domingo, 24 de abril de 2011
La pobreza como causal de sospecha
Decía Zibechi en un comentario de hace pocos días sobre “la militarización de las periferias urbanas” que: Los nuevos problemas que nacen a raíz de la "crisis universal de legitimidad del Estado" ponen en el centro a los "enemigos no estatales". Es decir que en estos tiempos, los enemigos de los estados no son otros estados, sino sus propios habitantes y entre ellos los más desfavorecidos.
Todo el mundo sabe que el estado en general y casi sin excepción en el planeta, legitima la propiedad privada; lo que lleva a que los propietarios de las tierras, de las viviendas, de las fábricas o de lo que sea, defiendan al tal estado con uñas y dientes. Y los que nada tienen, deben contar con la enemistad del estado… es decir, deben contar con la certeza de que el estado está en su contra.
De esta premisa resulta que el estado es defendido por los que tienen “algo”… lo que lleva a que el estado deba defenderse “preventivamente” contra los que nada tienen, porque estos son sus enemigos naturales y los enemigos no tienen derecho.
En nuestro paisito parece que los enemigos naturales y centrales a someter, son los habitantes de las zonas teñidas de rojo en nuestros suburbios.
Zonas a la que senadores de todo el espectro desde Bordaberry a Saravia califican como muy peligrosas para los integrantes de la sociedad montevideana.
Quizás me pierdo algún fragmento de esta realidad y entonces me equivoco garrafalmente en la interpretación del contexto social en que nos toca vivir. Pero creo que no se necesita ser muy entendido en economía para llegar a la conclusión de que en las zonas denominadas rojas, viven los más pobres de la sociedad uruguaya. Y también creo que nadie en su sano juicio va a discutir que,en los registrados 412 asentamientos montevideanos se ubican los ciudadanos con más carencias; compatriotas a los que les tocó perder en la lotería del cariño capitalista.
En esas zonas la gente no perdió la vivienda en una catástrofe natural, no hubo desastres nucleares, tampoco perdieron sus inmuebles o sus fortunas en la especulación o en la bolsa de valores. Perdieron; porque así lo disponen nuestras leyes, nuestro estado y nuestra tradición. Y ahora también lo disponen nuestros elegidos gobernantes.
Eso en nuestro territorio… y eso a pesar de que tenemos gobiernos “progresistas” a la moda latinoamericana. Se progresa para afianzar el sentido de “propiedad”, no para abolirla.
Por otro lado y en el plano macro y global, desde que tengo uso de razón el imperio se ha dedicado a combatir a las muchedumbres insumisas, a desprestigiar a las ideologías que cuestionan la “propiedad” y atacar a los países que intentan implantar la igualdad.
El imperio actual, siguiendo a sus antecesores, ha determinado basándose en su poderío militar; que los que nada tienen, tampoco tienen nada de que quejarse. Y si se quejan es delito. A los que no siguen el principio de la propiedad capitalista se les aplica la “guerra preventiva” sin excepciones, desde siempre y especialmente desde Eisenhower hasta Obama.
Y nuestro gobierno progresista imita y adopta ese comportamiento agresivo, prepotente e injusto como estado. Y lamentablemente se esfuerza en hacer progresos en la doctrina de “guerra preventiva”.
Si; eso es lo más triste.
La guerra preventiva contra los pobres ya no solo la ejerce y promueve el imperio sino que ahora la estrategia ha contagiado a nuestro gobierno.
Qué triste, que mala suerte para los uruguayos...
Votamos para acabar con los “asentamientos” y la solución frenteamplista es hacer razzias y llevarse en “cana” a sus habitantes.
Jaime g
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