martes, 7 de noviembre de 2017

Julio Castro y la tradición vareliana




El presente ciclo de Pedagogos nacionales, abordará las principales corrientes, tendencias y variantes del pensamiento pedagógico nacional, expresados en diferentes textos emblemáticos y autores fundamentales del campo. Agradecemos a los compañeros de Reactiva contenidos por compartir el material audiovisual de su "Ronda de pedagogos nacionales", programa emitido por Radioactiva FM 102.5; en la que participa nuestro compañero columnista de La Izquierda Diario Uruguay, Matías Matonte.

Hablar de Julio Castro, es hablar de uno de los más importantes intelectuales orgánicos en la historia del Uruguay y uno de los elementos más lúcidos de la intelligentsia nacional. No sólo fue un notable pedagogo y pensador del campo de la educación, sino que además fue un activista del movimiento sindical que participó desde su nacimiento en la FUM (Federación Uruguaya de Magisterio), pluma destacada del semanario "Marcha", polemista audaz y comprometido con la lucha popular; mártir de la resistencia a la dictadura cívico-militar.

El puente roto

Julio Castro, es autor de uno de los clásicos de la pedagogía nacional, "El banco fijo y la mesa colectiva" (1944), que desde nuestra humilde consideración y valoración constituye junto a "Vida de un maestro" de Jesualdo Sosa, y "El derecho a educar, el derecho a la educación" de Reina Reyes, de los puntos más altos de la elaboración teórico-pedagógica en Uruguay y también en América Latina.
En la próxima entrega analizaremos más profundamente este texto fundamental de la pedagogía local, sin embrago en este primera parte queremos detenernos en otro texto, que rebosa una frescura increíble en el contexto actual del sistema educativo uruguayo, en ese sentido "Coordinación entre Primaria y Secundaria" del año 1949, analiza la problemática de la transición de primaria a secundaria, teniendo en cuenta el conflicto que genera en el preadolescente que abruptamente es obligado a saltar un puente roto que une dos universos pedagógicos completamente diferentes, cuando el proceso de aprendizaje es uno solo.

Superaciones y permanencias históricas

A pesar de que el debate, en el cual Julio Castro participa en el mencionado texto, fue parcialmente superado históricamente, en otros rasgos mantiene una extraordinaria actualidad sobre los problemas estructurales del sistema educativo uruguayo, dificultades y limitaciones que no han sido resueltas.
Sin lugar a dudas, que resultó encomiable desde todo punto de vista la lucha pedagógica, ideológica y política de Julio Castro en el movimiento educativo, contra la educación secundaria vigente hasta fines de los años cuarenta, de concepción fuertemente elitista encarnada en el modelo preuniversitario, en el que el liceo era concebido como la educación previa al ingreso a la Universidad para los hijos de la burguesía y de la aristocracia profesional, es ante este panorama histórico que reacciona Castro, demandando la democratización y universalización de la educación media.
En la actualidad, aunque ha quedado en el basurero de la historia el sistema elitista del pasado, sin embargo podemos constatar que algunos de los problemas educativos del pasaje de Primaria a Secundaria, permanecen aún vigentes.
Entre ellos una desidia institucional que no se responsabiliza de las consecuencias pedagógicas, psicológicas y sociales de la brecha artificial que media entre los dos sistemas, en que el niño pasa bruscamente de un ambiente educativo con un maestro único, que es depositario de una profunda carga de afectividad, a otro ambiente en que cada cuarenta y cinco minutos el preadolescente sufre un verdadero "sacudón pedagógico", en el que el profesor a ritmo fabril se apura en "ajustar un tornillo" y darle paso a otro colega que hará lo mismo urgido por "la tiranía del reloj y el cumplimiento del programa".

El liceo para todos y la tradición vareliana

Ahora bien, después de casi setenta años del texto de Castro, comprobamos como la educación media se ha convertido más que en un espacio de disputa en un verdadero campo de batalla, asediado sin descanso con artillería pesada desde la derecha, la tecnocracia institucional, y los medios de prensa de la burguesía.
Porque resulta que, si en el pasado la democratización y universalización de la educación media era atacada por las clases dominantes, que querían conservar a través del liceo preuniversitario, sus privilegios de clase; hoy en cambio la burguesía al haber sofisticado todo un mecanismo de subsidio estatal a la educación privada, ya no necesita una educación secundaria de calidad; y por tanto se justifica un ataque en toda regla al liceo público.
Los aportes de Julio Castro en favor de la democratización de la enseñanza media, que es continuidad histórica de lo mejor de la tradición vareliana, resultan imprescindibles a la hora de defender una educación con calidad pedagógica y humanística para los hijos de los trabajadores y los sectores populares.

Querer que el niño se haga al modo escolar
o al modo liceal tomando la expresión "modo"
en su más amplia generalidad, es poner la carreta
antes que los bueyes. Los niños no se hicieron para
la escuela o el liceo, liceos y escuela se hicieron
para los niños

( Julio Castro. Coordinación entre Primaria y Secundaria, 1949)

Matias Matonte en "Ronda de pedagogos nacionales". Radioactiva FM 102.5:

https://www.youtube.com/watch?v=WtCfRc5uK24
https://www.youtube.com/watch?v=D6DANGl2-sg&t=581s

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