sábado, 9 de mayo de 2009

UN HERMANO QUE NO SE OLVIDA



Mirta junto a su hermano Ricardo

Entrevista a Mirta González, compañera de trabajo de la radio y hermana de Ricardo González asesinado junto a otros siete compañeros en la seccional 20 del partido comunista “más allá de los lazos de sangre que me unían a mí a Ricardo, mi hermano, todos los muertos eran obreros y luchadores sociales como se ha venido repitiendo a lo largo de tantos años antes de este fusilamiento y después también por supuesto, donde se ha ido gran parte de lo mejor de nuestra juventud, quizás la que hoy iba a estar rigiendo los destinos de este país y por supuesto que en mucha mejor forma porque estoy absolutamente convencida de que nos mataron a lo mejor de nuestra sociedad”

Chury: Oyentes, el gusto de saludarles y estar con ustedes y bueno, para nosotros es un comienzo especial. Lo habrán notado porque había unas estrofas en esta canción de Copani vinculadas a los derechos humanos o a la falta de los derechos humanos y hoy es una fecha muy especial para los uruguayos. Sin lugar a dudas que lo es.
Y nosotros compartimos diariamente el trabajo con alguien que vaya si está vinculada con la tragedia de esta fecha. Lo que pasa es que bien se dice que a veces hasta nos vamos acostumbrando a que las cosas pasan y van borrando con una goma grandota ciertas cosas.
Las borran en cierta gente, en ciertas mentes y en ciertos sectores, pero no la borran en aquellos que fueron parte misma de la cuestión.
Estamos recordando concretamente la fecha que conocemos como lo de la 20.
Y Mirta González es una gran compañera que trabaja con nosotros todos los días, que trabaja para las distintas cosas que hay que trabajar teniendo 2 ó 3 medios periodísticos como hay que hacer aquí.
Ella perdió ese 17 una buena parte de su sangre, de su ser, de su sentir, de su sentimiento, de su fe, de parte de su lucha por tener una sociedad mejor o un país mejor.
Y por eso la recibimos a Mirta ¿qué más le vamos a decir?
Mirta: Buenas tardes Chury y muchas gracias.
Chury: Mirta, te invitamos estos minutos para hacer simplemente una recordación. Habría tantas cosas para decir que no alcanzaría la tarde, por lo tanto la reducimos a que hoy estamos diciendo presente una vez más en la lucha de los pueblos.
Mirta: Sí, porque hay que tener en cuenta que más allá de los lazos de sangre que me unían a mí a Ricardo, mi hermano, todos los muertos eran obreros y luchadores sociales como se ha venido repitiendo a lo largo de tantos años antes de este fusilamiento y después también por supuesto, donde se ha ido gran parte de lo mejor de nuestra juventud, quizás la que hoy iba a estar rigiendo los destinos de este país y por supuesto que en mucha mejor forma porque estoy absolutamente convencida de que nos mataron a lo mejor de nuestra sociedad. A los más claros, a los más luchadores, a los más conscientes. Y eso es lo que no se puede dejar de reivindicar nunca, más allá incluso de los sentimientos personales que por supuesto existen.
Chury: Sin duda alguna. El otro día estaba recordando, porque uno no debe recordar solamente a los que han muerto hace poco, los que murieron hace más o los que murieron hace tanto, y hay una carta que escribe uno de los caudillos uruguayos que le escribe a un hermano, pero ese hermano o ese personaje era un traidor. Y le escribe diciendo si él no toma en cuenta cuánto sufre él en la revolución por la muerte de su hermano cuando el campamento duerme y calla.
Claro, cuando vos estás solo, cuando no estás rodeado de compañeros o de la familia. Esas cosas no se borran ¿no? siguen en la mente. Y tal vez lo que más duela es cuán injusto ha sido todo. Hasta preguntarnos, caramba ¿valió la pena?
Yo sé que valió la pena, pero nos lo preguntamos
Mirta: Sí, sí. Pero después de todo lo que pasó en el país y de la situación a la que se llega en este momento sí, hay circunstancias que hacen que uno se diga ¿por qué corrió la sangre de nuestros mejores hermanos para hoy terminar en esto? Por ejemplo esa es una pregunta. Por supuesto que inmediatamente viene la respuesta de que así fue, así tiene que ser y así tendría que volver a ser nuevamente porque probablemente para todos los que seguimos defendiendo lo mismo y con más convicción todavía, probablemente se avecinan tiempos similares o peores a aquellos que costaron la vida de todos ellos.
