El fin de semana pasado estuvimos con Jéssica Díaz, trabajadora de la empresa Green Frozen, quien se encontraba en Montevideo difundiendo su lucha. Esta empresa, propietaria de la marca de productos congelados “Calagua”, incumplió sus compromisos de pago de haberes con sus funcionarios y terminó despidiendo a todo su personal a principio de 2015. Los trabajadores y trabajadoras decidieron ocupar la fábrica para preservar sus puestos de trabajo y evitar el vaciamiento. Una medida que empieza a parecer “lógica” frente al cierre de empresas producto de la crisis capitalista, o bien de la prepotencia patronal que intenta imponer ritmos de producción mayores, cuando no aplastar directamente la organización sindical de los trabajadores. Pero fueron desalojados el pasado 15 de octubre, aunque su lucha se mantiene firme. A continuación, el intercambio que mantuvimos con Jéssica.
JD: Mi nombre Jessica Díaz, soy de Bella Unión, del departamento de Artigas, trabajo en el área rural, pertenezco al sindicato de STG, Sindicato de Trabajadores de la Horticultura de la empresa Green Frozen, y trabajaba en la cosecha y la siembra de los productos congelados.
LID: ¿Cómo se inició el conflicto en Green Frozen?
JD: Todo se inició en octubre de 2014, donde ya sabíamos que el empresario no podía pagar, decía que no tenía dinero para pagar los sueldos de octubre, y así comenzó todo.
LID: ¿De qué procedencia son los capitales de esa empresa?
JD: Es un empresario argentino, se llama Jorge Rotemberg, ya tenía un montón de conflictos con los trabajadores.
LID: ¿Qué pasó cuando el dueño incumple el pago de los salarios?
JD: Hasta el 6 de noviembre del año pasado se trabajó en la fábrica, en enero de este año se llegó a un acuerdo para trabajar siete camiones para pagar los salarios del mes de octubre. Después, cuando el dueño quiso hacer el octavo camión, el sindicato dijo que no, que no había acuerdo porque los trabajadores no iban a trabajar sin ninguna negociación y acuerdo previo. Y el empresario se tomó los vientos y se fue. Y al otro día llegó una carta a cada uno de los trabajadores con el despido, solo quedaron 4 trabajadores de máquinas que tampoco se les había pagado desde octubre y no cobraron.
LID: ¿Qué hicieron ante esa situación tan desesperante?
JD: La semana de febrero después de los siete camiones, los trabajadores vinieron hasta Montevideo a hacer movilizaciones junto a la Inter-Sindical de Bella Unión, y acá se juntaron con todos los sindicatos, no solo por el tema de Green sino por todos los temas de Bella Unión, porque no hay trabajo, entonces por eso se movilizaron. Cuando llegaron a Bella Unión que fue el 27 de febrero a la noche se evaluó con todos los trabajadores que la única alternativa que tenían era tomar la fábrica. A primera hora de la mañana siguiente se toma la fábrica Green Frozen. Y ta, desde ahí ya estaban en negociaciones pero nunca llegaron a ningún acuerdo, y el 28 de marzo el dueño pidió el desalojo de los trabajadores que ocupaban la fábrica.
LID: Desalojo que finalmente se concretó hace pocos días …
JD: Se concretó el jueves pasado, por un acuerdo que nosotros tuvimos con la jueza de la ciudad, porque si el empresario tenía derechos, nosotros también teníamos derechos. Nosotros hicimos una acción de amparo. Era la cuarta vez que nos venían desalojando, entonces pedimos un recurso de amparo donde pedían que nada se fuera a tocar de la fábrica. Porque el dueño, estando la fábrica ocupada, nos pidió poder sacar un papel, y después, que todo siga igual, seguir sin cobrar. Pero nosotros le dijimos rotundamente que no, les tomó el pelo a las trabajadoras que somos mujeres, somos 150 trabajadores, de los cuales el 80 % de la fábrica son mujeres. ¡Y todavía encima quería esos papeles!
LID: ¿Cómo hicieron para mantener la ocupación todos esos meses?
JD: Tuvimos que hacer mucho sacrificio. Primero tuvimos que gestionar la luz ante UTE, siendo que el dueño debía $ 2.000.000 entre el servicio en el campo y en la fábrica. Y hasta ayer, que la UTE se enteró que fuimos desalojados, nosotros siempre les pedíamos por favor que no nos corten la luz. Ahora el dueño tiene un plazo hasta el 20 de este mes para pagar, si no se corta el servicio. Nosotros pedimos y pagamos los insumos para las máquinas para poder trabajar, nosotros le pagábamos a los trabajadores para que estén 12 hs cuidando y controlando en la sala de máquinas para que no se rompa nada, para cuidar la mercadería, son 380.000 kilos de mercadería que se está echando a perder ahí adentro. Por eso, si se cae la UTE, eso se pudre enseguida. Ahora yo estoy acá, pero no sé si ya habrán cortado la luz.
LID: ¿Cómo piensan seguir la lucha de ahora en más?
JD: Nosotros el próximo 11 de noviembre tenemos una audiencia en donde se va a tratar la demanda por los créditos laborales que presentamos a principios de año. Nosotros vamos a seguir peleando por la fuente de trabajo, si o sí, la única alternativa que nos queda es venirnos acá a Montevideo a reclamar por nuestra fuente laboral, porque no se puede quedar así, porque no solo es gente mayor de edad, sino que es gente joven, gurises de 20 años que no tienen trabajo, y son hijos de hijos de trabajadores. Los hijos van creciendo y quieren su plata y no quieren salir a robar, y las mujeres gurisas no quieren salir a prostituirse por una comida para sus hijos.
LID: ¿Qué salida están pensando para la fábrica?
JD: A mí me parece que la mejor salida es la autogestionada por los trabajadores. Nosotros estábamos creando un proyecto de cooperativa de trabajadores pero lo tuvimos que parar por el mismo apoyo que no teníamos del gobierno. Ellos decían que (el proyecto) no era viable, pero yo digo que si no es viable, ¡ayudános a que sea viable! Por eso lo trancamos al proyecto, solo quedó el seguro (de paro) y una canasta que el gobierno decía que la teníamos, si, es una canasta de porquería y un seguro de $ 4.000 que una familia de 4 hijos no puede mantenerse, entonces no sé, si esto es la ayuda del gobierno, yo no sé qué vamos a hacer …
LID: ¿Querés decir algo más?
JD: Nosotros vamos a seguir la lucha, nosotros decimos que perdimos la batalla y no la guerra, la guerra nunca jamás, somos mujeres y eso es lo que vale.
La Izquierda Diario Uruguay
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