miércoles, 4 de noviembre de 2020

Crisis sanitaria, económica y fraude en EEUU

En el último día de elecciones, la pandemia llega al peor momento en Estado Unidos. En un solo día se registraron más casos que en los primeros tres meses (abc, 3/11). Hasta ayer hay 9.268.896 casos confirmados de COVID-19 desde que comenzó la pandemia en los Estados Unidos y 231.353 muertes, según Johns Hopkins. Al menos 31 estados han establecido nuevos récords de casos promedio diarios en la última semana, con algunos de los más afectados ahora en el Medio Oeste de importancia electoral y el llamado “rusty belt” (cinturón de óxido en su traducción al castellano), y muchos estados ahora están reimponiendo restricciones en un esfuerzo por reducir la propagación. En esos estados se definió la elección de 2016 a favor de Trump.
 Se decide hoy presidente en “Una nación con casi un 8 por ciento de desempleo y de luto por más de 231.000 muertes por Covid, donde cuatro de cada cinco estadounidenses dicen sentirse nerviosos por el futuro del país”, dice el New York Times (2/11). Hay 12,6 millones de desocupados, cinco millones más que en 2016. Esto es a pesar de los 2,2 bllones de dólares de ayuda a las empresas, y se espera una caída de 2,5% del PBI (ídem).
 La crisis sanitaria ha moldeado las elecciones, que se desenvuelven en el marco de una crisis política. Más de 90 millones de estadounidenses ya votaron por correo o personalmente. La mayoría de los estados de todo el país informan de una participación récord en las votaciones anticipadas este año. 
 El proceso de votación por correo implica que los trabajadores del correo tendrán que sacar manualmente las papeletas de sus sobres y verificar si son válidas antes de que puedan introducirse en las máquinas de tabulación. Muchos han advertido que es posible que el proceso de escrutinio no se complete el día de las elecciones, lo que retrasa los resultados. Esto ha generado muchas denuncias de fraude. Durante las últimas semanas Trump atacó la votación por correo, amenazó con movilizar a los fascistas a las urnas y los republicanos trabajan horas extras para privar del derecho al voto a tantos votantes como sea posible.

 Manejo de la pandemia

 La mayoría de las encuestas muestran que para la población Trump manejó mal la pandemia y esto puede ser decisivo. La cantidad de casos, muertes y ocupación de camas subió en las últimas semanas de manera dramática. Según las estimaciones de Stanford, en los 18 actos de campaña de Trump se provocaron más de 30.000 contagios y 700 fallecidos (ámbito, 1/10). 
 En un acto de Florida, Trump sugirió que podría despedir a Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y miembro del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, en caso de ganar las elecciones. Fauci le había dicho al Washington Post que el país “no podría estar posicionado en peor situación” de cara al invierno y necesitaba hacer un “cambio abrupto” en su enfoque de la pandemia. Fauci también dijo que la campaña de Biden analiza la pandemia desde una perspectiva de salud pública, mientras que la administración Trump está más centrada en la economía. 
 “En una encuesta de NBC News / Wall Street Journal publicada ayer, el 55% de los encuestados dijeron que piensan que lo peor está por venir con la pandemia, en comparación con el 25% que dijo que lo peor ya pasó. Una encuesta de Pew Research de principios de mes encontró que el 57% de los votantes registrados confiaban en que Biden podría manejar la pandemia, en comparación con el 40% de Trump” (Cidrap, 2/11).
 La crisis política y económica que sacude al país –en donde las elecciones son simplemente un episodio en su desarrollo– emerge potenciada por la pandemia y hace estallar todas las barreras de contención que se le presentan a su paso. 

Emiliano Monge

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