Y por eso surgen preguntas y dudas y creo que lo que en un momento hace dudar luego confirma más las certezas porque la traición y todo lo que vemos hoy es tan repugnante que enaltece todavía más si es posible, la lucha de todos los compañeros que cayeron. Y hablo de todos, no se trata ni de la familia ni de la 20 solamente
Chury: No, naturalmente no se trata de la familia en este caso.
Aquí de lo que se trata es simplemente de una coincidencia
Seguramente Ricardo jamás pensó en un desenlace como ése porque estaba demasiado ocupado en pensar cómo iba a cambiar la sociedad o a transformarla
Mirta: Sí, sí por supuesto porque creo que además en aquella época donde se estaba imbuidos del Che Guevara, de la revolución de Cuba, la lucha y el triunfo de la revolución y donde corría todo un aroma distinto por el Continente, era mucho más fácil todavía el inclinarse a tener ese tipo de sueños más allá de la convicción porque mi hermano había empezado a ser obrero a los 13 años o sea que su despertar a la vida también había sido tempranero en cuanto a las obligaciones, al trabajo y a forjarse como un trabajador. Pero fuera de eso también influía el aire que corría, que creo que en definitiva fue lo que se trató de cortar, que no cundiera "el mal ejemplo" porque nuestros jóvenes era algo imponente. Yo me acuerdo las columnas de jóvenes cuando habían actos en memoria del Che o reivindicando al Che o a Cuba. Pero hace más de 40 años que no lo veo eso, se fue perdiendo en el tiempo.
Chury: A veces uno se pregunta si cuando por ejemplo Chury está hablando con Mirta su compañera de trabajo que Ricardo su hermano murió en la 20, ¿es bueno hablar de aquellas horas, aquellos momentos que se vivieron? Bueno, sí, no estamos sacando partido de ningún sentimentalismo pero creo que vale la pena hablar de esos momentos porque fueron momentos reales que vivió la gente, que la gente tuvo que sufrir, que tuvo que enfrentarlos y que no intentamos preguntar detalles pero sí saber cómo uno puede pasar de la alegría de la lucha a lamentar que alguien cayó precisamente en esa lucha. No para siempre porque seguirá luchando en la memoria de la gente pero cayó su vida en ese momento. Ese debe ser un momento muy especial también Mirta ¿no?
Mirta: Sí por supuesto, como pasa en todo orden de la vida con aquellas cosas que son impensadas porque así como para un padre es lógico pensar que va a morir y su hijo lo sucede, no hay nada más antinatural que ese padre vea morir a su hijo o no que lo vea morir pero tenga que velarlo muerto. Desde todo punto de vista es conmocionante porque si tenemos a un ser muy querido
enfermo, es como si el tiempo nos fuera acomodando un poco las ideas y hasta pensar que un día quizás a consecuencia de ese accidente o de esa enfermedad va a pasar. No digo que no duela igual pero digo que provoca muchísima menos conmoción, es muchísimo menos shockeante a diferencia de este caso porque nosotros constituíamos una familia común y corriente de padre, madre mi hermano y yo, él trabajaba, yo trabajaba que empecé bastante chica también y la vida de nosotros se desarrollaba normalmente así que de repente encontrarnos que mi hermano, ese que había dormido la siesta ayer, y había salido y había trabajado, figuraba en una lista de 7 u 8 asesinados, fue muy conmocionante.
Chury: Figuraba en la lista de los que debían morir.
La basura de los militares, la basura de la policía que asoló este país durante la dictadura junto con los civiles que la acompañaron que además eran muchos, deberían escuchar este tipo de cosas aunque en realidad no sé si lo deberían escuchar porque conciencia no deben tener, vergüenza ya no les queda nada, son basuras que andan por ahí, que duran, no viven, pero que dejan ese saldo terrible.
Y dejan ese saldo terrible que viene a tener un efecto doble: el dolor del momento en que mueren los que murieron luchando porque un país fuera mejor y tuviera más derechos, pero también el olvido de aquellos que tienen el poder y el lugar que les dio el pueblo en el país y que han hecho tan poca cosa por cambiar el país y que se identificaran con los ideales de aquellos que murieron. Esa es la sensación quizás un poco contradictoria que a uno le queda.
