sábado, 5 de febrero de 2011

Así torturaban los militares uruguayos



Horacio Gelós Bonilla, ex edil del Frente Amplio, militante sindical e integrante del Partido Comunista, fue castrado y muerto -presumiblemente el 5 de enero de 1976- en el batallón de Ingenieros número 4 de Laguna del Sauce. Pero recién la semana pasada la familia recibió la información oficial sobre su muerte, aunque sus restos no han sido encontrados. La Comisión para la Paz difundió el jueves los nombres de ocho compatriotas que fueron asesinados en Uruguay mediante torturas entre los años 1973 y 1984. Entre ellos se encuentra Horacio Gelós Bonilla, asesinado en 1976 en el batallón de Ingenieros de Combate número 4 de Laguna del Sauce, departamento de Maldonado.
Gelós fue detenido entre las 19.30 y las 20 horas, el 2 de enero de 1976 en la esquina de Florida y Sarandí, pleno centro de Maldonado frente a la plaza de San Fernando. Tenía 33 años, era soltero, obrero de la construcción y militante del SUNCA y miembro del Partido Comunista. Un grupo de personas de civil lo introdujo a golpes dentro de una camioneta Indio color celeste, en presencia de un tío llamado Ramón Gelós. Varios testigos indicaron que ese vehículo era visto habitualmente en el ex cuartelillo de Maldonado, ubicado en 25 de Mayo y Sarandí dónde funcionaba el OCOA 4 y hoy se ubica el Paseo de San Fernando, a una cuadra del secuestro.
José Pedro Correa Sosa, fue testigo del secuestro y siguió a la camioneta en su moto hasta cerca de la Laguna del Sauce. Varios meses después fue detenido. Según consigna el libro "Nunca Más" editado por el Servicio Paz y Justicia del Uruguay, Correa relató que cuando lo estaban torturando en el 4º de Ingenieros a fines de octubre o principios de noviembre de 1976, le preguntaron por Gelós Bonilla y dijeron "ese no jode más". El testigo sostiene que "en otro interrogatorio le volvieron a preguntar y contestó...' ustedes saben bien dónde está'... Eso fue lo último que pude decir, después no me acuerdo de nada. Estuve varios días tirado".
La mencionada unidad militar fue un centro de torturas. Por allí pasaron centenares de militantes de izquierda del departamento e incluso quienes eran trasladados desde otros lugares del país. Por ejemplo: Raúl Sendic cuando era un rehén de la dictadura. Efectivos de esa unidad torturaron en el Cuartelillo de Maldonado al general (r) Líber Seregni y también asesinaron con torturas a Eduardo Móndelo, un joven frenteamplista de Pirlápolis.

Quienes fueron los torturadores

En el año 1985 se creó la Comisión Departamental de Derechos Humanos que integraron el abogado Alejo Fernández Chávez; el artista plástico Manolo Lima; el escribano Gonzalo Álvarez y el médico Carlos Laborde. El organismo se abocó enseguida a investigar el caso Gelós y obtuvo testimonios de Amado Viera; Omar Varona; un hombre de apellido Romero, conocido como "cara de goma"; y Carlos Julio Barrios. Todos estuvieron detenidos junto a Gelós.
A partir de las declaraciones y testimonios obtenidos se pudo reconstruir la nómina parcial de los oficiales que participaban de las sesiones de tortura. Entre ellos estaban: el capitán Stocco, el teniente Dardo Barrios, actual jerarca municipal de Maldonado, el oficial Cristi y el sargento Amorín. En tanto los médicos militares eran Francisco Pons, José Luis Braga y Julio César D'Albora. Pons y Braga fueron denunciados ante la Comisión de Ética Médica de la FEMI, la que según su presidente, Gregorio Martirena, "si bien tuvo la convicción de la participación de estos profesionales en hechos éticamente reprobables, nunca logró los testimonios para condenarlos". Con toda la información a la vista, la Comisión de DDHH de Maldonado radicó una denuncia penal el 22 de mayo de 1985. Pero la aprobación de la Ley de Caducidad generó impunidad para los asesinos.


