viernes, 4 de septiembre de 2009

En la recta final la farsa burguesa y oportunista se afirma.



El futuro para la clase obrera es la lucha, que nadie se confunda!

La Independencia de Clase no es “botín” del reformismo.

En estas horas se están ultimando detalles de la ley que entierra la independencia de clase. Con asombro e indignación asistimos a una maniobra que seguramente se consumara bajo un gobierno “progresista”, adornado con “seudos debates” mediáticos entre patrones y “trabajadores” (Castillo, Fogata Bermúdez, etc.). Lo que podría ser una crónica “caricaturesca” no es más ni menos que la complicidad conciliadora de una aristocracia “obrera”. El reformismo, expresión de la conciliación y la entrega, muestra su verdadero rostro.
Pero resulta que es este gobierno que hoy esta avalando estas medidas, práctica la política del “ñandú”, mete la cabeza en el agujero para no ver que crece la pobreza, la desocupación, las enfermedades, la desigualdad social y la cantegrilizacion e indigencia. Es mas, parece que los que ayer eran “progresistase e izquierdistas” hoy son la derecha, y los que ayer eran la derecha (blancos y colorados) son progresistas y populares. Toda esta confusión que se pretende crear, tiene como objetivo ocultar que tanto unos como otros, tienen como centro de la crisis a los trabajadores, a quienes intentan usar como simple comparsa para dirimir sus diferencias y defender sus intereses. Y lo hacen de tal modo que no pueden evitar transformar las elecciones en una farsa. Trampa y farsa que muestra hasta que punto ha avanzado la descomposición institucional burguesa, el parlamentarismo y los partidos que la representan. Y a este juego quieren arrastrar a la clase obrera y los trabajadores, al pueblo pobre.

LA IZQUIERDA EN LA COYUNTURA ELECTORAL.
LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS.

