jueves, 4 de diciembre de 2025

Portugal va al paro general el 11 contra una reforma laboral


Movilización contra la reforma laboral, en noviembre 

Las dos centrales sindicales portuguesas (CGTP y UGT) convocaron a un paro general de 24 horas para el próximo jueves 11 de diciembre en rechazo a un proyecto de reforma laboral del gobierno de Luis Montenegro, que entre otros puntos, facilita y extiende la contratación precaria, establece un banco de horas individuales y habilita jornadas de hasta 10 horas sin pago de horas extra, y restringe el derecho a huelga. 
 El proyecto lleva por nombre “Trabajo XXI”, lo que muestra que el gobierno portugués apela al mismo discurso que Milei y la clase capitalista argentina: presentar como “modernización” lo que no es más que un brutal ataque sobre los derechos laborales. 
 Decenas de sindicatos del transporte, los servicios y la industria emitieron comunicados de adhesión a la medida de fuerza, lo que prefigura un importante paro general. 
 Para imponer su proyecto en el parlamento, Montenegro (de la derechista Alianza Democrática) aspira a reunir una mayoría junto a los fascistas de Chega!, que quedaron en segundo puesto en las elecciones de mayo. 
 A pesar del paro del 11, el secretario general de la UGT (central sindical históricamente ligada al Partido Socialista), Mario Mourao, aclaró que se mantiene abierto desde julio un canal de negociación con el gobierno portugués. En una entrevista con Jornal do Noticias (30/11), señaló que “las negociaciones deben acercar posiciones y debe haber concesiones por ambas partes (…) UGT no se rendirá y seguirá luchando para garantizar que el documento que llegue a la Asamblea de la República sea mucho mejor que el que está sobre la mesa hoy”. Esta línea de contemporización no debilita los propósitos del gobierno, sino que los favorece.
 El paro en Portugal viene precedido por tres días consecutivos de paros en Bélgica, el último de ellos –miércoles 26- de carácter general, que habría contado con los niveles de adhesión más altos desde los años ’80. El movimiento obrero belga enfrenta una ofensiva ajustadora del gobierno derechista de Bart de Weber (miembro del N-VA, un partido derechista flamenco), que, mientras recorta el gasto social, aumenta el presupuesto militar, en sintonía con la resolución de la última cumbre de la Otan. Al igual que Milei-Sturzenegger, el gobierno belga impulsa su propia agenda de “reformas estructurales” que atacan derechos históricos de la población trabajadora. 
 También en Italia, los sindicatos combativos (como SI Cobas y la USB) pararon este 28 de noviembre y se movilizaron masivamente contra un presupuesto 2026 de rearme imperialista, y en apoyo al pueblo palestino. 
 El ajuste, la represión, la flexibilización laboral y el militarismo de los gobiernos capitalistas, se topan con la lucha de los trabajadores. 

 Gustavo Montenegro

miércoles, 3 de diciembre de 2025

El operativo ‘Lanza del Sur’ cierra el espacio aéreo de Venezuela


Las Fuerzas Armadas de Milei se aprestan a intervenir en la guerra de Donald Trump y Marcos Rubio.

 Donald Trump ha advertido que el espacio aéreo sobre y cerca de Venezuela debe considerarse “completamente cerrado”, aumentando la amenaza sobre el país sudamericano. Esto se suma al fuerte despliegue militar del Comando Sur, al ataque a las barcazas —con un saldo de más de 80 víctimas fatales en el Caribe— y al anuncio de una inminente intervención terrestre, que Trump reiteró el pasado jueves al afirmar que comenzaría a perseguir a los narcotraficantes por tierra, utilizando un lenguaje calcado del que empleó Bush padre previo a la invasión a Panamá en 1989.
 A la vez, el Comando Sur lleva a cabo maniobras militares con Trinidad y Tobago y Panamá, reactiva la base en Puerto Rico, y República Dominicana cede al Pentágono el uso del aeropuerto internacional de Santo Domingo. 
 El anuncio del “cierre” del espacio aéreo, además de escalar la amenaza, provoca un grave perjuicio al país. Seis aerolíneas -entre ellas Iberia, TAP y Turkish Airlines- ya habían suspendido sus vuelos a Venezuela durante esta semana por la amenaza estadounidense, que primero se presentó de manera solapada como una advertencia de seguridad y ahora es una amenaza explícita de Trump. El gobierno de Nicolás Maduro respondió con la revocación de sus licencias para operar en Venezuela. 
 El argumento de Maduro es que las compañías no han suspendido los vuelos hacia los países limítrofes que comparten el espacio aéreo con Venezuela. Los aeropuertos, este fin de semana, continuaron operando, principalmente con líneas locales. Incluso siguieron llegando vuelos desde los “aliados” de Estados Unidos, como Trinidad y Tobago y Panamá, aunque con retrasos. 
 Maduro ha declarado el estado de alerta para la Fuerza Aérea del país y denunció que tales afirmaciones “representan una amenaza explícita de uso de fuerza, prohibida de forma clara e inequívoca” por la Carta de las Naciones Unidas. 
 Estas amenazas de Trump se dan al mismo tiempo que el New York Times revelara una conversación telefónica que el fascista tuvo con Maduro la semana previa, acompañado por Marco Rubio —el principal promotor de una invasión a Venezuela—. El NYT ya había publicado los generosos ofrecimientos de riquezas minerales de Maduro, que fueron rechazados por Trump porque ninguno incluía su dimisión como presidente. 
 En el Miami Herald se revelaron las propuestas de Delcy Rodríguez —vicepresidenta de Venezuela— a Estados Unidos a través de la mediación de Qatar, en las que ofrecía la dimisión de Maduro y un gobierno de transición encabezado por la vicepresidenta. Estas propuestas habían sido rechazadas por Trump en abril. 
 Trump busca un cambio de régimen, La verborragia belicosa también le sirve para sus planes fascistas hacia dentro de Estados Unidos, a pesar de que esto genera tensiones con su base MAGA, a la que le había prometido dejar de gastar el presupuesto en guerras “inútiles”. 
 Las presiones para impulsar un ataque militar a Venezuela se multiplican. A tono con María Corina Machado, la jefa de la oposición ‘mileísta’ en Venezuela, el diputado Armando Armas, desde el exilio, planteó que la única salida es una invasión estadounidense, para impulsar cambios de régimen también en Cuba y Nicaragua. 
 Para Elliott Abrams, quien se desempeñó como representante especial para Venezuela durante la primera administración de Trump, “ya pasó el punto de no retorno: el juego está en marcha, y o gana él o gana Maduro”. Abrams escribió que “no sería prudente ni necesario desplegar fuerzas terrestres en Venezuela”, pero derribar a Maduro “requerirá atacar algo más que lanchas narcotraficantes en aguas internacionales”. Por ello propone que el Pentágono amplíe su “lista de objetivos” y destruya “los sistemas de defensa aérea de Venezuela, los aviones F-16 en la base aérea de Palo Negro y los jets Sukhoi en la base aérea ubicada en La Orchila, una isla a unos 160 kilómetros de la costa”. También deberían atacar “las bases en el occidente venezolano usadas por el Ejército de Liberación Nacional (ELN)”, la guerrilla colombiana a la que se adjudica la condición de aliada de Maduro. 
 Según análisis publicados por la revista Estrategia, el Pentágono evalúa reclutar migrantes —particularmente venezolanos— bajo la promesa de regularizar su estatus migratorio a cambio de servir en operaciones de “seguridad hemisférica”. Hay antecedentes: la CIA armó ejércitos irregulares con migrantes y refugiados en Afganistán, Irak y Siria. La diáspora venezolana, según la ONU, es de más de siete millones de personas desde 2014. 

 La región 

Sin embargo, la ofensiva no se limita a Venezuela. En México, la presidenta Claudia Sheinbaum denuncia la intromisión directa de Estados Unidos en la política interna, mediante financiamiento a sectores opositores, operaciones mediáticas masivas —las convocatorias a las movilizaciones contra el gobierno fueron impulsadas por ocho millones de bots— y el uso del narcotráfico como herramienta para justificar intervenciones en materia de seguridad, mientras su policía y su ejército realizan tareas conjuntas con las fuerzas estadounidenses en territorio mexicano. 
 En Honduras, Trump ha amenazado con cortar el financiamiento si gana la oficialista Rixi Moncada y no el candidato del conservador Partido Nacional, Nasry Asfura, como finalmente ha ocurrido, en las elecciones presidenciales del pasado fin de semana. 
 Sin miedo a la alevosía, Trump anunció un inminente indulto al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (2014-2022), condenado el año pasado en Estados Unidos a 45 años de cárcel por narcotráfico. Hernández está acusado de usar el aparato del Estado para traficar cocaína hacia Estados Unidos y de recibir un millón de dólares del Chapo Guzmán. Lo mismo ha intentado con Bolsonaro en Brasil y ahora con Netanyahu en Israel, incluso antes de que le dicten la condena. Trump es un amnistiador de criminales 
 Colombia es uno de los países blanco de los ataques de Trump, donde hay una presencia activa de más de 20 grupos armados ilegales, según la ONU. La advertencia del presidente Gustavo Petro de que Colombia no será plataforma de ataques contra Venezuela, ha provocado la cancelación de visas a todo su gabinete por parte de Washington y la suspensión de ayuda militar. 
 Mientras tanto, la Armada argentina avanza en un nuevo proceso de modernización tecnológica para sus destructores y corbetas clase MEKO 360 y MEKO 140; los pilotos argentinos ya están recibiendo entrenamiento en Estados Unidos y en Dinamarca; y la Casa Rosada continúa evaluando el momento oportuno para sumarse al operativo de Estados Unidos en el Caribe, ponderando la necesidad de una capacitación previa. La Argentina inmersa en la guerra mundial: la letra chica del acuerdo Milei–Trump. 

 Aldana González
 02/12/2025

martes, 2 de diciembre de 2025

El nuevo gobierno de Japón amenazó a China con enviar tropas a Taiwán


¿Por qué Takaichi refuerza los rasgos guerreristas del régimen japonés? 

