lunes, 6 de agosto de 2012

Volver al pasado



El Gobierno y la derecha procuran reventar los sindicatos: cacería de brujas contra COFE

Parecerá exagerado sostener que el Gobierno procura destruir los sindicatos. Ya qué es un gobierno de izquierda y que se ha proclamado, al menos durante las elecciones, como defensor de los intereses de los trabajadores. Se ha venido advirtiendo reiteradamente sobre la línea de hostigamiento público contra paros, huelgas y ocupaciones promovidas por los sindicatos. Particularmente los que agrupan a los trabajadores del estado y municipales. Así hemos visto agresiones que nos retrotraen al pasado, tanto por la virulencia empleada, encabezada por el mismo Presidente, como por la muy radical línea de no otorgar ninguna reivindicación sindical e incluso ni recibir a los representantes sindicales. Matizado con brutales represiones como la del Liceo 70, imposición de la "esencialidad" y meter fuerzas militares a romper huelgas como en el caso de los recolectores de ADEOM, así como el invariable envío de los grupos de choque para efectuar desalojos y aún impedir concentraciones como fué la de COFE en el Puente.
Todo ello sostenido por sucios ataques de corte POLÍTICO PARTIDISTA a los sindicatos, sus dirigentes y sus organismos como las Asambleas. El Gobierno de Mujica ha hecho una cuestión de principios el aplicar mano dura contra los sindicatos. No por eso han logrado frenar los conflictos que se suceden uno tras otro casi durante todo el período de Mujica ya que obedecen a causas reales que tienen que ver con los ingresos de los trabajaodres muy por debajo del costo de la vida más una serie de lamentables condiciones laborales. Ante los primeros conflictos Mujica definió la situación en términos de que "hacerle una huelga a un gobierno de izquierda es una papa" insultando de ésta manera la larga tradición sindical de lucha sin cuartel contra las injusticias, las patronales y el estado con gobiernos burgueses. Los sindicatos nunca arriaron bandera , lucharon desde el principio contra los explotadores y sus gobiernos, y enfrentaron con honor el pachecato dejando mártires por el camino y soportando largos períodos de Medidas Prontas de Seguridad con su secuela de detenciones masivas, militarización de gremios enteros, apaleos, clandestinidad.
En su engreimiento Mujica se "olvidó" de la heroica Huelga General CON OCUPACIÓN DE LOS LUGARES DE TRABAJO que durante dos semanas enfrentó al golpe militar de junio de 1973 y le quitó toda legitimidad a la naciente dictadura. Olvidó también la reorganización sindical, el 1 de mayo y el proceso de constitución y proclamación del PIT pilar fundamental en lo que fué el proceso de acorralar socialmente a la dictadura militar y obligarla a soltar el timón del gobierno. Lo qué, entre otras cosas, condujo al establecimiento de lo definido por Mujica en 1985 como la "democracia primaveral" qué -entre otros factores- obtuvo la liberación de todos los presos políticos, incluído Mujica. Es una tremenda falta de respeto y un pisoteo a la historia real el sostener que hacerle huelgas a un gobierno de izquierda era una papa, insinuando que los sindicatos se la hacian al gobierno de la izquierda pero no se habian animado contra los de la derecha. Así arrancó el gobierno de Mujica y en esa línea ha seguido hasta el día de hoy, profundizándola, por desgracia.
Desde esas aseveraciones en el inicio, a los brutales ataques "in crescendo" que estamos presenciando se ha visto una línea consecuente, de las pocas o la única consecuente de este Gobierno, que ha estado marcada por "poner en su lugar" a los sindicatos, lo que se ha traducido en una política claramente anti-sindical que ha manchado la larga tradición de la izquierda de históricamente siempre haber estado apoyando la lucha de los trabajadores y sus sindicatos. Ideológica y políticamente este proceso implica un retroceso tremendo para la izquierda. El gobierno Mujica ha colocado a la izquierda enfrentada a los sindicatos y ésta, por intereses de cargos cupulares se ha mantenido en una actitud de silencio dejando hacer a la "barra chica" gubernamental de Mujica. Al principio se alegó que era por la unidad y el mantenerse firmes junto al gobierno. Hoy en día no se podrá hablar de tal unidad y menos del expresarse de manera compacta ya que durante un largo periodo se han dirimido públicamente las diferencias en el gobierno del FA.
