miércoles, 22 de abril de 2009

En las montañas de Colombia se construye un ser humano nuevo



A toda la guerrillerada fariana que me brindo su amistad,
su solidaridad y sus enseñanzas.

La oligarquía colombiana, los propagandistas del imperialismo y sus industrias mediáticas han pretendido desprestigiar a las FARC-EP y sus comandantes acusándoles de estar involucrados en el negocio del narcotráfico y de tener como objetivo el enriquecimiento de sus miembros por medio de actividades delictivas.
El cinismo de estos grupos de poder es enorme. Acostumbrados a vivir en medio de lujos, riquezas y comodidades de todo tipo, producto de la explotación de la clase trabajadora colombiana, de la especulación financiera y del narcotráfico, estos miserables quieren inculpar a una organización construida con el sudor, esfuerzo y sangre de valientes combatientes revolucionarios durante más de 45 años de la forma de vida superficial, hipócrita y llena de ostentaciones que llevan gracias a los atropellos perpetrados contra campesinos, obreros, estudiantes e indígenas colombianos.
Las cifras son claras. Un informe de la FAO señala que el 49,2% de la población de Colombia es pobre, la pobreza extrema alcanza el 14,7%, lo que equivale a 7,4 millones de personas viviendo en la indigencia. En la zona rural la situación todavía es peor, elevándose a 60% los hogares que viven por debajo de la línea de pobreza. En el mundo Colombia ocupa el tercer lugar entre los países con mayores desigualdades económicas y sociales.
Esta realidad no ha sido impedimento para que la oligarquía santanderista, sostenida por el imperialismo yanqui, con respaldo también del sionismo israelí, siga masacrando al pueblo colombiano que se mantiene en lucha permanente contra los criminales explotadores que destinan millones de dólares para la adquisición de armamento sofisticado para combatir a la insurgencia y para el fortalecimiento de sus aparatos represivos, al mismo tiempo que brindan todo su respaldo a los asesinos narcoparamilitares. El ejército colombiano es el que más ayuda recibe por parte de EEUU en América Latina y el tercero en el mundo.
No puede ser de otra manera. Para seguir gozando de su vida de nerones tienen que dotarse de toda la tecnología para mantener el control social y evitar el triunfo popular. De igual manera tienen que estructurar fuerzas mercenarias, criminales para arrasar con el movimiento revolucionario como lo hicieron con la Unión Patriótica y hoy pretenden hacerlo con las FARC-EP. El brutal ataque cometido por fuerzas conjuntas norteamericanas, israelíes y colombianas contra el campamento del Comandante Raúl Reyes, que provocó su muerte, así lo demuestra.
No obstante esto, las FARC-EP no han podido ser derrotadas. Varias son las razones, pero la fundamental es que la insurgencia revolucionaria es pueblo en armas que, conocedor de la bestialidad de la oligarquía vendepatria, se prepara continuamente, aplicando en forma dialéctica diversos métodos de lucha para enfrentarse a las distintas circunstancias que se presentan en el conflicto, para así, con el potencial físico e intelectual de todas y todos sus combatientes, estar listas y listos para la ofensiva final, la insurrección popular y la toma del poder.
Los falsificadores de la historia ambicionan mantener sus mentiras respecto a las FARC-EP para generar una matriz de opinión en Colombia y otras partes del mundo, desfavorable a la insurgencia. No han escatimado absolutamente nada para desprestigiar a esta valerosa organización a la que han calificado como terrorista. Pero si bien su campaña ha sido efectiva en muchas ocasiones y ha calado en la mente de algunas personas, los pueblos que luchan día a día contra este sistema explotador y que están conscientes de su propia realidad, saben que las FARC-EP es una organización político-militar poderosa gracias a la fortaleza humana de sus integrantes forjados en el ejemplo que legara Manuel Marulanda, el héroe insurgente de la Colombia de Bolívar, cuyo objetivo es luchar en defensa de los explotados y oprimidos.
