martes, 2 de mayo de 2017

Acto Primero de Mayo en Montevideo




En un tono conciliador, muestra de la sintonía de la dirigencia del PIT-CNT con el gobierno, los tres oradores hicieron algunos planteos, más en tono de pedido que de exigencia. No hubo ni anuncios de plan de lucha o movilizaciones, señal de que más allá de algunos discursos dejaran pasar el ajuste.

Con una importante presencia de trabajadores y trabajadoras se realizó en la Plaza Mártires de Chicago de Montevideo el acto convocado por el PIT-CNT por el día internacional de los trabajadores.
Hicieron uso de la palabra tres dirigentes de la Central Obrera:
La dirigente de la Federación Uruguaya de Magisterio, Elbia Pereira, la responsable de la Secretaría de Derechos Humanos del Pit-Cnt Fernanda Aguirre y el secretario de Prensa, Propaganda y Relaciones Nacional del Pit-Cnt Gabriel Molina.
La primera oradora, Elbia Pereira, habló de la importancia de tener una educación de pública de calidad para lo cual el poder ejecutivo debe otorgar el 6% del PBI para la educación. Señaló además que la media sanción de la ley de femicidio es “un gran avance” y que se está comenzando a gestionar una línea 0800 para reclamos de los trabajadores inmigrantes.
A continuación Fernanda Aguirre cuestiono el decreto antipiquetes y pidió que se haga justicia por los crímenes de la dictadura señalando que los torturadores no pueden morir impunes. Aguirre planteó también que lo que se destina a los militares debería ir a la educación y la salud.
Luego fue el turno de Gabriel Molina, encargado de cerrar el acto. En su oratoria pidió la defensa del derecho de huelga en la negociación con los empresarios reclamando además un plan industrial y de diversificación productiva con el estado como motor del desarrollo.
Llamó a la unidad de todos los trabajadores de América Latina para lucha contra el imperialismo y denunció que el imperialismo derrocó gobiernos legítimamente electos como en Brasil.

¿Y el plan de lucha?

Aunque los oradores tuvieron críticas fuertes hacia las patronales y hacia el imperialismo, el tono hacia el gobierno fue más cauto. Si bien criticaron aspectos de la política del gobierno, primó un discurso de “pedidos” para que se tomen medidas que mejoren la situación de los trabajadores.
La dirigencia de la central parece no considerar que ya llevamos más de 12 años de gobierno del Frente Amplio y que en todo este periodo viene demostrando gestionar y administrar a favor de los grandes capitales sin cuestionar la estructura económica en lo más mínimo. Seguramente si este gobierno fuera de los partidos tradicionales y tomaran medidas de ajuste como las que toma el FA, serían un poco más confrontativos y firmes.
Si bien reclamaron más presupuesto para la educación no debemos olvidar el papel que jugaron los dirigentes del PIT-CNT cuando se decretó la esencialidad interviniendo para que el conflicto fuera levantado por los trabajadores. Ese rol amortiguador, que intenta que el descontento no se generalice ni se traduzca en movilización y lucha tiene también su expresión en los viajes que realizan dirigentes de la central con gobierno y empresarios cuando salen a buscar inversores por el mundo, momentos en que prima un trato respetuoso y de convivencia.
Más allá de los pedidos, cuando hay un ajuste contra los trabajadores en curso es necesaria otra posición de la central y que realmente se organice un plan de lucha democráticamente discutido entre todos los trabajadores.

Hernán Yanes

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