sábado, 22 de diciembre de 2018

Seguridad y represión son prioridades del Frente Amplio




Megaoperativos, mayor presupuesto, ingreso de efectivos y promesas de más acciones represivas son los anuncios del Frente Amplio para el próximo año. Desde el discurso sus principales referentes continúan en la línea de criminalizar la pobreza.

Se acerca el año electoral y el Frente Amplio intenta dar respuesta a la sensación de inseguridad que manifiestan importantes sectores de la población con un conjunto de anuncios y mensajes que profundizan la mirada represiva y punitiva ante los problemas sociales.
Luego de casi 15 años en el gobierno la situación económica y social muestra enclaves de pobreza, marginación y exclusión a lo largo del país. Las políticas llevadas adelante, en el contexto de una coyuntura internacional favorable para los países exportadores de materias primas, logró revertir los aspectos más brutales de los años 90 y la crisis del 2002, pero consolidó a su vez un país socialmente fragmentado y con parte de su población en situación de pobreza casi crónica.
El “modelo” económico social es caldo de cultivo para situaciones de violencia e inseguridad, y ahora, ante las próximas elecciones, estos temas pasan a ocupar un lugar central en los debates y preocupaciones de la sociedad.

La respuesta del Frente Amplio

Aunque se dice de izquierda el Frente Amplio profundiza en sus acciones una visión y un programa que es el que tradicionalmente propone la derecha.
Gustavo Leal, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, se ha convertido en una especie de vocero de las políticas que pone en marcha el Frente Amplio y que profundizan la mirada represiva y punitiva con la que ya se venía manejando el gobierno ante el tema de la inseguridad .
Leal, con sus operativos en Casavalle, la Cruz de Carrasco, Los Palomares o el que se realizó estos días en San Carlos, refuerza con insistencia la idea de una supuesta asociación entre pobreza y delincuencia al focalizar todo el accionar represivo en los contextos de marginación y exclusión.
Los “peces gordos”, los verdaderos estafadores y narcotraficantes de “guante blanco” (como el estafador Francisco Sanabria que disfruta del beneficio de la prisión domiciliaria que recientemente le otorgó la justicia) quedan a salvo y fuera de toda sospecha en sus mansiones de los barrios ricos, mientras que los que son el último eslabón de la delincuencia son demonizados y perseguidos como si fueran los verdaderos responsables.
Con verdadera saña, anuncian a los 4 vientos que persiguen al narcotráfico, cuando es más que sabido que las “bocas” de los barrios populares son apenas un intento subsistencia en contextos de exclusión social y que los verdaderos narcotraficantes están bien lejos de estos barrios y cuentan con la complicidad o la vista gorda de las autoridades.
Lo mismo sucede con la persecución feroz al que cuelga de la luz o del agua, mientras los grandes empresarios son estafadores contumaces y que por si fuera poco se benefician de tarifas subvencionadas mucho más bajas.
El paradigma discursivo que encarna Leal, cuenta con el aval de otros referentes del Frente Amplio:
El candidato Daniel Martínez sostiene que hay que “reprimir a los malandros” mientras a la vez le hace todo tipo de favores y concesiones a Salgado o las grandes empresas, los grandes negociantes que se quedan con el dinero de la gente.
Por su parte el ministro Bonomi, que recientemente tuvo una actitud patoteril con los tabacaleros en Artigas y persigue a los que se manifestaron contra el G20, se alegra que la policía esté bien vista y que se haya revertido la imagen negativa que tenían anteriormente en la población. ¿Alguien que se dice de izquierda puede realmente alegrarse de que las fuerzas represivas, el brazo armado del Estado esté represtigiado? ¿ se olvidó acaso de lo que hacía la policía en los años 60, de lo que fue la dictadura que el mismo padeció?

Fortalecer el aparato represivo

Los discursos a su vez se acompañan de acciones concretas y en estos días se anunció que el año próximo se incorporarán 500 efectivos a la Guardia Republicana para la zona norte del país que tendrán su base operativa en el departamento de Salto.
La Dirección Nacional de Policía también informó que en 2019 “las condiciones de los recursos humanos y logísticos alcanzarán su mayor despliegue".
En definitiva desde el discurso y también con acciones concretas el Frente Amplio se encarga de subrayar que el aparato represivo se fortalecerá y que esta es la respuesta que tienen para los problemas sociales que favorecen la aparición de conductas delictivas.
Mientras tanto desde el Partido Nacional se anuncia que se lograron las firmas para plebiscitar las propuestas de Larrañaga de la campaña “vivir sin miedo” que van en la misma línea de mayor represión.
Con algunos matices, los principales partidos comparten una agenda punitiva de fortalecimiento del aparato represivo y medidas más duras para encarar el tema de la seguridad.

Hernán Yanes

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