domingo, 7 de diciembre de 2008

Cuba, a 50 años del Primero de Enero de 1959



Había estado al tanto de todo, no como observador, sino protagonista de primera fila, uno de los principales, “en el vórtice del huracán”, diría después a sus amigos. Pero en aquel preciso amanecer del primero de enero de 1959,cuando el solarrastraba sus primeros destellos dorados en el malecón frente a la Embajada Norteamericana en La Habana, míster Earl Smith se asomó discretamente detrás de un grueso vidrio y atisbó desde su altura. Lo que vio lo horrorizó: “La chusma ha tomado las calles”
A pesar de que la mañana se sentía fresca, descubrió queempezaba a sudar. No era para menos,apenas había dormido. Sintió que el cuerpo se le erizaba y lo asaltó un inquietante presentimiento: “Vendrán muchos días más de desvelos...”
El dictador Fulgencio Batista había aprovechado la contingencia de fin de año para huir de madrugada. En el aire rectificó el destino del avión donde escapaba junto a un selecto grupo de criminales, políticos corruptos y parte de su familia. Poco después el dictador Leónidas Trujillo le daría la bienvenida en Santo Domingo. Muy caro sería aquel refugio. Su homólogo caribeño le cobraría cada día a peso de oro.
Mientras, en la capital cubana se orquestaba un golpe militar auspiciado por Estados Unidos.Era un propósito emergente, descabellado, sin lógica de futuro para evitar que las guerrillas triunfantes con Fidel Castro a la cabeza tomaran el poder.
La prensa internacional recogía un nuevo capítulo en la recurrente historia latinoamericana: El poderoso vecino imperial apostaba a su prepotencia y si no se cumplían sus designios amenazaba con grandes males de su ira a los nativos isleños.
Esta vez el Tío Sam se quedaría con las ganas. Su sueño eterno de apoderarse de Cubasufriría un golpe definitivamente fatal y estallaría como pompa de jabón. Pero en ese minuto preciso, ni Smith en La Habana, ni Eisenhower en Washington imaginaban la cadena de acontecimientos que se eslabonaría a partir de la entrada victoriosa de las tropas rebeldes en la capital cubana.
Desde la oriental ciudad de Palma Soriano y a través de Radio Rebelde, el Comandante en Jefe Fidel Castro llamaba a la huelga general, ordenaba el avance de las tropas rebeldes hacia Santiago de Cuba y La Habana, exigía la rendición de las guarniciones y planteaba la consigna: "Revolución sí, golpe militar no".
Al frente de la columna uno José Martí, Fidel entraba en la capital oriental, y esa noche pronunciaba un histórico discurso en el parque Céspedes, en el primer acto de masas después de la caída del dictador. Mientras tanto, en las primeras horas de la tarde concluía la batalla de Santa Clara, con la rendición incondicional de los soldados que resistían en el cuartel Leoncio Vidal.
La victoriarevolucionaria sería irreversible. Tras un siglo de combates sucesivos con la participación de varias generaciones en montes,llanos y ciudades, se hacía realidad el milagro de la resurrección: Legiones de mambises con José Martí, AntonioMaceo, Máximo Gómezy otros próceres de la independencia encabezando el desfile de la mano de Fidel Castro, en días sucesivos entrarían triunfantes en cada una de las principales ciudades de Cuba para proclamar a sus hermanos el triunfo de la libertad.
En los refugios de los esbirros que quedaban en Cuba se corría la consigna del momento: “sálvese quien pueda”. Había llegado la hora de la justicia revolucionaria. Earl Smith y sus jefes en la Casa Blanca y el Pentágono aún confiaban en sus tradicionales métodos de “persuasión”. No obstante, se inquietaban cuando escuchaban al joven Fidel: “Este no es el final, apenas estamos comenzando”.
Juicios, condenas y ajusticiamiento de asesinos; Reforma Agraria, profunda y socialista; Alfabetización, Reforma Urbana, Confiscación de empresas norteamericanas, Nacionalización de la banca y del comercio exterior, Reforma educacional, Milicias Nacionales Revolucionarias: el pueblo tiene las armas. Rechazo a la invasión mercenaria de Playa Girón auspiciada y financiada por Estados Unidos, virilidad puesta a prueba en la Crisis de los mísiles, Justicia social total, sin discriminación de ninguna especie... Es solo el comienzo, y en la medida en que desde Estados Unidos llegan nuevas agresiones terroristas y económicas, Fidel, al frente de Cuba; insiste en que la respuesta será: Más Revolución.
Este primero de enero se cumplen 50 años de aquel día histórico. Desde entonces prácticamente no ha transcurrido una sola jornada sin que el pueblo cubano no haya conocido de algún nuevo intento imperial para frenar la obra de infinito amor que ha sido y sigue siendo faro inspirador para millones de luchadores en el mundo.
En eso andan aun los cubanos, enfrentando todavíaun bloqueoeconómico, comercial y financiero genocida por parte del gobierno de Estados Unidos. George W. Bush,presidente de ese país, que termina su mandato el 20 de este mes, tras ocho años de haber acumulado contra sí el odio de la comunidad internacional y de más del 77 por ciento de su propio pueblo, que lo considera el mandatario más inepto y poco simpático que se haya hospedado en la Casa Blanca.
Otra administración tomará posesiónen Estados Unidos con el señor Barack Obama en la presidencia. Varios países de América Latina avanzan por nuevas sendas de justicia social inéditas para sus pueblos: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua...,
Los cinco decenios transcurridos también han servido para madurar, aprender, entrenarse, librar combates conjuntos en el campo del internacionalismo para contribuir a la liberación de pueblos hermanos que han solicitado la ayuda de Cuba, y en ese dar cotidiano, los habitantes del archipiélago codiciado por Estados Unidos aprendieron a responder como un avispero ante las amenazas y agresiones,y han convertido a su territorio en un bastión inconquistable.
Cuba no está sola. La asiste la fuerza inconmensurable de la justicia y la verdad. Hoy, como ayer,los cubanos, junto con lo más avanzado del pensamiento progresista latinoamericano y mundial, reafirman su vocación antimperialista, libra una formidable batalla de ideas, yotros pueblos hermanos eslabonan sus esfuerzos y sus victorias con los de la Mayor de las Antillas sobre la base de un renovado optimismo, fundado en la lucha mancomunada que alimenta la esperanza.
El mundo ha cambiado en los 10 quinquenios transcurridos, pero en Cuba nuevas generaciones toman el relevo con la misma decisión de preservar la soberanía y la independencia de la patria.
Con la misma firmeza con la que habló al pueblo de Cuba al triunfo de la Revolución, medio siglo después Fidel Castroha reiterado esa certezaen sus reflexiones del 4 de diciembre de 2008:“Nuestros principios son los de Baraguá.El imperio debe saber que nuestra Patria puede ser convertida en polvo, pero los derechos soberanos del pueblo cubano no son negociables”.
Allá, frente a la Edificio de la vieja Embajada Norteamericana, no está Earl Smith, y la figura del águila imperial, derribada de su viejo pedestal 50 años atrás,continúa sin tener donde posarse.
Este nuevo primero de enero es derenovación e impulso hacia nuevos horizontes.

Roberto Pérez Betancourt en Kaos en la Red

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