domingo, 30 de agosto de 2020

La práctica social.

Este material o reflexión lo escribía en él 2015, más alguna actualización (2018), dado él cuadro general entiendo que es pertinente introducirlo nuevamente.

El marxismo leninismo es la concepción del mundo y del hombre expresivo de los intereses del proletariado, la principal clase explotada.
Sus fundamentos están en la ciencia y la racionalidad. A más de un siglo de la desaparición de los históricos, mantiene su frescura y vigencia dada por la propia existencia del sistema capitalista, contra el que nace y se desarrolla hasta ser patrimonio de la humanidad. Defender su frescura subversiva y revolucionaria, implica revalorizar la actividad de hombre como hacedor de la historia, contra el mecanicismo que todo lo deja librado a las famosas condiciones objetivas, la importancia del marxismo leninismo se centra en el ensamble del método y del sistema, en la acción cognoscitiva (el método) y en la acción transformadora (praxis) interrelacionadas.
Su concepción es abierta al continuo enriquecimiento teórico práctico, en pos de la compleja interacción existente en la realidad; es una filosofía de las relaciones, negadora de las definiciones congeladas, del pensamiento separado de lo concreto. Reivindica la lucha ideológica que combina la polémica teórica, la confrontación política y el quehacer organizativo. Rechaza el empirismo subvalorizante de la teoría y el academicismo desligado de la práctica.
Mucho se ha insistido sobre estas cuestiones y mucho también ha aportado el materialismo histórico, es decir hay sobrada literatura sobre el mismo.
Algunos ejemplos históricos y aun ejemplos actuales han intentado manejar y orientar a las grandes masas con respectos a una suerte de “capitalismo humano o bueno”, en función de quien administra el gobierno, formulaciones sin ningún fundamento han sido lanzado a la “brega” política como ser: Socialismo del siglo XXI.
En síntesis producto del agotamiento de partidos exponente y representante de la clase dominante han generado fenómenos nuevos, irrupciones y movilizaciones que han dado vida pública y también política a novedosas expresiones, cuyo objetivo es transformarse en catalizadores del reclamo de las masas, este es el caso en Grecia de Syriza y España con Podemos.
Aun hoy hay compañeros y también camaradas que esgrimen algún ejemplo “trasnochado” sobre el Poder y el Estado.
De tal confusión surge el fenómeno “vías”, todo ello para introducir la supuesta vía del tránsito pacifico, algunos apelan al ejemplo húngaro o checoslovaco, no faltara quien mencione a Venezuela o incluso Bolivia, Ecuador.
Estos aspecto políticos-ideológico, he incluso la situación que vive hoy Grecia motivan esta opinión (recuerdo que este material es del año pasado).
Por cierto no se puede o no se debe ver la historia por capítulos, la historia es la concatenación de hechos y sucesos vinculado a la contradicción y toda la vida es una contradicción.
Desde el punto de vista dialéctico hay que ubicar las contradicciones, la fundamental y la principal. El modo de resolución de la contradicción fundamental. Esta es de carácter antagónico e irreconciliable, arranca en el principio y termina en el final. La contradicción fundamental está en la base misma del Modo de Producción, este modo de producción se le conoce como capitalista, en tanto el capital determina la relación.
Su antagonismo parte de la contradicción entre Capital-Trabajo, de la que surge: producción social y apropiación privada. No se puede entender este fenómeno sin entender el papel del Estado como órgano coercitivo de una clase sobre la otra, desde luego estamos hablando del Poder y esté en manos de una clase, es decir de la Burguesía, cuyo instrumento u órgano es el Estado.
Por tanto en el inicio o principio arranca la contradicción fundamental, ella es superada dialécticamente, termina en el final, el final es la resolución del viejo modo de producción, es el nuevo Estado, es una nueva relación de Poder y es la superación dialéctica la contradicción, por cierto estamos hablando de un nuevo Modo de Producción.
La dialéctica es la ciencia del desarrollo y el movimiento.
El desarrollo y el movimiento está ligado a la contradicción, por ello se puede afirmar que la vida es una contradicción, desde luego la sociedad y en ella el hombre/mujer.
Para entender esto “fenómenos” por llamarlos de algún modo, hay leyes fundamentales que rigen, marcan el desarrollo, son leyes generales.
La lucha de masas, la lucha de la clase obrera y sus formas son aspectos necesarios a ser analizados, para qué podría decir algún desprevenido. Para generalizarlas.
La generalización genera la ley y esta a su vez se eleva al grado de teoría. Inferir que desde la particularidad existe la posibilidad de que este se transforme en verdad es realmente una forma de vulgarización del materialismo dialéctico. La categoría de análisis es de lo general a lo particular. Un ejemplo aislado o aun varios, no son argumentos válidos para sostener “taxativamente” que es posible sostener este camino como una “vía” posible.
Desde luego que hay otros factores que también es importante mencionar, la burguesía como clase maduro, ya no es la burguesía naciente del siglo XVI o incluso la misma burguesía de principio del siglo XX. Hoy para la burguesía no es un problema que gobierne una fuerza política de izquierda (aun sin mencionar el contenido de clase) no, ya no es un problema. Puede la izquierda gobernar un país, puede gobernar para la burguesía sin ningún inconveniente, maduro la burguesía.
Claro puede algún camarada decirme “si pero no gobierna una fuerza política funcional a la clase obrera, porque entonces sería diferente”. Pero bueno lo que está en juego es el Poder, el poder no se gana en elecciones por más libres que esta sean, se podrá ganar el gobierno, pero el Poder es otra cosa. El Poder se toma, se arrebata y la resolución de la contradicción fundamental y por tanto antagónica e irreconciliable, es violenta. Es la muerte de lo viejo y el nacimiento de lo nuevo, es la tercera ley de la dialéctica, es la negación de la negación.
No hay vías, hay vía. Acá no vale la particularidad, el fenómeno aislado no es ley. Termino afirmando a la luz del materialismo histórico, a la luz del materialismo dialéctico, lo improbable, no es probable. No es azar, no es fenomenología, no es metafísica. Es acción consciente, voluntaria y siempre es de masas, las masas hacen la revolución y digo más, masas en concreto es decir CLASE OBRERA. Hay fenómenos históricos que bien se pueden analizar a la luz del materialismo dialéctico e histórico, se puede y se debe.
Hoy mundo 2018 un debate oculto irrumpe las escena política mundial, regional y nacional.
Este debate lo trae la practica social como aspecto distintivo, es entre la práctica y brega del progresismo - reformismo y la izquierda - ideología del proletariado. En Uruguay y no por capricho, este aspecto ya esta colocado, desde luego que nos estamos refiriendo al campo de lo electoral. Si este queda apretado a la táctica electoral como "único" modo de acumulación, él peso de las masas organizadas y particularmente de la clase obrera, se retrasara circunstancialmente.
Tengo la más firme convicción que la clase construirá y recreara sus herramientas y abrirá nuevos cauces.

Osbaldo Zuñiga

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