sábado, 26 de diciembre de 2009
Refundación Comunista en Conferencia
En los próximos meses deberemos abocarnos a la realización de un activo de militantes de nuestra organización, convocados con el objetivo de discutir como tema central las tareas en torno a la construcción del Partido revolucionario, nuestro papel en las luchas políticas y sociales que se desarrollan en el País, y la necesidad de crear las condiciones para dar un salto en la formación de nuevas células y en el mejoramiento de la organización y funcionamiento de las ya existentes.
A partir de un debate profundo, serio, reflexivo con todos los Camaradas, que ponga de manifiesto que el desarrollo y cons¬trucción del Partido revolucionario de nuevo tipo en nuestro País, es una tarea que debe ser puesta a otro nivel, profundizando la lucha ideológica contra las corrientes reformistas de origen socialdemócratas, populistas y anarquizantes que actúan en el movimiento obrero, difundiendo las ideas desorganiza¬doras del autonomismo, el horizontalismo y otras variantes ideológicas que obstaculizan y dividen con sus prácticas sectarias la ne¬cesaria centralización y coordinación de las innumerables luchas que nuestra clase y los sectores populares libran en todo el País por los mas diversos problemas. La multitud de problemas económicos, los bajos salarios, la desocupación, el hambre, junto a los proble¬mas sanitarios, de vivienda, tierras, medio ambiente, educación y culturales que afec¬tan a centenares de miles de compañeros, constituyen la base material de las luchas que libra y/o librara la clase y nuestro pueblo. Son al mismo tiempo la base sobre la que surgen y se forman constantemente los movimientos sociales y las agrupaciones de distinto tipo, donde amplios sectores de los trabajadores, habitantes de las barriadas y jóvenes se organizan y/o se organizaran para luchar por sus derechos y abrirse pasó, así, a mejores condiciones de vida. De hecho, la burguesía no puede resolver ninguno de estos problemas que son originados por el capitalismo y su sistema de propiedad privada sobre los medios de producción. Podrá verse obligada a partir de las luchas a hacer concesiones aquí, o allá, con el objetivo de dividir a las masas y desviarlas del curso de la revolución, pero no podrá anular las enormes contradicciones económicas entre explotados y explotadores que empujan cada vez más a dichas masas hacia el camino de la revolución y el socialismo. De allí que resulten verdaderamente reaccionarias las ideas que contraponen el desarrollo y organización de los movimientos sociales y las agrupaciones obreras, con el desarrollo y construcción del partido revolucionario. Ambos representan los distintos niveles de organización que se da la clase obrera y el pueblo, y expresan al mismo tiempo los niveles de conciencia política alcanzados a través de las luchas por los elementos más activos y conscientes de la clase. Intentar separar artificialmente estos dos aspectos, difundir todo tipo de prejuicios sobre la necesidad de que los compañeros mas activos y conscientes se organicen en un partido revolucio¬nario, no es más que el reflejo de las concepciones individualistas pequeño - burguesas al interior del campo obrero y popular. No es mas que la negativa, consciente o inconsciente, a elaborar de mane¬ra independiente la política de la clase obrera y girar permanentemente, a favor o en contra, de las iniciativas políticas que lanzan las distintas fracciones de la burguesía. En definitiva el partido revolucionario debe representar la fusión de la teoría revolucionaria con las luchas de las masas. Es el estado mayor en donde se fusiona la experiencia histórica de dichas luchas tanto a nivel nacional como internacional, con las necesidades que se desprenden de las luchas actuales. El Partido revolucionario, es la parte consciente de hombres y mujeres de la clase obrera y de los sectores populares que a través de su propia experiencia y del estudio de lo mas avanzado de las ideas revolucionarias, se organizan para luchar de manera sistemática e intransigente por transformar desde sus raíces a la sociedad terminando con la explotación del hombre por el hombre. Y esto nada tiene que ver con un autoproclamado vanguardismo. Este es un reconocimiento que se gana en medio de la lucha de clases, en disputa con otras fuerzas políticas, en donde se pone a prueba no solo lo que se dice, sino también lo que una fuerza política es capaz de hacer.
