martes, 26 de noviembre de 2013

Mujica, el divisionista




Mujica criticó a activistas feministas “DE LAS MUJERES POBRES, CON HIJOS, NADIE SE OCUPA”

El Presidente, haciendo uso de la tremenda cobertura medíatica de la que goza, no pasa semana sin que ataque a algún sector del pueblo. Denigra, insulta, intenta humillar y se burla de organizaciones, activistas, grupos de interés, gente que reclama, etc. Eso sí bien seleccionado: siempre contra sectores del movimiento popular. Su táctica es que en lugar de abordar una respuesta a lo que se plantea DESVIAR LA ATENCION SIN DAR UNA RESPUESTA Y EN CAMBIO CONCENTRAR EL PROBLEMA EN QUIENES RECLAMAN. Escupió a los maestros cuando reclamaban sueldos decentes al menos un mínimo para vivir y pedían por las condiciones deplorables de los edificios, concentró la atención en que casi que eran unos privilegiados que "trabajaban cuatro horas por día", de la misma manera afirmó que maestros y profesores "tomaban a los alumnos como rehenes" (usando la terminología y los métodos de Bush), o lo mismo sostuvo contra los bancarios en conflicto o contra los recolectores municipales, con lo mismo denigró a los enfermeros en los centros de salud agregándose a su larga lista de improperios y basura verbal contra las organizaciones de los trabajadores. Las organizaciones populares reclaman ante algo que está mal. Mujica está al frente del Gobierno pero en lugar de responder sobre los reclamos y la realidad que los motiva, los ataca con basureo aprendido y ejercido en bares, boliches y ferias. El objetivo es desviar la atención y además procurar ENFRENTAR SECTORES DEL PUEBLO CONTRA SECTORES DEL PUEBLO de manera tal de socavar la unidad popular y debilitar a ésta, considerada como enemigo prioritario, debido a la resistencia a los efectos de la política neoliberal acordada y apoyada por el imperialismo. Jamás nunca ha procurado que los sectores populares que reclaman enfrentaran al enemigo de clase, para que chocaran contra el imperio, las patronales y la burguesía en general. Los insultos y agravios de Mujica van destinados al sector del pueblo que reclama presentándolo como "privilegiado" ante los sectores aún mas desfavorecidos, buscando de ésta manera, el impedir una unidad del conjunto del pueblo. Se dirige a los sectores mas pobres y les dice que los que reclaman son privilegiados que no hacen nada por los más pobres, subjetivamente colocándo a los sectores que reclaman como los responsables de la situación de los con menos recursos y hasta que se quieren llevar todos los dineros estatales y dejarlos a ellos sin nada, como llegó a plantearlo frente a los reclamos de los funcionarios del estado. Es la misma prédica de la ultraderecha y los fascistas en la Europa en crisis contra los inmigrantes, o en los EE.UU. contra los "sin papeles", llevando a la confrontación de unos trabajadores contra otros acusando a unos de sacarle a los otros sea trabajo o recursos sociales. Mujica invierte la relación: los con trabajo le "sacan" los recursos a los sin él. Con ello pretende eludir la responsabilidad del estado frente a ambos sectores y en concreto les niega y recorta a todos porque ha aceptado las condiciones del FMI y los Mercados que demagógicamente "critica" en foros internacionales. Esta prédica supuestamente "populista" de "preocuparse" por los más pobres se hace a costas de negarle a quienes reclaman y encima crear un clima social forjando enemigos en las mismas filas del pueblo. Es una prédica muy pero muy peligrosa para la democracia tal cual lo demuestran los citados ejemplos en la Unión Europea y en los mismos EE.UU. en donde el auge del fascismo encuentran sostén en este tipo de demagogia. Según Mujica el reclamar la igualdad de las mujeres es negarle ayuda a las mujeres pobres. Condena a quienes reclaman la igualdad porque no ejercen labores de caridad con los más afectados por la miseria, ya que "en lugar de reclamar igualdad deberían hacerle un guiso a las mujeres más pobres". Está prédica demagógica -lo repetimos- es la misma que emplea la ultraderecha fascista. En Grecia el partido nazi que asesina a la gente de izquierda al tiempo que reparte comida entre los mas necesitados, eso sí, si son griegos y no inmigrantes o gente de color. Los ejemplos sobran y están diariamente en los titulares de la prensa mundial. Lo que asombra es que los legisladores de su partido, el Frente Amplio, empezando por las senadoras del MPP , su "barra chica", no estén haciendo guisos en los barrios populares y cuidando chiquilines de manera de "dar un mano". Asombra también que el PIT-CNT no condene ésta prédica nefasta y altamente peligrosa. Así como llama la atención el que la senadora Constanza Moreira no reaccione y condene este intento de Mujica por ocultar que es el gobierno que preside Mujica el responsable de NO SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE LOS MÁS NECESITADOS.

Colectivo del Blog Noticias Uruguayas

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