En ese sentido la situación ha ido adoptando características alarmantes para la izquierda como ya se han evidenciado en una cierta cantidad de conflictos que Mujica ha calificado de "huelgas malas" que "espantan inversores" a pesar de ser dirigidas por el Partido Comunista, por ejemplo, un Partido al que Mujica le debe su candidatura presidencial. Pasando por lo que fueron los pronunciamientos públicos de diferentes organizaciones de la misma izquierda o dirigidas por ésta, en ocasión del violento ataque con balas de goma en el Liceo 70. Tanto es así que uno de los principales dirigentes del PIT-CNT, Richard Read de Articulación y que en la interna frenteamplista responde al sector llamado "astorista" ha dado a conocer una critica muy dura, ayer mismo, indicando la responsabilidad del Ejecutivo en el desconocimiento de los derechos sindicales:
"Read integra el secretariado del Pit-Cnt y es uno de los principales referentes de la corriente sindical Articulación, la más identificada con el gobierno.
Sin embargo, entiende que la postura del MTSS de no reconocer que para los estatales corre la ley de libertad sindical es una visión "de una caducidad intelectual que asombra" y aseguró que en ese Ministerio "cayeron todos los pensamientos progresistas que podía haber".
Por tal razón tiene resuelto hacer un planteo formal sobre la posición del MTSS en el seno de la central obrera. "Yo voy a plantear este tema en el secretariado ejecutivo del Pit-Cnt el martes que viene, es algo muy grave", adelantó Read a El País."
"Read mencionó que el caso le recordó cuando en 1983 participó en la clandestinidad de una conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) junto al bancario Juan Pedro Ciganda para analizar el convenio sobre la libertad de organización sindical de los trabajadores del Estado."
"Por ese tema organizamos una reunión en la sede de la FOEB con trabajadores de UTE, terminamos todos detenidos tras un copamiento de los servicios de Inteligencia. Nuestro reclamo era en base a que la OIT había acordado la libertad de sindicalización a los funcionarios públicos", recordó.
Read es el más veterano en la integración de la cúpula de la central. Se mostró apesadumbrado por la definición jurídica del MTSS.
"Después de 30 años de escuchar una definición jurídica del MTSS en medio de un gobierno del Frente Amplio, no es lo que uno esperaba. Por suerte la Suprema Corte de Justicia pone las cosas en su lugar y deja en claro que en este caso la razón la tenía COFE", afirmó.
Al mismo tiempo señaló que hay responsabilidades políticas en las definiciones jurídicas que asume la secretaría de Estado. "Alguien tendría que revisar las definiciones del MTSS, no es un fallo de una jurista, es un fallo del MTSS. Por tanto, acá hay responsabilidad del Poder Ejecutivo."
Por si no fueran suficientes los insultos, calumnias y desaires de éste Ejecutivo para con los sindicatos, hoy se los ataca con artillería pesada en complicidad con el diario El Observador conocido por su derechismo, por su prédica anti izquierda y más que nada por su permanente actividad de alarmismo antisindical, lanzando graves amenzas subyacentes, todo basado en un cúmulo de mentiras, falsedades y mezclas raras con el fin de ir creando el clima. Muy similar al que han llevado adelante sobre la "inseguiridad ciudadana". En este caso el factor mas alarmante es la participación (anónima) del Poder Ejecutivo que atiza el fuego. El solo título indica el objetivo. De pronto el Ejecutivo y...El Obsevador !! se preocupan de la unidad sindical. Para a renglón seguido y al mejor estilo de las "verdades y pruebas" usadas por el gobierno de Bush sostener que el Ejecutivo se alertó por "planes de romper el PIT-CNT" a raiz de paros y ocupaciones sindicales. Mentira por partida doble ya que se trata de ocultar que los paros y medidas de lucha tienen que ver con reclamos sindicales y no llevan como objetivo romper ninguna central sindical, sino sacar adelante las reivindicaciones de los trabajadores, en segundo lugar, esas reivindicaciones y las medidas de lucha que se piensan implementar habían sido anunciadas desde largo tiempo atrás y solo intensificadas cuando el Gobierno, en una provocación que no se puede calificar de otra manera que de derecha para desconocer a los sindicatos, no consulta ni se reúne con ellos antes de entregar su propuesta sobre el Presupuesto.
