jueves, 21 de enero de 2010

Lo que necesita Haití


Si los corresponsales de la CNN hubieran encontrado en Haití a los doctores norteamericanos haciendo la labor que hacen los cooperantes cubanos, seguramente lo habrían reportado. Sería legítimo y comprensible. Pero, los de su país en abrumadora mayoría son soldados armados que ven enemigos en los hambreados y traumatizados del terremoto y el abandono.
No es el humanismo la virtud del soldado norteamericano cuya indumentaria de por sí remeda a los colosos guerreros romanos listos a intimidar con su apariencia también.
Este miércoles 20 de enero la tendencia noticiosa de los grandes medios privados era la de inducir una vuelta a la calma en Haití proveniente del control militar, obviando esa parte del pueblo haitiano que trata de levantarse, cooperar, ayudarse y muestra disciplina como los autorizados en República Dominicana para ir a asistir a sus familiares.
Tal tesis se vino abajo cuando hubo una réplica del sismo con una intensidad de 6.1 en la escala de Richter, suficiente para profundizar más la ruina de haitiana.
A ocho días del siniestro llegó costas de Haití el muy esperado buque hospital norteamericano "Comfort", dotado con 600 médicos y un millar de camas de hospital y la noticia: ¡de inmediato! comenzó a prestar ayuda. ¿Cuántas vidas pudieron haber salvado a las 24 ó 48 horas del sismo?
Después de la réplica de este día el secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, ordenó el envío a Haití de un buque especializado en limpieza de puertos, informó la Agencia de Noticias de las Fuerzas Armadas.
O sea, que era preciso tomar el país con miles de soldados, una asignación de 100 millones de dólares que gastarán en avituallamiento militar también y la asistencia decisora de Bush y Clinton, el último como de excusión y en fotos posadas en la descarga de ayuda en el aeropuerto de Puerto Príncipe, ayer.
Solo los cubanos han logrado ya echar a andar 11 puestos médicos y hospitales, cerca de la población durmiendo apenas 4 horas y organizados para prestar asistencia día y noche ininterrumpidamente.
Un médico europeo declaraba, haciendo una comparación gráfica, que desde la primera guerra mundial los servicios sanitarios no habían tenido que amputar a tantas personas. Es una idea de la dimensión y de lo que allí, entre el caos, la ruina, la muerte y el dolor están haciendo médicos, paramédicos, estudiantes y religiosas de numerosos países.

Los norteamericanos despliegan sus militares y alardean de superioridad.

Bienvenido el buque hospital a Haití, pero es una prueba más de prepotencia entre el dolor y la angustia que el mundo contempla o trata de aliviar.
Desde el primer momento del desastre en que los militares norteamericanos se hicieron con el aeropuerto principal de la Isla, las quejas no se han hecho esperar porque los que no podían tener paciencia eran los haitianos. Los primeros en quejarse fueron los franceses al sentirse maltratados por los norteamericanos cuando negaron permiso para aterrizar a un avión con carga humanitaria.
Cualquiera que observe lo que está sucediendo tendrá que apreciar el narcisismo occidental y las peleas de los donadores, que denunció el presidente haitiano René Prevál, antes de dar el beneplácito y la prioridad a los Estados Unidos.
Los militares con su preparación física en momentos de catástrofes pueden ser útiles, pero con fusiles que disparan y disparando es una demostración de lo que aspiran en la tierra de los haitianos.

PROTESTAS POR LA INVASIÓN MILITAR

De modo que las suspicacias tampoco se han hecho esperar. De los países miembros del ALBA se ha alzado la protesta por la invasión norteamericana. El presidente boliviano, Evo Morales Ayma, anunció este miércoles que solicitará una reunión de emergencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para repudiar lo que el mandatario calificó de "invasión militar" de Estados Unidos a Haití bajo el pretexto de ayudar a los damnificados por el seísmo, han reportado varias agencias noticiosas.
"Queremos expresar nuestro repudio, indignación, hacia el Gobierno de Estados Unidos. No es posible que Estados Unidos use una desgracia natural, el fenómeno natural, para invadir y ocupar militarmente Haití", dijo Morales un día después de que el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, que se desplazó este lunes hasta la isla para entregar ayuda humanitaria, denunciara que los soldados estadounidenses allí destacados realizaban labores de "simple ocupación".
"No es posible que EEUU use la desgracia de los pueblos, como el terremoto, para invadir y ocupar militarmente Haití. Todos los pueblos y las fuerzas sociales del mundo deberían pronunciarse contra este hecho", agregó.
El presidente boliviano recordó que el terremoto de 7,3 grados en la escala Richter que sacudió el país la semana pasada y sus sucesivas réplicas han devastado la isla y han acabado con la vida de más de 75.000 personas, por lo que aseveró que "es preciso ir a salvar vidas y no a ocupar militarmente una nación".
Durante su estancia en Haití el propio vicepresidente boliviano instó al ex presidente estadounidense Bill Clinton a modificar la orientación de la cooperación norteamericana para ofrecer ayuda humanitaria en vez de control militar.
"Lo que se requiere para la reconstrucción de Haití es apoyo económico, médico y alimenticio y no tropas militares con equipos de guerra movidos por intereses geopolíticos, geoestratégicos e imperiales. Lo que necesitamos Haití no son tropas armadas, como las que llevó Estados Unidos, sino recursos: dinero, alimento e infraestructura", sentenció García Linera.

NORELYS MORALES AGUILERA

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