El debate puso de manifiesto que todo cambio en la correlación de fuerzas entre las clases en lucha, debe apoyarse en un cambio en la conciencia de la clase obrera y los pobres del campo y la ciudad. Sin este cambio nada es posible desde una perspectiva revolucionaria. Y aquí es esencial el papel de dicho Partido. Desde el, Refundación Comunista, no concibe al partido en construcción, como una simple suma de individuos; sino como un conjunto de hombres y mujeres que actuamos organizados en células en las fábricas, gremios, barriadas y escuelas en la ciudad y en el campo. Las células, su funcionamiento colectivo regular y su capacidad para vincu¬larse con las masas en su lugar de actuación, son el alma del Partido. Allí se pone a prueba lo correcto, o no, de la línea política elaborada colectivamente, se palpa el estado de ánimo de las masas y su disposición combativa, se forman los cuadros y se forja la disciplina consciente. Por lo tanto, asegurar el funcionamiento de las mismas, significa no solo que estas se reúnan regularmente, sino que se tracen planes de trabajo entre las masas, de agitación y propaganda y de difu¬sión de la Prensa, que tomen medidas para incorporar nuevos camaradas, que realicen los balances sobre lo actuado y sus resultados, que eleven informes quincenales a la DN para que esta pueda evaluar los aciertos y errores de la línea política y de las medidas adoptadas. Se reafirma la necesidad de superar cualquier visión economicista de la lucha y elevar el papel de las Células partidarias hacia una labor integral. En este sentido el conjunto de los camaradas deberá evaluar autocráticamente que pese a los esfuerzos realizados es mucho lo que todavía debemos avanzar para alcanzar este nivel de funcionamiento. Este activo deberá constatar que aun es insuficiente el grado de centralización que hemos alcanzado en torno de la línea política y de las tareas centrales que tenemos planteadas, que aun son muchas las energías que entre nosotros se dispersan y que debemos avanzar con mayor decisión en la resolución de estas cuestiones. Con las vacilaciones y el gatopardismo no se negocia, ni se acuerda. En las actitudes inestables y dudosas, se introduce el germen de la destrucción de la organización. Combatirlas y erradicarlas de plano, es un imperativo de la hora. Elementos ajenos a la concepción, pretendieron en vano apartarnos del camino, que deliberada y resueltamente puso proa a la abolición de la explotación del hombre por el hombre. Para terminar con estos episodios menores, los comunistas de Refundación Comunista nos hacemos cargo de nuestros errores y aciertos, en el plano colectivo y en el individual. Las descoloridas y caducas campañas difamatorias tienen larga práctica histórica, pero su vuelo es rasante y su caída estrepitosa. Afirmamos con orgullo comunista, que tales practicas infantilistas y oportunistas, “NO SON NUESTRO CAMINO”. Nuestro camino es la batalla por la concepción científica del Marxismo-Leninismo, la ideología del proletariado, la teoría y el método revolucionario. Por lo que se deduce que, a la luz de episodios recientes, esas desviaciones pequeño-burguesas, deben ser extirpados de la misma. Los Principios Fundacionales expresan con meridiana claridad la importancia de las Células, a la que debe agregarse la construcción de una sólida Dirección. Este aspecto reafirma la necesidad de realizar la Conferencia. Por lo tanto en el marco de la Democracia Proletaria, esta será elegida. Entre Conferencia y Conferencia, estos deben ser los organismos funda¬mentales del Partido. El funcionamiento de las células, su crecimiento y la formación de nuevas células son las tareas cardinales que debemos encarar con el objetivo de mejo¬rar toda nuestra intervención en las luchas y desarrollar nuestra capacidad para influir, orientar y dirigir a las mismas. En esta dirección debemos plantear la necesidad de profundizar la discusión sobre el papel que puede jugar el Boletín Interno en función de mejorar la circulación de la información, poniendo en conocimiento del conjunto de los militantes los balances de las Células, y hacer conocer las experiencias y opiniones en torno a los problemas con que tropezamos y las tareas que llevamos adelante.