 La nueva premier japonesa Sanae Takaichi amenazó con enviar tropas a Taiwán si es que China incurre en un conflicto contra el gobierno de la isla. Xi Jinping, el mandamás chino, respondió con maniobras militares y sanciones económicas; mientras que el gobierno nipón movilizó aviones de guerra y sacó a relucir sus misiles. Tokio es un aliado de Estados Unidos en su cruzada contra el gigante asiático, en un escenario político internacional signado por el recrudecimiento de los choques comerciales y de las tendencias a la guerra.
 La posición que tomó Takaichi no cayó para nada bien en los círculos de poder del régimen chino. Pekín considera a Taiwán, que está a poco más de 100 kilómetros del territorio japonés y se encuentra situada en rutas marítimas vitales para Japón, como parte de su territorio. Xi Jinping impulsó la realización de maniobras con fuego real en el mar Amarillo y desplegó patrullas de guardacostas cerca de islas en disputa –Senkaku y Diaoyu– administradas por Tokio. 
 Además, suspendió las importaciones de productos marítimos japoneses e instó a la población a cancelar viajes a Japón –golpeando su industria turística. 
 El gobierno japonés, por su parte, movilizó aviones de combate tras haber detectado supuestamente un dron chino volando muy cerca de su isla Yonaguni –la más próxima a Taiwán–, desplegó misiles y anunció que movilizará nuevos sistemas antimisiles. El presidente norteamericano Donald Trump, aliado del régimen nipón, aconsejó a Takaichi no provocar a Pekín. 
 La lideresa del Partido Liberal Democrático (PLD) viene intensificando los rasgos guerreristas del régimen nipón. Comanda un gobierno nacionalista militarista de choque contra los trabajadores y se ha alineado a Estados Unidos tanto en el terreno económico como en el bélico. La premier quiere reformar la Constitución para darle un mayor protagonismo al Ejército y prepararlo para la guerra imperialista, y anunció que llevará el gasto en defensa al 2% del PBI. 
 El artículo 9 de la Constitución japonesa, que rige desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, coloca límites al gobierno para librar una guerra en el extranjero. En 2015, el gobierno de Shinzo Abe, de quien Takaichi se dice heredera, impuso una legislación que permite al país del sol naciente librar una guerra siempre y cuando impere una “situación que ponga en peligro la supervivencia” (ataques contra un país que mantenga una relación estrecha con Tokio, por ejemplo). 
 No obstante, los gobernantes que precedieron a Takaichi en el poder han avanzado de alguna u otra forma en el reforzamiento de las Fuerzas de Autodefensa, el Ejército (JSDF). Japón adquirió armamento ofensivo que incluye cazas F-35, vehículos anfibios y dos portaviones (EnOrsai, 12/1). Está en un proceso de rearme, con su presupuesto militar ininterrumpidamente en ascenso hace años, con vistas a transformarse en la tercera potencia militar más poderosa del mundo a fines de esta década. 
 Tokio adquiriría más misiles de largo alcance y está barajando la posibilidad de comprar submarinos de propulsión nuclear. El régimen nipón almacena suficiente plutonio como para fabricar hasta mil ojivas nucleares y tiene un sistema de misiles capaces de portarlas. Y, en el país de Hiroshima-Nagasaki y el desastre de Fukushima, Takaichi ya dejó en claro que está a favor de hacerse de pertrechos atómicos.
 Japón flexibilizó en 2024 los controles a la exportación de armas, que está restringida por la Constitución. Como parte del mayor acuerdo de exportación en materia de defensa de Tokio, Australia le compró 11 fragatas construidas por Mitsubishi (Fortune, 5/8). Canberra también se está rearmando e integra Quad, la OTAN asiática de la que también son parte Japón, India y Estados Unidos. 
 Estados Unidos tiene establecidas miles de tropas y bases militares en Japón. Se calcula que la isla de Okinawa alberga el 70% de las bases, con unos 80.000 estadounidenses –de los cuales 30.000 son militares uniformados–, aunque hace tiempo se viene procesando una retirada. El imperialismo también posee miles de tropas en Corea del Sur, aliado en su lucha contra Corea del Norte. A esto hay que sumar las maniobras militares en el Mar de China Meridional, zona cuya disputa tensiona constantemente las relaciones entre Washington y Pekín. 
 El 97% de las armas que importa Japón proviene de Estados Unidos. Tokio fue el principal comprador de pertrechos en Asia y Oceanía, región que absorbió el 28% de las exportaciones armamentísticas estadounidenses entre 2020 y 2024. 
 Takaichi viene de refrendar el compromiso de Japón de invertir 550.000 millones de dólares en Estados Unidos, a cambio de que los aranceles contra su país se mantengan en un 15% –por debajo del 25% que anunció Trump en el “Día de la Liberación”. Ambos países han cerrado, asimismo, acuerdos vinculados a minerales críticos y tierras raras, sector en el que China mantiene una primacía; así como Japón se comprometió a comprar camiones Ford. Se ha dejado trascender que avanzarían en la construcción conjunta de reactores nucleares, de la que se beneficiarían empresas como Toshiba y Mitsubishi (El País, 28/10). Tras el cónclave Trump-Takaichi, que tuvo lugar hace poco, se anunció una “nueva era dorada” en las relaciones bilaterales. 

 Panorama japonés

 Takaichi llegó al poder a fines de octubre pasado, con el apoyo del opositor Partido de Innovación (Ishin), una formación derechista. Con todo, tras las elecciones, la oposición terminó quedándose con una mayor cantidad de escaños. Este escenario se configuró luego de que el entonces primer ministro Shigeru Ishiba dimitiera por la derrota que sufrió en otro proceso electoral, que terminó con el oficialismo perdiendo la mayoría en las dos cámaras de la Dieta Nacional –el parlamento nipón. El PLD también se quedó sin el apoyo de su socio tradicional, el partido Komeito. La primera ministra nipona se define como admiradora de Thatcher y dijo que su objetivo es ser la “dama de hierro”. 
 Durante sus años en el poder, el PLD ajustó fuertemente el gasto público en atención sanitaria y en seguridad social. A la par, en los últimos 30 años, se redujo el impuesto sobre las ganancias corporativas de un 50 a un 15%. La economía japonesa está estancada hace años. El salario real promedio por hora de todos los trabajadores, que sufren una explotación extremadamente intensa, bajó un 10% desde su máximo en 1997. El ratio deuda/PBI es superior al 200%. Los precios se encuentran elevados. Hay una tendencia de los capitalistas a invertir en bonos gubernamentales y en el mercado de valores (Michael Roberts en The Next Recession, 19/7). En este marco, la inversión no repunta. Y los vientos de la crisis capitalista mundial soplan en contra de la economía japonesa. 

 Nazareno Suozzi

lunes, 1 de diciembre de 2025

Probado compañerismo


En 1973 Fidel es recibido en Hanói por el primer ministro vietnamita, Phan Van Dong.

Cuba y Vietnam tienen una hermandad fuera de serie. He aquí algunos hitos 

 Los desastres naturales se ensañaron con Vietnam en 2025: la VNA informa sobre la muerte o desaparición de 409 personas y pérdidas económicas de 3.27 000 millones de dólares. Además, cientos de miles de viviendas, hectáreas de arrozales y otros cultivos fueron destruidos o quedaron bajo las aguas. 
 A pesar de dichos estragos, la nación vietnamita apela a ese espíritu de resiliencia tan suyo y se levanta. También las muestras de apoyo a nivel internacional no se han hecho esperar. En ese sentido las máximas autoridades de Cuba manifestaron sus condolencias, y reiteraron toda la solidaridad al Partido, gobierno y pueblo de Vietnam por las pérdidas en varias de sus provincias. 
 Así debe ser, porque entre nosotros hay lazos muy fuertes, los cuales se expresan vívidamente en acciones concretas: ante el huracán Melissa por el oriente cubano, Vietnam volvió a decir: “¡Aquí estoy!”. 
 Siguiendo la estela de nuestra hermandad es preciso referirnos a que Cuba fue el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones diplomáticas con la tierra de los anamitas. Eso sucedió el 2 de diciembre de 1960, cuando el joven gobierno revolucionario estimó la pertinencia de mantener vínculos estrechos con la nación asiática; los lazos bilaterales fueron promovidos por Fidel, el Che y otros altos dirigentes cubanos. 
 Debe destacarse la gran admiración hacia Vietnam del Comandante en Jefe, quien había leído sobre la épica batalla de Dien Bien Phu, en 1954, en la que fue derrotado el colonialismo francés. Luego vendrían nuevos sucesos y luchas contra el invasor estadounidense, cuyo final tuvo lugar en 1975, cuando se logra reunificar el país indochino. 
 En cada una de esas circunstancias la mayor de las Antillas siempre estuvo del lado de Vietnam, en un acompañamiento en diversos escenarios. Por ejemplo, en 1961 llega a La Habana la primera delegación oficial vietnamita para participar en las festividades del 1⁰ de Mayo. Al año siguiente recibimos en Cuba a un grupo de jóvenes para estudiar español; se dinamizó así la cooperación educativa, sostenida en el tiempo en disimiles carreras universitarias. Otro hito fueron nuestras donaciones de azúcar en miles de toneladas métricas. 
 En 1963 se crea el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur, antecesor de la Asociación de Amistad Cuba-Vietnam, cuya primera presidenta fue la Heroína del Moncada Melba Hernández. Tres años después, Fidel haría una declaración memorable en el marco de la Conferencia Tricontinental: “porque al pueblo de Vietnam estamos dispuestos a darle no ya nuestro azúcar, sino nuestra sangre, ¡que vale mucho más que el azúcar! Y eso lo sabe perfectamente bien el pueblo de Vietnam y la dirección del heroico Partido Comunista de Vietnam”. 
 Y cómo olvidar el encuentro entre el general de Ejército Raúl Castro y el líder Ho Chi Minh, o a los profesionales de la salud cubanos, quienes incluso desafiaron los bombardeos yanquis. Tampoco escapa de nuestra memoria la histórica visita de Fidel, en 1973. Entonces tuvo múltiples contactos con el pueblo, conversaciones oficiales, recorrido por la casa y el sitio de trabajo de Ho Chi Minh (fallecido en 1969), y su sumamente recordado intercambio en los territorios liberados del sur, aún objetivos de bombardeos estadounidenses.
 En esa estela, Vietnam nos profesa un especial cariño, materializado en la cooperación bilateral y en un firme pronunciamiento contra del bloqueo de los Estados Unidos. El compañerismo es de parte y parte. 

