sábado, 25 de noviembre de 2017

La política del olvido y la reconciliación




La impostergable colocación de “placas de la memoria” en lugares emblemáticos de represión y tortura de la dictadura invitan a reflexionar sobre las acciones del sistema político de esconder el pasado y borrar la memoria al permitir que en estos lugares funcionaran centros para la infancia, para la adolescencia o locales de estudio.

La historia de los Centros La Tablada (o base Roberto) y la Escuela de Nurses Dr. Carlos Nery

El Centro de tortura y detención clandestina “La Tablada” fue originariamente un hotel para hacendados que fue cerrado en los años 70 para ser ocupado por el Ejército.
Desde el año 77 hasta fines de la dictadura fue un centro de tortura y detención clandestina por el que pasaron al menos 240 personas, según cálculo de los propios sobrevivientes y familiares de desaparecidos.
Como relato alguna vez un vecino de la zona que conocía el lugar "Los gritos que venían de La Tablada, eran desgarradores". "Se oían desde la calle cuando uno pasaba de noche"."Pude ver la cama donde hacían las torturas, y el lugar donde desde unas argollas colgaban a los detenidos. Las vi ensangrentadas. Colgaban desde una pared, donde estaba el signo del Ejército".
La Escuela de Nurses Dr. Carlos Nery funcionó como centro de detención desde 1969 hasta 1977. Este sitio fue una de las prisiones en que hubo varias madres embarazadas y niños en cautiverio y funcionó como un centro de detención y tortura de mujeres en la última dictadura cívico militar.

La impunidad y el olvido de pasado

La política de reconciliación y la búsqueda de la impunidad y el olvido del pasado reciente se impulsa de distintas maneras; algunas más evidentes como las que comentábamos recientemente de falta de procesamientos y libertad para los genocidas, y otras de manera más “sutiles” que se relacionan con lo simbólico.
En el Centro La Tablada funcionó inmediatamente al retorno democrático un centro de INAME (actual INAU) para adolescentes en conflicto con la ley. En el Centro de detención de mujeres Dr. Carlos Nery funciona actualmente un programa de calle para niños del INAU, un centro de atención de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia y una dependencia de la Facultad de Enfermería.
Ocultar y borrar estas huellas no es un hecho casual: que esos lugares símbolos de muerte, tortura y represión hayan sido reconvertidos a centros para niños o locales de estudio son intentos de resignificar lugares emblemáticos, una forma de olvidar el pasado reciente. Instalan la idea de normalidad, de “acá no pasó nada” y fomentan en última instancia el desconocimiento general sobre lo que significó la dictadura.
Las iniciativas actuales de “marcar” estos lugares intentan devolver algo de sentido a lugares terroríficos que hoy se presentan como “simples oficinas”.
Sin embargo estas justas acciones que impulsan los colectivos de Derechos Humanos dejan en evidencia también que el Estado como tal, representado por todo su sistema político y jurídico intenta, de todas las maneras posibles, avanzar en la impunidad y el olvido.

Hernán Yanes

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