Testimonios del horror

Los testigos que se presentaron voluntariamente ante la comisión departamental, relataron detalladamente el horror que se vivía en aquél tiempo. Pero, sin dudas, el proporcionado por el ex edil y dirigente comunista Carlos Julio Barrios, quién tenía entonces algo más de 50 años, fue determinante para saber cómo murió Gelós. Según la copia del testimonio prestado por Barrios el 26 de setiembre de 1986 ante los integrantes de la Comisión de DDHH, fue detenido el 2 de enero de 1976 a las 4 de la mañana en su chacra ubicada en cercanías de Cerro Pelado.
"Venía uno uniformado, que me puso la ametralladora en las costillas, y los otros de particular. Revolvieron toda la casa y dijeron que era un secuestro, que se trataba de un comando independiente" - dijo el testigo. "Yo no sé a donde me llevaron, supongo que sería cerca de la Laguna del Sauce. Ahí fueron indescriptibles las torturas. Me colgaron de las manos y del cuello, me pegaban fuerte por todos lados; en el estómago, en los testículos. También me daban picana y eso duró horas". Barrios recordó que luego lo sacaron en una camioneta y lo llevaron a un lugar donde había una pared.
"Yo estaba desnudo y encapuchado. Me colgaron y contra la entrepierna había una especie de caballete que me impedía siquiera ponerme en punta de pie. También estaba una pareja, aparentemente joven por las voces. Era claro que violaban alternativamente a la muchacha y al muchacho, haciendo que uno viera al otro cuando era violado. A ellos los interrogaban sobre la presunta tenencia de armas". El 5 de enero de tardecita, lo cargaron en una camioneta y lo trasladaron a Maldonado donde subieron a Romero y los llevaron a un lugar cerca de la Laguna del Sauce. "Ahí me hicieron lavar en un lugar que presumo era la propia laguna y después nos llevaron a un lugar lleno de barro".
Barrios reconoció las voces de algunos de sus compañeros: Viera, José Medina y Horacio Gelós. "Me sentaron en el suelo y me interrogaron sobre una lista secreta de contribuyentes al Partido Comunista. De repente vino uno que le dijo al que me interrogaba... 'déjelo a ese viejo traidor, que ahora vamos a hacerle una operación a su querido camaradita Bonillita y después se la hacemos a él'... Ahí me levantan la capucha y traen a Gelós Bonilla, maneado con las rodillas junto a la cabeza. Lo traían a rastras. Ahí vi que lo castraban y salía sangre a borbotones. Yo sólo veía parcialmente el cuerpo de Gelós, se quejaba espantosamente. Los quejidos se fueron apagando y a mí me ponen una venda en los ojos y la capucha y me llevan a unos 20 metros del lugar con un soldado al lado. Ahí se produce un gran revuelo entre los torturadores y siento que no muy lejos de mí se preguntan si largaban a Viera. Varias veces les había oído decir que o hablábamos o nos mataban y tiraban al medio de la laguna".
Después de eso Barrios aseguró que "los cargaron a todos en un vehículo y me tiraron en Rincón y Francisco Maldonado. Me dijeron que no me sacara la capucha hasta que no pasaran cinco minutos. Era la madrugada del 6 de enero de 1976". Pero tres días después vuelven a detenerlo. Lo suben encapuchado en VW negro matriculado en Argentina. Pocas cuadras después lo cambian de auto y lo llevan a un lugar que supone el Cuartelillo de Maldonado "porque oía las campanadas de la Catedral".
Barrios dijo que "ahí había mucha gente detenida. Ponen música de Gardel y Roberto Carlos. Me torturan horriblemente. El 12 de enero me cargaron en una camioneta, era de medianoche. Uno de los torturadores le dijo a otro: a éste enterralo en la arena. Y pusieron una pala a mi lado. Anduvieron mucho rato diciendo... acá no, acá nos ven... y arrancaban otra vez. Así estuvieron como dos horas. Por último pararon y dijeron... bueno, acá sí. entonces me tiraron en una cuneta diciendo que no me moviera y se fueron. Me saqué la venda y vi que estaba en la ruta 39 frente a la planta de supergas de Tortorella ".
Barrios se fue caminando a su casa y apenas aclaró le pidió a un familiar que le sacara pasaje en una compañía de ómnibus para irse a Porto Alegre. Era el 13 de enero de 1976. Después los militares volvieron a buscarlo, pero como no lo encontraron terminaron torturando a su nieto de 11 años para que dijera donde estaba. El niño sufrió trastornos sicológicos. Barrios falleció a mediados de los ´90 sin saber la verdad.
Por su parte Amado Viera, también relató como oyó morir a Gelós Bonilla. "Le preguntaban por unos campos comprados por el SUNCA para poner una Colonia de Vacaciones. Estábamos en un grupo de ranchos ubicados a orillas de la Laguna. Yo sentía que Horacio estaba como estaqueado y las cosas que le hacían eran muy graves porque en determinado momento dijo que prefería que lo mataran. Su respiración era muy fuerte hasta que dejó de oírse; después lo arrastraron y no oímos más hasta que enseguida nos sacaron a nosotros".