Se presentan estos antecedentes como algo sucedido en las últimas horas y que "alerta" al gobierno, cuando tanto la situación en sí de los reclamos y las anunciadas medidas de lucha eran públicas desde hace meses. De allí se pasa a lo que viene siendo la práctica permanente de Mujica y el Gobierno (al estilo yanqui): la localización de "los malos", ya que según ellos no puede ser que asambleas y gremios enteros decidan luchar por sus revindicaciones como lo han hecho durante mas de un siglo, sino que tienen que haber malvados e intereses ocultos no sindicales (igual que lo sostenido por Pacheco y mas tarde por los milicos). Así las cosas meten en el ruedo a Asamblea Popular que sin ningún menosprecio tiene sí una actividad sindical pero lejos esta de contar con los miles que han votado en asambleas las medidas de lucha y los pliegos de reivindicaciones. A ellos se les agregan los indefinidos "radicales" y de conjunto se da una visión conspirativa de la lucha de los trabajadores. Lo repetimos, tal cual la derecha siempre lo ha hecho, con los anarquistas y socialistas en un comienzo y después con los comunistas "al servicio del oro de Moscú" y más tarde con la "sedición subversiva" y demás en la que se contaba Mujica y hasta provocadores rompehuelgas como Liscano en la Biblioteca Nacional, que pisotean derechos que han costado mucha sangre al pueblo trabajador.
La visión conspirativa, del complot, sigue colocando al mismo Mujica y al Gobierno como el centro del mundo. Niegan la realidad de qué los trabajadores tengan reclamos, lo ven como intentos subversivos contra ellos, contra el Presidente y contra el Poder Central. Con eso además de colocarse como lo más importante a nivel nacional, le niegan a los trabajadores su derecho a reclamar. "Tiene que haber algo más" lo insinuó Mujica y Bonomi cuando lo del Liceo 70, no conformes con qué se trataba nada más que el tan sedicioso reclamo de gabinetes higiénicos para alumnos y profesores. Según Mujica los recolectores de desperdicios de la Intendencia no hacían paros por sus reclamos sino que querían derribar al gobierno dándole una categoría a este sector sindical que solo ha sido utilizada contra la guerrilla, con la salvedad que introdujo Mujica de que querían traer a Hitler, "radicales", se supone que de izquierda, qué no recogían basura para que entrara Hitler al poder. Eso no es político, eso es calumnia sucia.
Lo mismo se afirmó cuando el Liceo 70, diciéndose qué fué una sedición promovida por los "partidarios de Irán y de Cuba" sin ocuparse en hacer mayores distingos si acaso los fundamentalistas islámicos podrian ser al mismo tiempo partidarios del marxismo-leninismo y del Partido Comunista cubano. Son afrentas. Se puede pensar que es parte de un desquicio político mas general que se observa a nivel gubernamental. Pero tan inocente no es la cosa ya que se la matiza con la "toma de rehenes" sean alumnos, usuarios, población en general, dándole ribetes de actividades conspirativas y subversivas cuando en realidad son sencillos reclamos qué el mismo Gobierno (sin que se pueda comprender como logran juntar esos extremos) han reiteradamente calificado de "corporativos", es decir egoísmo reformista en función de intereses de grupo. En eso se prende la derecha, tanto sus partidos como la prensa y los medios en general en una prédica que se la ve en "El Observador" y en "El País" al estilo de la de hoy "paros que dejaron sin clases a 76 000 alumnos".
Para completar el tétrico cuadro conspirativo de los sindicatos se agregan otros ingredientes que conformarían el complot: el uno la violencia, para ello no se habla del asesino ataque en el Liceo 70 sino de un par de golpes entre un rompehuelgas y el dirigente sindical en la Biblioteca Nacional. Y como todo está filmado y ha sido ampliamente divulgado bien se puede ver quién tira la primera trompada, quién hace uso de la "brutal violencia". El segundo factor es el enganchar con todo este proceso al sector de AEBU que se fue del Sindicato y ha formado un minoritaria organización aparte. Eso se lo coloca por las nubes a pesar de que la mayoria de los "radicales" de AEBU se quedaron dentro del Sindicato. Pero eso no les importa ni a los anónimos "voceros del Ejecutivo" y menos que menos a "El Observador" ya que el fin es crear la alarma. La actual alarma estaría basada en que los "radicales" pretenden quebrar el PIT-CNT. Como si al Ejecutivo le interesase si la Central "de los corporativos" se quiebra o no. De pronto, los que ignoran a los sindicatos y los insultan, aparecen como preocupados por su unidad en una cuestión inventada por ellos mismos ya que en ningún organismo sindical se ha adoptado tal postura.