Esta claro que las elecciones no van a resolver las disputas entre las fracciones de la burguesía, como tampoco representan una salida para los intereses obreros y populares. A pesar de esta realidad, la izquierda digna y coherente, no desprecia ni despreciara ninguna instancia donde se libre la lucha de clases.
En el marco de la democracia burguesa, de la legalidad que la misma propone, de lo que se trata es de construir en medio de la crisis una alternativa revolucionaria independiente de la clase obrera y el pueblo, que se plantee derrotar a la burguesía y al imperialismo. Algunos incautos y otros “oportunistas” creen que la democracia burguesa es la estación terminal de las luchas populares, y cualquier propuesta que lleve a romper y superar la misma debe ser condenada por izquierdista. Verdaderos “mojigatos” y “pusilánimes”, aprendices de burócrata. También ellos confunden y empujan al pueblo a las urnas como si allí se encontraran los remedios a los sufrimientos populares. En su polémica ya comenzaron a invocar la autoridad de Lenin y su libro “El Izquierdismo Enfermedad Infantil del Comunismo” para cubrir sus desnudeces y falta de estrategia y vocación revolucionaria de lucha por el poder. Ocultan el contexto histórico en que dicho libro fue escrito, mayo de 1920, cuando los trabajadores en muchos países recién conquistaban el derecho al voto, no así las mujeres, cuando la lucha democrática tenia un contenido revolucionario. Pero señores, estamos en el año 2009, en América Latina, con toda su historia de luchas, triunfos revolucionarios, claudicaciones y frustraciones. Ocultan también que Lenin en ese trabajo fulmina a los reformistas que ven en el Parlamentarismo y las elecciones todo, y caracteriza al izquierdismo como una reacción inmadura frente al mismo. Ocultan que Lenin era esencialmente un jefe revolucionario, un materialista dialectico, “el análisis concreto de una situación concreta” y determinaba en cada caso la posición a asumir. Pero también ocultan un texto fundamental para la estrategia revolucionaria escrito 60 días antes de la publicación mencionada. Allí Lenin escribe “El proletariado (después de reunir “fuerzas de choque” que política y militarmente sean lo bastante fuertes) debe derrocar a la burguesía, arrebatarle el poder estatal para utilizar ese instrumento de acuerdo con sus intereses de clase.
¿ Y cuáles son los objetivos de clase del proletariado?...Aplastar la resistencia de la burguesía” y agrega para bochorno de los reformistas y oportunistas, para los “gatopardistas”. Los oportunistas, incluyendo a los Kautskistas, burlándose de la doctrina de Marx, “enseñan” al pueblo que el proletariado debe primero conquistar la mayoría por medio del sufragio universal, y obtener después, con los votos de esa mayoría, el poder estatal, y sólo después de ello, sobre la base de la democracia “consecuente” ( algunos la llaman democracia “pura”) construir el socialismo.
Nosotros, en cambio, basándonos en la doctrina de Marx y en la experiencia de la revolución rusa, decimos.
El proletariado debe primero derrocar a la burguesía y conquistar para si el poder estatal y después utilizar ese poder estatal, o sea, la dictadura del proletariado, como un instrumento de su clase con el fin de ganarse la simpatía de la mayoría de los trabajadores.” (Lenin O. Completas Tomo XXXII pagina 253 -2ª edición 1971- edit. Cartago.
Citamos completo pues otras veces no fueron pocos los que nos preguntaron ¿Donde dice eso Lenin?.
Ahí están gimoteando algunos, ¿Cómo es posible que tengamos tan pocos votos los que dirigimos el movimiento sindical, los que teorizamos sobre: “avanzar en democracia”?
Como vemos, los oportunistas y vulgarizadores del materialismo dialéctico (a los que este texto les parecerá demasiado izquierdoso) hace tiempo que en nuestro país abandonaron cualquier estrategia revolucionaria de lucha por el poder y transformaron la participación en las elecciones burguesas, de una cuestión táctica, financiera, en una cuestion “cuasi” empresarial. Dicen además a voz en cuello, con la soberbia de “enano” resentido; es esta la única estrategia posible y aceptable. De todas maneras, más allá de Lenin y sus citas, es necesario fijar nuestra posición teniendo en cuenta toda la experiencia hecha por las masas en nuestro País y A. Latina, el carácter y las perspectivas de las luchas actuales, el grado de desgaste, rechazo y perdida de las ilusiones populares hacia la institucionalidad burguesa. Mostrar como la propia burguesía se burla del pueblo y de su “democracia” montando todo tipo de farsas. En esta dirección debemos apoyarnos en la parte mas conciente de ese porcentaje que votara con madurez y responsabilidad, o la que a optado por no votar, o votara en blanco. Con todos ellos debemos impulsar las luchas y los instrumentos que organicen y movilicen a los trabajadores en el camino de conquistar la democracia obrera y popular derrocando a la burguesía y al imperialismo.
Al decir del Camarada Lenin: “Si comparamos todas las fuerzas o clases fundamentales y sus relaciones reciprocas…comprenderemos cuán increíblemente absurda y teóricamente estúpida es la idea pequeña burguesa corriente, compartida por todos los representantes de la II Internacional, de que es posible el paso al socialismo “a través de la democracia” en general. La principal fuente de este error esta en el prejuicio, heredado de la burguesía, de que la “democracia” es algo absoluto, situado por encima de las clases.” (1919). Todavía hoy algunos aprendices de alquimistas, repetidores de frases huecas y vacías de contenido de clase, repiten como “urracas” la idea de que es posible “avanzar en democracia”, por cierto sin formular el contenido de clase de la misma. Formulación esta que proviene del ideario socialdemócrata, por tanto es una imperdonable desviación derechista instalada en el movimiento obrero.
Consecuentemente: desde este destacamento proletario y plebeyo, Refundación Comunista, sostenemos intransigentemente el punto de vista de clase, el carácter del Estado, el papel del Partido y la responsabilidad de los Comunistas.

REFUNDACION COMUNISTA
Montevideo

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