Mirta: Sí por supuesto. Además, yo no recuerdo porque desde que puedo hacer memoria políticamente las neuronas por suerte me han funcionado y siempre con un sentido o sea que para mí por ejemplo lo de mi hermano fue peor porque siempre le agregué el plus que significa rebelarse contra lo injusto, que sabemos que los muertos no tenían que ser éstos sino que tenían que ser los del otro lado y todo un sin fin de aplicaciones que uno tiene de las ideas. Pero también lograron otras cosas porque por ejemplo el caso de familiares, familiares mayores y vecinos y gente que de repente se sienten ajenos cuando la circunstancia no les toca bien de cerca pero que se conmocionan ¡oh, pero cómo, fulano, el vecino, no puede ser! Y creo que logra el efecto contrario porque han llegado a poner en su contra a gente que en otra circunstancia hubiera estado del otro lado, que quizás por desconocimiento e ignorancia estaban en la misma línea. Y también en otros afirma otras cosas. Creo que desde ese punto de vista es que no se puede dejar en el olvido la lucha de ellos como ha pasado ahora y que a poco que se habla con cualquier persona que haya atravesado circunstancias difíciles, que haya estado preso, que haya sido torturado, que tenga familiares que fueron muertos en la tortura o estén desaparecidos, el debe más grande que siente la gente es justamente ese: que la muerte de una cantidad de revolucionarios del más alto nivel que tuvo este país, se la deje o se la quiera hasta ocultar porque parece ser que es una vergüenza. Hoy si escuchamos a quienes supuestamente tienen tiros encima decimos ¡pero estaban preservados adentro! los estaban cuidando, protegiendo
Chury: Estaban blindados
Mirta: Seguro, los estaban cuidando, protegiendo. Porque los que no tuvieron protección no están con nosotros, están muertos, desaparecidos o muertos directamente
Chury: Porque la basura militar y la basura policial sigue existiendo porque esta mañana con Carlos Aznárez estábamos hablando de la basura militar y la basura policial que estaba planificando, desde el nazismo, matar a Evo Morales, a García Linera e incluso, matar al obispo para echarle la culpa a la izquierda en Bolivia. Es decir que esto no cesa y yo creo que los que gobiernan este país en nombre de la izquierda, deberían tener claro eso, que este capítulo no terminó.
Terminó para los que se vendieron al imperio. Claro, si son imperiales, a ellos no los tocarán. Pero los demás seguimos tan a la intemperie como Ricardo. La verdad es esa.
Mirta: Sí, creo que sí. De todos modos acá por suerte van surgiendo cosas en el movimiento popular y en sectores importantes que no van a permitir que nos roben una parte de nuestro pasado que era la que iba a forjar el presente de este país como país. Y mientras se esté luchando y mientras haya quienes se ocupen porfiadamente de recordar las cosas y de traerlos a la memoria, no van a lograr el objetivo, que eso es lo primero que nos interesa: que no van a lograr el objetivo.
En 50 años no han podido con la revolución cubana que lo importante que ha tenido es justamente ser el ente testigo en el mundo de que se puede, que el socialismo es la solución para los pueblos y de que por más que sea grande el patrón de enfrente tampoco es malo como lo pintan como dice la canción de Aníbal Sampayo porque en realidad no ha ganado ninguna guerra salvo las arteras con espionajes, coimas y una serie de actos que no están reñidos con una guerra porque en batalla creo que no han ganado ninguna. No sé si alguna vez ganaron una batallita porque aunque las películas los den todas como ganadores es insólito porque ganaron todas las batallas pero no ganaron nunca una guerra. ¡Es incomprensible!
Yo creo que no la van a ganar como no la ganaron ni la van a poder ganar con Cuba porque la batalla que dio Cuba y Fidel, la batalla de ideas, la ganó hace largos años Cuba, el socialismo y la revolución cubana.
Chury: Bien, Ricardo puede estar tranquilo porque la que está hablando es Mirta y es su misma sangre.
Ana llamó para decir que el hermano salió por el costado con el fichero. Eso abarcaba todas las fábricas y metalúrgicas. El hermano se lo dejó y ella lo tuvo que destruir para que no cayera en manos de los milicos. Su hermano Miguel ya murió, tuvo que irse del país. En el seccional 20 no había armas, no existían, era una mentira de los milicos, ellos querían el fichero. Un saludo grande para la compañera Mirta de parte de Ana.
Mirta, la adhesión de un hermano más y gracias por haber venido estos minutos a compartir con nosotros.
Mirta: Muchas gracias a usted Chury y a todos los compañeros de la radio por supuesto y a todos los compañeros del 26 de Marzo y de la Asamblea Popular.

CX36 Radio Centenario

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