martes, 7 de julio de 2015

Negociados a la sombra del ceibal




La ANEP (Administración de Educación Pública), Plan Ceibal y Google han firmado un acuerdo para que los estudiantes y docentes de la educación pública puedan usar las herramientas de Google. El acuerdo consiste en que los estudiantes puedan usar los documentos compartidos y tener espacio de almacenamiento sin límites (?) en la “nube”. Lo que significa que los datos serán almacenados en servidores fuera de Uruguay y la información que contengan estará bajo la jurisdicción del país donde esté el servidor. A cambio de nada, en teoría. ¿Nada? Porque los datos personales no serían parte del negocio, aunque el Ingeniero Brechner primero dijo a la prensa que si y después que no. En el contrato que se firma esos datos se suponen salvaguardados. Lo que pasa es que la empresa ya hizo trampas en Europa y en la propia América con este mismo contrato, violando el acuerdo. Por eso las dudas.
El Centro de Estudios del Software Libre (CESoL) hizo una declaración pública que recibió la adhesión de investigadores, desarrolladores y educadores advirtiendo sobre estos temas. También les preocupaba cómo, entre quiénes y por qué se ha tomado la decisión.
Hay otros problemas: lo que la Google propone como herramientas educativas es la posibilidad de compartir documentos en la red. Esto se puede hacer desde hace tiempo con esta misma empresa sin necesidad de que el estado uruguayo lo promueva desde la firma de un convenio. Considerando que la empresa Google tiene un negocio basado en la publicidad y en la venta de bases de datos de usuarios, es difícil creer que se vaya a respetar la privacidad de los datos personales. Y en el caso de que esto ocurra, ¿en qué tribunales, bajo qué garantías se harían las demandas?
Además parece que el acuerdo trae más cola, ya adelanta Brechner que Google se presentaría como oferente de hardware con sus Chrome Notebooks, y ahí sí, podremos acceder a las “app” de Google Play for Education. Entonces podemos creer que viviremos otro episodio de obsolescencia programada que dejará en el desuso los actuales equipos que usan los niños y jóvenes y también podemos despedirnos del software libre ya que aunque el núcleo es Linux este sistema operativo es propietario.
Para sacarse los lazos el Presidente del Plan Ceibal argumenta que nadie está obligado a usar el servicio, lo que intenta deslindar las responsabilidades del estado en esta propuesta, el que debe defender los derechos humanos y la privacidad de los datos es uno de ellos.
Considerando las inversiones que ya se han realizado en infraestructura y el desarrollo que el sector informático alcanza parece posible pensar que el Uruguay pueda ofrecer herramientas a su sistema educativo que realmente puedan ser un aporte a los procesos de aprendizaje - enseñanza y que no signifiquen vender el rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la inexistente necesidad.

Soledad Cavada

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