jueves, 8 de enero de 2009

Adiós al desconocimiento


Cuba fue desde 1961 y hasta 2005 el primer y único país de América Latina en ser declarado territorio libre de analfabetismo. Frescas en la memoria están todavía las anécdotas de cientos de cubanas y cubanos que participaron en aquella histórica misión, para terminar de una vez y por siempre con la ignorancia en nuestro país.
Algunas de esas personas que participaron en la campaña en la isla volvieron a revivir esos momentos más de cuatro décadas después, en la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Asesores cubanos colaboraron con los venezolanos en tan noble proyecto, unidos a un gran movimiento de masas, hasta declarar a ese país libre de analfabetismo en 2005, con la graduación de más de un millón y medio de ciudadanos.
Una de ellas es Gladis Lazo Gómez, quien a pesar del tiempo transcurrido recuerda el día en que sus padres, sin vacilación, le dijeron que podía ir a alfabetizar a sus coterráneos, cuando miles de niños y adolescentes llegaron hasta los lugares más intrincados de la isla para hacer realidad uno de los puntos planteados en el Programa del Moncada por el líder revolucionario Fidel Castro.
En 2005 conocimos en Venezuela a esa mujer llena de vivencias: "Tenía entonces sólo 11 años —comentó—, pero nunca dudé que mi papá, que era analfabeto, comprendería la importancia de aquella decisión de la Revolución cubana y de lo que significaba para mi dar el paso al frente, como otros millares de adolescentes".
Está aún vivo el recuerdo de las personas a las que enseñó a leer y a escribir en el barrio rural de Villa Real, en San José de las Lajas, y el grandioso acto celebrado meses después en la Plaza de la Revolución, en el que se declaró a Cuba territorio libre de analfabetismo, y las voces de miles de jóvenes y adultos que al unísono coreaban "Fidel, Fidel, dinos qué otra cosa tenemos que hacer".
Jamás imaginé —destacó que cuatro décadas más tarde la Revolución me proporcionaría de nuevo la oportunidad de ayudar a alfabetizar a otras personas, esta vez como asesora integral en el estado de Barinas.
Historias como la de Gladis se repiten a diario entre decenas de colaboradores cubanos de la educación en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y otros países, donde con éxito se aplica el método cubano Yo sí puedo, de probada eficacia en el aprendizaje.
Sacar de la ignorancia a cientos de personas sin acceso a la enseñanza constituye una prioridad de algunos gobiernos de la región, que adoptaron el método cubano, en algunos casos a nivel nacional y en otros de forma local, en municipios o departamentos de esos países.
Bolivia se convirtió el pasado 20 de diciembre en el tercer país del continente, después de Cuba (1961) y de Venezuela (2005) en ser declarado territorio libre de analfabetismo, tras 33 meses de intensa labor para enseñar a leer y a escribir a varios miles de personas.
Se terminaron los tiempos en que muchos bolivianos estampaban su huella dactilar en algún que otro documento sin saber su contenido, o en las boletas que les entregaban para votar, sin conocer a ciencia cierta por quién lo hacían, porque no sabían leer ni escribir.
Adiós a los tiempos en que eran engañados con falsas promesas, aprovechándose los gobernantes de turno de la ignorancia de un pueblo que hoy muestra al mundo miles de diplomas de alfabetizados.
El Yo sí puedo fue empleado para la enseñanza de más de 820 mil bolivianos, de los cuales casi 30 mil recibieron los conocimientos en sus lenguas originarias, quechua y aymará.
Alcanzar este objetivo constituyó, desde el inicio del mandato del presidente Evo Morales, una prioridad y hoy es uno de los mayores logros sociales de su gobierno.
Los 327 municipios de los nueve departamentos con que cuenta Bolivia fueron beneficiados con el programa, que también llegó a los lugares más apartados, sin electricidad, con condiciones mínimas.
El coordinador nacional de la campaña, Benito Ayma, resaltó que cerca del 70 por ciento de los graduados en Bolivia son mujeres, lo que dice de la voluntad y la seriedad con que ellas asumieron esta tarea. "Queremos destacar esto por ser las féminas tradicionales víctimas de la discriminación", apuntó.
Así como lo hicieron las venezolanas, ellas también organizaron su tiempo y sin dejar de atender a su familia y a sus hijos, comprendieron la importancia de "crecer" en la vida y se incorporaron a las clases.
Según las estadísticas, antes del comienzo de la campaña la nación andina contaba con un analfabetismo de entre el 13 y el 15 por ciento. Ahora, menos del cuatro por ciento es iletrado, que es la cifra fijada por la UNESCO para declarar libre de analfabetismo a cualquier territorio.
Con el acto que dio por concluida esta primera etapa y en el que el presidente Evo Morales sostuvo que "la erradicación de ese flagelo constituye un triunfo sobre el colonialismo, el cual rechazó esa obligación social", no termina el compromiso del gobierno con el pueblo.
Ayma explicó que a partir de febrero de 2009 el proceso avanzará hacia objetivos superiores con el comienzo de la postalfabetización.
Medios de prensa se hicieron eco de las palabras del coordinador, quien refirió que la mayoría de los bolivianos están deseosos de continuar en la enseñanza para alcanzar el sexto grado y graduarse de bachiller, con la posibilidad de proseguir estudios en la universidad, así como lo hacen hoy miles de venezolanos incorporados a las misiones educativas.
La campaña de alfabetización en la nación andina se inscribe dentro de los proyectos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), un acuerdo basado en la solidaridad y la cooperación entre sus miembros (Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Dominica y Honduras), con beneficios para otras naciones de la región.
Televisores, videograbadoras y sistemas fotovoltaicos, así como el material didáctico necesario para emprender la tarea, entre ellos las cartillas para alfabetizar en español, quechua y aymará y folletos de lectura, fueron donados por Cuba al comienzo de la campaña, a la que también se incorporó Venezuela, un país hermano.
Otro de los países del continente que desarrolla una campaña nacional de alfabetización es Nicaragua, donde el gobierno del presidente Daniel Ortega se propone declarar a ese país territorio libre de ese flagelo, el 19 de julio de 2009.
El presidente de la Juventud Sandinista, Mario Rivera, declaró a la agencia Prensa Latina que gracias a la intensa campaña que se desarrolla en el país, el próximo enero muchos municipios tendrán cerca del seis por ciento, o menos, de iletrados.
En la actualidad, 56 municipios poseen el cuatro por ciento de personas que no saben leer ni escribir y otros, el dos por ciento e incluso menos, como Managua, donde el índice es de 1,84 por ciento. Un grupo de cubanos y venezolanos asesoran la campaña, como parte de los acuerdos del ALBA.
Rivera expresó que se trabaja para que las personas que sean alfabetizadas prosigan en el sistema de enseñanza, de forma que no ocurra el retroceso que afectó a la población durante administraciones anteriores, que no dieron prioridad a la educación, después de lo alcanzado en la primera etapa del gobierno sandinista.
Según cifras oficiales, Nicaragua tiene un 7,48 por ciento de analfabetos, el más bajo en la historia de la enseñanza en ese país, que podría convertirse en el cuarto en el continente libre de analfabetos.
El panorama latinoamericano ha cambiado. Hoy hay una mayor conciencia de la importancia de llevar la educación al pueblo. Paraguay se alista para iniciar la campaña de alfabetización, y a nivel local se utiliza el método cubano en países como Brasil, Ecuador y Uruguay.
Adiós a la ignorancia, dicen con orgullo quienes, apretado en su pecho, muestran su diploma de alfabetizados y se incorporan a nuevos planes de estudios para seguir avanzando.

Mariela Perez Valenzuela

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