Latinoamérica y el Caribe bajo la mira de IV Flota estadounidense.

América Latina estará vigilada por buques artillados de la Marina estadounidense desde el próximo martes, cuando orienten sus travesías por las aguas del Caribe bajo el mando de la IV Flota. El cuartel general de este contingente estará ubicado en la estación naval de Mayport, Florida.
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Venezuela, Hugo Chávez; Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva; así como el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, han denunciado esta iniciativa estadounidense como un acto intervencionista.
Asimismo, criticaron la construcción de una base militar estadounidense en la isla caribeña de Curazao, al norte de Venezuela y a sólo media hora de la capital, Caracas.
La IV Flota se originó en 1943 en el marco de la Segunda Guerra Mundial, con la labor de proteger la navegación y combatir los submarinos de la Alemania nazi. Ya para 1950 la cúpula militar en Washington la desactivó por considerarla innecesaria.
El presidente Chávez denunció recientemente que el gobierno del país norteño se ha declarado adversario número uno de Venezuela y amenaza con su IV Flota, ante lo cual Caracas reafirmó su decisión de seguir fortaleciendo su defensa.
Ya en el mes de mayo, en un programa radiotelevisado, Chávez había advertido que si hubiese una agresión a Venezuela esa fuerza naval pudiera quedar sepultada, hundida. "La atacaríamos por cuatro flancos", subrayó.
Por su parte, el presidente Morales dijo por esos días estar convencido de que Estados Unidos restablece esa maquinaria bélica para seguir buscando agresiones contra América Latina.

"El tiempo de la tutela pasó"

El senador brasileño Sergio Zambiasi comentó en una entrevista con la agencia Ansa que "el tiempo de la tutela pasó", en reacción a la próxima reactivación de la IV Flota. Agregó que Brasil debe garantizar la soberanía en el litoral marítimo y sus grandes reservas de petróleo.
"El tiempo de la tutela ya pasó, somos una de las mayores economía del mundo, tenemos una inmensa Amazonia azul que es nuestro mar continental y sus gigantescas reservas de petróleo. Nadie puede amenazar nuestra soberanía allí", expresó el senador titular a la Comisión Parlamentaria Mercosur del legislativo brasileño.
Asimismo, en una reflexión intitulada "Respuesta hemisférica yanqui: la IV Flota de intervención", Fidel Castro se refirió recientemente al resurgir de esa fuerza.
Allí el líder de la revolución cubana afirmó que los portaaviones, las bombas y las ojivas nucleares con que se amenaza al continente latinoamericano sirven para sembrar el terror y la muerte, pero no para combatir el terrorismo y las actividades ilícitas.
Por su parte, el jefe de operaciones de la Marina de Estados Unidos, Gary Roughead, alegó que el renacer de esa flota refuerza el interés de su país en el área, "empleando fuerzas navales para fomentar confianza entre las naciones a través de esfuerzos de seguridad colectivos que se concentren en amenazas e intereses comunes".
La decisión del Pentágono interviene en un momento en que los movimientos y gobiernos de izquierdas se levantan en América del Sur, proponiendo una integración con rostro humano, que se opone a los proyectos neoliberales propiciados por Washington en el continente.
Por lo tanto, la administración norteamericana intenta mantener su supremacía económica y militar sobre una región que considera estratégica, ya que dispone de grandes reservas naturales y abastece un tercio de las importaciones de petróleo de Estados Unidos.