viernes, 7 de febrero de 2020

El legado político de Franz Mehring a 101 años de su muerte




Además, sólo puedo repetir sobre su libro lo que dije, reiteradamente, sobre sus artículos publicados en la revista Neue Zeit: es, por lejos, la mejor exposición existente de la génesis del Estado Prusiano. En realidad, puedo decir que es la única buena exposición que se desarrolla correctamente, hasta en los detalles, las interconexiones, en la mayoría de los asuntos. (Carta de Friedrich Engels a Franz Mehring, 14 de julio de 1893 - sobre el libro La leyenda de Lessing)

El 28 de enero, se cumplieron 101 años de la muerte del marxista alemán Franz Mehring, en el contexto de la derrota de la Revolución alemana de 1919, de la brutal represión contra el recién creado Partido Comunista Alemán (KPD) y sólo dos semanas después de los asesinatos de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, bajo el gobierno socialdemócrata.
Pero, ¿quién fue este destacado intelectual y político revolucionario, el "viejo" Mehring y por qué es tan importante rescatar su legado político y mantener el hilo rojo de la continuidad histórica? Franz Mehring nació en Pomerania, en ese momento una provincia de Prusia en 1846 y tiene una curiosa trayectoria política.
Desde un punto de vista político y académico, paradójicamente tiene un doctorado en la Universidad de Liepzig por sus tesis antisocialistas en 1882, y desarrolla sus posiciones que evolucionan desde sus ideas liberales y democráticas radicales iniciales, hasta que tenía 45 años, cuando entró, ya en su madurez, en el Partido Obrero Socialdemócrata de Alemania (SDAP).
En 1891, se incorpora a la redacción editorial de la revista teórica de la socialdemocracia alemana Die Neue Zeit y escribe en 1892, La leyenda de Lessing, un libro elogiado incluso por Friedrich Engels, publicación que definitivamente lo coloca en el debate teórico del marxismo. En 1894 escribe Gustavo Adolfo II de Suecia, La guerra de los treinta años y la construcción del Estado nacional, en otro contrapunto a la historia oficial, hegemónica.
El Rey de Suecia, en la Guerra de los Treinta Años invade Alemania, pero la burguesía alemana y sueca lo convirtió en un héroe como luchador por la libertad de conciencia contra la servidumbre de jesuitas y católicos. Mehring hace un análisis materialista histórico de estas luchas y conflictos, en el sentido de Engels en las Guerras Campesinas en Alemania, cada conflicto en su forma teológica o política expresa los intereses de las clases y las fracciones de clase en conflicto.
Sus posiciones políticas giran hacia la izquierda, y cuando estalla la Primera Guerra Mundial, está totalmente ubicado en el campo de los revolucionarios, de los socialistas internacionalistas, siendo un destacado líder del ala izquierda de la socialdemocracia. Encontrándose en esa posición de izquierda en todos los debates políticos del socialismo. Por mencionar solo unos pocos ejemplos podemos mencionar, primero la lucha contra el revisionismo de Eduard Berstein, luego, después de romper con Karl Kautsky en 1912, generalmente defendiendo las posiciones políticas de Rosa Luxemburgo. Salió de la redacción de Die Neue Zeit y tomó una posición firme contra el militarismo y la guerra en la Primera Guerra Mundial, continuando su trayectoria política en la Liga Spartacus primero y más tarde en el Partido Comunista Alemán (KPD).
En la sesión de Reistag del 4 de agosto de 1914, el grupo de diputados socialdemócratas, incluidos los que estaban en contra de la guerra, debido a la disciplina partidaria, votó a favor de los créditos de guerra por unanimidad. Existía, todavía había una cierta idea que si solo hay una clase trabajadora, debería haber sólo un partido de la clase trabajadora.
Pero ya en septiembre de 1914, tanto Rosa Luxemburgo como Karl Liebknecht enviaron una carta a los diarios difundiendo su posición política contra la guerra, y enviaron cientos de cartas de solicitando apoyo, sólo Clara Zetkin y Franz Mehring deciden firmar y hacer publicar esta posición.
En esta perspectiva, Karl Liebknecht será el único diputado que votará en contra de los créditos de guerra en la segunda sesión sobre el tema realizada el 2 de diciembre de 1914, vota con coraje de forma contraria a la decisión del SPD, un hecho político muy importante, que además denuncia los objetivos reales de la guerra, una guerra imperialista, con el objetivo de dividir el mundo entre las grandes potencias, razón por la cual no respondía a ningún interés de los pueblos involucrados y que tenía como objetivo destruir el creciente ascenso del movimiento obrero.
