jueves, 3 de enero de 2019

Rápido y furioso: en su segundo día de mandato Bolsonaro anuncia millonario plan de privatizaciones




El presidente lo adelantó antes de su primera reunión de gabinete. El ministro de Economía propone un "Estado mínimo" y "privatizaciones aceleradas".

En el primer día de su gobierno, el ultraderechista Jair Bolsonaro, decretó una reducción en el salario mínimo planificado para el 2019, benefició a los grandes ruralistas y le quitó derechos a las personas LGTBI. Como si todo eso no fuera suficiente este jueves, en la primera reunión de gabinete, el presidente brasileño anunció un plan de privatizaciones y despidos de empleados del sector público.
Bolsonaro afirmó este jueves que su programa inicial de privatizaciones incluye pasar al sector privado aeropuertos, puertos y ferrocarriles, con la intención de atraer inversiones por 7.000 millones de reales, unos 1.842 millones de dólares.
Rapidamente atrairemos investimentos iniciais em torno de R$ 7 bi, com concessões de ferrovia, 12 aeroportos e 4 terminais portuários. Com a confiança do investidor sob condições favoráveis à população resgataremos o desenvolvimento inicial da infraestrutura do Brasil.
El jefe de Estado hizo el anuncio mediante un mensaje en su cuenta en Twitter, en el que explicó que se trata de las medidas iniciales destinadas a “devolver la confianza a los inversores” y a atraer recursos privados. Un discurso muy utilizado por la derecha continental para justificar la entrega los recursos y empresas estatales generalmente a las grandes empresas extranjeras, siempre en detrimento de los trabajadores.
Las privatizaciones que Bolsonaro pretende incluir en su primer programa de concesiones ya había comenzado a ser analizada por el Gobierno golpista del expresidente Michel Temer. Esa coincidencia muestra que el nuevo gobierno llega para profundizar el avance contra los derechos sociales que buscó imponer el golpe institucional.
Las privatizaciones y el calendario para su aplicación comenzarán a ser analizadas en el Consejo de Gobierno que Bolsonaro convocó para este jueves y en el que tendrá la primera reunión de trabajo con sus 22 ministros y con el vicepresidente, el general de la reserva Hamilton Mourao.
El plan ya ha sido abordado por el ministro de Infraestructura, Tarcisio Gomes de Freitas que, en el discurso que pronunció este miércoles en la ceremonia de transmisión del cargo, dijo que adoptará medidas para destrabar las inversiones en el sector.
En el mismo sentido se pronunció el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien se refirió a las "rápidas" privatizaciones y concesiones como uno de los "pilares" del programa económico de recorte netamente neoliberal que pretende implantar.
Guedes, un economista de la Escuela de Chicago, propone un "Estado mínimo" y explicó que su cartera impulsará "privatizaciones aceleradas" y la "simplificación y reducción de impuestos", además de la aprobación y profundización de las reformas "estructurales".
Con esta agenda antiobrera y antipopular, el economista ya es considerado “el hombre fuerte” en el nuevo gobierno. El ministro lo negó, asegurando que "no existe eso de súper ministerio" y adelantó que habrá una "construcción conjunta" de la política para la remontada de la economía brasileña.
El anuncio del plan para privatizar empresas estatales es acompañado por un plan de despidos de trabajadores en diferentes carteras del gobierno. El ministro de la Casa Civil (jefe de gabinete), Onyx Lorenzoni, anunció despidos este miércoles con el fin, según dijo, de cumplir con la orden del presidente Jair Bolsonaro para garantizar un gobierno "libre de amarres ideológicos" y hacer "despetização" del mismo.
"Vamos a sacar de la administración pública federal a todos aquellos que tienen una marca ideológica clara, todos sabemos del aparato que se ha hecho principalmente del gobierno federal en los casi 14 años [de gobierno] del PT", dijo el ministro. Onyx informó que presentará en la reunión ministerial, de este jueves, a los otros ministros la sugerencia de adoptar un "camino similar".
El gobierno de Bolsonaro utiliza el discurso reaccionario contra opositores para justificar los ataques contra los trabajadores. Algo que no es nuevo en el continente, teniendo en cuenta que en la Argentina el gobierno de Mauricio Macri justificó miles de despidos de trabajadores estatales por su supuesta “filiación” al anterior gobierno.
El nuevo presidente se mueve rápido y en tan solo dos días anuncia su plan de contrareformas para avanzar sobre los derechos de millones. Aprovecha su "luna de miel" garantizada por la paciencia popular con un nuevo presidente y saca provecho de la criminal "paz social" que hasta ahora garantizan las centrales sindicales.

Diego Sacchi
@sac_diego

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