presidente del MPLA Antonio Agostinho Neto.
Fue en la ciudad de Brazzaville, capital de la República del Congo, exactamente el día 31 de diciembre de 1965, y que amablemente invitó a tres cubanos a recibir el nuevo año en su modesta residencia, Jorge Risquet quien fungía como Jefe del Batallón Patricio Lumumba, Darío Urra, Encargado de Negocios de la embajada cubana y al autor de estas notas, médico integrante del Estado Mayor del Batallón.
Se fijó para siempre en nuestra memoria la pequeña casita con su modesta y diminuta salita, sus muebles escasos, el balancín de asiento y espaldar de mimbre donde se mecía despaciosamente el augusto Presidente. En compañía de su esposa, María Eugenia y dos pequeños hijos completaban, en aquel momento, el círculo familiar.
Antes de la llegada de la hora del calendario gregoriano que marca el cruce de un año a otro, el Presidente escuchaba a Risquet, una vez más, pero esta vez con mayor precisión, el resultado de la Operación Macaco, que si bien no fue un éxito en el sentido militar, sirvió para entrenar las bisoñas guerrillas angolanas en el arte de causar al adversario mas bajas sorpresivas sin sufrir daños severos. El Presidente silencioso asentía con su cabeza y discreta sonrisa el resultado de un atrevido plan aprobado por él, a instancias del Jefe Cubano.
Minutos antes de las 12 de la noche realizamos la cena y breve tiempo después nos despedimos con saludos fraternales y respetuosos. En mi memoria quedó grabada para siempre la imagen de Antonio Agostinho Neto, el Presidente del MPLA
En varias ocasiones similares se repitieron estos encuentros para temas diversos, todos vinculados a la lucha del MPLA contra la dominación colonial portuguesa, el futuro de Angola y de las colonias africanas de Portugal. Recordamos su visita al campamento de los internacionalistas cubanos conjuntamente con Amical Cabral, Marcelino dos Santos y Tomás Medeiro; que asistían a una reunión en Brazzaville del Comité de Organizaciones Nacionalistas de las colonias Portuguesas.
En su visita al campamento de los combatientes cubanos, en el mes de agosto de 1966, les expresó:
“Camaradas:
En nombre del MPLA voy a decir apenas dos palabras: primero me siento emocionado al conocer a camaradas que vinieron junto a nosotros para cumplir un deber revolucionario.
Nosotros luchamos contra la dominación colonial portuguesa, para realizar lo que querían también nuestros antepasados librarse de la opresión y de la explotación.
Nosotros queremos expresar aquí cuan grato nos resulta verificar la solidaridad que nos brinda los camaradas cubanos.
En segundo lugar, quiero agradecer a todos por esta simpática manifestación de solidaridad.
Hago votos por que continuemos siempre juntos en el mismo frente de lucha”
Cuando Agostinho Neto pronunció estas palabras tenía 44 años de edad, 9 años después proclamaría el nacimiento de la Republica Popular de Angola.
La larga y dura ocupación colonial portuguesa que consideró a Angola como una provincia de ultramar y así la trató, no podrá olvidarse jamás por las secuelas que dejó en la mente del hombre y de la mujer angolana.
La implantación forzosa durante casi 400 años de una cultura europea en el seno de aquella sociedad africana semiesclava donde era cotidiano el maltrato mediante el sistema del contrato, la palmatoria como castigo corporal, las divisiones tribales, raciales y regionales, exigía para gobernar, un líder bien conocido, con indiscutible historia, fuerte autoridad, con el arte político y sabiduría de tratar gente de las más diversas categorías que integraban aquel inmenso país. Este fue Antonio Agostiho Neto, el Pensador, quien concibió que la alfabetización era el primer camino para sacar de la incultura a millones de hombres y mujeres y esta será la primera acción del Fundador de la Patria.
Se inició la campaña de alfabetización como primera medida para abrir la luz del conocimiento. Fue en la fábrica Textang donde se anunció al mundo el comienzo de la campaña masiva en un país de Africa. La alegría fue inmensa en aquella alborada del día 22 de noviembre del año 1976.
A las 9 de la mañana entra el Presidente a la fábrica Textang, sus 200 trabajadores se levantan con alegría desbordante y gritos de viva Neto, “La Lucha Continúa la Victoria es Cierta”. Con marcada sonrisas el victorioso presidente es recibido por el poeta Antonio Jacinto, Ministro de Educación, Lucio Lara su fiel ayudante y Organizador del MPLA, y Rodeth Gil, Secretaria de la OMA.
El Presidente con voz flemática, clara y precisa se dirige a los trabajadores, el silencio es absoluto, habla el maestro más destacado de Angola, habla con tonos esperanzadores y de fe. Establece la estrategia de la campaña de iniciar la alfabetización, preferiblemente por los trabajadores de las fábricas, campesinos, combatientes de las FAPLA y todos aquellos que se puedan añadir. Simbólicamente distribuye varias cartillas Se había iniciado la campaña y con ello el sueño hecho realidad del Presidente de Angola
Presentes en aquel acontecimiento histórico estuvieron también Villa Sana, hoy diputado, quien asesoró la campaña desde sus inicios y elaboró el proyecto de la cartilla, Jorge Risquet y quien escribe este episodio.