Franz Mehring, funda con Rosa Luxemburgo, en 1915, Die Internacionale, que era el periódico de los socialistas internacionalistas. En 1916, siendo un destacado propagandista, en términos leninistas, fue encarcelado con Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht por su actividad anti-militarista, antiimperialista y antiguerra.
Franz Mehring, fue elegido diputado por la Dieta Prusiana de 1917 a 1918, llevando a cabo una política parlamentaria revolucionaria. Aplica esta táctica política en Alemania, como también lo hicieron otros parlamentarios revolucionarios, como el mencionado Karl Liebknecht, el diputado Otto Rühle, la diputada socialista feminista Clara Zetkin o Hans Kippenberg.
El parlamentarismo revolucionario es la participación de revolucionarios en el parlamento burgués, es decir, la participación de los partidos políticos revolucionarios en el Parlamento de una manera específica en términos tácticos, no estratégicos, dentro del marco institucional, con la característica fundamental de mantener la independencia política de los patrones, de los gobiernos y del Estado. Estos parlamentarios revolucionarios, son tribunos del pueblo, del punto de vista de presentar las demandas del conjunto de los sectores oprimidos en la sociedad, pero esta participación en el parlamento se realiza en una perspectiva que articula esa lucha en el Parlamento con los conflictos sociales en curso en el país, la lucha antiinstitucional y subordinada a esta en el marco de una estrategia revolucionaria. Actualmente, esta táctica tiene continuidad en la experiencia del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), que forma parte del Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad (FIT-U) en Argentina, que forma parte de la Fracción trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI), experiencia de la cual la izquierda latinoamericana debe extraer lecciones.
Franz Mehring, como mencionamos, fue primero dirigente la Liga Espartaquista (LE), la cual funda junto con Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht, Clara Zetkin, Leo Jogiches y Paul Levi, y más tarde, incluso en ausencia debido a sus graves problemas de salud, es fundador de la Partido Comunista Alemán (KPD).
Hugo Eberlein, en su impecable informe sobre el trabajo clandestino de la Liga Espartaquista, afirma que Mehring, fue uno de los siete participantes en una reunión en la casa de Rosa Luxemburgo un día después de la aprobación de los créditos de guerra por la socialdemocracia oficial y forma parte del colectivo que toma la decisión política de continuar de forma inmediata la lucha contra el militarismo y la guerra. Es este grupo el que decide enviar doscientas cartas solicitando firmas precisamente para un manifiesto contra la guerra, pero contra las expectativas iniciales solo obtienen unas pocas respuestas, entre ellas Clara Zetkin y el mismo Mehring como mencionamos.
Con relación a su enorme trabajo intelectual, Rosa Luxemburgo lo reconoció de esta manera en una carta escrita en Südende dirigida a él, fechada el 27 de febrero de 1916, con motivo del 70 aniversario del nacimiento del revolucionario alemán:
Usted ha ocupado una posición entre nosotros durante décadas que nadie más que puede asumir: es el representante de la verdadera cultura intelectual en todo su esplendor y esplendor. Si en opinión de Marx y Engels el proletariado es el heredero histórico de la filosofía clásica alemana, usted fue el ejecutor de este legado. Usted salvó de la burguesía lo que quedaba de los tesoros dorados de la antigua cultura intelectual y nos los trajo en el campo de los desheredados sociales (...) Con cada una de las líneas que salen de su maravillosa pluma, educó a nuestros trabajadores en que El socialismo no es una cuestión de "cuchillo y tenedor cuchillo", sino un movimiento cultural, una gran y orgullosa visión del mundo.
Es posible destacar dos características de este gran intelectual orgánico y líder del proletariado revolucionario alemán. Primero, su tránsito y vínculo entre la primera generación de revolucionarios como Karl Marx y Friedrich Engels y la generación de la Revolución Rusa.