 María Victoria Valdés Rodda
 noviembre 28, 2025

sábado, 29 de noviembre de 2025

Huelga general en Italia contra el presupuesto de guerra de Meloni, el ajuste y el apoyo a Israel


“Si al gasto social, no al rearme”

 El viernes 28 una potente huelga general en toda Italia inmovilizó durante 24 horas al transporte, con paros en trenes, autobuses, metro y aviones, sanidad, escuela y prensa. Se cancelaron decenas de vuelos y el servicio ferroviario fue interrumpido en todo el país. 
 Los periodistas sumaron a los reclamos la exigencia de la renovación del convenio colectivo nacional, que expiró en 2016. Es la primera huelga de toda la categoría en más de diez años. Las agencias mantenían sus flujos de noticias cerrados y en los portales digitales de grandes medios como La Repubblica, La Stampa o Il Corriere della Sera aparecían congeladas las noticias del día anterior, junto a un aviso de que la página volvería a actualizarse a primera hora de este sábado. 
 La huelga, convocada por los sindicatos de base Cobas, Usb, Sgb y Cub se pronuncia contra el apoyo del gobierno de Giorgia Meloni a Israel y contra el ajuste y el aumento del gasto militar. 
 La huelga une la solidaridad con Palestina a la lucha contra el gobierno de Meloni, que eleva el presupuesto militar a 32.000 millones de euros a costa de recortes sociales. 
 La jornada nacional contra el «presupuesto de guerra» denuncia que el proyecto de ley financiera para 2026 favorece el gasto militar y profundiza el ajuste en salud, educación y las políticas sociales en general. 
 Los italianos se han estado empobreciendo durante dos décadas. Los salarios crecen a la mitad del promedio europeo, y en 2024, por primera vez, el salario medio español ha superado al italiano (diario-red) 
 “Queremos al menos 2000 euros de salario base, jubilarnos como máximo a los 62 años, basta con el sistema de subcontratación, reducir la jornada laboral manteniendo el salario, garantía del derecho a la vivienda, contrataciones en la administración pública, sanidad pública gratuita y universal", escribe la USB en un comunicado. 
 En sanidad, los sindicatos reclaman presupuesto para infraestructuras y mayor estabilidad laboral. Escuelas, universidades y la administración pública también se suma al paro, con interrupciones en diferentes servicios locales y estatales. 
 La ley de presupuestos de Meloni está en línea con el aumento del presupuesto militar que exige la OTAN, impulsa exclusivamente el rearme, con grandes empresas estatales o mixtas como Leonardo (una de las más grandes fabricantes de armas del mundo) presionando para que se produzcan más armas. 
 La USB “espera replicar el éxito de las huelgas generales por Gaza de hace un mes, cuando dos millones de personas ocuparon las calles italianas”. El comunicado de la USB: "[pedimos] el fin de toda complicidad con Israel y del genocidio en Palestina: recordamos cómo Italia se encuentra entre los principales proveedores de armas del estado israelí, mientras el genocidio continúa", escriben los representantes de los trabajadores.
 El aeropuerto de Malpensa, en Milán, canceló al menos 27 vuelos, mientras que el de Bolonia canceló al menos 17. Otros aeropuertos afectados son el de Linate, en Milán, el de Nápoles y el de Venecia. La aerolínea insignia de Italia, ITA Airways, dijo que había cancelado 26 vuelos nacionales debido a las huelgas.
 Los trenes fueron cancelados en las principales estaciones de Roma, Turín, Milán y Génova. Los servicios de transporte público urbano se vieron interrumpidos en Roma y en otras ciudades. 
 En Venecia, antes de ser dispersados por la policía con cañones de agua. los activistas bloquearon el acceso a las oficinas del grupo armamentístico italiano Leonardo -uno de los mayores fabricantes de armas del mundo, en el que el Estado tiene el 30 % de las acciones. 
 En una entrevista del Socialist Workers a dos trabajadores de la USB, ambos explicaron que muchas empresas que cierran se reconvierten a la producción de armas. Por ejemplo, en la Toscana, Leonardo pretende hacerse cargo con ese fin de una fábrica de electrodomésticos que ha cerrado. En Puglia, en el sur de Italia, trabajadores de Leonardo motorizan una petición para impedir la producción de armas para Israel. 
 Miles de manifestantes marcharon en Roma y Turín, entre otras ciudades, muchos de ellos ondeando banderas palestinas, y otra marcha en Génova contó con la presencia de la relatora especial de la ONU sobre los derechos de los palestinos, Francesca Albanese, y el exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis. La activista sueca Greta Thunberg, que participó de dos flotillas antiisraelíes que intentaron llegar a Gaza a principios de este año, también participó en las protestas. 
 Los manifestantes portaban pancartas en las que se pedía la liberación de Mohammed Shahin, un imán que será deportado de Italia tras calificar el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 como un “acto de resistencia” en una manifestación conmemorativa del aniversario de la masacre. 
 La huelga general del viernes fue convocada por el sindicato autonomista USB junto con otras organizaciones de trabajadores más pequeñas. La Unione Sindacale di Base, fundado en 2010, es un sindicato alternativo a las grandes centrales burocraticas italianas (como CGIL, CISL y UIL). Tiene presencia es el sector público y también en la industria, en comités de vivienda y en agrupaciones de migrantes y desocupados. 
 En los últimos años el USB “está desafiando el dominio tradicional de las tres principales confederaciones, la CGIL de izquierda y las centristas CISL y UIL” (Times of Israel 29/11). 
 Esta es la tercera huelga general en solidaridad con Palestina y contra el ajuste aunque la burocracia sindical esta vez no convoca ni a un paro de 2 horas, como en octubre, y la CGIL, el sindicato más grande de Italia, del Partido Comunista, dividió a la clase obrera anunciado una huelga nacional contra el presupuesto recién para el 12 de diciembre. En la huelga del 22 de septiembre los estibadores autoconvocados pararon los puertos de Génova y algunos otros impidiendo la salido de barcos con armas hacia Israel. 
 Este enorme impulso acorraló a la burocracia del CGIL y la obligó a sumarse parcialmente -con paros de dos horas- a la huelga general del 3 de octubre, que puso de pie a la clase obrera de Italia y logró repercusiones en Bélgica, Alemania, Grecia y otros países europeos. 
 La clase obrera italiana marca el camino. 

 Olga Cristóbal 
 29/11/2025

jueves, 27 de noviembre de 2025

miércoles, 26 de noviembre de 2025

La aviación de Trump sobrevuela Venezuela


Estados Unidos declaró formalmente a Nicolás Maduro como miembro de un grupo terrorista extranjero.
 Hasta ahora, las acusaciones que Estados Unidos esgrimía contra Maduro eran por “narcotráfico” y por integrar el “Cartel de los Soles”, cuya existencia muchos analistas ponen en duda. 
 A partir del lunes pasado, para el gobierno de Trump, el Cartel de los Soles pasa a ser un grupo terrorista y la cúpula del régimen venezolano, “terroristas”. 
 Si bien a principios de año Trump ya había declarado a toda organización narcotraficante como “terrorista”, aquello había quedado en el plano discursivo, sin implicancias legales.
 El domingo de la semana pasada, el Departamento de Estado emitió un comunicado anunciando la designación formal y daba siete días al Congreso para revisar la medida después de ser notificado. “En ausencia de acción del Congreso para bloquear la designación”, esta entra en vigor, algo que sucedió este lunes (Clarín, 24/11). 
 También quedaron incluidos en la designación el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa, con lo que se abre una ventana de peligro para México. 
 La inclusión en esta categoría autoriza al presidente Trump a imponer nuevas sanciones contra los activos de Maduro, algo que Estados Unidos ya había implementado desde que desconoció su gobierno en 2019. Desde antes, distintos gobiernos estadounidenses venían imponiendo sanciones individuales a personas vinculadas a alguno de los tres poderes de Venezuela. Incluso empresas europeas ya habían sido sancionadas por comerciar con la petrolera PDVSA. La única empresa con permiso para hacerlo es Chevron, y solo puede pagarle a Venezuela con crudo; las divisas están prohibidas. 
 La confiscación de bienes, empresas o fondos supuestamente relacionados con la actividad del cartel es algo que Estados Unidos ya había hecho con activos venezolanos de propiedad estatal. En 2019, 7.000 millones de dólares fueron bloqueados en Estados Unidos y 1.200 millones de dólares en oro venezolano fueron retenidos en el Banco de Inglaterra. Algunos informes estiman que la suma total de los fondos venezolanos bloqueados o confiscados en el exterior asciende a 24.000 millones de dólares.
 La designación legaliza acciones encubiertas que Trump ya había anunciado previamente, así como procesos penales en Estados Unidos: cargos formales por terrorismo con órdenes de arresto internacional. Establece, además, la prohibición de visados, la expulsión de personas vinculadas al cartel y presión sobre terceros países para que tomen medidas similares. 
 No autoriza explícitamente el uso de la fuerza letal, pero Trump interpreta que sí y así lo ha declarado. De hecho, es lo que viene implementando desde hace semanas, hundiendo barcazas en el Caribe y en el Pacífico. La diferencia sería que la amenaza ahora se extiende sobre el territorio continental venezolano. Recientemente, obtuvo el apoyo del Congreso, que votó en contra de una resolución que cuestionaba los ataques a las barcazas, y el propio Trump declaró que no necesita autorización para un ataque terrestre. 
 Lo que sí tuvo consecuencias inmediatas fue la amenaza solapada sobre los aviones que circulan por el cielo venezolano. 
 La Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) emitió alertas a varias aerolíneas comerciales sobre “un aumento de la actividad militar” en el espacio aéreo venezolano, lo que generó la suspensión de rutas por parte de compañías como Iberia, TAP, Avianca, GOL y LATAM. De esta manera, incomunicados por mar y por aire, los venezolanos han quedado virtualmente cercados, mientras que la frontera con Brasil también se encuentra fuertemente militarizada.
 Al mismo tiempo, Estados Unidos reactivó su base militar en Puerto Rico, que se encontraba inactiva desde 2004, y que fue utilizada como enclave militar para bloquear a Cuba y para invadir a Santo Domingo en 1965, a Granada en 1983 y a Panamá en 1989.
 Según Reuters, altos cargos estadounidenses señalaron el domingo que el comienzo de la segunda fase de la operación militar “Lanza del Sur” es inminente, y que el jefe del Ejército se hará presente en la zona. Hay que tener en cuenta que el jefe del Comando Sur ya había presentado su renuncia —según trascendidos, por su oposición a las operaciones ordenadas por Trump y también por su política racista hacia el interior de las fuerzas— para retirarse en diciembre, por lo que se espera una nueva designación. 
 El Comando Sur ha matado ya a más de 80 personas en ataques a barcos que supuestamente llevaban droga por el Caribe y el Pacífico, sin presentar ninguna prueba y mucho menos un riesgo para la marina estadounidense. 
 Trascendió que Maduro ofreció un final de su gobierno negociado a dos años, propuesta que fue rechazada por la Casa Blanca. 
 Rusia brindó pertrechos militares a Venezuela y, al igual que China, acaba de respaldar a Maduro y de pronunciarse contra la injerencia militar estadounidense. Sin embargo, es probable que Venezuela termine como moneda de cambio en un eventual acuerdo para poner fin a la guerra de Ucrania entre Trump y Putin. 
 El despliegue militar en el Caribe es el mayor en la región desde la crisis de los misiles en 1962 y el mayor del mundo desde la guerra de Irak, por la cantidad de pertrechos implicados. Para una invasión terrestre, Trump necesitaría movilizar más tropas, pero no puede mantener indefinidamente semejante despliegue armamentístico, que cuesta millones de dólares por día, sin llegar a una definición. 
 Si lo que buscaba era generar una crisis que favoreciera un levantamiento interno y provocara un cambio de régimen, el tiro le estaría saliendo por la culata, porque la oposición a Maduro está más dividida que nunca y buena parte de ella es contraria a las acciones bélicas contra Venezuela. Esto deja a María Corina Machado en un cipayismo aislado, por más premios Nobel que le otorguen. 
 La misma inercia de Trump y el desarrollo de los hechos lo van a obligar a tomar una decisión. 
 Un ataque a Venezuela es una amenaza para toda América Latina; la movilización en todo el continente es lo único que puede detener a Trump y a su imperialismo en decadencia. 