Monstruos

Jueza cita a 20 retirados por desaparición en Maldonado
Gobierno. Rechazó que FF.AA. defiendan a ex represores

Desde la semana que viene, unos 20 militares retirados deberán declarar ante la Justicia. El gobierno advirtió ayer que "no es admisible" que las Fuerzas Armadas asuman como institución "la defensa de personas indagadas por varios delitos".
A partir del próximo lunes 7, una veintena de militares comparecerán ante la jueza penal Mariana Mota y la fiscal Ana María Tellechea, quienes indagan la muerte de Horacio Gelós Bonilla, desaparecido a principios de 1976 estando detenido en el batallón de ingenieros de combate N°4 con asiento en Laguna del Sauce, Maldonado.
Gelós Bonilla integraba el Partido Comunista y se estima que sus restos habrían sido sepultados en un predio próximo al aeropuerto de la Laguna.
La jueza Mota y la fiscal Tellechea tienen previsto interrogar a militares retirados los próximos días 7, 8, 10 y 14 de febrero, a razón de cinco militares por día, dijeron fuentes del caso consultadas por El País.
Las mismas magistradas tienen a su cargo otros 19 casos de homicidio y desaparición que se indagan en forma conexa al juicio que se sigue contra el ex dictador Juan María Bordaberry, aunque por esos hechos todavía no se fijaron audiencias.
Por otro lado, la defensa del coronel (r) Tranquilino Machado -a cargo de los abogados Miguel Langón y Graciela Figueredo- presentó ayer un escrito solicitando el diligenciamiento de nuevas pruebas antes de que el juez Sergio Torres decida si procesa al militar por el asesinato de Ramón Peré en julio de 1973.
Langón dijo a El País que entre otras cosas se pidió al magistrado la posibilidad de analizar las piezas anatómicas de los restos de Peré como forma de probar que Machado no fue quien disparó el arma que terminó con la vida del joven. Las pericias ofrecidas serán realizadas por el forense Guido Berro.
"NO ES ADMISIBLE". En tanto, el gobierno señaló ayer que "no es admisible" que "se intente que las Fuerzas Armadas asuman como institución la defensa de personas indagadas por diversos delitos".
En una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, leyó un comunicado de dos carillas que marca la posición formal del gobierno ante el Foro Concordia y Libertad, integrado por militares retirados y en actividad que reclaman acciones para que no haya más procesamientos por delitos ocurridos en la dictadura.
El comunicado señala que para "la convivencia armónica" es necesario "el respeto integral de las normas constitucionales y legales que la sociedad uruguaya ha construido a lo largo de su historia".
A su vez, la nota resalta que "el Poder Ejecutivo respaldará con sus instituciones en forma plena las resoluciones adoptadas por el Poder Judicial".
Rosadilla indicó ayer que el Foro Concordia y Libertad entregó una carta con sus pedidos a los comandantes de las tres fuerzas ya que él autorizó esas reuniones.
"Por tanto -dijo el ministro- no se trata de una actividad política sino de una actividad reservada en la que una organización como muchas otras solicita ser recibida para entregar una nota".
Breccia, por su parte, señaló que "de ninguna forma" los dichos formulados en la carta del grupo implican "una amenaza". Sin embargo, el funcionario advirtió que "contiene descalificaciones hacia algunos de los poderes legítimamente constituidos del Estado. Instamos a cesar con esa actitud".
PIT. En tanto, el Secretariado del Pit-Cnt calificó ayer como "tibia y tímida" la respuesta del gobierno al planteo de los militares aglutinados en el Foro Libertad y Concordia.
"Preocupa que se produzca un llamado a desconocer las citaciones de la Justicia y que no haya una contundente declaración del poder político", según dijo el dirigente sindical Washington Beltrán.
El Secretariado resolvió reunir el jueves a la comisión de Derechos Humanos de la central para organizar una movilización junto con otros grupos que venían apoyando la anulación de la ley de caducidad.

Van Rompaey: los jueces "no van a ceder ante amenazas"

"¿Y qué le parece?" Esa fue la escueta respuesta del presidente José Mujica ante la consulta de un periodista sobre si su presencia en la asunción de Leslie Van Rompaey como nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) era una señal de apoyo al Poder Judicial tras los cuestionamientos de militares retirados que reclaman que no haya más procesamientos por hechos de la dictadura.
En forma casi inesperada, Mujica junto el secretario y prosecretario de la Presidencia, Alberto Breccia y Diego Cánepa, asistieron a la ceremonia protocolar realizada en la mañana de ayer en el Palacio Piria, sede de la SCJ.
Hasta el lunes, la Corporación no tenía confirmación respecto a la asistencia de ningún jerarca del Poder Ejecutivo, pero al final de la tarde de ese día, la Presidencia anunció que Mujica asistiría al evento que marcó el inicio de la actividad judicial de 2011.
En su discurso, Van Rompaey agradeció la presencia de Mujica porque "honra al Poder Judicial". No es habitual que los presidentes asistan al acto de apertura de los tribunales. Así procedió durante su gobierno Tabaré Vázquez, ya que a esos eventos concurría el entonces vicepresidente Rodolfo Nin Novoa.
"Yo lo entiendo como un apoyo institucional al principio constitucional de la separación de poderes y a la independencia del Poder Judicial", dijo Van Rompaey sobre la presencia de Mujica.
Luego, en rueda de prensa, Van Rompaey resaltó que los jueces "no van a ceder ante amenazas o presiones provengan de quien provengan". Agregó que "todos los ciudadanos" van a ser juzgados según lo que dispone la ley.

Carlos Peláez
http://www.militaresycomplicespresos.blogspot.com

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