En segundo lugar, otro tránsito, en esta ocasión desde su liberalismo antisocialista hasta un democratismo radical, cuya consecuencia lo lleva a través de un lasallianismo inicial, en referencia al líder del movimiento obrero alemán Ferdinand Lasalle, por su preocupación por lo social, hasta su vinculación al marxismo en 1891 y la socialdemocracia, para luego ser parte de sus alas izquierdas hasta la creación de la Liga Espartaco y el Partido Comunista Alemán (KPD).
El filósofo húngaro, George Lukacz, escribe en Franz Mehring 1846-1919, contribuciones a la historia de la estética, que lo que distingue a Mehring de otros defensores de las ideologías en el campo burgués que pasan a las filas del proletariado es su sincera decepción con la democracia burguesa y su límites, lo que colocó a Mehring en el campo del movimiento obrero desde esta perspectiva, especialmente en momentos en que la socialdemocracia mayoritaria en su chovinista giro nacionalista y reformista comienza una idealización de este régimen político.
El impacto de su libro La leyenda de Lessing fue tan fuerte que, debido a su repercusión, como ya se mencionó, el propio Engels se manifiesta. Friedrich Engels, en una carta a Agust Bebel fechada en 1892, ya había elogiado este libro. El mismo Mehring recibe tres cartas de Engels, donde en la primera explica que la negativa a responder sus cartas anteriores se debió a que Mehring apoyaba las leyes antisocialistas y por el hecho de estar en diferentes trincheras carecía de sentido y, además, las leyes antisocialistas, aún estaban vigentes.
La segunda y tercera cartas de Engels, enviadas en 1893, son complementarias abordando también sobre el libro La leyenda de Lessing, ya que expresa una desmitificación de la historia prusiana oficial y destaca la importancia de realizar un buen estudio de las mediaciones de ideología y las representaciones, yendo más allá estructuras, estando ya los dos en la misma trinchera de combate. Como el libro es objeto de algunas críticas, Mehring responderá algunas de estas en otros escritos agrupados bajo el título: Sobre Materialismo histórico.
Como intelectual, profesor y propagandista, enseñó la materia de Historia en la Universidad Obrera de Berlín, escribiendo una importante obra que se titula Historia de la socialdemocracia alemana, entre los años 1897 y 1898.
También podemos mencionar un artículo escrito en julio de 1914, “La clase obrera y la guerra mundial”, en el que, preocupado por la situación de guerra y militarismo, es uno de los marxistas que originalmente incorporó el estudio del general prusiano Karl von Clausewitz. Compara el Anti-Duhring de Engels con De la Guerra de Clausewitz, destacando la importancia del primero para el materialismo histórico y tomando la relación entre economía y guerra, pero también se preocupa por la relación entre guerra y política, defensiva y ofensiva llevada a cabo por el general prusiano. Para Mehring, la guerra entre naciones es una confrontación en segundo plano en comparación con las contradicciones de una guerra civil entre las clases en el marco de una determinada formación económico-social. Fue uno de los marxistas revolucionarios interesados, así como Engels, Lenin o Trotsky, por la cuestión militar.
Mehring defiende la Revolución Rusa de octubre de 1917, es un bolchevique y en 1918 publica su famosa biografía de Marx, que se titula: Karl Marx: La historia de su vida, que está dedicado a Clara Zetkin. Tiene un impacto político tal que el propio Karl Kaustky escribe una contribución sobre la historia de la socialdemocracia alemana conocida como anti-Mehring, titulada Franz Mehring y la socialdemocracia alemana.
En términos de confianza política, podemos mencionar que la hija de Marx, Laura Lafargue, le pidió que la representara en el consejo editorial que publicaría las cartas entre Marx y Engels, después de la muerte de ambos. Dos semanas después de los asesinatos de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, con su salud muy frágil, aún en el marco de la derrota de la revolución alemana y de la brutal represión contra el Partido Comunista Alemán (KPD), murió el 28 de enero de 1919. a los 72 años de edad.
Ciento un años después de su muerte, como Rosa Luxemburgo afirma correctamente, es importante recuperar sus obras para que el movimiento obrero y la juventud puedan hacer del comunismo no sólo un cambio en el modo de producción, como pretendían los estalinistas en su visión economicista, sino una vida que valga la pena ser vivida. Para esto, los intelectuales revolucionarios como Franz Mehring y su legado teórico y político son indispensables.

Gonzalo A. Rojas
Shimenny Wanderley

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