sábado, 19 de septiembre de 2015

Los refugiados sirios se quieren ir




Cinco familias sirias acampan desde el lunes en una plaza de Montevideo.

Son cinco familias. Fueron acogidas hace casi un año bajo una propuesta del ex presidente Mujica. Pero ahora dicen que no tienen futuro. Y buscan irse a Europa.
Las cinco familias de refugiados sirios, que desde hace casi un año viven en Uruguay, se encuentran acampando en la céntrica Plaza Independencia, frente a la Torre Ejecutiva, reclamando al gobierno que les ayude a salir del país.
Los 42 ciudadanos sirios arribaron desde su refugio del Líbano a Montevideo en octubre de 2014, en el marco del programa para refugiados sirios impulsado por la administración de José Mujica, que desde el vamos les brindó contención, lugar donde vivir y una partida de dinero para poder subsistir.
Pero hoy, después de vivir distintas experiencias en diferentes puntos de Uruguay, se muestran disconformes con el programa de acogida (o buena parte de él) y, fundamentalmente, manifiestan el no poder visualizar, por muchas razones, una proyección de futuro por estas tierras.
“El plan de ayuda del gobierno es por dos años y ya pasó uno. Yo trabajo en un hospital, mi sueldo es muy poco, 11.000 pesos uruguayos (unos 380 dólares). Tengo esposa y tres hijos chicos. “¿Cómo haré para vivir cuando la ayuda termine?”, dijo a la agencia AP Ibrahim Al Mohammed, jefe de una de las familias.
Alguna de estas familias, menos numerosas, parecería ser un poco menos radical en sus reclamos, y contemplaría la posibilidad de quedarse, siempre y cuando reciba una propuesta de las autoridades que, de aquí en adelante, sea un poco más alentadora.
La preocupación básica de todos los jefes de hogar es la dificultad para poder sustentarse (en razón de los sueldos y el costo de vida) cuando en octubre de 2016 la colaboración del programa expire. “No quiero plata, no quiero nada más que volver al Líbano o a Siria. Acá nos vamos a quedar hasta que nos lleven al aeropuerto”’, afirmó Maher Aldees, jefe de otra de las familias instaladas en la plaza, con el objetivo de poder canalizar sus reclamos.
Lo que solicitan, concretamente, es poder ser enviados al Líbano o a Siria, desde donde albergan esperanzas de viajar e instalarse en un país de Europa. Los sirios tienen un documento legal, emitido por Cancillería, que les permite moverse libremente, pero para irse de Uruguay, precisan el visado de la nación que los albergaría.
De hecho, la familia Aldees había abandonado Uruguay hace poco más de un mes, pero debieron regresar tras quedar varados 20 días en el Aeropuerto de Estambul, en Turquía, debido a que esta nación no admitió su ingreso.
“Yo los entiendo. Ven que salir de Uruguay es muy difícil y eso les da una gran inseguridad. Pero el documento de viaje que les otorgó Uruguay es un documento válido. Lo que no podemos hacer, porque está fuera de nuestro alcance, es obligar a terceros países a que lo acepten”, explicó a Associated Press Javier Miranda, secretario de Derechos Humanos del gobierno y responsable del plan de acogida de los sirios, quien apuntó que parte del malestar de las familias sirias es por la experiencia que les tocó vivir a los Aldees.
Los jefes de las familias sirias se reunieron ayer con Juan Andrés Roballo, prosecretario de Presidencia de la República, quien se comprometió a darles una respuesta en las próximas horas. De ella depende en gran parte el cómo seguirá esta historia.

Guillermo Pellegrino
Clarín, Buenos Aires, 8-9-2015

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