sábado, 21 de mayo de 2016

La investigación sobre los desaparecidos y el plan Cóndor




Desde hace muchos años los familiares, los organismos de DDHH y sectores populares en general, venimos luchando y reclamando por el juicio y el castigo a los represores de las dictaduras que hubo en el Cono Sur en la década de los setentas, coordinadas a través del Plan Cóndor y responsables de crímenes de lesa humanidad contra la clase trabajadora y militantes de izquierda de la época. Denunciamos los regímenes de impunidad impuestos a la salida de dichas dictaduras y la protección que los estados le han otorgado a los represores de los distintos países, además de las trabas que se imponen para llegar a la verdad y conocer el destino de nuestros familiares detenidos desaparecidos.
En el caso de Uruguay, hoy viernes 20 de mayo se realizará en Montevideo y varias ciudades de Uruguay la 21 Marcha del Silencio, bajo la consigna "Ellos en Nosotros. Contra la Impunidad de Ayer y de Hoy. Verdad y Justicia". Es una importante oportunidad para que decenas de miles de trabajadores y jóvenes se manifiesten en la calle, como expresión de rechazo al ataque al GIAF y contra el régimen y la cultura de impunidad establecidos desde el Pacto del Club Naval por parte de todos los grandes partidos del régimen político.

Las trabas para llegar a la verdad

La reciente conmoción generada en Uruguay por el robo al Grupo de Investigación en Antropología Forense, da muestras de los impedimentos y trabas que aún existen en torno a la investigación sobre el destino de nuestros familiares. Las condiciones de trabajo de los científicos, el manejo y la seguridad del material recopilado, así como la incidencia de los organismos públicos en los métodos y dirección de la investigación, como también la poca colaboración entre los países para avanzar en las investigaciones. Son muestra del poco interés y hasta la complicidad de los estados y regímenes políticos en el mantenimiento de la impunidad.
Según lo declarado en la entrevista por el presidente del presidente del Equipo Argentino de Antropología Forense, Luis Fondebrider, se desprende la gravedad de lo que está sucediendo en Uruguay “ Nos parece un hecho gravísimo porque es un llamado de atención muy serio, por la fragilidad en que estaban sus instalaciones que tiene que estar resguardados, no solamente por los archivos, sino por la seguridad personal de ellos, y no hemos visto una reacción fuerte de la autoridades para proteger eso. Me parece que esto se encadena con los obstáculos que tienen para investigar, como el hecho de ser filmados cuando están trabajando en los batallones, de las demoras y la poca presencia de la Justicia uruguaya en estos procesos.” Así como también la inactividad de la justicia uruguaya, que es la que debería investigar, siendo los familiares y las organizaciones de DDHH los que estamos aportando datos y pruebas en la investigación.
A su vez, la cláusula de confidencialidad que le impuso la presidencia uruguaya la Universidad de la República, es otro ejemplo de las trabas de todo tipo que se deben enfrentar en las investigaciones, hecho denunciado oportunamente por las organizaciones de DDHH como un impedimento para el avance de las causas judiciales. También el método de investigación, que no incorpora a los antropólogos impide una investigación más profunda, que se volvería probatoria de las redes internacionales de la represión, en palabras de Fondebrider “Al no haber incorporado a los antropólogos como la hacemos acá, dejaron casi toda esa tarea en manos de los historiadores. Lo más acuciante es reconstruir los circuitos de represión, los testimonios, cruzar información, tener una base de datos ágil y actualizada para ver qué pasó cuando una persona estaba en Uruguay o fue traída a la Argentina. Esto es lo más importante, porque nos puede dar la pista de dónde puede estar enterrada una persona.”

La investigación a nivel regional

Señalamos que la investigación a nivel de la región se ha enfocado en la desaparición de ciudadanos en cada país, no habiendo una coordinación acorde al hecho histórico que significó el Plan Cóndor. Por lo cual el proceso en investigación en cada país tiene una naturaleza distinta y tiene dificultades distintas a la hora de saber el destino de los desaparecidos. Es una falta que impide y dificulta la investigación de los científicos y cierra las puertas a la comprobación, mediante el entrecruce de información entre países, del plan sistemático de represión que existió en nuestros países.

El 20 de mayo seamos miles repudiando la impunidad

Por todo esto y en especial después de lo sucedido con el GIAF, se hace necesario que seamos decenas de miles en la 21 marcha del silencio. Para que se exprese con contundencia nuestro rechazo a todos los impedimentos legales y políticos, la inacción de la justicia y el accionar de las bandas reaccionarias responsables del ataque a la investigación sobre los restos de los desaparecidos. En reclamos de una investigación independiente, para llegar a la verdad y la justicia, en nombre de los cientos de compañeros asesinados y desaparecidos, de los que fueron presos y presas políticos y torturados, en nuestro país y los decenas de miles de toda nuestra región bajo la égida del Plan Cóndor. Es hora de decir, basta de silencio, basta de impunidad! Juicio y castigo a todos los represores!

María Victoria Moyano
Sebastián Artigas

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