Pero supongamos que un Sindicato decide separarse de la Central sindical, que tiene que hacer el Gobierno metiéndose en los problemas de la interna sindical, eso es una intromisión que pisotea la independencia sindical en relación al Estado, los partidos y el Gobierno. Ni les corresponde, ni tienen derecho a meter la nariz en los problemas internos de los sindicatos. Dado qué lo hicieron para tener unas internas del FA sin conflictos, parece que se creen qué tienen el derecho de botijear al movimineto sindical. Esta situación viene acercándose cada vez más a un absolutismo de la cúpula gubernamental. Por último: es una GRAVÍSIMA INTROMISIÓN QUE BIEN PODRÍA RICHARD READ APROVECHAR LA OCASIÓN QUE PROMETE DE PLANTEARLO A NIVELES DIRIGENTES DE LA CENTRAL Y TAMBIÉN TOMAR ÉSTE PUNTO.
El gobierno NO TIENE NINGÚN DERECHO A CRITICAR Y SATANIZAR A LOS SINDICATOS POR LA PERTENENCIA POLÍTICA O ELECTORAL DE SUS DIRIGENTES. Pretenden incorporar al "complot subversivo antigubernamental" con el que deliran para tapar todos los otros acuciantes problemas y su propia crisis interna, el que hayan dirigentes sindicales que acreditan pertenencia a los partidos Nacional y Colorado. Los sindicatos se rigen democráticamente en asambleas y en elecciones internas, los afiliados eligen a los dirigentes que les parece van a representar mejor sus intereses y están en su derecho, más cuando se ha hecho a través de un limpio proceso El gobierno pues, no tiene derecho a meterse y ni siquiera a opinar, en tanto jefatura del estado y menos aún cuando se trata del sindicato o confederación de los trabajadores de quienes es patrón, los funcionarios publicos. Es como sí cualquier patronal se fuera a meter y decidir qué dirigentes sindicales son los más adecuados para EL SINDICATO. Es un atrevimiento que seguro que viola varias leyes de libertades sindicales, y aprovechamos para proponerle a Read de qué también proteste por éstas violaciones de leyes de derecho sindical.
El gobierno quiere dar la idea del complot, que los "radicales" se alían con la derecha y qué atrás de todo esto, está el intento de sedición contra el gobierno. Es, naturalmente, un burda y sucia maniobra que sí los partidos que componen el FA tienen un poquito de dignidad deberían protestar de manera airada, se esta apelando por parte del gobierno, más y más a planteos y actitudes, e incluso acciones concretas, típicamente derechistas o con raíces en el pachequismo. Lo venimos advirtiendo: hay que frenar la ofensiva antisindical del Presidente Mujica y su gobierno, y hay que defender a los gremios en conflicto atacados por el poder del Estado y el Gobierno. Gobierno qué, lo repetimos y lo saben todos, ha tratado de unirse en alguna forma de acuerdo con la derecha (el de la Educación, por ejemplo) derecha a la cual ahora pretende presentarla como "sindicalista" y aliada a los "radicales". Delirio, la derecha quiere reventar a los sindicatos, barrerlos, o al menos reglamentarlos como ha intentado reglamentarlos el gobierno Mujica, asi que no vengan ahora a decir que reclamos salariales qué ayer eran escupidos como "corporativos" hoy forman parte de un complot subversivo de los blancos, los colorados, los radicales y los que estan afuera de AEBU, déjense de agitar fantasmas y vayan a la concreta, den soluciones a los reclamos ya que es obligación de cualquier gobierno el hacerlo en tanto patronal de los públicos, y más obligación aún sí es un gobierno de izquierda como dice ser.
La verdad que todas estas maniobras repugnan por su cinismo y su suciera, y porque los trabajadores no se las imaginaban de parte de gente que se decia de izquierda. Queda dirigirse a la militancia del FA, del partido que sea, y reclamarles que dejen de ser cómplices con los intentos de destruir los sindicatos a nombre de la izquierda, queda dirigirse a la militancia sindical del grupo que sean del FA y decirles que ésto no lo pueden dejar pasar, recuerden a Berthold Bretch "y ahora vienen por mí y no hay nadie para defenderme". La verdad es qué son tiempos siniestros, marcados por el delirio, el mesianismo, el fracaso político y el odio a todo lo que sea organización qué supuestamente compite con lo qué debe de ser el único centro del poder, en el entendido del "ejecutivo". Verticalismo, monolitismo, burocratismo, al máximo. Ya sabemos lo que ha pasado con este tipo de concepciones y lo que ha pasado con sus impulsores. La gente común, los grupos, "radicales" o sencillamente decentes, deben de defender a los sindicatos de la agresión gubernamental ya qué tanto hoy como ayer, es en defensa de las libertades públicas y la democracia.

Colectivo del Blog de Noticias Uruguayas

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