miércoles, 7 de mayo de 2008

¡¡Gloria a la victoria de Vietnam!!‏


El glorioso Ejército Popular bajo dirección comunista libera Saigon

En el aniversario de la gran victoria vietnamita*

Por Miguel Cruz Santos**

Es 30 de abril de 1975. Son las 11 : 30 AM . Estamos en Saigón, la antigua capital de Viet Nam del Sur. La atmósfera pesada, ocre, tensa en extremo , sucumbe ante la marcha triunfal de tanques que avanzan implacablemente hacia el palacio presidencial, último reducto y símbolo agonizante del poder colonial, otrora francés, hasta hoy yanqui. Son muchas las victorias acumuladas en casi treinta años, desde la insurrección de agosto de 1945, dirigida por el Partido Comunista de Vietnam y el Viet Minh, conducidos ambos por el glorioso Tio Ho. No son menos los sacrificios y las muertes agolpadas en el trayecto.
Los tanques derriban la verja del antiguo palacio, se detienen, y de sus escotillas, corren sus ocupantes como en veloz carrera de 100 metros, hacia la azotea del antes temible edificio. Los combatientes escalan el edificio mientras portan una bandera del Frente Nacional de Liberación de Viet Nam de Sur, esgrimiendola como un sable contra la garganta del águila imperial, alcanzan su objetivo y coronan la victoria.
Es la gran victoria del heroico pueblo. Es la victoria de los pueblos, pagada al altísimo precio de la sangre de millones de mártires. Es también la victoria de Dien Bien Phu, optimizada 21 años después, y coronada con la operación Ho Chi Minh, en la campaña de primavera magistralmente planificada y comandada, en la ofensiva final de diez divisiones avanzando en torno al anillo de Saigón, por el legendario camarada, General Vo Nguyen Giap, a pesar del bombardeo incesante e inmisericorde de los B-52 de Johnson, Nixon y Ford.
Esta vez no serán frustrados, como en 1954, luego de los acuerdos de Ginebra y como consecuencia de la derrota del colonialismo francés, la independencia del pueblo vietnamita, su indivisibilidad territorial, y su derecho a edificar, con el socialismo, una sociedad justa, sin explotadores nacionales o foráneos, y sin explotados.
A pocas cuadras del antiguo palacio, desde la azotea y el patio de la embajada yanqui, salen despavoridos y en amarga estampida los helicópteros de la derrota. En escena dantesca, los impotentes pájaros de acero levantan vuelo y cargan en sus vientres hinchados la flor y nata de la excrecencia imperial: personal diplomático yanqui, Estado Mayor conjunto norteamericano-saigonés, testaferros sudvietnamitas de sus aparatos de espionaje, y la carroña de politicastros coloniales. De nada les sirvieron , en 30 años de guerra, directa e indirecta, los superbombarderos B-52, los superhombre de los comandos especiales de Boinas Verdes, y la política sistemática de tierra arrasada, de guerra química y bacteriológica.. De nada les sirvieron sus campos de concentración y exterminio. A pesar del genocidio, Vietnam venció.
Hoy, 30 de abril de 2005, los pueblos del mundo que luchan contra el imperialismo yanqui, no menos voraz y genocida que hace 30 años, tienen la necesidad vital de inspirarse en la gran victoria del pueblo vietnamita. Con todo el poder económico, político y militar, el Imperialismo muestra su vulnerabilidad. La resistencia de los pueblos avanza y golpea : Irak, Afganistán, y Colombia resisten, el águila sucumbe.

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*Artículo publicado el 30 de abril de 2005
**Miguel Cruz Santos es un dirigente de Refundación Comunista de Puerto Rico

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