Quien haya tenido la oportunidad de convivir con la guerrillerada fariana puede saber la calidad de hombres y mujeres que, haciéndole frente a las adversidades y a las duras condiciones de vida que existen en la selva y la montaña, luchan por construir una Patria Socialista en Colombia.
Cobarde, infame y embustera la oligarquía colombiana jamás aguantaría las condiciones de la vida guerrillera, la misma que implica esfuerzo, abnegación y renuncia a muchas cosas materiales, condiciones que sólo pueden tener personas con un profundo amor por la causa de los pobres, de los explotados, del pueblo.
Transitar por senderos, trochas construidas en medio de la selva colombiana, cargados de barro y lodo, atravesando pequeños ríos, bajando y subiendo por la montaña rodeados de una rica vegetación, es una experiencia maravillosa, especialmente cuando se sabe que al final de una agotadora caminata la recompensa será el encontrarse en medio de uno de los campamentos farianos, en el que quienes ingresan sólo recibirán muestras de hermandad, cariño y solidaridad.
Cuantas barbaridades vociferan sobre las FARC-EP los criminales oligarcas y los propagandistas yanquis. La imbecilidad ideológica de estos falsarios pretende convencer a la gente que el ejército fariano es un grupo de delincuentes, sin ideas, sin principios, sin preparación. ¡Qué lejos están de la verdad! En medio de la selva, con la fortaleza que sólo tienen las y los revolucionarios, jóvenes guerrilleras y guerrilleros hacen de ese espacio su centro de trabajo, de estudio y de esparcimiento.
La vida que propone el capitalismo para la niñez y la juventud es realmente la muerte. Un mundo alienante, consumista, lleno de cosas banales y superficiales que se encuentran en los malls; un mundo cargado de drogas de todo tipo, muchas de ellas diseñadas en laboratorio para mantener idiotizados a las y los jóvenes; un mundo de displacer disfrazado de placer; un mundo de egoísmo, donde lo que prima es el individualismo; un mundo, en definitiva, de mierda.
La juventud fariana, en medio de las condiciones duras de la vida que llevan en la selva, conscientes de que deben enfrentarse a un enemigo cruel, no descuida su preparación en diversos campos. La sociedad del futuro no puede esperar a construirse en condiciones objetivas mejores. La militancia revolucionaria, la guerrillerada de las FARC-EP, saben que el ser humano nuevo, ese ser excepcional del que habló el Che, hay que construirlo en las entrañas mismas de la podrida sociedad capitalista para poder precisamente guiar al pueblo hacia la victoria final.
La vida en un campamento de las FARC-EP debería ser ejemplo para la convivencia humana. Las y los guerrilleros, mujeres y hombres juntos, buscan el alimento para el colectivo, preparan el rancho, mantienen aseado el campamento, cuidan sus espacios. Todo el grupo está preparado militarmente para, cuando se asigne esa tarea, cumplir las misiones encomendadas para evitar que el enemigo pueda golpearlos y, a su vez, asestarle golpes certeros al ejército de la oligarquía. La actividad física es importante y ella la han adquirido no sólo a través de los ejercicios militares, sino del propio trabajo, cortando leña, cargando costales con los productos de las cosechas.
A diferencia del ejército de la oligarquía colombiana, en las FARC-EP no hay ostentaciones de grados y medallas. Hay disciplina y respeto para quienes, producto de más años de lucha, son sus comandantes. Pero, de igual manera, sus comandantes mantienen un trato de amistad y camaradería con el resto del colectivo guerrillero. Cada combatiente de las FARC-EP pone en práctica las enseñanzas que Manuel dejara. Y ese cariño profundo para sus líderes históricos, sobre todo para el “viejo querido”, es otra de las características de las y los guerrilleros farianos.
Una vez más engaña la pusilánime oligarquía colombiana al decir que las FARC-EP están divididas. Nada más falso. Unidad de acción para derrotar al enemigo. Las y los combatientes farianos están férreamente fusionados alrededor de la figura legendaria, inmortal de Manuel Marulanda, Comandante en Jefe de este ejército del pueblo, siempre vivo, así como de su actual Comandante Alfonso Cano.
