lunes, 26 de febrero de 2018

El cruce de Vázquez con los “autoconvocados” y una realidad contradictoria




La marcha y acto del 23 de enero organizada por los sectores del campo demostró no tener la fuerza necesaria para imponerle sus condiciones al gobierno. Al contrario de lo que preveían las cámaras empresariales, los operadores políticos de la oposición y de los medios de comunicación, la concentración evidenció las falencias del discurso “neorruralista” y su imposibilidad de penetrar sobre las capas medias y populares de las ciudades.
La combinación entre un discurso claramente devaluador, de achicamiento del estado, y de reducción de impuestos, con una situación que todavía no es de fuerte crisis económica, hizo que los grandes sectores de la ciudad se mantuvieran inconmovibles por el movimiento rural.
Esto en contraste con el movimiento surgido a mediados de la década de 1950 encabezado por Benito Nardone “Chicotazo”, en el marco de la crisis de las exportaciones y de los síntomas que evidenciaban el final del período neobatllista. Aquel movimiento fue uno de los motores para la victoria del Partido Nacional de 1958. Pero en la actualidad, no solamente el movimiento es más débil, sino que el Partido Nacional no se encuentra en posición de capitalizar el desgaste del gobierno.
Después del 4 de febrero donde el Frente Amplio logró realizar un acto conmemoratorio con alrededor de 15 mil personas, se expresó la situación de “empate” de fuerzas entre el gobierno y las patronales del campo. Es decir, el campo no tiene la suficiente relación de fuerzas para imponer sus demandas, pero el gobierno no puede terminar de desarticularlo.
Para lograr este último fin, decidió lanzar medidas por sector, otorgándoles un subsidio exorbitante a los productores de leche. El gobierno apuesta al desgaste por sector.
Con vistas hacia 2019 y para mostrar fortalezas, el gobierno y el FA utilizó la polarización “ciudad-campo” para revitalizar a sectores de su base social que últimamente estaban desencantados, así como también mostrarse como el partido de gestión del estado más eficiente, que garantiza la estabilidad económica y política y que todavía puede contener tras de sí a las capas medias y populares, y a las “alas centro” del espectro político nacional.
La escaramuza de Vázquez con un grupo de los “autoconvocados” intenta ser presentada por el gobierno y el Frente Amplio como un enfrentamiento contra “los terratenientes”. Sin embargo, en el gobierno del FA las multinacionales han adquirido por lo menos 2 millones de hectáreas y el 60% se encuentra en manos extranjeras, centralmente para soja y forestación, en lo que constituye el proceso más importante de la historia de concentración y extranjerización de la tierra.
Ya se está poniendo en movimiento la campaña de firmas contra la inconstitucional Ley de Riego que privatiza el agua y da rienda suelta a la especulación a través de Sociedades Agrarias de Riego. Esta debería ser una gran campaña de toda la izquierda y de las organizaciones de trabajadores y estudiantes.

Hay “deudores” y deudores

Junto a la pelea de Vázquez con los autoconvocados, también se dio el enfrentamiento entre el Presidente y el colono Gabriel Arrieta. La polémica surgió a partir de que Arrieta llamara “mentiroso” a Vázquez.
Inmediatamente por las redes sociales, Gabriel Arrieta fue sometido a un linchamiento mediático. Pasadas las horas, fue desde los medios de comunicación de la misma presidencia de la república que, violando la protección de información de las personas físicas por parte del estado, se expuso el “historial” de Arrieta y sus respectivas deudas.
Casualmente el pasado martes renunció el subsecretario de la Presidencia argentino, el macrista Valentín Díaz Gilligan, quien fue descubierto con una cuenta offshore en la Banca Privada de Andorra. Casualmente, el ex funcionario argentino declaró que la cuenta estaba a su nombre, pero el dinero era de Francisco Casal. Casualmente, el representante, contratista, y dueño de los derechos de televisación y de imagen que hunden hace más de dos décadas en la miseria absoluta al fútbol uruguayo, se ha destacado por ser un buen amigo del gobierno, apareciendo en eventos públicos con fotos en común con Tabaré Vázquez y con Mujica en su visita a Madrid.
Casualmente, el gobierno en 2014 condonó una deuda de 30 millones de dólares a “Paco” Casal. Otro caso paradigmático es el de los hermanos Fernández de FRIPUR S.A. a quienes le otorgaron préstamos por 60 millones de dólares mientras vaciaban la fábrica y mudaban sus inversiones a la energía eólica, campos y empresas de transporte en Paraguay.
Sin embargo, parece más redituable someter a escarnio público a un colono que ocupa 33 hectáreas de mala calidad, que lucha por su adjudicación, y que según la presidencia debe… “500 mil pesos de UTE en 9 años”. Sacando las cuentas rápido, uno llega a la conclusión de que ese dinero equivale a un consumo mensual de alrededor de 6 mil pesos al mes. De todas formas, parece más redituable pegarle al “oligarca rentista y subarrendador” de… 33 hectáreas.

Si no hay una salida desde los trabajadores, se cambiará algo para no cambiar nada

El gobierno ha comenzado a retroceder de su postura inicial en este conflicto y ha dado concesiones parciales al bloque agrario. El Frente Amplio, al decir de Jorge Zabalza ha encabezado una “contrarreforma agraria”, liquidando a una importante masa de pequeños productores y favoreciendo la concentración de la propiedad. En todo este conflicto, una vez más fueron olvidados los más de 40 mil trabajadores rurales de nuestro país.Si no aparece una salida desde el movimiento obrero con un programa con independencia política que unifique a los peones rurales con los asalariados urbanos, a los pobres del campo, y los pobres de la ciudad; por el contrario se prepara una salida a la medida del gobierno: buscando un equilibrio entre el debilitamiento del campo en el conflicto, y un posicionamiento que le permita reelegirse en 2019, y así, evitar discutir los problemas centrales en el campo y la propiedad agraria.

Damián Recoba

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