Teniendo en cuenta el carácter del Partido que urge construir y su rol en las luchas de clases, es de especial atención la nece¬sidad de avanzar en la formación integral de los cuadros que integramos Refundación y de los nuevos camaradas que pasen a formar parte del mismo. Se afirma y deduce que los cuadros, una vez establecida la línea táctica y estratégica en la lucha por orientar y diri¬gir a las masas en la lucha por el poder, son lo decisivo para plasmar en los hechos dichas políticas y que por lo tanto es una tarea permanente la formación individual y colectiva en los principios revolucio¬narios, el desarrollo de ele¬vadas cualidades morales en cada uno de nosotros, la lucha por superar el individualismo y el caudillismo auto educándonos en el trabajo colectivo basado en la critica y la autocrítica, la intransigencia frente al enemigo y la educación en los principios de la solida¬ridad e identificación con todos aquellos que luchan por construir una sociedad basada en nuevos y más elevados valores. Partimos de la base de que no hay ejemplo moral más elevado que el de los revolucionarios que a lo largo de la historia lo dieron todo en la lucha contra la reacción, por la libertad y una vida digna. A esos ejemplos encarnados en miles de compañeros que nos antecedieron en la lucha es a lo que debemos aspirar alcanzar. Somos conscientes de que en la medida en que avance el proceso revolucionario, en la medida en que nuestra clase y los millones de pobres del campo y la ciudad profundicen sus luchas, mayor será la resistencia y la ferocidad con que las clases dominantes defenderán sus privile¬gios. Por tanto no debe llamar la atención, los ataques permanentes a Refundación o incluso la descalificación individual a algún camarada. Eso lo enseña la historia y también las luchas actuales. Educarnos para enfrentar esos desafíos y templarnos para estar a la al¬tura de los requerimientos, es una tarea que los miembros de Refundación Comunista deben encarar con toda responsabilidad y seriedad
En base a estas y otras consideraciones que aquí resumimos, creemos importantes volcar algunas ideas que se trasformen en orientación:
1ª Avanzar con decisión en la formación de nuevas células poniendo en el centro de nuestras tareas la construcción del Partido, incorporando al mismo a los mejores y más consecuentes luchadores/as que constante¬mente promueve nuestra clase.
2ª Tener planes concretos de trabajo con la Prensa y de agitación y propaganda. Fijar los lugares de concentración de nuestro trabajo. Trabajar planificadamente para asegurar la incorporación de nuevos camaradas en las fábricas, gremios y barriadas desplegando las más diversas iniciativas. Elevar quince¬nalmente informes desde las células sobre la marcha de estos trabajos.
3ª Centralizar las finanzas y discutir más a fondo las medidas para asegurar el financiamiento de todas nuestras actividades.
4ª Organizar a corto plazo cursos de formación para dotarnos de un conjunto de camaradas que se constituyan en “formadores” de otros camaradas.
Ahora se trata de llevar a la práctica toda esta rica discusión. Estamos seguros que a casi 9 años de fundado Refundación Comunista, este próximo activo en perspectiva de la Conferencia puede significar un salto en la tarea que nos trazamos aportando mejor a la construcción de Refundación Comunista en nuestro País para impulsar la revolución y el socialismo, conquistando un gobierno obrero y popular. Ese en definitiva será nuestro aporte más valioso a la lucha de nuestro Pueblo.
Camaradas: en este tiempo de ofensiva Imperialista, con reformismo paralizante, las tareas de Refundación son varias y complejas. La principal, partimos de la certeza y convicción, de la mas firme voluntad de continuar y redoblar esfuerzos para avanzar. Avanzar es antes que nada y primero que todo, “el respeto por los camaradas”, hacer y velar por el cumplimiento de un principio fundamental en esta organización: la critica y la autocrítica. Este es como el oxigeno para los pulmones. Finalmente camaradas, nada ha sido en vano, este tiempo recorrido confirma la certeza de la construcción de esta organización: Refundación Comunista. Explica también algunas actitudes individuales hipercríticas, que no están en consonancia con su actitud en la construcción, nada nuevo. En todo caso viejos episodios y peripecias que intentan obstaculizar el nacimiento de lo nuevo, revela incomprensión. Las vacilaciones propias de ideologías y practicas ajenas a la ideología del Proletariado, en este caso no han podido mellar, ni lastimar la voluntad y convicción de los camaradas, de Refundación Comunista. Camaradas nunca mejor frase para definir esas actitudes “…al Cesar lo que es del Cesar…”.
“…el Proletariado sin organización no es nada, con organización lo es todo…”
REFUNDACION COMUNISTA
Diciembre,24 de 2009
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