 Aldana González 
 25/11/2025

domingo, 23 de noviembre de 2025

El Consejo de Seguridad de la ONU da su aval al plan colonial de Trump


El 29, movilicémonos en todo el mundo por una Palestina libre, del río al mar. 

 El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este lunes 17 una infame resolución que adopta enteramente el plan colonial de Donald Trump para la Franja de Gaza y, en consecuencia, establece una fuerza internacional de ocupación en el territorio costero (“Fuerza Internacional de Estabilización”, según el pérfido lenguaje de la norma) y una junta de gobierno (“Junta de Paz”) –con poderes hasta fines de 2027- que tendrá al frente al magnate estadounidense, según detalla el anexo del documento, que es nada menos que el mismísimo plan de 20 puntos diseñado por la Casa Blanca.
 El texto recibió el voto afirmativo de 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Dinamarca, Grecia, Corea del Sur y Argelia. Pero también cuenta con el aval de importantes Estados que no lo integran, como Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Arabes, es decir, las burguesías árabes, y hasta de la Autoridad Palestina, que corona con este aval un largo proceso de cooperación con las autoridades sionistas. Rusia y China se abstuvieron en la votación, pero no ejercieron su poder de veto, que hubiese hecho naufragar la resolución. Esta postura es congruente con el apoyo que ya habían dado al plan Trump y con sus vínculos comerciales y diplomáticos de todo tipo con Israel. 
 La resolución legitima la presencia de las tropas sionistas en Gaza (que actualmente ocupan más de la mitad del territorio) hasta su reemplazo por la fuerza internacional, e incluso, admite posteriormente “una presencia perimetral de seguridad que permanecerá hasta que Gaza esté debidamente protegida frente a cualquier resurgimiento de la amenaza terrorista (sic)” (punto 7). Y asigna a la fuerza de ocupación la potestad de garantizar “el proceso de desmilitarización de la Franja de Gaza, lo que incluye destruir e impedir que se reconstruyan las infraestructuras militares, terroristas y ofensivas, así como retirar permanentemente del servicio las armas de los grupos armados no estatales” (ídem). Esto va en sintonía con los deseos de Trump y Netanyahu de destruir a Hamas y el resto de las organizaciones de la resistencia palestina. Mientras se insiste en desarmar a estos grupos, se tolera el asedio constante del Estado genocida. 
 En cuanto a la junta de gobierno, se estipula que tendrá el apoyo de un “comité palestino tecnocrático y apolítico” (punto 4), hasta tanto la Autoridad Palestina “haya completado satisfactoriamente el programa de reformas” que le exige el imperialismo “y pueda retomar el control de Gaza de forma segura y efectiva” (punto 2). Aquí, la intromisión resulta descarada, puesto que se priva al pueblo de Gaza del derecho elemental de elegir a sus propios gobernantes, y se deja el poder en manos de figuras del imperialismo (en el anexo sobresale el nombre del exprimer ministro británico Tony Blair, uno de los responsables de la invasión de Irak, en 2003) y, a la postre, de una Autoridad Palestina remodelada a conveniencia. 
 Este celo por mantener el poder en manos seguras se explica, en parte, porque la llamada “Junta de Paz” tendrá a su cargo la coordinación de la reconstrucción de Gaza, que ha sido reducida a escombros, y hay grandes grupos capitalistas que buscan tallar en ese proceso, empezando por los intereses inmobiliarios de Trump y su famoso proyecto turístico, pero que se extiende también a las burguesías árabes que, a través de Egipto, presentaron en marzo una propuesta de remodelación que movería más de 50 mil millones de dólares. El imperialismo yanqui no solo proporcionó a Israel las bombas que reventaron la mayor parte de los hogares del sufrido pueblo gazatí, sino que busca sacar provecho de las ruinas. 
 Para justificar su apoyo a semejante texto, la Autoridad Palestina alude al presunto reconocimiento de un Estado palestino, pero se trata de una referencia completamente incierta, que, además, está atada a la legitimación del plan colonial. La resolución dice: “Una vez que se haya llevado a cabo fielmente el programa de reformas de la Autoridad Palestina y haya avanzado la reurbanización de Gaza, se podrán dar por fin las condiciones necesarias para una vía factible (?) hacia la libre determinación y la condición de Estado de Palestina” (cursivas nuestras). 
 Esta formulación muestra a qué punto ha quedado reducida la llamada “solución de dos Estados”, en el marco del avance sostenido de la colonización sionista en la región. 

 El genocidio continúa 

Mientras el imperialismo diseña su fuerza de ocupación (aún no está claro qué países la integrarán, ni se habla de un número específico de tropas), la Franja de Gaza sigue padeciendo la ocupación de las tropas sionistas y la violación constante del cese al fuego. Más de 1.500 edificios fueron destruidos desde entonces, y más de 200 gazatíes fueron asesinados. A su vez, la ayuda humanitaria ingresa a cuentagotas, por lo que el bloqueo y sus dramáticos efectos (hambruna, enfermedades) siguen apabullando a la población. A esto hay que sumar el salto que prepara Israel en la colonización de Cisjordania (con el asentamiento E1 como proyecto estelar) y el ataque de bandas de colonos armados en dicho territorio. 
 La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU fue rechazada por las organizaciones de la resistencia palestina, entre ellas Hamas y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que en un comunicado propio declaró que “nuestro pueblo, que ha hecho sacrificios continuos, no aceptará ninguna fórmula que disminuya su soberanía y continuará su lucha hasta lograr la completa libertad en su tierra”.
 Francesca Albanese, experta independiente de la ONU, autora de un informe revelador sobre los intereses económicos que operan detrás del genocidio del pueblo palestino, denunció, por su parte, que el plan votado "es un descarado intento de imponer, mediante la amenaza de fuerza continuada contra una población virtualmente indefensa, los intereses de Estados Unidos e Israel, lisa y llanamente". La resolución, según la funcionaria, “se centra casi exclusivamente en desarmar a los grupos armados palestinos mientras no hace nada para acabar con la causa principal de la violencia: el asedio ilegal continuo de Israel, la ocupación, la segregación racial y el apartheid, y la limpieza étnica”.

 Jornada internacional 

El 29 de noviembre se desarrollarán movilizaciones en apoyo al pueblo palestino en distintas partes del mundo. En el caso de Italia, estarán precedidas por un nuevo paro general de solidaridad. 
 En Buenos Aires, el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino se movilizará de Congreso a Plaza de Mayo, y también habrá convocatorias en el interior del país. 
 No al genocidio. No al plan de Trump y el Consejo de Seguridad de la ONU. Fuera las tropas sionistas de Palestina, Siria y Líbano. Por una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente. 

 Gustavo Montenegro

sábado, 22 de noviembre de 2025

Guerra OTAN-Rusia: los 28 puntos de Trump ensanchan la grieta con el imperialismo europeo


Un “borrador” para colonizar a Ucrania y a Rusia por parte del imperialismo norteamericano. 

