sábado, 25 de octubre de 2014

Ebola: la responsabilidad del imperialismo, la respuesta de los trabajadores




La propagación del ébola revela los peligros que tiene para la humanidad que la salud esté en manos de sus actuales líderes. El presidente Obama, impotente ante la expansión de "la más severa y aguda emergencia de salud pública en tiempos modernos", según la OMS, mandó tropas al oeste de Africa ante posibles levantamientos y para cercar las zonas de contagiados.

Epidemia y pandemia

En un artículo aparecido en New England Journal of Medicine, Peter Piot (codescubridor del virus hace 38 años) dice que este brote de ébola es "superior a todos los anteriores sumados" y "afecta tres países sumados" incluyendo "áreas rurales, los mayores centros urbanos y ciudades capitales". Advierte que de no seguir ciertas pautas que cambien el curso actual, puede transformase en una "epidemia cercana a incontrolable". La cifra de 5 mil muertes y 9 mil contagiados en Africa sólo corresponde a aquéllos que han concurrido a los hospitales.
En el mismo estudio, los especialistas aclaran que la amplia expansión internacional que alcanzó este brote no es por "características biológicas del virus (...) Es más probable una combinación de deficientes sistemas de salud, indiferencia internacional, alta movilidad de la población, aduanas locales, capitales densamente pobladas y falta de confianza en las autoridades luego de años de conflicto armado" (http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMe1411471).

Armas sí, salud no

La falta de tratamientos, medicinas y vacunas revela cuáles son las prioridades bajo el capitalismo. Una epidemia focalizada en el centro de Africa, que afecta a poblaciones pobres y gobiernos con débiles o nulos sistemas de salud, no interesó a las grandes farmacéuticas para desarrollar investigaciones. Por eso, tampoco hay vacunas para el mal de Chagas y otras enfermedades que se propagan en zonas de pobreza.
Los aumentos de los gastos de defensa del presupuesto de Estados Unidos, para invadir Irak y Afganistán han llevado a congelar o reducir los gastos en salud. El director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), Francis Collins, dijo "que una década de estancamiento del gasto de investigación ha ‘desacelerado' todos los sectores de investigación, incluyendo vacunas para enfermedades infecciosas (...) el dinero, o la falta de él, es la gran parte del problema. La capacidad de compra de los NIH bajó un 23 por ciento desde hace una década, su presupuesto ha permanecido estático. En el año fiscal 2004, el presupuesto de la agencia fue 28 mil millones. En 2013 fue 29,1 mil millones -apenas un cambio sin ajustarlo por inflación. La situación es peor en la división de enfermedades infecciosas, donde el presupuesto ha caído desde 4,3 mil millones en 2004 a 4,25 mil millones en el año fiscal de 2013 (ídem)".
En cambio, en 2013 en Estados Unidos se gastaron 180 mil millones más en defensa que en 2002, un total de 619 mil millones. Los gastos militares de Estados Unidos son superiores al 36 por ciento del total mundial cuando su economía es el 23 por ciento, durante la guerra de Irak llegó a ser el 44 por ciento (Council on Foreign Relations, 15/7).

Estados Unidos, uno de los responsables

En un artículo titulado "Cómo Estados Unidos ha hecho la crisis del ébola peor" (Wall Street Journal, 14/10), un especialista dice que "Africa tiene el 24% de la carga mundial de morbilidad -tasa de enfermos y mortalidad en determinado momento y lugar- y tiene sólo el 3% de la fuerza laboral de salud del mundo". La rapiña de médicos de otros países por parte de Estados Unidos se facilita con reformas a leyes migratorias. "En 2010, los Estados Unidos tenían 265.851 médicos licenciados formados en otros países, lo que constituye el 32% de nuestra fuerza de trabajo médico", de acuerdo con la American Medical Association (AMA). Entre ellos, 128.729 procedían de países clasificados por el Banco Mundial como de países de ingresos bajos o medios bajos". Estos médicos tienden a trabajar en peores condiciones laborales que los graduados de medicina estadounidenses. Aun así, hay "43,3 millones de estadounidenses sin seguro médico".

La respuesta de las enfermeras

Las que han denunciado el ineficiente estado de salud del país han sido las enfermeras (y su sindicato, NNU). En una carta abierta al presidente Obama, levantan un programa de acciones a adoptar, en el que reclaman "estándares nacionales y protocolos que todos los hospitales deben seguir para proteger a los pacientes, a todos los trabajadores de la salud y al público". También reclaman equipos de protección y denuncian que "las enfermeras matriculadas, médicos y otros trabajadores de la salud (están) en extremo riesgo. Ellos son nuestra primera fila de defensa. No deberíamos mandar a nuestros soldados al campo de batalla sin armaduras y armas".

Nicolás Roveri

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