martes, 12 de abril de 2016

El escándalo de las sociedades offshore salpica a los políticos y los medios de comunicación uruguayos




El fraude descubierto por los Panamá Papers muestra como el sistema financiero mundial cuenta con mecanismos legales e ilegales para operar, en los que se esconden ganancias, evaden impuestos y se lava dinero.

Las revelaciones de los documentos conocidos a partir de las investigaciones llevadas adelante por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés) han dejado en evidencia el vasto número de empresarios, políticos y personajes famosos de todo el mundo implicados en actividades comerciales de dudosa legalidad a partir de la utilización de miles de empresas offshore panameñas y de otros paraísos fiscales para realizar negocios en todo el planeta.
El fraude descubierto por los Panamá Papers muestra como el sistema financiero mundial cuenta con mecanismos legales e ilegales para operar, en los que se esconden ganancias, evaden impuestos y se lava dinero.

El papel del Uruguay

La filtración de miles de documentos del estudio jurídico panameño Mossack Fonseca & Co dejan también al descubierto el importante papel cumplido por el Uruguay en este complejo entramado, siendo uno de los 10 países del mundo con mayor cantidad de intermediarios del estudio Mossfon para la creación de más de 4900 sociedades offshore y con más de 1500 de acciones al portador en manos de uruguayos.
Estas actividades comerciales que se realiza a través de distintos estudios jurídicos de nuestro país son la continuación de las prácticas que se daban con las Sociedades Anónimas Financieras de Inversión (SAFI) que funcionaron hasta la reforma fiscal del 2006.
Las SAFI creadas en 1948 para atraer inversiones sirvieron en los años 90 para que muchos argentinos pudieran tener sus activos sin que figuraran sus nombres, dando al Uruguay el dudoso prestigio de ser considerado un paraíso fiscal.
Con los cambios en las leyes que impidieron la creación de nuevas SAFI los estudios jurídicos del país comenzaron a utilizar este conocimiento acumulado para la intermediación con el estudio panameño de Mossack & Fonseca.

¿Usted tiene una empresa Offshore?

La reacción de los uruguayos señalados en las revelaciones de los Panama Papers no se ha hecho esperar. Ante la imposibilidad de pasar desapercibidos y el justo rechazo que genera en la opinión pública ahora los estudios jurídicos intentan quitar trascendencia a estas actividades señalando que no se trata de nada ilegal.
Los involucrados, entre ellos políticos y dueños de medios de comunicación parecen tomarse de que formalmente (en algunos casos) no existe un delito concreto para mostrarse como ciudadanos respetuosos de la ley.
Resulta obvio sin embargo que quien se encuentra en este tipo de “negocios” no es un simple trabajador que vive de su salario, estamos en frente de grandes empresarios que mediante estas vías evaden gigantescas sumas de dinero. Tal como se señalan en Izquierda Diario se estima que hay 7,6 billones de dólares en paraísos fiscales y que si pagaran impuestos se generarían 190.000 millones de dólares más para los gobiernos cada año.
Al contrario de lo que sucede con el común de la gente, estos estafadores de guante blanco no son perseguidos ni criminalizados y cuentan con la protección de toda la maquinaria estatal que pone todo su engranaje jurídico y legal para facilitar sus negociados.
Los Panama Papers muestran también el importante número de políticos que en los hechos funcionan como simples empleados que hacen el trabajo sucio para estos grandes capitalistas.

Una casta de políticos al servicio de los empresarios

El senador Pedro Bordaberry , el ex canciller y ex senador Sergio Abreu, el ex ministro de economía de Sanguinetti Ricardo Zerbino, el ex director del Banco Hipotecario Elbio Escarone, el ex senador Francisco Gallinal, el lider de la concertación Edgardo Novick, el presidente del Plan Ceibal Miguel Brechner, la pareja del canciller Nin Novoa, Patricia Damiani, el ex director de la OPP Conrado Huges entre otros aparecen en la lista de los que de alguna u otra manera participan de las actividades denunciadas en los documentos filtrados de Mossack & Fonseca.
Una lista de políticos vinculados en mayor o menor medida a todos los partidos que señala también los estrechos lazos que los unen con empresarios de todo tipo y que constituye otra clara señal de para quienes gobiernan estos políticos profesionales que reciben distintas prebendas por su “trabajo”.
Aún cuando los políticos “honestos” toman distancia de los involucrados directamente rompe los ojos que existe una asociación directa entre la corrupción y el sistema capitalista.
Aquellos que como el Frente Amplio participan de las “instituciones” acriticamente, avalan el funcionamiento de esta democracia para ricos, que con este nuevo escándalo vuelve a mostrar que es un sistema mundial que legitima la explotación y que incluye y naturaliza distintas formas de corrupción y estafa en su funcionamiento cotidiano.

¿Qué sucede con los medios de comunicación?

Mención especial merecen también los medios de comunicación nacionales que han relevado parcialmente esta información tan comprometedora.
Cuando el propio diario El Observador anuncia que no dará todos los nombres involucrados, escondiendo de esta manera datos importantes, intenta tapar el papel de los dueños de grandes medios de comunicación.
En los documentos filtrados por la investigación aparecen también señalados los dueños del diario El País y también del propio diario El Observador como comprometidos y relacionados con empresas offshore.
De esta manera vuelve a caer el mito de la “objetividad” periodística. Estas empresas no son neutrales, y sus dueños cuentan con intereses que defender y proteger. En este caso han obviado presentar a la sociedad los datos de algunos involucrados en estas actividades sospechosas, mientras se ensañan en exigir seguridad y represión para las conductas delictivas con clara raíz social.
El Semanario Búsqueda optó por publicar la lista de nombres importantes implicados en empresas offshore en Panamá. Sin embargo también es parte de una operación mediática que busca cargar todas las culpas sobre unos pocos (como es el caso de Damiani), para que no quede en evidencia que estas formas de proceder son comunes a toda una clase social completamente parasitaria y asociada al capital financiero internacional.
La Izquierda Diario es un proyecto editorial y político nuevo que viene para darle una voz a quienes no tienen cuentas offshore en Panamá. Una voz de los que luchan cotidianamente contra los atropellos patronales y reclaman condiciones de trabajo y estudio dignas. Lo que los grandes medios ocultan, La Izquierda Diario lo cuenta. Te invitamos a difundir LID y ser parte de una comunidad de lectores cada día más amplia.

Hernán Yanes
Damián Recoba

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