 Estados Unidos presentó una nueva propuesta a Kiev para entablar negociaciones con Rusia. “El plan Trump” es un extenso borrador de 28 puntos, que muchos comentaristas asemejan al de Gaza, tanto por la estructura y el lenguaje. Por sobre todo, por su carácter bilateral, que deja afuera a la tercera parte; Hamas en un caso y Ucrania en la presente. “Trump aprobó un nuevo plan para poner fin a la guerra. Ucrania no participó en su elaboración” titula NBC. 
 Ha sido confeccionado discretamente por miembros de los equipos de Vladímir Putin y Donald Trump, aunque es éste el que asume la autoría. Dimitri Peskov, el secretario de prensa del Kremlin sostuvo: “No tenemos nada nuevo que añadir a lo sucedido en Anchorage (Alaska). No tenemos nada que decir”. 
 Resumiendo, todas las publicaciones que han aparecido sobre este tema, podemos identificar lo siguiente: Ucrania debe ceder la región oriental del Donbass, reducir el tamaño de las Fuerzas Armadas ucranianas (a la mitad, según el Financial Times), (y a dos veces y media, según The Economist). Debe limitar el armamento de largo alcance de Kiev, que sea capaz de alcanzar zonas profundas de Rusia. Ucrania tendrá vedado el ingreso a la OTAN. Estados Unidos "y otros países" (que no menciona) reconocerán a Crimea y al Donbass como territorios rusos, pero esto no así Ucrania. (que podrá reclamarlos como propios). “La propuesta exige a Kiev ceder a Rusia la totalidad de la fuertemente fortificada región de Donetsk”, advierte el Washington Post. El plan obliga a Ucrania a reconocer el ruso como idioma oficial del país y otorgar estatus oficial a la Iglesia ortodoxa rusa. Además, estipula la prohibición del despliegue de tropas extranjeras en Ucrania (como reclama la Comisión Europea). A cambio de estas concesiones, Estados Unidos promete brindar garantías de seguridad a Ucrania. La publicación Rusia Today asegura que “incluiría una garantía de seguridad basada en el Artículo 5 del tratado de la OTAN.” Este artículo obliga a Estados Unidos y a sus aliados europeos a considerar un ataque contra Ucrania como un ataque contra toda la "comunidad transatlántica", una curiosa admisión de Ucrania en la OTAN. 
 Por otra parte, se levantan las sanciones económicas a Rusia: “Los fondos rusos congelados en Europa serán desbloqueados”, confirma el Kommersant (21/11). Luego se invitaría a Rusia a reincorporarse al G8. Estados Unidos firmaría un acuerdo con Moscú que abarcaría energía, recursos naturales, infraestructura, inteligencia artificial, centros de datos y extracción de metales de tierras raras en el Ártico. Putin se queda con una parte del territorio ucraniano y Trump con la totalidad de los recursos, incluidos los de la zona rusa. 
 Estas condiciones habían sido catalogadas en el pasado por los aliados europeos como una capitulación de parte de Trump; lo ha vuelto a decir. La Casa Blanca cree que Ucrania probablemente perderá más territorio en el Donbás si la guerra continúa, "por lo que lo que más le conviene a Ucrania es llegar a un acuerdo ahora", declaró un funcionario estadounidense a Axios. Rusia, en efecto, avanza militarmente hacia la provincia de Kherson y hacia la ciudad de Jarkov, la segunda en importancia de Ucrania, a pocos kilómetros de la frontera noroeste con Rusia. Putin, de todos modos, capitula a su manera, porque renuncia a un cambio de régimen en Kiev, el objetivo clave de la invasión de febrero de 2022. Tampoco obtiene el cese del rearme de Alemania, que se ha incrementado en forma exponencial con el pretexto de la guerra en Ucrania. El largo texto de Trump no rechaza la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, la causa del golpe de febrero de 2014. 
 Muchos de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, reunidos en Bruselas el jueves, afirmaron haberse enterado de los detalles de la propuesta únicamente a través de los medios de comunicación, “a pesar de que las naciones europeas se han convertido en los principales proveedores de ayuda financiera y militar a Ucrania desde que la administración Trump redujo el apoyo estadounidense” (Washington Post 20/11). El imperialismo europeo levanta la amenaza de una fractura de la OTAN, pero todavía se tomará su tiempo para ver cómo puede sacar tajada del borrador de Trump – que nada dice de esa “ayuda financiera y militar”. Los europeos responsabilizan el enviado especial de Trump, Steve Witkof, quien ha estado impulsando “discretamente” un plan con disposiciones a las que Ucrania se ha opuesto durante mucho tiempo, incluyendo obligarla a ceder territorio estratégico que Rusia aún no ha tomado militarmente. «No nos importan los europeos. Lo importante es que Ucrania lo acepte», dijo una fuente estadounidense a un reportero del medio Político. Pero Ucrania comulga con Europa, salvo que Trump orqueste un golpe de estado en Kiev, que permita un triángulo entre EEUU-Rusia-Ucrania, y la ruina del “drang nach oesten” (colonización del este) del imperialismo germano. 
 Trump anuncia el borrador cuando Zelenski se encuentra acosado por casos de corrupción alrededor de fondos destinados a reforzar la defensa de la infraestructura energética contra los misiles y drones rusos. Lo salpica directamente, porque involucra a su entorno inmediato. Esta semana, miembros del propio partido del presidente han reclamado la expulsión de Andrey Yermak, la “eminencia gris” del poder en Ucrania. La suerte de Yermak, el influyente jefe de gabinete, podría precipitar la implosión de la frágil alianza entre las fuerzas armadas, los oligarcas, la policía secreta y el parlamento que mantiene a Zelenski en el poder. 
 El escándalo de desvíos de fondos fue destapado por la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU). Zelenski había intentado copar este organismo y su agencia hermana, la SAP (fiscalía anti corrupción), hace apenas cuatro meses, poniéndola bajo control directo del gobierno por medio de una legislación redactada a toda prisa. Estas maniobras provocaron las protestas y movilizaciones más importantes en Kiev desde el inicio de la guerra. Se trata del segundo choque en pocos meses entre esas agencias, que son respaldadas por Estados Unidos, y el círculo íntimo del presidente. El Servicio de Seguridad Nacional de Ucrania, más conocido como SBU, es leal a Zelenski. Controla el sistema judicial y las cárceles. Por otro lado, la NABU y la SAP cuentan con un fuerte apoyo político, financiero y de inteligencia de Bruselas y Washington. Ucrania se está convirtiendo en una «colonia marginada que está perdiendo su soberanía», se quejó la ex primera ministra Yulia Timoshenko en agosto, tras respaldar los intentos de eliminar la independencia de la NABU. Timur Mindich, apodado “la billetera de Zelenski”, un magnate muy cercano al poder, huyó del país pocas horas antes de que la oficina anti corrupción registrara uno de sus apartamentos, en el marco de una operación bautizada “Midas”. En ese registro encontraron, entre otras cosas, un inodoro de oro en uno de los baños. Cuando la opinión pública entendió que el dinero que debía destinarse a salvaguardar la infraestructura crítica en pleno invierno se malversaba en esta forma, la popularidad de la cúpula política ya estaba severamente golpeada. En las últimas horas, la Rada (parlamento) votó la destitución de los ministros de Energía y Justicia. 
 La corrupción es profunda y generalizada: “Se han planteado interrogantes sobre cómo Fire Point, una agencia de casting para las películas de Zelenski antes de la guerra, obtuvo contratos gubernamentales multimillonarios para producir drones para el ejército ucraniano. Fire Point también produce el misil de crucero de largo alcance Flamingo, de reciente desarrollo” (The Spectator 12/11). 
 Estados Unidos se encuentra detrás de todos los movimientos actuales que jaquean al régimen ucraniano, presumiblemente para neutralizar a Zelenski y presionarlo a aceptar un acuerdo con Putin, a partir de disposiciones que fueron rechazadas en el pasado reciente. Se trata del cuarto intento de la Casa Blanca, por forzar una resolución que la mayoría de los implicados ve distante. Según el Wall Street Journal, los aliados europeos estarían elaborando un borrador “más justo” para Ucrania. La discordia real es que Merz, Macron y Stramer, la “coalición de los ofendidos”, reclaman un poder de veto sobre el contenido. Adelantándose a los intentos de aplazar una resolución por medio de dilaciones, “Estados Unidos presiona a Ucrania para que firme un acuerdo de paz antes del Día de Acción de Gracias o perderá su apoyo” titula el Post (21/11). Por “apoyo” se refiere a la información de inteligencia satelital que EE.UU. continúa compartiendo con Kiev, que resulta crucial para su supervivencia en el campo de batalla. Los servicios norteamericanos acaban de capturar a dos alemanes acusados de haber puesto las bombas en el NordStream 2, el gasoducto que debía llevar el gas ruso a Alemania y Europa. Erdogan, el presidente de Turquía, canceló una reunión con Zelenski, cuyo propósito era reactivar “el modelo Estambul’ para negociar con Rusia, para poder adherir al borrador de Trump 
 La situación en el frente es muy complicada. Hay al menos siete ciudades que están cayendo o que están destinadas a caer en los próximos meses. La reintegración de Rusia en la economía global y el uso parcial de sus fondos congelados para financiar proyectos conjuntos con Estados Unidos podría entrar en conflicto con los lazos económicos tejidos entre Putín y Xi Jinping. Las relaciones de Washington y Pekín atraviesan un momento crucial en tres frentes: uno es la irrupción de Japón en el plan de guerra contra China; dos es la inminencia del estallido de una burbuja tri-millonaria en la industria norteamericana ligada a la Inteligencia Artificial; tres, la presión del capital tecnológico a Trump para incrementar las ventas de chips a China. El capital estadounidense busca deliberadamente evitar que Rusia se vuelva un apéndice de China en lo referido al suministro creciente de materias primas y energía. El éxito del acuerdo permitiría a Estados Unidos “girar hacia Asia”, esto es contener de manera más sólida a China, con métodos de presión económica y geopolítica. 

 Camilo Márquez 
 21/11/2025

jueves, 20 de noviembre de 2025

Japón prepara la guerra contra China


Es un ‘proxy’ de Trump. 

 Los estiletazos entre China y Estados Unidos en torno de la isla de Taiwán se han agravado, a partir del protagonismo alcanzado por el principal aliado yanqui en la región – el gobierno de Japón. La primera ministra nipona Sanae Takaishi, perteneciente al derechista partido Liberal Democrático, revolvió el avispero al declarar su intención de enviar tropas en apoyo de Taiwán y de su gobierno “separatista”, en caso de un conflicto abierto entre China Popular y Taiwán. Takaishi argumentó que un ataque y ocupación de Taiwán, por parte de China, comprometería la seguridad de Japón. 
 En respuesta a sus dichos, China denunció a Japón en el Consejo de Seguridad de la ONU y “desaconsejó” las visitas turísticas de sus ciudadanos a Japón. La cancelación de 500.000 pasajes ha generado una crisis en la industria turística y en el comercio nipones, porque casi el 30% del turismo receptivo de Japón depende de China. Xi Jinping ordenó, también, cancelar importaciones de productos pesqueros y “bienes culturales” desde Japón, en lo que se prefigura como una declaración de guerra comercial. Takaichi respondió a estas acciones con la movilización de aviones de combate, con la excusa de haber detectado drones de origen chino en el espacio aéreo cercano al canal de Taiwán. 

 Historia y presente

 Varios observadores han situado estas escaramuzas dentro de la “histórica conflictividad” entre China y Japón, de un lado, y entre la China Popular y Taiwán, del otro. Las “viejas” cuestiones, sin embargo, cobran otro significado bajo el escenario de la guerra internacional en desarrollo, que tiene su norte estratégico en el antagonismo entre China y Estados Unidos. Taiwán, la isla donde se confinó la burguesía china después de la revolución de 1949, ha sido reclamada desde entonces como territorio propio por el régimen de China Popular. Desde comienzos de los 90, el planteo de “un país y dos sistemas” fue la oferta del régimen “comunista” a Taiwán. Detrás de las promesas de respetar a las relaciones capitalistas en la Isla, el slogan adelantaba la transición a “un solo sistema”, o sea, un salto cualitativo en la restauración capitalista de China continental. Pero esa restauración acentuó la disputa por inversiones y mercados por parte de las dos Chinas, o sea, la guerra de intereses capitalistas. Taiwán detenta el liderazgo mundial en la producción de semiconductores. La disputa en curso -“soberanía” o anexión a China- es sencillamente la forma que reviste la guerra en ciernes entre Estados Unidos y China por el dominio de la tecnología asociada al capital digital. En los últimos años, la presencia política y militar del imperialismo yanqui en Taiwán se ha incrementado decisivamente, al igual que en la región marítima aledaña. 
 Donald Trump visitó la región recientemente. Por un lado, celebró una distensión comercial con China, en medio de fotos y sonrisas. Por el otro, se reunió con la primera ministra nipona, anunciando acuerdos para la explotación de minerales críticos y tierras raras, y prometiendo una “nueva edad de oro” en las relaciones entre Japón y Estados Unidos. De ese modo, envalentonó a Takaishi a rechinar los dientes contra Xi Jinping. La “Milei” japonesa se ha convertido en un ariete de Trump en la preparación de un choque de alcance general entre Estados Unidos y China. 

 Rearme de Japón

 En la denuncia que formuló contra Japón en el Consejo de Seguridad, el representante de China acusó a Takaishi de haber roto el histórico “compromiso de su país con el desarrollo pacífico”. El vocero chino aludía a las restricciones que se le impusieron a Japón en la segunda posguerra, contra cualquier tentativa de rearme o intervención militar. En realidad, aquel desarme compulsivo ya ha sido largamente abandonado por Japón, bajo el incentivo de los mismos que se lo impusieron ochenta años atrás. En 2015, una enmienda constitucional habilitó a Japón a la “autodefensa” en caso de “peligro a la seguridad nacional” – es lo que ahora invoca Takaishi para una eventual intervención en Taiwán. Desde 2022, Japón experimentó una fantástica aceleración del gasto militar. Takaishi asumió su mandato prometiendo llevar ese gasto al 2% del PBI, algo así como 80.000 millones de dólares por año. Donald Trump, sin embargo, le reclamó a Takaishi escalarlo al 3,5% en un lapso breve. Como parte de ello, Japón se ha convertido en un proveedor sistemático de material bélico a Australia, el otro gran pilar del imperialismo norteamericano en la región. En agosto pasado, Japón anunció la venta a aquel país de once modernas fragatas de defensa, lo que marcó el regreso de la emblemática corporación Mitsubishi a la producción de naves con fines bélicos. El frenético rearme de los dos grandes derrotados de la última guerra mundial -Alemania y Japón- es un rasgo marcado de la guerra global en desarrollo. 

