miércoles, 28 de junio de 2017

Están en algún sitio !




El 27 de Junio de 1973 las clases dominantes con el beneplácito del imperialismo daban un golpe de estado en Uruguay; luego de derrotada la heroica huelga general que durante más de diez días desafió a la dictadura, la CNT convocó una movilización a las cinco de la tarde del 9 de Julio.

Ese día desde los micrófonos de radio Sarandí, el director, crítico teatral y conductor de radio y televisión Ruben Castillo se las ingenió para sortear la censura y convocar a la histórica marcha recitando a intervalos en el espacio de su programa el poema elegíaco de Federico García Lorca "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías", donde se repite constantemente la anáfora "a las cinco de la tarde", frase sugerente y transgresora en el contexto de su enunciación.
La historia de la resistencia de la clase obrera a la dictadura en nuestro país, además de ser la historia del doloroso pero digno martirologio de la vanguardia obrera y revolucionaria; de mujeres y hombres que enfrentaron de forma consciente a la represión y la reacción, y ofrendaron la sangre por su clase y la revolución. También es la historia de la primera plana del semanario Marcha con el irónico título en grandes letras mayúsculas: "No es Dictadura"; de los que resistieron en las fábricas y los lugares de estudio; de los que sufrieron y a la larga derrotaron la cárcel; de los intelectuales y artistas exiliados que aprovecharon el asilo político para denunciar y crear denunciando.
Y a su vez es la historia de los pequeños gestos heroicos; los actos de audacia, ingenio y dignidad contra la censura, el silencio y la muerte; como aquella voz atribulada de Ruben Castillo, alzándose junto a miles de trabajadores y estudiantes por la calles de 18 de Julio contra la embestida reaccionaria.
Luego la larga noche de la dictadura se cerniría sobre el pueblo uruguayo, liquidando a su vanguardia más consciente. Cuatro décadas más tarde, aunque sabemos que la lucha contra la impunidad continúa y que tenemos que seguir marchando por verdad, memoria y justicia, levantando la cara y secando las lágrimas, no podemos evitar llorar a nuestros muertos... a nuestros hermanos de clase.

Matías Matonte

Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada

nadie les ha explicado con certeza
si ya se fueron o si no
si son pancartas o temblores
sobrevivientes o responsos

ven pasar árboles y pájaros
e ignoran a qué sombra pertenecen

cuando empezaron a desaparecer
hace tres cinco siete ceremonias
a desaparecer como sin sangre
como sin rostro y sin motivo
vieron por la ventana de su ausencia
lo que quedaba atrás / ese andamiaje
de abrazos cielo y humo

cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que querían

están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio

Mario Benedetti, Geografías, 1984

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