sábado, 19 de diciembre de 2015

El Congreso de FENAPES y el nuevo convenio




Lo que está sucediendo en los sindicatos docentes en un ejemplo importante de los límites de la dirección sindical oficialista, y esto es relevante no solo por lo que dejó las huelgas de 2013 y 2015, sino para lo que será una nueva negociación con el gobierno en 2017, donde ya se pronostica un conflicto aún mayor y con un escenario de la clase obrera más convulsivo.

El oficialismo en retroceso en el Congreso de FENAPES

Entre el 10 y 13 de diciembre se realizó el XV Congreso de FENAPES, donde participaron 56 filiales, con un resultado (en comparación con anteriores congresos) relativamente desfavorable para el sector oficialista. En el congreso de la Federación Nacional de Profesores de Secundaria se expresaron nuevas voces disconformes con la dirección de Olivera, pero especialmente con el gobierno del Frente Amplio. Compañeros/as que años atrás mantenían expectativas de mejoras en materia salarial y de condiciones de trabajo, y que sacan conclusiones a partir de su propia experiencia de lo que realmente es el FA y para quien gobierna.
Para llegar a esta situación los trabajadores de la educación transitaron dos grandes enfrentamientos: 2013 y 2015. Del conflicto anterior por ejemplo, quedó marcada la intransigencia de Mujica, llegando a decir que a los sindicatos de la educación “hay q hacerlos mierda” y con más de 20 mil trabajadores y estudiantes manifestando en las calles; en 2015 con Vázquez aplicando el Decreto de Esencialidad que le valió un repudio popular de 60 mil personas en aquella histórica jornada del 27 de agosto por el centro montevideano. Y nos queda ese gran movimiento que se hizo alrededor de las ocupaciones entre docentes, trabajadores, estudiantes, y padres solidarios que se replicó en distintos puntos del país.

Ya no hay “gobierno en disputa”

El congreso tuvo un Documento Base elaborado por la dirección mayoritaria, y si bien no defendía al gobierno de manera abierta, sí planteaba aún tener expectativas en el FA al plantear la teoría de “el gobierno en disputa”. Ésta implicaría una supuesta polarización de sectores a la interna del propio FA. Pero ya cada vez es más evidente para muchos trabajadores que todas estas argumentaciones solo terminan en depositar expectativas en el gobierno. Además, tanto al interior de FENAPES como el PIT-CNT los sectores que plantean el "gobierno en disputa" son quienes intentan "frenar" nuestros conflictos. Lo hicieron en 2013 con el estrado para que no lleguemos a manifestarnos en Torre Ejecutiva, o pidiendo que levantemos la huelga para demostrar "voluntad de diálogo", a cambio de que el gobierno levantara la esencialidad (cosa que es lo mismo que decir “acatar la esencialidad”). Es así que por primera vez se logra quitar la caracterización de “gobierno en disputa” de la caracterización del gobierno. Si bien este aspecto es formal, o sea, meramente de documentos, no es algo menor a considerar en perspectiva y para analizar la debilidad del oficialismo que cada vez es más notoria en el sector de educación.

Avanzan sectores opositores por izquierda

Uno de los cometidos centrales del Congreso es votar los miembros del nuevo Comité Ejecutivo, y lo que aún queda por resolverse es el Secretario General ya que lo resolverá la primera sesión del organismo.
El Ejecutivo cuenta con quince integrantes, y esta vez tendrá cinco de Montevideo (cuando anteriormente había solo uno), siendo de estos tres oficialistas y dos no oficialistas. Sin embargo en el interior algunos de los votados también son considerados de sectores no oficialistas, entre dos y cuatro. Por lo tanto, cuando anteriormente había uno o dos integrantes que no eran del oficialismo, en este nuevo ejecutivo serán unos cinco o seis. Estos cargos deben servir como punto de apoyo para lanzarse por recuperar los sindicatos para los trabajadores, e independizarlos del estado y el gobierno para preparar a los trabajadores para los tiempos que se vienen.
Este congreso demostró que hay espacio para el crecimiento de la izquierda clasista en los sindicatos, y que es urgente levantar una oposición a la línea oficialista con las filiales afines a una política independiente . A su vez, sigue siendo necesario tener iniciativa para lograr la unidad desde las bases con otros sectores de la educación, como primaria y UTU.

El convenio y el “nuevo convenio”

La federación había votado en una AGD (Asamblea General de Delegados) que rechazaba el convenio ofrecido por el gobierno, el cuál fue firmado recientemente por la dirección nacional de las maestras (FUM). Sin embargo el gobierno sacó a última hora una nueva propuesta de convenio, que en síntesis es prácticamente lo mismo y tiene incluso algunos aspectos de retroceso. Todo parece indicar que en el oficialismo vinieron las órdenes “desde arriba” de apurar las cosas y cerrar convenio sin modificar las pautas que pretende el gobierno. En el congreso 18 filiales, de un total de 56, proponían rever la decisión de la Federación de no aceptar la propuesta salarial del Gobierno para 2016 y 2017, pero no contaron con los votos suficientes, por lo que se pospuso para resolver en AGD del 19 de diciembre. Es por este motivo que este 18 de diciembre el sindicato docente de la capital se reunirá en asamblea para evaluar esta “nueva propuesta”. Sin embargo todo parece decir que el ánimo de los docentes es aún de rechazo, ya que en términos reales la propuesta sigue casi intacta, con cláusula de paz por motivos salariales, con aumento real de prácticamente 600 pesos por año.
La lucha de clases definirá los tiempos que se vienen, pero con un clima económico que se perfila cada vez más claro hacia un ajuste ante la crisis internacional, con cierres y despidos cada vez más recurrentes en el país, los docentes pueden volver a marcar la cancha defendiendo con dignidad sus reclamos y no aceptando engaños de la burocracia sindical.

Claudio Álvarez

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