 De las escaramuzas a la guerra 

La intervención de Japón, por ahora en grado de tentativa, en la disputa por Taiwán, y en el enfrentamiento estratégico entre Estados Unidos y China, es otro episodio de una guerra internacional que multiplica sus frentes de batalla. Recientemente, y en la propia Asia, estos choques por “procuración” o por encargo enfrentaron, por caso, a Tailandia con Camboya. Un poco antes, a la India con Pakistán. Naturalmente, Japón no es cualquier “mandadero”: su involucramiento en la disputa por Taiwán es un salto cualitativo en la tendencia a la guerra. Japón paga ahora el precio de una fractura con uno de sus principales socios comerciales (China). Pero por el otro lado, la burguesía nipona se sube al carro de un “complejo industrial militar” propio, en la expectativa de remontar por esa vía una declinación económica de décadas.
 La diplomacia “trumpista” recluta aliados en cada frente de batalla de la guerra internacional. Es una confesión de los límites de una potencia declinante -el imperialismo yanqui- para intervenir en una guerra general a partir de sus propias fuerzas. Pero a la vez, es la confesión de que necesita imperiosamente de esa guerra para remontar su propia declinación histórica.

 Marcelo Ramal 
 20/11/2025

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Otra “socialista” del Partido Demócrata triunfa en Seattle


“La fe estadounidense en el capitalismo está disminuyendo”, escribió un periodista del Seattle Times (13/9), unas semanas antes de las elecciones para alcalde de la ciudad capital del estado de Washington. El título del artículo se preguntaba: “¿Será este el año en que Seattle se vuelva socialista? Todo apunta a que sí”. 
 Dos meses después se desarrollaron las elecciones, y tras un largo escrutinio se confirmó el triunfo de la candidata Katie Wilson, del partido Demócrata, uno de los dos del imperialismo norteamericano, que se define como “socialista”. Según la legislación del estado, los candidatos se presentan primero a una “interna no partidista” en la que van todos los nombres propuestos sin identificación partidaria, y los dos más votados pasan a la elección general. En la primaria de agosto, el más votado fue el actual alcalde Bruce Harrell con el 52% de los votos, y la segunda más votada fue la activista Katie Wilson que obtuvo alrededor del 28%. Tanto Harrell como Wilson están inscriptos como Demócratas. 
 La elección, el 4 de noviembre, fue muy reñida. Esa noche Harrell lideraba el recuento por más de 10.000 votos, pero restaba procesar las boletas tardías y los votos por correo, mayoritariamente de electores jóvenes y progresistas. El resultado final: Katie Wilson superó a Harrell, obteniendo el 50% de los votos, en una votación con elevada participación para una elección municipal (55% de los electores).
 Tanto la candidata desafiante como el propio proceso electoral han sido comparados con el triunfo de Zohran Mamdani en Nueva York. Harrell era el favorito y contaba con gran apoyo financiero, mientras que Katie Wilson carecía de trayectoria en cualquier cargo político y era una candidata contraria al aparato Demócrata. 
 Seattle es la ciudad más importante de la región Noroeste del Pacífico, con cerca de 800.000 habitantes, pero su relevancia va más allá de su tamaño, porque es un centro tecnológico de primer orden. Allí está la sede de Microsoft y de Amazon, así como grandes infraestructuras de Google, Meta, Apple, Nvidia, así como Boeing, etc. No es Nueva York, pero en ella están ubicadas gigantes de las Tecnológicas que superan los 3 billones de dólares según su valor de mercado. Por otra parte, es una de las ciudades más izquierdistas de EE.UU., junto con San Francisco y Portland. 
 La lucha de clases ha tenido una importante alza en Seattle luego de la pandemia, con grandes huelgas en la construcción, la educación, Amazon, Starbucks, hotelería, aeropuertos -muchas de ellas con importantes triunfos salariales y crecimiento de la sindicalización. También fue un epicentro de las movilizaciones contra la represión y brutalidad policial, como el movimiento Black Lives Matter y campañas para “desfinanciar” a la policía. Seattle también ha sido campo de batalla acerca de los impuestos a las grandes empresas (“Amazon Tax”) y en 2014 fue la primera gran ciudad en aprobar el salario mínimo de $ 15/hora. Bernie Sanders ganó en el condado de King (donde está Seattle) las primarias demócratas de 2016 y 2020, por un gran margen. 
 En varios de esos movimientos -como el del salario mínimo y el “impuesto Amazon”- jugó un papel una exconcejala trotskista (CWP) llamada Kshama Sawant, que ocupó un cargo en el Consejo Municipal entre 2014 y 2024, y ahora está realizando una campaña para representante nacional en oposición al actual representante demócrata Adam Smith. 
 El eje de la campaña de Wilson fueron reformas sociales super elementales, como la vivienda asequible (impuestos progresivos a los ricos para financiar vivienda social), crear refugios para las personas sin hogar y detener desalojos forzados, acceso gratuito y universal al cuidado infantil, reformas en el transporte y en su costo, entre otros; lo mismo que Mamdani. Respecto a la represión policial, Wilson ha apoyado la campaña “defund the police” (quitar presupuesto a la represión) luego del asesinato de George Floyd y el movimiento Black Lives Matter, pero en la campaña realizó propuestas moderadas. También similares a la de Mamdani, en cuanto a crear distintos servicios de “seguridad civil”, programas no policiales (salud mental, atención a adictos, etc.). 
 A diferencia de Mamdani, Katie Wilson no integra el agrupamiento DSA (“Demócratas Socialistas”). Por otra parte, si bien los integrantes de DSA de Seattle la votaron, no la apoyaban oficialmente, cuestionando que no integraba ni apoyaba la plataforma del grupo, sino que tampoco impulsaba la campaña BDS (Boycott, Divestment and Sanctions) contra Israel, ni los planteos de recorte presupuestal a la policía. Según el DSA de Seattle, Wilson los acusaba de “automarginarse”. De todas formas, la posición del DSA aspiraba a “trabajar juntos” cuando Wilson fuera electa.
 Los Demócratas Socialistas, además de formar parte del Partido Demócrata -un partido de Wall Street, imperialista- son un grupo muy heterogéneo, con numerosos agrupamientos internos.
 Katie Wilson se diferencia de Kshama Sawant. En el artículo mencionado más arriba, el periodista resume así las diferencias: “Wilson sostiene que Sawant estaba empeñada en debilitar al Partido Demócrata, mientras que Wilson, también demócrata, deseaba colaborar con los demócratas tradicionales e impulsarlos hacia la izquierda” (Seattle Times, 13/9). La recién electa alcaldesa afirmó: “Como concejal, Kshama intentaba desmantelar el sistema”. “Pero la alcaldía es un cargo ejecutivo. No se puede postular a la alcaldía y decir que se quiere desmantelar el sistema. Se está pidiendo dirigir el sistema”. 
 El giro a la izquierda de parte del electorado demócrata alcanzó a votantes trumpistas, según se pudo apreciar en NYC, que también se expresó en otras elecciones, como en Minneapolis. Allí se presentó otro candidato “demócrata socialista”, Omar Fateh, quien desafiaba la reelección del demócrata sin aditamentos, Jacob Frey. Finalmente, el alcalde fue reelecto con 50% de los votos, pero Fathe (un inmigrante somalí, autodeclarado “socialista”) superó el 44%. Frey era apoyado por ambos partidos (Demócrata y Republicano), así como por el gobernador “progre” Tim Walz y la senadora Amy Klobuchar (del establishment Demócrata). 
 El triunfo de Katie Wilson se inscribe dentro de las derrotas de Trump y la elite dirigente Demócrata. Wilson esgrime el slogan de un Seattle “a prueba de Trump”. Las elecciones a la alcaldía fueron un reflejo del creciente repudio a la creciente desigualdad social y a la preponderancia política de los megarricos –una oligarquía concentrada en Seattle, además de Wall Street. Con independencia de las limitaciones insalvables de los candidatos “demócratas y socialistas”, en la mayor metrópoli antisocialista y anticomunista, o, más importante, de la confusión que difunde, es manifiesta la inquietud de las nuevas generaciones de trabajadores por una salida que acabe con la dominación de la oligarquía financiera (o, como se decía antaño, “las 400 familias”, hoy reducida en número en la cúpula billonaria. Es un punto de apoyo poderoso para luchar con la guerra imperialista y el fascismo. 

 Rafael Fernández 
 18/11/2025

martes, 18 de noviembre de 2025

Volver a Lenin - Con Atilio Borón



Ecuador: el gobierno de Noboa sale derrotado en todos los puntos de un referendo nacional