Mujeres y hombres valiosos tienen las FARC-EP. “Poetas perfumados, con poses de intelectuales” chillaba Uribe, pretendiendo con ello afectar la imagen de los líderes farianos. Lo que no se dio cuenta el imbécil narcoparamilitar es que efectivamente en las filas de las FARC-EP, hay poetas que están produciendo cosas hermosas. Y por supuesto, perfumados, como se ríen del mequetrefe Uribe, porque las y los guerrilleros también están preocupados de su aseo personal. Más temprano que tarde la gente tendrá la oportunidad de leer la maravillosa poesía de Jesús Santrich, de Iván Márquez. Pero no sólo hay poetas. De las filas farianas brotan hombres y mujeres que hacen música, que pintan cosas maravillosas. Guarda el visitante con mucho cariño la pulsera tejida por su hermano guerrillero, así como sus dibujos y los de esa hermosa joven revolucionaria que pinta con delectación de artista, como diría el Che.
La hora cultural es un espacio para que cada guerrillera y guerrillero dé a conocer sus propias creaciones o las de otras y otros camaradas. Y, por supuesto, el humor no puede faltar porque esa es una de las características fundamentales de toda la guerrillerada. Ronaldinho, mote con el que bautizaron al camarada que los visito, gozó mucho de sus “mamaderas de gallo”. A diferencia de la amargura que expresa en su rostro el fascistoide de Santos o el führecillo de Uribe, en las FARC-EP hay alegría porque se sabe que se lucha por las cosas hermosas de la vida.
Las y los guerrilleros tienen ansias de conocimiento. Leen, estudian en una constante autopreparación. Son hábiles en el arte de indagar, de buscar datos, informaciones de diverso tipo. Han desarrollado magistralmente el método problémico y la capacidad para dar solución efectiva a los problemas. La pedagogía del ejemplo es lo que prima. Son unos artistas en el arte de concienciar a las personas sobre diversos temas de carácter político, filosófico, cultural. Santrich es un maestro en ello. Hermosa experiencia sentarse junto a él en medio de la oscuridad de la selva para, con la luz de una pequeña linterna, leer los cuentos de su creación y hablar de diversos temas.
En la música fariana se siente esa vitalidad, esa felicidad que tienen las y los combatientes revolucionarios que, conscientes de la brutalidad y ensañamiento de la oligarquía colombiana y el imperialismo yanqui contra el pueblo, saben que debe proporcionar a sus hermanos campesinos, obreros, estudiantes, y a la misma guerrillerada, música alegre, llena de energía positiva. Salsa, Vallenatos, cumbias, rock, rap, hip-hop, tango, jazz y otros ritmos acompañan las hermosas letras de la música de las FARC-EP que, además, tienen un profundo mensaje social y político. A diferencia de Juanes, Shakira o el imbécil de Alejandro Sanz, cuyas canciones hablan de un amor abstracto, meloso, lastimero o de cosas triviales, desvinculadas de la realidad social concreta de Colombia, las letras de la música fariana son para gozarlas, para bailarlas pero también para aprender sobre la historia y la realidad objetiva que vive el pueblo colombiano. Ahí se conjuga plenamente la relación dialéctica entre arte y revolución.
Bañarse en los ríos es reconfortante. Luego de una dura jornada de trabajo queda bien refrescarse en las frías aguas que la naturaleza proporciona. “Es agua viva”, dice un hermano guerrillero, frente a la pregunta del visitante si hay como beber de esa agua. Y es que las y los guerrilleros tienen un respeto profundo sobre la naturaleza, la madre tierra. Saben que ella les protege y proporciona el espacio adecuado para vivir y obtener, con una actividad productiva responsable, lo que se requiere para la alimentación del ejército revolucionario.
