Derecha explícita. Primer acto público del Partido Uruguayo, que busca perfilarse como alternativa al gobierno frenteamplista y a la oposición.
El simbolismo está a mano: dos banderas de Uruguay, una de cada lado de la calle Jackson, apuntan en sentidos opuestos. Una es la de la sede del PIT-CNT; enfrente, junto a la de los Treinta y Tres Orientales y la de Artigas, flamea la del local del Partido Uruguayo (PU), una agrupación que realizó ayer su primer acto público y que, según su vocero Nicolás Quintana, “se gestó a través de las redes sociales” y pretende posicionarse como una alternativa al gobierno del Frente Amplio (FA), pero también al accionar de los partidos tradicionales.
Afuera, unos parlantes inundan la calle de música; el género es catalogable como “folclore de derecha”: “La pucha, amigo, qué tiempo loco / lo que produce esta sensación / mientras le canto, a mi compañero / le arrebataron el acordeón”, canta sobre la guitarra una voz que después pasa por otros temas como lo bien que viven los presos en base a “lo que pagamos los trabajadores” o el episodio del entonces senador Leonardo Nicolini, que en 2007 tramitó el carnet de pobre para operarse en Salud Pública. Adentro, los militantes del PU -jóvenes en abrumadora mayoría- conversan con ciudadanos y con la prensa. Un asistente de mayor edad comenta lo lindo que está el local; un militante contesta que se hizo “todo a lomo”, y el otro replica: “¿Por qué no pedís un subsidio al gobierno? ¡Te lo dan enseguida!”.
El PU está dando los primeros pasos en los aspectos formales: les faltan 600 firmas para conseguir las 1.700 que les pide la Corte Electoral para registrarse, comenta Quintana, la cara más visible del partido en los medios por ser, según comenta una militante (y según se advierte a simple vista), “el que tiene más carisma”. Es ex militante del Partido Nacional, trabajó en el despacho del diputado Jorge Gandini y se considera católico, aunque ésa no es la orientación religiosa del PU, que admite “incluso a ateos y umbandistas”. Por ahora sólo funcionan la asamblea de jóvenes y las comisiones. Damián Larrosa coordina la de Salud; es estudiante de Medicina, trabaja como auxiliar de enfermería y fue militante herrerista. Está “enardecido” por la despenalización del aborto aprobada el miércoles. “Creo que es una falta total de respeto hacia la vida”, opina, y agrega que la solución viene por el lado de “la educación, que parte de uno de los valores más en decadencia hoy, que es la familia”. “Tomo la idea de los militantes a favor del aborto: que se haga en mejores condiciones, bárbaro; que se salve la vida de la mujer, pero que después responda ante la Justicia”.
Una simpatizante de unos 60 años abordaba en el pasillo uno de los temas de agenda, junto a varios militantes: “¿Qué hacés con esos niños de condiciones críticas cuyos padres los violan y roban? Por lo menos los animales se cuidan entre ellos. Me parece que hay que entender que hay que ‘sanear’ una generación. Me han dicho que son ideas hitlerianas y no las puedo decir en voz alta, pero vos no podés reeducar a esos padres; lo que hay que hacer es reprimirlos”. Quintana opinó en la misma dirección, al menos en el último punto: “Hay que recuperar el sentido de la autoridad, que no es mala. Hay que dotar de disciplina las aulas: no pueden ser los alumnos los dueños de los centros educativos. Por eso [la directora del Liceo Bauzá, Graciela] Bianchi se convirtió en una figura”. “Uno de los problemas más fáciles de solucionar es la seguridad. Re fácil. Es un país chico. ¿Por qué tenemos dos ministerios, el de Defensa y el de Interior? Doble burocracia. Tiene que haber un Ministerio de Seguridad Nacional, con un ministro, un subsecretario y pocos funcionarios, que coordine al Ejército, a la Policía y a Bomberos, y decida qué cuerpo enfrenta qué amenazas”, opinó, aunque aclaró que está en contra de que las Fuerzas Armadas repriman el delito directamente.
Una de las habitaciones, que hoy alberga una mesa con sándwiches, se convertirá pronto en la imprenta del partido. Allí se harán afiches para “hacerle la competencia a la izquierda, que ha hecho un muy buen trabajo en los muros”, y editar un periódico partidario mensual gratuito llamado El Patriota, que tendrá un enfoque “ácido” hacia la política local (de hecho, la señora de 60 del párrafo anterior fue invitada a colaborar).
El PU se proclama de derecha (de hecho, el mismo Quintana militó en la organización Derecha Social), pero aclara que “no tiene nada que ver con esas fantasmadas trasnochadas del nazismo” y que busca minimizar el peso del Estado: “No puede ser que los legisladores tengan los beneficios de realeza que tienen, con esos sueldos gigantes. Deberían cobrar canasta básica. ¿No te gusta? No seas legislador”, argumentó, y dijo que la comisión Jurídica del PU ya está trabajando en la vía legal para implementar la propuesta. El vocero considera negativa también la demonización de la izquierda pero, en cambio, la última foto subida a la página de facebook oficial del PU reza: “Comunismo: ¡La única mafia legal del mundo desde 1917!”.
Federico de los Santos
Fuente: LaDiaria
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