Los ecuatorianos rechazan la instalación de un base militar de Trump. El gobierno del ultraderechista Daniel Noboa ha salido ampliamente derrotado del referéndum y consulta popular impulsado y capitaneado por él mismo; el Presidente pidió incluso licencia para encabezar la campaña. El punto central era derogar la disposición constitucional que prohíbe la instalación de bases extranjeras en el territorio. Noboa ha pactado con Trump la ex base norteamericana de Manta, en la frontera con Colombia y a un paso de Venezuela. Los otros puntos a plebiscitar eran reducir la Asamblea Nacional a 73 miembros, dejar de financiar con recursos públicos a los partidos políticos y discutir una nueva Constitución Nacional. 
 La expectativa del gobierno de ganar el referendo era alta, pues hace siete meses se había impuesto cómodamente en el balotaje presidencial ante la candidata Luisa González, apoyada - del partido Revolución Ciudadana. Las encuestas, publicadas solo al comienzo de la campaña electoral por disposición legal, daban un margen positivo al gobierno y anticipaban un escenario de 55% a 45%, similar al balotaje. Con su involucramiento personal. Mientras Noboa, un ricachón bananero, buscaba apuntalar este escenario, la oposición realizó una tímida campaña por el “No”. El correísmo incluso especulaba con poder intervenir en una subsiguiente reforma de la Constitución. Pero el rechazo fundamental vino de la CONAIE (Confederación Nacional Indígena) que hace solo semanas encabezó una amplia movilización contra el gobierno nacional contra la reducción de subsidios a la gasolina y el kerosén. 
 Finalmente, los resultados resultaron en un rechazo a las cuatro propuestas oficiales, que se votaban por separado. El mayor rechazo (60%) se centró en la instalación de bases militares norteamericanas en suelo ecuatoriano, a pesar de que ya habían sido autorizadas por el Parlamento. Kristi Noem, la secretaria de Seguridad de Trump, incluso había viajado a Ecuador para inspeccionar los distintos lugares propuestos por Noboa para su instalación. Este acuerdo, encuadrado en la lucha contra las organizaciones “narcoterroristas”, incluía la aceptación por parte de Ecuador a recibir compatriotas deportados de manera regular. Cerca de 4 millones de ecuatorianos viven en el exterior; 30% de ellos, en suelo estadounidense. Además, el 57,31% de los ecuatorianos se negaron a que los partidos políticos se queden sin fondos públicos y el 52,74%, a que se reduzca su número de representantes en el Parlamento.
 La confianza de Noboa estaba situada en un supuesto apoyo popular a la lucha contra el crimen organizado. Ecuador, desde antes de la asunción de Noboa, se encuentra en una situación límite en cuanto las garantías constitucionales. El resultado ha sido una profundización de la violencia, abuso de autoridad por parte de la policía y las Fuerzas Armadas, así como una violencia callejera sin precedentes en las barriadas obreras, con epicentro en Guayaquil. 
 El gobierno, en la breve campaña de dos semanas que consumió el plebiscito, esbozó muy pocas propuestas concretas sobre su interés en reformar la Constitución. El discurso se centraba en recortar aún más libertades individuales, ejercer mayor presencia de las Fuerzas Armadas – incluidas las norteamericanas. Por los márgenes, se fueron colando otras propuestas de diversas carteras ministeriales, como la de Trabajo. El ahora ex ministro, Ivonne Núñez, sugirió “que, en caso de una constituyente, se debe evaluar el trabajo por horas -una propuesta que ya ha perdido en plebiscitos anteriores- así como rever la entrega de décimos (aguinaldo) a los trabajadores en relación de dependencia.” (Infobae, 18/11) 
 El presidente ha solicitado la renuncia a todos los gobernadores y ministros del gabinete. El primero en abandonar su cargo fue Núñez, seguido de Danilo Palacios, de Agricultura. Otra renuncia esperada es la de Zaida Rovira, ministra de Gobierno, quien violó la Ley al participar de la campaña siendo funcionaria pública en ejercicio y recibió fuertes críticas. Para coronar, Edgar Lama, actual presidente del directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), sería otra salida obligada tras destaparse una red de pagos privilegiados a empresas asociadas a su familia, dejando deudas millonarias del Estado con otros proveedores de la seguridad social. 
 El triunfo del “No” ha sido visto, por un lado, como un rechazo al rumbo autoritario del gobierno y a la escalada de la violencia callejera. Por el otro, ha sido visto como un rechazo al conjunto de los partidos políticos. Aunque Correa haya declarado que el “no” se impuso como resultado de la rebelión popular, su partido no ha movido un dedo por dicho triunfo. Incluso, en los momentos claves, el propio Correa acompañó el giro represivo del gobierno. Noboa fue derrotado en el terreno que buscaba imponer un régimen de autoridad personal: las votaciones plebiscitarias. El “Sí” solo logró imponerse en una provincia, Tungurahua ubicada en el centro del país. Aunque con un claro contraste entre las ciudades y los pueblos indígenas de la sierra, donde el “No” alcanzó el 80% de los votos (La hora, 17/11). 
 Esta derrota debe ser leída como un golpe al imperialismo, no solo por la pretendida instalación de bases militares, sino porque ellas representan un aval a una guerra por el cambio de régimen en Venezuela. 

 Joaquín Antúnez 
 18/11/2025

lunes, 17 de noviembre de 2025

El Leninismo y América latina — Taller a cargo de Alexis Capobianco


 

 El jueves 8 de agosto de 2024 tuvo lugar el segundo de los talleres planificados a partir de la edición de "Aportes para un debate necesario", una compilación de textos de Rodney Arismendi. En esta oportunidad, el profesor Alexis Capobianco analizó desde una perspectiva actual los postulados arismendianos sobre el desarrollo del leninismo en América Latina.

La participación de la Armada argentina en el Comando Sur contra Venezuela


Metido de lleno en su campaña de alineamiento sin condiciones, el gobierno de Milei ordenó llevar apoyo naval a la flota del Comando Sur que estos días azota a las barcazas que navegan el Mar Caribe para preparar una acción militar contra Venezuela. El jefe de la Armada, Carlos Alievi, se negó, aduciendo que el buque solicitado no está en condiciones. La orden desde Casa Rosada había ordenado que un destructor argentino que participa de la Misión Unitas -ejercicios de colaboración multinacionales- se una a la flota norteamericana. 
 El destructor sólo tiene un cañón de 40 mm, pero no cuenta con misiles antiaéreos para su defensa, ni misiles Exocet buque-buque, ni torpedos de a bordo, ni cargas de profundidad. El riesgo que implica llevar un buque en estas condiciones a una zona de conflicto amenazaba con crear una crisis política en la Armada.
 Luis Petri, de salida del Ministerio de Defensa porque debe asumir una banca, dejó pasar el regreso del buque a Puerto Belgrano. Sin embargo, el grueso de la bronca de los Milei fue contra el jefe de la Armada, quien parece que también está de salida. La negativa del Almirante se debe, además de a la obsolescencia del Destructor, a la ilegalidad que comportaría esta acción no autorizada por el Congreso. 
 El planteo de asociar el destructor argentino a la flota norteamericana no habría sido una ocurrencia solitaria de Milei, sino un pedido expreso de la Casa Blanca, que Milei ha desmentido. En este caso, Milei habría sido más papista que el Papa, adelantando la política de asociación bélica con el imperialismo norteamericano. Es solo cuestión de tiempo para que Argentina participe activamente en la agresión militar del Pentágono contra Venezuela. Es lo que está haciendo Trinidad y Tobago. México colabora indirectamente interceptando embarcaciones sospechosas en aguas internacionales cercanas a su país . El único antecedente argentino de una participación militar de este tipo se remonta a principios de los 90, cuando Menem sumó a Argentina a la coalición internacional liderada por George Bush en la Primera Guerra del Golfo Pérsico, aportando dos buques de guerras pertrechados con misiles. 

 La Operación Lanza del Sur 

Esto sucede mientras Estados Unidos anuncia la “Operación Lanza del Sur”, una misión encabezada por el Comando Sur y la “Fuerza de Tarea Conjunta Lanza del Sur” con la excusa de combatir al narcotráfico en América Latina. 
 Los argumentos de Trump a favor de estas operaciones fueron esgrimidos en un memorándum presentado al Congreso, y pasan por aducir que los narcotraficantes representan una amenaza inminente para los estadounidenses; los califica como “combatientes enemigos” que se encuentran en un “conflicto armado”. La Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia también opina en este sentido. 
 Sin embargo, según indicó este jueves la CNN, el Pentágono puso sobre la mesa de Trump opciones para ejecutar operaciones militares dentro de Venezuela. 
 Milei está pronto a ser partícipe de este ataque contra Venezuela, que pondría a América Latina en un nuevo escenario territorial de la guerra imperialista internacional. En este contexto, podría justificar un conflicto con China en el marco de la guerra económica desatada por Trump. 

 Aldana González 
 16/11/2025

viernes, 14 de noviembre de 2025

Trump en la cuerda floja


A su política de ajustes, represión y guerra se agregan miles de correos electrónicos que confirman su sociedad con el proxeneta Epstein. Una nueva tanda de más de 20 000 correos electrónicos de Jeffrey Epstein, el multimillonario proxeneta que llenó de adolescentes y jóvenes las camas de los patrones de los círculos financieros, políticos y sociales de todo el mundo, corrobora su cercanísima relación de Donald Trump. El presidente norteamericano “sabía lo de las chicas” y “pasaba horas” con una de ellas en la casa de Epstein. 
 Mientras su popularidad cae en picada, Trump sigue negando haber sabido antes la conducta de Epstein. 
 En la semana, los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes publicaron tres correos electrónicos. Uno es un intercambio de Epstein con su amante y socia, la reclutadora Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años de cárcel por explotación sexual y abuso de menores. 
 Epstein le escribió: “Quiero que te des cuenta de que el perro que aún no ha ladrado es Trump. La (victima) pasó horas en mi casa con él y nunca se lo ha mencionado ni una sola vez”. Maxwell respondió solo unas horas después: «He estado pensando en eso...». Se cree que el perro era Trump y la aludida Virginia Giuffre, víctima de tráfico y abuso sexual desde sus 16 años, que se suicidó en abril de este año. Giuffre también fue violada por el príncipe Andrés, recientemente expulsado de la Corona británica. 
 El correo electrónico contradice las afirmaciones de Maxwell a la Justicia, donde describió a Trump como un «caballero perfecto» que «nunca estaba cerca de las chicas». Maxwell pidió a Trump que le conmute su sentencia. 
 La conexión de Trump con Epstein se remonta a décadas atrás. En una entrevista de 2002 con la revista New York, dijo la famosa frase de que Epstein era «muy divertido». «Incluso se dice que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes», dijo Trump al periodista. 
 En una maniobra desesperada por proteger a Trump, los republicanos respondieron publicando miles de correos electrónicos, imágenes y documentos de Epstein. El efecto fue el contrario: liberaron más pruebas de que el proxeneta siguió manteniendo un contacto estrecho con figuras poderosas de los medios de comunicación, las finanzas, el gobierno, el mundo académico y la política exterior aún después de cumplir su condena en 2009. O sea, cuando ya era pública su función. 
 Durante años, los medios de comunicación y el poder político intentaron restar importancia a esos vínculos. En un controvertido acuerdo de inmunidad con la fiscalía, Epstein se declaró culpable de solicitar prostitución y procurar menores para la prostitución. Cumplió una condena de 13 meses con salidas diarias para trabajar. 
 En julio de 2019, Epstein fue arrestado de nuevo, por tráfico sexual de menores. Lo acusaron de que entre 2002 y 2005, había explotado sexualmente y abusado de docenas de niñas menores en sus residencias de Manhattan y Palm Beach. No llegó a ser juzgado. Fue encontrado ahorcado en su celda en agosto de 2019. La muerte fue declarada suicidio, aunque siempre se ha cuestionado la versión oficial. 
 Decenas de correos electrónicos muestran la correspondencia de Epstein con el editor financiero del New York Times Landon Thomas Jr. en el periodo anterior a la detención y muerte de Epstein. Allí ofrece pruebas fotográficas del “comportamiento” de Trump con “mujeres jóvenes” en las propiedades de Epstein. El NYT nunca las publicó. 
 También menciona el intercambio de muchachas entre uno y otro. Epstein escribió: «Mi novia de 20 años en 1993, que después de dos años le di a Donald». 
 Muchos correos electrónicos revelan la constante correspondencia de Epstein con Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro, expresidente de Harvard y figura más que influyente de las finanzas internacionales. Summers pidió consejo a Epstein sobre citas en 2017, 2018 y 2019. El 3 de junio de 2019, Epstein escribió a Bannon: «El príncipe Andrés y Trump hoy. Demasiado divertido. Recuerda que la acusadora del príncipe Andrés salió de Mar a Lago». 
 En una declaración enviada a TIME, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, afirmó: «A pesar de las negativas de Donald Trump, estos correos electrónicos dejan claro que Trump sabía que su amigo íntimo Jeffrey Epstein era un pedófilo y un depredador, y que el propio Trump pasó horas en la casa de Epstein con una de sus víctimas. El intento fallido de la Casa Blanca de ocultar la verdad al pueblo estadounidense ha sido uno de los mayores encubrimientos de la historia de Estados Unidos, pero el juego ha terminado».
 Los archivos de Epstein van mucho más allá: permiten vislumbrar una élite degenerada que traficaba con niños y mujeres jóvenes, protegía a los abusadores, suprimía pruebas, manipulaba a la prensa y ahora bloquea abiertamente las investigaciones.
 Trump ha presionado directamente a los republicanos para que retiren sus firmas de una petición bipartidista que exige la divulgación de los archivos de Epstein (un compromiso electoral de Trump). 
 La divulgación final de los documentos requeriría la firma de Donald Trump mientras Ghislaine Maxwell está buscando que Trump firme una conmutación de su pena. 
 El caso Epstein es uno de los factores que corroen la aprobación al gobierno y a Trump, que cayó drásticamente desde el inicio de su segundo mandato. La sorpresiva revelación es que buena parte del descontento proviene de los mismos republicanos (LN 13/11). 
 Según la encuesta, solo alrededor del 68%, es decir, dos tercios de los republicanos, dijeron que aprueban la gestión de Trump, una caída con respecto al 81% en marzo. La aprobación de los independientes cayó del 38% al 25%. 
 La encuesta de AP-NORC Center for Public Affairs Research se realizó después de las recientes victorias demócratas en las elecciones intermedias. Muestra que solo el 33% de los adultos estadounidenses aprueban la forma en que el presidente republicano gestiona el gobierno, una caída con respecto al 43% obtenido en marzo. 
 La caída se adjudica principalmente al “cierre del gobierno” que complicó el tráfico aéreo, dejó a cientos de miles de trabajadores federales sin sueldo y puso en riesgo la ayuda alimentaria para los estadounidenses más vulnerables. 
 Sin embargo, afirma las conclusiones de la encuesta “podría mostrar un descontento más amplio con otros cambios drásticos –y polarizadores– realizados por Trump en el gobierno federal en los últimos meses, como el desmantelamiento de agencias y las oleadas de despidos masivos”. 
 En la encuesta se encontró que una abrumadora mayoría de demócratas, el 95%, siguen desaprobando la gestión del gobierno federal por parte de Trump, en comparación con el 89% en marzo. “La aprobación de su manejo de temas clave como la inmigración y la economía también ha cambiado poco desde el mes pasado.”
 En este contexto, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, dijo el viernes pasado que EE.UU. está en un momento similar al de 1939: “No nos estamos preparando para la paz. Estamos adaptando el Pentágono y nuestra base industrial a una situación de guerra”. Una guerra que también se libra contra los inmigrantes, los trabajadores, los estudiantes, en el territorio norteamericano. 