La salud del pueblo fue de interés del Presidente. Se celebraba la primera jornada científica en el anfiteatro del Laboratorio de Ingeniería. Habló el Ministro de Salud, Mario de Almeida “ Cassesa”
Y continuaron con la palabra los doctores Urbano Foresta, Carlos Lopes Punza y Euclides Lopes. Observaba que el Presidente en ocasiones sonreía o en otras fruncía el seño o se iluminaba el rostro con una sonrisa más amplia, relacionando los cambios en su fisonomía con las intervenciones de los oradores. Desconocíamos aun su pensamiento sobre la política de la salud en un país que el sistema colonial no formó profesionales de esta categoría
El Presidente, en el resumen de la actividad científica esboza las ideas siguientes “tenemos que dejar la ciudad para podernos dedicar al pueblo pues es en el campo donde no hay médicos”
“Nosotros tenemos en Angola una situación bastante difícil en el plano médico” “Una situación que a pesar de todos los progresos a pesar de las buenas voluntades y de todos los planes que hemos realizado para dar asistencia a nuestro pueblo no hemos conseguido el mínimo necesario para que la salud de los hombres, mujeres y niños sea garantizada” y continuo las ideas del Presidente “este sector de la vida nacional es uno de los sectores más importante para el pueblo” y dijo “ he visto la tesis sobre la lepra, tuberculosis etc. y aun no hay una atención especial para los problemas que dicen respecto a la salud de nuestro pueblo además de aquellas materia que se estudian en la universidad”
Los médicos cubanos, añadió, hicieron operaciones, asistencia médica, vacunaciones Ellos han beneficiado áreas del campo “ . Tal vez este sea un tema de discusión con el Ministerio “ y terminó el Presidente “ tenemos que dejar a ciudad para dedicarnos de hecho al pueblo”
Durante la organización de la Organización de la Defensa Popular, responsabilidad que me tocó asesorar, sostuve varias veces conversaciones con el Presidente, conjuntamente con el héroe de la RPA, Domingo da Silva, “Paiva” sobre temas de la Organización y pudimos observar su forma de ser de tratar problemas y gentes.
Concurrí invitado a la tribuna del Primero de Mayo de 1977 y percibir su discurso y sobre todo observar a la población que lo escuchaba, no a una población que percibía a un fogoso orador, sino a un conversador de voz baja, despaciosa, sin ademanes como comunicándose con la multitud y estos miles de hombres y mujeres de todas las edades, muy silenciosa, oía con suma atención, como si estuviera escuchando consejos del padre, todos por igual, y me imaginé aquella multitud como hipnotizada, como si tuviera un solo rostro.
La última vez que vimos al Presidente fue a mediados del año 1979 sólo para entregarle un mensaje de Cuba del cual era portador. En esta ocasión me recibió en la sala del Palacio sentado en un balancín de asiento y espaldar de mimbre donde se mecía despaciosamente y con afable sonrisa, me dijo: “muchas gracias, y saludos a Fidel”. Entonces me recordó la primera vez que lo conocimos cuando desarrollaba la lucha por la emancipación de su Patria ahora veía por última vez al venerable y virtuoso Presidente Antonio Agostinho Neto Jefe de Estado y padre de la República Popular de Angola.
De todo lo escrito anteriormente tomado de recuerdos personales, archivos, prensa y opiniones de destacados dirigentes angolanos podría resumir la imagen del Presidente de Angola en las palabras siguientes.
Neto era para todos los angolanos el Fundador de la Patria. El médico que asistía y curaba a los pobres. El Pensador, escritor y poeta conocido en el mundo intelectual, quien participó desde joven en conferencias internacionales. Quien sufrió varias veces prisiones por la emancipación de su Patria. El internacionalista que proclama la independencia de todas las colonias bajo el yugo colonial portugués.
Sin odio buscaba la independencia de Angola desde Cabinda a Cunene, sin regionalismo, sin racismo ni tribalismo. Era un Campeón por la Unidad de la Nación.
Audaz en las decisiones que tomaba, previa consulta con su dirigentes más próximos. Profundamente reflexivo, de hablar muy bajo, a veces poco audible, sin gesticular, de sonrisa inescrutable que transmitía un mensaje de aprobación de una idea expuesta o de ceño fruncido que desaprobaba la idea o anotaba en un pedazo de papel una propuesta que era para consultar la idea.
Extraordinariamente educado, incapaz de proferir una palabra inadecuada, de ofender a un amigo, de realizar una grosería o de dejar para después una diferencia con un amigo.
Así era como lo observaron los cubanos que lo conocieron y los dirigentes angolanos que les contaron a los cubanos como era su Presidente.
Dr. Rodolfo Puente Ferro.
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