lunes, 26 de febrero de 2018

Funcionario del gobierno de Macri: ¿testaferro de Paco Casal?




Valentín Díaz Gilligan, funcionario de Macri, debió renunciar ayer por una cuenta off shore que tiene en Andorra. En declaraciones, dijo que los U$S 1.200.000 eran del empresario uruguayo Francisco “Paco” Casal, figura ligada a la evasión de impuestos y negocios turbios.

La renuncia del subsecretario de la presidencia argentina Valentín Díaz Gilligan a partir del descubrimiento de una cuenta off shore en el principado de Andorra - el principal paraíso fiscal de Europa - destapó varias ollas que salpican tanto en Argentina como en Uruguay. Se confirman así los vínculos entre el empresario Paco Casal y figuras importantes del gobierno argentino de Mauricio Macri.
Gilligan, como la mayoría de los funcionarios políticos del actual gobierno, vienen siendo cuestionados en Argentina – incluido el mismo presidente Macri – implicados en distintos hechos de corrupción, enriquecimiento ilícito, evasión de impuestos y apertura de cuentas en paraísos fiscales. Recordemos que la información filtrada con los Panamá Papers involucra directamente al presidente Macri por sus cuentas en el exterior. Así presidentes, ministros, secretarios y funcionarios puestos a dedo por los distintos gobiernos se benefician de la impunidad que les da integrar los gobiernos nacionales y provinciales para hacer negocios personales. Pero esta no es una lógica solamente argentina.

La plata de Casal

Según declaraciones del propio Gilligan, “Francisco Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco (DGI) que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público, era asesor y facturaba como autónomo”.
Gilligan actúa así, según sus propios dichos, como testaferro de Casal. Pensemos solo por un momento el motivo por el que Francisco “Paco” Casal no quisiera declarar sus ganancias en Uruguay. No hay que ser muy lúcido para saber que se trata de evasión de impuestos. En sus propias declaraciones Gilligan dice que Casal habría ganado un juicio contra la DGI uruguaya. ¿Qué le impedía entonces depositar el dinero en bancos de nuestro pais?

¿Quién es Paco Casal?

Él mismo se hace llamar “el hombre más rico del Uruguay”. Este personaje nefasto del empresariado uruguayo ha estado involucrado con la compra y venta de jugadores de fútbol como su actividad principal. Pero en todas estas operaciones siempre ha buscado evadir los impuestos y tasas que se deben abonar por las mismas. La evasión de impuestos en varios países es una “marca personal” de Casal.
Tantos casos nos vienen a la memoria, quizás solo para mencionar uno de ellos, el caso del Club Cerro que recibe constantemente una millonada de dinero que se transfiere al poco tiempo y el club queda tan pobre como antes. Las últimas elecciones del club, cuyo resultado fue totalmente confuso, fue el coletazo de estas operaciones.
Casal a su vez tiene el monopolio de la televisación del fútbol uruguayo. Considerado uno de los negocios más rentables, el fútbol y sus derivados generan abundantes dividendos. Hoy Casal es el responsable de que uruguayos y uruguayas no podamos ver los partidos por la televisión nacional y de acceso público y gratuito. Por el contrario, se deben pagar tarifas carísimas para poder ver una de nuestras grandes pasiones.
Paco Casal se asocia, entre otros, con el ex futbolista y actualmente empresario Enzo Francescoli, quien hoy vive en Miami y es Gerente de un canal de deportes - financiado por Casal - que funciona las 24 hs llamado GolTV, y que tiene millones de abonados tanto en Estados Unidos como en Canadá. Juntos realizan varios negocios.
En complicidad de los dirigentes del fútbol local, son los responsables de la pobreza del fútbol uruguayo a nivel de infraestructura y medios económicos: escasos ingresos de los clubes, deudas millonarias contraídas, falta de infraestructura en las instalaciones de entrenamiento, canchas en mal estado, y un largo etcétera.
En Uruguay vivimos recientemente un proceso antiburocrático que se dio contra la dirección de la Mutual de Futbolistas dirigida por Enrique Saravia, hombre de Casal y diputado suplente del MPP por la lista espacio 1950-Celeste, y por Casal mismo. Este proceso de asambleas democráticas de los jugadores que querían poner sobre la mesa todas sus reivindicaciones que durante todos estos años fueron ninguneadas motivó la bronca contra los dirigentes de la Mutual involucrados a los personajes empresariales. Este proceso aún sigue abierto y los jugadores mantienen la pelea del reconocimiento de su organización gremial sin el peso de estos burócratas corrompidos por el poder.
Paco, Enzo y otros personajes del fútbol forman la empresa Tenfield que tiene los derechos de televisación de los campeonatos uruguayos de fútbol, basquet, así como también los partidos de las Eliminatorias y del propio Mundial de Fútbol. Además de eventos importantes locales como el Carnaval uruguayo que también es transmitido a partir de este grupo empresarial.
Este grupo mantiene negocios en otros países latinoamericanos, como por ejemplo Perú, Venezuela y Ecuador.

Casal el amigo de los políticos

Esto personaje oscuro fue amparado sistemáticamente por todos los gobiernos de turno en Uruguay. Primero fue por el Partido Colorado, pero en los últimos años fue el “progresista” Frente Amplio quien lo apañó y protegió.
Sin ir más lejos, el dinero que supuestamente Gilligan depositó en Andorra correspondía al dinero que Casal evitó pagarle a la DGI uruguaya. Recordemos que en 2014 - durante el gobierno del ex presidente José “Pepe” Mujica - se resolvió condonarle una deuda millonaria que Casal mantenía con la DGI. El Poder Judicial había embargado bienes de Casal por un monto de U$S 104 millones, que luego el entonces ministro de economía Fernando Lorenzo, redujo a U$S 10 millones frente a las denuncias de Casal de extorsión por parte de los inspectores de la DGI y las amenazas de iniciar un juicio al estado por U$S 300 millones y que fue lo que motivó el perdón de la deuda. Esta situación generó fricciones inclusive a la interna del FA.
Durante 11 años duró un litigio entre la DGI y el empresario, que terminó con la condonación de esta millonaria deuda – y que incluyó una denuncia penal contra Casal por defraudación tributaria.
Mientras ocurre esta impunidad con los empresarios corruptos y evasores – de la misma manera que se encubrió a los hermanos Fernández que vaciaron y cerraron la empresa FRIPUR dejando 960 trabajadores y trabajadoras en la calle, junto con una deuda millonaria en el BROU - en tierra uruguaya cualquier hijo de vecino que se atrase en sus impuestos o tenga un pequeño comercio y no pague a la DGI, el Estado se encarga de clausurarlo e inhabilitarlo.

Paco, el frenteamplista

Casal, por supuesto, se hizo frenteamplista a partir de los buenos negocios que realizó en los cuales el FA siempre lo protegió.
Otro aspecto que se puede citar aquí es la financiación de las campañas políticas, en donde también aparecen este tipo de empresarios oscuros, como podrían ser Casal o los Fernández. Recordemos que uno de los hermanos Fernandez, los vaciadores de FRIPUR que ahora se encuentran en el negocio de la energía eólica vendiéndole a UTE, fue quien pagó la banda presidencial en la asunción de Mujica a la presidencia de la República.
El actual presidente Tabaré Vazquez, quien surgió a la vida política a partir de su actividad futbolera, conoce bien a Paco Casal. Parece que lo hiciera a propósito porque no pierde oportunidad para sacarse fotos con el Paco, como la que se publica en esta nota.

Karina Rojas
Damián Recoba

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