 Olga Cristóbal 
 13/11/2025

miércoles, 12 de noviembre de 2025

El gobierno de Israel promueve una ley que le permita matar a los presos palestinos


Israel, ejecutor del mayor infanticidio de la edad moderna y, simultáneamente, del primer genocidio transmitido en acto urbi et orbi, discute ahora bajo qué paraguas legal puede torturar, violar o matar a los prisioneros palestinos. Lo que otros regímenes tratan de mantener en las sombras, los sionistas lo exhiben obscenamente. 
 El lunes pasado, Poder Judío, el partido fascista del fascista ministro de Seguridad Itamar Ben-Gvir, envió por segunda vez al Parlamento un proyecto de ley que autorizaría a ejecutar a los presos. Gvir insistió en que “todo el mundo está de acuerdo en que la pena de muerte para los terroristas puede servir como elemento disuasorio” (Haaretz 4/11). El proyecto cuenta con el apoyo de Benjamin Netanhayu. 
 Los requisitos para aplicar la pena de muerte son tan ambiguos que podría abarcar a los 11100 presos, un tercio de los cuales -entre ellos 400 niños- se pudren sin juicio ni condena conocida en las mazmorras sionistas: “Se impondrá la pena de muerte a cualquier persona que, de forma intencionada o por indiferencia, cause la muerte de un ciudadano israelí por motivos racistas, odio o intención de dañar al Estado de Israel”. Por indiferencia. 
 Hamas exigió a las Naciones Unidas y a las instituciones de derechos humanos una acción urgente para detener el proyecto. Solicitó también la creación de comisiones internacionales con el fin de acceder a los centros de detención, conocer la situación de los presos palestinos y revelar las atrocidades cometidas en ellos. 

 Héroes nacionales, los torturadores 

La defensa de las torturas y los asesinatos a los presos es una política de Estado: la abogada principal del ejército israelí, Yifat Tomer-Yerushalmi fue encarcelada la semana pasada como represalia por filtrar un video que muestra la violación sucesiva de un prisionero palestino por un grupo de soldados en la prisión de Sde Teiman. El palestino ingresó en un hospital público “con perforación rectal grave, perforación de pulmón e intestino, fracturas costillas, y heridas oculares”, según el parte médico. 
 La exfuncionaria renunció poco antes de ser apresada, tras reconocer que había autorizado la filtración del video “para demostrar que la policía militar actuaba contra las torturas” El exfiscal jefe castrense Matan Solomosh, también fue arrestado. Netanhayu la ha acusado de causar “el mayor daño a la imagen” del Estado y su ejército desde 1948. 
 No es la primera vez que el gobierno y la derecha israelí defiende públicamente a los torturadores y el uso de la tortura. En julio de 2024, después de que la policía militar fuera a Sde Teiman a interrogar a 11 reservistas, manifestantes de extrema derecha -incluyendo por lo menos tres legisladores de la coalición de gobierno- ingresaron por la fuerza a la prisión a manifestarles su apoyo. 
 Esta semana, los soldados involucrados en la violación, encapuchados, dieron una conferencia de prensa, se nombraron “luchadores por la patria”, gracias a los cuales seguían con vida quienes los estaban escuchando. Y reclamaron “el apoyo del gobierno y del sistema”.
 En Israel, todos los palestinos son enviados a prisiones militares y sometidos a las leyes castrenses. 3.544 están en situación de detención administrativa (no se les formuló acusación y por lo tanto no tienen ninguna instancia donde defenderse ni como averiguar el tiempo de encarcelamiento). Unos 400 son menores de edad a partir de los 6 años. 
 Las ONG de DDHH israelíes han denunciado que son sometidos a torturas, privación de agua y comida, y negligencia médica. En los últimos dos años 81 murieron en prisión. Israel muchas veces también retiene por años los cadáveres como forma de torturar a su familia.
 En marzo de 2023, el Parlamento ya había aprobado en primera lectura un proyecto de ley que permitía la pena de muerte a palestinos “condenados por matar israelíes”, presentado por Ben-Gvir y apoyado por Netanyahu. En octubre de ese mismo año Hamas y otras organizaciones de la resistencia palestina cruzaron la “frontera israelí” con el fin, dijeron, de capturar rehenes para recuperar a palestinos presos.
 Desde entonces, el colono Ben-Gvir ha empeorado al extremo las condiciones carcelarias, restringiendo las visitas familiares, recortando la comida y limitando la movilidad y el acceso a las duchas. Médicos israelíes han declarado en Naciones Unidas que atendieron presos que estaban con pañales y vendados y esposados permanentemente de manos y pies a la cama. No los dejaban levantarse ni para ir al baño.
 Por ejemplo, en la cárcel militar de Sde Teiman (EP 10/7/24) a la que un soldado que prestó servicio allí se refirió como un “campo de tortura sádico”. Meses antes, Haaretz había publicado la carta de otro médico que decía: “Justo esta semana, a dos prisioneros les amputaron las piernas debido a lesiones de las ataduras, lo que, por desgracia, es algo que ocurre de manera rutinaria”.
 La liberación reciente de los presos palestinos, muchos capturados en redadas al voleo, mostró a personas destruidas, famélicas, golpeadas, sometidas a tortura psicológica (por ejemplo, les anunciaron la muerte de sus hijos y era falso). Algunos tenían dificultades para caminar y debían ser sostenidos o llevados en brazos. Dos niños liberados habían perdido la razón.
 Los días previos a la liberación redoblaron las torturas: "Nos esposaron y nos golpearon brutalmente. Nos dejaron bajo el sol durante 12 horas. De vez en cuando, los carceleros venían a humillarnos e insultar a nuestras madres. Nos impedían comer, beber e incluso ir al baño...", contó en Ramala un liberado a la BBC, que recogió numerosos testimonios de palestinos que afirmaron ser torturados con descargas eléctricas, quemaduras o abusos sexuales.
 Como símbolo de la mayor bajeza, en agosto de este año, Gvir se filmó maltratando a Marwan Bargouthi, el más destacado dirigente palestino que lleva dos décadas preso. Israel ha rechazado sistemáticamente incluirlo en los canjes de prisioneros. Una campaña internacional impulsada por su esposa afirma que Israel tiene planeado eliminarlo. 
 El estado de los rehenes palestinos, tan distinto del de los rehenes israelíes, causó una conmoción internacional. El sitio web de noticias Kikar HaShabbat publicó lo que describió como una «documentación a gran escala» del interior de la prisión de Ketziot, el mayor centro de detención de Israel, en la que se muestra a presos palestinos sometidos a tratos humillantes y a duros procedimientos de inspección. 
 Vídeos que circulan en las redes sociales muestran a soldados maltratando a presos dentro de la prisión de Ketziot, en el desierto del Negev. El fotógrafo israelí Haim Goldberg entró a Ketziot en febrero de 2025. Las imágenes muestran a los presos hacinados, atados o sentados en el suelo unos sobre otros. 
 Según numerosos informes verificados, muchos de los detenidos en Sde Teiman fueron sometidos a violencia sexual, desde desnudos forzados y humillaciones hasta violaciones; esposas constantes que provocaron lesiones y, en algunos casos, la amputación de extremidades; y palizas con porras, barras de metal y culatas de armas y botas, a veces hasta que los detenidos perdían el conocimiento. Se denunciaron prácticas similares en casi todas las prisiones y centros de detención israelíes donde se recluyó a palestinos tras los atentados del 7 de octubre. (The Conversation 21/10/25)
 El 23 de octubre, Ben-Gvir, volvió a jactarse públicamente de privar a los reclusos palestinos de sus derechos básicos en las prisiones israelíes. Ahora envió una ley para exterminarlos. 

 Olga Cristóbal 
 09/11/2025