Pero además, en el medio del río se aprecia que, lejos de los prejuicios propios de la pacata moral burguesa, guerrilleras y guerrilleros, con respeto sincero, pueden bañarse juntos en ropa interior, sin expresiones falsas de pudor o con miradas morbosas, si no como un acto más de la necesidad de vincularse colectivamente y de ver con naturalidad el cuerpo humano, tan denigrado por los hipócritas conservadores. Y por supuesto que entre la guerrillerada surgen afectos, hay deseos, gustos que conducen al establecimiento de vínculos amorosos más libres que los constituidos en otras circunstancias donde, debido a la formación propia de la ideología clasista burguesa, lo principal es el matrimonio, la procreación o el disfrute mojigato sin alcanzar verdaderamente el goce del placer sexual. Claro está que en las circunstancias de la vida guerrillera, hay mucho camino por andar para que las y los jóvenes, y también las y los no tan jóvenes, puedan vivir plenamente la sexualidad. Por ello es necesario que la educació
n sexual, que también es política, se fortalezca en el seno de las FARC-EP. Sólo la victoria final permitirá a esas y esos jóvenes tener una vida distinta. Eso le da todavía más un valor especial a esa implicación revolucionaria que mantiene la juventud fariana.
Las guerrilleras de las FARC-EP son maravillosas. Jóvenes muy lindas, trabajadoras, disciplinadas. Ágiles física y mentalmente; son combatientes excepcionales. Esta es otra de las diferencias fundamentales con el ejército burgués donde priman las concepciones machistas, el dominio patriarcal y el simbolismo falocéntrico.
No obstante lo expuesto, la vida en un campamento de las FARC-EP no deja de ser dura, complicada. Pero la diferencia radica en que la ética y la praxis revolucionaria permiten transformar las circunstancias severas en condiciones adecuadas para forjar un ser humano nuevo.
Disciplina consciente y organización son elementos esenciales en la vida de un campamento fariano. Todo está bien estructurado y diseñado. Cada quien cumple en forma precisa sus actividades. Hombres y mujeres participan en cada tarea encomendada. Las labores de cocina son compartidas y guerrilleras y guerrilleros preparan, con lo que tienen, alimentos sabrosos. Hornos de diseño vietnamita se convierten en instrumentos para la elaboración de la comida. No puede faltar el café o el agua de panela con el sabor especial de la lucha guerrillera.
Los sentimientos positivos de las y los guerrilleros también se expresan hacia los animales. Gatos y perros tienen un sitial importante en el campamento. ¡Qué linda lucía la camarada guerrillera dando besos y caricias a sus perros juguetones!
Esos son los lujos con los que vive cada combatiente fariano: aire sin contaminar, agua pura, árboles hermosos, sonidos de los pájaros, del viento, de la lluvia. ¡Sí! Realmente viven una vida de lujo, porque existe dignidad, respeto, camaradería, solidaridad e implicación con la causa de los explotados.
Los criminales de Santos, Uribe y sus cobardes generales vociferan sobre el fin de las FARC-EP. No obstante, ese ejército revolucionario sigue creciendo, mantiene orden, disciplina y una organización poderosa. El optimismo es muy grande. Confían en la victoria final. No son ilusos, se basan en hechos concretos. El ejército “victorioso” de la pútrida oligarquía colombiana y el imperialismo yanqui, cada día es objeto de ataques contundentes que le generan un sinnúmero de bajas y pérdida de armamento. Ni con la más sofisticada tecnología podrán derrotar a un ejército que está integrado con la gente del pueblo.
Y no lo podrán hacer porque las FARC-EP son además una organización de masas, un partido revolucionario cuyos cuadros están trabajando en los sindicatos, en el movimiento estudiantil, en las comunidades indígenas, en el campo. Como defensores del marxismo-leninismo conocen que se deben conjugar todas las formas de lucha, en todos los escenarios, para derrotar a los enemigos de clase.
La guerrillerada fariana hará real el sueño por el que luchó su vida entera Manuel Marulanda Vélez: la construcción de la sociedad socialista en Colombia.

¡Hemos jurado vencer y venceremos!

En algún rincón de la Patria Grande, 12 de abril de 2009

Diógenes Alejandro Xenos (especial para ARGENPRESS.info)

Foto: Colombia – Guerrilleros de la FARC-EP. / Autor: Dick Emanuelsson

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