domingo, 6 de enero de 2013

El presidente Mujica llama a sindicalistas a aceptar los "límites" del capitalismo

El presidente José Mujica afirmó ante la dirigencia de la central obrera PIT-CNT, que en el gobierno y en el Frente Amplio conviven dos grandes corrientes: una que trata de limar las asperezas del capitalismo y otra -que él dijo integrar- que cree en "otro tipo de sociedad"
Mujica, que no definió cómo serían las características de ese "otro tipo de sociedad" y en cambio llamó a los sindicalistas a respetar los "límites" que impone la sociedad capitalista, habló el 4 de diciembre frente a 400 dirigentes gremiales en la sede central del PIT-CNT.
El viernes 28 de diciembre, la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República difundió, en su revista mensual "Políticas", el texto completo de la presentación de Mujica, la cual calificó como "un hecho histórico".
Mujica compartió un "desayuno de trabajo" con la cúpula sindical uruguaya, acompañado por los ministros Fernando Lorenzo (Economía), Eduardo Brenta (Trabajo), Bernardo Kreimerman (Industria), Daniel Olesker (Desarrollo Social), Enrique Pintado (Transporte) y Raquel Lejtreger (interina de Vivienda).
El presidente consideró su gobierno y el de su antecesor, Tabaré Vázquez, como "progresistas". Y de inmediato pasó a dar su definición de "progresismo".
"Es el intento de mitigar las injusticias del capitalismo, mejorar la distribución, mejorar el ingreso y acotar las diferencias de clase", dijo. El mecanismo del "progresismo", añadió, es aplicar "un conjunto de reformas que son sucesivas, acumulativas, y que encajan con la democracia representativa perfectamente".
Mujica precisó que estos gobiernos del Frente Amplio "no se desentienden de las demandas del hoy del hombre de la calle (...) en nombre de un programa utópico para dentro de 50 años".
"Se está siempre en la frontera del capitalismo, respetando su exigencia básica de seguridad jurídica, previsibilidad, estabilidad y el juego de un conjunto de políticas que permiten el desarrollo de la iniciativa y de la vida empresarial", abundó.
Admitió, no obstante, que como "esa es la limitante que tiene el progresismo", entonces "cabe el reproche" de que el capitalismo "no está cuestionado en su esencia porque sigue dándose la explotación del hombre por el hombre". Pero rápidamente reivindicó al "progresismo", puesto que, a su juicio, lo que ha hecho y hace "no es poco". Mencionó al respecto que "ocho años de reformas, con 850.000 personas que se arrancan de la pobreza, no es moco de pavo".
Mujica, que en todo momento se dirigió a su audiencia sindical con la palabra "compañeros", negó que los uruguayos vivan en un "mundo perfecto", e insistió con que "tenemos un acumulado que vale la pena y que hay que defender".
"Yo no pensaba así, compañeros. Sigo teniendo más cuestionamientos con el capitalismo que los que tenía hace 40 años, sobre todo a la ética del capitalismo.
Pero también hemos aprendido a lo largo de muchos años", indicó el presidente, que en los años 60 y 70 del siglo XX integró la guerrilla tupamara, alzada en armas contra la democracia representativa, las "libertades burguesas", el capitalismo y el "imperialismo". Los tupamaros proclamaban que luchaban "por la liberación nacional y el socialismo".
Mujica opinó que "el advenimiento de sociedades mejores requiere como presupuesto básico y mínimo sociedades decentes desde el punto de vista económico, que por lo tanto tienen que desarrollar al máximo, en esta etapa, la fuerza productiva y la masificación del conocimiento y la cultura".
"Sin eso previamente, no se crea ninguna sociedad mejor y, para mí, la historia contemporánea lo enseña", porque "no se puede crear una sociedad mejor con la masiva ignorancia popular que todavía existe en el seno de nuestro pueblo", dijo. Semanas después, el presidente ensayó al menos dos veces más una defensa del sistema capitalista para gobernar en la sociedad contemporánea. El 19 de diciembre reivindicó al capitalismo "en serio" como herramienta para la prosperidad económica ante 200 empresarios hoteleros, inmobiliarios y gastronómicos, en Punta del Este
Y la semana pasada, durante una entrevista con el periodista Guillermo Lu­ssich, fue muy claro: "Si la inversión es el motor de la expansión económica, para invertir se necesita tener voluntad de riesgo. A esa voluntad de riesgo hay que ayudarla. Porque si yo la estoy amenazando y el tipo tiene incertidumbres, no da ese salto de riesgo. Y ese es el motor que está empujando el aumento constante y el desarrollo de la economía".
"Así se mueve la economía capitalista y esto hay que reconocerlo con objetividad. Si uno tira demasiado de la piola, ¿qué pasa? Hace peligrar el análisis de futura rentabilidad que (el empresario) puede tener y el tipo no corre el riesgo. Y se va para otro lado o se queda quieto. Sencillamente, es eso", dijo durante la entrevista, transmitida por los programas "Punta Política" de Canal 11 de Punta del Este y "Realidad 2012" de Canal 3 de Colonia.
Mujica advirtió contra la tentación de "tirar demasiado de la piola" con el objetivo de "apretar" a los capitalistas, porque "si ese proceso se hace masivo, tiende a haber una conducta social que (provoca) el quietismo empresarial, no pasa nada y nos empezamos a quedar congelados, como estuvimos en nuestro país.
Pasamos como 30 años quietitos. No pasaba nada, nadie hacía olas, no había cambios, nada... pero seguro, tampoco había progreso".
El mandatario declaró que se trata de "una cuestión fina, porque si a mí me ven de la extrema izquierda, me van a decir 'pero viejo, ¡cómo cambiaste!' y yo no cambié nada. Interpreto al mundo como es".
"Más vale que le vaya comiendo de a poquito, pero permanente, sacándole un chorrito, que a la larga le voy a comer mucho más y voy a tener para distribuir.
Los negros africanos, por tradición cultural, aprendieron esto: una vaca lechera no se mata jamás. Se la ordeña. Porque con esos chorritos, se le saca mucho más comida que la que tiene en el cuerpo. (...)
Si usted se la come, un día hará un buen asado, pero después no tiene un chorrito de leche para mantenerse a lo largo de la vida. Así nomás de sencillo", explicó.
Expresamente, Mujica aceptó: "Yo hago migas con el capitalismo. ¡Vamo' arriba! Porque necesito que me den muchos de esos chorritos para instrucción, para multiplicar la capacidad tecnológica de mí pueblo, para tapar los agujeros sociales que tengo. Si no, si se me dispara, después no tengo nada para repartir".
Según dijo, en la izquierda "hay gente que simplifica y se cree que al socialismo se va a llegar con una arremetida, revoleando el lazo y ya estamos en una sociedad nueva. ¡No, papá! Necesitamos una sociedad muy rica, muy instruida.
Está mucho más cerca Noruega que nosotros del socialismo. Yo no creo que se pueda crear ningún socialismo para repartir miseria. Porque eso es repartir angustia. Y la gente no quiere angustia. La gente quiere vivir lo mejor posible, masivamente". "Yo sé que esta es una lucha brava. Por el lado capitalista, le desconfían. Y por el lado de la izquierda, lo tratan de que abdicó", describió.

Semanario Búsqueda, Montevideo

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